Disclaimer: Los personajes, no son míos, le pertenece a Stephanie Meyer, aunque quiera que The Cullen's boys fueran para mi xP. Lo que sí me pertenece es la trama de esta pequeña historia...

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"Continuación de one shot".

Capitulo final

Un día con mi ginecólogo...

(Rated M + 18)

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Leer nota abajo.

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En el capitulo anterior.

Le pusó la alianza que cierra su petición, y el anillo de Elizabeth Cullen, (madre de Carlisle), brillaba en todo su explendor en el dedo de Bella, era como si se lo hubiesen hecho para ella, o mejor dicho, correspondido para esa mujer tan especial para Edward.

Esa noche, como nunca las cosas no fueron muy apuradas, más bien tranquilas, apasionadas y romanticas. Como deben de ser, sus caricias, sus besos y sus apasionantes jadeos y gemidos, eran como cerrar una etapa de un nuevo comienzos para los dos.

Todo ese fin de semana era especial, ya que nadie sabía por qué los dos tomaron esas pequeñas vacaciones, sin emabargo el complicé número uno de Edward, Carlisle, no mencióno nada y no especuló nada cuando los demás se preguntaban del por qué todo esto. Solo la ayuda de un maestro sería guardada como debiese ser, y estaba muy profundamente agradecido que todo fuera con él lo había planeado...

Y por fin comenzaría todo de nuevo.

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Los nervios previos la boda, eran los mas terrorificos para Bella, ya que no sabía si iba a ser buena esposa, pues veía los que les paso a sus padres cuando el amor acabó en ellos, y no quiere que le pase lo mismo que a ellos, y eso era su mayor interrogante.

Sin embargo la madre de Edward, se dió cuenta de sus nervios.

-Hija, no tienes que tener miedo.

-Y si no soy buena como esposa.

-Nadie le enseña a uno ser una buena esposa, con el tiempo se irán dando cuentas en sus fallas y lo que tienen que mejorar como pareja en sí.

-Pero mis padres...

-Ellos, son ellos, y tu no eres igual que ellos, por lo que te recomiendo que no compliques la vida por lo que tus padres hicieron.

-Lo se, pero igual me preocupa.

-Mira el matrimonio es como una planta, hay que regarla constantemente para que no se seque, es lo mismo que en un matrimonio, si no se riega muere, y lo más importante es que cuando tengas problemas o dificultades se tienen que hablar las cosas, la comunicación es lo escencial para una pareja toda la vida.

-Gracias por tu consejo, nunca he podido hablar de esto con mi familia, a pesar de que ellos vinieron a mi boda.

-Eso es por ellos no sabían como tratar el tema que los término separandolos, pero ellos de todas formas te aman hija, no lo olvides.

-No lo haré.

-Es bueno saber que me quiere hija a pesar de que tu madre y yo no congeniamos como pareja.

Un sobre salto de Bella tuvo al escuchar a su padre Charlie hablar de esa manera.

-Papá.

-Hija. - sin que se dieran cuenta Esme salió de la habitación para dejar hablar de padre e hija, sin embargo Charlie no venía solo también Reneé estaba junto con él.

-Hija, se que nosotros no fuimos la mejor pareja de todas, pero eso no quiere decir que tu vallas a fallar en tu matrimonio, sólo te decimos que seas feliz.

-No saben lo feliz que se me hace escuchar eso de ustedes. - muy emocionada habla con sus padres, ya que era la primera vez que se veían como una familia a pesar de la distancia que cada uno tenía en su vida.

-Y tu no sabes lo feliz que me hace saber que creas en amor a toda costa.

-Gracias. - era lo único que podía decir por ser honestos con ellos.

La ceremonia comenzaba y los nervios de los novios era latente, pero la magia que había con ellos era lo mas memorable para los dos, sólo existían ellos y el resto de la familia desaparecía a sus alrededor. La cerominia era para sus familiarres y amigos más cercanos. alrededor de 70 personas esta con ellos en esta magnifica muestra de amor.

Como siempre que dijieron sus votos y se juraron amor eterno, o hasta que la muerte los separará, ellos estaban dispuesto llevar está parte muy enserio ya que no querían desgastar su relación por nada del mundo, y tendrían que pasar su problemas juntos como la pareja que son.

La recepción sin duda fue muy linda con todo, la comida, el baile y decoración puesto que Alice se hizo cargo de todo lo referente de la boda junto con Rose, pero sin duda lo mejor de todo fue la compañia de sus mas cercanos que le bridaron sus más sinceros sentimiento y que tendrían un matrimonio dudadero.

Al acabar la fiesta para los novios, ya era tiempo para ir a su luna de miel, como correspondía, pues como no los había estado juntos por más de 48 hrs, estaban por que mataban a alguien si los interrumpian.

Como siempre, era un momento muy especial, por lo que se tomaron las cosas con calma para disfrutar al máximo de su tiempo como recién casados, y dar una noche de bodas como debiese ser.

Las caricias sinceras siempre eran las que marcaban su procedente en lo relativo cuando hacian el amor como una pareja de casados, no era como si nunca se hubiesen tocado antes, pero era totalmente diferente a las demás ocaciones a la que estuvieron antes, pues ahora su unión es ante todo el mundo, de que ellos se pertenecian a cada uno, un momento mágico que solo los dos poseen.

~ * ~

Un año después...

El mundo se pudiese acabar para Edward & Bella, pero ellos estaban juntos como lo habían soñado una vez, la oportunidad de amar para los dos fue muy de imprevisto y realmente diferente a los demás, sin embargo una sorpresa más les venía por el camino.

-Edward, amor, te tengo que decir algo. - por parte estaba tan ansiosa por lo que tenía que decir.

-Amor, si es lo que pienso, ya me lo imaginaba. - no se podía andar con rodeos Edward ya que conocia mucho a su mujer.

-Tal vez lo sospeches.

-Hace cuantos días.

-Una semana, apróximadamente.

-No me lo puedes ocultar, parece.

-Como lo voy hacer, si tu mismo eres mi ginecólogo.

-De eso no te cabe dudas, mi amor.

-Mañana mismo te hago los exámenes apropiados y te confirmo.

-Ok, lo que tu digas Dr. Cullen.

Al día siguiente...

La conversación que habían tenido el día anterior era de esperarse ya que los dos, prácticamente sabían los que los dos sentían y como se sentían, y no se hizo esperar para hacerle los exámenes que debía a Bella, para confirmar lo que realmente ya sabía.

-Amor, tienes exactamente 4 semanas de gestación, y no sabes lo feliz que estoy por la gran noticias que me has dado.

-Pero esto lo logramos los dos y soy tan feliz como tú.

-Nunca pensé en ser padre y tú me has dado la gran oportunidad que algún día me plantíe en mi vida. Te amo.

-También te amo.

Por fin se cumplió el deseo de ser padre, con el amor de su vida, nunca había imaginado como era el amor de verdad, pero siempre suceden cosas que cambian las vida en un abrir y cerrar los ojos...

8 meses después...

-¡Edward!. - grito desde la habitación de al lado de donde estaba Edward.

-Sí, Bella.

-Me duele. - el pánico inundo en la cabeza de Edward. Corrió hasta donde ella se encontraba.

-¿Qué te duele, amor?.

-¡Ah!. - otra contracción le vino.

-Respira ondo, ahora exala. - a pesar de ser ginecólogo los nervios de ser padre primerizo se impusieron.

-Ed...Edward, duele. - con eso se pone en alerta, el médico que lleva en él, pues tenía que comprobar que las contracciones viniera a cada minuto, para sí, llevar al hospital con el trabajo de parto.

-Inspira, exala... ¿mejor?. - le preguntó.

-Un poco.

-De nuevo. Así no te duele mucho.

El tiempo paso como aproximadamente 1 hora, y ya era la hora de partir al hospital.

Lo primero que hizo fue llamar al hospital para que los recibieran a la entrada para que no se demoraran tanto. Por lo mismo llamó a su mamá para que ella se encargara de decirle a los demás.

El camino al hospital, se sentían los quejidos de Bella, pero por una parte estaba feliz de que estuviera Edward a su lado, por lo que no tenía tanto miedo por lo que sucediera, ya que no sabía como estaría todo.

-Amor, se que te duele un montón, pero tienes que tranquilizarte un poco, ¿estamos?.

-Lo trataré, pero no me pidas mucho.

-Esta bien, con tal de que estes tu bien. - respondió

Pasaba el tiempo dentro del automóvil y los nervios eran cada vez mayor por lo que Edward apuraba el paso para llegar lo mas pronto a maternidad.

A la entrada del hospital, ya esperaban a Bella y Edward por lo que no se demoron nada en llevar a una habitación para que Edward pudiera revisarla como correspondiera, ya que es siempre se haría cargo del estado de Bella como su médico pedía, sin embargo al llegar a su despacho tomo sus implemento y se dedico a ser lo que tenía que hacer, respiro ondo y se mentalizó en su trabajo de ginecólogo obstetra.

Por consiguiente a Bella la instalaron en una habitación, para que la examinaran y la vieran en que estado esta realmente si ya esta lista para a sala de parto o le faltaba un poco más para la dilatación y tener a su hermoso bebé.

Los dolores aumentaban, y los constante puntadas que les cruzaban por la espalda era cada vez más frecuentes.

Ya con los implementos listo Edward, ya estaba listo para poner manos a la obra en lo referente con Bella y ver el estado de su paciente favorita (aunque diplomaticamente no debería tener un paciente favorito), pero con ella era un caso aparte y disfrutaba de su comportamiento con su esposa.

Cada minuto era más impaciente para que le sacaran a su bebé y Bella no sabía cuando sería ese momento.

-Edward, me duele. - decia con dolor.

-Lo se amor, pero todavía no estas dilatada como debiese, te falta unos cuantos centrimetros más.

-¿Y como cuantos más faltan?.

-Tienes 7 centrimetros de dilatación, te falta 3 y ya estaríamos listo, si no llegas a los 10 no podemos empezar con el trabajo de parto.

-Ah.

-Inspira, exala... De nuevo.

Las indicaciones que le dio para que no sintiera tanto dolor, pero era imposible le falta unas horas más y menos, pero el tiempo pasaba y no había mucho avance.

4 horas después...

-Bella, ya estas dilatada como corresponde.

-¿Sí?, por fin. - mientras se preparaba Edward con nuevos guantes de latex, para poseguir contraer a su hijo al mundo. Mientras las enfermeras le ayudaban asujetar las manos a Bella.

-Bella, preparate para pujar y con fuerza para que salga más pronto. 1, 2,3, puja. - Mientras pujaba sin para.

-Ah.

-Otra vez, 1,2,3, puja.- nuevamente pujo con todas sus fuerzas hasta que se oyó un pequeño lloriqueo de un pequeño bebé en la sala donde se encontraba Bella.

-Bella, te presento a nuestro hijo. - la emoción lo embargaba con cada palabra.

-¿Hijo?. - pregunto atónita, en todo el embarazo no quería saber el sexo del bebé, pues querían que fuese una sorpresa cuando llegará al mundo y si que linda sorpresa tuvieron.

-Si amor un lindo niño. - mientras le pasaba al bebé. Edward estaba terminando con las suturas que le estaba haciendo mientras ella tenía en sus brazos, y examinaba al bebé meticulosamente por si tenía algo fuera de lo común. Pero no fue nada de nada que tuviera nada diferente a los niños comúnes.

Por otra parte Edward terminó con su labor cortando el cordón umbilical, como todo padre hace, sólo que en el caso de él era más especial, y terminar de suturar a Bella y se acerco a su mujer y su pequeño bebé.

-Es tan hermoso. - los dos lo miraban embobados y muy felices por su lindo hijo. Edward lo cargo y se lo paso a la enfermera para que lo limpiara, midiera, pesará, lo vacanura y mientras Edwad y Bella, se ven como lo hacía por primera vez en su vida.

-Te amo, ¿sabes?, por darme una familia muy hermosa. - le decia Edward.

-Yo también te amo y soy muy feliz por darle lo que nunca se me cruzo por la mente tener y cada minuto soy más feliz de lo que te imaginas.

-¿Y como le vamos a porner al bebé?.

-Estaba pensando en Alexander.

-Que lindo como lex o alex. Alexander Cullen Swan.

-Si un pequeño Cullen. - a los minutos después entró la enfermera con el pequeño Alex.

-Sres. Cullen, aquí les traigo a su hijo, para que le den de comer.

Mientras la enfermera le enseñaba como amantar a su hijo. Edward en un lado de la habitación miraba a su cada vez más grande familia, y nunca pensó en como su esposa apareción en su vida, pero no se arrepentia de nada y estaba feliz por lo que conseguió sin saber que deparará a la vuelta de la esquina.

Los días después de que nació el pequeño Cullen fueron muy lindos, todos fueron a conocerlo y en la habitación del hospital no cabía ni una aguja por los regalos, y los días siguieron hasta que le dieron el alta a Bella, y se fue con su esposo y su hijo.

40 días después...

Hoy se cumplia los 40 días desde el nacimiento de Alex y Esme no se separaba de su nieto por nada, estaba encantada con su primer nieto, y ayudaba mucho con su hijo, hasta Renne estaba feliz por su hija y su gran felicidad estuvo unos días con Bella hasta que se fue a Arizona, pero prometió ir a verla seguido para que su nieto no se olvidará de su abuela. Lo mismo sucedió con Charlie, un gran milagro ocacionó el pequeño Cullen Swan. Ya que los padres de Bella no estaban tan alejados como antes y ella ya no cabía de la felicidad en su cuerpo, pero era feliz con todo.

Tenía una cita cn su ginecólogo para su revisión (bueno Edward sugerió una revisión a los 40 días después del parto), por una parte estaba emociona Bella ya que no es común que tengas una cita con tu médico 40 días después de un parto.

Se arregló como hace días no lo hacía un buen maquillaje y una ropa provocadora, todavía no bajaba los kilos que había subido con Alex, pero hacía lo que podía, ya que no subió tantos y la mayoria de los kilos ganados ya se estan yendo rápidos por darle de amantar a su hijo.

Y dejó a su hijo al cuidado de su suegra, pues como es el turno de Bella de ser atendida.

Ese día en especial, era diferente a los demás, algo que no sabían que era como hace más de dos meses no estaban juntos, eso quería decir que tanto Bella como Edward estaban reteniendo su momento para estar juntos denuevo como pareja que son.

Como siempre que sucedía cuando atendía a Bella, Edward la dejaba para su última atención. Una parte era que podía volver a su hogar con ella y lo otro es que siempre se dejaba lo mejor.

-Sra Cullen, es su turno para ser atendida. - le mencionó la secretaria de Edward.

Con una gran sonrisa entró al despacho de Edward, y feliz de verlo a esta hora del día.

-Sra Cullen, un gusto de verla nuevamente.

-El gusto es todo mió. - y a pesar de todo siempre la trataba como su paciente favorita.

-Tomé asiento que ya empiezo con su revisión.

Con eso Edward se preparó con su guantes de latex, mientras que Bella se ponía la bata, ya como había sido madre hace poco. Le tocaba su revisión de periocidad como correspondía (pero lo que sabía Bella, no era importante que ella fuera a esa cita con su ginecólogo, ya que no era necesaria).

-Como sabe Sra Cullen, hoy se cumplen 40 días desde el nacimiento de nuestro hijo, por lo mismo me doy a entender que está bien con lo respecta a su salud y esta todo en orden.

Había chequeado a su paciente como lo hacía con todas la demás, pero a diferencia de la demás era más exaustivo y mejor que con todas.

Y es esta ocasión si era diferente, ya que como sus mismas palabras le dejaban en claro que esta bien en todo su mujer, por lo mismo era de esperarse que su cuarentena acabará, pero de mejor forma. Eso significaba que desde hace mas de 40 días que no tenián un momento para los dos, (y en sencillas palabras, lo que suguieren los médico es que no se tengan relaciones sexuales en ese périodo) y como estaba tan preparado Edward, dejó salir antes a su secretaría para que no se llevará una sorpresa por lo que pudiera escuchar o saber de su jefe.

Sin embargo Bella no se sorprendió de que dejará salir a su secretaria mas bien esta feliz por lo que había echo, todo lo que sucedió en la consulta ese día fue como en Deja vu.

Edward la sentó en su escritorio, (pues ya habían terminado con la revisión) y como andaba con la bata no necesito mas que abrirsela, Bella por su parte era una paciente que se dejaba llevar por los constante caricias de su marido y era una fiel paciente a disposición de su médico. Sin mas Edward la tomó por las caderas masajeandolas y siguió con su gran maestría de amante, Bella se dió cuenta de que su médico todavía tenía mucha ropa encima, por lo que prosiguió con su afán de verlo como Dios lo trajó al mundo, de modo que no se demoró nada en ver a su hermoso marido como lo hacía cada día en la ducha o en su cama cuando tenían sus momentos íntimos.

Edward le introdujó dos dedos en el interior de ella, con la gracias propia de él, ella por su parte sintió como se le comprimía el interior de su vientre, las sensaciones que sentía era lo mejor que le pasaban por su cuerpo. Por otro lado Edward ver como su mujer se retorcia bajo sus dedos y manos no cabía de la felicidad y lujuría, la desesperación que sentía en la entrepierna de Edward era cada vez mayor, pero primero me se mentalizaba en su mujer, después podría pedir lo que era suyo.

Bombeaba constantemente sin dejar un solo momento de paz en el interior de ella, mientra ella se volvía a su locura de sensaciones. Bella sentía como Edward se restregaba en su muslo y le gustaba esa fricción que sentía, pero otro del dedo de él se intodujo y fue lo que necesito para explotar en la mano de él, Sin embargo Edward no iba a dejar a su mujer esperar nuevamente. Y con un solo movimiento tomó por las caderas a Bella y la introdujo su miembro erecto dispuesto para dar a satisfacer.

-Edward.

-Bella. - dijieron al unisono.

Los gemidos en la consulta de Edward se podían oir desde larga distancia, de modo que gracias que era pasada de las 5 de la tarde no había gente de la que se debería de preocupar. Y ellos se dejaron llevar por el momento de necesidad y lujuría que no había experimentado hace un poco mas de dos meses. Las penetraciones eran cada vez mas veloces y profundas, las sensaciones mas claras al borde de la locura y el amor que se tenían era todo lo que importaba para saciar la sed de deseo y necesitan ser apagadas por los cuerpos que reclamaban ser tocados y llevados al límite.

Él bebia de sus montes, mientra que Bella acariciaba lo que mas podía del cuerpo de Edward. Sus labios se juntaron y se acarician con su lenguas que se pertenecian comunmente. Y para ellos su manos explicaban como tocar la unica música que ellos conocían.

Movimiento que sólo ellos conocían se complementaban con los constante empujes de Edward y las paredes de Bella que no habían sido utilizadas pero pedían ser reclamadas y explotadas por la única persona que mejor conocía a Bella.

Sólo una última estocada para que los llevará al éxtasis de emociones que necesitan ser apagadas. Los dejó mas que saciados de pura felicidad y emoción por ser la pareja que siempre en su vida quisieron tener en su vida.

-No sabes lo feliz que acabas de hacer.

-Y tu no sabes lo feliz que me hace recordar como nos conocimos.

-Pero sin embargo si que disfrutaste ser mi ginecólogo la primera vez.

-Y por lo mismo no te dejé escapar de mi, para que fuera la mujer de mi vida.

-Te amo.

-También yo.

Y con eso se demostraron que no necesariamente el amor se va en su búsqueda, si el te encuentra. Sólo hay que ver que no importa el lugar y con quién sucede, cuando sucede, sucede.

The end.


He vuelto con el ave fenix...

Si me he demorado un montón en haber publicado, pero con todo mis problemas en mi trabajo y en la vida misma y mi gran falta de imaginación. De echo lo borré no se cuanto, por que no me gusta el capitulo, pero ya ven mas tarde que nunca que les traje el ultimo capitulo de este fic.

Bueno y ¿les gusto el final?. espero que si ya que me esmere para que quedará lo mejor que pudiera. Ahora les doy las gracias a todas la maravillosas personas que me dejaron un Review en esta historia a pesar de los meses, se le agradece un montón. Como siempre las chicas que no son de FF y me dejan sus Review recuerden dejar su e-mail pero que no se les olvide dejarlo separado ok...

Chicas les agradezco su gran paciencia y apoyo. Ademas les dejo para que pasen a revisar mis otras historias "Mi vida es un infierno" y la nueva que publique "I'm Pregnant" las dos son con dramas, pero lindas...

Ya mis chicas gracias a todas y me da pena dejar este mini fic pero era hora de darle su final. Ahora me dejan si les gusto el fina...

Slds

Kisses & bites. Las quiere.

~Amelie~