La calma reinaba en todo el Sereitei bajo un cielo azul profundo, el único lugar donde esto no era cierto, era en el onceavo escuadrón donde estaba terminando una agotadora sesión de entrenamiento a las órdenes de su nuevo capitán: Zaraki Kenpachi. La mayoría de los participantes ya estaban retirándose y solo quedaban en el patio de prácticas el capitán, su teniente Yachiru, Ikkaku y Yumichika, viejos conocidos suyos. La niña fue la primera en romper el silencio que se había hecho:

-¿Te divertiste mucho, Ken-chan?

-Bah, ninguno de estos monos debiluchos valen la pena, no se como lograron entrar a este escuadrón.

-Quizás el antiguo capitán tenía otros criterios de selección- comento Yumichika mientras se arreglaba un mechón de cabello despeinado.

-¿Existen otros criterios aparte de saber pelear?- se sorprendió Ikkaku. Su amigo iba a contestarle cuando Yachiru los interrumpió:

-¡Ken-chan! Prometiste leerme un cuento cuando acabara la práctica.-el capitán se sentó, resignado a llevar a cabo su labor de niñero; por el rabillo del ojo vio a los otros dos que muy discretamente intentaban escaparse y les espetó:

-¡Hey! ¡¿A dónde creen qué van par de dos?- Ikkaku inventó una excusa mientras empujaba a su amigo a la salida:

-Bueno…es que…no queremos interrumpir este momento tan familiar….

-¡Nada de esas tonterías! ¡Se quedan a ayudarme a contar el cuento!

-P-p-pero, Capitán, nosotros…

-¡Ustedes nada! Yachiru, ve a jugar con esos dos mientras te leo esta cosa.- dijo con la esperanza de que la niña se distrajera torturando a los otros y por una vez no hiciera preguntas.

-¡Yay Ken-chan! Voy a hacerle un súper peinado a Pavito-chan y luego limpiaré la cabeza de Calvito-chan- sonriendo ante las caras de preocupación de sus subordinados, Kenpachi comenzó la lectura del cuento:

-Había una vez, en un reino muy lejano…

-¿Dónde es un reino muy lejano?

-En cualquier lugar lejos, muy lejos de aquí…vivía una reina…

-¿Casada o soltera?

-Oh, deja leer…casada con un rey. Un día de invierno, mientras bordaba, se pinchó un dedo, y, al ver la sangre sobre la nieve dijo "Oh, cómo me gustaría tener una hija con los labios tan rojos como la sangre, la piel blanca como la nieve y el cabello negro como el ébano"…

-¿Qué es el ébano Ken-chan?

-Una madera muy negra…creo, no importa, el caso es que es algo negro…su deseo se hizo realidad y tuvo a una niña con las características que ella pedía, llamándola Blancanieves…

-Así con la piel blanca y el cabello negro, podría ser Pavito-chan.- Kenpachi sonrió macabramente ante este comentario:

-Tienes razón Yachiru, la niña era idéntica a Yumichika.

-¡Hey!- se quejó este mientras intentaba bajar a la teniente de su cabeza, donde ella ya había comenzado a hacerle unas trenzas que más bien parecían nudos- yo no soy una chica.

-Bueno, pues era un príncipe que parecía princesa-respondió el Capitán lanzándole una mirada que significaba "si te quejas voy a empalarte en la zanpakotou"-…tristemente para el príncipe, su madre murió pronto y el rey, que era como Ikkaku…

-¡Ja! Soy tu padre Yumichika-se burló el calvo

-Si vuelves a interrumpir voy a dejarte a cargo de Yachiru el resto de la semana- ante esta amenaza, el otro optó por seguir burlándose de su amigo en silencio- bien, como decía, …para aliviar su soledad, el rey se casó con una mujer muy hermosa…

-¿Tan hermosa cómo Bubis-chan?

-¿Eh? ¿Y quién es ella?

-Pues la teniente del décimo, dime si no le queda bien el apodo, Ken-chan- guardándose sus opiniones para sí e ignorando la cara de felicidad de Ikkaku ante el pensamiento de ser el esposo de Matsumoto, Zaraki continuó:

-...la reina, aprovechándose de sus encantos y del hecho de que su marido era un mandilón que la obedecía en todo –la sonrisa de Madarame se desvaneció con esa frase –le quitó a Blancanieves toda su ropa y lo obligó a trabajar como sirviente del castillo, ya que estaba celosa de su belleza…

-¡Hey protesto!- exclamó Ikkaku olvidándose de la amenaza que le había hecho Kenpachi- a Matsumoto le queda mejor el papel de Blancanieves y a Yumichika el de la reina celosa.

-Ikkaku, te voy a…-comenzó el aludido antes de ser interrumpido por la pelirosa:

-Pero yo quiero a Pavito como Pluminieves y a Bubis-chan como reina, así que calla Calvito.

-Ya oíste a tu teniente…la reina tenía un espejo mágico al que todos los días le preguntaba "Espejito, espejito, dime si soy lo más hermoso de este reino", y el espejo…

-¿Con cara del Capi-rosa, Ken-chan?

-Sí, sí, con ese tipo…contestaba "No hay nada que se parezca a ti en hermosura, oh mi reina". Sin embargo, al pasar el tiempo, Pluminieves se volvía más guapo pese a que le tocaba hacer el papeleo y limpiar los inodoros del castillo- el quinto puesto del escuadrón torció la boca en un gesto de asco, pero no dijo nada – hasta que un día, el espejo le contestó a la reina "Tú ya no eres lo mejor de este reino, pues Pluminieves es mejor que tú". Ella, al oír esto, montó en cólera…

-¿Su caballo se llamaba Cólera?

-No Yachiru, significa que se enojo tanto como Ikkaku cuando le escondes su sake…y mandó a un cazador a que se llevara a Pluminieves al bosque y que lo matara, sin embargo, al llegar al bosque, el zonzo del príncipe se separó del cazador y se perdió. Al no encontrar al plumero, el cazador decidió mentirle a la reina y decir que sí lo había matado, de todas formas, no creía que sobreviviera a las fieras del bosque. No obstante, en medio del bosque, el príncipe encontró una casita diminuta con un mini comedor con la mesa puesta para siete personas, al no encontrar a nadie, decidió comer lo que había ahí y luego, dormirse en una camita que encontró en el piso de arriba de la casa. En la noche, regresaron los habitantes de ese lugar; eran siete enanos que…

-Ken-chan, ¿Quiénes eran los enanos?

-Pues…eran como el niño capitán del décimo, como Momocienta, Soi Fon…-vaya, aquello era difícil, para Kenpachi todo el mundo era enano gracias a que él era enorme.

-La hermana del presumido del sexto también es chaparra-comentó Yumichika con la intención de ayudar.

-¿Cuál? ¿Rukia, la novia de Renji?- preguntó Ikkaku muy interesado de pronto.

-La pretendida de Renji Ikkaku, no es lo mismo que la novia.

-Bueno, déjense de chismes ustedes, ella también era parte de los enanos, y la chica esta del trece que se la vive peleando con un barbudo..

-¿Kiyone?

-Ella, veamos van…cinco, me faltan dos…mmm, el cabeza de piña y el capitán ciego, listo. Decía que…

-Pero capitán, Renji y Toussen no son tan bajos…-protestó Yumichika

-¡Son más bajos que yo y eso basta! ¿Algún problema? ¿No?, bien…estos siete enanos trabajaban en las minas…

-¿De dulces?-¡Y dale con las interrupciones! Pensó Kenpachi, pero por ser Yachiru lo dejó pasar:

-…en las minas de dulces todo el día y en la noche regresaban a su casita. Aquella vez, al ver que se habían acabado su comida, empezaron a pelearse entre ellos, hasta que se hartaron de discutir y subieron dispuestos a dormir, pero para su mala suerte, sus camas estaban ocupadas por Pluminieves. Al verlo, volvieron a discutir, las enanas decían que como era tan bello, debían dejarlo dormir ahí, pero los enanos decían que si se iba a quedar debían de cobrarle la renta. Hicieron tanto ruido que despertaron al príncipe, quien solucionó el problema ofreciendo que él haría los trabajos domésticos, en los que ya tenía práctica, a cambio de que lo ocultaran de su madrastra. Los enanos aceptaron, y así pasó el tiempo, ellos lo dejaban, se iban a trabajar y al regresar, ya su inquilino les tenía lista la cena, barrida la casa y clasificada la correspondencia…

-Ese príncipe era más útil que tú Yumichika

-Ikkaku, si vuelves a abrir el pico vas a morir…La reina, segura de que había desaparecido su competencia, no había vuelto a fastidiar al espejo hasta que un día de ocio, se le acercó y le preguntó quién era lo más hermoso del reino, para su sorpresa, el espejo le contestó "Oh mi reina engañada, Pluminieves sigue siendo más lindo que tú y vive oculto en la cabaña secreta de los enanos pasando el Sereitei a la izquierda"…

-Espejo chismoso

-Shh, Yachiru…la reina estaba muy enojada y decidió hacerle una visita a su hijastro, se disfrazó de vieja…

-¡Nooo! Matsumoto de vieja no, ¡por favor!

-Calvito-chan, cállate y deja de moverte que te voy a limpiar el coco.

-… y preparó una manzana con veneno de hollow que mataría al que la comiera. Una vez lista, se dirigió a la casita donde estaba Pluminieves horneando un pastel y le ofreció la manzana. Normalmente el príncipe no la hubiera aceptado, pues no era tan tonto, pero aquel día tenía mucha hambre porque estaba siguiendo una dieta para adelgazar…

-Pavito-chan ¿Tú también haces dietas?

-Claro que no, no tengo necesidad de ellas porque me fijo en lo que como –vaya, esa sí era una sorpresa, pensó Zaraki, él habría jurado que el vanidoso de Yumichika, que ahora lucía un peinado desastroso cortesía de Yachiru, hacía dieta.

-…Entonces aceptó la manzana que la vieja le ofrecía, al morderla, sintió que se desmayaba y cayó al suelo como un costal de papas quedándose atorado en su garganta el pedazo de manzana. Feliz por su triunfo, la reina regresó corriendo al castillo. Al caer la noche y regresar los enanos de su trabajo, vieron a Pluminieves tirado en el piso, sin vida; las enanas no querían enterrarlo de tan guapo que era, así que convencieron a sus compañeros de hacerle un ataúd de cristal para que todos lo admiraran...

-¡Ah! que bella forma de morir

-Ajá sí... Un día, paseando por el bosque apareció…

-¡Una princesa llamada Yachiru!

-lo que acaba de decir esta niña…y al ver al príncipe ahí tirado no pudo resistir el impulso de…

-¡Brincarle en la panza!

-¡Oye!

-¿No quieres acabar de leer el cuento tú Yachiru?

-No Ken-chan, tú eres el que lee las mejores historias- aduladora, pensó él, pero continuó:

-…y al brincar sobre el príncipe, provocó que saliera disparada la manzana atascada en su garganta, con lo que Pluminieves despertó, los enanos se pusieron muy felices y dijeron que le iban a ayudar a recuperar su reino y a matar a su madrastra, la princesa dijo que, por un módico precio, ella también los ayudaría. Así que, decididos se enfrentaron al ejército que estaba a órdenes de la reina y regaron el suelo con la sangre de sus enemigos, desgarrando cuerpos…

-Capitán, eso es imposible, eran solo ocho personas. Nueve, si contamos al Pluminieves y suponemos que sabía luchar, ¿Cómo pudieron ganarle a un ejército entero?

-Porque eran más listos y poderosos Ikkaku, y porque yo estoy leyendo la historia, ¿Alguna otra duda?-psh, vaya con las preguntas tontas.

-No, con esas respuestas…

-Fabuloso, entonces…para celebrar el triunfo de Pluminieves se organizó un baile en dónde obligaron a la reina a bailar con los enanos, ella, al tener que agacharse tanto, se lastimó la columna y murió de eso. Pluminieves entonces se convirtió en el rey, porque su padre había muerto hace mucho, y vivió feliz…

-¿Y no se casó, Ken-chan?

-Pues…sí, encontró una princesa a la que no le molestara que usara sus cremas para la cara y se casó con ella, y vivió feliz por siempre…

-¿Y la princesa Yachiru?

-…Ella se quedó con la mina de dulces y vivó feliz el resto de sus días. Fin.- suspiró, aquella era la última vez que contaba un cuento con Yumichika e Ikkaku, daban aún más lata que Yachiru, lo que le recordaba…-¡Ikkaku! Este mes te toca cuidar a Yachiru, la vas a llevar a dónde quiera y le compras lo que se le antoje, ¿Entendido?

-Pero ¿Por qué capitán?

-Porque interrumpiste demasiadas veces el cuento

-Pero no es justo, Yumichika también lo interrumpió…

-Sí, pero su castigo será deshacer el peinado que le hizo Yachiru…si puede- el pobre emplumado cerró los ojos al ver su imagen en un espejito que llevaba, su cabello parecía un condominio de nidos de pájaros.

-¿No se ve mejor así Pavito, Ken-chan? ¿Verdad qué soy tan buena estilista cómo tú narrador de cuentos?- Zaraki sonrió

-No hay duda de eso Yachiru, somos los mejores.


Capítulo doble!...bueno, al menos lo subí poco después del anterior. Reparto: Yumichika: Blancanieves; Ikkaku: rey; Matsumoto: reina; Shunsui: espejo; Enanos: Hitsugaya, Rukia, Kiyone, Soi Fon, Momo Hinamori, Renji y Toussen...sí, yo se que Hiyori habría sido un enano perfecto, pero alteraba la línea del tiempo que intento seguir ya que no habría forma de que Kenpachi y Yachiru la conocieran...según yo.

Sobra decir que me hizo muy feliz escribir esto y que fue mi terapia tras acabar la últmia tarea del semestre (uff). Agradezco la inspiración de la música de Týr (no lo han escuchado? que esperan? búsquenlo en el mágico youtube) y ahora, a flojear!

Feliz Año y Reyes y lo que quieran celebrar!