Capítulo 20: LA ÚLTIMA BATALLA

Guerrero Júpiter, destructor, el Señor del Antifaz con Guerrero Luna aún en brazos, Curador, Creador y Saturno se pararon en seco al llegar al final de ese túnel.

- No me digas que… - Curador los miró a todos.

- Plutón, Neptuno y Urano también han sido derrotadas… - dijo Saturno.

- Qué es lo quiere conseguir esa cosa matándonos a todos? – preguntó Júpiter.

- Que Guerrero Luna se quede sola – dijo el Señor del Antifaz.

- Así le será mas fácil matarla… - Destructor continuó después.

Siguieron caminando y llegaron a una amplia sala iluminada con una luz muy tenue.

Caminaban con cuidado puesto que apenas se veía y en cualquier momento el enemigo podría aparecer.

Se detuvieron delante de una fila de cruces de negro cristal, sabían que en cada una de ellas había algo, pero no distinguían nada, así que Destructor alumbró con su luz y quedándose inmóvil de lo que vió, miró a los demás.

- Son… las chicas… - dijo Creador – cada una de ellas…

- Pero en cambio, una de esas cruces está vacía… - dijo Destructor – y falta Seiya…

- Muy observador Guerrero Destructor… - se oyó una voz acercarse a ellos – desgraciadamente cuando iba a capturar el alma de Seiya para encerrarla en esa cruz, alguien vino y se lo llevó, pero en cambio, tengo toda esa colección…

- Suéltalas! – Guerrero Júpiter corrió hacia él chocando contra una barrera y cayendo al suelo.

- Jajaja… - Amón Ra se dejó ver – es inútil que lo intentes, ninguno de vosotros podréis tocarme y todos tendréis el mismo final que todas ellas… además, no seré yo quien os mate…

Amón Ra levantó la mano y Guerrero Luna despertó, el Señor del Antifaz la dejó en el suelo y ella comenzó a caminar hacia Amón Ra.

- Guerrero Luna! – Curador la fue a coger.

- De nada va a servir – Destructor lo sujetó – está bajo las órdenes de ese ser.

- Veo que no eres tan tonto como parece… - rió – manejaré a Guerrero Luna hasta mataros a todos y después la mataré a ella…

Guerrero Luna era manejada como un simple muñeco acatando las órdenes que su dueño decía.

Los atacaba sin piedad y sin importarle nada el daño que les pudiera hacer y el que ella misma se pudiera hacer.

Todos los demás la esquivaban puesto que no la querían dañar porque a pesar de estar como hipnotizada, no dejaba de ser ella.

- Si no la atacáis, terminará matándoros, acaso es eso lo que queréis? – dijo desde la distancia.

- No la atacaremos… - dijo el Señor del Antifaz – Guerrero Luna no es así…

- Pues ella no piensa lo mismo…

Por mala suerte para el Señor del Antifaz, una de las veces que intentó esquivarla, tropezó y cayó al suelo, ocasión que Guerrero Luna aprovechó, se subió encima de él e intentó ahogarlo con las dos manos…

El Señor del Antifaz intentó quitársela de encima, pero le era imposible, no quería hacerle daño, pero si no se la quitaba de encima, terminaría matándolo, así que cogió su bastón y la golpeó tan fuerte que la hizo caer a un lado.

- Perdóname… - le dijo.

Guerrero Luna se levantó mas enfadada aún y empezó a utilizar sus poderes contra todos ellos sin compasión ninguna.

- Guerrero Luna… recuerda quien eres… - le dijo Júpiter – no te dejes hundir en la oscuridad…

- Demasiado tarde… - le dijo – llevo mucho tiempo hundida en ella…

Aunque el cuerpo de Guerrero Luna fuera el que estaba luchando, su alma estaba en otro lado.

- Bunny… - una voz la hizo despertar – despierta…

- Quién eres?... déjame verte… - Seiya apareció.

- Bunny… - le acarició la cara – no dejes que te maneje…

- Pero no puedo… no tengo nada por lo que luchar…

- Eso no es cierto, todos ellos te necesitan y yo también…

- Pero…

- Sálvanos Bunny, sólo tu puedes… - la besó en la mejilla – solo tú…

Seiya desapareció y por la cara de Guerrero Luna unas lágrimas resbalaron, estaba apunto de atacar a Júpiter cuando volvió en sí e hizo que su ataque fuera a Amón Ra que le pilló desprevenido.

- Pero…

- No te voy a permitir que me manejes más!.

- Guerrero Luna… - dijo Destructor.

- es a mí a quien quieres, aquí me tienes, luchemos!.

- No es posible… no puede ser… cómo has podido salir de mi encantamiento?!.

- Hay cosas mas fuertes que eso… - se volvió y miró a todos los demás – no quiero que me ayudéis.

- Guerrero Luna, pero… - habló Curador.

- Esta batalla es mía… dejármela a mi… y pase lo que pase, no os metáis – miró hacia delante – estás listo?!.

- Cuando tu quieras…

Guerrero Luna cerró los ojos y en cuestión de segundos y delante de todos, pasó de ser Guerrero Luna a la Reina Selene con su cetro entre sus manos.

- Tan poca confianza tienes en ti que te has transformado en la Reina que nunca llegarás a ser?.

- Eres demasiado engreído Amón Ra, ya es hora de que alguien te mande al lugar del que viniste y que nunca debiste haber salido.

- Esto va a estar interesante…

Amón Ra cogió su bastón "deyed" y se preparó para luchar.

Él fue el primero en atacar, con un solo golpe de su bastón lanzó su ataque contra la Reina Selene la cual se protegió con su cetro, en cambio, todos los demás se tuvieron que tirar al suelo para protegerse.

Luchando así se tiraron un buen rato, aunque no sabría decir exactamente cuanto tiempo fue.

- Ya estoy cansado de pelear así… entremos en acción…

Amón Ra se abalanzó contra la Reina Selene luchando pues como se solía luchar, con ataques mas cercanos, golpes, puñetazos, mientras que, la Reina Selene intentaba esquivarlos a la misma vez que atacaba.

Tanto Amón Ra como la Reina Selene de los golpes que había recibido estaban magullados y mal heridos y Amón RA, aprovechando esos momentos lanzó un fuerte ataque el cual la Reina Selene no se esperaba dejándola tirada en el suelo sin moverse.

- No… - Destructor cogió a Júpiter del brazo.

- Pero…

- Guerrero Júpiter… - se oyó decir a la Reina Selene – te prometo que acabaré con él… - dijo con mucha dificultad y levantándose de la misma manera.

- No puedes mantenerte en pie… - Amón Ra reía.

- Me cueste lo que me cueste, te mataré…

Delante de ella apareció el Cristal de Plata con la forma de una flor de loto el cual se unió a su cetro junto con Júpiter, Destructor, Creador, Curador y el Señor del antifaz que se había convertido en el Rey Endimión, desde la distancia, le dieron todos sus poderes.

- Chicas… ayudarme… - dijo para sí misma sintiendo los poderes de todas sus amigas – Amón Ra, éste va a ser tu final!.

Con un gran odio, puso todas sus fuerzas en ese último ataque y aunque lo tenía casi ganado, Amón Ra no se quería dejar ganar tan fácilmente.

La Reina Selene empezó a sentir que no podía aguantar mas y que sus fuerzas flaqueaban, cuando notó unas manos sobre las suyas… miró a su lado y ahí estaba Seiya, vestido como un auténtico Príncipe y con un rostro tranquilo y seguro.

- Seiya… - casi susurró.

- No te voy a dejar nunca sola princesa – le sonrió – sabes que nunca lo haré.

La Reina Selene sonrió y junto a Seiya, volvió a coger fuerzas sacándolas de donde no tenía para acabar de una vez por todas con esa cosa.

Fueron pocos minutos más lo que estuvieron así hasta que Amón Ra sucumbió ante aquel poder.

Después de eso, Guerrero Luna cayó desmayada al suelo, todos los demás corrieron hacia ella, Kei la cogió en brazos y esperaron a que se despertara.

Sin saber como, volvieron aparecer de nuevo en el parque por el cual habían entrado a aquel lugar.

Amy, Ray y Carola aparecieron junto con Timmy, Raquel y Vicky para juntarse con todos los demás llenas de alegría mientras que Bunny seguía desmayada.

- Seiya…

- Es hora de que me vaya princesa.

- No… - sus ojos se pusieron llorosos.

- No puedo quedarme aquí contigo…

- Porqué?... porqué?!... – comenzó a llorar.

- Te quiero princesa, te quiero muchísimo… - empezó a desaparecer.

- Seiya… Seiya… Seiyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!! – despertó con la cara empapada por las lágrimas.

- Bunny… - Kei le habló.

- Kei… chicas…

- Nos has salvado Bunny… - le dijo Ray – gracias.

- Si, gracias Bunny – le dijeron todos.

- Chicas…

- Bunny… - giró la cara y miró a Kei.

- Kei… sus ojos se volvieron a poner llorosos – Kei… - lo abrazó llorando.

Todos los demás comenzaron hablar puesto que se sentían lo que le pasaba a Bunny, pero si Seiya no había aparecido, nada podían hacer.

Bunny estuvo llorando un rato hasta que Kei la separó de su regazo y le limpió las lágrimas mientras la miraba y fue entonces cuando Bunny sintió un cálido beso en la mejilla que la hizo quedarse parada e inmóvil.

- Te quiero… - le susurraron…