Por Dios!!! Miren lo que encontré en lo más profundo de mi ordenador, aún no lo puedo creer!! Ya va a ser un año de que escribí esto y recién lo estoy publicando, pero como dijo la sabía filosofía del taco, "Nunca es tarde para comenzar algo nuevo", esta vez dejare este capitulo tal cual lo encontré, espero no tardar mucho con la continuación, estoy por salir de vacaciones de la Universidad y probablemente tenga tiempo libre, así que aquí esta, Disfrutenlo!!!

Holas!!! Son las 11:30 PM del 2 de Septiembre del 2008 y estoy más que feliz!! Mientras escribía en mi ridículo diario y escuchaba a LOVG (hoy salió el nuevo disco n_n) me ilumino la Sra. I. So, estoy aquí de vuelta con una nueva historia, que será la continuación de "Encuentros y despedidas", como no todos quedaron conformes y mi querida Jane Malfoy-028 quiere ver un beso entre nuestros protagonistas me invente esta historia que será un mini fic Ginny-Draco-Astoria, que espero les guste. Se la quisiera dedicar a varias personitas…jeje, la primera Sarita, por que ella indirectamente me dio la idea para esta historia y por que es una súper persona a la que QM…a todas mis amigas de la prepa, pero en especial a mis queridísimas amigas de la Secta IV, las súper quiero y las extraño!! Y por ultimo a mi Moroco topo feliz, por que es mi gordito de oro y lo quiero!! Ya saben que espero todas sus opiniones y sugerencias y no olviden… "Nadie te amara si no te arriesgas a que alguien te aborrezca"

Lynette P. Broderick

Disclaimer: todos los personajes pertenecen a J. K. Rowling y a la Warner yo solo me divierto utilizándolos XD

Te echo de menos

Más de 6 meses habían pasado desde la última vez que le había visto y aunque le costara admitirlo…lo extrañaba.

Varias veces se había repetido lo tonta que era y lo cobarde que había sido al no querer apostar por su felicidad. La había tenido tan cerca y la había dejado ir por sus estupidos prejuicios sin sentido, por esa tonta idea de rectitud que siempre había regido su vida. Gracias a eso era la persona más infeliz de todo el mundo…había terminado por aceptar la propuesta de Harry y se encontraba inmersa en un vertiginoso torbellino de obligaciones que solamente la fastidiaba y le hacía sufrir. Lo necesitaba a él, simplemente a él.

Había vivido el tiempo más difícil de su vida, no recordaba haberlo pasado tan mal desde que la guerra terminara. Los primeros meses sin ella habían sido una pesadilla…sin embargo y aunque no quisiera aceptarlo…ya no la extrañaba como antes… Poco a poco había permitido que esa fría barrera que protegía su corazón se fuera derrumbando y le fuera dando abrigo a esa persona que le había ayudado, apoyado y amado en ese tiempo tan difícil. Era casi imposible no querer a esa mujer…era dulce, tierna, inteligente, hermosa…y por primera vez en mucho tiempo se sentía realmente feliz.

Se sentía la mujer más dichosa del planeta. Él era la persona más dulce y tierna que hubiera conocido. La llenaba de atenciones que ninguna otra persona había tenido nunca con ella. Aún le costaba trabajo creer que lo que estaba ocurriendo de verdad fuera cierto. Tanto tiempo había vivido a la sombra de aquella chica que le impedía entrar en el corazón de Draco, que ahora que era cierto temía que todo simplemente fuera un sueño…

El día por fin estaba terminando. No recordaba haberlo pasado tan mal desde que había abierto incidentalmente la cámara de los secretos. Sus compañeros de trabajo le habían organizado una "hermosa" despedida de soltera en la oficina y ella no había tenido otra opción más que asentir y sonreír. Sin embargo por adentro no tenía más ganas que de gritar y salir huyendo de ahí, decirle a todo el mundo que amaba a otra persona y correr a su lado, besarle y decirle lo mucho que le amaba. Pero no. Ahí estaba ella rodeada de gente, de regalos y de felicitaciones vacías a la cuales no podía hacer otra cosa más que sonreír. La gente comenzaba a salir de la oficina deseándole la mejor de las suertes. En un par de semanas se casaría y pasaría a ser la Sra. Potter.

Se encontraba guardando todos los obsequios recibidos en su auto cuando unas manos le cubrieron los ojos

-¿Quién es?-su voz tembló, podía ser un secuestro (n.a: Sra. Del drama…)

-¿No adivinas?-una voz fuerte y varonil se escucho detrás de ella. Con un suspiro de cansancio y un rodar de ojos se dio la vuelta y puso una muy fingida sonrisa en su rostro

-Harry…-

-No pareces muy contenta de verme… ¿Qué pasa?-el chico trato de abrazarla pero ella se rehusó y siguió guardando los obsequios en la cajuela del auto

-No es eso Harry…lo que pasa es que tuve un mal día…-

-Ah…-un simple monosílabo salió de su boca. Estaba a punto de casarse con una persona a la cual no le interesaba en lo más mínimo saber como lo estaba pasando.

-Bueno…y… ¿A que debo la agradable sorpresa?-la pelirroja dejo oír un dejo de sarcasmo en su voz, acto que no pasó desapercibido por él chico

-no te desquites conmigo…que hayas tenido un mal día no significa que…-

-tranquilízate. No tenía la más mínima intención de desquitarme contigo es simplemente que no tengo ganas de ver, ni hablar con nadie…-

-¿ni siquiera conmigo?-el chico trato de sonar insinuante pero en vez de eso, solo logro que ella se molestara más-tal vez yo pueda hacerte sentir mejor…un masaje podría relajarte…-

La insinuación de Harry no tuvo mayor efecto en la pelirroja, tan solo termino de subir los obsequios a la cajuela del auto, le dio un fugaz beso en la mejilla al chico y se montó en el arrancando inmediatamente el motor. Tenía tantas ganas de besar y abrazar a Draco que ni siquiera podía recordar a donde se dirigía. Definitivamente no quería ir a su departamento, seguramente Luna estaría ahí con Blaise, y ver a ese par de tortolos derramando miel, no era precisamente su idea de relajación (n.a: no pude evitarlo, me he vuelto adicta a esta parejita…XD). Tomo un ya conocido camino hacía el centro de la ciudad. Necesitaba un buen café para pensar y decidir que era lo que iba a hacer con su vida.

Sonrió. ¿Qué irónica suele ser la vida? Un día puedes estar arriba y al otro podrías estar en la peor situación a la que te hubieras enfrentado. La eterna ruleta, apenas hacía unos cuantos meses estaba de lo más contenta por poder volver a ver a Draco y hoy estaba tan sola y confundida, extrañándolo. Confundida, no, convencida de que sus sentimientos hacia Harry ya habían cambiado. Le quería, no lo iba a negar, pero hacia bastante tiempo que lo había dejado de amar.

Llego en pocos minutos al café de siempre, mientras una melancólica mirada, añoraba los bellos atardeceres de ayer. Entro con la cabeza gacha y pensando en lo injusta que a veces suele ser la vida y en los horribles juegos que el destino siempre tiene preparados para uno.

Se sentó sola en un rincón, alejada de todo el bullicio. Necesitaba pensar y estar sola. Había tantas cosas a las cuales le tenía que poner orden que no estaba segura de por donde empezar. Pidió un café irlandés y un chessecake de chocolate. Necesitaba algo con que endulzarse la vida. Saco una vieja libreta llena de enmendaduras y pegotes y comenzó a escribir. Siempre le había servido para desahogarse, todo era más fácil cuando tenía una pluma en la mano. Muchas veces Draco le había dicho que ella sería la mejor escritora de Londres. Pero como siempre ella no hizo el mínimo caso.

El ruido de la puerta al abrirse la hizo regresar de golpe a su realidad, levantó la mirada y la visión que menos esperaba encontrar se le presentó de pronto. Draco, su Draco, entraba de la mano de una rubia oxigenada sin gracia. Los dos reían animadamente y parecían, estarlo pasando en grande.

Un inmenso vacío lleno su corazón, en tan poco tiempo la había reemplazado, tanto cariño fingido y esas palabras de amor que no habían sido verdad, le retumbaron en la cabeza. Una traicionera lágrima rodó por su mejilla y con rabia la seco con su mano. El no merecía ninguna de sus lagrimas, estaba más que claro que era un cínico y un desvergonzado, hacía tan solo unos meses el mismo hombre que ahora reía con esa muñequita plástica le había insinuado dejarlo todo por el "supuesto" amor que entre ellos había y ahora....

Sin saber muy bien que era lo que hacía, comenzó a recoger sus cosas y dejo el suficiente dinero para pagar el café y el pastel que no había probado. Tomo su bolso y se encamino hacía la puerta tratando de pasar desapercibida. Pero el destino le tenía preparada otra y muy difícil partida…

En su intento de salir sin ser vista y con la mayor discreción posible, la chica choco con uno de los camareros armando un gran alboroto en el que se habían mezclado café, pastel y una pelirroja muy avergonzada

-lo lamento tanto…-estaba tan abochornada que no sabía ni en donde meter la cabeza. Era tan torpe…

-no se preocupe, ¿se encuentra bien?-

-si, si. Estoy bien…-

-¿Ginny?-la voz más familiar que menos hubiera querido escuchar la llamaba ahora por su nombre.

-¿Draco?...¡¡Que gusto verte!!-mal. Siempre había sido pésima mintiendo. Era obvio que no le sorprendía verlo y mucho menos le daba gusto. El chico se paro inmediatamente de su asiento y se acerco a abrazar a la atolondrada pelirroja.

El gesto fue más de lo que esperaba. Tanto tiempo había estado esperando por volver a verlo y abrazarlo y ahora que por fin estaba ocurriendo, el ya estaba con otra…

-¿Cuánto tiempo sin verte?-al chico, de verdad, parecía darle gusto volver a verla e incluso hasta podía afirmar que nunca lo había visto tan feliz en toda su vida.

-casi medio año…-noto tan irreconocible su propia voz, que parecía que era otra persona la que hablaba por ella. No sabía como reaccionar ante esa situación. Nunca se había puesto a pensar en que era lo que le diría si lo volviera a ver. Eran tantas las cosas que le quería decir…

Draco parecía tener toda la intención de seguir conversando con la pelirroja, pero Ginny no estaba tan segura de que aquello fuera bueno para su salud mental…

-¿estas aquí sola?-la voz del rubio la saco de sus confusos pensamientos, regresándola de golpe a la realidad

-si, de hecho ya me iba, solo pase por un café…-

-por favor, quédate. Hace meses que no te veo y la verdad te he extrañado-

Los colores se le subieron al rostro inmediatamente. Era increíble que le dijera que la había extrañado cuando ahora estaba acompañado de aquella rubia tonta que seguramente la había reemplazado. ¿Te he extrañado? ¡Que gran mentira!

-de verdad Draco, me tengo que ir-

-en ese caso, déjame acompañarte a tu auto-

La chica asintió en silencio y salió de la cafetería. Su auto estaba a unos cuantos metros de la entrada del lugar. Caminaron en un silencio incomodo, o al menos para ella, en el que ni ella ni él fueron capaz de decir ni una sola palabra.

-pues…me dio gusto verte Draco-quería desaparecer lo más pronto posible de ahí…o no?

Fin del Capitulo:

¿Qué creen que pase con Ginny?, de verdad se ira o… algo más pasara?

Pues si les gusto, dejen review, si no les gusto dejen review, todas las opiniones las tomaré en cuanta y recuerden ser muy felices!!!

Saludines y abashos de fresis!!!

Lynette P. Broderick