Okay, más de una de ustedes me querrá matar, ya que no había continuado este fic desde hace años por muchas cosas, pero me animé a seguirlo y me dije que era justo y necesario D: Intentaré ponerme fechas para realizarlos xD Aunque sean capis cortos creo que estaría bien que actualizara, ¿no?
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Shugo Chara no me pertenece, es original de las PEACH-PIT. Este fanfic está basado exclusivamente en el manga.
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¡¿QUÉ HAGO AQUÍ?!
CAPÍTULO IV
UN NUEVO CICLO
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- ¿Cómo es posible que ella no tuviera el embrión? - Les gritaba el presidente de Easter a los tres chicos.
- Señor, eso no es nuestra culpa... - Respondió Yu con cierta ferocidad.
- ¡Cállate! - Golpeó la mesa asustando a la morena.
- Ella tiene ra... - Ikuto fue interrumpido.
- Claro que no, su deber también es encontrar el embrión. Fuera o no la portadora igual tenían que detenerla. - Utau exclamó molesta, viendo a su compañera con inferioridad. - ¡Yo seré quien encuentre el embrión!
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La jovencita realizó una reverencia y se salió a toda prisa de la oficina seguida por la señorita Sanjo. El jefe tomó asiento y suspiró al momento en que extendía un par de hojas a los aun presentes.
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- El ciclo escolar está por terminar, así que por el momento se dedicaran al nuevo proyecto. - Los chicos tomaron las hojas. - Tendrán que apoyar a Utau, a Nikaido y además hacer su trabajo de vigilancia como ya lo saben.
- Entendido. - Volvió a hablar Ikuto.
- Retírense.
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Ambos chicos hicieron una reverencia y salieron del edificio donde un coche negro ya los esperaba. Durante el corto recorrido hasta el hogar de los Tsukiyomi, el chico gato no dijo nada, solo veía el aire a través de la ventana del vehículo a lo que Yu no sabía cómo reaccionar. Estaba consciente de las cosas que sucederían en próximas fechas y los sentimientos que tenía Ikuto sobre sí mismo.
En un instante recordó que en la trama del anime Amu entraba directamente al quinto año de primaria, mientras que en el manga la conocíamos al final del cuarto año. Esto no le gustaba del todo, quiere decir que las cosas pasarían aún más rápido y por sobre todo, pasarían cosas que ella aun no sabía y que sólo había leído en algunos blogs. Comenzó a jugar con sus dedos por el nerviosismo que esto le causaba.
Los dejaron a la puerta de la casa y entraron, sin siquiera hacer el más mínimo ruido. Ikuto subió a su habitación y Yu se quedó observando como subía las escaleras al segundo piso.
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- Ikuto-kun...
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Sus charas bajaron enseguida al ver que ambos habían regresado al inmueble. Notaron a una Yu deprimida, abrazando uno de los cojines del sofá.
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- Baka, Yu. - Le llamó Shu al momento que tiraba un mechón de su cabello sobre su rostro.
- ¿Qué quieres?
- En verdad te preocupa Ikuto, ¿verdad?
- Si... Sólo quiero que pare todo esto de Easter y él pueda cumplir su deseo.
- ¡¿Acaso sabes el deseo de Iku-chan?! - Preguntó sorprendida Hali.
- No creo que sea tan difícil de adivinar. - Levantó la mirada para ver las escaleras. - Yoru, ya sé que estás ahí.
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El chara mencionado bajo lentamente el tramo de las escaleras y se colocó frente a nuestra protagonista con lágrimas en los ojos.
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- Gra... Gracias por querer tanto a Ikuto-nya...
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La ojimiel sonrió ligeramente y acarició la cabeza del gatito que soltaba grandes lágrimas. Aun si toda esta situación fuese un sueño, para ella significaba mucho más. No sólo se trataba de que Ikuto y Amu estuviesen juntos, sino también de ayudarle a salir al fin de esa compañía para que pudiese hacer lo que su corazón decía. Yoru existía por su deseo de liberta, por sentirse un gato callejero, uno que pudiese explorar el mundo sin que nadie lo detuviese. Sacando las garras con aquellos que se lo merecieran, pero siendo dócil con quienes él apreciaba.
Miró a Shu y Hali, ellos eran las dos partes idealistas que tenía dentro de su corazón. Shu representaba aquella fuerza que siempre había querido tener, el lado rudo que nunca ha tenido, alguien que se defiende de lo que se merece y aún más; mientras que Hali era todas las cosas que ella siempre dijo que odiaba, cosas rosas, dulces, lindas, su forma femenina que temía mostrar.
Lo había decidido, cambiaría y participaría en esta historia por el bien de todos los personajes.
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Era tarde y ella se había dispuesto a hacer la cena para todos. Se asomó a las escaleras y gritó el nombre de su compañero. Al no obtener respuesta se preocupó. Buscó a Yoru con la mirada y se dio cuenta que ya no se encontraba en la habitación. Subió rápidamente las escaleras para abrir de golpe la habitación del Tsukiyomi. Si, se había ido.
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- Hali, Shu...
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Tan molesta estaba que había salido de la casa a buscarlo sin conocer en lo más mínimo la ciudad. Vaya que eso era problemático. Sería mejor que regresara a la casa o al final no valdría la pena nada de ello. Era sorprendente que con tal de no decirle que salía mejor usara la ventana de su habitación y no la puerta principal.
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- Supongo que es la costumbre de los gatos... - Suspiró. - Mejor vaya...
- ¿Qué hace una chica de escuela media tan noche? - Le llamó un chico que al parecer rondaba por los 20.
- Demonios...
- Las princesas no deberían de decir ese tipo de palabras. - Le dijo otro joven que estaba tras el primero mientras se acercaba a ella y la ponía contra la pared. - ¿No quieres jugar con nosotros?
- Yo... No... - La voz de Yu se quebró y las lágrimas afloraban en sus ojos. - Por favor... Déjenme. - Bajó su rostro.
- ¿Tú crees que es así de fácil?
- Anda, ven con nosotros. - Uno de los chicos la abrazó.
- Chara nari...
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En ese momento un prendedor con forma de calavera apareció en su cabello y son ojos se afilaron más. Tomó el brazo del chico y lo tiró al suelo como si se tratase de una hoja de papel, su compañero quedó estupefacto y antes de que pudiera huir Yu lo knockeo con un golpe en el cuello.
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- ¿Eh? - El prendedor desapareció y la muchacha vio a los dos hombres tirados a sus pies. - ¡Gyaaa!
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Salió corriendo hasta que se cansó. Había corrido en la dirección contraria y fue cuando Hali chilló y levantó la mirada. Era algo que nunca se había mostrado ni en anime ni manga. Ikuto estaba posado en el techo frente a la casa de los Hinamori contemplando la alcoba de la chiquilla. Una leve sonrisa adornaba su rostro y sus ojos se veían iluminados bajo la luz de la luna.
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- Hali, chara nari.
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Esta vez le habían aparecido unas orejas y cola de lobo a la pelinegra. Saltó hacía la barda más cercana, caminando lentamente para llegar donde el joven gato negro.
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- Así que por esto viniste.
- ¿Cómo me encontraste? - Dijo con un poco de nerviosismo por no notarla.
- Pura suerte. Aunque ahora que lo pienso pude haber usado esta. - Movió su nariz olfateando.
- ...
- ¿Algo te atrae de ella?
- ...
- No es necesario que me digas. - Se sentó junto a él. - Aun si me atraes, yo no soy nadie para interponerme si comienzas a sentir algo por alguien o molestarte por los sentimientos que tengas hacía otra persona.
- Tú no estés insin...
- No insinúo nada. Es sólo que creo que hay personas que ya están destinadas a estar juntas por una circunstancia u otra. No importa las cosas que haya entre ellos. Tampoco me refiero a que sean pareja o algo similar, pero pueden ser las personas que más te ayuden en la vida, aquellas en que más podrás confirma o incluso quienes te traicionaran para que tú puedas alcanzar algo aún más grande.
- No puedo dejar de pensar en lo que pasó esa vez en la cocina...
- ¿Tal vez te sientes un poco culpable?
- Después lloró porque todo se había arruinado. Cuando Utau lloraba de pequeña siempre buscaba la forma de calmarla y parar su llanto, no importaba si fuera o no el responsable de ello.
- ¿Por qué no le pides perdón?
- No la conozco muy bien y si Easter se entera que tengo algún tipo de relación con ella podrían intentar algo.
- No es necesario que te lleves con ella, ¿pero no sería mejor hablar un poco con la presa que debes espiar?
- ...
- Compra un par de dulces y déjaselos en su ventana con una huella de gato, eso funcionará. - La chica se puso de pie. - Me iré primero. No regreses tarde, ¿vale?
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El neko asintió para que Yu pudiese irse más tranquila a casa.
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Realmente Japón podía ser algo fastidioso con eso de las vacaciones entre ciclos escolares. A su parecer no eran muy largas y entraban en plena primavera. ¿Por qué su escuela no era normal y tenía también un uniforme de verano? Estaba bien que le gustase el color negro, pero era un poco sofocante si le incluías medias, manga larga y un corset. Definitivamente las PEACH-PIT no pensaban mucho en eso del clima y la comodidad, estar dentro de la trama y usarlo casi diario se sentía como toda una tortura.
No había podido disfrutar mucho de sus vacaciones; aun cuando no había tenido trabajo de Easter más que buscar huevos X de vez en cuando, se la pasó estudiando para las recuperaciones que debió de hacer al igual de estudiar todo lo que no sabía de Japón, su historia, métodos de enseñanza y más. Eso sí, aun le sorprendía que podía entenderlos y hablar sin problema alguno.
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- Yu. - La llamó Ikuto sacándola de sus pensamientos.
- ¿S... Sí?
- Mi acaba de llegar un mensaje de Utau, fue a la Primaria Seiyo. Nombraron a Amu Hinamori como el Joker, además de darle el candado Humpty. Nos han pedido una reunión urgente en Easter.
- ¿De verdad crees que todo esto está bien?
- Sabes que no hay muchas opciones...
- Comprendo.
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- "...Le daré una oportunidad a eso de ser el Joker." - Finalizó la rubia.
- Ya veo, una chica con tres charas. ¿No es acaso un enemigo formidable, Utau? - Recalcó el nombre su superior.
- No lo es. Una chiquilla que no puede hacer su "Chara Nari" no es un enemigo para mí. - Movió su cabello. - ¿Qué importa cuanto chara tiene? Si no sabe usarlos no sirve de nada, no es una amenaza.
- Je, je, je, je... Tan segura como siempre. Entonces te lo dejo a ti... El jefe está esperando el embrión.
- ...
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Ikuto y Yu estaban callados observando los sucesos. El primero no tenía muy buena cara ante las órdenes que le daban a su pequeña hermana, sobre todo al ver como cambiaba la actitud de ella por el simple hecho de un huevo que realmente nunca habían visto.
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- Recuerda que trabajas para la compañía Easter, tienes que trabajar.
- Ya lo sé. - Respondió tomando sus huevos.
- No hay porque ensuciar las manos de la chica, déjemelo a mí. Ya he empezado los preparativos. Le doy mi palabra, obtendré el embrión para el jefe...
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- Yu, permíteme.
- Sí, claro Ikuto-kun.
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El peliazul tomó a su hermana del brazo antes de que se fuera donde la esperaba su automóvil privado. La rubia estaba sonrojada y se lanzó a los brazos del joven. Realmente nada cambiaría cuando sólo estaba con él.
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- Utau, suéltame.
- Pero, Ikutoo~ No nos vemos muy seguido y...
- ¡Deja esto ya! - Bramó. - No tienes por qué trabajar de esa forma para Easter, tu único sueño es ser cantante y...
- El que debería parar eres tú. - Cortó en seco las palabras de su hermano. - Sabes bien las razones por las cuales lo hago. Así que no me trates de dar un sermón. - Vio de reojo a Yu. - Los tres sabemos perfectamente que aun cuando no hubiésemos querido hubiésemos sido forzados a firmar de igual forma.
- Utau, cálmate. Sabes que lo único que quiere Ikuto-kun es que tú no te veas involucrada seriamente en este tipo de cosas.
- Tu tampoco deberías de decir nada, después de todo eres también parte de las razones de porque estamos aquí. Recuerda que eres la privilegiada aquí, nieta de Kazuomi Hoshina, presidente de la Compañía Easter.
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Juejuejuejuejuejue... :v A que eso último no se lo esperaban xD Espero que hayan disfrutado de este capítulo :'D Si no, me tiraré de un puente xP Hay dejen su review x3 Y gracias por volver a leerlo ;A;