Me imagino que direis: Y esta loca ya sale con otros fic, si no continua "Todos para una y una para todos". Si, es que se me ha ido la pinza y me ha dado por tirarme al vacio xP. Pero me apetecía animar el foro con Shikatemas (que hace tiempo que no cuelgo) y si era para verme, en algunos momentos pensaba que moriría. Todo por que me había propuesto tener 5 capítulos antes del colgarlo, por si acaso. Pues bueno, me ha costado lo suyo teniendo en cuenta que lo que más me animan son los revies, pero pongo todo mi empeño en el fic. Cualquier persona que lea el fic, me encantaría que dejase su opinión :3

Sin tocar más las narices les dejo con el fic.

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Love Game - Ai Asobi

Capítulo 1 Ojo por ojo, diente por diente - Me zutsu me, ha zutsu ha

Había una vez un cervatillo perdido entre las malezas de un gran bosque. Dicen que era una zona de peligro, de caza, territorio de tramperos. El cervatillo pronto se vio acosado por un dicho cazador. Que afortunado era aquel depredador, un ciervo era un gran recuerdo, un tesoro magnífico que enseñar, mostrar y lucir a sus amigos, un animal difícil de cazar en esos tiempos. El cazador, temeroso de verse descubierto por tal animal, se camufló, mejor de lo que cualquiera habría hecho por un simple animal, disfrazado con ramas de arbustos colocadas cuidadosamente en su cabeza.

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La rubia caminó lentamente hacia él, Shikamaru Nara. Un gran shinobi, inteligente, atractivo, solicitado, y de gran importancia en la aldea, tanto por su clan como por su posición de estratega de mayor categoría.

Una delineada clavícula que sin lugar a dudas tentaba a morder como haría un perro royendo un hueso. Unos ojos taladradores, seguros y a la vez adormilados, capaces de penetrar en la piel a quien mirase. Un cuello firme, medio descubierto por su chaleco shinobi. Y ahí estaba, su hermosa, atrayente y morbosa sonrisa, seductora como ninguna otra antes contemplada por esta kunoichi. Una sonrisa que bien le arrancaría de los labios con palabras contradictorias, insultos o bien comiéndole la boca con la suya propia sin pudor.

Que gran cazadora era, Sabaku No Temari, la mujer más contradictoria para Shikamaru, y a espaldas de él, difícil también para muchos otros shinobis de prestigio. Y ahora, el cazador había localizado a su presa. ¿Qué será lo siguiente, Temari?

Fácil. Ahora, él se convertiría en su juguete, en su juego de niños, un trofeo más.

Esbozó una tierna y exagerada sonrisa, recordando que le desarmaba por completo cuando lo hacía.

Y así sucedió, analizó todos sus movimientos, y fueron muy claros: Primero se rascó la nuca mirando hacia otro lado; estaba claro que evitaba su sonrisa. Segundo giró la cabeza completamente hacia ella; daba la cara. Y por último avanzó unos pasos; estaba en sus redes, caminaba hacia el demonio, pronto se vería acorralado y atrapado en su telaraña.

Sin dudar un solo momento, ella se lanzó a sus brazos. Pegados, con sus brazos rodeándolo el antes descrito cuello de él, sintió tensarse a Shikamaru.

¿Qué harás ahora? El Nara correspondió su abrazo, levantando levemente a Temari del suelo.

-¿Qué tal estás huracán de Suna?

La rubia sonrió sin que él pudiese verla, con la cabeza colocada a la par que él.

-Niño, te he dicho que no me llames así-contestó ella finalizando el abrazo, y zafándose de los brazos del Nara, que la mantenían colgada.

Finge Temari, camúflate todo lo que quieras, tu presa está en tus brazos, ¿qué harás? Atacarás o mejor, analizarás los patrones que representan sus movimientos.

-Sabes Shikamaru, empiezo a pensar que haces todo lo posible por encargarte de mí cuando estoy en konoha. Buena jugada, ponle nervioso.

-Dime Temari, si así fuese, que pasaría.

Mierda. Parece ser que él también sabe jugar, o por lo menos esquivar…

-Vago, seguramente es por que tu perezoso cuerpo no aguanta el ejercicio, ¿no harás acaso la misión de guiarme para no tener misiones difíciles?

-Mujer, que comes que adivinas…

La rubia levantó los brazos por encima de la cabeza, haciendo crujir su espalda, y cogiendo aire, mientras su pecho se alzaba a medida que la respiración también.

El gesto animó al muchacho a admirar el perfil de las caderas y piernas de ella, que asomaban a través de su kimono de lucha, pero apartó la mirada del delineado cuerpo de la rubia al instante en el que ella le correspondió la mirada tras haber terminado de estirarse. Huyó de ella, giró encaminándose lentamente por una de las calles. Seguramente la que le llevaría hacia el despacho de Tsunade-sama.

Con una sonrisa, ella posó sus manos en sus caderas y las agitó suave e insinuadamente, y la risa superior de ella resonó a su vez.

Había pillado al Nara con las manos en la masa, no por nada ahora el rojo predominaba en la cara del shinobi.

Un cervatillo tonto, que calló en la trampa a la primera.

Por un momento a la rubia se le pasó una gran pregunta por la cabeza, una interesante pregunta.

¿Por qué le persigues a él? No se había planteado esa interrogante. Si bien él era una buena pieza, no era de su estilo. Era vago, fumaba a ratos y seguramente sería un cerdo con el tema de la limpieza debido al primer defecto, ser vago.

No, eso ahora no importaba, hacía calor, su mente funcionaba a medias y ahora estaba decidida a divertirse.

Acrecentó el paso hasta llegar a Shikamaru, y posicionada a su lado, le lanzó una sonrisa.

-Mendukosei…

Ambos recorrieron juntos las calles de Konoha, comentando de vez en cuando sus encuentros, cuando se salvaron el uno al otro, cuando Ino comentó que no servía para nada, algo que le causó una gracia desmesurada a Temari. Cuando comentó sobre el numerito montado por Shikamaru en el hospital…

Todos eran recuerdos en gran parte buenos, ambos estaban felices de tener cosas de las que hablar, gustos parecidos…

Estaba claro que los dos eran de finalizar una misión con éxito, odiaban fallar. También hablaron de las dificultades económicas que pasaban las aldeas debido al parado transito de objetos de lucha o comida extranjera importada de otras aldeas. Los Akatsukis ahora resultaban peligrosos, pero llevaban tiempo sin atacar, lo que era muy tranquilizante.

En su conversación Shikamaru apenas utilizó la palabra problemático para referirse a cosas dichas por Temari, o simplemente hacia ella, algo poco inusual.

Que lindo se le veía, preocupado por sus compañeros, por su familia, por la aldea en general.

Él se estaba convirtiendo en un gran ninja, poderoso y justiciero, como si de un personaje fantástico o de cuento se tratase. Y ella ahora mostraba sus ideas a él, sin la más mínima vergüenza.

¿En verdad desecharás tu amistad por un simple deseo hacia él? ¿Sabes que podrías arruinar todo lo que habéis pasado juntos, no?

La rubia desechó esa idea como si fuera basura, ahora en Konoha debía marcarse unas pautas, un plan elaborado que le ayudase a ganar.

Necesitaría intimidad, no podía pensar y maquinar un plan para seducirle con él delante, era… simplemente imposible, mezquino a más no poder, aunque su plan de por sí lo fuera, aquello era demasiado.

Además, había momentos en los que simplemente su mente se bloqueaba con la voz de él, efecto de la culpabilidad, se dijo a ella misma.

Tonta Temari, pagarás tu juego y tu egoísmo muy caro.

No le importó eso ahora, estaba decidida a jugar con él, un cazador no debía dudar, nunca debía hacerlo.

¿Desde cuándo tú eres un cazador, Temari?

Desde que había comprendido que ningún hombre la merecía completamente, ella había pasado por mucho, y ninguno de ellos lo había comprendido, ni había hecho lo mínimo por intentarlo.

Ahora ella tenía la peor visión de un hombre en mente, animales machistas, egoístas y repugnantes que sólo luchaban o peleaban por lo que querían, y como si fueran niños, luego desechaban su juguete.

Ella ya había caído muy bajo al rebajarse a su nivel, a jugar con las personas, pero sólo había un modo de que parasen, hacerles sentirse como ellos les hacían a las demás personas. Ojo por ojo, diente por diente.

Quizás ella había sufrido también, quizás a ella también le habían roto el corazón, le habían parado el tiempo en un momento que todavía luchaba por olvidar. Quizás, y sólo quizás… ella también tenía sentimientos.

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Bueno, aquí está el primer capítulo de este fic, que está especialmente dedicado a Temari-vc quien necesita apoyo moral por su crisis de escritora (maja, mira que con lo buena que eres es pecado ¬_¬ [pero ahora vas a sacar provecho de la vuelta que le has dado al fic) Les invito a pasar sin animo de lucro, el fic se llama "Promesa".

La inspiración la saqué de la canción de Lady GaGa (quien está comenzando a caerme genial porque es la leche) Love Game, como el título.

Y me estoy dando cuenta de que adoro enfocar la relación de Temari y Shikamaru como… un juego, si. Un reto o juego por el cual al final acaban juntos, pero que ha comenzado sin ningún propósito más que la diversión y el placer.

Va… serán las hormonas que me revolucionan, pero la cosas es que de eso va a tratar, me he adelantado al sacar el tema de que Temari también ha sido herida, por ello se está volviendo loca, pero eso se verá en los próximos capítulos.

¡Los quiero! Nee, déjenme reviews, una escritora feliz es doblemente productiva y está mucho más animada. Sólo una palabritas xD

Agradecimientos especiales a mi querida sempai Temari-vc y a mi nee-san Narue que me corrige el fic. Las adoro a ambas :3

Para que Shikamaru se sonroje al mirar tu pedazo de cuerpo (en el caso de las chicas)

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