Hola, yo aquí otra vez actualizando… sé que el capítulo no es tan largo como otros que se han publicado pero es muy sustancioso, antes de pasar a los comentarios, y sobre todo a la lectura del capítulo quiero agradecerle por su gran ayuda a Megurine, que hizo el grandísimo favor de hacer unas correcciones, antes de yo poder publicarlo y así presentarles un mejor trabajo ^^… ahora… no sé qué tan bueno sea el dejar publicado como capitulo adjunto mi testamento antes de irme a esconder a mi bunker…. Mientras puedo decidirlo vamos a los comentarios… por cierto… si tardo en publicar es porque alguien me ha puesto tareas muy difíciles que cumplir, porque su deseo es que escriba un one shot de un personaje en específico xD,

Santypooh: ten paciencia pronto encontraran su camino

Almendra otoriramos : Ten paciencia… créeme que Chikane no solo quiere matara Hiregi… en este capítulo lo veras como casi lo mata y lo revive para volverlo a matar jajajaj. La pintura… es solo un destello de quizá el gran problema?

Poker Stomp: quizá sea como a cuenta gotas pero la historia sigue… espero que ahora más frecuente que antes, y me agrada saber que te intriga y te engancha ese es el objetivo.

Anónimo: si… quizá sea cruel… pero… este capítulo es más cruel… creo que mejor me escondo

Reika: me agrada que te guste la historia, Chikane y sus celos si… y esos quizá aumenten…

Megurine: me di cuenta que eras tu en tu primer comentario ajajaja y bueno ahora con esta nuevo forma de comunicación mas efectiva que antes…. O eso espero… podré ver y leer tus ideas y trabajar en ellas ^^

Capítulo 20.- Discusiones

Abrir la ventana de su habitación en esa fresca mañana le permitía que el aire circulara por ese pequeño apartamento al cual generalmente solo llegaba por las noches, hacer eso cada mañana hace que el lugar no estuviera siempre cerrado, con paso cansado se dirige a la cocina para prepararse un café que le permita despertar por completo, antes de hacer la rutina de una mañana no apresurada como las que suele tener frecuentemente, recuerda que la noche anterior dejo su teléfono junto a sus cosas en la sala, al observarlo pudo ver que tenía algunas llamadas perdidas y varios mensajes, las llamadas eran de Mako, supuso que para informarle el cómo le había ido en su cita con Hiregi. Sonriendo hizo una nota mental de hablarle en algún momento del día, antes de deber tenerla frente a su departamento en alguna hora inesperada. Tenía también 3 mensajes los cuales leyó uno a uno

Mako: "Gracias! Él es increíble porque tardaste tanto en presentarlo? Iré hoy a buscarte para platicarte todo"

Himeko sonríe imaginado la euforia de su amiga y sospechando que no importa que haga lo más probable es que su amiga este esa noche frente a su puerta. El segundo mensaje le trajo una nueva sonrisa…

Hiregi: "Ella es asombrosa… valió la pena tanta espera y suplicas, te lo agradezco"

El tercer mensaje era algo completamente diferente, era un número desconocido o por lo menos en una parte, tenía una clave de teléfono de otra ciudad, una ciudad familiar para Himeko y el mensaje no sabía que reacción podría tener ante él, con una mezcla de sentimientos lanza su teléfono al sofá y omitiendo su café, va y se dirige a su cuarto de baño, tenía que arreglarse rápido, el tiempo estaba corriendo y no tenía mucho.

No. Desconocido: "Pronto iré a verte"

-O-

En el momento en el que entro al edificio, se estaba arrepintiendo de no haberse reportado como enfermo esa mañana, el no saber que le esperaba en aquella oficina le aterraba por decir lo menos. Una vez finalizada su cita con Mako, Hiregi había mandado un mensaje de agradecimiento a Himeko, sabía que después de ese día, si Himeko le preguntaba algo sería muy difícil contestarle pero estaba dispuesto ayudar a la rubia, que estaba preparado para todo, justo en el momento en que mando el mensaje, su teléfono le notifico de la entrada de uno nuevo, dudaba que fuera de Himeko, al ver la pantalla lee que Chikane fue quien se comunicaba con él, pensando que podría ser alguna cosa simple, mira su reloj decidiendo que lo mejor sería solo leer el mensaje, llamarla a primera hora del día siguiente, no quería ser el responsable del mal humor de la mujer por haberla despertado ya pasado la media noche, su despreocupación en un segundo paso a ser todo lo contrario después de ver su celular. Sabiendo que no puede hacer nada sino hasta el día siguiente, emprende su camino hacia su cama que por ahora era el único lugar seguro que se le ocurría para estar.

Chikane: "Mañana a primera hora, tengo que hablar contigo seriamente. Por un momento creí que realmente te importaba"

Hiregi no tenía que pensar mucho sobre de que trataba ese mensaje de texto, sabia a la perfección que debió de haber corregido cualquier confusión en el primer momento en que vio que algo en la información no era correcta, la primera parte del mensaje parecía como algo normal de trabajo, pero en el momento en que leyó "Creí que realmente te importaba" sabía que no tenía nada que ver con el trabajo y era más en referencia hacia cierta persona. Una señal clara de que Chikane estaba molesta es que, en su mensaje había sido muy concisa, no hubo bromas o algún signo común en ella y los mensajes usuales que le llegaba a mandar. El viaje en el ascensor parecía una completa tortura y por un momento le pareció que fue más rápido que de costumbre, maldiciendo a su suerte y pensando para sí mismo que no debería de tener miedo, que todo estaría bien, toma aire profundamente esperando no fuera la última vez que así lo hiciera y toca suavemente a la puerta de la persona que en ese momento era la más temida para él, Himemiya Chikane.

-O-

La noche parecía inexistente, no había logrado descansar, pasó cada minuto que le dio el tiempo hasta el amanecer pensando en que un impulso la llevo a mandar ese mensaje, un impulso de querer enfrentar a su amigo… un impuso de esa imperiosa necesidad de proteger a una recién conocida Himeko Kurusugawa. Sabiendo que ya era algo imposible conciliar algo de sueño y viendo la hora en el reloj digital de su mesita de noche, se levanta de su amplia cama, y apaga la alarma del despertador antes de que suene innecesariamente. Sabía que el día seria largo y muy difícil de llevar.

Por más que lo intentó no pudo evitar retrasar su llegada a la oficina, entro en ella y tratando de pensar en otra cosa más productiva que el problema que le formaban sus emociones, empezó a revisar algunos papeles y asuntos pendientes más no urgentes de su escritorio.

Había pasado ya una hora de su llegada y el tiempo le parecía lento, no había avanzado mucho en el trabajo, cada línea la tenía que leer dos veces antes de perder la concentración, dispuesta a volverse a concentrar de nuevo en los oficios frente a ella, el suave golpe de la puerta hace que su vista pase en un segundo de unas líneas borrosas impresas en papel a las líneas que decoran una de las puertas de su oficina, y sabiendo a la perfección que no podía ser su secretaria, pues aún era muy temprano de la hora de entrada normal de los empleados, sabía quién estaba detrás de esa puerta. Con un tono de voz que no creyó le fuera posible producir indica a la persona tras la puerta que puede ingresar.

Hiregi dudo un poco entrar una vez escuchado la indicación, un par de segundos más tarde gira el pomo de la puerta para encontrar a una joven mujer detrás de su escritorio, la usualmente imponente joven ahora se veía cansada, sin dejar de mostrarse fuerte. La luz en la habitación iluminaba todo el lugar, esperando a cualquier indicación de movimiento Hiregi se mantenía cerca de la puerta, no para correr ante cualquier indicio de peligro, sino por el respeto que le da no solo a su jefa sino a su amiga y quizá los pocos pasos que lo llevan hasta el asiento frente al escritorio le den el tiempo suficiente de pensar su respuesta, la suave voz de Chikane lo despierta de su trance, su tono suave era igual al que escucho cuando le dijo que entrara, por un segundo se preguntó si realmente iban a hablar de lo que él creía, ¿debería realmente tener miedo?, ¿aún estaba a tiempo de solucionar las cosas?

- Toma asiento por favor – Una vez mas no sabía ella de donde podía sonar tan tranquila, pero se percató que eso ayudaba al chico que tenía enfrente pues vio como el al igual su voz de forma tranquila se dirigía a donde le había indicado, su actitud decía que sabía de qué quería hablar, y su rostro parecía más la de un perro regañado, ¿realmente estaba arrepentido de lo que hizo? Eso lo averiguaría pronto, por ahora su prioridad era proteger a Himeko y si con eso tenía que enfrentarse a su amigo podría hacerlo. Ese último pensamiento la asusto, estaba dispuesta a enfrentar a un amigo para velar por alguien que conoció hace pocos días, sabía que Hiregi había jugado sucio, eso no se le podía perdonar ni pasar por alto por más preciado que el fuera para ella, ¿Qué tan lejos estaba dispuesta a llegar? De lo único que estaba segura es que ella misma se había propuesto desde el momento en que vio el rostro triste de Himeko la tarde anterior de que nadie volvería a lastimar a la rubia de ojos amatista.

Hiregi un poco indeciso toma asiento, la voz tranquila de Chikane lo perturbaba, por lo general cuando ella estaba molesta solía tener un tono alto, e lugar parecía el mismo ártico por la frialdad de la mujer, y en este momento no veía indicio de que tormenta alguna hubiera pasado por el lugar, y eso lo asusto más porque quiere decir que ella no solo estaba molesta, estaba a un nivel más alto que la ira, y si la conocía bien y claro que lo hacía podría jurar que ese tono tranquilo no era nada más que decepción. Debatiéndose consigo mismo si debía iniciar la conversación o atenerse a las consecuencias jugaba torpemente con sus dedos y en el momento en que iba a soltar una oración fue interrumpido por la mujer frente a él.

- ¿Por qué lo hiciste?

Eso lo tomo por sorpresa, sabia la respuesta pero no sabía si podía decirla.

Esperando la respuesta de Hiregi, Chikane se sienta en el sillón frente a él, tratando de controlar las emociones que sabía no podría contener mucho tiempo.

- Bueno… yo la verdad… - Hiregi comenzó a balbucear. Había pensado en muchas formas para iniciar la conversación pero ahora las palabras simplemente no salían de su boca. Dejo escapar un suspiro que no sabía que estaba conteniendo para finalmente decir – Creí que estaba haciendo bien las cosas

- ¿Haciendo bien las cosas? ¿Y puedes explicarme mejor eso? – Chikane se inclinaba más hacia el frente haciendo con ello más presión.

- Simplemente creí que era lo correcto… - su voz se apagaba conforme terminaba la frase…

- ¿correcto?... – agacha su cabeza apoyándola en su mano, no resistiría más contener sus emociones, si ese hombre no le daba buenos argumentos, ella dentro de poco explotaría.

- Yo quería asegurarme de algunas cosas antes de actuar… quería confirmar sus sentimientos… - en ese momento la mirada de Chikane se levanta y lo mira fijamente, sus ojos mostraban su enojo, y sabía que no había dicho lo que ella esperaba.

- ¿ANTES DE ACTUAR?, A MI ME PARECE QUE HAS ACTUADO SUFICIENTE! – su voz había subido varios tonos aun sin gritar, pero si mostraba su enojo. – ¿COMO PLANEABAS CONFIRMAR SUS SENTIMIENTOS? ¿ENGAÑÁNDOLA?, ¿HACIÉNDOLA SENTIR MAL?

- Yo no…

- ¿TU NO QUE? ¿TU NO QUERÍAS LASTIMARLA? PUES DEJA TE DOY LA NOTICIA… LO HICISTE, Y NO DEJARE QUE LO VUELVAS HACER

- Sé que no le dije todo lo que quería saber… pero pensaba hacerlo

- ¿Y SOLO HACERLA TENER MAS ILUSIONES? ILUSIONARLA PARA NADA…

- Esa no era la intención, y no era para nada yo vi algo en ella que…

- ¿DE QUE? ¿DE QUE SERIA FÁCIL JUGAR CON ELLA? ELLA NO ES ALGUIEN QUIEN PUEDAS MANIPULAR

- Sé que hice mal en manipular mis conocimientos, pero ella estuvo de acuerdo después…

- ¿COMO VA A ESTAR ELLA DE ACUERDO CON ALGO ASÍ? LA ENGAÑASTE, AYER PODRÍA ASEGURAR QUE PODRÍA LLORAR

- ¿ayer?¿hablaste con ella ayer?

- La vi… - ya no gritaba pero seguía alterada

- ¿Estuviste con ella?

- No…

- Dios! Esto es todo un grande error

-¡ POR SUPUESTO, TU ERROR!

- Si… esto es gran parte de mi error… pero no solo mío… también el tuyo

- ¿COMO RAYOS VA A SER MI ERROR SI TU LA ENGAÑASTE?

- Ok.. Ok… hay cosas que aclarar, y unas muy importantes, primero necesito que te tranquilices – Ahora mostraba una sonrisa relajada, se sentía mucho más aliviado de que podía entender las cosas, Chikane no sabía nada, aún estaba a tiempo de arreglar las cosas, su amiga a veces podía ser toda una cabeza dura que malinterpretaba las cosas, pero no podía culparla por eso, él había sido el que provoco ese mismo desastre al no aclarar las cosas a su debido tiempo… no lo admitiría aun pero todo esto había sido todo por su culpa… - Antes de poder aclarar las cosas, me parece que necesitamos un café, por mi parte no dormí muy bien por el miedo que tenia de entrar a esta oficina… y por lo que veo tu tampoco dormiste mucho… - Deja a una mujer perpleja y sin habla para salir de la oficina.

Chikane no entendía, que estaba pasando, como en un momento Hiregi casi podía temblar de miedo y al otro sonreía como si estuviera viendo un lindo paisaje… sin poder decir o hacer nada sus sentidos reaccionaron tarde, Hiregi ya había salido de la oficina, en ese momento ella aprovecho para repasar la discusión de hace un momento… porque eso era… una discusión. Ella definía discusión cuando solo se iba en un solo sentido… y al parecer Hiregi ahora quería una conversación… ¡Había ido por café¡. Cuando menos lo espero un sonriente Hiregi volvía a la oficina con dos tazas humeantes de lo que esperaba fuera un café muy cargado.

- Aquí tienes – Hiregi le sonreía amablemente, mientras volvía a su lugar en el sillón frente a ella, notando que ella no se había movido de su posición inicial…

Algo que a Chikane le perturbaba es el por qué ella tenía culpa en todo esto… por más que lo pensaba las ideas no llegaban a ella…

- ¿Y bien? – Dijo ella esperando una respuesta clara de él, mientras veía como se acomodaba en el sillón daba un trago a su taza de café, la pone en la mesa de cristal que los separa, la mira fijamente y sonríe amablemente un momento para después ponerse un poco más serio.

- ¿Por dónde debo empezar…?

- Sería muy bueno si fuera por el principio – dijo Chikane cruzándose de brazos esperando obtener las respuestas que buscaba.

- Si… bueno antes que nada debo pedirte disculpas por que por mi culpa se ha creado una gran confusión… una que estoy seguro solo te ha lastimado y lo más probable es que quizá a Himeko también… - suspira profundamente esperando que con eso sus ideas se acomoden en su cabeza – antes de empezar… ¿Qué fue lo que viste ayer Chikane?

- Bueno… ayer por la tarde… estaba en un café al aire libre cuando vi salir del restaurante de enfrente a Himeko… su expresión era triste… quizá alcanzarla pero la perdí entre la gente. Recordé que se quedaría de ver contigo. Pensé que quizá tu no habías llegado… o incluso que no habían salido tan bien… o que se había cancelado la cita por trabajo… pero un par de horas más tarde cuando me dirigía a casa… te vi muy alegre con otra persona que no era Himeko… eso… me enfureció… eso me está enfureciendo… y ahora estoy aquí explicándote esto cuando eres tú el que me debe dar explicaciones…

- Jajajajaja…. Así que fue eso….

La risa de Hiregi había desconcertado por completo a Chikane…

- No entiendo por qué la risa… engañaste a Himeko…

- Lo siento… pero si… tú tienes una muy buena culpa de eso…

- Explícate cómo es que ahora soy yo la culpable…

- ¿Qué me dirías si te dijera que desde un principio mi cita nunca fue Himeko?

- Pero… ¿qué?... ¿de qué… estás hablando?

- Pues eso… Himeko nunca fue mi cita… y que hoy acabo de confirmar y con creces una teoría que he pensado desde el momento en que te presente a Himeko…

- ¿Estas volviendo a utilizarme?… lo que yo vi… lo que Himeko me dijo… ¡lo que dices no tiene sentido alguno!

- No te estoy utilizando… simplemente digo lo que he visto… y ahora me toca explicarte lo que tú no has visto… y sobre todo lo que no te has atrevido hacer

- ¿No me atrevido hacer? Y según tú ¿Qué es eso?

- No te has atrevido hablar con Himeko…

- Por supuesto que lo he hecho!

- Si lo hicieras no estaríamos teniendo esta conversación, tú no has escuchado a Himeko aun… - Dice con una sonrisa

- ¡Claro que lo he hecho… ¿si no como sabría que saldría ayer…?

- Tú has oído a Himeko… mas no la has escuchado… - Su tono parecía ya algo impaciente…

- Himeko hablaba contigo, después dice que se verán… y luego tus estas con otra persona… ¿Qué parte no debo entender? Tienes días insistiendo a ella… el otro día tú mismo me dijiste que ella había dicho que si…!

- Si… ella me dijo que si… ella me dijo que estaba dispuesta a presentarme a una de sus amigas… ella no quería presentarme a su amiga, por lo menos no hasta que yo le dijera el por qué…. Nah no importa…

- ¿Qué tu qué? – Esa información había caído como un balde de agua fría, durante la conversación se había levantado de su asiento, y ahora con esa información caía lentamente de nuevo a ese sofá que la recibía junto a la nueva información.

- ¿Entiendes ahora porque dije que no has escuchado a Himeko?... para empezar… ¿Le diste oportunidad de siquiera explicar algo? Por tu expresión y conociéndote estoy seguro que no has dejado que lo haga – Suspira cansadamente – El día que Himeko fue al centro deportivo… me presento a una de sus amigas ella es velocista… quizá lo recuerdes… mmm por tu expresión me parece ser que no…. Bueno… yo… quería conocerla…. Así que todo este tiempo he estado insistiendo a Himeko en que me presentara con ella y hasta hace un par de días por fin ella acepto… no sé qué le hizo cambiar de opinión parecía que estaba dispuesta solo aceptar hasta que habláramos… pero bueno ella acepto y en cuanto nos volvió a presentar en ese restaurant dijo que tenía cosas que hacer y salió de ahí… por la noche le mande un mensaje de agradecimiento mas no ha respondido… y por lo menos en todo este tiempo no la he visto… y me preocupa el que tú la hayas visto triste… aún es temprano ya responderá….

- ¿De qué quería hablar contigo HImeko?

- ¿Qué? – Hiregi no esperaba la pregunta

- Himeko… ella quería hablar contigo de algo… y antes dijiste que te presentaría a su amiga a cambio de algo… ¿Qué es?

- Ha no… no es nada no te preocupes… solo le jugué una pequeña broma ese día en el centro deportivo… por lo que ella me estaba castigando – Una mentira más Hiregi y te crecerá la nariz como pinocho pensaba para sí…

Chikane no creía del todo en su respuesta pero al parecer es lo mejor que obtendrá… - Dijiste que habías hecho un descubrimiento… ¿Qué es?

- No… dije que he confirmado algo… aparte del hecho de que eres algo ingenua…

- ¡Hey¡

- Lo siento! – Levanta sus manos en rendición al ver la mirada amenazante de Chikane… - ¿Qué me dirías si te dijera que tus sentimientos son correspondidos?

- ¿Qué? – Chikane no procesaba la pregunta del todo bien.

- Me refiero a Himeko… - al no ver respuesta de la persona frente a él prosigue… - tus sentimientos son correspondidos…

-O-

Himeko había estado frente a ese parque toda la mañana… sabía que el tiempo había llegado… tantos años tratando de olvidar sin éxito alguno para que una mañana simplemente los recuerdos de aquella noche vuelvan tan vivos como si acabara de suceder. Sabía que tendría que tener un tiempo para arreglar las cosas… lo que no sabía es si podría hacerlo sola… Su teléfono comenzaba a sonar, en la pantalla aparece el nombre de Chikane, un solo movimiento… uno solo y definía si en contestar o rechazar la llamada…. Uno… dos…. Tres… timbres y seguía insistente, un suspiro y su dedo se desliza, deseando que fuera la decisión correcta…

-O-

- SI o tengo que explicar de otra forma…. A ti te gusta Himeko Kurusugawa…

- Yo…. No eso no…

- No puedes negarlo….

- No… no puedo…