"Hay demasiadas incógnitas…y sólo unos cuantos capítulos para resolverlas… " ésta historia me pertenece, los personajes No, son obra intelectual de la excelentisíma Katsura Hoshino quien cada día nos deja más impresionados con las actualizaciones del manga de D GRAY MAN…A continuación el capitulo.
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—¡Lenalee! ¡Lenalee!— gritó con todas sus fuerzas
Acaso habían llegado demasiado tarde… ¿Dónde estaban los demás? ¿Por qué ella estaba ahí? ¿Dónde estaban los demás Allen, Kanda y Lavi? Muchas preguntas más se formaban en la mente de Heaven; lo último que lograba recordar era el remolino y la voz de una chica diciéndole "vas a morir" pero cuando esa presencia se halló más cerca una extraña sustancia verde se desprendió de su cuerpo y la envolvió protegiéndola, luego despertó.
Al cabo de quien sabe cuánto tiempo gritando, lenalee por fin alzo la vista, su rostro estaba completamente opacado al igual que sus ojos, lo más extraño era la luz que la iluminaba dejándola visible entre tanta oscuridad, mientras un liquido carmesí recorría lentamente el suelo debajo de ella... —¿Era sangre?— se preguntó a sí misma.
—¡Lenalee, hemos venido hasta aquí por ti, por favor resiste!— pidió la pelirroja sintiéndose incapaz de hacer algo, hasta que reflexionó un poco la situación, ¿Qué era ese lugar, realmente dónde estaba? —…estoy muerta…—murmuró atónita observando sus manos y todo lo que le rodeaba. —¡Estoy muerta…!—Exclamó asustada. En ese instante dentro de toda esa fría oscuridad sintió una calidez inmensa dentro de su pecho, "No estás muerta…estás en algún lugar dónde la materia en sí no existe…Heaven, no te rindas tienen que salir de ahí, no estás muerta, ninguno lo está…" escucho dentro de su cabeza,—…Papá…—pensó mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro. Inmediatamente reaccionó, dirigiendo su vista hacia la chica. Debían salir de ahí.
—¡Allen vino por ti, está peleando quiere que vuelvas. ¡Lenalee!—gritó fuertemente para llamar nuevamente la atención de la peliverde.
La sangre debajo de Lenalee comenzó a revolverse a burbujear y salió disparada en forma de cristales filosos en dirección a la chica. Heaven se paró firme sin moverse.
—¡Lenalee!— gritó tratando nuevamente de despertarla, pero fue demasiado tarde…
La pelea continuaba en quien sabe qué lugar. El edificio desapareció y todos estaban flotando dentro de esa atmosfera de oscuridad que cada vez se hacía más y más pesada.
—Argh…Maldición— gruño el pelirrojo
—Jajajaja, el rojo te sienta muy bien, Lavi— dijo una muy coqueta y casi extasiada Road al ver la sangre correr por la frente del pelirrojo.
Kanda no se quedaba atrás, por todos los medios intentó atacarla pero siempre fallaba, esto parecía ser inútil, mientras tanto Allen luchaba con todos sus fuerzas, completamente cegado por la rabia. Estaba desesperado las palabras de aquel hombre tan despectivas, tan crueles herían en lo más profundo las esperanzas del chico, pero no se rendiría aun cuando ella no estuviera viva, Heaven continuaba pérdida y tenía que encontrarlas, a ambas. Todos tenían que salir de ahí esa era la meta que el chico se había impuesto, sacaría a sus amigos de ahí aunque fuera lo último que sus fuerzas le permitieran.
Tikky tomó desprevenido a Allen y le atravesó el pecho con una mano, éste gritó de dolor. Kanda al darse cuenta corrió hacia él, Road intentó detenerlo pero Lavi la detuvo y por suerte logró esquivar el ataque. Furioso, el pelilargo, se abalanzó contra el hombre de traje haciendo que este se apartará del peliblanco.
Allen asustado se palpo el pecho en busca de alguna herida pero nada, estaba intacto.
—¡¿Qué rayos…?— preguntó sorprendido.
—Despierta, idiota no estamos jugando, argh! —gruño Kanda molesto al tanto que tikky le propinaba un fuerte golpe mandándole lejos.
—¿A quién le dices idiota? — cuestionó Allen mirando fijamente al pelinegro
Absorto por la imprudencia de Allen al insultarle lo miró como él sólo sabe, acercándose amenazadoramente al chico colocándole la punta de su espada justo sobre su cuello. Se detuvo la pelea, el adversario se les quedo viendo a ambos quienes estaban frente a frente echando chispas amenazándose mutuamente.
—¿eh…?— Tikky no entendía, pero le parecía divertido la forma en la que ambos chicos se amenazaban, así que se quedo viéndoles. Le pareció un espectáculo bastante patético e imprudente considerando que estaban en medio de una batalla y aquella distracción se prestaba para acabar con ambos de una sola vez.
—Maldición eres un estúpido, aparte de que te has quedado como idiota, ¿ahora vienes a interrumpirme? ¿Acaso no entiendes o tu cerebro de frijol no te da? —gruño Kanda completamente molesto.
—¡Eres tú el estúpido, ocúpate de tus asuntos!— dijo Allen mientras se levantaba amenazadoramente, pero el pelinegro no retrocedió ni un paso ni bajó su espada, había esperado tanto tiempo por enterrarle una espada en la garganta a alguien y él se lo estaba ganando nadie se había atrevido a hablarle de esa forma.
—Fueron tus últimas palabras intento de frijol — vociferó Kanda antes de alzar su espada preparando un ataque directo mientras Allen se ponía a la defensiva.
De repente una explosión cubrió todo de humo, Lavi se abalanzó sobre Tikky dándole un golpe directo, aprovechando el momento de confusión, Kanda también le asestó un buen golpe con su espada, al tanto que Allen acorralaba a Road.
—Mmm, listos, muy listos reaccionaron a tiempo pero no crean que con eso van a detenernos.— aseguró la chica más que confiada.
A pesar de ello Allen sonrió, el flequillo cubría sus ojos por lo que sólo podría apreciarse la mueca en sus labios, para luego decir "Ser confiado, por más poderoso que seas, puede llevarte a la ruina" cuando el humo se dispersó vio a su compañero empalado.
Los ojos de la chica se abrieron contrariados, era imposible…
—Ja! No crean que por esto ya nos han vencido, no somos tan fáciles de destruir, no somos tan débiles como ustedes— espetó tratando de esconder su ansiedad.
—Somos humanos, no somos débiles…además ¿Quién ha dicho qué la intención es destruirles ?—dijo Allen al tanto que en un movimiento rápido quedo muy cerca del rostro de la chica la miró fijamente y sin que está se diera cuenta una luz blanca la rodeo por completo el chico se apartó y ella comenzó a gritar.
La luz blanca la estaba envolviendo. Allen observo con desagrado la escena parecía que aquella luz la estuviese quemando y ella gritaba desesperadamente tratando de salir o zafarse ya que dos fuertes manos, vestidas con guantes blancos, la sujetaban, el "amigo" de Allen, la sombra, estaba ahí. Dentro de aquella luz cegadora sus ojos y su macabra sonrisa podían observarse claramente. La sonrisa que mostraba no era la de siempre, era una sonrisa de satisfacción al fin podía hacer pagar a los dos que le desgraciaron la vida a él y a la persona que más amo en el mundo.
—Gracias…— susurro antes de desaparecer junto con la luz, dejando solamente cenizas que se esparcieron por la oscuridad.
El trío miro el cadáver empalado de su adversario, en tanto este comenzó a moverse, retorciéndose de forma grotesca lo que hacía que chorros de sangre negra salpicaran.
—¡¿Por qué no te mueres de una maldita vez? — gruño Kanda.
Una luz de color violeta se desprendió del cuerpo de Kanda rodeando al Noe matándole de una vez por todas, pero antes susurro.
—No será… la última vez… que nos vemos…chico…— la sangre negra salía a borbotones de su boca mientras la luz consumía su carne y la volvía cenizas igual que Road.
De repente una ventisca los envolvió a los tres, mientras dispersaba las cenizas de los Noes por el aire.
Llegó e inmediatamente tomó el cuerpo inconsciente, de su hija, entre sus brazos susurrándole palabras al oído, rogando que estuviese bien y que ni su mente ni su alma estuviesen completamente perdidas en aquel lugar…o su esposa lo mataría, a Cross.
—Heaven… No estás muerta…estás en algún lugar dónde la materia en sí no existe…heaven, no te rindas tienen que salir de ahí, no estás muerta, ninguno lo está…protéjanse, los sacaré pronto de ahí…—susurro tiernamente esperando que lo haya escuchado.
Dejó el cuerpo de la niña en el suelo y pidió a todos que se alejaran del círculo sobre el cual estaban los chicos.
—Esto no lo hicieron los chicos, alguien los indujo y les abrió la puerta es la única forma de que hayan llegado a ese lugar— dijo Cross
Komui un poco asustado se aventuró a preguntar
—¿Crees que él lo haya hecho…ese chico Allen o el Conde Adam…?—
—Allen no pudo haber sido…es demasiado estúpido para un hechizo tan complicado…lo más probable es que hayan sido los Noé y por supuesto el Conde. Además jamás trabajaría para ellos, al menos no sin que me hubiese dado cuenta, y todos aquí saben muy bien quién soy yo. Han estado observando al sujeto equivocado, el verdadero culpable es uno de los institutores de este lugar— inquirió sorprendiendo a más de uno.
—Quieres decir que…—Por unos instantes Komui quedo pensativo, la gran mayoría del personal habían estado trabajando desde hacía mucho tiempo en el instituto y nadie más que Allen parecía ser sospechoso, no había nadie más…salvo, el nuevo profesor.
Se detuvieron justo frente a ella destruyéndose en miles de pedazos que se desvanecieron al instante como pequeñas gotas de color carmesí brillante, impactada no pudo moverse, una luz intensa pero traslucida la protegió de aquel ataque mortal, ¿Qué había sido eso…? Se preguntó impresionada, dirigió su vista hacia Lenalee quien parecía estar muerta, con las muñecas lastimadas y sangrantes al igual que sus tobillos.
—¡Lenalee!— insistía la chica, no se rendiría, Allen no estaba aquí para ayudarle para que ella reconociera su voz y despertase…No, pero estaba decidida a sacarla de ahí, hacía mucho tiempo que no veía a su amigo tan destrozado…quería verle feliz.
Una fuerte ventisca se produjo en medio de la oscuridad envolviendo a Lenalee y a Heaven, dentro de aquel torbellino la pelirroja logró tomar a la morena del brazo atrayéndola hacia su cuerpo, de esa forma pasara lo que pasara no la perdería, todos tenían que regresar…no aceptaría dejar a nadie atrás.
No tenia noción del tiempo, ni siquiera de dónde estaba, o si sus amigos continuaban con vida. Su corazón latía fuerte, podía sentir como algo le oprimía el pecho, y se sentía pesado como si algo lo aplastara, abrió los ojos y se dio cuenta de que Lavi y Kanda estaban sobre él.
—¡…Levantense, no me dejan respirar!— gritó molesto el peliblanco.
Ambos chicos despertaron inmediatamente, Kanda se puso en guardía y Lavi se precipito como una roca al suelo.
—¡¿Qué diantres? ¡¿Quieres morir maldito brote de frijol?— espetó Kanda
—Me llamo Allen, ¿Acaso el cabello te absorbe el cerebro y por eso no entiendes lo que te dicen?—gruño Allen. Ambos echaban chispas .
—Oigan…Chicos…— llamó "Tímidamente" (asustado) el pelirrojo.
—¡¿QUÉ?— contestaron al unísono mirando amenazadoramente al pelirrojo.
—Miren…—señaló nervioso hacia un árbol que se encontraba hasta el fondo del jardín.
Ahí estaban las dos, ilesas, sanas y a salvo.
Las heridas de Lenalee desaparecieron. Cuando abrió los ojos lo primero que vio fue el rostro sonriente de Allen dándole la bienvenida, sus ojos se llenaron de lágrimas e inmediatamente lo envolvió en un abrazo.
—Tranquila, ya estás bien... — susurró dulcemente.
—Me alegra que estén a salvo— Dijo Heaven con una sonrisa, estaba feliz de que todo hubiese terminado.
—Lamento interrumpir…pero, ¿Alguien sabe dónde estamos?—cuestionó Lavi.
—Están en el jardín del castillo— inquirió una voz desconocida
—No se preocupen está bien, pronto regresarán a casa— aseguró la dulce voz de una mujer.
La chica que había sido condenada, estaba libre, y aquella sombra que acompaño a Allen también lo estaba. Ambos fueron una vez enamorados, pero fueron cruelmente separados y maldecidos por el Conde Adam.
—Gracias, Allen— Murmuró la antigua sombra, ahora en figura de un hombre alto, vestido de blanco y moreno. La chica, que antes era demonio, ahora era libre, también le agradeció con una pequeña reverencia, se despidieron y luego caminaron hasta desaparecer. Una voz hizo eco en todo el lugar.
—Vuelvan a casa y cumplan su misión…exorcistas.
Esas fueron las últimas palabras de la sombra que acompaño a Allen y le ayudo hasta el final. Ahora él y su amada eran libres de su maldición podrían estar juntos y descansar en paz.
La mente de Allen estaba en blanco, al igual que la de los otros dos, Lavi y Kanda.
Lenalee y Heaven estaban a salvo, vivieron instantes bastante estresantes, pero dentro de ello aprendieron a ver lo que había dentro de sí mismas, todo esto había sido tan…simplemente no podían describirlo pero sabían que jamás lo olvidarían y que tendrían que enfrentarse a cosas más terribles que esas una vez terminaran el instituto porque ese sería su trabajo, limpiar al mundo de los demonios que azotan la paz de los humanos en la tierra, porque son exorcistas, los elegidos de Dios para proteger el mundo.
DEMORÉ DEMASIADO…LO SÉ, Y NO HAY EXCUSA…DE TODOS MODOS, GRACIAS A TODOS LOS QUE LEYERON HASTA EL FINAL SE LOS AGRADEZCO A TODOS ^w^. Enserio, con esto me retiro y este es el final…? Tal vez haga un epilogo…si tal vez
