Hola! Después de más de un año por fin me aparezco por aquí, una disculpa por abandonar esta historia por tanto tiempo pero prometo actualizar mas seguido esta mi primer y también mi última historia en esta página.

Quiero agradecerles por todos sus comentarios, porras y criticas, me han servido de mucho en verdad gracias, pero sobre todo gracias por la espera, en verdad espero les agrade esta historia.

También quiero disculparme este es mi primer fic por lo que la redacción de los primeros capítulos carecía de coherencia (para algunos aun seguirá asi je je je) y lógica por lo que retome este primer capi y lo reescribí tratando de que no quedar nuevamente tan carameloso y es que el primero que publique rayaba en lo cursi, y quise darle un nuevo giro espero me haya salido, poco a poco subiré los siguientes capis, gracias por su tiempo y apoyo.

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SOLO A TU LADO

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"No es el mismo ningún día, no hay dos noches parecidas, igual mirada en los ojos, dos besos que se repitan."

Wislawa Szymborska

Con las sabanas enredadas en tu cuerpo duermes tranquilamente sin soñar, no hace falta, la realidad es mejor que cualquier sueño, el frio que se cuela por las las cortinas de la ventana de tu habitación y que te golpea el rostro te hacen abrir los ojos, aun semidormido maldices no haberla cerrado ayer, tratas de moverte y es cuando te recuerdas que ella está a tu lado te giras lo que te permite tu cuerpo para mirarle y descubres con alegría que sigues recostada sobre tu pecho al igual que en la madrugada que después de hacer el amor por tercera vez, se recostó sobre tu pecho o la obligaste a hacerlo jalándola pero siendo sincero ahora no te importa como sucedió ni te interesa recordarlo lo que te importa es que ella sigue aquí, junto a ti, en tu vida y que nunca más volverá a alejarse, sí, no estás dispuesto a correr el riesgo de perderla nuevamente. El solo pensar en esa posibilidad te hace estremecer, pero el cálido aliento que se escapa de sus labios entreabiertos mientras duerme y que roza tu piel, te tranquiliza, te obligas a tomarle por la cintura y acercarla más a tí, la calidez de su cuerpo desnudo junto al tuyo (en igual condiciones) te produce un sentimiento de enorme tranquilidad y alegría y no te queda más que sonreír.

Observas la tenue luz en la habitación y por la claridad asumes que aún es temprano, el sueño se ha ido de ti así que volver a dormir ya no es una opción, y repentinamente ella se remueve entre tus brazos y tu solo le observas en silencio, la miras sonreír y hablar entre sueños, pero en un repentino movimiento ella coloca una de sus pequeñas manos en tu pecho y te llama, solo sonríes mientras le abrazas más.

-¡DIABLOS!- susurras porque debido a uno de tus torpes movimientos le has despertado, le miras abrir sus hermosos ojos cafés con letanía y descuido, los frota para despertar más rápido mientras que tu eres un observador silencioso y preso de esos ojos.

Pero el encanto se rompe cuando te da la espalda después de tomar conciencia de que permanecía abrazada a ti, notas que está nerviosa porque su respiración es agitada y tu mente por momentos se vuelve una tormenta de preguntas y miedos, quieres pensar que es por timidez y no por arrepentimiento su actitud después de unos instantes en ese infierno de dudas y con el silencio reinando, con miedo y temor a que te rechaces te acercas lo más sutil que puedes necesitas saber qué sucede, necesitas respuestas. La llamas suavemente mientras tu mano temblorosa se atreve a tocar su hombro.

-Ranka … Ranka estas bien?- tarda tortuosos segundo en responder y eso te asusta mas –Sí, sí estoy bien- su vos parece más un susurro

-¿Por qué no me miras?- preguntas al fin -¿Es que te arrepientes de lo que sucedió? - y sin ser consiente tu interior ruega con que su respuesta no sea afirmativa -¿Ranka es eso?- arremetes, necesitas una respuesta y pronto.

-No, claro qué no es solo que…- las palabras se cortan y su respuesta solo te confunden

-¿Qué Ranka?– sujetas su mano fuerte pero con cuidado y le obligas a girar, necesitas comprender.

-Lo que sucede es que…- titubea -¿Alto tú te arrepientes? Si es así no quiero mirarlo en tus ojos- ¿Pero… Qué ha dicho? ¿Es acaso que no te ha mirado? Cómo podrias arrepentirte de que ella esté a tu lado, si es lo que más has deseado después de haberte dado cuenta la idiotez que cometiste al dejarla ir aquella noche cuando te pidió la acompañaras ¿Cómo puede pensar algo así? Piensas pero no, no puedo permitirte producir ese miedo en ella, le abrazas con fuerza, y le sujetas lo más fuerte que puedes, quieres transmitirte tus sentimientos pero sabes que no bastara un abrazo, a veces las palabras son necesarias –Ven acá- dices mientras la vuelves a envolver entre tus brazos y le das un pequeño beso en los labios y hablas -Tonta yo jamás podría arrepentirme de haber hecho el amor contigo, porque yo te amo, ahora mírame ¿quieres?- besas su hombro desnudo y esperas a que te mire nuevamente.

Levanta la mirada y por fin te enfrenta pero con pesar ves sus ojos humedecidos por lagrimas, tomas su rostro entre tus manos y te acercas a ella hasta besar sus labios, mientras tus vagabundas manos se aferran a su cintura, corresponde tu beso y eso te tranquiliza, pero no ha respondido al "te amo" igual que lo hizo cuando hacían el amor, eso te asusta, pero la intensidad con la que corresponde tus besos te hace ver que aun tienes esperanzas de recuperarla, si es que la has perdido. Se separan algo agitados y ruborizados, te atreves a hablar necesitas saber en qué piensa -¿Ranka tú no te arrepientes, cierto?- La miras fijamente y esperas ansioso que respondas que no.

-Claro que no, ha sido lo más hermoso y maravilloso que ha sucedido en mi vida, es simplemente que tenía miedo que tu si pensaras que fue un error, o que me dijeras que es mucho mejor She…- La besas, no quieres que una diga tontería como esas, no quieres que pronuncie su nombre -TE AMO A TI SOLO A TI- es lo único de lo que eres capaz decir mientras la besas despacio, te separas de ella y notas que sus labios tiemblan, quieren decir algo -ALTO… TE AMO, yo también TE AMO- no puedes evitar sonreír y volver a besarle, te avergüenza admitir que te comportas como cualquier crio enamorado de instituto de tu edad pero por un minuto así con ella, que diablos… importa un carajo, le abrazas mas, se ha creado un silencio agradable y tranquilo mientras permanecen abrazados, te permites besarla más y repartes pequeños besos en su rostro, en sus labios, en su cuello y en sus hombros. Se dejan caer a la cama y permaneces abrazado a ella un rato más y sin darte cuenta caen dormidos otro rato más.

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El sonido de un mensaje recibido en tu celular los hace despertar, te importa una mierda lo que diga, así que no haces ningún esfuerzo por buscarlo, solo te interesa permanecer sujeto a ella un rato más, sin embargo ella ha notado lo tarde que es al mirar el reloj de la mesilla de al lado y tratas de levantarse, por impulso la sujetas -Por favor, por favor, solo unos segundos más quédate así- ella permanece quieta y tranquila entre tus brazos.

-¡Vamos alto!– dice haciéndote guardar silencio, coloca uno de sus dedos sobre tus labios, trata de hablar pero te obligas a guardar silencio nuevamente con su mirada, esa mirada tierna y noble por la cual estas hasta los huesos, y como el dócil cachorro que eres entre sus manos no te queda más que obedecer, ante tu gesto sonríe y lentamente se acercas a tí, te besa de manera dulce, tierna y hasta tímidamente; tan simple y compleja como es. Le abrazas y hundes tu rostro en su cuello, te pierdes en su calidez, en su dulce aroma, y ella responde a tu abrazo, eres feliz quizás demasiado.

No sabes cuánto tiempo permanecen así, pero agradeces que te permitas abrazarle sin que te alejes, cuando se separa de ti, sonríe y con ese simple gesto te tranquilizas y sin dejar de sonreír habla -Voy a hacer el desayuno, ¡muero de hambre! tu también ¿no?- sin más se levanta, trata de buscar su ropa en el enorme tiradero del suelo que hemos causado desde ayer y al ver que no la localiza por completo opta por ponerse solo sus bragas y tu camisa blanca como vestimenta, se giras con tu camisa a medio abrochar y te preguntas si puede, solo sonríes y afirmas, se ve tan sexi que la idea de repetir las acciones de todo la tarde de ayer y gran parte de la madrugada te parece deliciosamente tentadora, pero sabes que si tratas de detenerle esta vez no va a ser tan complaciente por lo que prefieres mirar a otro lado para que tu libido te supere, al tomar el picaporte de la puerta giras y le oyes atentamente –Date un baño en lo que yo preparo el desayuno, o si no se te hará más tarde para llegar a la base y no quiero a mi hermano interrogándome y dándote un sermón de amenazas a ti- y te señala con su dedo una acción completamente contraria a la sonrisa en su rostro.

Miras como se marcha de la habitación mientras te dejas caer nuevamente a la cama, cierras los ojos y percibes con la nariz que su olor permanece en todo, ha impregnado las sabanas y las almohadas y te alegras ante la sensación de inmensa alegría que te producen pero también eres consiente de lo bobo y cursi que te has vuelto -Alto metete a bañar- su voz te saca de tus pensamientos vas al closet y tomas un cambio de ropa limpia para entrar a la ducha.

El agua tibia cayendo sobre tu cuerpo te relaja, te hace sentir tan bien y logra despertarte por completo pero no puedes evitar recordar que hasta ayer pudiste haberla perdido para siempre, y te preguntas ¿Qué hubiera sucedido? si no te hubiera escuchado ayer después de lo de Sheril, tal vez nunca hubieras podido recuperarla…

Ranka corría desesperada tratando de alejarse de la base de la del SMS, había llegado a su límite y se repetía una y otra vez entre lágrimas que este era el fin. ¿Cuánto más podría aguantar por ese amor no correspondido? ¿cuánto más Alto quería herirla? no le basto con haberla dejado plantada en varia ocasiones o ignorar sus sentimientos cuando le dijo que lo amaba ¿A acaso no le importaba que ella se arriesgara para ir a salvarlo al ir a cantar a un planeta desconocido? ¿Es acaso que nada de eso le importaba? entre el dolor que sentía y las lagrimas que no dejaban de salir de sus ojos no pudo evitar tropezar y caer, más de un par de ojos la observaban pero ninguno se atrevía a acercarse todos imaginaban la razón, aquella era una situación que ya esperaban desde que habían llegado a ese planeta por eso nadie trataba de acercarse a aquella joven de cabello verde mientras lloraba.

Bien, esta vez si había tocado fondo nunca creyó que Alto pudiera llegar a herirla de esta manera nunca creyó que pudiese mentirle ¿por qué no le había dicho la verdad en cuanto se instalaron en ese planeta? ¿Por qué espero a que ella se lo dijera? apretó sus puños mientras trataba de controlar sus lagrimas y su respiración, se quedó en silencio algunos segundos tratando de tranquilizarse y cuando creyó tener la fuerza suficiente se levanto, respiro hondo y trato de secar sus lagrimas pasando sus manos sobre sus ojos, y seguir, ya era suficiente era hora de seguir adelante -¡Basta de soñar, de tener esperanzas Ranka!- Se decía una y otra vez a sí misma, caminó solo algunos pasos cuando escuchó que la llamaban, reconoció la voz inmediatamente por lo que empezó a correr no estaba dispuesta a que él la viera en este estado, sin embargo Alto era más rápido y logro alcanzarla la sujeto con fuerza de la mano y la obligo a mirarlo.

-¡Ranka espera! No es lo que tú crees! Diablos solo escúchame por favor…- exclamaba con tono suplicante y desesperado el joven piloto pero para Ranka con su pobre corazón roto aquella intención paso desapercibida el dolor y el coraje era mayor

-¿Y entonces qué es Alto? ¿Cómo sucedieron las cosas? ¡Dímelo!- Grito la joven mientras sus ojos que la traicionaron demarraban lagrimas.

Aquel dolo sin embargo no paso desapercibido por el joven pero ¿Cómo explicar la verdad? ¿Qué decir? Cuando todas las cosas parecían decir otra -Yo solo… yo solo la quise proteger- soltó y aunque era verdad tal vez aquella simple explicación no podría justificarlo

-Y vivir con ella como tu novia era la mejor opción ¿no?- reclamó Ranka, y es que de todas las posibles razones o motivos no espero una tan irreal

-No, es que ella estaba enferma y yo…- las palabras se trababan en los labios de Alto la explicación parecía más difícil de lo que espero

-¿Tú… qué? ¡No busques excusas tontas solo debiste decirme la verdad!- gritaba la chica

-Yo… yo… diablos tú te fuiste Ranka- grito también Alto, pero al ver el rostro de la chica registro que el "diablos tu te fuiste Ranka" no fue lo mejor, y más al saberse que ella se le había confesado antes de partir

Para Ranka aquellas palabras fueron demasiado, ella aun podía recordar aquella noche que se fue y como él guardo silencio y la dejo marcharse aun cuando le había declarado su amor minutos antes -Yo te dije que te amaba y tu solo lo ignoraste idiota- logro deshacerse de su agarre y emprendió nuevamente su camino mientras Alto se quedaba quieto en sus sitio

Ver aquel inmenso dolor en los ojos de Ranka cuando había pronunciado aquellas palabras fue demasiado, además saberse el idiota más grande del universo por haberla dejado ir aquella noche no ayudaba mucho -No, No es cierto, yo también te amo, pero es demasiado tarde ¿verdad Ranka?- exclamo suavemente el joven mientras miraba su mano ahora vacia, la había perdido, la había perdido nuevamente por su torpeza.

Continuara….