Un Saludo:

Bueno Finalmente después de casi dos semanas de inactividad (creo que son 2 semanas), me fue posible el terminar con este capitulo ^^', se me a hecho muy difícil hacerme de tiempo para la escritura, con tantas obligaciones que me aparecen de repente tanto en el trabajo como en el estudio.-

Solo espero que me disculpen por la demora y también espero que disfruten de la lectura, se que mis capítulos son largos pero es que ahora no puedo evitar escribir así, antes era un milagro si escribía 2 paginas y ahora simplemente me es difícil detenerme XD

Bueno, no los entretengo con una lectura innecesaria así que disfruten de la historia:


Comienzos

Capitulo I: "Una Calida y Abrupta Bienvenida".-

Por: Freeman2


Paraíso, una pequeña ciudad de Ohio al noreste de Akron, aunque no es muy conocida, perfectamente posee todas las cualidades modernas que cualquier otra ciudad puede ofrecer. Hermosos parques adornados con fuentes, especialmente talladas en mármol blanco, ofreciendo un bello espectáculo al lanzar pequeños chorros de agua hacia el cielo, creando un increíble caleidoscopio de luces entre cada gota de roció, creado especialmente para el deleite de los espectadores y visitantes, quienes disfrutan de una poco de sana diversión en un ambiente fresco y repleto de árboles en el cual los pequeños pueden jugar con sus padres o sus mascotas.-

La arquitectura, no es igual a la de las grandes ciudades, los edificios no son tan altos como los grandes rascacielos de Nueva York, con excepción de algunas oficinas las cuales destacan un poco más que los demás edificios de la ciudad. Las construcciones más antiguas, tampoco pueden considerarse como piezas de historia, más bien, recuerdos que el tiempo olvido, murales marcados con graffiti y agrietados por el paso de los años, algunas estatuas y monumentos en dedicatoria a personas que fueron figuras importantes para la ciudad o para el país.-

Intentando no ser tan detallista, a simple vista los cines parecen ser uno de los lugares favoritos donde la juventud se reúne diariamente, pero este no es el único entretenimiento que esta ciudad ofrece, ya que también cuenta con un teatro donde aquellos que gustan del arte pueden apreciar las grandes obras de la literatura representadas en carne propia, y no olvidemos mencionar con la amplia librería situada justo en el centro de esta pequeña comunidad.-

La comida tampoco puede dejase a un lado, y es que los restaurantes en la ciudad parecen invadir cada esquina, ofreciendo a todos los habitantes la mayor variedad en comida internacional que cualquiera podría imaginar, desde la refinada comida italiana, hasta la mas exquisita y tradicional comida mexicana, dejando abierta cualquier posibilidad de disfrutar un buen momento familiar y degustar los mas exquisito platillos que cada país puede ofrecer.-

Linda y Sencilla, La Ciudad de Paraíso, tal y como su nombre lo dice, ofrece una oportunidad para que todos puedan comenzar una nueva vida, y es aquí, donde madre e hija esperan dejar el pasado atrás.-


"Uhmm…".- murmuro Daniela recostándose un poco en el asiento del auto, y mirando por la ventana, la que ahora seria su nueva ciudad, y donde tendría que comenzar nuevamente con su vida.-

Aquella idea no la llenaba de mucha emoción, la verdad, tener que afrontar el hecho de ser la chica nueva tanto en la escuela como en la ciudad era algo que simplemente le atemorizaba, imaginando todo lo que tendría que pasar antes de poder ser aceptada por sus nuevos compañeros y lo que tardaría en hacer nuevos amigos; pero por mas que lo desease en su corazón ya no había forma de dar marcha atrás.-

"Es muy bonita".- murmuro Jazz, deteniendo el automóvil por un instante frente a la luz roja del semáforo, y apreciando un poco la ciudad a través del vidrio del automóvil.-

"No esta mal".- respondió su hija sin mucha emoción, mirando desde la ventana a un grupo de jóvenes los cuales salían alegremente de un pequeño restaurante, en el cual parecían haber pasado un agradable momento.-

Daniela inclino un poco su mirada, no pudiendo ocultar la tristeza y el miedo que le invadían al recordar a sus viejos amigos y pensar en quienes llegarían a reemplazarles, bueno quizás aquella no era la actitud mas positiva, pero si la mas comprensible, considero por un instante desviando la mirada para no ver mas a los jóvenes que reían alegremente frente a ella.-

La luz del semáforo cambio a verde y nuevamente el vehículo se puso en marcha, la joven de ojos azules miro los diferentes negocios que adornaban las calles de la ciudad, ventas de periódicos, restaurantes de comida rápida, cafeterías, pequeños mini supermercados, y algunas ventas de flores. A simple vista la ciudad no era tan mala como ella había imaginado, al menos las calles estaban limpias y las personas no parecían ser tan desagradables, bueno, no a simple vista, rió con un poco de ironía al pensar en ello.-

"Uhmm…, donde esta la calle Roosvelth".- murmuro Jazz reduciendo la velocidad y buscando alguna señal de transito que le indicase la dirección correcta.-

"¿Que pasa?".- exclamo Daniela, al ver que su madre estacionaba el automóvil a la orilla de la calle, mientras miraba de un lado a otro intentando ubicarse.- "Mama…, no me digas que estamos perdidas".- pregunto un poco preocupada, esperando que la respuesta a su pregunta fuera un rotundo no.-

"Yo no diría perdidas".- respondió su madre girando su cabeza para verla, sonriéndole con un poco de vergüenza, intentando no admitir un hecho tan obvio.- "Mas bien un poco desubicadas".- aseguro con una sonrisa fingida.-

"No tienes la dirección".- pregunto su hija mirándola con un poco de seriedad, mientras se cruzaba de brazos, sabiendo muy bien que su madre no tenia la menor idea de donde estaban.-

"Claro que la tengo":- respondió retirando su mano derecha del volante e introduciéndola en su bolso para poder extraer un pequeño papel, en donde tenia anotadas todas las indicaciones para llegar hasta su destino.-

"Déjame verlo".- exclamo Daniela tomando la pequeña hoja de la mano de su madre para poder revisarla.- "Calle Roosvelth".- murmuro la joven quien ahora, al igual que su madre, miraba de un lado a otro intentando encontrar la dirección correcta.-

"Pero que tontería".- exclamo finalmente después de unos minutos, al no poder encontrar una señal o aviso que tuviese el nombre que buscaban, "Aquí no hay ninguna calle Roosvelth".- señalo mirando a su madre y entregándole el pequeño pedazo de papel

"Lo se".- reafirmo Jazz tomando el fragmento de hoja y regresándolo al bolso, "Pero se supone que esa calle esta justo frente al parque".- aseguro mirando nuevamente a su alrededor.-

"Pues si lo esta, no parece haber una señal que lo indique".- respondió Daniela con un tono mas sarcástico.-

"Supongo que tendré que preguntarle a alguien por la dirección".- dijo su madre, mirando por la ventana a las personas que transitaban por la calle.-

"Oh...., Deja que yo lo haga".- respondió Daniela, desabrochando rápidamente su cinturón de seguridad.-

"Daniela…".- exclamo su madre al ver como su hija abría la puerta dispuesta a salir del vehículo.-

"Tranquila mama".- respondió ella dándose la vuelta antes de colocar sus pies fuera del automóvil, "Solo voy a preguntar por una dirección".- aclaro para que no se preocupase, enfatizando que no le tomaría mas de un minuto el regresar con la información

"Esta bien".- respondió su madre tras un suspiro, no sintiéndose completamente conforme con la actitud de su hija.- "Pero no tardes demasiado, de acuerdo".- le pidió, esperando evitar así algún problema.-

"No te preocupes".- respondió Daniela con una sonrisa en su rostro, intentando tranquilizar a su madre.-

"Uhmm…, como si eso fuese algo fácil.".- suspiro Jazz nuevamente, después de que su hija cerrase la puerta; no tenia caso discutir con ella y quizás el estirar un poco las piernas le vendría bien.-


Daniela miro a su alrededor, examinando todo los rótulos de información vial que estaban en la acera por la que caminaba, intentando de esta forma localizar el nombre de la calle que su madre y ella buscaban, pero por desgracia, ninguna señal parecía ser la correcta.-

"No puede ser".- exclamo deteniéndose frente al cruce peatonal justo donde la calle terminaba, la búsqueda no había sido tan fácil como ella lo esperaba, "Supongo que tendré que preguntarle a alguien".- pensó mirando a su alrededor intentando decidir a quien podría pedirle indicaciones.-

Daniela fijo su atención en un grupo de jóvenes, el cual platicaba justo en frente de un pequeño puesto de flores, quizás podría preguntarles a ellos, pensó por un instante considerando realmente el hacerlo.-

"Creo que seria mejor buscar a alguien mas" se dijo finalmente, pensando que probablemente aquellos jóvenes pensarían que era una turista perdida, lo mejor para ella seria evitarse la humillación, por lo que el pedirles indicaciones quedaba completamente descartado.

"Lo mejor sera preguntarle a alguien a quien no le interese tanto".- se dijo en voz baja mirando un pequeño puesto de frutas y fijando su atención en un anciano el cual apilaba unas naranjas dentro de una canasta.-

"Disculpe".- dijo la joven acercándose al hombre quien tomaba las frutas de una caja que se encontraba en el piso, "Disculpe".- dijo nuevamente pensando que quizás no le había escuchado debido al ruido del transito y de la gente que caminaba por la calle.-

"Si….".- respondió el anciano, dándose la vuelta al escuchar aquella voz.- "En que puedo ayudarte jovencita".- pregunto con amabilidad tomando un pequeño pañuelo que salía del bolsillo izquierdo de su pantalón con el cual comenzó a limpiarse las manos.-

"Lamento mucho la molestia".- se disculpo Daniela acercándose un poco mas sin poder evitar sentirse un poco apenada, "Pero me gustaría saber si puede decirme como encontrar la calle Roosvelth".-

"La calle Roosvelth".- respondió el anciano un poco sorprendido, al escuchar aquellas palabras.- "Jajaja".- rió, para sorpresa de Daniela quien le miro un poco extrañada a raíz de su reaccion, como si aquello se hubiese tratado de un chiste, "Pequeña, eres de por aquí no es verdad".- bromeo aunque de una forma cortes.-

"Es algo tan obvio".- respondió ella encogiéndose de hombros un poco apenada

"Jejeje, no te preocupe".- respondió siempre con un tono amable, dándose la vuelta y regresando a sus labores, "Lo que sucede es que hace casi un mes renombraron algunas de las calles de la ciudad".- explico mientras apilaba algunas naranjas una sobre otra, teniendo cuidado de que no se cayesen, "Es por eso que seguramente no has podido encontrarla".- dijo girando un poco su cabeza y sonriéndole a la joven de ojos azules quien se golpeo suavemente la frente con la palma de la mano derecha, al darse cuenta del detalle que su madre había pasado por alto al pedir la dirección del lugar.-

"Entonces ahora la calle que busco tiene otro nombre".- dijo con un tono de ironía.-

"Así es".- afirmo el anciano dándose la vuelta y limpiando nuevamente sus manos con el pañuelo.- "La calle que buscas ahora tiene el nombre de Brown, es mas puedes verla desde aquí".- explico señalando con su mano hacia su derecha, la cual era la izquierda de la joven, quien giro su cabeza para ver el letrero que estaba del otro lado de la cuadra cerca de la entrada del parque.-

"Muy bien".- exclamo con un tono de alegría, al ubicar el lugar, pensando que auqello solucionaba todo el problema.-

"Que pasa aquí".- se escucho una voz la cual provenía desde la parte interior de la pequeña tienda.-

"No pasa nada mujer".- respondió el anciano al ver salir por la puerta principal a una mujer de edad avanzada la cual a simple vista aprecia ser su esposa.- "Solo ayudo a esta pequeña a encontrar la dirección correcta".-

"Ah… si".- respondió la anciana mirando a Daniela con una sonrisa es su rostro.- "Vaya pero que jovencita tan linda".- exclamo sintiéndose tentada por acariciar sus mejillas

"Gracias".- respondió la joven de ojos azules, dibujando una sonrisa de pena en su rostro.-

"Si necesitas algo mas puedes preguntármelo".- interrumpió el anciano, "Conozco esta ciudad como la palma de mi mano"- enfatizó con un poco de confianza y orgullo.-

"Si, claro que la conoces cariño".- le interrumpió su esposa, intentando detenerle antes de que comenzase con alguna anécdota de sus tiempos de juventud.-

"La verdad es lo único que necesitaba saber, pero aun así se los agradezco mucho".- respondió Daniela agradeciendo con un suave moviendo de su cabeza, en un gesto de reverencia.-

"No tienes que agradecer nada".- respondió la anciana tomando una de las frutas que se encontraba justo de primero en la pequeña torre y acercándose a la joven quien se sorprendió al ver como la mujer le ofrecía tan amablemente la pequeña esfera de color naranja.-

"Oh…".- exclamo Daniela tomando la naranja entre sus dos manos.-

"Jejeje".- rió, la anciana al ver la sorpresa en el rostro de ella, "Dime vienes a visitar a algún familiar".- pregunto con amabilidad

"En realidad mi madre y yo estamos mudándonos".- respondió ella sonriéndole agradecida por el obsequio

"Ya veo".- exclamo la anciana con alegría, " En ese caso, Bienvenida a Paraíso".- exclamo con una sonrisa en su rostro

"Gracias".- respondió la joven de ojos azules en voz baja, ante el amable gesto de aquellas personas

"No tienes nada que agradecer".- aseguro el anciano regresando a sus labores, "Solo recuerda que cuando necesites comprar algo, tenemos buenos precios".-

"Cariño, esa broma es de mal gusto".- dijo su esposa viendole con una mirada de mestia ante tal insinuacion.-

"Jajaja".- rió el anciano al ver a su esposa, "No puedes culparme por intentarlo".- dijo tomando la caja vacía y regresando al interior de la tienda

"Disculpa a mi esposo".- dijo la anciana un poco apena por la actitud tan infantil de su conyuje.-

"No tiene por que disculparse".- le aseguro daniela dibujando una pequeña sonrisa en su rostro.-

"Bien no te entretengo mas".- dijo la anciana comenzando a despedirse, "Espero que nos volvamos a ver algun dia".- le dijo a la joven dandose la vuelta y regresando al interior de la tienda

Daniela se despidio moviendo su mano derecha, no pudiendo disimular su alegría, mientras contemplaba su regalo de bienvenida. Aunque a simple viste se podría decir que no era gran cosa, el detalle había sido muy hermoso, pensó para si sonriendo aun mas, al mismo tiempo que lanzaba la fruta al aire, atrapándola nuevamente con sus manos antes de que cállese al piso.-

"Bien".- suspiro, "Creo que será mejor que regrese", murmuro recordando que le había prometido a su madre que no tardaría mas que un par de minutos los cuales se habían extendido mas de lo planeado

La joven dio media vuelta y emprendió el camino de regreso al vehículo donde su madre seguramente la recibiría con un clásico "Donde estabas" o quizás un "Porque tardaste tanto", pensó Daniela imaginando el rostro de su madre cuando llegase, al menos su pequeño viaje en búsqueda de información había valido la pena, tanto por el hecho de haber logrado obtener la dirección correcta, como por la calida bienvenida.-

"Tal vez este lugar no es tan malo como pensé".- se dijo la joven, levantando la vista y mirando al cielo, después de sentir una pequeña gota de agua la cual había golpeado suavemente la punta de su nariz, "Bueno".- murmuro con un tono de ironía, "Al menos las personas parecen ser mas agradables que el clima".- bromeo para si al ver como el cielo azul, había sido cubierto completamente por las nubes de tormenta, lo cual indicaba que la lluvia estaba próxima a comenzar, "Menos mal que el auto no esta tan lejos".- se dijo sin desviar su mirada del cielo.-

"Cuidado…………".- se escucho un grito, Daniela regreso en si rápidamente al escuchar aquella voz, fijando su mirada nuevamente hacia el frente.-

Sin darse cuenta había dejado que sus pensamientos le distrajeran del camino, haciendo inevitable el que chocase con otra joven la cual transitaba por la misma vía.-

"Lo siento".- se disculpo Daniela rápidamente tras el choque, dando un paso atrás y agachando un poco la cabeza, sin poder evitar sentirse apenada, ante lo que su falta de atención había provocado.-

"Por que no te fijas por donde caminas".- dijo la joven de cabello negro hasta la cintura, piel blanca y ojos verdes, la cual demostraba su molestia por lo ocurrido.-

Daniela levanto la mirada, tras escuchar aquellas palabras, mirando así a la joven con la que había tropezado, la cual era acompañada por otro joven, de cabello castaño y ojos negros el cual simplemente no parecía tomarle importancia a lo ocurrido.-

"Y bien acaso no piensas disculparte".- exclamo la joven de ojos verdes, sacudiendo su abrigo para quitarle las arrugas y mirando a Daniela quien simplemente no dijo nada.-

"Aun estoy esperando".- dijo de nuevo con un tono mas molesto al ver como la joven de ojos azules le miraba fijamente.-

"Lo…. Lo siento,".- dijo Daniela disculpándose nuevamente , "No vi por donde iba".- explico desviando un poco la mirada para evitar verla.-

"Pues espero que así sea".- respondió con un tono molesto deslizando su mano derecha sobre su cabello y lanzándolo hacia atrás.- "La próxima vez procura poner mas atención en el camino y no en las nubes".- exclamo con prepotencia, teniendo en poco la disculpa de la joven

"Si...".- respondió Daniela entre dientes, fuera de sentirse apenada ahora comenzaba a sentirse molesta ante tal desfachatez.-

"Pues mas te vale niña".- murmuro con tono amenazante, mirando a Daniela con un aire de superioridad.-

"Vasta Elizabeth".- interrumpió el joven que acompañaba a la pequeña fierecilla de ojos verdes, "No tenemos tiempo para esto".- aclaro, insinuando que estaban retrasados para su compromiso.-

"De acuerdo".- respondió la joven de cabello negro, cerrando los ojos e intentando tranquilizarse, "Será mejor que nos apresuremos, ya que nos están esperando".- dijo ajustando su bolso y tomando a su acompañante de la mano.-

"Si nos disculpas".- murmuro la joven de ojos verdes dando un paso al frente y golpeando a Daniela con el hombro de una forma intencional, obligándola a dar un paso atrás en su intento de hacerla a un lado, provocando que casi perdiera el balance y al mismo tiempo que soltase la naranja que sostenía en sus manos.-

"Lo siento....".- exclamo la joven de cabello negro con hipocresía, dibujando una sonrisa de malicia en su rostro ante su acto de villanía.-

"No hay problema".- respondió Daniela quien hacia un esfuerzo por contenerse, mirando como la joven y su acompañante continuaban su camino dejándola a ella atrás, "Creo que retiro lo dicho".- murmuro para si, doblando sus rodillas y agachándose un poco para poder tomar la fruta que había caído al piso, haciendo referencia a su anterior comentario sobre las personas que vivían en la ciudad.-

"Brummm…".- se escucho el sonido de los primeros truenos los cuales indicaban la lluvia que se aproximaba, Daniela tomo un respiro y se puso de pie, no debía dejar que aquello le molestase, además ya estaba acostumbrada a lidiar con ese tipo de chicas.-

"Plic, plic…".- la primeras gotas de lluvia cayeron en el rostro de la joven de ojos azules la cual miro al cielo nuevamente para ver como poco a poco, cada una se multiplicaba rápidamente.-

"Lo que me faltaba".- exclamo con ironía al ver como la tormenta tomaba fuerza, comenzando a correr por la calle en dirección al automóvil.-


"Donde estará".- se pregunto Jazz quien aun esperaba dentro del automóvil a que su hija regresara, comenzando a sentirse un poco preocupada al ver como poco a poco el vidrio frente a ella comenzaba a ser rápidamente cubierto por las pequeñas gotas de agua.- "Quizás debería ir a buscarla", pensó en voz alta, colocando sus dos manos sobre el volante y recostando su barbilla sobre ellas para ver como el cielo se había oscurecido.-

"Siempre es lo mismo".- exclamo Jazz tras un suspiro, cerrando los ojos y recordando todos los problemas en los que su hija siempre suele involucrarse, Daniela es el tipo de persona que siempre hace las cosas sin pensar, o sin considerar las consecuencias de sus acciones, y esa era la causa principal de todas las preocupaciones de su madre, "Se parece tanto a ti".- susurro Jazz dibujando una pequeña sonrisa en su rostro y recordando un poco su infancia, "Danny".- murmuro en voz baja dibujando en su mente el rostro de su hermano.-

"Ah... no puede ser".- se escucho una voz, al mismo tiempo que la puerta del pasajero se abría repentinamente, aquello termino por asustar a la joven pelirroja quien se encontraba completamente hundida en sus pensamientos.-

"Daniela...".- exclamo su madre regresando en si rápidamente, viendo a la joven entrar apresuradamente al vehículo y dejándose caer sobre el asiento, "Hija no hagas eso, me asustaste".- exclamo colocando su mano derecha sobre su pecho y tomando un poco de aire tras el pequeño susto.-

"Lo siento mama".- se disculpo, quitándose el gorro y exprimiéndolo un poco con sus dos manos, "Pero como puedes ver esta lloviendo afuera".-

"Lo se".- respondió ella ante un hecho tan obvio, "Debiste llevar tu impermeable".- insinuó su madre dándose la vuelta e intentando tomar una de las maletas que se encontraba en el asiento trasero.-

"No pensé que llovería".- aclaro la joven quitándose el suéter el cual se había oscurecido a causa del agua que había absorbido.-

"Podrías haberte ahorrado la lluvia, si no hubieras tardado tanto".- dijo su madre tomando un abrigo y una camisa seca del equipaje.-

"No fue algo intencional".- insinuó intentando disculparse "Pero tampoco fue una completa perdida de tiempo".- celebro tomando la ropa seca que su madre le ofrecía.-

"Lograste encontrar la dirección correcta".- pregunto Jazz, acomodándose nuevamente en su asiento.-

"Así es".- aseguro mientras se quitaba la camisa mojada, "La verdad, la dirección no esta equivocada".- continuo explicando mientras desdoblaba la ropa para poder ponérsela, "Al parecer los nombres de algunas calles cambiaron recientemente".- dijo mientras atravesaba su cabeza por el cuello de la camisa que su madre le había dado.- "Uh….".- dijo tras ajustarse la ropa, "No recuerdo que esta camisa me quedase tan pequeña".- murmuro mirando las mangas y sintiendo que le apretaba un poco.-

"Debe haberse encogido después de lavarla".- dijo su madre al ver que en efecto la ropa le quedaba mas pequeña de lo normal.-

"Deberías tener mas cuidado cuando uses la lavadora, esta camisa era de mis favoritas".- se quejo la joven de ojos azules halando un poco el cuello para que no le apretase tanto.-

"Después nos preocuparemos por tu camisa".- dijo la pelirroja cambiando la conversación, "Dijiste que el nombre de las calles era diferente".-

"Si...".- respondió Daniela, bajando el protector de sol del vehículo el cual tenia un pequeño espejo, con el que podría ver como su ropa le quedaba.- "La calle Roosvelth ahora es la calle Brown".- le explico a su madre mientras intentaba mirarse en el espejo, "Es por eso que no podíamos encontrarla".-

"Así que ese era el problema".- exclamo Jazz, sintiéndose un poco molesta pero a la vez mas aliviada, "Bien supongo que entonces tendremos que buscar la calle Brown".- dijo encendiendo el parabrisas del auto para que limpiasen el agua de la lluvia y así poder buscar la calle correcta.-

"Esta cerca de la entrada del parque".- exclamo Daniela señalando el camino con el dedo índice de su mano derecha el cual toco el vidrio del automóvil.-

"De acuerdo".- respondió su madre girando la llave para poner el vehículo en marcha, retiro el freno de mano y el automóvil comenzó a moverse lentamente hasta llegar a la esquina, para doblar a la derecha.-

"Tendré que comprar otra camisa".- exclamo Daniela recostándose en el respaldo del asiento, y estirando un poco los brazos para ajustarse la ropa.- "Por suerte aun están de moda".- se dijo pensando en la banda de rock a la cual pertenecía

"Es la camisa que compraste en el concierto".- pregunto Jazz mirando como su hija aun luchaba por estirarla.-

"Si, por suerte no es la que esta autografiada".- dijo sintiéndose aliviada por ese hecho.- "Bien creo que ya esta".- exclamo Daniela un poco mas conforme, al sentir que podía moverse con mayor libertad.-

"Calle Brown".- murmuro la pelirroja concentrando su atención en la señal de transito que indicaba la dirección, "Es aquí".- dijo girando el volante hacia su derecha para tomar la calle correcta

"Mama".- exclamo Daniela quien no tenia abrochado su cinturón y sintió como su cuerpo se hacia a un lado tras el giro del vehículo.- "Ten mas cuidado".- se quejo un poco molesta

"Lo siento hija".- se disculpo su madre sonriéndole apenada por tan brusca maniobra al conducir.-

Jazz fijo su atención en la carretera, haber encontrado la calle Brown solo era la mitad del problema, aun quedaba encontrar otra dirección la cual esperaba se mantuviese igual.-

"Que suerte".- dijo en sus pensamientos al ver que el nombre escrito en la siguiente señal de transito coincidía con el que había anotado, deteniéndose frente al semáforo y colocando la vía para cruzar hacia la izquierda.-

"Y ahora donde esta".- murmuro Daniela quien parecía buscar algo lo cual estaba entre su ropa mojada.-

"Que sucede hija".- pregunto su madre fijando su atención en ella por un momento.- "Acaso perdiste algo".-

"No exactamente":- respondió Daniela aun revisando entre su ropa.-

"Entonces que es lo que buscas".- pregunto nuevamente su madre sintiendo un poco de curiosidad.-

"Mi regalo de bienvenida".- respondió la joven de ojos azules girando un poco su cabeza y mirando a su madre con una sonrisa en su rostro.-

"Regalo… de… Bienvenida...".- repitió Jazz un poco sorprendida.-

"Bueno se podría decir que lo es".- bromeo su hija, abriendo un poco sus ojos al notar que lo que buscaba se encontraba justo a sus pies, en el piso del automóvil.-

"Con que aquí estabas".- exclamo, agachándose un poco hacia el frente y tomando la pequeña esfera de color naranja con su mano izquierda.

"Una naranja".- murmuro su madre al ver como Daniela sostenía la fruta entre sus manos, "Donde la conseguiste".- pregunto regresando su atención hacia el frente, tras el cambio de luz en el semáforo.-

"Fue un pequeño regalo de bienvenida".- respondió con un pequeño tono de alegría, "De unas amables personas".- murmuro recordando al amable vendedor y a su esposa los cuales se la habían obsequiado.-

"Parece que ya hiciste un par de amigos".- bromeo su madre, al verla sonreír.-

"Que dices".- respondió la joven un poco apenada, "Si lo único que hice fue pedirles información sobre las calles, eso fue todo".- aclaro, sintiéndose avergonzada por las palabras de su madre, aquello había sido un simple gesto de amabilidad y nada mas, no podía considerar a aquellas personas como sus amigos solo por eso.-

"Aun así parecen ser un par de buenas personas".- continuo diciendo su madre

"Si lo eran".- aseguro su hija, girando un poco su cabeza hacia su derecha y mirando a través de la ventana la cual se había empañado un poco, "Pero no todos parecen ser así por aquí".- murmuro para si en voz baja recordando también su pequeño rose con aquella joven de cabello negro.-

"Dijiste algo".- pregunto Jazz al no alanzar a escuchar lo que su hija murmuraba.-

"No es nada".- Daniela respondió rápidamente girando su cabeza y dibujando una sonrisa en su rostro para no levantar mas las sospechas de su madre, al mismo tiempo que intentaba abrir la fruta con la ayuda de sus uñas, para hacer una pequeña rajadura en la parte superior de la misma.-

"Bien…."- celebro tras lograr abrir un pequeño agujero en la parte superior de la cáscara lo cual le facilitaría el poder retirarla toda.-

Jazz miro por un instante como la mirada de su hija había cambiado, aquello era algo que la hacia sentir aliviada, después de todas las dificultades que habían tenido en el viaje, era algo satisfactorio el verla tan animada.-

"Uhm….".- murmuro la joven de ojos azules al probar la primera porción de su obsequio.-

"Que tal esta".- pregunto su madre, aunque al ver la mirada de satisfacción en el rostro de su hija, era muy fácil de imaginar la respuesta.-

"Es muy dulce".- respondió Daniela, no pudiendo esperar para comer otra porción, "Debo admitir que es mejor de lo que pensaba, ten pruébala".- le dijo a su madre extendiendo su mano izquierda y ofreciéndole la mitad de la fruta.-

"Gracias hija".- respondió Jazz con amabilidad, "Pero guárdala para después, porque parece que hemos llegado".- dijo deteniendo el automóvil y estacionándolo justo a la orilla de la acera, frente a un viejo edificio de apartamentos.-

Daniela giro lentamente su cabeza, y con la ayuda de su mano derecha limpio el vidrio de la puerta que estaba a su lado, el cual se había empañado por la humedad impidiéndole ver con claridad.


Comentario del Autor:

Que puedo decir, se que al principio sentiran un poco debil la historia pero segun vaya avanzando la trama tomara mas fuerza, tambien se que habrán partes de la historia que puedan ser aburridas pero son cosas no se puede evitar escribir, pero como ya dije, segun avanze todo ira cambiando, por ultimo solo puedo esperar que la disfruten.-