Primero que nada como ya saben los personajes le son de s. meyer, y la historia a Oriana de la Rose, yo solo me adjudico la traducción.

HOLAAAAAAAAAAA AQUI ANDO DE REGRESO, DANDO LATA, PERO AHORA CON UNA TRADUCCION QUE ESPERO LES GUSTE, ES MI PRIMER TRADUCCION OJALA ME QUEDE BIEN Y LES GUSTE CHICAS!!!, LA IDEA ORIGINAL ES DE "Orina de la Rose" , ESPERO QUE LES GUSTE Y AQUÍ LES DEJO EL SUMMARY Y EL PRIMER CAPITULO.

Summary.-Edward Cullen tiene dos trabajos: Modelo de ropa interior y Juguete Sexual. Alice lo contrata para que sea el stripper en la fiesta del cumpleaños numero 20 de Bella, la atracción con el es instantánea. Ella descubre que el es su nuevo juguete. Ahora Edward tiene una nueva amaque complacer…

SEX TOY

BPOV

-¡Feliz Cumpleaños!-. Los gritos estallaron tan pronto como abrí la puerta de mi pequeño departamento. Gruñí cuando vi a Rosalie, Alice y Angela salir detrás de mi sillón, y otros muebles.

-Chicas no tenían que haberlo hecho-. Les dije muy seria. Odiaba mi cumpleaños, siempre lo hice, y hoy no era la excepción. A partir de hoy dejaba de ser una adolescente. Ya era una mujer de veinte años en la universidad, en camino de convertirse en una periodista. Mire alrededor de mi transformado departamento, suspire resignada. Debí haber sabido que Alice lo haría a lo grande. Había papel crepe por todas partes, y algunos regalos en la mesa del Café. Un pastel en el mostrador de la cocina, Había algo rosa en cada parte de mi departamento –Velas rosas, servilletas y platos rosas, claveles rosas ¡Todo Rosa!-

-Por fin tienes veinte-. Dijo Rose emocionada- ¿Creo que te tomó suficiente tiempo no?

Me reí. –No puedo evitarlo, si soy mas joven que ustedes por un par de meses.

¿Por qué parece que Pepto-Bismol vomitó en mi departamento?-

-Hora de lo regalos- Dijo Angela cuando Rose ignoro mi pregunta.

-Yo primero.

Suspire. -Pensé que el pastel venía antes que los regalos-

-No por aquí, ahora ábrelos-. Ordenó Alice juguetonamente. –El mío es el último.

Rose me obligo sentarme en el sillón, mientras que ellas se sentaban a mi lado con impaciencia. Tome una respiración profunda, agarre el regalo de Angela, traté por lo menos de estar emocionada, después de todo, ya habían comprado mis regalos y adornado el departamento. Era lo menos que podía hacer. Comencé a desenvolver el regalo.

-¡Oh Bella, Vamos!-. Me apresuro Alice.- Juro que nunca había visto alguien de tu edad desenvolver un regalo. ¡Solo rompe la maldita cosa!

Le di una mueca juguetona y seguí con cuidado abriendo el regalo, quite la cinta de forma que el papel no se rompiera.

-Gracias Angela-. Le dije sinceramente. Para ser honesta estaba complacida por su regalo. Era un lindo top azul obscuro que parecía algo que una modelo podría vestir. No quería pensar cuanto le había costado.

-Es hermoso, gracias-. Le di un abrazo fuerte, antes de pasar al regalo de Rosalie.

-Estos dos son de mi parte-. Comenzó Rose, dándome los dos últimos regalos con una envoltura muy colorida. Su sonrisa maliciosa me dijo que no serian tan inocentes como el de Angela. De repente temí abrir el regalo envuelto en color rojo. Sabia que me arrepentiría tan rápido como lo abriera. Rápido, pero con cuidado abrí los regalos.

Lo vi con curiosidad, era algo en forma de cilindro hecho con algún tipo de plástico, era como dos pulgadas de ancho y seis o siete de largo.

-Lo compre nuevo, ¡Claro!- Rose me dijo-. Lo saque de la caja, para que no puedas regresarlo.

No tengo idea de lo que es, pensé amargamente. Lo gire en mis manos, tratando de averiguar que era, de repente comenzó a vibrar en mis manos, grite y deje caer esa cosa como si fuera un hierro caliente, callo en mi regazo y lo patee rápidamente.

Alice y Rosalie comenzaron a reírse mientras que Angela rio tímidamente, me gire para verlas enojada.

-Honestamente Bella-. Me dijo Alice mientras se agachaba para recoger esa maldita cosa. -Es solo un vibrador.

-Creí que tal vez tú quisieras…liberar tu frustración- dijo que tú no tienes novio, que te ayude con eso.

-Ella fue muy considerada, ya sabes-. Dijo Angela, ¡Oh no!, ella también, ¿Todas mis amigas son más sabios que yo, en cuanto ese tipo de cosas?

-Te sorprenderías que puedes tener, usando el vibrador.

-¡Wow Angela!-. Vitoreo Rose y le dio un codazo juguetonamente en las costillas. Ella se sonrojó, casi tan fuertemente como yo.

-¡Oh Dios!-. Murmure ocultando mi rostro entre mis manos, estaba completamente roja de la vergüenza. Seguramente esto era como estar en el infierno.

-No olvides mi otro Regalo-. Dijo Rose.

Rechine mis dientes y cautelosamente abrí el otro regalo de Rosalie, esperando que no fuera otro vibrador o una cosa peor. Pero solo era un recipiente con una etiqueta que decía "Limpiador de Juguetes", me sonroje aun mas, si es que eso era posible. Estaba segura que nunca volvería a la normalidad, mi cara siempre estaría rosa.

Después mire curiosamente a Alice - ¿Dónde esta tu regalo?-. Pregunté sin darme cuenta, me sentí culpable, ¿Y si ella no había tenido dinero para comprarme un regalo? Pero eso era estúpido Alice, era la persona mas rica que conozco, gasta el dinero tan fácilmente como respira, pero ¿Y si no había tenido tiempo?…

Sin embargo Alice me sonrió ampliamente y se movió con emoción en su asiento.

-Estará aquí en unos aseguró.

-¿Recuerdas cuándo te dije que te daría el mejor regalo de todos? Me lo podrás agradecer después.

Justo cuando ella termino de hablar, la sirena de la policía se escucho afuera, brinque en mi asiento y me apresure a llegar a la puerta que da a mi balcón. ¿Qué diablos estaba pasando? Solo había un coche, que no parecía un carro de policía. Solo era un carro blanco, sonando las sirenas desde adentro, quizás alguien había tratado de entrara a un departamento y la policía venia a checar.

Pero eso no explica el Dios que salió del coche.

EPOV

-------------------------------------------UNAS HORAS ANTES ESA NOCHE------------------------------------------

-Tienes una fiesta de cumpleaños esta noche y tienes que ir- dijo Emmett-. De Policía.

Asentí. Así que querían un Oficial de Policía que entrara y detuviera a la cumpleañera… o cumpleañero, me estremecí con ese ultimo pensamiento, tengo reglas personales que nunca rompo 1) Nunca nada con un menor de edad, 2) Nada remotamente Homosexual. Sabía que Emmett no me daría un trabajo con el que no estuviera de acuerdo, ha sido mi jefe por tres años y siempre ha sido considerado conmigo.

-¿Es solo un contrato?é mientras buscaba a través de mi armario el uniforme de Policía.- ¿Nada mas tarde?

-Tú estarás con Bella Swan por veinte días. Ya revisé sus antecedentes y no hay nada, ella esta tan limpio como un silbido.

-¿Cuánto cobraste?

-Veintidós mil-. Arque una ceja.

-Es un poco bajo el precio ¿No crees?

-Creo que te gustara la chica-. Respondió Emmett con una sonrisa.

-La mujer me dio una foto de ella, aquí esta-. Me entrego una pequeña fotografía. La tome, con la intención de echarle un vistazo rápido, pero mis ojos se mantuvieron inmóviles, la chica de la foto parecía que tenía alrededor de diecinueve años. Era solo una toma de la cara por lo que no pude ver su cuerpo, era bonita – Tenia que admitirlo-, sus ojos chocolates sonreían a la foto, tenia el cabello castaño largo y ondulado alrededor de su cara.

-¿La mujer?-. Repetí sus palabras.

-Su nombre es Alice…Alice Caldier, creo-. Dijo mientras buscaba algo en su bolsillo, hasta que saco un sobre.- Saque mi parte, pero aquí esta tu paga por el próximo trabajo. Ella pago por los veinte días en el paraíso de Bella Swan-

Me asomé en el sobre y conté diecinueve mil dólares, Emmett me sonrío abiertamente y me dijo –Es el cumpleaños numero veinte de la chica-.

Estábamos en mi departamento como siempre, discutiendo acerca de mis próximas tareas, mire mi reloj tenia media hora para estar ahí. Hoy era la primera noche, de veinte días. La primera noche de mi esclavitud con Bella Swan.

Emmett se fue, así que pude alistarme en privado, me puse aceite en mi pecho y los brazos, y me puse el estándar G (Estándar que utiliza la policía) antes de poner la cadena del uniforme, cuando salga del trabajo, como suelo llamarlo, siempre pongo atención a los pequeños detalles, hace que tenga mejores tips. Me fui en el carro blanco que Emmett me dejaba usar para este tipo de contratos. Sujeté la dirección en la mano izquierda mientras manejaba con la derecha, mirando hacia abajo cada ciertas cuadras. Esta noche Los Angeles estaba especialmente concurrido, tuve que desviarme más de una vez para evitar ser golpeado por un conductor borracho.

Prendí la sirena en cuanto me puse sobre la calle correcta esperando no llamar la atención de la policía, para que no me detuviera por suplantación de un Oficial. Me estacioné a lado del edificio de departamentos, apagando las sirenas. Emmett una vez me comentó que las sirenas son un buen toque en esto. Salí del carro y puse mi mano en la pistola descargada que se encontraba en la funda de mi cintura.

Creo que vi algo moverse en el balcón del tercer piso, pero lo ignore. Este edificio es uno de esas antiguas construcciones que no tienen timbre.

Antes de tocar la puerta, tome una fuerte respiración preparándome. En este corto tiempo escuche la voz de mujeres del otro lado.

-¿Tú me conseguiste un stripper para mi cumpleaños?-. Grito una chica. -¡Alice!

-El estará aquí en cualquier momento, así que baja la voz-. Dijo otra voz. –Te gustara no te preocupes-

-Alice, ¿Cómo pudiste hacerme esto?

Esa chica seguramente es Bella, pensé con una sonrisa. Ella no sonaba como el tipo de chica que disfruta viendo los shows de strippers. Iba ser entretenido como funcionaba esto.

Esperaba que la puerta no tuviera seguro…o quizás debería desear que este cerrada, eso podría hacer la entrada mas impresionante, entonces me opuse a esa idea, si estuviera cerrada y tiro la puerta, tendría que pagar por los daños.

Tome la pistola descargada de la funda giré la perilla y dispare.

-¡Todas las personas al piso!-. Grite- ¡Esta es la Policía!

Vi a cuatro chicas tiradas en el piso, con las manos en la cabeza, tratando de protegerse a si mismas. Como simplemente no podía disparar con esta pistola vacía, sostuve el arma en mi mano.

Una de las chicas alzo la cabeza, para mirarme.

-¡Dije con la cabeza en el piso!-. Ordené.

Mire hacia la mesa del café, donde había un vibrador abierto y papel en envoltura arrugado. Sonreí satisfecho ¿Así que era el cumpleaños de la chica?

-¿Dónde esta Bella Swan?-. Use un tono suave.

-Es ella-. La chica Rubia señaló a la morena, que estaba temblando debajo de sus brazos.

-¡Cállate Rose!-. Gritó ella.

Agarre un puñado de su cabello y levante su cabeza suavemente.

-Levántate y haz lo que te digo-. Sus ojos se abrieron completamente, me miro con miedo, me sorprendí por la profundidad de su mirada. Ella luchó por ponerse de pie, pero tropezó y cayó sobre mi pecho, se enrojeció fuertemente y le sonreí.

-Atacar a un Policía-. Comencé poniéndola en la silla de respaldo duro, que estaba en la esquina.

-Eso es una ofensa seria Señorita Swan, me temo que tendré que tomarla en custodia.

Lleve la silla a mitad de la sala cuando se sentó en ella, sus manos se aferraron a la silla temiendo por su vida.

-Voy a tenerte que castigarte y enseñarte algunos modales.

-Wow Bella-. Las chicas gritaron alrededor de ella por mi broma. Risitas nerviosas y gritos se escuchaban alrededor del cuarto.

-Alice ¡Te voy a matar!-. Gruñó Bella.

Me puse detrás de ella, espose sus muñecas estrechamente.

-Nadie te va a salvar ahora-. Le dije con mi voz baja y peligrosa.

-Estas completamente a mi merced, para hacer lo que yo quiera-. Un coro de gritos y silbidos vinieron de las chicas. Trace el cañón de mi pistola en el interior de su muslo, vi que tembló cuando presione en la costura de sus jeans entre sus piernas.

BPOV

Alice va a estar muerta después de esta noche.

Pero Dios, el era el hombre mas sexi y caliente que he visto en mi vida. Pude sentir el frio mental a través de mis jeans y bragas cuando lo presiono de nuevo contra mi centro, le dio una vuelta a la pistola en su mano, como un famoso pistolero del salvaje oeste y la puso de nuevo en su funda, puso la música que tenia en su Ipod que estaba conectado a un set de pequeñas bocinas.

Ascendió hasta llegar a su corbata y la aflojo lentamente trazando el camino hacia abajo y sacándola de el, mi respiración se convierto en nada, no respiraba, parecía que corrí cinco millas, puso la corbata azul alrededor de mi hombros, colgó su mano debajo de la copa de mi pecho. Aunque solo fue un simple toque pude sentir el calor de su mano atreves de mi blusa y brasier. Me quede con la boca abierta por la sorpresa.

Las chicas estaban alrededor gritando como si las estuvieran asesinando.

Satisfecho de la reacción que causo en mi, se erguió y comenzó a desabrocharse rápidamente lo botones de su camisa, dejo a la vista sus pectorales bien trabajador y su abdomen marcado. Casi me desmayo cuando lo vi.

Mis amigas dieron unos gritos ensordecedores, no pude apartar mi mirada descarada de sus músculos ¿Por qué hacia tanto calor de repente aquí?

Se inclino hacia mi y ahí fue cuando me di cuenta que mis bragas están mojadas, ¿Cómo este extraño podía hacerme sentir tan jodidamente caliente? El escurrió la corbata bajándola por mis hombros, hasta que estuvo en mi cadera. Tiro la corbata, haciendo que levantara mi cadera para encontrarme con el, presiono su pelvis dentro de mi, moviéndose en pequeños círculos, gemí y mordí mi labio disfrutando de la sensación.

-Has sido una chica mala, Bella-. Susurro en mi oído con una voz que literalmente goteaba sexo.-Yo, solo soy el hombre que te va a castigar. Y te castigare, tu estarás gritando por misericordia cuando acabe contigo.

-¡Oh Dios!-. Se escapo de mi boca, antes de que pudiera detenerlo.

-Si eres buena y te comportas, quizás te deje ir, después de que termine de castigarte ¿Entendiste?

-S…s..si- Tartamudeé, mi voz sonó pequeña y aterrorizada, forcejé una vez mas contra las esposas que tenia en mi muñeca, fue inútil, estaba atrapada ante este hombre sin camisa que estaba apunto de hacerme quien-sabe-que. Mi corazón comenzó a latirme fuertemente.

-¿Si, qué?-. Su voz estaba llena de autoridad.

-Si, s..s..Señor-. Chille temblando.

El sonrió. –Bueno Bella, tengo un presentimiento, de que vas a ser muy…muy sensible y despacio.

La forma en que lo dijo hizo que mis piernas se me pusieran débiles y sentí como si tuviera mariposas en el estomago. Si hubiera estado parada, mis piernas me hubieran fallado. Alice y Rosalie estaban gritando tanto a mí como al stripper que estaba enfrente de mí, estaba completamente roja tanto por la pena como también por la excitación. Me odiaba en este momento. ¡Estaba enferma! ¿Cómo podía dejar que este…Stripper…me hiciera sentir tan excitada?

Lentamente se quito el sombrero de policía, poniéndomelo a mí, permitiendo que su mano rozara suavemente mi mejilla, mandando chispas directamente a mi centro. Su mano bajo a la parte de arriba de mi blusa, jugando con mí escote, antes de comenzar a bajarlo jadee y luche una vez más.

-De nada sirve luchar-. Ronroneo en mi odio.

-Eres mía ahora-. Se quito el cinturón de la pistola que estaba alrededor de su cintura, lo puso con cuidado en el piso, a lado de mi silla. Vi cada uno de sus movimientos, incapaz de hacer otra cosa. Se enderezo y entonces lentamente desabrocho su pantalón azul marino. Observé como sus dedos bajaron su cremallera exponiendo su piel firme y engrasada.

Por ahora estaba jadeando en la silla, mi pecho estaba agitado, pero trate de esconderlo tomando respiraciones mas profundas para calmarme. Los gritos de los mujeres crecieron en el momento que el se quito lentamente la cremallera. Note que no tenía zapatos ni calcetines, ¿Cuándo se deshizo de ellos?

Se quitó rápidamente los pantalones, estaba agradecida que no fuera del tipo de stripper que literalmente rasgan sus pantalones. Siempre he pensado que es demasiado….Hollywood.

Tan pronto como sus pantalones dejaron su cuerpo, los gritos casi me ensordecieron. Pensé que me desmaye por un momento, empecé a sudar en mis axilas, eso no era una buena señal. Mi mente dejo de trabajar en cuanto lo vi, completamente desnudo, excepto por esa pequeña pieza negra. ¡Dios mío! Puedo decir que solo de verlo era mas largo de lo normal, lanzo sus pantalones a un lado y vi como Angela salto por ellos.

¡No la podía culpar, yo hubiera hecho lo mismo si no estuviera esposada!

Sus labios se curvaron en una peligrosa media sonrisa cuando poso sus ojos en mí, disfrutando verme retorciéndome. Mis jadeos crecieron conforme mas me veía, se dio la vuelta y comenzó a caminar del lado derecho de mi silla, se movía como gato de selva, con poder y gracia, moviendo ligeramente sus hombros y caderas seductoramente, dando vueltas, me di cuenta que el sabia exactamente como hacerme mojar.

Mirándome, corrió sus manos por su pecho lentamente, estaba indefensa de hacer cualquier cosa para detenerlo pero yo seguía luchando con esta maldita silla. No podía decir si iba a matar o besar a Alice cuando esto terminara, después se puso detrás de mí y no pude verlo.

De repente mi corazón se acelero, fue mucho peor la expectación cuando no pude verlo, sentí como unos dedos acariciaban mi cabello y luego mi cuello. Sentí unos labios que se presionaban en el área de debajo de mi oído, jadee y gemí.

-Sabia que eras una niña traviesa-. El murmuró sexymente en mi oído, solo podía escucharlo yo. –Me gustan las niñas malas.

Pensar racionalmente era imposible. Tuve que enfocarme en recordar respirar, una parte dentro de mí quería decirle que no era chica mala. Yo era la matada que se sentaba hasta enfrente en el salón y tenia buenas calificaciones, era la que nunca se metía en problemas o bebía hasta ponerse tonta.

Se movió a mi izquierda y lo pude ver de nuevo con esa pequeña tanga negra que muy apenas cubría su pene.

¡Oh Dios, lo tenia tan duro!

Esta vez, estaba segura que me desmayaría.

Se subió a mi silla, poniéndose a horcadas mía pero poniendo todo su peso restante en mis piernas. Rose y Alice estaban muy metidas en los gritos, por tanto Angela, podría decir ella la que gritó.

-¡Bella!- gritaba-. Wow.

El sonrió descaradamente, luche de nuevo con el, resistiéndome. Se levanto sobre sus rodillas entonces tuve mirar hacia arriba para ver su cara. ¡Oh Dios! Maldición olía absolutamente pecaminoso. Presionó su erección contra mi estomago, casi saliéndose de esa pequeñita cosita negra que lo protegía, luego se corrió hacia arriba y abajo en mi vientre, haciendo hacia arriba mi blusa en el proceso. Sus manos jugaban con la piel expuesta en la parte de atrás arriba de mis jeans. Tuve que retener un gemido.

-¡Ayúdame Alice!- .Le grite cuando el presiono su mano en mi entrepierna.

-Ya te lo dije antes y te lo vuelvo a decir-. Me gruñó – Eres mía para hacer lo que yo quiera y te va a gustar esto, pequeña señorita humedad-Sonrió satisfecho por mi expresión de shock.

-Si, siento cuan mojada estas y vas a tener un océano ahí antes de que termine contigo.

¡OH DIOS MÍO! Rodé mis ojos para atrás cuando sentí que presiono su cara contra el espacio entre mis pechos, sus manos recorrían de arriba abajo mis muslos, sin tocar mi centro de nuevo.

-Eres mi prisionera ahora, Bella Swan-. El siseo en mi oído, volvió a destrozarme. Esta vez el gemido que estaba creciendo en mi lo deje escapar. Todo mi cuerpo se sentía como gelatina, siguió con sus movimientos sincronizados con la música, lentamente y eróticamente.

Su mirada me observaba hacia abajo, una sonrisa burlona se dibujo en sus labios, mientras que yo luchaba con el, el se levanto en sus rodillas, así que tuve que alzar la mirada.

Sus labios se presionaron fuertemente contra los míos, moviéndose en nuevas y extrañas formas contra mi boca, se comió mis gemidos y me dio una pequeña prueba del sabor de su lengua, sus manos acunaron mis senos los apretó bruscamente antes de que se separara. Respiraba con dificultad y jadeaba. Mis pulmones ardían de ese beso tan largo.

Se bajo de mi cuerpo, dándole besos a mis pechos encima de mi blusa. Una o dos veces sentí el calor de su lengua amortiguado por la blusa. Exhaló aire caliente sobre mis pechos y en mi entrepierna. Grite, chille y luche de nuevo contra las esposas. Después lamio mi entrepierna.

-¡Dios! sintiendo la humedad que salía de mi. El continúo besando mis piernas, el interior de mis muslos, antes de regresar.

-El no te ayudara, lo sabes ¿No?, eres mía para castigarte-. Dijo dándome un beso muy profundo. Los gritos comenzaron a lastimar mis oídos, acuno mi cara entre sus manos, su trasero desnudo estaba sentado ligeramente en mis piernas, cuando tomo el mando de mi boca con la suya. Su lengua danzaba con la mía sensualmente, le regrese el beso, no podía hacer nada, mas que dejar que mi cuerpo me guiara, estaba segura que estaba muy roja en este momento.

-Pruébame Bella-. Me ordeno- Prueba en cualquier parte que quieras.

Me miro a los ojos, note como brillaban sus ojos verdes sobrenaturales, eran diferentes a cualquiera que haya visto, me sonroje en de doce diferentes todos entre rosa y rojo.

-¿Q…q…Qué?-. Balbuce como idiota.

-Pruébame-. Dijo mientras me sonreía.

Estaba completamente claro lo que el quería decir, pero yo no pude actuar, estaba congelada en la silla.

Lentamente movió mi cabeza hacia su pecho, titubeante me incline hacia delante ligeramente, lamiendo su pecho, rozando su pezón.

-¡Wooow!-. Estalló en mi oído.

Me sonroje y me tire hacia atrás, pero maldición, el sabia tan bien. Me pregunte que se habría puesto en el cuerpo antes de venir aquí porque sabía más rico que cualquier cosa que había probado antes.

-Entonces hay un diablo dentro del ángel-. Ronroneó, con una sonrisa de satisfacción.

Me sonroje aun mas y baje la mirada, me hizo gemir de nuevo soplando aire caliente en el pliegue de mis jeans, ahora estaba jadeando e inclinándome en la silla.

Después de un tiempo, decidió que había tenido suficiente. El me dio el más provocativo y sensual baile que jamás había experimentado. Trate de no pensar en el hecho de que es el único baile sensual que me han hecho. Estaba tan excitada que me sentía como una chico puberto caliente. ¡Maldición, era tan bueno!

Después de haberme liberado de las esposas, me levante tratando de no tambalearme con muy mojadas bragas y jeans. ¡Esto fue demasiado embarazoso!

Alice se rio tontamente y me gritó- ¡Feliz Cumpleaños Bella!-. Me sonroje, mantuve con cuidado mis piernas juntas cuidando que no se viera el área mojada.

-¿Y adivina qué?-. Continuo.

-¿Qué?-. Dije mal, necesitaba irme a cambiar.

-¡Hay mas!

-¿Mas? ¿De qué estas hablando?-. Dije mirando al dios que estaba a lado mío.

-Bella, Este es Edward-. Dijo Rose, presentándome al increíblemente sexy y sensual hombre que estaba a lado mío.

-Ayude a Alice a planear todo esto. ¿No estas feliz?

-Y…o….yo tengo que irme por un segundo-. Murmure antes de darme la vuelta para irme.

-¿Todavía no te imaginas cual es la parte de mas?-. Dijo Angela, me gire sobre mis talones, ¡Ella también no!, supongo que Angela no es tan inocente como pensaba si ella ayudo a Rose y Alice a planear esto.

Sin esperar por su respuesta dio unos pasos hacia mí y me presiono fuerte contra su cuerpo. Se había puesto ya sus pantalones, pero aun seguía sin camisa, estaba literalmente fundida en sus brazos.

-Soy tu juguete ahora-. Dijo en mí oído con voz más suave que el chocolate derretido.

-Por veinte días voy a hacer que te vengas tan duro que se escuchara tu grito de éxtasis dentro de toda la semana que viene.

Mis rodillas se doblaron, pero el me sostuvo instantáneamente. –Oh Dios mío-. Jadee.

-En estos próximos veinte días, soy tuyo para que juegues conmigo. Soy tu juguete sexual personal.

-Y…yo necesito ca..cambiarme-. Alcance a decir

Podría darme unas cachetadas a mi misma en este momento, acababa de admitir que estaba completamente mojada, delante de mis amigas, escuche sus risas divertidas, trate de no hacerles caso.

¿Era de verdad? ¿Era mío por veinte días? Tenia que estar bromeando. ¿Por qué querría tocarme este Dios por una hora y mucho menos por tres semanas?

-Supongo que he cumplido mi trabajo entonces-. Dijo sonriéndome.- Siempre cumplo mis promesas.

¿Veinte días?...Eso iba a ser el cielo, me pellizque para ver si estaba despierta, y que esta no fuera una de mis fantasías, Edward iba a ser mi juguete sexual por casi tres semanas.

De pronto sentí mis jeans más húmedos.

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ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO CHICAS!!!!!