CAPÍTULO FINAL: Felices para siempre

La plaza se quedó en silencio. Todos vieron cómo los cisnes se ponían las camisas y una luz blanca los cubría. Por un instante los aldeanos que allí había se cegaron y, cuando la luz desapareció, en el lugar de los cisnes había seis muchachos que portaban capas, espadas y seis coronas de oro. Ante el asombro de todos, el fuego se apagó y la paja seca y carbonizada se transformó en un manto de flores de todo tipo. El tronco al que Amu estaba amarrada se convirtió en un frondoso árbol que con sus ramas cubría del sol recién despuntado a buena parte de la gran plaza.

Entonces el cuerpo de Amu brilló y su vestido sucio y roto se convirtió en un fabuloso traje digno de una reina. Sobre su cabeza se posicionaba una tiara hecha de gotas de rocío cristalizadas. Ikuto estaba boquiabierto: no se creía lo que sus ojos le mostraban. Había sido magia, sin duda y veía a su esposa más radiante que nunca rodeada de los seis muchachos. Entonces alzó la cabeza y, mirando a Ikuto a los ojos dijo con voz suave como el satén:

-Detén esto. No soy culpable de nada. Fue la reina Utau la que nos hechizó a mis hermanos y a mí, echándonos e mi reino y matando a nuestro padre para tener el poder. Transformó a mis hermanos en cisnes y a mí me desterró al bosque.

-Es cierto. Demás la única manera e salvarnos era tejiéndonos seis camisas de flores de estrella y mientras durara el proceso no debía hablar.

-La mismísima reina de las hadas se lo dijo!

-Por eso tenía protegiéndola a las tres hadas más poderosas de todas, las integrantes del séquito personal de la reina!

-La mujer que os dijo aquella mentira era la reina Utau, que temía porque el hechizo fuera destruido y usó su magia negra para controlaros.

-Majestad, perdonad a nuestra hermana, que lo único que hizo fue salvarnos.

-Eso, Amu nee-chan no ha hecho daño a nadie.

Ikuto miró serio a los siete hermanos y, levantándose, dijo.

-Os creo, yo tampoco quería haceros daño. Además, con todo lo que se ha visto creo que tenéis razón.

La plaza entera vitoreó al monarca. Bueno, casi toda. Una anciana miraba con odio a los príncipes y al rey. En un descuido, se transportó y cogió a Amu, poniéndole una daga en el cuello. Los siete hombres se quedaron estáticos. ¿Cuándo había llegado? Delante de ellos se encontraba la reina Utau amenazando la vida de Amu, la cual se encontraba asustada. De repente, sin previo aviso, una luz cegadora inundó la plaza y una mano nívea, etérea y suave como la más preciosa seda se posó grácilmente sobre la mano que sostenía la daga, alejándola así del cuello de la pelirrosa y salvándola de las garras de la muerte.

Una vez disipada la luz, los presentes vieron a quién pertenecía la mano, asombrándose al ver que la mano pertenecía a la mismísima reina de las hadas, Dia, seguida de su séquito, el cuál había ido a informar. Al verla, todos los presentes se inclinaron y la malvada rubia miró al la recién llegada con sorpresa, odio y temor mezclados en sus ojos morados. La reina miró con sus ojos naranjas a la rubia y ésta inmediatamente se desmayó, ante el asombro de todos. Con una voz suave como una brisa de verano y dulce como el sonido de campanas, la reina Dia dijo:

-No os preocupéis. He eliminado de su corazón todos los sentimientos malvados que tenía. Nos la llevaremos al reino de las hadas para que se recupere y viva una vida feliz y sin rencor.

Dicho esto, en un haz de luz las hadas desaparecieron, dejando la plaza en un silencio absoluto que duró hasta que alguien gritó.

-Vivan la hadas y los siete herederos del rey Aruto!

-Viva!!!!!!-Gritaron todos a coro.

Todos se abrazaban y felicitaban. Los hermanos de Amu la rodeaban y la abrazaban. Ikuto estaba un poco más apartado, esperando para poder hablar con la chica. Una pequeña sonrisa adornaba su roste, mientras sus ojos azules como la noche no quitaban la vista de Amu. Entonces se acercó a los siete hermanos.

-¿Puedo hablar con vosotros un momento?

-Los muchachos veían con desconfianza al rey, pero Amu lo miró cálidamente y le hizo un gesto para que empezara a hablar.

-En primer lugar, siento haberte tratado así, te hice daño y me dejé llevar por esa bruja, te pido que me perdones, Amu.

-Nunca te guardé rencor, Ikuto. Sé que estabas hechizado, te perdono.

-Pues yo no!-gritó Tadase-Jamás te perdonaré por ,o que le hiciste a nuestra hermanita.

-Pero Tadase oni-chan, él estaba hechizado por esa rubia oxigelada.

Todos estallaron en risas al oír lo que el pequeño Yoru decía.

-Jajajajajaja se dice jajajajaja oxigenada jajajajaja-dijo Nageshiko intentando contener la risa.

-Entonces, Amu, ¡te gustaría volver a ser mi reina?

Con lágrimas en los ojos la chiquilla se tiró a los brazos del peliazul y, rodeando su cuello lo besó tiernamente hasta que se separaron por falta de aire, ante la mirada de los seis príncipes, cinco contentos y uno con chispas en los ojos (sí, ya saben quién, ese gay perdido).

-Claro que quiero casarme contigo, Ikuto

Y se volvieron a besar, sellando su amor para siempre.

FIN

EPÍLOGO

-Y así el príncipe besó a la princesa y vivieron felices para siempre.

-Otro cuento, mami, otro.

-No, Sayuka, es hora de dormir. Mañana te contaré otro.

-Siiiiiii!!!!Mañana vienen los tíos!!!

-Amu, que luego no se duerme.

-Vale, Ikuto.

Los reyes vieron cómo la pequeña se dormía y se fueron a sus aposentos para descansar.

-Y bien, ¿qué cuento pidió esta vez?

-El de la princesa muda.

-¿Otra vez?

-Dice que es su favorito.

-Sí, el mío también.

Y…¿qué te parece si lo repetimos?

-Entonces mañana Tadase te matará con el cuchillo de cortar el cerdo.

-Bueno, contigo por esposa vale la pena arriesgarse por una noche de "cuento de hadas" y ser asesinado al día siguiente por el hermano de ella con el recuerdo en la mente.

-¡¿QUÈ?! ¡NEKO-HENTAI!

-Sí, pero soy TU neko-hentai. ¿Por dónde íbamos, Amu?

AHORA SÍ: FIN

Felices reyes a todas!!! Como habéis sido buenas dejándome rewiews los Reyes os trajeron (un poquito atrasao) el último capi! Y gracias a las que dejn rewiews en más de un capi y las que me añaden a favoritos o autores favoritos. Me hacéis llorar e la emoción!SIIIIIIIIIIII. Por fin terminé esta historia. Nunca creí que llegaría a tener tantos rewiews para ser la primera (autoestima de listón bajo, típico de escritoras novatas y sin don de la palabra como yo. Pero en fin, quiero dedicar ésta historia a mi prima, que le encanta las historias románticas y las que creo yo. ¡Esto va pa ti,guapísima! Antes de terminar os digo que lo que me inspiró a subir hoy el capi fue la lectura del ULTIMO CAPI DE SC!!!!T-T Buaaaaaaaa!!!!!!!! Terminó sin Amuto del todo!!!! Yo esperaba más! TODAS ESPERÁBAMOS MÁS! Ésta advertencia va para vosotras, Peach-Pit :Si en Shugo Chara Encore no hay Amuto, no volveréis a dibujar jamás. Lo juro por mis plumillas!!!

Co gran final, os dejo el summary de mi nueva historia, para ir abriendo boca. Comentadme qué os parece y próximamente estará en Fanfiction el primer capi y, si tengo muchos, actualizaré más rápido. Será en principio T, pero puede cambiar a M, ya lo veré.

Año2xxx, la Tierra ha sido dominada por los vampiros de día y los vampiros de noche, dos razas poderosísimas de vampiros .Los humanos han sido metidos en almacenes para servir de alimento a las ciudades o exterminados. No tienen libertad. ¿Todos? No. Sólo un humano es libre, la Princesa, como se le conoce. Vive en el castillo de Ponferrada por orden del príncipe de los vampiros y es su prometida. ¿Se enamorará de su captor?¿ O lo odiará?¿S rebelará contra él? Tendréis que leer la historia para enteraros.