10 de octubre
Tercera parte
-Por tercera vez desde que hubo llegado a ese pueblo, se adentró en el bosque, y como había pensado, encontró al muchacho sentado frente al pequeño lago en aquel lugar, llevó una mano a su pecho, antes de acercarse a él, colocó una mano en su hombro, y recibió una sonrisa por parte del rubio, quién tomó delicadamente su mano-Sabía que vendrías-Le dijo, haciendo sonreír a la ojiperla, le hizo un poco de espacio junto a él, y la ayudó a sentarse, la abrazo por los hombros y recargó su cabeza encima de la de la Hyuga, ambos guardaron silencio, esperando que el otro hablara, pero ninguno lo hizo, con una suave sonrisa, Hinata lo miró-.
-Naruto-kun...-Comenzó, pero no se atrevió a continuar, no era de su incumbencia el pasado del chico, pero la voz del rubio la hizo dudar de ello-.
-Si quieres que te cuente lo que sucedió ese día, lo haré con gusto, después de todo, deseo que alguien me escuche-Un nudo se formó en la garganta de Hinata, se imaginaba la soledad que había rodeado al muchacho desde que murió, estar en este mundo, pero sin hablar ni convivir con nadie, debe ser completamente opresivo-.
-Entonces, yo te escucharé-El muchacho le sonrió, apretando su mano-.
-Ese, fue un día como cualquier otro, desde que mis padres se enfrascaron en sus negocios, olvidándose que tenían un hijo...
-Cerró la puerta de la entrada con excesiva fuerza y se adentró en la mansión que sus padres habían considerado sería un buen hogar para él, se suponía que este día debía ser especial, pues se trataba de su cumpleaños, y según le habían asegurado sus padres varios días atrás, ellos estarían por llegar para acompañarlo, la noche anterior le habían confirmado, y había conseguido el consentimiento de ir a estudiar al mismo lugar en donde Itachi se encontraba, hasta ese momento, no había tenido tiempo de informárselo a su amigo, y por esa razón, ese día había regresado lo más pronto posible a su casa, con el propósito de informárselo, subió a su habitación, sin detenerse a escuchar lo que el ama de llaves tenía que decirle, aventó su mochila encima de la cama, y se dirigió directamente hacia el teléfono que se encontraba en la mesita de noche y marcó el ya conocido número de su amigo, esperó unos instantes para poder comunicarse con él, y para se decepción, solamente pudo hablar con una de las sirvientas de su amigo, le pidió que le dijera que se comunicara con él en cuanto volviera, y colgó, sintiéndose de pronto muy desanimado, se alejó un poco de la cama y comenzó a salir, justo en el mismo momento que el teléfono sonaba, pensando que podría tratarse de su amigo, se apresuró a coger la llamada-Hola-Dijo, esperando la seria voz de Itachi, pero se encontró con la alegre voz de su madre, y algo le dijo, que no le agradaría lo que estaba por pasar-.
-Naruto, cariño soy Kushina-Y un escalofrío recorrió la espalda del rubio, cerró los ojos, entregándose a lo inevitable-.
-¿Qué sucedió ahora?, ¿no se suponía que deberían estar por llegar?-El otro lado de la linea permaneció en silencio, hasta que una segunda voz comenzó, la voz de su padre-.
-Naruto,no podremos llegar, nos encontramos aún en Portugal, surgieron algunos inconvenientes en la empresa, no podremos ir a Japón en los próximos días, tal vez en un mes-Guardó silencio, esperando escuchar la aceptación que siempre escuchaba de su hijo-.
-Siempre era así con ellos, no entendía por que pensó que esa vez sería diferente, siempre hablaban en el último minuto para decirle que siempre no tenían tiempo para el hijo, que los disculpara y que fuera a gastar el dinero que le mandaran en compensación, y él siempre terminaba perdonándolos, pero en esa ocasión...en esa ocasión, no tenía ganas de disculparlos, los últimos cuatro años había sido lo mismo-¿Saben qué?, por mi no vengan ya, ya me harte de que me pongan tantas malditas excusas, si no tienen tiempo para el idiota de su hijo, no entiendo por que lo tuvieron, y si tanto les importa su empresa, adopténla, por que yo tampoco quiero seguir siendo hijo de ustedes, preferiría mil veces haber quedado huérfano hace muchos años-Lanzó el auricular contra la mesa, y todavía podía escuchar las voces de sus padres llamándole al otro lado de la linea, pero no contestó, salió de su habitación completamente furioso, bajó las escaleras y salió de la casa, su mente todo un remolino de pensamientos y furia, deseaba con todas su ganas desaparecer de una vez por todas, si en verdad no era lo suficientemente importante para las demás personas, no tenía caso seguir aquí, sin darse cuenta, se encontraba en medio de su lugar preferido, donde siempre encontraba la paz que anhelaba, donde se sentía bien con él mismo, pero ni ese tranquilo lugar, logro tranquilizar su mente, se sentó frente al lago, admirando la tranquila y limpia agua.
Cuanto hubiera deseado que su vida fuera como la de los demás chicos de su edad, convivir diariamente con sus padres, y que ellos se preocuparan por él, el matrimonio Namikaze no había vuelto a ocuparse de sus necesidades desde que llegaron a "vivir" a Konoha, siempre lo dejaban solo en casa, mientras ellos viajaban por el mundo "resolviendo" problemas relativos a su empresa, Shizune, el ama de llaves, era la que siempre se preocupaba por el muchacho, y él en verdad se lo agradecía, pero...no era lo mismo.
Miró con tristeza el cielo, que comenzaba a tornarse de anaranjado, frunció el ceño, pues no se había dado cuenta de que fuera tan tarde, pero se encogió de hombros, no quería regresar aún a su casa, donde pasaría otro cumpleaños sólo.
Como desearía morir...desaparecer de una buena vez de ese lugar...
Admiró una vez más el hermoso lago frente a él, y sus párpados comenzaron a cerrarse, su cuerpo comenzó a irse de lado, hasta quedar completamente recostado en el césped, lo último que pudo ver antes de caer en la oscuridad, fue un pequeño zorro frente a él, mirándolo detenidamente.
-Hinata miró sorprendida al rubio, no entendía que tenía que ver el zorro en lo que le estaba contando-Y entonces...ya no volví a despertar-Concluyó, sin mirarla-.
-P-pero, no comprendo, ¿sólo ya no despertaste?-Naruto asintió-.
-En realidad, cuando me di cuenta, estaba junto a mi cuerpo, viendo como Shizune-san y los demás lo encontraban, en ese momento no comprendí nada, ellos no me escuchaban, no me veían, solamente estaban ahí, tratando de despertar mi cuerpo, cuando se fueron, no pude seguirlos, algo no me dejaba ir de este lugar-Y se hizo el silencio, Hinata estaba sorprendida, no sabía que una persona, pudiera morir de esa manera, simplemente al quedarse dormida-En esos momentos, no sabía lo que sucedía, pero...él vino y me lo explicó, me dijo, que me había escuchado, y había cumplido mi deseo, y como él me había escuchado, era mi obligación escucharlo a él, permanecería aquí, haciéndole compañía-.
-¿A quién?-No entendía, ¿de quién hablaba?, en las veces que había estado ahí dentro, no había visto a otra persona, que no fuera el chico a su lado-.
-Él cuida este lugar, vigila que nadie irrumpa con malas intenciones en su territorio, casi no lo veo, pero cuando esta aquí, me enseña cosas-Levantó la mano frente a sus ojos, y la observó-Me enseño, la manera de poder hablar con otras personas, ha poder mover cosas, a darle solidez a mi cuerpo, me ha permitido salir en algunas ocasiones, y sobre todo, gracias a él, pude dejar libres de su responsabilidad conmigo a mis padres-Sonrió, acercando el rostro a ella, Hinata estaba blanca, sea quien fuera esa persona de quién Naruto hablaba, debería ser alguien importante para él-Aún no me ha dicho el por que no me he ido, pero estoy contento de no haberlo hecho, gracias a ello, pude conocerte-La besó levemente-.
-Yo también-Admitió, aunque por una parte, se sentía extraña, no le agradaba que esa persona, fuera quien fuera, le haya arrebatado la vida a ese muchacho, justo en el momento en que estaba enojado con sus padres, el que le hubiera impedido disfrutar de esa vida que tan alegre hacia a muchas personas, y sobre todo, haberle hecho creer a ese muchacho, que gracias a su muerte, había librado a sus padres de su existencia-.
-Quizá-Comentó una voz tras ellos, Naruto se puso de pie, con una brillante sonrisa en sus labios, Hinata miró extrañada hacia donde provenía esa voz, pero no vio a nadie, sin embargo, Naruto se acercó hacia allí, hincándose a unos cuantos metros delante-.
-Kyubi-sama-Murmuró, y Hinata abrió los ojos al ver a un pequeño zorro entre los brazos del rubio, un zorro, con nueve colas, que la miraba socarronamente-He regresado, le agradezco que me haya permitido ir a la escuela, pude hablar con el hermano de Itachi-.
-El animal saltó de los brazos del de ojos azules, y se encaminó hacia la muchacha, quien había tragado saliva al verlo-¿Te ha contado lo que querías saber?-Preguntó, sentándose tranquilamente frente a ellos, Naruto abrazó a la ojiperla, y ambos se sentaron-.
-Si, lo hizo-Admitió, bajando la mirada, y ante el silencio del pequeño animal, se dio cuenta de que quería que le dijera lo que le habían contado, se mordió su labio, y habló-Según él, mis padres se entristecieron cuando morí...-Hizo una pausa y levantó la cara, y miró al zorro-Pero según dice, se olvidaron muy pronto de su dolor, ya que ahora tiene una hija pequeña...la niña que siempre quisieron tener-Agregó, Hinata entendió en ese momento el por que Naruto había llegado hasta su escuela, y el por que su insistencia en hablar con Itachi, se sintió mal por él-.
-Y...-Comenzó a hablar el Kyubi-¿Sólo ellos sufrieron por tu muerte?-Naruto negó con la cabeza-Te lo dije, aquella vez, le quite a tus padres la carga que conllevaba el estar contigo, pero...hay muchas otras personas que te apreciaban, y que no les agradó el perderte, te aseguro, que tus padres aún te extrañan, solo que el tiempo todo lo cura-Hinata no quería darle la razón, pero así era, todo se curaba con el tiempo, en ese momento, el animal se centró en Hinata, sobresaltándola un poco-Tú querías saber quién soy yo-Aseveró, mostrando todas sus colas-Mi nombre es Kyubi no yoko, el espíritu que cuida de este bosque, y, no soy tan cruel como te imaginas, mortal-Agregó, acercándose a ella- Yo solamente quería mostrarle a este chico que no era buena idea desear lo que él quiso, pero...solamente ahora, él mismo pudo comprobarlo, solamente ahora, una persona fue capaz de ayudarlo a descubrir eso, y solamente una persona fue la que se acercó a él-.
-¿Cómo?-Preguntó Naruto, sin entender completamente-.
-Ahora que sabes lo que hiciste sufrir a esas personas, ¿aún así estas de acuerdo con ese deseo que te he concedido?-La pregunta tomó por sorpresa a ambos chicos, quienes se miraron entre si-.
-Creo, que no fue buena idea desear desaparecer, pero...lo digo de nuevo, gracias a todo eso, pude conocer a Hinata-La mencionada sonrió, pero de pronto, la sonrisa desapareció de su rostro-.
-Pero, de esa forma, no podrás estar mucho tiempo con ella-Sorprendido, Naruto miró al otro espíritu, quien sonrió de lado-Ella es aún una humana, y tú, el espíritu de un joven tonto que murió hace algunos años, no puedes irte por mucho tiempo de este lugar, y ella no podrá venir todo el tiempo aquí-Las palabras fueron como dagas para ambos, cuando se dieron cuenta de lo que trataba de decir, no podían estar juntos, a menos que ambos estuvieran en la misma circunstancia, a menos que...-.
-Hinata se precipitó hacia adelante, quedando cara a cara con el animal-Y-yo puedo...yo quiero estar con Naruto-kun, y...y si para eso necesito estar muerta, yo...-La mano de Naruto la jalo hacia atrás, encarándola con los ojos azules de éste-.
-No harás eso-Le advirtió el muchacho, separándola de él, y acercándose al espíritu-Si esto es otra cosa que ha ocurrido debido a mi tonto deseo, entonces me arrepiento de haberlo hecho, no quiero que Hinata-chan muera al igual que yo-Una sonrisa cruzó la boca del kitsune, quien se alejo un poco de ambos, y a una distancia prudencial, volvió la cabeza para observarlos-.
-Eso es lo que he esperado oír desde hace varios años-Sonrió peligrosamente, antes de que una luz de color rojo lo rodeará, los chicos se pusieron de pie sobresaltados, ya que cuando fue nuevamente visible, tenía por lo menos otros dos metros de altura, mostrando sus afilados colmillos, miró nuevamente a ambos-Es momento de que se digan adiós, mocosos, es momento, de que mi querido acompañante, se marche de este lugar-Antes de que alguien dijera algo más, una neblina roja rodeo todo el área, impidiendo la visibilidad, Hinata cerró los ojos ante la sorpresa, y para cuando volvió a abrirlos, su sorpresa era enormemente mayor, pues se encontraba fuera del bosque, rodeada por sus amigos de la escuela-.
-Sabes Ino-Sakura comenzó a hablar-Será divertido explicarle el motivo de que hayamos escogido este lugar más adelante, cuando haya salido, si no, creo que será capaz de escapar antes de poder encontrarse con nosotros nuevamente-Hinata miró con los ojos abiertos a su amiga, eso era lo mismo que había dicho la noche de aquella prueba-Lo ves, ya esta temblando sin siquiera saber de que se trata-Comentó risueña, sin embargo, Hinata no dijo nada, clavó su mirada en la entrada del bosque-.
-Yo opino igual-Comentó Neji, acercándose a ella para tomarla por los hombros, pero antes de poder hacerlo, su prima comenzó a correr hacia dentro del bosque, dejando a todos sorprendidos por eso-Eh, creo que será mejor que la esperemos en el punto de reunión-Los demás asintieron, aún sin salir de su asombro-.
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Corriendo como si se tratara de algún maratón, Hinata llegó hasta el lugar donde se encontraba antes de que se viera fuera del bosque, el lago estaba completamente tranquilo...y solo, no había nadie en ese lugar, ni siquiera el zorro, que ahora recordaba, había visto la primera vez que entró ahí, se dejó caer junto a la orilla, tratando de respirar correctamente, el aire había escapado de sus pulmones debido a la carrera, pero no lograba regresar correctamente, ya que la muchacha no podía creer lo que pasaba.
Grito el nombre del muchacho que antes había estado en ese mismo lugar con ella, lloró amargamente al comprender que ya no estaba en ese lugar, y finalmente, después de un alrgo periodo de tiempo ahí tirada, se puso de pie, sin fuerzas ni gana alguna de hacerlo, y comenzó su caminata fuera de ahí, como posesa, siguió a tumbos el camino que la llevaba hacia donde sus amigos la esperaban, no le importaba cuantas veces cayera por no ver por donde caminaba, ni los rasguños o golpes que pudiera causarle, solo quería llegar a su casa, entrar en su cama, y no volver a salir nunca de ella.
-La raíz de un árbol, fue la causante de su mayor caída esa noche, el golpe no fue mayor que los anteriores, pero esta vez, no tuvo fuerzas para ponerse de pie, y mucho menos para seguir guardando las lágrimas, se hizo un ovillo, y soltó todo el dolor que tenía dentro, todo lo que sentía, ni siquiera le importo cuando alguien comenzó a levantarla, no le importo que alguno de sus amigos la viera llorar-No tenias por que venir a buscarme, ya casi estaba por salir-Informó a quien fuera que trataba de ponerla de pie, sintió como le sacudía la ropa para quitarle la tierra que la cubría, escuchó una leve risa de la persona junto a ella, y desvió la mirada pensando que se estaba burlando de ella-.
-Ya lo sé, por eso estaba aquí, esperando a que pasaras-Al escuchar aquella voz, las lágrimas detuvieron su salida, y ella elevó la mirada para encarar a esa persona, abrió los ojos al reconocerle, solamente, que había cambiado, se veía, completamente distinto, él también le miró, sonriendo levemente-Eres tan pequeña-Murmuró, antes de abrazarla-.
-Hinata no pudo reaccionar ante esa muestra de afecto, estaba completamente sorprendida de tener junto a ella nuevamente al rubio, aunque, ahora que podía pensar con un poco más claridad, no comprendía la razón de que el chico se viera distinto, se alejó un poco de él, y lo miró detenidamente, ganándose una sonrisa por parte del rubio-Te ves...distinto-Le dijo, él se llevo una mano a la nuca, y se rascó la cabeza-.
-Bueno...soy distinto-Admitió, ante la mirada confusa de Hinata-Ahora tengo veintidós, y tú sigues teniendo dieciséis-La sorpresa invadió a la ojiperla, no comprendía bien que pasaba-.
-¿Qué quieres decir?-Antes de escuchar la respuesta, el sonido de pasos acercándose a ellos, miró a sus amigos con el ceño fruncido, no le dejarían hablar con el rubio-.
-¡Hinata!-Gritó Kiba deteniéndose junto a ella-Ya ha pasado más de la hora que dijimos, ¿por qué no sales?-Se irguió, ya que se había tomado las rodillas para tomar aire, y miró al acompañante de su amiga-¿Quién eres?-Preguntó ceñudo, Hinata se tensó inmediatamente, y miró sorprendida a Naruto, quien sonreía ampliamente-.
-Soy el novio de Hinata-Anunció, mientras la abrazaba, ante la sorpresa de todos, incluida la chica-.
-No sabía que fueras novio de Hinata, es más, no sabía que estaba en Japón, Itachi dijo que estabas con tus padres en Francia-El comentario de Sasuke sorprendió nuevamente a Hinata, quien no entendía completamente nada, ¿no se suponía que Naruto estaba muerto?, ¿qué nadie podía verlo a parte de ella?-.
-Y en realidad estaba con ellos, pero, como he terminado mi carrera, quise regresar a Japón, llegue el día de ayer, solo que Shizune me retuvo en casa-Nadie dijo más nada, por lo cual, Naruto tomó la mano de la ojiperla, y les sonrió a los demás-Si nos disculpan, debemos ponernos al corriente-Y la llevo fuera del bosque, donde, para sorpresa suya, la trepo en un ferrari de color plata, cuando estuvieron solos, se giro hacia ella, y le sonrió-Creo que hay muchas cosas que decirnos-.
-Ella sintió-Muchas-.
-Con una sonrisa, Naruto habló-Kyubi fue muy amable con nosotros-Comenzó diciendo-Cuando me dijo que era momento de marcharme, pensé que era mi momento de ir a donde todos los muertos van, pero...en lugar de eso, cuando abrí los ojos, estaba en la cama de un hospital, con mis padres junto a mi, tal parece, me habían encontrado en el lago, y no podía despertar, pensaron que estaba en coma o algo así, y ellos habían venido a estar conmigo, nadie se explica la razón de que algo así me pasará, je-Pausó, mirando a la chica-Kyubi me dejó seguir viviendo, y gracias a eso, comencé a llevarme mejor con mis padres, me fui a donde Itachi estaba estudiando, y seguí viviendo en Francia hasta el día de ayer, termine una carrera en dirección de empresas...-Suspiró fuertemente-No me atreví a regresar a Japón antes, solo en algunas ocasiones para visitar a Sasuke, pero...me entere cuando llegaste a vivir aquí, pero no quise verte, no hubiera soportado verte del mismo tamaño que el enano de Sasuke...ni siquiera estaba seguro que te acordarías de mi, me jugué todo al venir aquí, a esperar haber recordado bien la fecha en donde te conocí, y orar que recordaras, y mira, creo que Kyubi me escuchó-.
-Hinata soltó una risa tonta, mientras se lanzaba a abrazar al rubio-Me alegro de que te haya escuchado-Lo besó, sonriendo-Ahora si podremos estar juntos-.
Uffff, el final,snif, otro hijo se me va TT_TT, pero en fin, aquí esta el final de este three shot, les pido perdón por el retraso con el que lo traje, pero el chiste es que ya lo tienen, espero sea de su agrado, y me dejen sus comentarios, nos leemos pronto, con el final de dimensión paralela, cuídense mucho.