Esta historia es solo producto de mi imaginación, cualquier parecido a algún otra historia es mera coincidencia. Lo escribo con fines de entretenimiento, del mío como del que lo pudiera leer.
LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN, ES DECIR, DIGIMON NO ME PERTENECE
(TOMO SUS PERSONAJES PARA MOTIVOS DE ENTRETENIMIENTO PERSONAL)
:: MEDIANOCHE ::
CHAPTER 1
Bienvenida
A las afueras de una pequeña ciudad se encontraba una escuela inmensa en su propia atmósfera. Una escuela con alma de castillo antiguo que contaba muchas historias de solo verlo a lo lejos.
Nadie sabia quien lo había construido ni hace cuanto tiempo lo habían edificado pero existían muchos rumores que rodeaban el antiguo instituto, pero la versión oficial que difundían los lugareños era que el castillo perteneció a un señor de avanzada edad que era millonario, había muerto solo, encerrado en este castillo. Y que en su testamento se lo heredo al pueblo para que hicieran de ese lugar algo provechoso para la comunidad; pero las versiones extraoficiales sugerían otra historia.
Muchos decían que este anciano vendió su alma al diablo y de allí la razón de su enorme riqueza y su soledad. Nunca salía del castillo ya que era parte del pacto, posteriormente lo consumió una peligrosa y muy rara enfermedad que era muy contagiosa y lo fue consumiendo poco a poco. Años después cualquier persona que pisaba el castillo moría casi al instante de una enfermedad por lo que el lugar quedo abandonado.
Pasado el tiempo la historia se olvido y las personas solo veían el castillo como una parte del oscuro paisaje del bosque.
Un dia llego como el viento un hombre de negocios, comprando el lugar al pueblo, prometiendo cambiar el destino del castillo. Se abrió el maldito lugar para su renovación y con cuidado se paso de generación en generación para convertirse en la prestigiosa escuela llamada Medianoche.
La escuela se encontraba rodeada de montañas y hectáreas completas de bosque. Ajeno a cualquier contacto humano a kilomentros sino fuera que se atravesara un camino especial para llegar a este.
Iniciaba un nuevo año escolar y los alumnos llegaban ansiosos de empezar el curso. Muchos llegaban acompañados con sus respectivas familias, la mayoría de estos alumnos representaban un selecto grupo de personas de prestigio y adineradas del mundo. Otros corrían a abrazar a sus propios compañeros de escuela que no se habían visto desde hace tiempo.
Las miradas de muchos fueron directo a un grupo de chicos que acababan de llegar en su limosina, bajando de ella con clase y sin voltear a ver a nadie.
- Que mierda el primer año escolar,- murmuraba un muchacho levantando sus brazos y poniéndoselos en la nuca, era un joven de cabellos castaños y alborotados, tenía un cuerpo muy bien definido debido a los deportes que a menudo practicaba.
- No es tan malo como parece,- decía un joven rubio, con unos grandes ojos verdes y tez pálida.
- Tienes razón, habra nuevas chicas Takeru,- contestaba con alegría, abrazando al chico por el cuello en tono amistoso a lo que el joven rubio no hizo mas que dejarse tocar por su amigo.
- Yo no quise decir eso.
- ¿Entonces que quisiste decir?
- Taichi tiene razón Takeru, es una mierda el inicio del año escolar,- interrumpio un tercero.
El joven castaño solto a Takeru y volteo a ver al tercero con gracia.
- Pienso que este año será muy bueno,- volvía a repetir el menor de ambos, manteniendo el positivismo.
-Takeru, que tendra de bueno este año, será lo mismo de siempre. Las mismas clases, las mismas personas y los mismos y aburridos pasillos de este maldito lugar, sin mencionar la odiosa cena de bienvenida que nuestro padre quiere que lo acompañemos como todos los años-, maldecía un joven rubio, con una cabellera mas larga que el primer, tenia ademas unos hermosos ojos azules, que hipnotizaban a cualquiera que se atreviesen a mirarlo. De lejos se podía notar su carácter serio y frío, sin mostrar expresiones faciales.
- Hermano, tranquilízate.
- Pense que te gustaba ser admirado por las todas las chicas de la escuela en esa cena Yamato,- replicaba Taichi.
- Claro, lo adoro,- contestaba con sarcasmo.
- No le des importancia hermano.
- Si Matt, Takeru tiene razón, no te estreses,- le mencionaba Tai.
- A lo mejor Takeru tiene razón, quizás este año pudiera ser diferente,- comunicaba Koushiro, un muchacho de cabellera rojiza, de complexión delgada y alta, muy atractivo entre las chicas como sus amigos pero eso era algo que no le importaba mucho; siempre cargaba su computadora portátil o en su defecto, su teléfono inteligente.
- ¿De que hablas tu ahora?,- cuestiono ahora Yamato.
- No se, siento algo que esta aquí y es nuevo, como entidades con grandes poderes.
- Eso es imposible, nosotros somos ... ,- fue interrumpido por un quinto Joven.
- No esta mintiendo, yo igual las siento pero no tan fuerte como Koushiro.
Hablo un joven, el mas alto y mayor del grupo. Con cabellera larga y azulada, sujetada con un listón negro a la altura de sus hombros, ademas usaba unos lentes que lo caracterizaba, esto no le quitaba lo apuesto que lucía con su uniforme de prefecto que se le había asignado.
- ¿Las?, Joe como sabes que son mujeres.
- No lo se, son presencias muy delicadas para ser de masculinos pero creo que eso Kushiro tendrá mas información, yo solo las siento por que puede que estén muy inestables.
- Genial, presencias poderosas que pueden y sean unas chiquillas, lo que faltaba,- agregaba Yamato.
- Eso no lo se, puede y no sea nada,- contestaba simplemente el pelirrojo,- voy a ver que mas puedo captar en mi radar y les informare si es algo importante.
Después de un tiempo de hablar de cosas sin sentido gracias a la presencia de Taichi, fueron interrumpidos por otro chico de cabellos azulados.
- Los he estado buscando, nos necesitan en el gran salón.
- Vamos Ken, no seas aguafiestas, eso déjaselo a nuestro prefecto líder, ¿verdad Joe?,- le pegaba con el codo a Joe para molestarlo.
- Deja de joder Tai,-lo empujo Joe y se aleja a lado de Ken que no menciono nada, era un joven serio pero de carácter fuerte, prefería siempre pasar desapercibido, aun y cuando también era un prefecto de la escuela. Era un joven delgado y de cabellos azulados, con unos ojos oscuros y azules.
Tai solo lo sigue riéndose y de allí los demás. Todos se alejaron, inclusive los estudiantes nuevos que habían llegado anteriormente, dejando solo a los dos rubios que ni se inmutaron en lo que pasaba a su alrededor.
- Has hablado con mamá.-pregunta Matt bruscamente mientras sacaba un cigarro y se le ponía en la boca para posteriormente prenderlo.
- No,- le dice Takeru sacando un encendedor para ayudar a su hermano con su cigarro.
- Y no creo que lo haga hasta encontrarte una,-volvio a hablar.
- Que lo intente, es lo que ella quiere, no yo.
- Solo digo, que debes de hablar con ella, ya estas en edad de empezar a ser un líder y parte de la mesa ¿no crees?- mostrando una pequeña sonrisa en su rostro, mientras lo decía.
- No me digas que tu estas de su lado, con mamá es suficiente sabes,- contestaba el mayor enojado.
- Yo no estoy del lado de nadie, solo quiero lo mejor para ti hermano,-le decía Takeru para calmarlo.
- Lo que sea, no se por que si voy a tomar lugar en la mesa de los antiguos, tengo que cumplir lo que diga ella.
- Son las tradiciones, todos los demás tenemos que hacerlo algún día.
- Claro, es algo que voy a cambiar al llegar a la mesa,- terminaba de decir al acabar su cigarro y quemarlo en con sus propias manos con un fuego azulado.
- Hermano, basta, - expreso el menor al preocuparse de la presencia de otro estudiante.
- No hay nadie, no te preocupes.
- Un día nos pueden descubrir.
- Calmate, y dejemos ese tema de lado,- sonriendo con malicia volteo a ver a su hermano pequeño,- ¿Que tal unas carreras?, como los viejos tiempos hermanito.
- No, gracias,- terminaba para caminar de manera tranquila.
- Anda no seas aburrido,- le decía al abrazarlo del cuello y despeinarlo en el acto.
- Ahhh, dije que no.
- ¿Desde cuando eres un amargado?, yo soy el que debe ser el mayor.
- Puedo jugar si me prometes que te portaras bien hoy en la fiesta de bienvenida,- le decia Takeru como condición.
- Y desde cuando te ando haciendo caso a ti hermanito,- comentaba acentuando la ultima palabra,- Es mas, si me ganas, lo haré y si yo gano, hace lo que me venga en gana.
- Si como quieras, ya vámonos.
- Esta bien, tu te lo pierdes.
Mientras tanto en la escuela, en el gran salón para eventos, los mismo alumnos andaban arreglando y decorando el lugar, ya que esa noche recibirían a invitados importantes para darle la bienvenida al tan inesperado inicio del año escolar en el instituto Medianoche.
- ¿Ya esta todo listo?,- preguntaba con mucha preocupación la maestra Annie. Una maestra de avanzada edad, era conocida como la mano derecha de la directora del instituto, sin mencionar también que era conocida como la maestra mas estricta y pedante de la escuela, controlaba a todos los prefectos de cada sector escolar y grado, y sus castigos eran los mas duros de tratar.
- Ya casi, maestra, solo falta algunos arreglos,- le sonrei una chica alta delgada con el pelo corto, de color café y liso, era temida como la estudiante femenina mas inteligente de toda la escuela. Era para muchos la típica chica rica y mimada, que solo busca lo mejor para ella, su único amor platónico era Kuoshiro, tiene como seguidoras y ''amigas'' a un par de gemelas,.
-Gracias, Juri, tu siempre tan... servicial,- comento la maestra.
-De nada, estoy para servirle.
En la entrada de la escuela medianoche 4 jovenes iban entrando al lugar, empujándose y riéndose unos a otros, mientras que la maestra Annie los ve, no lo piensa dos veces y se les acerca muy disgustada hacia ellos, dejando a Juri sola que no hizo mas que voltear a ver a los recién llegados para sonreírles y alejarse del lugar.
- Jóvenes que demonios hacían todos ustedes afuera a esta hora, la fiesta comenzara dentro de,- hizo una pausa para checar su reloj de bolsillo,- unas 2 horas, así que los quiero cambiados y apropiados dentro de 1 hora.
Los 4 no pudieron decir nada por la terrible cara de esa maestra que tanto odiaban.
- Esta bien,- asintieron los 4 jóvenes sin mas.
- Y usted joven Kido, a mi oficina ahora.
- Claro maestra, después de usted,- menciono cortésmente.
Los tres acompañantes se empezaron a reir cuando Joe empezo a seguir a la maestra.
- Yo creo que la maestra le gusta a nuestro Joe senpai, puede y este enamorado de el secretamente y siempre lo hace ir a su oficina para manosearlo,- expreso Tai al resto.
- No te pongas celoso,- expreso Koushiro divertido.
- Que va, mi corazón no puede ser para una sola mujer.
- Eso ni que lo digas,- expreso un joven rubio que apenas había llegado al gran salón.
- Yamato,- expreso el castaño al ver a su amigo rubio como a su hermano.
Los hermanos rubios, ya estaban cambiados y vestidos para la ocasión. Yamato vestía un pantalón de vestir de color gris oscuro y una camisa elegante de color negro, mientras que su hermano llevaba un pantalón sencillo color negro y una camisa blanca que hacían resaltar su delgado pero musculoso cuerpo adolescente.
- ¿Como es que ustedes dos llegaron primero que nosotros? y ademas de estar ya vestidos,- intervino el castaño a los recién llegados.
- Tai tu ya lo sabes,- dijo sin mas Yamato, abrochándose ambas mangas sin inmutarse en seguirle el juego a su amigo.
- Si pero por que razón no nos dijeron primero para también participar,- menciono con desilusión.
- Se adelantaron mucho,- dijo riéndose Takeru.
- Muy chistoso,- menciono con sarcasmo Ken.
- Bueno, vámonos ya, tenemos que cambiarnos para la estupida fiesta,- empujando el pelirrojo a Tai y a Ken.
- ¿y Joe?,- pregunto Yamato al grupo.
- Con la ex-esposa de Hitler,- comento Tai riendose a carcajadas.
- Nos vemos después, - se despedía Takeru mientras el y su hermano se dirigian a la oficina de la directora, ya que su padres se encontraban allí.
Mientras tanto en la oficina de la maestra Annie
- Joven Kido, necesita ser mas extricto de lo que ya es.
- Maestra con todo respeto, creo que todos saben que soy muy extricto con ellos, no hace falta ser mas, creame.- dijo con desgano.
- Necesita ser mas, joven Kido, y mas este año escolar.
- Hay una razón en particular de esto, a lo que he visto, no ha habido quejas del comportamiento de los alumnos por parte de los profesores desde que soy lidere de prefectos- dijo mientras se ponia las manos en los bolsillos.
- Solo tenga cuidado, llegaran nuevos alumnos y es su deber explicar bien las reglas como los castigos si estas no son acatadas con sumo cuidado.
- Lo tomare en cuenta, como todos los años.
- Sabe, este año puede y sea especial, tendremos muchos nuevos estudiantes de diversos... origines,- mencionaba la maestra al sentarse atrás de su escritorio.
- ¿Disculpe?
- ¿Puedes sentirlo, no?, es decir, las nuevas presencias.
Joe saco una sonrisa.
- En la mañana si, pero ahora no, puede y por que estaban inestables o tristes por así decirlo.
- Bien.
- ¿Algo que tenga que saber?
- No por ahora, solo manténgase en forma y este firme ante los alumnos de nuevo ingreso.
- Por supuesto.
- En especial las chicas, ellas creo que te darán mucho mas problemas este año.
- Maestra, las chicas son mis especialidad, yo les haré ver el reglamento firme que se tiene en este instituto.
- No olvide a los rebeldes y salvajes de sus amigos, ellos no están absueltos de seguir el reglamento, igual les pondré un castigo si es necesario.
- Eso lo saben ellos, y si me disculpa y tampoco hay nada mas que mencionar, ¿Me puedo retirar?,- decia mientras se acercaba a la puerta.
- Claro, y no quiero que nadie falte a la cena de esta noche, ¿Me escucho?, nadie.
- Como el agua, - terminaba de decir Joe al hacer una reverencia y retirarse de la oficina.
Ya una vez afuera solo sonrío mientras seguía su camino.
Esto se pondrá muy divertido, son chicas las que sentimos Kushiro y yo hace rato. A los chicos les gustara escuchar esto,- Penso Joe al sonreír para después se asomaron dos colmillos largos y puntiagudos.
CONTINUED ...