Es mi primer fanfic aqui, en esta sección

KHR no me pertenece, pero yo si le pertenesco a Reborn asdf,asdf -noseblid- i lo hago sin fines de apoderarme del planeta

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Las luces titilantes se paseaban a sus anchas por toda la habitación, causadas por los diferentes vehículos que pasaban por la calle. No es que lo siguiera de cerca ni me interesara, es sólo que, teniendo en cuenta a la persona que "amablemente" me acompañaba, no podía considerar otra cosa que llamara mi atención.

-Eres un llorón.

Ahora saben por qué lo digo.

-Y tú un sádico.

Y no saben cuánto…aunque tampoco necesitan saberlo.

Adoro el silencio que se hace presente, es algo tenso y tenso y forzado, extrañamente a mí me gusta, pero a mí "querido" acompañante no parece agradarle; y no tiene por qué importarme.

-Acuéstate, quiero hacértelo de una vez.

No lo miro, trato de prestar atención a lo que dijo. Aunque por dentro me muera por hacer lo que dice, siendo este mi dilema existencial…o por lo menos hasta que él se vaya.

Se acerca rápidamente a mí, desde la ventana donde estaba y con ambas manos en los bolsillos. Observo la forma en que se acerca a mí, su andar apresurado y sensual hace sin necesidad de tenerlo cerca que empiece a hiperventilar en demasía.

Su rostro arrogante y sexy causa miles de estragos en mi imaginación, llegando a hacerse notar en mi piel…al menos en una parte.

Se arrodilla delante de mío y me observa, me mira fijamente con un rostro tan imperturbable que definitivamente hace que mis nervios estén a flor de piel. Trago saliva.

-No quiero hacerlo.

Apoyo mis manos en el sillón debido al temblor que las domina mientras sus manos pasan de mis rodillas hasta mi pecho. Rozando la colorida y desgastada camisa que llevo puesta y, de un tirón romper los botones de esta. Miro primero la camisa y luego sus ojos: lo miro resentido, y un poco molesto le digo:

-Sabes que no debes romperlos.

El ríe como lo hace, como si lo supiera mucho antes de que yo formulase la negativa, pero lo hace sólo para joderme.

-Pero no puedes detenerme.

Es la décimo cuarta vez que lo hace. Debería estar acostumbrado a verlo hacer lo que quisiera, es más debería ir adoptando la costumbre de no traer camisa a estas "citas". Sin embargo lo hago, porque deseo sentir sus largos dedos acariciando por encima de la ropa mi pecho, con unas ganas desesperadas de sentir piel y no tela.

Y él lo sabe.

-Si no quieres dime entonces ¿por qué gemidos?

Deseo partirle la boca, destrozársela, cortársela en miles de millones de pedacitos…pero no quiero. Adoro la sonrisa déspota que tiene en su rostro. Con su actitud arrogante y algunas veces sádica.

-Porque como tú, también quiero un buen sexo si se presenta la oportunidad.

-Veo que nos entendemos, llorón

Y sin más necesidad de decir algo más, una última mirada y nos besamos con ferocidad. Adentra su lengua con tal fogosidad y arrebato que, si no lo conociera lo suficiente me apresuraría a decir que necesitaba de este contacto tanto como yo.

Desabotono sin pedir permiso su saco negro y lo alejo tanto como puedo de la sesión amatoria en la que nos encontramos y lo miro por última vez a los ojos antes de cerrar los míos y entregarme sin remordimiento a él y a sus caricias que poco a poco van abarcando terreno no precisamente amistoso.

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Si has llegado hasta aquí quiere decir que a lo mejor y no me caen tomatazos..cuenta que es mi cumple (qe fue ayer..)

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