Disclaimer:Bla… bla…bla… Meyer es dueña de todo bla…bla…bla

Sumary: Tal vez no fueran la pareja físicamente perfecta, ni los padres de la relación. Ni siquiera el león y la oveja. Simplemente, por que no había nadie como ellos. Alice&Jasper. Drabbles.

Tienes la virtud de hacerme olvidar
el miedo que me da mirar la oscuridad.

—Tienes que tranquilizarte —rogó Jasper, en voz baja, consumida por el dolor. Me abrazó con más fuerza, mientras enterraba su cara entre mi cabello. Los sollozos consumían mi cuerpo haciéndolo temblar —Por favor Alice, no me gusta verte así.

Lo sabía. Sabía lo mucho que le dolía verme en mis momentos de dolor, pero no podía evitar ser egoísta en ese momento y dejar que me viera sufrir. Lo necesitaba. Necesitaba saber que estaba junto a mí, necesitaba sentir sus abrazos, sus besos y sus palabras de consuelo.

¿Cómo unas solas palabras habían cambiado en un segundo mi mundo? ¿Por qué me afectaba tanto la verdad? ¿No era eso lo que había estado buscando por décadas? ¿Por qué ahora que la tenía frente a mis ojos, la rechazaba?

Encerrada. En un manicomio. Abandonada. Olvidada.

Sollocé con más fuerza, mientras sentía los labios de Jasper besar en la parte superior de mi cabeza.

Oscuridad.

Odiaba la oscuridad. Mi pasado estaba lleno de ella. Mi vida humana estuvo llena de ella. Mi mente al buscar mis recuerdos, estaba llena de oscuridad. La maldita habitación en la que me encontraba sollozando, estaba oscura. Como la maldita celda en la que me dejaron a mi suerte.

—Todo está bien —murmuró Jasper, besando mi cabeza, mi cara, mis manos, cada parte de mi anatomía.

No quería mostrarme débil. Frente a mi familia había actuado como si me hubiera afectado poco. Pero frente a Jasper, no era necesario mentir. Él lo sabría de todos modos.

— ¿Por qué me odiaban? —pregunté sin pensarlo, Jasper me apretó con más fuerza.

—Eso no importa Alice, deja el pasado ir —dijo mirándome fijamente a los ojos — El pasado es sólo eso, pasado. El presente es lo que importa. Y en el presente todos te quieren, a todos les importas. Sobre todo a mí. Por favor pequeña, no llores, sabes lo mucho que detesto verte sufrir.

Asentí, titubeante. Jasper siempre tenía las palabras exactas para hacerme sentir mejor. Me conocía perfectamente.

—Gracias — murmuré, mientras sentía sus dulces labios posarse sobre los míos.

Después de todo, el pasado era pasado. Jasper era mi presente y futuro, y él era la luz que siempre me faltó.

Sería difícil de olvidar, pero no imposible. Y con Jasper a mi lado estaba segura de lo logaría.

En ese instante, la habitación ya no me parecía tan oscura.

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