Summary: Edward Cullen era uno de los solteros mas codiciados del país, pero para acabar con esa fama y dejar al fin de ser perseguido insistentemente le hizo una sorprendente proposición a Bella Swan, su fiel secretaria: que se hiciera pasar por su prometida. Sin embargo Edward se sorprenderá al querer convertir el compromiso... en algo real. Todos humanos.
Primer capitulo, espero que les guste!
__________________________________________________________________________________________________________
Capitulo 1: Lista
Era habitual que Alice Cullen apareciera por el despacho de su querido hermano Edward. Isabella Swan o Bella como prefería ser llamada, la secretaria de Edward, la recibió con una calurosa sonrisa. Bella ocupaba una pequeña oficina contigua al lujoso despacho de su jefe.
- Bella, mira esto!- Alice se detuvo sonriendo frente al escritorio de Bella y dejó caer sobre él un ejemplar de la revista People.
Bella miró la portada. En letras de gran tamaño se anunciaba una lista de los 10 solteros más apetecibles de los Estados Unidos.
- Es un adelanto de la revista, que sale mañana. Ahora… mira la página quince- dijo Alice con una alegría que puso a Bella inmediatamente en guardia.
Alice era una estrella ascendente en el mundo de la moda siendo sus diseños mundialmente aclamados, pero a veces se entusiasmaba con ideas que terminaban provocándole dolor de cabeza a todo el mundo, sobretodo a su hermano Edward
- Es una lista…bastante obvia - comentó Bella mientras leía la lista con alivio.
La lista incluía al hijo del presidente, a un animador de televisión, un cantante ganador de 5 Grammys, un actor, un senador, un escritor, un jugador de baloncesto y...
- Edward Cullen!!! - exclamó Bella pegando un grito bastante asombrada.
-La revista será un éxito de ventas!!! Las mujeres de todo el país se volverán locas por mi hermano mayor- Alice soltó una risita mientras saltaba por todos lados- Edward se convertirá en un objeto sexual!- Alice estaba contentísima.
Bella por otro lado estaba intranquila. Llevaba 2 años trabajando para Edward Cullen, tiempo suficiente como para saber que iba a odiar la etiqueta de "objeto sexual". La vida de Edward se centraba en los negocios de la familia Cullen, no en su popularidad con las mujeres.
- ¿Qué crees que dirá mi hermanito sexy?- preguntó Alice sonriendo.
Bella decidió que lo más prudente era reservarse su opinión. Al fin y al cabo, ¿quién podía saber el papel que había jugado Alice en aquel asunto?
- Yo creo que esta lista... bueno, no creo que lo ilusione mucho -se limitó a decir- Vamos Alice... tu conoces a tu hermano, y ambas sabemos que él habría preferido mil veces aparecer elegido como uno de los diez mejores hombres de negocios del año.
-Negocios!- bufó Alice- Eso es en lo único que piensa! Negocios, negocios y mas negocios! - Alice comenzó a caminar enérgicamente por el despacho.
Bella soltó resignado suspiro. Todos los Cullen a los que había conocido poseían aquella increíble energía. Sobretodo Alice aquí presente y Emmett, el mayor de los tres hermanos. Bella ni siquiera se quería imaginar como sería una habitacion con todos ellos juntos.
- Edward es un adicto! un verdadero adicto al trabajo! —dijo Alice—. No tiene sentimientos. No tiene vida! Está vacío! Estoy segura de que si le abrieran la cabeza encontrarían dentro un archivo o documento! Nada lo conmueve, nadie es capaz de llegar hasta su corazón. Es peor que un Robot!!! Es mas… hasta un robot sentiría mas que el!
Se volvió y taladró a Bella con la mirada.
-¿Puedes recordar la última vez que lo viste reaccionar con un mínimo de emoción?
- Bueno, por ejemplo el día que Ángela trajo a sus hijas al despacho y las niñas decidieron hacer sus propios diseños en su despacho. Terminaron varios muros rayados incluso ellas mismas. Edward se quedó lívido al verlas. ¿No crees que esa fue una reacción bastante… uhm… humana?
- Pero está relacionada con el negocio, así que no cuenta - Alice volvió a prestar atención a la revista - Es una buena foto de Edward, ¿no crees, Bella? Se ve bastante bien. Aunque sea mi hermano y sea un tarado, tengo que admitir que está realmente atractivo.
Bella estudió la foto detenidamente. Era una fotografía de Edward con unos vaqueros y una polera gris. Aparecía en ella como un hombre seguro de si mismo, cuya musculatura sería capaz de llamar la atención de cualquier mujer. El verde profundo de su mirada, sus cabellos color bronce desordenados y la forma sensual de sus labios garantizaban una serie de ataques cardiacos femeninos. Bella era consciente del atractivo de su jefe, aunque nunca, aunque su vida dependiera de ello, dejaría que supiera que lo consideraba de esa manera.
Recordaba su entrevista de trabajo con Edward Cullen. El impacto que causó en ella fue inmediato. Durante las primeras semanas de trabajo el corazón se le aceleraba y no podía evitar sonrojarse. Afortunadamente, había sido muy discreta y ocultó su atracción a todo el mundo. Enamorarse de Edward sería el peor error que podría cometer, porque sabía que, para él, ella era un mueble más de la oficina. Era útil y eficiente, como un fax o una computadora. Gracias a Dios ella era lo bastante inteligente para darse cuenta de ello.
-¿Qué se siente al trabajar con uno de los hombres mas sexy del país, Bella? – Bromeó Alice - Estas en una clara ventaja! ya que pasas practicamente todos los dias con el... uhm... Has pensado en la posibilidad de conquistarlo?
Bella no pudo evitar soltar una carcajada al oírla.
- Muy graciosa Alice- apuntó- definitivamente se te soltó un tornillo.
- Pero creo... - comenzó a decir Alice, pero se interrumpió al ver aparecer a su hermano.
Este abrió la puerta que conectaba el despacho con la oficina y permaneció allí, observando con mirada atenta y penetrante a su secretaria y a su hermana pequeña.
- me había parecido oírte Alice - arqueó las cejas y continuó suspicaz - Déjame adivinar… Estabas aburrida y no encontraste nada mejor que venir a molestar a tu hermano favorito – puso una mano en su cabeza como si estuviese pensando – o estas ocupada tramando alguna nueva y espeluznante locura ¿me equivoco?
Alice sonrió de oreja a oreja.
- La verdad es que se me ha ocurrido una idea genial, pero todavía estoy trabajando en los detalles. Aun no es lo suficientemente espeluznante… pero no te preocupes, cuando la tenga preparada, tú serás el primero en conocerla!!! – dijo Alice siguiendo el juego de su hermano
- Ahora dime… diablillo… ¿a que viniste?- preguntó Edward.
- Vine a ver a mi maravilloso novio- dijo una soñadora Alice- pero no estaba. Fue a ver unos terrenos… por lo que vine a mostrarle algo a Bella.
- Así que a falta de tu pobre novio, que no sé como te soporta – Alice le sacó su lengua infantilmente- estas distrayendo a mi secretaria.
Bella observaba detenidamente a los dos hermanos, asombrada por las diferencias que había entre ellos.
Alice era una joven abierta y extrovertida, mientras que Edward era un hombre frío y controlado. Aunque su familia lo consideraba como un hombre distante y enigmático, durante el año que llevaba trabajando para él, Bella había aprendido a verlo como una persona intensamente reservada.
Aunque, por supuesto, él no era tan tímido y callado como ella. Edward destilaba una confianza en sí mismo que a menudo rayaba en la arrogancia. Y no olvidemos lo obstinado y testarudo que podía llegar a ser.
- Bueno, en realidad Bella y yo estábamos como locas, viendo a los hombres que salen en esta revista – dijo Alice riendo mientras le pasaba la revista a su hermano
Antes de fijarse en la revista, Edward miró a Bella y la vio sonrojarse e inmediatamente rechazó la idea de que Bella Swan estuviese babeando mientras veía a unos hombres en una revista.
Bella era siempre correcta y competente, cualidades que él valoraba porque no las había encontrado en la gran cantidad de secretarias que habían pasado por el despacho. De modo que había sido un alivio que llegara Bella y pusiera fin a aquel desfile. Cuando se detenía a considerarlo, todavía lo sorprendía lo bien que trabajaban juntos. Bella era una mujer callada y sencilla. No era la típica mujer llamativa que intentaba despertar la atención de los hombres y Edward eso lo aliviaba.
Entrecerró los ojos mientras observaba cuidadosamente a su secretaria. Tenía un cutis liso, que hacía un bonito contraste con el color marrón de su pelo. Y aunque no era una belleza en el sentido clásico, sus pómulos, su barbilla, y sus ojos color chocolate la convertían en una mujer atractiva.
No para él, obviamente, se aseguró Edward inmediatamente. Él no tenía ningún interés en mantener una relación sentimental con la mejor secretaria que había tenido nunca.
- Vamos Edward!!! Echa un vistazo a la revista! - le ordenó Alice
Edward frunció el ceño.
- ¿Y para qué voy a querer echar un vistazo a esos orangutanes?
- Orangutanes ¿eh? – Rió Alice disimuladamente – Pues, yo creo que podría interesarte ver a esos tipos. Sobretodo… a uno en particular.
Bella se tensó. Era como si estuviese esperando que una bomba explotara cuando de repente lo vio abrir la boca con expresión de incredulidad al ver que aparecía en la lista. La revista se resbaló de entre sus dedos y Bella comprendió que la bomba iba a explotar… catastróficamente!
- ¿De quien fue la idea? ¿Quién es el responsable?- Edward preguntó pronunciando cada sílaba con ira.
El verde de sus ojos se convirtió en un negro intenso por la inmensa furia que lo recorría.
- Es genial! ¿no crees, Edward?- preguntó valientemente Alice
- ¿Genial?- gritó Edward- ¿Genial?!!! ¿Acaso piensas que lo encuentro GENIAL? Esto es una invasión a mi privacidad! - contestó Edward casi rugiendo- TU!!- de repente exclamó señalando a Alice- ¿has tenido algo que ver con esto? ¿Es esta otra de tus absurdas ideas?...
- Claro que no! - replicó Alice ofendida- esto está fuera de mis ligas… esto es el trabajo de un profesional! – rió bajito
-¿Pero como dieron conmigo? ¿Y quién les ha dado esa fotografía?
-No lo sé. Yo no tengo nada que ver con esto - exclamó Alice— Tú eres el único culpable de que te hayan elegido.
-¿QUE?!!!- rugió un furioso- ¿Podrías explicarme por qué soy YO el responsable de todo esto?
Bella estaba preocupada. No podía siquiera pronunciar palabra al ver la furia de su jefe.
- Seamos honestos Edward —respondió Alice, sin dejarse intimidar por la furia de su hermano—. Tienes 26 años, eres soltero, rico, atractivo y tu familia es una de las mas importantes del país- Alice hablaba como si le estuviese explicando algo obvio a un niño de 5 años- Eso te convierte en un hombre … uhm… codiciado…y esa es la razón por la que apareces en la revista. Es obvio. Hasta Emmett que no tiene un gramo de inteligencia se daría cuenta- rió estruendosamente
Edward no se dejó convencer.
- ¿y la foto? ¿Acaso vas a decir que la envíe YO?
- Me has pillado- dijo Alice pensando- No sé de dónde han sacado esa foto.
- No pienso seguir perdiendo el tiempo con estas tonterías- dijo al fin calmándose- Tengo mucho trabajo- miró a su secretaria- TENEMOS mucho trabajo!
Dio media vuelta y se metió en su despacho, cerrando la puerta fuertemente tras él.
En el despacho de Bella se hizo un largo silencio que terminó rompiendo Alice con un suspiro de exasperación.
- Trabajo! Es en lo único que piensa! Quizás debería vender su casa y venirse a vivir a su despacho!!!
Para inmenso alivio de Bella, el teléfono sonó en aquel momento, interrumpiendo la furia de Alice. Mientras Bella atendía la llamada, Alice agarró la revista y salió del despacho moviendo su mano en señal de despedida a Bella.
Durante el resto de la mañana, Bella estuvo muy ocupada. Y continuaba concentrada en el trabajo cuando Jessica, Ángela y Lauren, otras secretarias, fueron a buscarla.
- Hora del almuerzo!!!! – anunció Lauren—. No sabemos si ir a alguna cafetería o al centro comercial, ¿tú qué quieres?- Bella estaba visiblemente sorprendida.
- La verdad es que no sabía que era tan tarde.
- No me extraña, estás enterrada bajo una tonelada de documentos!- observó Jessica - . Pero hasta los esclavos tienen que comer, así que sal de ahí y ven con nosotras.
Edward eligió aquel momento para entrar en su oficina.
- Estaba pensando en ir a comer - le explicó Bella a su jefe.
- ¿A comer? - repitió Edward, como si aquella palabra fuera totalmente desconocida para el.
Bella vio que sus amigas intercambiaban miradas.
- Terminaré de revisar los informes cuando vuelva —respondió.
- Entonces supongo que tendré que esperar hasta que vuelvas para pedirte que revises estos ficheros - Edward colocó una gran cantidad de carpetas encima de la mesa y regresó a su despacho.
- WOW! Veo que el mito es cierto. Ese hombre es emocionalmente frío como un cubo de hielo-comentó Ángela
- El hombre de las nieves es NADA comparado con el. Cielos! —dijo Jessica entre risas.
- Ni lo digan! Hoy está de un humor de perros - dijo Bella dando un suspiro mientras salían del despacho hacia los ascensores.
Las cuatro mujeres salieron del despacho y se dirigieron hacia los ascensores.
- ¿Cómo sabes cuándo está de buen humor o de mal humor? - Preguntó Lauren - . ¿Alguna vez lo has visto… sonreír? ¿Sabe acaso lo que significa… alegría?
- Es muy… reservado - explicó Bella - pero… es amable. Aunque no lo crean- miró a sus amigas.
- Si tú lo dices —respondió Lauren poco convencida
No fue hasta mucho más tarde, cuando se dirigía hacia su casa al final de la jornada, cuando Bella tuvo tiempo de pensar en la actitud de su jefe. Aun cuando entendía lo reservado que podía llegar a ser Edward Cullen, aun no entendía su completa y devota atención y concentración en los negocios dejando su vida familiar y amorosa completamente de lado.
Bella jamás había oído a nadie hablar tan mal del matrimonio como a su jefe, y su opinión no había cambiado ni siquiera al ver a sus dos hermanos cayendo en las redes del matrimonio. Primero su hermano Emmett, quien se casó con Rosalie, una mujer que además de ser completamente hermosa era encantadora. Y Alice, que estaba comprometida con Jasper hace un mes y se casarían el próximo año.
Edward se había distanciado tanto como le había sido posible de aquellos acontecimientos. Incluso había enviado a Bella a elegir el regalo de bodas de Emmett y Rosalie.
Bella esperaba no haberse equivocado con los regalos elegidos. La tarjeta de agradecimiento que la pareja había enviado a Edward le había hecho mucha ilusión y, sinceramente, esperaba que pudieran ser felices para siempre. Pero Edward no compartía su esperanza y había comentado con sarcasmo:
- Supongo que si esto es lo que realmente quieren... Pero, personalmente, yo preferiría morirme antes que casarme.
- ¿ Preferirías …. MORIR que casarte?-le había preguntado Bella sorprendida
- ¿Mejor morir que casarse? - Pensó Edward - Humm,
- Emmett prefirió casarse con Rosalie - musitó Bella - Le regalaste un par de candelabros antiguos por su boda hace unos meses, ¿no te acuerdas?
- Me acuerdo de haber firmado la tarjeta, pero no de los candelabros.
- Pues a Rosalie le encantaron.
- Estupendo!
- ¿Acaso es imposible que tu hermano y su esposa se hayan casado por que se quieren y desean formar una familia?
- El amor no tiene nada que ver con eso, Bella. Rosalie es una gran mujer, no hay duda de eso… pero… -dudó unos segundos- Quizás ella piense que de esa forma Emmett se quedará siempre con ella, y con nuestra compañía, por supuesto. Para la compañía, Emmett es un gran arquitecto y Rosalie es una gran mujer de negocios.
- Creo que te equivocas - repuso Bella. Ella había visto a la pareja y el amor del uno por el otro era evidente.
- Bella, las parejas han utilizado la famosa palabra "AMOR" para sus propios propósitos desde que el hombre existe!
- No siempre es así. ¿No crees que haya gente que ama desinteresadamente?
Edward había respondido con una inmensa carcajada y había vuelto a concentrarse en los papeles que tenía sobre el escritorio.
No podía comprender como una persona que estaba rodeada por tanto amor pudiera ser tan cínica en cuanto a el. Sus padres, aun cuando llevaban alrededor de 30 años de matrimonio, aun se miraban con inmensa devoción. Y sus hermanos, no podrían haber encontrado mejores parejas. Sus almas gemelas.
Bella creía en el amor, en el matrimonio y en los hijos como fruto de esa unión, y pretendía disfrutar algún día de un matrimonio como el que sus padres habían compartido.
Sus pensamientos volaron a aquellos días en los que estaba toda la familia unida: su madre, su padre, ella y Seth, su hermano pequeño. Se le hizo un nudo en la garganta y pestañeó para contener las lágrimas.
Sus padres habían muerto de forma inesperada cuando ella solo tenía diecisiete años en un accidente de transito y el pequeño Seth quedó completamente herido. Ahora, Seth se encontraba en un centro de recuperación, trabajando para superar las secuelas del accidente
Y hasta que Seth no se recuperara, Bella había decidido postergar sus propios sueños. Su trabajo era muy importante además, porque su salario permitía pagar los gastos del centro de recuperación de Seth. Bella no protestaba por las muchas horas que su jefe la hacía trabajar porque en su vida no había nada más importante que Seth, sus llamadas diarias y las visitas de los fines de semana.
Un feliz matrimonio con un hombre que la amara y al que amara tendría que esperar. Pero Bella sabía que algún día encontraría al hombre de su vida.
_______________________________________________________________________________________________________________________
Hola =)
Espero que les guste el primer capitulo de mi fic y subire pronto el siguiente capitulo... pero
espero sus reviews para saber si les gustó la historia :)
Trataré de actualizar lo mas pronto posible... cuando mis estudios me lo permitan
Saludos