Capítulo 5 – No te muevas
"¡¡Silver!! Ahh..." Shadow gruñía y gemía, Silver entró a la habitación tan pronto como pudo. Shadow estaba sentado en la cama sosteniéndose la pierna vendada con fuerza.
"¡Déjame verla!" Intentó tocar a Shadow pero el erizo herido se alejaba de él.
"¡¡Demonios, me duele!! Ayer.. lo-lo mismo pasó ayer... ¡¡Mierda!!"
"Si te duele tanto puede que esté infectada, ¡tengo que verla!"
"¡¡Pero...!! Aahhh..."
"Shadow, sé lo que estoy haciendo, ¡Sólo déjame dar un vistazo! ¡No te tocaré, vamos!"
"¡Júralo!"
"Juro que no te tocaré. Ahora déjame verla."
Shadow comenzó a sacarse la venda mientras intentaba reprimir algunos gemidos y varias maldiciones. Una vez que Silver pudo ver lo que pasaba, entendió.
"Shadow, esas heridas están severamente infectadas, y parecen bastante profundas." Ahora Silver se veía más preocupado que antes, si cabía, mientras observaba los tres largos y profundos cortes paralelos en la carne de Shadow. "Tengo que hacer algo al respecto... o empeorarán y no creo que vayas a soportar eso..."
"¿¿Qué tan mal está??"
"Depende de cuanto quieras esperar... si no haces nada en absoluto podrías terminar... bueno, ¡p-perdiendo tu pierna!" Silver no estaba demasiado seguro de eso, pero si hacía que Shadow cooperara entonces estaba listo para mentir un poco. Quizá no perdería toda la pierna, pero definitivamente resultaría gravemente herida por un largo período de tiempo, sin mencionar las tres largas cicatrices que dejarían.
"Te gusta tu pierna, ¿no es así?" Shadow bajó la mirada "Entonces, te lo pido, déjame desinfectarlas. Sé que puedes soportar eso. Y lo siento, pero tendré que tocarte..."
"...De acuerdo, está bien, ¡¡Sólo hazlo!! Aahh, pero por favor hazlo rápido... ¡¡Aahh es insoportable!!"
"Iré a buscar mis cosas." Silver salió corriendo del cuarto y trajo su botiquín. Primero se sacó sus guantes y comprobó la temperatura de Shadow poniendo la palma de su mano en su frente, ignorando un gruñido defensivo y dos amenazantes colmillos. Se sentía muy caliente, como Silver había previsto. Se limpió las manos con un poco de gel desinfectante y se preparó para limpiar las heridas.
"Ahora no te muevas... o al menos inténtalo ¿si?"
Inmediatamente después de que la toalla húmeda tocara la primer herida, Shadow soltó un potente aullido de dolor, seguido de gemidos y maldiciones en voz alta. Silver ni siquiera había empezado. Mientras él trabajaba en las heridas, los ojos de Shadow se mantuvieron firmemente cerrados pero sus gemidos no cesaron, diminutas lágrimas formándose sobre sus finas pestañas. Se había encorvado, jadeando pesadamente y aferrándose a las sábanas casi al punto de rasgarlas. Pero en ningún momento movió la pierna de su lugar. Silver buscó a su alrededor algo para que Shadow pudiese morder, pero no encontró nada. Los quejidos lo estaban haciendo sentir un nudo en el estómago y en su desesperación extendió su brazo izquierdo.
"Toma, muerde esto." Shadow no miró y simplemente abrió la boca. Sus dientes sujetaron algo tibio y blando pero lo suficientemente resistente, y sus gritos cesaron en parte. Su respiración aún era fuerte, pero eso parecía disminuir el dolor, o al menos lo volvía soportable. Silver continuó limpiando las heridas lo más rápido que podía, y en unos minutos que parecieron horas, una vez que había terminado y la necesitaba de vuelta, sacó la mano izquierda de la boca de Shadow. Sus nudillos estaban aún calientes, húmedos y algo morados donde los dientes habían presionado, e incluso había un poco de sangre a causa de una accidental pequeña mordida. Se limpió la sangre y la saliva de Shadow con una toallita con alcohol haciendo una pequeña mueca de dolor, y tomó unas vendas nuevas para cubrir las heridas de Shadow. El erizo negro estaba jadeando pesadamente pero había dejado de gemir.
Un poco de yodo más tarde, las vendas ya estaban nuevamente en su lugar. Shadow aún jadeaba pero mucho más suavemente, y Silver estaba acariciando su propia mano, que aún le dolía un poco. Se quedaron así alrededor de un minuto, Shadow recostado en la cama con los ojos cerrados, y Silver sentado a su lado. Después Shadow habló.
"Gracias... Eso sí que dolió. ...pero se siente mejor, ahora. Hiciste que el dolor cesara."
"Esa pierna me protegió. Es justo que yo haga lo mismo por ella, ¿o no? Ahora deberías tomar un poco de ibuprofeno para bajar tu temperatura..." Buscó un poco en su mochila.
"...Lo siento... el haberte retenido. Pero no me arrepiento. Se nota que entiendes de estas cosas médicas."
"Me alegra que ya estés mejor. Por favor, tómate esta medicina para la fiebre y trata de dormir. No volverá a dolerte como antes, te lo prometo." Wow, está hablando más de lo usual. Y ¿qué pasa con esa actitud amable? ¿'Gracias'? ¿'Lo siento'? Ya casi no lo reconozco. ¿Dónde habrá escondido al Shadow real? Silver se sentía feliz por dentro. Como un padre que acaba de proteger a su hijo de todo mal, o algo así. Había tenido razón respecto de mirar la herida. Ahora estaba intentando por todos los medios no decir 'Te lo dije'.
Shadow abrió los ojos y miró a Silver. Tomó la pastilla y el vaso que tenía a su lado para tomar un poco de agua con ella, aún mirándolo. De pronto notó su mano levemente herida. "¿Era eso... lo que estaba mordiendo?"
"...lo era.... pero no te preocupes, estará bien enseguida, es leve." Shadow tomó la mano de Silver en la suya y se arrimó para ver bien las marcas que había dejado en su piel. Después solo la apretó suavemente. Aún podía recordar con exactitud el intenso dolor que había estado sufriendo, y cómo el haber estado mordiendo algo parecía haber calmado esa horrible sensación. Sintiendo la obligación de decir algo, sólo repitió "Gracias". No sabía qué más decir. Silver se sonrojó un poco. "No fue nada, me estás haciendo sonrojar. No pareces tú, siendo tan amable de pronto."
"No es como si la gente se preocupara por mí tampoco." Shadow soltó la mano de Silver. Eso fue inesperado, Silver no estaba seguro de qué debía contestar. "Deberías ir a dormir, debes estar cansado. Yo también, quiero dormir ahora" agregó el erizo negro. Silver se levantó, tomó sus cosas y apagó la luz, dejando en su reemplazo a la luz de la luna. "Descansa bien" dijo, antes de dejar la habitación.
Wow. ¿Así que Shadow tenía un lado dócil? De pronto se sintió como el ratón que le había sacado la astilla del pie al león. Este pensamiento lo hizo sonreír mientras se recostaba en la cama de su habitación temporal. En la otra habitación Shadow observaba la media luna a través de la ventana. "Maria..." Parece que aún hay quien se preocupa por mí después de todo...