Crepúsculo & Sus personajes no me pertenecen. Pero la historia es completamente mia, así que ¡No al plagio!
Invadiendo Vidas.
(Invade lives)
A-when there's no one else in sight,
a-in crowded lonely night
well, i wait so long for my love vibration
and i'm dancing with myself
Oh oh. dancing with a-myself.
—Dancing with my self by Billy Idol.
III. —Encontré el infierno, se llama Phoenix.
—Mi mente se desconecto ante eso, viendo a través del retrovisor como nos acercábamos al aeropuerto.
Mi mente entro en estado de shock.
¿Era una broma? ¿Cierto? ¡Dios, tiene que ser una jodida broma!
—Lizz, ¿No es cierto, verdad?, —Le pregunte casi con suplica. Mi madre solo sonrió.
—¡Por favor! Dime que solo es una de tus tontas bromas. Dime que sólo me hiciste una broma para que no me preocupara y sea de uno tus extraños métodos de educación. —Si, ahora fue una suplica.
—Bueno, hijito, tengo dos respuestas para ti. Numero uno, para empezar Carlisle fue a Forks a visitar a los abuelos con Esme y Rosalie ¡Esta totalmente bien!—Casi se me cae la mandíbula por la sorpresa.
Si, ¡Mi madre esta loca de remate! ¿Cómo pudo mentir sobre eso?. Mamá me sonrió mostrando sus blancos dientes y con su rubio cabello volando por el aire de la ventanilla. Nadie creería que tuviera una mente tan cruda.
—Numero dos ¡Claro que es verdad!, soy actriz no mentirosa. ¡Pasaremos el verano en Phoenix! —La mire incrédulamente.
—¿Sabes, que te acabas de contradecir a ti misma, verdad?, —
Lizzie abrió la boca un par de veces, pero no salió nada, refunfuñó y dijo: —Bien, soy un poco picara, pero en verdad ¡Iremos a Phoenix!
—¿Acaso te estas drogando? ¡No conocemos a la tal Renee! ¡Nunca habíamos idos a Phoenix y ni siquiera sabemos nada sobre las calles de allí! —Grite. Tenia que hacerla reaccionar, mamá se acercaba más hacia el aeropuerto.
—Duhh…¡Eso lo sé! ¿¡No crees que lo hace más emocionante!? —Me dijo con diversión. ¡Hey! ¿No es esa mi quijada en el suelo? —Aunque, claro Renee me dio su dirección y nos mandamos por correo la copia de nuestras llaves hace dos semanas. —¡Dos semanas! ¡¿Lo llevaba planeando desde hace dos semanas?!
—¡Regresa, regresa ahora mismo! ¿Cómo sabes que esa mujer en realidad es Renee? ¡Puede ser una asesina! —
—Es por eso que quiero ir allá.
—¿Para que te roben y asesinen? —Mi mamá me miró con reproche.
—Para que hagas amigos, hijito, eres demasiado cerrado, siempre estas con tu piano o estudiando, ¡Necesitas salir más!, —Si, ¿Qué clase de madre diría eso?
—Entonces, ¿Quieres que me pinte de colores y hable gente desconocida? —Le pregunte con sarcasmo.
—¡De eso hablo!, —Bueno, al parecer Lizzie no conoce el sarcasmo.
Y antes de que pudiera decir cualquier otra cosa, ya habíamos llegado.
.
Realmente no me había dado cuenta que todo lo que decía Lizzie era de verdad, hasta que entramos al aeropuerto y la vi sacar de su blusa dos tickes, y efectivamente iban de regreso a Phoenix.
Entonces, como el buen adolescente maduro que soy, fui directo con la mujer de la recepción.
—Disculpe, Señorita. Verá mi madre sufre de una rara enfermedad que esta combinada con la esquizofrenia y psicosis, y se ha inventado algo sobre una amiga que vive en Phoenix, obviamente, esa 'amiga' no existe, pero hasta ha comprado dos boleto, por lo que me ayudaría mucho si no dejaran pasar a la hora del vuelo. —Pedi amablemente.
La mujer pelirroja se quedo con la boca semi-abierta y asintió. —Wow, y yo que pensaba que esa gente loca sólo pasaba en las películas. —Bueno, técnicamente yo no mentía, mi madre sí que andaba con un tornillo flojo. La mandaría con un Carlisle una vez que hayamos vuelto a casa.
—¿No es lo que te dije, Evelyn? —Dijo la voz de mi madre a mis espaldas.
¿Evelyn?
—Es justo como usted lo dijo, Señora Mansen. Al parecer Edward di que tiende a mentir mucho, yo creo que realmente necesita esa psicóloga especial en Phoenix. — Ante eso, mis ojos se abrieron de par en par y mi quijada estaba por el suelo.
¡Lo había planeado!
—Tienes una mente demasiado malvada, —Le dije.
Ella solo sonrio, mostrando sus blancos dientes.
.
Cuando subimos al avión, ya me había dado cuenta sobre todo.
¡No tenia ni mi piano, ni mis discos, ni siquiera mi laptop o Ipod!, ¡Mi volvo! casi llore por lo de mi piano, y todos pensaban que era como un loco, en el avión.
—No te preocupes, cielito, Renee tiene una hijita adorable, seguro ella cuidara tus cosas mientras no estés. —Bueno, Lizzie, si buscabas consolarme, no lo lograste.
Miles de imágenes se reproducían en mi cabeza, mi carro nuevo vomitado, mis discos en la basura ya que la niña no encontró a Hannah Montana, mi laptop llena de virus por paginas de videojuegos, mi Ipod en la bañera, o mi piano sin teclas, rayado con crayones.
Si, mi mamá tenía una mente malvada.
—Por cierto ¿Por qué dices que mis métodos de educación son extraños? No lo son. —
Suspiré. —Mamá, cuando tenía dieciséis, me emborrachaste y me diste un cigarro. —Lizzie rodó los ojos.
—¡Te ponía a prueba! ¡Eso está bien, según Discovery Casa & Salud! —Se defendió. —¡Mira lo bien que has crecido!
—Si tú lo dices…
.
El calor me estaba, literalmente, matando. Estaba empapado de sudor y estoy seguro que era visible, y que estaba apestando. Mi garganta estaba seca, y mi voz ronca. De pronto mis calcetines comenzaron a picar, y me encontré queriendo quitarme los tenis.
Lizzie no estaba mejor, estaba sumamente sudada, y tenía un montón de calor, el cabello se le pegaba a las mejillas.
Había encontrado el infierno.
Teníamos ya estado dos horas caminando, la gente nos miraba extraño y creo que Lizzie empezaba a cubrir la razón.
—Dios, ¡Hace un infierno de calor, aquí! —Grite. —¡¿Dónde se supone que esta esa tonta casa?!
Mamá me miró confusa, —Pues según yo, aquí. —Dijo.
Mire hacia al frente, sólo para encontrarme un local abandonado y montones de basura y gatos.
¡Genial!
—¡Te lo dije! —Me burle. Pero entonces algo llamo mi atención. El mapa que 'leía' Lizzie estaba volteado hacia el otro lado.
—¡Mamá! ¡Esta al revés! —Grité.
Lizzie miro el papel con comprensión, —Bueno, eso explica muchas cosas.
Suspire. —A ver, deja que lo lea yo. —Dije. Mamá me entregó el mapa, y en menos de cinco minutos, habíamos llegado al supuesto hogar.
A diferencia de nuestro hogar, el jardín era mucho más extenso y la casa de color blanco, se encontraba un poco descuidado, pero no por eso menos encantador. Había un gran árbol junto a un ventana, e incluso era más alto que la casa. Las mecedoras fuera, el 'porche' de la casa, daban una imagen perfecta.
Sólo había un detalle. O mejor dicho un gran y rojo detalle; Una gran camioneta vieja estaba estacionada junto a un Cooper, pero el rojo añejo del camión era lo que más se notaba. Un carro que jamás me atrevería a usar.
Lizzie sonrió y me mostro unas llaves, moviéndolas exageradamente, haciendo tintinearlas, ¡Te lo dije! ¡Tengo las llaves!
Le sonreí falsamente. —Bien, ahora prueba que esas llaves son la de esta casa.
—Como quieras. —Refunfuñó. Lizzie fue hacia la entrada e intentó abrir la puerta, estaba batallando un poco y, yo ya estaba pensando en la clase de regaño que le daría o en qué hotel nos quedaríamos.
Hasta que, como un ábrete sésamo, abrió la puerta.
Mamá rió exageradamente. —¡Te lo dije, te lo dije! —
Lizzie y yo entramos a la casa. Como suponía desde el principio, esta casita parecía ser muy confortable y cómoda, los tonos de las paredes variaban entre blancos y cremas. Admito que hasta me gustó mucho.
—Bien, eso prueba que probablemente esas sean llaves robadas de cualquier otra persona.
—¡O, que tu, Edward-inteligente-Mansen, te hallas equivocado! —
Suspire. —Bien, —rodé los ojos. —Puede que tengas razón en lo del intercambio, puede.
Lizzie se encogió de hombros. —Bueno, ¿Y qué me dices si te digo, que la mujer de aquella foto, es nada más que mi amiga Renee y su hija? —Dijo señalando a un buró que estaba ahí.
Tome el marco y lo miré fijamente. En la fotografía se observaba una mujer madura con cabellos cortos y rubios, su sonrisa casi abarcaba todo su rostro, se veía completamente alegre, y me recordó, en cierta forma a mi madre; A su lado, una chica más joven, una adolescente, sonreía tímidamente, su piel era sumamente pálida y sus cabellos caoba caían en ondulaciones hasta su espalda, casi llegando a la cintura. Y aunque parecía un polo opuesto total a ala otra mujer, sus rostros, eran casi idénticos. Definitivamente madre e hija.
Y, tuve que admitir, que la hija era muy atractiva.
Tragué. —¿No habías dicho que Renee tenía una niña? —Y no una adolescente sexy.
—Pues, para mí, todos son como mis niñitos. —Suspiró fuertemente.
—¡Bueno, es hora de que veamos los cuartos! —
Refunfuñe con pesadez. El sudor recorría mi frente, y el calor en la casa era infernal. Y aunque sabía que, allá en Chicago, mi piano no sería destruido —Espero. — no tenia esperanzas de que me fuera tan bien a mí.
Demonios, debí haber hecho algo muy malo para tener este tipo de Karma.
—N/A: Si, aunque no lo crean, no he abandonado esta historia. —Ni la abandonaré. — Sólo que ha sido un poco difícil para mí seguir todas mis historias, cuando tengo exámenes o mucha tarea (como últimamente) pero me he dado un tiempecito de la tarea para darles este capítulo.
¿Sabían que tengo —En la categoría de Crepúsculo. — Catorce historias sin completar? ¿Y en todas me piden que actualice rápido, pero, queridas, no soy la mujer maravilla, así que espero que me den tiempo? En especial que cuando termine The Way I Am, ¡Paren esa boda! O Mi compañero… (la que termine primero) Comenzare otra. Sé que a veces tardo en actualizar, pero no tengo súper poderes, lo único que tengo son como 30 historias anotadas en mi libreta, nuevas, así que no me desaparece de aquí en un gran tiempo ;)
P.D: En el próximo capítulo será POV Edward, y Bella&Edward, ¡Al fin se conocerán!
Kisses&Bites&Edward's
—Meriba.