¡Hola! Soy Nalu y aquí me presento con una nueva loca idea de mi mentecita... espero les guste tanto como a mí. ¡Así que este fic comienza!
Summary: Luego que Bella es convertida, Edward le ofrece el mundo y el mismo, pero ella no quiere ser vegetariana y menos a él. Pero no será tan facil deshacerse de el Doctor Edward Cullen.
VAMPIRA REBELDE
Capitulo 1 – Tu
"Tu que sigues sin llegar que estas al otro lado de este mar de gente que camina sin mirar, Tu que sabe que estoy yo contigo en esta desesperación por que seguimos separados Tu a quien yo llamo tu esa mujer que no conozco aun que tanto extraño …ohhhhh tu"
Jeremías - Tu
-¡Dr. Cullen!
-¿Qué tenemos?
-Viene una emergencia, hubo un accidente de autos en la autopista, dos autos chocaron, uno de ellos perdió el control
-¿Heridos?
-La única sobreviviente
-¿Qué tan grave?
-Viene a 5 minutos. Parece que tiene uno de los pulmones obstruidos, varias contusiones en la cabeza…
-Bien, preparen el quirófano 2. Avise también a las enfermeras libres
-Ahorita doctor –contesto la enfermera saliendo de la sala de estar de los doctores donde se encontraba el doctor Edward Cullen.
Viéndose increíblemente joven como para tener 28 años, el doctor Cullen era toda una inminencia dentro del hospital de Chicago. Recién graduado de la universidad de medicina de Harvard ya con una maestría en traumatología. Su pelo dorado se mantenía despeinado y sus ojos dorados hacían suspirar a cualquier chica que pasara frente a el.
Edward lucia relajado mientras leía el periódico, estaba tomando un descanso de 5 minutos para mantener las apariencias. Se supone que quien toma un turno doble no luce tan bien como el.
El hospital de Chicago estaba constantemente en movimiento, jamás habría un día tranquilo, y peor ahora que la noche ya había llegado, y hoy no era la diferencia.
El Dr. Cullen salió de la sala, escuchando como todos se comenzaban a alterar ante el percance sucedido… venía la única sobreviviente y eso quería decir que las demás personas una o varias habían fallecido, entonces debía esperar lo peor.
El comenzó a caminar por el pasillo observando por la ventana de cada habitación abarrotada de varios pacientes al igual que la gente que había en los pasillos ante la falta de recursos, era un chequeo de rutina, escuchando el ritmo de sus corazones, monitoreando sus pensamientos….
-¡Doctor! –gritó una paciente desde dentro de una de las habitaciones
Era una anciana recostada en su cama, tenía el pelo blanco y manos llenas de machas de la edad
-Buenas noches, señora Jazmine, ¿Cómo se encuentra hoy?
-Mejor que ayer –le sonrió la viejita. Apenas dos días antes había tenido un derrame que la había imposibilitado de moverse con soltura y le costaba hablar
-Muy bien
-¿Cómo esta usted?
-¿Yo? Bien…
-Es tan grato verlo, Dr., usted siempre tan bueno
-Pensé que teníamos confianza –le sonrió
-¿Usted sigue pretendiendo que le diga Edward? No, no puedo
-Yo la llamo por su nombre –la viejita rió
-Porque soy una vieja…
-Una guapa –la señora sonrió
-¡Dr. Cullen! –gritaron en el pasillo- ya viene la emergencia
-Discúlpeme, señora Jazmine, vengo luego
Edward salió al pasillo abarrotado de personas cuando justo las puertas del ER se abrieron de golpe y con el una fuerte ráfaga de viento. La ráfaga de viento hubiera sido pasada por alto si no hubiera traído consigo ese aroma tan excepcional.
Inmediatamente Edward, escucho los corazones acelerados y un suave latido, débil, el mismo corazón que bombeaba aquella dulce fragancia.
Sus ojos todavía eran claramente dorados pero la garganta le ardió al sentir el olor de la sangre humana. Sus músculos se tensaron y sintió todos sus pensamientos nublados. Era algo que jamás había sentido en su vida, en mas de 170 años que no probaba sangre y ahora casi había logrado ser como Carlisle, indiferente pero aquello no era nada que hubiera conocido.
-¡Dr. Cullen! –la camilla ya casi había llegado a su lado y podía visualizar ala mujer reposando en ella, el olor lo estaba cegando y se hacía mas fuerte
-¿Qué tenemos? –preguntó al paramédico tratando de alejar su pensamiento de la fragancia
-Conductora de la camioneta, ya esta estable y consiente –dijo el paramédico- varias costillas rotas, posiblemente el pulmón perforado, varias contusiones y cortes y una dislocación
Dejo de escuchar lo que el paramédico le decía cuando fijo sus ojos en la mujer bañada en sangre que lo observaba. Tenia la cara golpeada y llena de sangre seca, tenía los ojos hinchados de llorar y una lagrima todavía resbalaba por su mejilla. Sus ojos chocolates brillaban, y seguramente los suyos también lo hacían porque el también sufría pero por una razón diferente
Aquí es donde viene la pelea interna de un deseo egoísta de saciar su sed contra su labor comprometida como doctor y salvar su vida
-…pero esta consiente –concluyo el paramédico. Los ojos chocolates pasaron a observar a su alrededor y Edward intentó nuevamente poder componerse- se llama Bella Swan de 20 años
-¿Bella? –los ojos marrones volvieron a él.
El ardor de su garganta se incremento al ver el baño de sangre en el que se encontraba y si su corazón latiera se hubiera detenido al ver la profundidad de su mirada atemorizada
-Soy el doctor Edward Cullen… ¿Cómo te sientes? –inmediatamente se patio mentalmente a si mismo por haber hecho esa pregunta tan estúpida pero ella sonrió ligeramente
-Podría estar mejor –susurró. Edward no pudo evitar sonreír y sus músculos se relajaron ligeramente
-Doctor hay que llevarla al quirófano –dijo la enfermera.
La camilla avanzo y Edward la seguía de cerca viéndola. El olor atormentaba su mente, era como mantenerse lejos de lo más delicioso que has probado en tu vida.
Rápidamente llegaron ala sala de operaciones.
El era un doctor y uno profesional, el no iba a arriesgar la vida de una paciente que al parecer era su "Tua Cantante" alguien que jamás habría creído encontrar, incluso aunque su hermano le decía lo contrario. Pero que su sangre le cantara casi a gritos no sería un impedimento para salvarle la vida.
Descubrieron el cuerpo de Bella y un escalofrió le recorrió por todo el cuerpo, había visto situaciones parecidas y ninguno había sobrevivido ante semejantes heridas, ahora ya se encontraba inconsciente por la anestesia pero seguía bañada en su propia sangre y había varias hemorragias que no cesaban.
-Solo un milagro la salvara –dijo el anestesista- los otros pasajeros no sobrevivieron… no puedo imaginar la magnitud del accidente…
-¿Dr. Cullen? –dijo una voz lejana- ¿se encuentra bien? –el asintió tratando de dejar de pensar en saciar su sed. Debía enfocarse en ella, solo en ella
Podía imaginar el nivel de la colisión y no le extrañaba que hubieran muerto el resto de pasajeros, que según sabía era el padre de la chica, Charlie Swan, el jefe de policía del distrito norte, viudo de 10 años, y el conductor del otro auto.
A la chica no le quedaba ya nadie, y en su record aparecía como mayor así que nadie tenía la obligación de hacerse responsable, definitivamente le quedaría el patrimonio de su padre pero ¿qué tanto seria?
Ella iba manejando y el golpe contra el timón había obstruido su pulmón, y causado una hemorragia de la cual desconocían las procedencia, fue preciso abrir su pecho y separar las costillas que aún no estaban rotas. Su corazón parecía débil y fue cuando debió tener más fuerza, el corazón esta literalmente en sus manos bombeando al borde la muerte
Pero esa era la diferencia, estaba al borde de la muerte pero no muerta
Estuvieron por horas y los problemas de su sistema parecían persistir, sus labios estaban blancos de la cantidad de sangre que había perdido. Sus signos estaban débiles, y debieron entubarla.
El latir de su corazón comenzó a ser cada vez mas débil, cada latido era cada vez mas suave
-Carguen paletas a 50
-¿Doctor? –pregunto la enfermera
-Carga a 50 –dijo en voz resonante en el justo momento cuando su corazón se detuvo
-Carla lista
-1, 2, 3 despejen –eso basto para que el corazón volviera a latir, pero solo algunas de las tantas hemorragias había sido lograr da de detener. Edward sentía que con cada segundo perdía la batalla contra la sed y el dolor, llevaba ya demasiado tiempo y esta al borde de ceder
-Llamen al Dr. Harper enseguida –la enfermera lo vio dubitativa pero salió para regresar unos minutos después acompañada de el doctor rubio.
-Hazte cargo –le dijo antes de quitarse los guantes y salir del quirófano casi corriendo
Aspiro el aire puro y limpio cuando salió a la entrada de llegada de ambulancias del emergencia. Otras dos nuevas ambulancias llegaban con heridos
-Doctor –dijo un paramédico que se bajo de la ambulancia
-¿Qué hay? –entraron de vuelta al hospital
Mientras atendía a una persona con heridas menores se sintió culpable, débil y sobretodo cobarde ¿por qué había huido? Ah si, para no matarla... ese aroma, era tan exquisita, su mente comenzó a volar cuando su teléfono vibrando lo hizo recapacitar
-Hola Alice –sonrió nervioso
-Edward Cullen, debías haberme llamado
-Lo siento, no he tenido un segundo libre, ha sido un día ajetreado
-si lo se, pero ¿tienes todo listo?
-Si, el otro sábado salgo para allá, tal y como te dije ayer
-No puedo esperar, es increíble que al fin vengas a visitarnos
-Alice no han pasado ni 3 meses desde mi última visita
-¡No importa, esta es especial porque estrás mas de 2 días!
-Ya te explique porque debía irme
-Trabajo, lo se, pero ahora pasara todo un mes con mostros
-Alice...
-Es el aniversario de Carlisle y Esme! Y no has descansado en 7 años, si te pagaran el dinero de tus vacaciones y indemnización y el banco quebraría, si no les das tregua –Edward rió
-Tranquila, ahí estaré el otro sábado
-¡¡12 días y contando!!
-Si, no te preocupes
-Bien –dijo Alice suspirando- debo irme, te llamo mañana para seguir la cuenta regresiva –y colgó antes que Edward pudiera decir algo
Unas puertas a metros de el se abrieron y salió el Dr. Harper. Edward debió contener el aire, venia bañado en sangre
-Esta estable, delicada pero estable ¿qué te sucedió? –los ojos celestes del doctor examinaron a Edward
-No lo se, creo que me ha faltado no desayunar
-Tu jamás comes bien –Edward sonrió
-¿Cuál es su estado exactamente?
-Perdió mucha sangre, la reserva que tenemos no alcanza para ella, debemos comenzar la transfusión y conseguir sangre, sus órganos están dañados y debemos esperar 24 horas para el progreso –a sus espaldas salió la camilla
-¿La transferirán al intensivo? –preguntó Edward. Harper negó
-Esta lleno
-Esto esta cada vez peor
-Y peor serán cuando te vallas –dijo Harper- ¿por cuánto? ¿un mes?
-Apenas hoy por la mañana solicité mis vacaciones y ya lo sabes
-El hospital entero los abe, tu eres el único que se ofrece a tomar turnos dobles y sonríe todavía cuerdo, anquen tus ojeras están mas marcadas
-Cansancio –contesto tajantemente
-No es de extrañarse
Segundos, minutos, horas o días, no días no. Edward seguía con s ronda de pacientes pero no se podía sacar a la chica de la mente, ¿era su sangre? o ¿que lo que había despertado en el esa curiosidad y ansiedad?
Dentro de su record, Bella Swan seguía apareciendo como su paciente, así que debía chequearla, pero como un niño pequeño y nervioso paso 1, 2 hasta 3 veces frente a la su habitación sin entrar, sin siquiera guiar su cabeza hacía ella, el escucha específicamente la maquina conectada a su corazón, el latir era débil y suave, y su respiración artificial por el tuvo de la traqueotomía que tuvo que hacer. Tan dañaba estaba todo su cuerpo que estaba en observación a la espera que una cama fuera desocupada del intensivo.
El seguía pareciendo como el doctor encargado así que después de pensarlo entró. Ella permanecía con los ojos cerrados, ya estaba limpia y había varios tubos que le llevaban suero y sangre. Observó su rostro con atención, ahora ya limpio.
Su piel era blanca con tono sonrojado, un cardenal marcaba su rostro pero no dejaba de ser bella, son las suaves líneas de su rostro, sus labios rellenos y pelo castaño. Y por su mejilla caía una lagrima... ¿estaba llorando?
-¿Bella? –susurró acercándose mas mientras la garganta le escocía. Vio como movía los ojos bajo los parpados y lentamente los abría.
Observo una vez mas sus grandes ojos marrón llenos de lagrimas, su rostro golpeado reflejaba el dolor de toda la situación, ella no podía hablar por el tubo pero lo observo por un largo momento, el se quedo inmóvil, incluso dejó de respirar, pero ella no aparto la vista
-¿Bella? ¿cómo te sientes? -una minúscula sonrisa amarga asomo en sus labios carmín, el mismo descubrió que quería escuchar aquella suave voz que había salido de sus labios antes- tengo que chequearte ¿tengo tu permiso? –ella se giro y asintió ligeramente.
El de pronto lo notó. No la podía escuchar, había estado tan sediento que no lo había notado pero ante ella estaba una muda mental… eso le agregaba algo mas a la lista extraña que se había comenzando a formar en su cabeza preguntándose que tenia esa chica de especial.
Suavemente aparto el cabello que caría sobre su rostro y observó con una lamparilla sus pupilas, reviso el suero y unas cosas más.
Retiró las sabanas que la cubrían con suavidad.
-Esto tomara un segundo, necesito que hagas lo que te pido –ella entorno los ojos- mueve tu mano izquierda –con dificultad la alzo ligeramente y movió los dedos- ahora la derecha –lo repitió y el asintió
Con delicadeza tomo sus tobillos descubiertos y se sorprendió aún mas al ver la blancura de su piel, el contacto al tomar su tobillo fue tan suave y terso. Lo alzo ligeramente –necesito que flexiones tu rodilla –paso un momento y nada- ¿Bella? ¿puedes flexionar tu rodilla? –Bella alzó el rostro y lo vio con los ojos llenos de lagrimas, su rostro se congestionó y entonces él lo entendió –probemos con la otra –con el mismo resultado, era una verdadera molestia no poder escuchar nada, ¿cómo saber que sucedía? Era como estar ciego.
El corazón de Bella se aceleró de golpe. Edward la volvió a cubrir y se acercó nuevamente, sus ojos chocolates estaban llenos de dolor, Bella movía la boca pero no salía voz de ella, parecía querer gritar, y sus ojos no dejaban de llorar
-Bella, Bella, tranquilízate, te chequearemos bien puedo ser que no haya pasado el efecto de la anestesia, Bella tu estado es delicado, no puedes permitirte empeorar
Ella negó con la cabeza. Realmente no entendía y deseaba saber que pasaba por su mente, ella movía os labios desesperada por hablar pero no comprendía
-Bella –ella enfoco sus ojos en el- todo va a estar bien –Bella lo observaba y articulo con los labios era como hubiera algo de importancia que sucedía con ella pero entendía- bien te quitare el tubo un momento y podrás tan solo susurrar por un momento ¿te parece? –ella se tranquilizó y asintió
Edward notó como siempre todo el hospital estaba alterado y no reparaban en el. Retiro el tubo y ella tomo aire antes de hablar con voz trémula y ronca
-¿Y mi padre? –sus ojos se llenaron de lagrimas- ¿y Jake? ¿Donde están? –
Edward se quedo congelado. Aquello no lo había pensado, había creído que le exigiría una explicación de lo sucedido con ella pero no. Ella no pensaba en ella misma y de seguro había notado la parálisis en el resto de su cuerpo.
Y de pronto Edward se sintió furico, tal vez ella no estaba paralitica si se hubiera quedado el y la hubiera operado. Edward volvió a colorar el tubo y se acero acariciando su cabeza
-Bella –ella lo observó- fu un accidente muy fuerte, el único acompañante era tu padre, tu te golpeaste contra el timón y te quebraste las costillas perforando el pulmón –ella negó y gesticuló con los labios "papa" "Jake"
-Bella, tu papa... murió –sus ojos se llenaron de lagrimas
Una enfermera entro con otro paciente en silla de ruedas
-Dr. Cullen –el se giro ligeramente- debemos transferirla a la señorita Swan y estamos escasos de cuartos...
-¿a dónde?
-Al aérea de medicina femenina, mientras se espera en el intensivo pero para mientras estará en el pasillo, vienen otros mas graves
-Señorita Collins, no la puede dejar en el pasillo
-Hable con el Dr. Jacksville –le contestó la enfermera tajante
Edward se giró a Bella, ella observaba por la ventana ajena a todo. Edward salió de la habitación, sintonizó su voz para tranquilizarse y se acercó al cubículo central
-Dr. Jacksville –un hombre que aparentaba unos cincuenta, se giro y con rostro desdeñoso contesto
-¿si Dr. Cullen, en que le puedo ayudar? –"para que deje de estorbarme"
Edward sabía que se lo diría en su cara si tan solo no hubiera tanta gente alrededor, pero el Dr. Mannuel Jacksville no aculataba su desagrado hacía el
-Hay que transferir a la señora Swan –le mostro el historial, y el lo ojeó
-¿Y yo que tengo que ver?
-Ella tiene una habitación y la desean dejar en el pasillo mientras espera la transferencia
-Eso antes no ha sido un problema con los demás pacientes, sabe bien que no tenemos espacio. Ha habido otro accidente y nos vienen mas enfermos, no dejare que alguien muera desangrado porque una chica descuidada choco el auto de papi –contesto devolviéndole el historial
-Ella no esta estable
-como la mitad del hospital, no Dr. Cullen
Edward se giró, necesitaba vacaciones, se volvería loco y tal vez debería tomarse vacaciones permanentes de aquel lugar
Edwards salió del ER para facilitar que Bella obtuviera una habitación, con unas sonrisas bastarían pero fue ahí cuando se preguntó ¿porque hacia eso por ella? Si realmente no la conocía y de hecho debió matarla tan pronto como sintió ese exquisito olor, su boca nuevamente se lleno de ponzoña
Regresó un tiempo después ni una hora había pasado y en el instante que se habrían las puertas, la enfermera salió de la habitación de Bella
-Ya pueden transferir a la señorita Swan a medicina de mujeres
-No es necesario –contesto apenada
Edward no dio crédito a lo que ella había pensado y se condujo a la habitación lo más rápido que podía guardando la apariencia. Pero cuando llego ella ya no estaba
Agudizó sus sentidos. No una vez mas se habían equivocado, Bella no había muerto, regreso en sus pasos y un poco mas allá encontró al enfermero encargado de los traslados estaba hablando con otra enfermera, llevando una camilla cubierta por una sabana.
Escuchaba el eco de su corazón. Se acercó
-¿Vas a la morgue? –el enfermero se volvió sorprendido
-Si, la acaban de declarar... –dijo el chico viendo el historial- le dio un paro respiratorio.
No erala primera vez que algo así sucedida, diagnósticos erróneos y decesos apresurados. Había sucedido en otra ocasión y el había hecho que regresaran al enfermo pero una parte de su mente tuvo otra idea. El mismo se sorprendió ante aquella idea.
Había algo en ella, algo entre todo aquello que sonaba tentador. Ella podría recuperarse si lograba detener la hemorragia pero quedaría incapaz de caminar y estaba sola en el mundo. Había algo en ella que desde el primer momento había sentido cerca.
Carlisle había hecho lo mismo con el y ciertamente el tenia su familia pero por una razón se había ido y era porque estaban con sus respectivos amores eternos y el era el tercero, tal vez esto era una oportunidad para ambos
-Deja, ya voy de salida, la llevo yo, debo visitar la morgue –el enfermero lo observo pero sonrió
-Claro Doctor
Escuchaba el eco, mucho tiempo no tenía, pero lo suficiente para sacarla de ahí. La noche ya había llegado y el podía marcharse sin levantar sospechas. Llevaba 4 horas extras del turno doble. Pero mientras se conducía, el pánico se apodero de él.
El jamás había hecho nada así. Debía contenerse al sabor de su sangre aunque tan solo de recordar el dolor de su sangre la boca le llenaba de ponzoña.
Edward la condujo cerca de la salida en el ala oeste que estaba desolado. Levanto la manta, su rostro había comenzado a perder color al igual que sus labios. Y entonces algo mas se apodero de el... el deseo de besarla, deseaba su sangre pero también a ella.
Entendió lo que tantas veces habían dicho Carlisle cuando hablaba de su lazo con Esme, así como Alice y Jasper incluso Rosalie y Emmett, y el coraje llegó.
Debía hacerlo, el teléfono comenzó a vibrar pero tanta era su aprensión que lo ignoro fácilmente y después de un rato la vibración en su bolsillo era normal
Quebró todos los focos del área de la puerta con un movimiento rápido, verifico la salida del lugar y la cercanía de su automóvil. La tomo en brazos y salió
No tardo ni un minuto en llegar frente al edificio de apartamentos. Se condujo hacía la puerta trasera y por las gradas se encamino.
Debía ser mas tarde de lo que creía porque todo estaba en un sepulcral silencio. Para su buena suerte nadie estaba por los pasillos porque no se vería bien aquella escena:
El cargando un cuerpo inerte de una chica, si seguramente el inquilino no reiría o seguiría de largo por el pasillo, claro, si el lo dejaba vivir cosa que no podría. Todo aquello era extremadamente peligros y gracioso de una forma macabra pero había algo que lo impulsaba
Respiró tranquilo cuando entro a su departamento. A velocidad vampira entró a su cuarto y la deposito en la cama que tenia para mantener apariencias. Ella todavía vestía la bata del hospital. No tenia tiempo para preocuparse por eso, era ahora o nunca.
Observo el rostro pálido de Bella y aparto su cabello revuelto. Tomo su mano y examino su piel tan suave y frágil. Acerco los labios y la mordió sin pensarlo. Su corazón se acelero ligeramente pero casi fu imperceptible.
Luego elevo su rostro acariciando la piel de su brazo hasta llegar al cuello y con toda suavidad que pudo la mordió nuevamente. Esta vez fue diferente, su boca de lleno de inmediato de aquel exquisito líquido mas delicioso que había probado en su vida, como ningún otro que llegaría a probar.
Su ser gruñó de placer al sentir la sangre descender en su garganta, pero algo parte de el lo hizo detenerse, una voz que decía que se detuviera a gritos. Era la voz de Bella
El corazón comenzó latir con mas fuerte cuando supo que la ponzoña ya había legado a todo su cuerpo. Aquello fue el comienzo de tres tormentosos días.
Después de unas horas cuando seguramente la ponzoña ya se encontraba en todo el cuerpo., Bella abrió los ojos y los volvió a cerrar entre suaves gemidos de dolor y lo único que el podía hacer era tomar su mano,
Su teléfono no dejaba de sonar en su bolsillo pero su agonía era demasiada como para siquiera contestar, pero si no lo hacía Alice volaría hasta allí
-¿Alice?
-¿CUÁNDO PLANEABAS CONTESTAR EL MALDITO TELEFONO, LLEVO UN DIA LAMANDOTE! –Edward había estado tan absorto que no estaba seguro cuando el sol había salido y vuelto a esconder solo se podía enfocar en Bella- la visión esta totalmente clara ¿quién es ella? Edward ya la convertiste -Edward suspiró- Edward ¿por qué lo hiciste? Por un momento creí que la matarías
-Pero no lo hice –dijo Edward contestando de golpe- y yo... no se porque lo hice, porque la convertí
-La veo convertida, será mejor que vaya para allá
-No estoy seguro que sea buena idea
-Necesitas ayuda y ropa, o ¿tienes ropa para mujer? Y nosotros vamos a tener una larga charla...
-No soy un niño Alice, se lo que hago
-Entonces porque no estas seguro de que decirle cuando despierte –Edward soltó u un gruñido- voy para allá
-solo tu
-Esta bien
-Y no digas nada todavía...
-¿Algo mas? –contesto sarcástica
-Apresúrate –Bella soltó otro gemido y Edward colgó
Bella abrió los ojos y se giro a el, apretó su mano con fuerza
-Doctor –susurró ella entre gemidos de dolor después de unas horas- me quemo... –dijo sin fuerza en la voz
Edward sintió el peso de las palabras y se incó a su lado, y acariciando su cabello, tal como Carlisle había hecho con el, comenzó su relato de que sucedía y que pasaría en tan ya poco tiempo
-¡Esta es la doceava vez que toco la puerta Edward Cullen, una vez mas y la tumbo!
Edward seguía al lado de Bella y la veía con aprensión, después de un estruendo Alice apareció a su lado
-Lamento lo de tu puerta –Alice observó el cuerpo convulsionante de Bella- ya no falta mucho –se giro a su hermano- todo estará bien Edward
-No se si fue lo correcto
-Eso ya no importa –soltó una bolsas que cayeron al suelo- traje ropa, aunque con una neófita...
-Gracias –dijo sin despegar los ojos de Bella
-no puedo estar mucho tiempo...
-Esta bien –le cortó Edward leyendo su pensamiento- gracias por venir, no hubiera podido pedirle ayuda a nadie más
-De nada –susurró
-¿Logras ver algo?
-¿Mas que su conversión? Nada
Bella seguía retorciéndose en el silencio que se produjo
-Edward ¿por qué lo hiciste?
-No lo se... yo, estaba tan mal y no pude
-¿Fue su sangre?
-Quisiera decir que tan solo eso... pero no
Las convulsiones se detuvieron y Bella cerró los ojos, su latir hizo mas fuerte y potente
-Ya casi –se detuvo el latir. Ella estaba totalmente quita
-¿Bella? ¿Bella me escuchas? –Edward se acercó sin dejar de acariciar su cabello aunque fuera un vampiro todo paso muy rápido. Bella abrió sus ojos escarlatas y se levanto alejándose de los otros dos agazapándose, lista para atacar.
Este ha sido el primer capitulo. Espero les haya gustado!
Una aclaración: los fragmentos de cancines que aparecerán al comienzo de los capítulos son las canciones que inspiraron el capitulo y en esencia dirán que sucederá... la mayoría de veces.
Me muero por saber sus reacciones y que piensan de este primer capitulo, como es propio la conversión... y aquí todo comienza =)
Espero sus reviews con ansias, como muchos sabrán, es mi combustible, mi fuera para actualizar e inspirarme... así que espero sus reviews!
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Las actualizaciones serán semanales (viernes)
Nos leemos pronto!
Cuídense
Nalu *dando saltitos de emoción por este nuevo fic*