Disclaimer: Naruto y sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto.

Summary: La tenía acorralada entre su cuerpo y la corteza del árbol con una expresión de enfado que parecía acumulada de hace tiempo. Acercó su cara a escasos centímetros de la chica con la vista ahora posada en sus labios. -No me pienso contener- le susurró.

Aclaraciones: -Diálogo- / -` Pensamiento ´-


First It Giveth.

Capítulo VIII: Hyōgen.

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Atravesó la entrada de su casa, quitándose en el trayecto las molestas botas negras para tirarlas con desgana a un costado. Golpeó ligeramente la cabeza en la madera mientras apoyaba su espalada en la puerta.

Lo tenía todo planificado, su encuentro, las reacciones obvias de ella, el trayecto hasta su habitación… estaba perfecta y meticulosamente calculado. Y no es que estuviera obsesionado o algo similar, sin embargo, durante el transcurso de aquella anodina misión que los mantuvo alejados por una semana, tuvo el suficiente tiempo como para pensar en lo que sucedería, en cómo sucedería.

Aunque no contaba con la estúpida actuación de Naruto, haciéndolos quedar en ridículo frente a toda la aldea, tampoco el hecho de que el cuerpo de la pelirosa se acoplara de forma tan sensualmente simétrica al suyo, ni mucho menos que su cuerpo reaccionara involuntariamente con satisfactorio agrado. Y eso no era más que el principio de una cadena de errores… Pero antes de que pudiera cambiar el curso de los hechos todo se había ido al demonio.

No estaba acostumbrado a ese tipo de situaciones repentinas, era un hombre al cual todo factor sorpresa le parecía predecible y poco previsto… ¡Maldición! Él siempre manejaba la situación, nunca sucedía a la inversa ¿Entonces por qué carajo todo le había salido jodidamente mal?

Y esa maldita sensación de vacío volvía a reinar en su cuerpo. Tenía la necesidad de retroceder sus pasos hasta la habitación de ella, donde ahora dormía plácidamente y repetir incansables veces todo lo que hicieron… hasta saciarse… hasta saciarse de Sakura.

Frunció el ceño, pensar en ello le ponía de muy mal humor.

Cerró los ojos quedándose en esa posición por unos largos minutos hasta que un sonido familiar acompañado de una fuerte esencia a condimentos le golpeó el rostro. Arrugó la nariz con desagrado. Sin lugar a dudas, el destino estaba en su contra.

Aún sin separar los parpados, se obligó a no mascullar en voz alta, quizás podría salir antes de que…

-ya se que estás allí así que ni lo pienses- se oyó desde la otra habitación.

Rendido, largó una maldición entre dientes fulminando con la mirada al marco de la cocina, y siendo guiado por aquel nauseabundo hedor a ramen caminó a pasos pesados hasta allí.

-¿en dónde estuviste teme? A penas he salido del hospital fui a tu casa y no estabas, te busqué por todos lados- le reprochó con voz sospechosa.

-hmp- evadió su pregunta y lo pasó de largo hasta llegar a la encimera, en donde agarró una manzana.

-respóndeme baka- amenazó mientras lo observaba revolver en uno de los cajones de roble, sacando un cuchillo.

Cuando por fin se volvió hacia él, le dedicó una de sus peores miradas.

-¿qué?- le preguntó sin importancia.

-no lo repetiré de nuevo-

-¿me estás haciendo una escena de celos?- comentó sarcástico, mientras se entretenía quitándole la cobertura roja a la fruta.

-claro que no imbécil, no se tú pero la gente normal no tiende a desaparecer de un momento para el otro, más aún conociendo lo que pasa por tu perturbada y retorcida cabeza-

-hmp- el morocho rodó los ojos ante tal exageración.

-¿no me lo dirás verdad?- se sentó olisqueando el apetitoso tazón de fideos que tenía frente a sí. Sin esperar mas tiempo del necesario acotó a su favor -muy bien, has lo que se te plazca, pero tu almuerzo es mío-

-¿así de fácil?- se llevó el alimento a la boca para arrancar una generosa porción.

Recibió del Uzumaki una respuesta ininteligible. Movió la cabeza en forma negativa, todavía no comprendía como no llegaba al punto de ahogarse por la rapidez y voracidad que le demandaba su brutal apetito.

Le dio unas pocas mordidas más a la manzana y la tiró en el cesto.

-iré a bañarme, cuando regrese no quiero verte por aquí-

El rubio lo ignoró olímpicamente, siguiendo con su actividad.

Cuando escuchó el estrepitoso golpe de la puerta en la planta alta, Naruto ya había terminado, y con un esbozo de sonrisa recapituló los hechos de ese día.

Él se había ido al hospital con Hinata inconciente, Sakura y Sasuke habían quedado ¨ solos ¨, luego buscó a su amigo por todos lados sin éxito…vuelve horas después con humor de perros y un leve, casi desapercibido aroma a flores. No hacía falta ser un genio para descubrir que era perfume de mujer.

Ahora que estaba en terreno firme comenzaría a investigar lo que sucedía, ¿quién sabe? Quizás su idea de unirlos estaba más próxima de lo que creía.

Estiró los brazos desde su asiento sintiéndose satisfecho y se levantó para salir con extraña parsimonia al exterior.

-umm… bien ¿por dónde empiezo?-

El día estaba radiante y la energía de la gente palpable, eso lo ponía de buen humor.

Ver las calles colmadas de personas que se movían de un lado a otro, comprando, paseando, riendo. Respiró profundo el aire puro que desordenaba aún más sus doradas mechas rebeldes.

Amaba su aldea.

Era su hogar, su vida.

-¡oye baka muévete!- chilló una voz femenina detrás, pateándole el trasero con fuerza.

-¡¿qué mier…?!- se sobó la parte afectada mientras intentaba pararse del suelo -¡¿pero qué demonios te pasa, loca?!-

No era nada mas ni nada menos que Ino Yamanaka llevando cuatro grandes cajones de madera en una torre que sobrepasaba dos veces su cabeza.

Entonces, ¿cómo la había reconocido sin haberle visto el rostro? Fácil, en su corta existencia hubieron pocas cosas que lo atormentaban de sobremanera, en primer lugar y bastante distante de las demás consecuentes se encontraba Hiashi Hyuuga con su endemoniada, despreciativa y tenebrosa mirada que prometían muchas torturas por realizar, en segundo puesto estaban los dolorosos puños de Sakura, que más de una vez amenazaron con destrozarle el rostro, y tercero, pero no por ello menos tormentoso, eran los inigualables gritos de Ino ¨ prometo generarte un trauma acústico ¨ Yamanaka.

-¿qué no ves que estoy haciendo malabares como los monos?- se quejó sarcástica, intentando evitar que sus brazos no colapsaran.

-en primera instancia, los monos hacen ¨ gracias ¨…- le quitó dos de las pesadas cajas sosteniéndolas con gran facilidad, como si se tratara de contenedores vacíos –…y tu eres una cerda no un mono-

-¡NARUTO!- gritó fuertemente aturdiéndolo de sobremanera.

Si, era ese tipo de estruendos los que la colocaban en el tercer puesto de su lista.

-¡que escandalosa!- se quejó colocándose el dedo meñique en la oreja -creo que me has tapado los oídos-

-agradece que no te haya golpeado, si se llegan romper algunas de las bolsas de fertilizante mi padre me fastidiará todo el día… ahora, como disculpa de tu insolencia acompáñame a llevar esto a la floristería- avanzó entre la muchedumbre dejando al joven consternado ante la situación.

-encima que la ayudo ni siquiera me lo agradece y me da órdenes…- bufó siguiéndole el paso.

-¡apúrate baka!-

-sabes Ino, si sigues así ningún hombre se atreverá a acercarse- comentó siguiéndola a la par.

-eso no es verdad, mi carisma no es diferente al de las demás mujeres-

-` si el de mi Hinata-chan ´- agradeció mentalmente.

-además, poseo una gran belleza que atrae a muchos- sus palabras emanaban orgullo y pomposidad.

Típico de ella.

-pues hasta ahora no he visto a ningún valiente-

-que no lo veas no significa que no exista-

-ósea que ya tienes a alguien en mente…- la empujó con el hombro, guiñándole un ojo -neh, picarona-

-hablas como una anciana- se removió incómoda con las mejillas sonrosadas.

-¿y quién es? ¡Déjame adivinar! Es Shikamaru-

-¿eh?- expresó desconcertada -es decir piensas que Shika…y yo… ¿…juntos?- parecía estar tratando de asimilar la frase.

-es muy obvio, no trates de negarlo…-

-estás MUY equivocado- suspiró cansinamente -solo somos buenos amigos, algo que los demás no logran entender… además ha estado últimamente muy apegado a Sabaku no Temari… hacen linda pareja, los dos se complementan-

-no es por hacerte enojar pero…- pareció buscar las palabras correctas -…pero suenas a ex novia despechada-

-¡y tú a una vieja chismosa!- se defendió con un severo tic en el ojo.

-muy cierto- asintió con honra -¿me dirás quién es?-

-ya lo sabrás… solo dale tiempo-

-ummm… me huele a mentira- canturreó solo para enfadarla.

-no tienes porque saberlo, además- elevó la voz considerablemente -me hablas de relaciones cuando a esta altura de tu noviazgo todavía no has tenido se…-

-¡INO!- la amenazó con sus ojos celestes chispeantes.

-está bien, está bien… olvidaba lo sensible que te pone la palabra s-e-x-o- deletreó cada letra con gracia -mejor cambiemos de tema- sugirió -¿has visto a Sakura? Estaba muy ansiosa por la llegada de ustedes-

Las facciones del kitsune se suavizaron, dejando de lado su pequeña disputa.

-si, nos recibió junto con Hinata-chan pero…ocurrió un pequeño accidente y bueno, terminamos separándonos-

-¡¿un accidente?! ¿Resultó alguien herido? ¿Qué sucedió?-

-tranquila no fue nada grave- atajó a responder antes de recibir un verdadero bombardeo de preguntas -yo terminé yéndome con Hina-chan por un lado y el teme con Sakura-chan por otro… o eso creo-

-¿cómo que eso crees? ¿Se fueron juntos o no?-

-no lo sé pero…- le hizo señas con la cabeza para que se arrimase a él y cuando lo hizo le comentó en confidencia -en el momento que lo busqué, no estaba en ninguno de los lugares donde suele estar, viniendo de él es muy raro- la chica asintió confusa -y hay algo más…-

-¿qué cosa?- susurró bajito.

-creo que estuvo todo ese tiempo con Sakura-chan-

-¿cómo estás tan seguro?-

-bueno, cuando regresó a su casa yo lo estaba esperando y estaba de muy mal humor… últimamente ellos siempre están peleando, parece que hoy no fue la excepción-

-puede ser, aunque aún sigo sin entender la razón de tu certeza, hay algo que no me estás contando-

-veo que eres muy perspicaz para sacar información-

Ella aceptó el elogio con un simple asentimiento.

-soy ante todo una kunoichi, sé como obtener datos-

-ya lo creo- sonrió de forma calculadora -pero te lo diré a cambio de que tú me cuentes todo lo que sepas de esos dos-

-al fin nos estamos entendiendo- riendo cómplice -es un trato-

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Había puesto el agua a calentar para prepararse una infusión.

Mientras tanto, buscaba unos dulces de aduki que según apuntaba su memoria, estaban sobre la heladera.

Cuando los divisó, estiró su brazo para tratar de alcanzarlos pero en su intento, los dedos los chocaron tirándolos hacia atrás, alejándolos del borde.

Hizo una mueca de disgusto, y volvió a intentarlo, esta vez de puntas de pie.

En el momento que logró sostenerlos, una punzada debajo del vientre le hizo encorvarse llevando inmediatamente la mano libre en la zona adolorida. Frunció lo labios esperando que el dolor pasara.

-es normal- se aclaró -…lo natural- enderezó su cuerpo cuando se recompuso, caminando hasta la silla.

Una vez más lo recordó todo, los besos, el desenfreno, sus ojos profundos. El sonrojo no tardó en llegar, casi quemándole los pómulos.

El resoplido del vapor por la ebullición logró sacarla de su ensimismamiento, agradeciéndolo internamente.

-` Sakura actúa normal, no hay necesidad de comportarte así ´- quería creérselo, hacer desaparecer aquel cosquilleo en cada rincón de su cuerpo.

Quería… lo quería a él.

-no- respiró hondo -lo que quieres, es tomar un té-

Ni bien se llevo el chawan a los labios, aspiro el aroma mentolado de vapor que despedía el líquido. Sus hombros se relajaron y bajó los párpados, dejándose llevar por la reconfortante sensación.

Imágenes fugaces aparecieron en la oscuridad, que se reflejaron en su mente de forma nítida, como si las estuviera viendo con los propios ojos abiertos.

Pelo oscuro, piel cristalina y ligeramente húmeda…

Bajo su cuerpo con el torso al descubierto y los ojos entrecerrados, el mismísimo Sasuke Uchiha parecía estar en puro éxtasis, vulnerable, tan sumiso a ella.

Sabía lo poderoso que podía ser el cerebro, pero esto…

-` solo un poco ´- se dijo convencida de que al no sentir nada, lograra salir de esa ensoñación.

Y que equivocada estaba.

El dedo índice delineó tembloroso la tensa mandíbula del moreno mientras que la otra mano yacía ahora en sus pectorales denotando la acalorada temperatura del cuerpo que se movía con agitación.

Se arqueó contra él, para ver su reacción y obtuvo un gruñido de satisfacción.

Balanceó un vez más las caderas mientras acercaba su rostro a la curvatura del cuello, aspirando la esencia masculina de su piel.

-Sakura- siseó entre dientes. Parecía dormido, aunque estaba segura de que no era así.

Instintivamente apretó los muslos entorno a la cintura del joven.

-…Sasuke-

Todo era tan confuso, pero ciertamente claro que si lo hubiera oído por boca de otro, se reiría con escepticismo.

¿Hasta que punto el Uchiha había traspasado el muro de la subjetividad para atormentarla hasta en el preconsciente? ¿Dónde estaba su Inner cuando la necesitaba?

Pero por sobre todas esas cuestiones, ¿a qué se debía ese calor abrasivo que iba expandiéndose de la cintura hacia abajo?

Frunció las cejas con desagrado, mientras que el ardor que se esparció por su vientre y piernas, le llevó a espabilarse y observar a su alrededor.

Estaba en la cocina. Sola.

Devolvió los orbes jade a las manos que estaban extendidas a la nada y luego recordó.

-¡maldición!- se levantó de golpe y corrió a traer hielo para las quemaduras.

¿Qué había sido eso? ¿El premio consuelo que se imaginó por haber despertado sola y confusa? Aunque no había estado nada mal…

Despojó ese comentario de inmediato antes de volver a atentar contra su inestabilidad hormonal.

Cuando el frío rozó la zona afectada sintió el alivio desplazarse de pies a cabeza, pero sus pensamientos seguían siendo un total caos.

¿Debería fingir que nada sucedió? Él seguramente lo aparentaría.

Había sido el mejor día, lejos de cualquier momento festivo o anécdota en su existencia amorosa, pero solo era eso. Una primera plana, que luego debería dejar en su memoria para seguir adelante.

Además, no esperaba que se quedara, sabía que no lo haría.

Quedarse representaba compromiso, y eso, era algo que ninguno de los dos tenía en mente. Él, porque así lo quería, y ella, por pura resignación frente al rechazo.

Aunque… debería de estar satisfecha ¿verdad? No podía pretender repetirlo, estaba segura de que oportunidades como esas sucedían una vez en la vida.

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Habían quedado de reunirse en la entrada de la oficina de la Hokage a las siete de la mañana, personalmente, a menos que fuera una situación de extrema prioridad, Tsunade no estaría despierta y ni siquiera cerca de estarlo.

La pelirrosa caminaba algo incómoda entre los todavía oscuros corredores de la aldea, tratando de ignorar los embarazosos pensamientos que le azotaban la memoria.

No había dormido bien, actuaba de forma bastante torpe y se sentía el impulso de sobreactuar su estado de normalidad.

Si, era extraño, pero la situación se le asemejaba a la de alguien que se había cortado el pelo y sufría de vergüenza al ver que todo el mundo lo observaba, cuando en realidad solo eran persecuciones absurdas.

Saludó con un movimiento de cabeza al par de guardias que escoltaban la entrada de la torre.

Se sentía rara, era una extraña mezcla de nervios y desasosiego que no la dejaba actuar con la misma naturalidad de siempre.

Llevó su mano al mechón de pelo rosado que tapaba su ojo derecho para colocarlo tras la oreja.

Últimamente, ese ademán fue transformándose en un gesto continuo y propio de ella.

Asomó su cabeza desde la esquina del pasillo para observar a dos individuos apoyados en la pared contraria a la puerta del despacho.

Buscando valor desde algún pequeño recoveco en el mar de cobardía que la asediaba, dio un gran respiro, para dar paso tras paso hasta ese lugar.

-chicos- trató de sonar lo más normal posible, aunque estaba segura de que la sonrisa le había salido un poco rara.

-¡Sakura-chan!- el rubio la recibió con un abrazo -menos mal que llegaste, el teme es insoportable- luego se separó para fulminar con la vista al azabache –no se como lo soportas, puedo sacarle más conversación a una roca-

-a-ah ` evitar contacto visual ´- se dijo siguiendo sus propias indicaciones -bueno N-Naruto, es que tu hablas mucho… ¿sabes si Tsunade-sama está dentro?-

-esa vieja todavía no ha llegado, ¿puedes creerlo? Primero nos dice que lleguemos temprano y luego nos deja plantados- bufó cruzándose de brazos -eh qué…ah…auch-

Sin percibirlo, desde atrás alguien le comenzó a pellizcar ambas mejillas estirándoselas graciosamente.

-con que vieja, eh, mocoso- sonrió con altanería mirando como el joven trataba de zafarse sin éxito.

-Tsu-Tsu…a…de…baa…chan- balbuceó dolorido.

-entremos- expresó llevándose al kitsune y eludiendo sus quejas.

Sasuke se había hecho a un lado para que ella pasase primero.

-` evitar, evitar, evitar, evitar ´ gracias - lo dijo tan bajo que creyó que su voz se había entremezclado con el sonido de las pisadas.

-hmp- respondió, dándole a entender que estaba equivocada.

Una vez que se posicionaron frente al escritorio, el ambiente se puso tenso.

Naruto aún se sobaba ambas mejillas con aflicción, entretanto la medic-nin trataba de mantener una compostura natural y en cuanto al pelinegro, estaba igual de impávido que siempre.

-muy bien- la especulativa mirada color miel escudriñó a los tres pares de ojos que la observaban fijamente -alguien va a empezar o tengo que decidir quien será el que hable-

El rubio que se mostraba a leguas ansioso rompió el silencio del grupo.

-lo que sucedió fue que…- la mano de la pelirosada le hizo ademán de callarse.

-puedo explicarlo- sonrió serena a sus compañeros.

Naruto le devolvió la sonrisa mientras que el moreno continuaba al margen de todo.

-habla- cruzó los dedos frente a sus labios, ni bien observó a la chica empezar a relatar, su vista se endureció haciéndoles recorrer un escalofrío por la nuca -sin rodeos Sakura-

Conocía a su alumna a la perfección y sabía que por salvarles el pellejo a esos dos idiotas era capaz de armar una historia alterna.

El labio inferior de la Haruno titubeó y los demás se encontraban expectantes.

-Tsunade-sama- irrumpió Shizune entregándole un pergamino -la señora feudal- aclaró.

Ella suspiró sonoramente y se masajeó la sien.

-bien, puedes retirarte-

La castaña dio media vuelta y cruzó la mirada con la otra joven, le guiñó el ojo en gesto cómplice, a lo que la chica respondió con una pequeña sonrisa de agradecimiento.

Naruto las observó curioso. Las mujeres eran tan raras, parecían leerse la mente con solo verse ¿Por qué con los hombres no funcionaba? El teme era tan hermético como un frasco de conservas, quizás… si probaba con Kakashi-sensei funcionaría.

-saben que el disturbio en la vía pública está penalizado con actividades comunitarias, normalmente les haría trabajar durante todo el día…- sostuvo el documento entre sus dedos y luego lo lanzó ávidamente hacia el ojiceleste, que lo atrapó algo aturdido -aunque creo que con esta misión les bastará-

-pero Tsunade-ba...- un doloroso pellizco en el brazo lo calló de inmediato.

-estamos de acuerdo, ¿verdad Naruto?- animó su compañera con una sonrisa tétrica.

-s-si-

-perfecto, ahora lárguense antes de que cambie de opinión-

A penas salieron de allí, los rayos del sol los recibieron radiantes, la aldea comenzaba su rutina diaria.

-¡¿qué esperas?! ábrelo-

-¿huh?- lo abrió para leer el contenido y a medida que sus ojos lo recorrían, el rostro comenzó a tornarse pálido.

El moreno le arrebato el papel, inspeccionándolo con semblante neutro. Sakura se acercó curiosa a su lado, dejando atrás las inquietudes y el nerviosismo, para centrarse en la próxima misión.

-¿puedo…?-

-Hn- ni bien terminó se lo pasó a ella.

-oh- emitió entre asombrada y desconcertada -creo que estoy teniendo un deja vu-

-no…- dijo el rubio-no, no y ¡NO!- se tomó de los cabellos, tironeándolos en pose trágica.

-¿Naruto?- cuestionó la chica luego de oír murmurar a Sasuke algo como ¨ genial, lo que faltaba ¨ -estás actuando de forma infantil… ya cálmate-

- yo diría trastornada-

-¡cállate teme, es todo tu culpa!-

-usuratonkachi-

-no empiecen- les advirtió tratando de mantenerse lo más impávida posible, aunque fue ignorada en el intento.

-no me rebajaré a hacer una misión como esa- aseguró fijo en su convicción -primero protegimos al viejo Tazuna ¡¿y ahora esto?! No señor, puede que un idiota manipulable como tú pueda- dirigiéndose al moreno -pero yo, Naruto Uzumaki, futuro Hokage de Konoha no lo permitiré-

-espero que el futuro Hokage de Konoha sea lo suficientemente listo como para no desobedecer ordenes- interrumpió la pelirosa.

-es que no nos concierne, ni siquiera puedo considerarlo una misión, este tipo de… de acciones se las dan a los principiantes-

-¿algún problema con eso?- sin dejarlo responder acotó -o es que no puedes hacerlo-

-¡claro que puedo!-

-entonces no hay nada más que hablar, andando-

-no es just…-

-alto ahí- lo interrumpió -tuve que levantarme a las cinco de la mañana para que me regañen como a una mocosa por un problema que no es mío, que me obliguen a hacer una misión que no quiero, teniendo en cuenta que ahora debo tolerar tus ataques de adulto con síndrome pre-púber y sí, tienes razón, no es justo- entornó los ojos dándole un aspecto tétrico -cómo decirlo sin rodeos…ustedes me metieron en esto, si no fuera por Shizune estaríamos peor, así que pongan la mejor cara y caminen-

-p-pero…-

-atrévete a desafiarme Naruto, ambos atrévanse- avanzó a paso de general entre ellos, empujándolos en el trayecto -háganlo y verán lo que implica ser discípula de la actual Hokage de Konoha-

Cuando estuvo un poco alejada, el kitsune se dignó a respirar, hubo un tinte de sarcasmo, preponderancia y burla en sus últimas palabras, que le erizó los bellos de la nuca.

-S-Sakura da un poco de miedo a veces-

-hmp- una indescifrable media sonrisa apareció en sus labios viéndola irse, luego contempló con superioridad el rostro desorientado de su amigo y siguió los pasos de la fémina.

-` ¿y a éste qué le pasa? ´ ¡Oigan, espérenme!-

Los tres caminaron hasta la enorme casa estilo antiguo sin dirigirse la palabra.

La chica, quien parecía comandar el grupo, fue la única que atravesó el portillo costeado por dos columnas con grabados de animales míticos, clásicos de historias antiguas. Los árboles abundaban en el gran jardín que rodeaba el complejo y se entretuvo contemplando las variedades de hojas que caían sobre el pasto a medida que avanzaba.

Antes de llegar a la fachada de la mansión, las grandes puertas ébano se abrieron dejando ver en el centro una figura en la oscuridad.

-era hora- dejó un tiempo espaciado entre cada palabra, ahondando la atmósfera de misterio.

-¿…señora feudal?-

Una voluminosa silueta comenzó a dirigirse al exterior, dejando ver sus prominentes arrugas y excesivo maquillaje. En realidad, no había cambiado mucho desde la última vez que la vieron.

-¿acaso se piensan que bromeo cuando digo que hay una emergencia?-

-eh, no señora-

En ese momento, se preguntó el por qué había accedido a dar la cara por un par de idiotas que la dejaron sola en medio de una situación incómoda.

-mi gato ha estado arriba de ese árbol- señaló furibunda -desde la tarde de ayer-

-b-bueno señora, por eso hemos v…-

-y nadie…- recalcó gesticulando con la cabeza -absolutamente nadie, vino a ver si mi precioso algodón de azúcar se debatía entre la vida o la muerte-

-lo…lo ¿lamento?- probó disculpándose la chica, aunque en realidad no sentía ninguna pena por ella o por la situación.

-¡no jovencita!- chilló irritada -no quiero disculpas-

-e-entonces… pondremos manos en obra, si le parece-

-¡alto!- la detuvo ya de espaldas -quiero que se acerquen esos dos, tengo que informarles algo importante-

La pelirosa agradeció no estar de frente, porque su mueca de disgusto iba en ascenso. Aprovechó la posición para indicarles a sus compañeros con muecas poco amistosas que se aproximaran.

Conforme llegaban hasta la mujer, pudo denotar con cierto regocijo la actitud fastidiada de Sasuke y la nerviosa de Naruto.

-¡un momento! Ustedes son… ¡no puedo creerlo!- la chica se volteo extrañada para observarla usar sus manos de abanico, aireada -¿no se acuerdan de mi?- pero no los dejó siquiera vocalizar una palabra –claro que no, eran tan pequeños…-

Sakura se sentía fuera de lugar, es decir, estaba refiriéndose únicamente a ellos, ¿es que acaso estaba pintada?

La mujer hablaba sin detenerse ni un segundo, pestañeaba más seguido y reía ante cualquier ocurrencia en su relato, típico de… fan-girl.

Rodó los orbes verdes hastiada, podía creerlo de una niña, pero de una mujer mayor ¿quién lo diría?

-¿cómo no los reconocí antes? Tengo una vista de águila estupenda…-

- ` de buitre habrá querido decir…´- bufó sonoramente, en un débil gesto de hacerse notar.

-es que están tan grandes- ahora si que estaba pasmada, aquellos ojos cuyos párpados estaban saturados de maquillaje se dirigieron explícitamente a los cuerpos de sus compañeros -y fuertes…-

Bien, eso era más de lo que una persona normal pudiera tolerar, sentía nauseas y aunque debía admitir que la situación le divertía un poco, estaba dispuesta a interrumpir las fantasías de esa anciana por el bien de su plenitud psíquica.

Naruto carraspeó, ganándole de antemano.

-ehm…señora feudal- se rascó la nuca incómodo -g-gracias por los cumplidos p-pero…-

-oh, se ven tan tiernos- los manoteó del chaleco para estrujarlos contra su abultado cuerpo.

La joven miraba como cual espectador observa una película de terror.

-¡S-SEÑORA!- gritó el rubio en pánico, queriendo separarse, mientras que el otro estaba más pálido de lo normal.

Su rostro parecía oscilar entre el azul o el morado, como si estuviera conteniendo la respiración.

En ese fugaz instante, se dio cuenta de lo absurda que era la escena.

Un Naruto al borde del colapso y un Sasuke petrificado, más cercano a una crisis catatónica.

Y la risa salió por sí sola, primero bajita luego en estruendosas carcajadas.

La mujer que parecía cegada por su propia ensoñación, detuvo su balanceo, observándola extrañada. Para cuando sus sentidos notaron la falta de los muchachos entre los brazos, se vio abrazándose a si misma con dos troncos en ellos.

-¿cómo…dónd…?- miró a su alrededor, dejando caer las maderas en el pasto.

-no se haga problema, hace mucho que no tenían una misión y están ansiosos- dijo procurándose de no dejar escapar la risa que le cosquilleaba la garganta -solo dígamelo a mí, que luego se los transmitiré a ellos-

Llegando al destino de su objetivo, podían oír como sus corazones latían acelerados y no precisamente era buena señal.

-n-nadie debe saberlo- balbuceó.

-hmp-

-teme, si Hinata-chan llega a enterarse de esto…-

-cállate- lo silenció brusco, sin dejarlo terminar la frase.

-¡oye, a mi no me callas idiota, solo te lo advierto!-

-cierra la maldita boca- lo encaró siseando lentamente como si hablara con un crío.

-sabes, te ves muy pálido- comentó con tono burlesco, ajeno a la expresión asesina que le dirigía el azabache.

-usuratonkachi-

Antes de que le contestase de una forma nada afectuosa, los pasos ligeros de la kunoichi, lo hicieron detenerse.

-menuda escenita que dieron-

-¡Sakura-chan no te burles!-

-lo siento…- se disculpó llevándose una mano en el corazón -siento no haber grabado este momento para que todos lo vieran… ¡Konoha lo siento mucho, pero quedará registrado en mi memoria por siempre!-

-tú no entiendes, si hubieras estado en nuestro lugar…- el rubio hizo mohín, mostrándose a leguas avergonzado.

-verlos doblegados por alguien que no es ninja ¡já!-

-¿qué es lo que dijo?-

-que eran adorables y que si tuviera unos treinta años menos, los habría invitado a tomar un té- les guiñó un ojo -aunque ya saben, para el amor no hay edad y…-

-sabes exactamente a lo que me refiero, Sakura-

-hey, tampoco la saqué gratuita, mientras ustedes se divertían con ella, yo tuve que recibir todos los insultos, además, me comentó que su marido vive viajando a otras aldeas… y que se siente muy sola-

El ambiente se encontraba tan tenso que podría cortar una hoja revoloteando por los aires.

-es cierto- convino Naruto -sabiendo que eres el único soltero de los dos, ¿por qué no aprovechas la oportunidad?- el moreno afiló los ojos, con un brillo extraño.

-…- Sakura ahora no emitió sonido alguno, sabía que a partir de ese comentario estaba en terreno peligroso.

El ojiazul se ubicó en pose de defensa ante la silenciosa, pero sobretodo amenazante respuesta de su amigo. El aura oscura que lo rodeaba iba espesándose y ya podía ver algunas chispas brotar de sus puños.

Contemplo la secuencia curiosa.

Con que… ¿Así reaccionaba también cuando se sentía abochornado?

Interesante.

Quería continuar, disfrutar al máximo aquella situación única en la vida, como tantas otras que le estuvieron sucediendo. Sin embargo tenían un objetivo que cumplir y no habían empezado con el pie correcto, así que era mejor solucionar las cosas cuanto antes.

-bien, ya cálmense los dos- contestó de mala gana -el gato le tiene miedo a las alturas-

La falta de opiniones al respecto, le indicó que no se habían tomado la declaración de manera muy seria. Sin embargo, la rigidez entre los tres desaparecía casi tan rápido como había surgido.

-¡¿estás de broma verdad?!- exclamó Naruto carcajeándose finalmente.

-¿tengo cara de haber desayunado un payaso o qué?-

-p-pero Sakura-chan, es imposible que un simple gato tenga vértigo…- aseguró dando por hecho lo obvio.

-se le llama acrofobia, y supongo que si en los humanos es normal, quizás en otros mamíferos también…aunque sea un felino-

-no tiene sentido-

-lo sé Naruto, estoy intentando dar respuesta a lo inexplicable, ahora voy a bajar a ese animal de una buena vez y serán ustedes quienes se lo entregarán-

-mejor déjamelo a mí- convino apresurado el rubio -y tú se lo das a la…señora-

-no, descuida, bastante crédito sacaron seduciendo a una mujer mayor-

-bueno, ya que lo mencionas, ha sido nuestra culpa así que…- salió disparado a toda velocidad, dejándola con la palabra en la boca -¡yo lo rescato y el teme se lo entrega!-

-ese baka…- estaba enfadada, muy enfadada… ¿por qué su nivel de confianza iba decreciendo a niveles caóticos?

Parecía que su indirecta de ¨ Tengo vergüenza, no se como escapar de una situación incómoda sin delatarme en el proceso ¡por eso no quiero estar a solas con él! ¨ no había sido captada en lo más mínimo.

-aguarda- la detuvieron extendiéndole un brazo al costado.

No la había tocado, ni siquiera rozado en lo más mínimo… pero su acción hizo que le recorrieran un hormigueo por todas partes.

Por algún motivo, las imágenes del día anterior junto con su excitante alucinación de aquella tarde regresaron entremezcladas como una película erótica. En respuesta se ruborizó al instante.

Una vez más se recordó eludir la mirada.

-¿qué sucede?- la sorpresa con la que habló fue un poco brusca, pero por lo menos no había tartamudeado.

-deja que el dobe lo haga primero-

-¿por qué?- quebrantando su propio precepto observó como él sin contestarle se cruzaba de brazos, expectante.

El Uzumaki se impulsó hasta la copa del árbol con facilidad hasta llegar al felino.

Esa estúpida misión era pan comido, sonrió con altanería, a punto de atrapar a la maldita bola de pelos.

-nos volvemos a encontrar, amiguito- se acuclilló a poco más de medio metro -ven, ven…-

El asustadizo mamífero arqueó su columna, poniendo los pelos de punta. Una advertencia que el rubio no supo interpretar.

-vamos- alargó un brazo -bien, eso es- alentó cuando lo vio acercarse -te compraré una lata de at…- definitivamente no esperaba que se le lanzara encima cual podadora arrasa con todo lo que se encuentre en su camino.

Desde el corto pastizal la pareja admiraba la rapidez y tenacidad con la que atacaba ese verdadero ninja de cuatro patas. Posteriormente, Naruto se alejó como pudo y regresó hecho una furia.

-¿cómo lo supiste?- inquirió la pelirosa.

No cabía en su asombro.

-intuición- susurró viendo como el ninja retornaba hacia ellos con la mitad del cuerpo rasguñado.

-parece que no será tarea fácil después de todo-

-¡esa endemoniada alimaña! Si tan solo pudiera usar mi ninjutsu…-

-lo destruirías antes de que pudieras detenerte-

-¡claro que no! Si se queda en el lugar correcto, en el momento adecuado quizás no corra con esa suerte-

-dudo mucho que te haga caso- dedujo escéptica.

-entonces optemos por el plan b-

-¿plan b…?-

-usaremos la fuerza y si por casualidad lo matamos, le traemos uno parecido a la vieja- gritó con determinación sacando un kunai.

-dobe- le sostuvo fuertemente la muñeca donde empuñaba el arma -arruinas la misión y juro que…-

-si, tú y cuántos más- desafió soltándose de forma brusca.

-…te haré tragar ese maldito gato hasta que sus uñas desgarren las paredes de tu estómago-

-siempre tan amigable- expresó una mueca sarcástica -y dime genio, cómo pretendes hacerlo sin lastimarlo entonces-

-tengo un plan-

-bien, ¿te complacería compartirlo con nosotros?- masculló señalando el espacio vacío a su lado.

Espera un momen…

¡¿…espacio vacío?!

-dónde…- los orbes aguamarina siguieron la trayectoria del suelo hasta lo alto de la copa verdosa -¡¿Sakura-chan qué estás…?!-

Cautelosa y precavida, fue dando paso a paso su acercamiento con éxito.

Quizás fue el grito de Naruto, o bien el crujir de la madera bajo sus pies lo que lo puso a la defensiva, dispuesto a contraatacarla.

No podía culparlo, después de todo ellos invadían su territorio; y le había quedado en claro, luego del primer intento fallido de ¨ rescate ¨ que realizaron, de que el animal no era víctima del vértigo, sino de su propia dueña. El verdadero problema no radicaba en que no podía bajar, sino que no quería. Otra explicación no tenía al respecto.

-tranquilo- susurró con ternura –no te haré daño- cuando estuvo lo suficientemente cerca quiso acariciarle la cabeza, pero lejos de sentirse a gusto, el gato se agazapó hasta su mano.

Acción que la chica esperaba en caso de que su plan de persuadirlo saliera mal.

-¡lo tengo!- exclamó triunfal cuando lo detuvo en el aire.

El gato empezó a defenderse, rasguñando, mordiendo y pataleando para liberarse, pero a la pelirosada no parecía importarle, miraba con alivio al animal que le destrozaba sin piedad los dedos.

-te recordaba más tranquilo…- murmuró pensativa con intenciones de saltar del árbol.

-suéltalo- gruñeron a sus espaldas.

-¡¿qué haces idiota?!-

-¡salvándote el pellejo, molesta!-

-¡¿q-qué?!-

-suéltalo-

-¡¿por q…?!- juró haber visto pasar gran parte de su vida junto con las filosas uñas que se deslizaron en cámara lenta a pocos centímetros de la cornea.

Retrocedió la cabeza de golpe, impactándose con la del shinobi.

-mierda- se cubrió la nariz, sintiendo como el líquido tibio y espeso le recorría por el dorso.

-¡Sasuke!- quiso girarse a socorrerlo, pero dadas las circunstancias, no quedaría ni la mitad de su cráneo antes de que pudiera hacerlo.

-estúpida mujer- siseó volviendo a sujetarla -¡suéltalo!- ordenó obligándola a separar sus manos lastimadas del animal, que comenzó a caer precipitadamente a gran altura.

-¡Naruto atrápalo!- le gritó desesperada antes de perder el equilibrio y desplomarse junto a Sasuke contra el tronco.

El rubio desde abajo, extendió sus brazos y empezó a moverse de un extremo a otro, viendo como el mamífero intentaba sostenerse de alguna rama pero su peso la quebraba, haciendo un recorrido de zig zag.

-¡maldición, animal decídete de un una maldita vez, es izquierda o derecha!-

Cuando estableció el perímetro correcto de descenso, se preparó para agarrarlo.

Su nivel de adrenalina se elevó desprendiéndose de su cuerpo en ansiedad y euforia.

Por fin podrían terminar esa bochornosa misión y regresar a su vida de acción.

-¡nooo!- se oyó un grito estridente que paralizó el cuerpo del rubio -¡mi hermoso minino!-

A sus ojos, lo que se acercaba a pasos cortos pero salvajes, no era una mujer preocupada de avanzada edad, sino a un dragón regordete que escupía fuego por la boca y clamaba su pellejo.

-¡Naruto!- el clamor exasperado de su amiga lo despertó de esa pesadilla -¡cuidado!- pero reaccionó tarde.

Y luego todo se volvió oscuro.

.

.

.

-¡auch!- se quejó entrecerrando los ojos.

-cálmate, es solo un pequeño rasguño- colocándole una pequeña curita color piel en el mentón.

-¡esa maldita bestia! había olvidado lo jodidamente dolorosas que eran sus garras-

-te lo mereces-

-¡se supone que tienes que velar por mi salud Sakura-chan!- chilló inflando las mejillas -esa criatura del demonio, mira cómo te dejó las manos… ¡hasta estuvo a punto de arrancarte el rostro!-

-era un simple gato y estaba asustado- acotó a favor del animal -la verdad no lo culpo-

Guardó las gasas limpias en el pequeño botiquín auxiliar sobre la mesa, desechando las usadas en el cesto de la cocina.

-vivir con una mujer así me provocaría síndrome de suicidio crónico- la carcajada de la ojijade lo interrumpió –¡es verdad! ¡¿Acaso me imaginas encerrado más de tres horas con ella en una habitación?!-

-creo que eso sería…- visualizó a su amigo vestido con un traje de princesa y largos rizos dorados adornando su rostro desesperado, gritando desde lo alto de una torre, mientras que una bruja pintarrajeada se le acercaba hambrienta.

La imagen era demasiado, no pudo aguantarlo más y estalló en risas. El rubio la observaba como si estuviera loca, pero al cabo de poco tiempo la acompaño riendo de la misma forma.

El pelinegro los contemplaba entretenido desde el umbral, se cruzó de brazos a la vez que apoyaba un hombro en el marco de la puerta.

-oigan- los interrumpió señalando con un movimiento de cabeza el reloj que estaba al otro extremo de ellos.

-¡oh por dios! El mercado ya cerró- se levantó de golpe.

-no te preocupes Sakura-chan, en mi departamento tengo tazones de ramen instantáneo-

Sasuke rodó los ojos hastiado y la chica lo notó. Su plan era hacer la cena para los tres, pero tan solo tenía unos pocos víveres para un plato individual, además de que no contaba con el paso ágil de las horas.

-umm- frunció los labios indecisa -bueno, ve a buscarlos-

-genial- chilló con alegría -teme, ¿vas a dejarme pasar o qué?-

-hmp- se movió fastidiado sentándose en una de las sillas.

-en un momento vuelvo- avisó sonriente, dándoles una última mirada.

Fue en el mismo instante en el que oyó la puerta principal cerrarse, cuando recordó que no había estado verdaderamente a solas con Sasuke desde ¨ su regreso ¨.

Sintió el calor emergiéndole al rostro.

-` nada de sonrojos Sakura ´- intentó advertirse sin mucho éxito, lo examinó de reojo buscando algún indicio de incomodidad, pero él se veía bastante tranquilo y lo odiaba por eso.

Decidió evitar la ansiedad que le golpeteaba el estómago producto de… bueno, de algo que no comprendía pero hacía latir su corazón vertiginosamente. Quizás, el hecho de que estaba quitándose su chaleco verde, dejando a la apreciación aquel atlético torso bajo la ajustada tela de la polera, sin dejar de lado la forma en que se le amoldaba hasta los antebrazos.

¿Cómo pudo haberse acostado con semejante hombre? Parecía tan irreal desde su punto de vista, se veía como una escultura de la perfección, de lo que evidentemente se mira pero no se toca.

Sin embargo, pudo romper con ese mito, y al descubrirlo quiso volver a recorrer su cuerpo incansables veces.

La suavidad de su piel…

Ese aroma masculino…

¿Qué colonia usaba? Parecía una mezcla de menta con canela y un toque ambarado, era tan agradable a sus sentidos.

-¿…escuchando?-

Parpadeó varias veces, volviendo a la realidad, ¿cuánto tiempo se había quedado embobada mirándolo descaradamente sin disimulo alguno? ¿En qué momento se había posicionado tan cerca de ella? Sintió como mordía su labio inferior con afán y le dolió, sobretodo cuando dejó de hacerlo.

-p-perdón, ¿m-me decías?- logró articular. Podía imaginarse como su rostro se teñía al mismo tono de su pelo.

-hmp- entrecerró los ojos con hastío -te he estado preguntado si necesitas ayuda-

Sabía que él odiaba repetir las cosas, pero no era su culpa, no había sido ella la que había montado una escena digna de película erótica.

-` o quizás tu imaginación está convirtiéndote en una ninfómana ´ ¿podrías sacar los vasos de la alacena?- le indicó el lugar antes de darle la espalda.

Debía mantenerse ocupada, realmente lo necesitaba o su cordura tocaría fondo. Sacó del refrigerador un par de tomates y comenzó a lavarlos.

Probablemente fue su torpeza o más bien los nervios que la llevaron a entorpecer sus reflejos, lo que produjo que las frutas resbalaran de sus manos ni bien las quitó del flujo del agua.

Dio un brinco y se precipitó tan rápido como pudo para poder atajarlas en el aire, pero antes de hacerlo, ya estaban bajo la posesión del Uchiha.

- ` ¡oh maldición, maldición! ´- cerró los ojos al sentir el impacto contra él, ésta vez, se mantuvo lo suficientemente firme como para soportar el peso de ambos.

Repentinamente unos pasos se acercaron a ellos.

-oigan, olvidé preguntarles de que sabor…- observó la escena alzando una ceja -…quieren- calló, inclinando la cabeza en un gesto confuso pero luego fue transformándose en incredulidad y posteriormente complicidad.

-quiero de camarones- la voz de la chica se hizo presente a la vez que se separaba de golpe.

Él asintió sin prestarle mucha atención a la cuestión y su mirada se posó en la de su amigo, que no se despegó del rostro de la chica en ningún momento.

Una repentina sonrisa comenzó a asomarse en los labios del rubio.

-Sasuke- lo codeó la rosada con nerviosismo.

-da igual- devolviéndole la vista a su compañero.

-bueno… creo que debo irme- se excusó ligeramente -ya saben, debo buscar los…- parecía haberse olvidado de lo que iba a decir -en fin, en un rato regreso-

La pelirosa esperó a escuchar la puerta principal cerrarse para poder hablar.

-lo siento- él le hizo un desinteresado gesto de negación, restándole importancia al asunto -también lamento… ya sabes, haberte insultado y golpeado en la nariz- respiró hondo, para continuar -sé que querías ayudarme, Naruto me ha comentado que tenías un plan y yo… supongo que lo arruine, es decir, no estaba en ese momento para oírlo pero de haberlo sabido no hubiera…-

-fue un accidente- acotó molesto.

-pero terminé lastimándote, además no me has dejado terminar de curarte-

-no importa, estoy bien-

-¿te duele, verdad?-

-no-

-¿estás seguro?-

-si-

-lo siento- repitió nuevamente y le arrebató los tomates -¿cómo los quieres?-

-¿por qué lo haces?-

Aquella pregunta la tomó por sorpresa.

-porque sé que te gustan- le respondió con obviedad.

-nunca he dicho que me agradaran-

-¿pones a prueba mis cualidades de ex-fangirl de Sasuke Uchiha?-

-hn- la comisura de su labio se estiró levemente -¿dices que ahora no lo eres?-

-he dicho que no, ya no lo soy, y deja de contestar mis preguntas con otras-

-¿qué te hace pensar que sabes más que las demás?-

-¿ésta es la escena en la que debo ponerme a llorar? Me extraña de tu parte Sasuke-kun-

Él se quedó observándola en silencio mientras ella buscaba unos utensilios en la alacena.

-mi madre- habló Sakura repentinamente sin dejar de realizar su labor -ella hacía comidas a pedido y yo la ayudaba con los envíos siempre que podía…no sabes lo dichosa que me sentía de poder pisar el suelo de tu apartamento al menos una vez sin tener que utilizar alguna patética excusa como lo hacían las otras niñas, pero en ese entonces ni siquiera sabías que existía así que no me parece ilógico que no lo recuerdes-

-ya veo…- se cruzó de brazos apoyándose en la encimera.

-cada plato que realizaba para ti tenía un elemento en común y bueno, no fue difícil comprender el por que- miró fugazmente como el asentía con aceptación ante su ¨ ingenio infantil ¨.

-bastante perturbador de tu parte-

-era chica, Sasuke- se defendió –reconozco que fui bastante… obsesiva- suspiró –pero eso cambió con el tiempo y créeme, lo agradezco demasiado-

-todavía eres molesta- el repiqueteo del metal contra la tabla de madera cesó abruptamente.

-lo sé-

-déjalos así…- la interrumpió sosteniéndole la mano con el cuchillo –en realidad, los prefiero enteros-

-pero ya corte dos, me hubieras dicho antes- observando sonrosada la torre de cubos rojos.

-tampoco parecías muy feliz de cenar ramen- acotó estirando el brazo frente a ella para tomar el único tomate intacto.

-tú…-

-cállate y come- exigió mirando desganado por la ventana, la oscuridad de la noche.

Ella no pudo impedir la pequeña risita que se filtro entre sus dientes.

-sabes, siempre te muestras como un idiota, aunque a veces eres tierno-

-no soy tierno-

-gracias- para asombro de ambos, la pelirosada se puso de puntas de pie, sosteniéndose del hombro del moreno y le dio un pequeño beso en la mejilla -igualmente sigues siendo un idiota- le recordó volviendo a su anterior postura.

Él la observó quieto, con los ojos un poco más abiertos que de costumbre, y de forma inmediata le dio la espalda.

-y tú- resaltó con voz afilada -una molestia-

-¿Qué fue eso?- quiso obligarlo a voltearse pero antes de hacerlo, él ya lo había hecho y con una expresión glacial terrorífica -¿acaso te pongo nervioso?-

-no-

-¿estás seguro?- inquirió escéptica -acabo de ver un poco que color en tus mejillas antes de que…- acercó la mano al pómulo blanquecino hasta que él le tomó firmemente la muñeca.

-he dicho que no- ella parpadeó varias veces cohibida por el agarre.

-S-Sasuke-

-¿Qué sucede, acaso te pongo nerviosa?- arrimó su cuerpo al de la chica -respóndeme-

-u-un poco-

-entonces no me provoques- la soltó para luego llevarse el tomate a la boca.

-y-yo nunca lo hice- lo señaló con el dedo índice acusadoramente -eres tú el que lo hace…siempre lo haces-

-para ser una hostigadora infantil, eres bastante difamadora ¿no lo crees?-

-eres cruel-

-así es la vida-

-umm puede que tengas razón- corroboró indiferente y realizando un fingido tropiezo lo empujó, arrojándole el tomate al piso.

-hn- bufó sin emitir reclamo, agachándose para levantarlo, sin embargo, antes de poder hacerlo el pie de su compañera anticipó el movimiento llegando antes que él.

-ups- emitió sin disimular satisfacción.

El suelo estaba teñido de rojo, pero poco le importaba, verlo fruncir el ceño era divertido.

-como bien has dicho, la vida es cruel, así que…- tomó un plato del aparador y colocó los restos triturados -mala suerte-

-tsk-

Caminó orgullosa, haciéndolo a un lado para sentarse en el otro extremo.

Todo iba perfecto, realmente bien hasta que un brazo tras su espalda le envolvió repentinamente la cintura y un gritito ahogado se escapó de sus labios cuando el otro sostuvo con firmeza el cuenco blanco entre sus pequeñas manos.

-lo estás haciendo adrede- sentía como su respiración le acariciaba apacible la piel descubierta -te gusta joderme la vida ¿verdad?-

-te lo merecías- respondió encaprichada.

-suéltalo- ordenó presionando con mayor fuerza la vajilla.

-¿no tuvimos una conversación parecida en la mañana?-

-suéltalo- repitió con poca paciencia.

-hasta la situación es similar…-

-hazlo-

-suéltalo tú, terminarás tirando lo demás-

-Sakura-

-ya te he dicho que no, si yo lo suelto tú ganas- alegó enojada -y no quiero-

-así que es eso-

-¿eso qué?-

-bien-

Una repentina sensación aterciopelada y húmeda le comenzó a cosquillear el cuello sin pudor alguno, supo que era el inconfundible tacto de su lengua, que se desplazaba de forma circular arrasándose por toda la extensión del área posible.

-q-qué estás…a-ah- gimió involuntariamente cuando se detuvo a degustar una parte en especial, allí succionó y besó hasta que se detuvo -¿p-por qué lo hiciste?- se volteó dispuesta a increparlo.

Él simplemente se encogió de hombros colocándose una mano en el bolsillo mientras que la otra sostenía el objeto en discordia, desfilando feliz sobre sus narices.

-yo gané-

.

.

.


Better not to quench your thirst.

Better not to be the first one diving in,

Though you caught me and you know why

They breathe in the deepest part of the water.

N/A: Debo pedir disculpas nuevamente. A todos los que siguen este fanfiction y dejé colgados durante tanto tiempo. Volver a agradecer inmensamente a las personas que escriben comentarios tan positivos que son vitales para los momentos en que la mente queda totalmente en blanco. Son graciosos, críticos, reflexivos, anecdóticos pero por sobretodo respetuosos… son opiniones que ayudan a un autor a concretar o conceptualizar una idea, y por qué no, a distraerse de la rutina diaria, sacar sonrisas y claramente mejorar la redacción. Para no redundar mucho en mis palabras (aunque me resulta imposible), una enorme gratitud hacia ustedes, lectores y escritores ¡un abrazo gigante!

Tsuki, maldita pervertida lectora de novelas rojas/rosas/…bordo (?), que me hiciste adicta a ese maravilloso mundo de hombres ricos, inteligentes y con cuerpo de infarto…y de Sicilia… Sichilia…eh Chichilia... Chilia jajajaja XD Te adoro nena, gracias por las ideas que me pasaste ¡Sos una grosa! : )

Nos leemos en el próximo capítulo.

Agradecimientos:

Queen Scarlett: ¡Muchas gracias! Jajaja, si es verdad, se hacía el difícil pero al final ¨ la carne es débil ¨… y Sakurita supo como persuadirlo (muahaha). Tsunade y sus normas de orden público los volvieron a llevar a sus tiernos doce años, pero ahora con la señora feudal para nada santurrona, sería algo así como… una devoradora de jóvenes adultos. Kakashi es sexy and he know it XD, en los siguientes y para el gusto de la Srta. Lectora reaparecerá de nuevo en escena : ) ¡jojojo!

Te agradezco un motón el comentario ¿qué te pareció éste? Espero que te haya gustado ¡te mando saludos y que andes bien!

LEGNA: Jajajajajajaja, me mató tu énfasis en el review XD ¡de veras! Hasta me imaginaba siendo sacudida de un lado a otro al estilo Mortal Kombat Ultimate jaja. Me alegro que te haya gustado, sobre todo porque una de las cosas que intento en la historia es la de mantener al personaje de Sasuke (en particular) fiel al que todos conocemos. Perdón por actualizar tarde, espero que este capítulo te haya gustado ¡Un abrazo enorme desde Argentina! Saluditos.

Luciana: ¡Muchisimas gracias! :D Me alegro que te haya gustado y mil disculpas por la actualización tan lenta ¡Que andes genial Luciana, un abrazo!

anakaulitz: He aquí la continuación ¡perdón la demora! Espero que te haya gustado este capitulo. Muchas gracias por el review : ) Saluditos.

Kirsche Stachel: ¡JAJAJAJA NO TE LA PUEDO CREER! ¡Qué chica por dios! Jajajajaja ¡¿de verdad?! Pobre novio se debe haber pegado un lindo susto, igual te comento para que te sirva de consuelo, que cuando leí este mensaje (por la madrugada) empecé a reírme en medio del silencio al estilo neurótica, así que quedé catalogada como la loca de casa jajajaja. Mil perdones por la actualización tardía, espero que este nuevo capitulo te haya gustado. Te mando un beso enorme y por favor ¡no más gritos por skype! XD

Ka08: ¡Hola! Me alegro que te guste la trama y aprecio un montón tus observaciones, me ayudan mucho a pulir ciertas actitudes de los personajes y situaciones de su entorno. No voy a negar que Sasuke se comporta como un imbécil, pero también hay que rescatar que su personalidad es muy compleja y como él expresa en las primeras hojas de este capítulo está siendo expuesto a situaciones en las que pierde el dominio de sus acciones con facilidad, eso quizás no lo justifica del todo, pero explica un poco el por qué de su mal carácter en algunos momentos ¡Espero que este capítulo te haya agradado! Te agradezco un montón los comentarios : ) ¡Saludo enorme!

asukasoad: ¡Finalmente llegó el día muahahaha! Y mil perdones por la tardanza, creo que después de lo que tarde vas a tener que releer todo el fanfiction nuevamente jaja. Pobre Sakura su estado emocional pasa de la vergüenza al enojo en menos de un instante. Ahora que lo mencionas, voy a replantearme el hecho de hacer aparecer nuevamente a Inari u otro joven masculino en la historia, parece que les gusta mucho la idea de un Sasuke celoso XD. ¿Qué te pareció el final de éste capítulo? En que terminara eso… (Risa misteriosa) ¡Te mando un saludo y que andes genial!

Gatita Kon: ¡Hola! Me alegra un montón que te haya gustado :D hasta le saque un ¨ Kyaaa ¨ a más de una ¡es simplemente genial! Muchísimas gracias por el review y la buena onda. Perdón por la tardanza en actualizar y espero que este capítulo haya sido de tu agrado ¡Saluditos!

knde Uchiha: ¡Waaaah muchas gracias! De verdad, el lemon fue dedicado a ustedes, las lectoras que además de emplear su tiempo para leer esta historia, también hacen comentarios hermosos como el tuyo. Me alegra que te parezca interesante y espero que este nuevo capitulo te haya agradado como los anteriores. Aunque sea muy orgulloso, Sasuke-cubito-de-hielo va a tener consecuencias con ¨ el efecto invernadero ¨. Y quédate tranquila que acá todas somos pervertidas a mucha honra jajajaja. Nuevamente te repito, muchísimas gracias por la buena onda en el review : ) ¡Un saludo enorme y nos leemos luego!

Princess Aidil:¡GENIAL! X3 No hay nada mejor que saber que le alegre el día a una persona. ¡Perdón, perdón y muchos perdones más por tardar en actualizar! Este capítulo deja muchas expectativas en la mesa… ¿qué pasara? Ummm mejor no adelanto nada Muahahaha ¡Besote! : )

Lizzy.x: ¡Leah! ¡Querida Leah! Me alegro que te haya gustado y espero que este último capítulo también (que además lo corte en un momento…jeje). Acabo de enterarme lo que paso con tu cuenta, apenas entre a Favorite Stories busque ¨ Sweet Christmas ¨ y no lo encontré, casi se me va el alma del cuerpo. Mas allá de lo que haya sucedido, ¡tenes todo mi apoyo! Ya que admiro tus historias, que son jodidamente GENIALES. Seguí para adelante con tus fanfictions ¡Ánimos Lizzy! :D Un besote enorme.

liz uchiha: ¡Mil gracias linda! Voy a tener totalmente en cuenta tu comentario sobre Sakura, Sasuke y los celos. Me encanta que te haya gustado y te pido perdón por la actualización tardía, espero con ansias saber que te pareció este último capítulo ¡Te mando un saludo gigante!

anko96: ¡Perdoooooooón anko! Espero que este capitulo te haya gustado, se que las hice esperar un montón. Tu comentario fue uno de los que más me impulsó a terminar con lo que me había quedado pendiente y espero que haya sido de tu agrado por todo el tiempo que pase sin actualizar. Que andes genial : ) ¡Abrazo!

Saku-14 the White Rose Bloody: ¡holaa! :D perdón la demora y muchísimas gracias por los ánimos. Después de tanto palabrerío al fin pudieron concretar lo que todo el mundo ansiaba muahaha. Vamos a ver que sucede en el futuro… (Mirada sugestiva) X3. Quédate tranquila que no voy a abandonar este fanfiction por nada del mundo ¡Un saludo enorme!


¡Gracias por leer!