Negación: Soul Eater no pertenece, solo utilizo sus personajes para escribir dichas historias.

Sinopsis: Maka se acercó hasta el joven, Soul simplemente cerró los ojos esperando un golpe, pero al sentir algo suave sobre sus labios no dudo en abrir sus ojos. La joven se aparto, dejando a Soul con la boca abierta. -Si no dejas el café su sabor amargo quedara impregnado en tus labios.-Comento Maka, saliendo de la habitación. Soul permaneció inmóvil en su cama, después de eso el joven mágicamente tomo la decisión de dejar atrás el café.

Pareja: MakaxSoul.

"Café"

-¿Quieres algo de leche?

-No

-¿Jugo?

-No

-¿Agua?

-Quiero café.-Contesto Soul un tanto fastidiado por aquel interrogatorio tan temprano en la mañana.-Con dos de azúcar.

Maka simplemente observo a su compañero, calentó el agua necesaria para preparar la bebida, sacó el frasco con café de la despensa, azúcar y crema, sin olvidar por supuesto la taza.

Todo había comenzado solo unas semanas atrás, fue un sábado por la tarde en la que Soul se paró frente a ella y pidió café.

-¡Hey!, de ahora en adelante tomare café

-¿Eh?

-El café hace a un hombre más cool.

Después de eso Maka se vio obligada a añadir café en su lista de compras, para ser sincera en un principió pensó que el joven solo tomaría unas tres tazas de café antes de aburrirse y dejarlo, como la vez en que se propuso levantarse temprano todos los días y salir a correr, cosa que no ocurrió ni una sola vez en toda la semana que se había marcado como inicio, pero en vez de eso se volvió adicto a esa bebida, tanto que no podría comenzar el día sin su taza reglamentaría.

-Aquí tienes.-Hablo Maka, mientras colocaba la taza frente a Soul.

-Gracias.-Respondía el joven guadaña.-Nada mejor que esto para iniciar el día.

-Si, por supuesto, no es de nada.-Murmuro la joven técnica.

-¿Acaso dijiste algo?-Contesto Evans, mientras agarraba la pieza de porcelana y la acercaba a su boca.

Al diablo, quizás sonaría exagerado y ridículo, pero desde que Soul tomaba café había cambiado; un ejemplo claro de ello era de cómo Soul solo dormía cuatro de las ocho horas se supone debía dormir cualquiera, ocasionando que el humor del joven fuese pésimo.

Maka acomodó el último plato en su lugar, seco sus manos y camino directo a la sala. Y, cuando pensó que podría sentarse y leer un libro se encontró con aquel liquido de color café derramado sobre su preciosa mesa de centro, la gota que derramó el vaso. Se puso de pie y camino directo a la habitación de Soul.

Una vez enfrente de la habitación de su compañero pateó la puerta, el respeto a la intimidad podía irse mucho al carajo.

-¿¡Pero qué demonios!-Soul se levanto automáticamente de la cama, dejando de lado la revista que estaba leyendo.

-¡Deja el café ahora!-Ordeno Maka desde el marco de la puerta.

-¿Por qué demonios debería hacer lo que tú dices?-Reto Soul, muy mal hecho

-¡Por que sí!-Maka estaba fuera de sus casillas, a punto de saltar encima de Soul y ahorcarlo.

La piel se le puso de gallina al joven, y aún sentado en su cama retrocedió hasta quedar arrinconado contra la pared.

Maka se acercó hasta el joven, Soul simplemente cerró los ojos esperando un golpe, pero al sentir algo suave sobre sus labios no dudo en abrir sus ojos.

La joven se aparto, dejando a Soul con la boca abierta.

-Si no dejas el café su sabor amargo quedara impregnado en tus labios.-Comento Maka, saliendo de la habitación.

Soul permaneció inmóvil en su cama, después de eso el joven mágicamente tomo la decisión de dejar atrás el café.

.-

Konichiwa!...¿Cómo han estado?

Si, lo sé, es demasiado cínico de mi parte presentarme así pero últimamente he estado estudiando (algo raro en mí).

A claro, antes de olvidarlo este es el último capítulo, si, ya sé que ya había puesto un capitulo de Maka y Soul, pero no lo puedo evitar, en verdad me gusta mucho esta pareja.

Como comentario final podría decir que comentar no cuesta nada y que a todos los que han estado siguiendo y leyendo les doy un gran agradecimiento.

¡Arigatou!

Espero que puedan leer otros de mis fics.

Bye-Bye