Ninguno de estos personajes me pertenece, todos son de Stephenie Meyer.

Un Nuevo Comienzo

26.- Falsas Apariencias I


Me quede dormida en sus brazos, en los brazos del hombre que ame desde que lo vi. El hombre que hizo de mí una mujer fuerte, aquel que ame en secreto durante tanto tiempo, ese hombre al sigo amando y al que anhelo.

Despertar y volver a la realidad es aún más duro que dormir y soñar con un mundo que quisiera alcanzar.

La noche anterior él hablo de cosas extrañas, pero era como si no me viera realmente como soy. Me dijo que no lo dejara, que no me fuera, que no me alejara, se me partió el corazón y de un tirón la esperanza se colocó en mi corazón con desesperación.

¿Por qué? ¿Por qué yo? ¿Por qué él? ¿Acaso no veía cuanto lo amaba? Cuan desesperada estaba por estar con él. Por sentirlo sobre mi piel, por amarlo y que me amara. ¿Por qué era tan cruel?

Despertamos abrazados, fue como un sueño, un hermoso sueño… pero todo se cayó por la borda esa mañana, él ni siquiera se volvió hacia mí. Fijo su mirada en el horizonte contemplando el alba, inexpresibo.

Pronto su rostro se cubrió por una máscara de frialdad y una sonrisa despectiva surco sus labios. Ese hermoso rostro grabado en piedra le dio un vuelco a mi corazón. Tan hermoso, tan varonil, tan frio, tan Robert…

-Las promesas que se han roto, el ayer no las puede unir…- dijo en un susurro apenas audible para humanos, pero bastante claro para mí. No entendí a qué se refería. Sin mirarme se dio la vuelta -Eres libre Isabella, te quiero fuera de mi vida-

-¿Qué?- mi corazón comenzó a acelerarse

-No lo entiendes cierto… nunca lo harás- dijo al tiempo que se volvía hacia mí – puedes ir por la vida fingiendo no saber cosas, fingiendo que todo está bien, y así era, pero ahora…- negó tristemente con la cabeza

-¿De qué hablas?- le demande

-Sólo finge que no me conoces, finge que sigo siendo tu hermano o mejor aún finge que nunca has venido a Creuse, finge que no tienes padres ni hermanos… borra de tu mente estos años que hasta estado con nosotros-

-Robert, ¿Me estas pidiendo que abandone a mi familia?- sentí un vacío en el pecho

-No, no lo haría otra vez, pero… para mañana ya no estarás… te iras con Edward-

-¿Estas celoso? ¿De eso va todo esto?- Estaba confundida, me decía tanto pero no lograba captar nada.

-Si tú supieras Isabella, si de verdad supieras…- dijo acercándose lentamente hacia mí

-Dímelo entonces, ¿Qué es?- dije aún más confundida

-Te amo, Isabella- Dijo al tiempo que cerraba la distancia entre los dos y se apoderaba de mis labios. Al principio fue un beso demandante cargado de pasión. Mis manos corrieron hasta su pelo lo pegue a mi cuerpo. Lo necesitaba desesperadamente. Tantos años reprimiendo el amor que sentía hacia él. Lo quería, lo quería para mí, ya no podía seguir ocultándolo, ya no más mentiras. Ya no.

Me entregue por completo en ese beso. Cargado de sentimientos. Mi cuerpo, mis manos, mis labios gritaban un Te amo. Sus besos poco a poco fueron convirtiéndose en algo más suave, más dulces. Sus manos rodeaban mi cintura posesivamente sin permitir un milímetro de espacio entre ambos.

Al poco tiempo se separó de mí, mi respiración era agitada, pesada. Como podía volverme loca en un segundo. Mi cordura se estaba yendo al caño y sinceramente no quería recuperarla.

-Considéralo una despedida Isabella, porque o te vas tú o me voy yo, no tendré contemplaciones con el bastardo de Cullen o contigo… te ha quedado claro- me quede helada. Me soltó y de no ser porque estaba en shock y algo aturdida habría caído de rodillas ante él y le hubiera suplicado.

Él se fue sin ver atrás. No me volteo a ver ni un segundo. Mi corazón dolía. No podía sopórtalo.

Mi mirada se volvió borrosa, las lágrimas caían. Como una película que se acerca al final, había un final para nosotros, nuestro amor tuvo un final con lágrimas.

Su silueta se iba perdiendo en el horizonte dentro de la cueva. El "te amo" que se quedó en mis labios, se situó en el fondo de mi corazón.

Llore y llore, no pude contenerme. Llore por todo, por nada, por el amor que me dejaba, por el hombre que nunca podría tener, por mi familia, por mi pasado vacío, por mí, por Robert.

No podría sopórtalo, una especie de De javú me envolvió y a mi mente llegaron palabras sin sentido

El lugar adonde vamos... no es apropiado para ti.

El sitio apropiado para mí es aquel en el que tú estés

No te convengo, Bella.

No seas ridículo .Eres lo mejor que me ha pasado en la vida.

Mi mundo no es para ti

¡Lo prometiste! Me prometiste que siempre permanecerías...

Siempre que fuera bueno para ti

¡No! ¿Esto tiene que ver con mi alma, no? ¡No me importa! Puedes llevarte mi alma, porque no la quiero sin ti, ¡ya es tuya!

Bella, no quiero que me acompañes

¿Tú... no... me quieres?

No

Agarre mi cabeza en un intento por quitar las voces de mi cabeza. Poco a poco lo logre, y una vez más ese misterioso velo negro no me dejaba ver más allá de él. Siempre me perseguía, parecía que no tenía otra vida más que esta, mi viada en Creuse. Lejos de estos pequeños flashes de una vida que no recordaba.

Me levante del suelo, y salí corriendo del prado, corrí lo más que pude, simplemente no pude soportarlo. Iba avanzando sin detenerme, pronto no supe dónde estaba, ni cuanto tiempo llevaba corriendo. Sólo me di cuenta de lo obscuro que estaba por la lluvia que comenzó a caer. Me detuve en medio de la nada. Bañada por la lluvia y un poco más tranquila me dispuse a correr nuevamente para encontrar un lugar donde refugiarme.

No tarde mucho en llegar a un pequeño poblado, Lausana en Suiza, cerca del lago Ginebra. Vaya ahora si me había excedido. Como pude fui a una posada, daba gracias a Dios que hablaran algunos idiomas por ser un lugar turístico. Pedí un cuarto e hice una llamada a mi casa. Debían estar preocupados. Me obligue a no pensar en Robert. Y casi lo logre… de no ser porque fue el quien contesto el teléfono.

-¿Hola?, ¿Hola?- me quede muda

-Apártate Robert- dijo Alicia

-¿Hola?-

-¿Alicia?- dije Aliviada

-¿Bella? Cariño ¿Dónde estás?- contesto sonando preocupada

-Estoy cerca del lago Ginebra en Suiza, más exactamente en una posada de Lausana- dije un poco sonrojada

-¿Qué haces ahí?- contesto extrañada

-Puede alguien venir por mí, no tengo dinero y buena me las he arreglado para instalarme en una posada- dije desviando el tema. Sabía que Robert estaba cerca de Alicia, así que no podía decirle nada.

-De acuerdo Alguien ira por ti cariño-

-Gracias Alicia- dije después colgué.

Colgué y unas pequeñas lágrimas surcaron mi rostro. En otros tiempos Alicia hubiera dicho espera ahí Bella Robert ira por ti o Robert ha estado muy preocupado o quizá simplemente Robert le hubiera quitado el teléfono a Alicia y hubiera hablado conmigo. Claro que eso era en otro tiempo. Ahora eso no sería posible.

Rompí en llanto una vez más. ¿Cómo era posible que fuese tan idiota cuando yo lo amaba? Llore un buen rato.

Después de eso salí a pasear por el muelle del lago Ginebra. La lluvia había cesado. Las calles eran frías y el sol se asomaba. Sin duda una tarde preciosa. El lago por su parte era realmente hermoso y majestuoso, el paisaje, el lago. Pero no estaba tan concentrada en su belleza, lo que había pasado con Robert dolía como si hubiese una daga en mi pecho, como podría olvidar sus besos, sus caricias. Olvidar eso era mi prioridad. Realmente me contuve mucho al no llorar por horas. Cada hora era como una eternidad.

-Bella- escuche a lo lejos. Me volví y entonces lo vi, un Edward corriendo a paso humano hacia mí. Supe que se contenía al no correr como su naturaleza se lo permitía, pero estábamos en un muelle y había gente a nuestro alrededor, y otra vez en medio de tanta gente me sentí sola.

Sentí mi corazón partirse y fue entonces cuando Edward llego hasta mí y yo sólo pude lanzarme a sus brazos y llorar desconsoladamente.

Edward fue bueno conmigo. No me pregunto nada. Sólo me sostuvo entre sus brazos, me acaricio el perlo y murmuro a mi oído que todo estaría bien, que él estaría ahí para mí, que me protegería.

En otras circunstancias realmente habría apreciado sus palabras, sus gestos. Pero dolía intensamente que a pesar de que sus palabras fueran lo que necesitaba, Edward no era la persona que yo quisiera que me las dijera.

Permanecí llorando en brazos de Edward hasta que el último rayo de sol se ocultó tras las montañas...


Hola! Jitomatazos en 3…2…1…

Ya sé, sigo viva! Y quizá merezca un castigo por casi el año de no actualizar.

Pero aquí seguimos! Y vamos por todo! Saben que nunca abandonaría el Fic!

Gracias por sus reviews a todos… por agregar a favoritos y por ser parte de esta aventura…

Acepto jitomatazos de todo tipo…

Cómo ven el cambio de actitud de Robert? A veces pienso que es tan bipolar como Edward. Creen que Edward se aproveche de la situación? Yo digo que…. Si quieren saber sigan leyendo los siguientes capítulos porque la cosa se va a poner muy buena… conspiraciones, traiciones, reencuentros, revelaciones, mal entendidos y decisiones cruciales que los personajes deben tomar y por supuesto Bella tiene dos grandes problemas Robert y Edward. ¿Quién creen que gane esta batalla?

Gracias por leerme…

Vely

PD. Hare una revisión minuciosa de los capítulos y en algunos casos, para que sea más entendible y digerible agregare o en su defecto cambiare unos diálogos. Gracias por comprender.