Capítulo 1
"Cómo se lo diré a mi tía?" Suspiró ella, luego de unos momentos de delicioso silencio.
"Déjame hablar con ella"
"Oh, no! Debo hacerlo yo, pero… qué dirá ella?"
"Puedo adivinar. Su primera exclamación será 'Ese hombre!' "
"Silencio!" dijo Margaret, "o yo intentaré imitar el tono indignado de tu madre cuando diga 'Esa mujer!' "
Después de unos segundos el Sr. Thornton estalló en una sonora carcajada imaginando la cara de espanto de su madre cuando supiera que su amado hijo se casaría con la mujer que tanto lo había hecho sufrir al rechazarlo y que, a los ojos de la Sra. Thornton, nunca lo merecería.
Margaret se sintió feliz de verlo reír, no lo hacía mucho. De hecho, no creía recordar haberlo visto reír así alguna vez. "Tiene Usted una hermosa risa Sr. Thornton, debería reír más a menudo".
"Y tu, Margaret, deberías dejar de llamarme Sr. Thornton, no crees?" le dijo acercándose a ella y tomando sus manos mientras la miraba fijamente a los ojos.
Margaret se sonrojó vivamente y susurró "Es cierto… John", dijo levantando amorosamente su mirada. "John… qué pasa?" preguntó, la oscuridad había vuelto a los ojos de él. El Sr. Thornton se alejó de ella y le dio la espalda en silencio.
"John… Es que hay algún problema?" pero él no respondió. Sentía la tensión de su cuerpo aunque no pudiera ver su rostro. "John, por favor, qué pasa? He hecho algo malo? He dicho algo que te ha molestado?" dijo, cada vez más nerviosa.
La angustia en su tono lo hizo reaccionar y, sin darse vuelta, dijo enfáticamente "No Margaret, no es tu culpa. Es solo que…" su voz se fue desvaneciendo mientras bajaba la cabeza y se frotaba la sien con la mano como si tratara de aliviar el dolor.
Margaret no sabía qué hacer y se quedó quieta tratando de contener las lágrimas. Por fin, luego de unos segundos que parecieron eternos, el Sr. Thornton giró para enfrentarla. El rostro serio, la boca rígida y la mirada dura, como cuando ella lo conoció en la fábrica de Milton un año atrás.
"Mar… Srita. Hale" dijo resueltamente pero evitando mirarla. 'Por qué me llama así? Qué es lo que pasa?' pensaba Margaret cada vez más angustiada. "Estos últimos minutos han sido un sueño hecho realidad para mí pero debo volver a la tierra, esto no puede ser." Su voz sonó a sentencia.
Margaret sintió que el suelo desaparecía bajo sus pies y tuvo que apoyarse en la mesa para no caer. "John, no entiendo… Qué… Qué dices? Cómo que no puede ser? Acaso no me amas?" Sería posible que se hubiera engañado creyendo que todavía la amaba, pensó Margaret. 'Pero… que habían sido entonces los últimos minutos? Era esto una venganza por haberlo rechazado una vez? No, no podía ser. El era un caballero, ahora lo sabía, jamás sería capaz de algo así. Y sin embargo… qué otra explicación podía haber?' La mente de Margaret imaginaba montones de cosas horribles mientras hacía un esfuerzo por entender.
Un fuerte dolor en el brazo la sacudió. El Sr. Thornton la estaba apretando con su mano "Yo te amo Margaret Hale" dijo mirándola con fiereza "Te amo más que a nada en este mundo. No te atrevas a dudarlo".
"John, me… me estás lastimando" la voz de Margaret fue apenas un lamento que lo hizo reaccionar y soltándola se alejó apenado "Perdóname, perdóname… Fui un bruto, no quise lastimarte". "Esta bien, no me lastimaste. Pero, por favor, dime qué pasa."
"Margaret, yo no te merezco. No, no me interrumpas. Déjame terminar" le dijo levantando la mano para callarla cuando ella intentó hablar. "Es la verdad. Tu dijiste una vez que yo no era un caballero y tenías razón. Mira lo que acabo de hacer, te lastimé" mientras hablaba caminaba nerviosamente por la habitación. "Y además de poco caballero soy un fracasado. Un fracasado que no pudo mantener su empresa funcionando, que lo perdió todo. Y no sólo no tengo nada para ofrecerte si no que eres tú quien me ofrece algo a mí." Su tono denotaba tanta amargura que Margaret sintió deseos de acercarse a él para asegurarle que todo estaba bien pero no ser atrevió a interrumpirlo. "Yo no puedo aceptar tu dinero. No señor. No puedo."
'Entonces era eso. Orgullo.' Margaret se sintió tan aliviada que quería reír 'Oh, cuánto lo quiero' pensó. "John. Ven aquí, acércate" dijo con dulzura. Pero él permaneció lejos, mirando perdidamente por la ventana, entonces ella se acercó y, delicadamente, puso la mano en su hombro. "John, entiendo tu reacción y de alguna manera me alegra. Me gusta que seas orgulloso. Así eras cuando te conocí y también por eso me enamoré de ti". Sintió que la tensión lo iba abandonando. "John, mírame." Lentamente él giró pero solo después de unos segundos pudo mirarla y en sus ojos había una mezcla de amor y dolor. "Cuando supe que Mallborough Mills estaba en problemas no dudé en ofrecerte mi ayuda porque sé cuanto trabajaste para levantar esa fábrica y cuanto significa para ti. No es justo que personas que trabajan duro lo pierdan todo mientras quienes no hacen más que especular a costa del esfuerzo de los demás salgan ganando." Ahora ella se sentía muy segura. "Entonces mi ofrecimiento no es más que un acto de justicia que, además, me trae un real beneficio. Invertir en tu fábrica me aporta más ganancias que tener el dinero en el banco."
El Sr. Thornton, que la estaba mirando con creciente admiración, se crispó mientras pensaba 'Es que después de todo lo que pasó entre nosotros, yo soy para ella sólo un negocio?' Margaret pareció advertirlo y continuó "Ahora, esta simple transacción se convirtió en algo más, verdad?" dijo con una sonrisa pícara posando su mano en el brazo de él. "Tu me amas, ya hemos establecido eso" 'Está jugando conmigo' pensó John 'Me agrada.' "Y yo te amo. Lo sabes, verdad?" John asintió. "Yo te ofrecí un préstamo y si no nos amáramos como lo hacemos, si fuéramos indiferentes el uno para el otro, lo habrías aceptado. O no?" "Quizás" "Deberías haberlo hecho." afirmó ella. "Pero resulta que sí nos amamos, que no somos indiferentes, que yo quiero formar una familia contigo y creo que tu quieres lo mismo. Entonces, no veas esta situación como una afrenta a tu orgullo. Tómala como lo que es, el comienzo de nuestra vida juntos. Yo estoy invirtiendo en nosotros. O mejor, me estoy convirtiendo en tu socia!" Los ojos de Margaret demostraban tanto amor, tanta confianza y tanto orgullo por él, que John sintió que el corazón le dolía de felicidad.
"Realmente me amas, verdad?" dijo él atrayéndola hacia sí. "Si, realmente te amo", en su voz y en su mirada no había lugar para la duda. "Seremos socios entonces. Me gusta esa idea. Mi Margaret. Querida…".
Luego de unos segundos John dijo "Me parece que falta algo." Se arrodilló, tomó su mano y mirándola a los ojos preguntó "Margaret Hale, amada mía. Me harías en honor de casarte conmigo?" "Si John Thornton, amado mío. Para mí será un honor casarme contigo" dijo Margaret con una gran sonrisa y John se levantó para tomarla entre sus brazos y hacerla girar por la habitación con felicidad.
"John, bájame, ya basta" le dijo Margaret seria, "Aún tenemos un problema." John la miró preocupado.
"Cómo se lo diré a mi tía?"