¡¡Hola a todas!!
Aquí os presento mi nuevo fanfic. Es la primera vez que escribo un AU, así que tenerme un poco de paciencia.
Los que me conocéis de mi otro fanfic, deciros que este no tiene nada que ver. Es mucho más directo y recortado, así que los capítulos no serán para nada largos.
Lo bueno es que si os gusta, actualizaré cada lunes sin falta.
Es un Ron-Hermione 100%, aunque también aparecen otras parejas como Harry y Ginny.
Por increíble que parezca, no os voy a hacer llorar (para las que ya me conocen), jajajaja.
El argumento es muy simple: Harry y Ginny se van a casar y Ron necesita buscarse una novia, sino tendrá que ir con Lavender. El pelirrojo vive con Hermione en Nueva York, pero solo son amigos. Cuando la entrometida de Ginny entra en el juego, Ron y Hermione tienen que viajar a Londres y hacerse pasar por novios delante de toda la familia Weasley. El problema es que esa amistad que ellos creen tan segura…está a punto de traspasar los límites y convertirse en algo más.
Es muy simple, lo se, jejeje.
Bueno, espero que os guste.
Muchos besotess.
Fani.
Disclaimer: obviamente, los personajes no son míos ni soy la Rowling, porque si fuera ella, estaría escribiendo lo que pasó durante esos 19 años intermedios hasta el epílogo. Yo solo los tomo prestados y trastoco sus vidas un poco, jeje.
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Capítulo 1:
Fecha: 2 de mayo de 2008, 11:45 a.m.
De: Ginny, futura señora de Harry Potter (te quiero, amor).
Para: Ron, el hermano fastidioso.
Asunto: Acompañante para la boda.
Mi querido hermano,
Vas a estar sumamente orgulloso de mi, pues he conseguido que tanto Lavender como mamá desistan de que vayas a la boda con la primera de ellas.
¡Soy un verdadero genio!
Que sepas que vas a tener que recompensarme con un bonito regalo de bodas. Harry dice que sea un televisor de plasma de 46'', pero creo que yo me conformo con un coche nuevo. Sabes que el mío esta muy viejito, lo echaré de menos, pero qué narices… ¡un coche nuevo!
No se como me lo monto que siempre acabo yo sacándote las castañas del fuego. Mamá insiste en que Lavender venga a la boda aunque no sea como acompañante tuya, no veas que suplicio. Enserio esa chica es…insoportable. Y la culpa la tienes tú, por enamorarte de ella y haber estado saliendo durante los últimos tres años. A ver si la próxima te la buscas con un poco de cerebro aunque sea.
Volviendo al tema, les dije a ambas que ya tenías acompañante y que era tu novia de Nueva York. ¡Lo se, lo se! No me grites, pero algo tenia que decirles, ya las conoces. Además, aunque seas mi hermano, soy una mujer y te puedo decir que no te será muy difícil encontrar a una chica para que te cubra durante la semana de la boda. ¡Solo serán 7 días!
¿Verdad que lo harás por mi? ¡Soy tu hermana preferida! ¡No me puedes fallar!
También había pensado que…tal vez podrías invitar a tu amiga, esa de la que tanto hablas, Hermione. Me haría mucha ilusión conocerla, debe de ser una santa para aguantarte como compañero de trabajo y ¡de piso! a la vez. En fin, así matamos dos pájaros de un tiro.
Saludos de parte de Harry.
Y esta vez no tardes tanto en contestarme.
Muchos besos, tu hermana, pronta señora casada,
Ginny Weasley.
Fecha: 4 de mayo de 2008, 19:23 p.m.
De: Ron, el hermano fastidioso.
Para: Ginny, futura señora de Harry Potter (te quiero, amor).
Asunto: En vaya lío me has metido.
Queridísima hermana,
Ni siquiera se por donde empezar. Me has metido en un lío de los mil demonios. ¡¿Cómo se te ocurre decirles a Lavender y a mamá que tengo novia?! ¡¿Ahora que se supone que tengo que hacer?! ¡¡Ginnyyyy!!
En fin, ya veré como me las arreglo.
Ni se te ocurra mencionar el nombre de Hermione delante de ellas. Es mi mejor amiga, solo eso, y no quiero meterla en ninguno de los culebrones que se le ocurren a tu trabajosa cabecita roja.
Y déjale claro a Lavender de una vez que lo nuestro terminó hace más de tres años y que solo fueron un par de noches de sexo sin compromiso. ¡Por amor de Dios, estaba borracho y era la boda de George!
Reitero, no se te ocurra mencionar el nombre de Hermione.
Saludos a Harry también de mi parte.
Besos,
Ron Weasley.
Fecha: 8 de mayo de 2008, 15:35 p.m.
De: Ginny, futura señora de Harry Potter (te quiero, amor).
Para: Ron, el hermano fastidioso.
Asunto: Upsssss.
Mi querido hermano,
Estás sentado, ¿verdad? Porque creo que he metido la pata. Enserio que yo no quería, pero…
¡La culpa es tuya! Por estar tan desaparecido trabajando allí en la otra punta del mundo y por no informarme convenientemente de tu vida privada. Además si lo miras con cierta perspectiva, ¡te he vuelto a sacar las castañas del fuego!
Tu recomendación de no nombrar a Hermione…llegó tarde.
Lavender y mamá ya saben que ella existe, que será tu acompañante y que…es tu novia.
¡No grites, no te sulfures y abanícate, que te hará falta!
Pero la culpa no es mía, repito. ¿Cómo iba a justificar que vivís juntos si no sois pareja, eh?
Tu lo único que tienes que hacer es hablarlo con Hermione, seguro que es una persona muy razonable y te ayuda en este pequeño numerito que vamos a montar. ¡Solo será una semana!
Por cierto, no creas que se me ha pasado que has obviado mencionar algo sobre mi nuevo coche. Tienes suerte de que no te pida directamente un BMW Serie 1 Cabrio, descapotable en color gris plateado. ¡Es una monada!
Pero a lo que íbamos, deja de poner caras largas y anímate. ¡No vendrás solo a la boda! Eso si que seria mucho peor, créeme. Ahora que solo quedas tu por casarte, mamá no parará de revolotear a tu alrededor.
¡Si te he hecho un favor!
Saludos de parte de Harry,
Muchos besos, mi hermano adorado.
Ginny Weasley.
Fecha: 9 de mayo de 2008, 16:06 p.m.
Para: Ginny, futura señora de Harry Potter (te quiero, amor).
De: Ron, el hermano fastidioso.
Asunto: Cancela la boda por defunción de la novia.
¡¡GINNNNYYYY!!
¡No me lo puedo creer! ¡Has vuelto a meter tus narices en mi vida privada! ¡¿Es que no me escuchas cuando hablo o no lees lo que escribo?! Solo te pedí una cosa, una sola maldita cosa. ¡Que no mencionaras a Hermione! ¡¿Y a ti solo se te ocurre decirles a las dos mayores cotorras y casamenteras de Inglaterra que es mi novia?! ¡¿Es que te has vuelto loca?!
¡Ya puedes estar arreglando el entuerto o no hay boda!
Te lo juro, Ginevra.
Ron Weasley.
Posdata: ¡¡Soluciónalo!!
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Eran casi las ocho de la tarde y una chica castaña entraba apresurada a su apartamento. En sus manos llevaba una gran bolsa de papel marrón con la compra del fin de semana. La dejó en la cómoda que había en el recibidor mismo y aprovechó para quitarse los zapatos de tacón y dejar el maletín negro en el suelo. Cerró la puerta de la calle de un puntapié y volvió a coger la bolsa de la comida. Entró a la cocina, se recogió el cabello castaño rizado en una coleta y comenzó a colocar las cosas en la nevera y en los armarios.
En su habitación se cambió el traje azul marino por unos pantalones de deporte y una sudadera ancha de los Mets de Nueva York. No era muy seguidora del deporte, pero la ropa era muy cómoda y eso era lo que contaba. Caminó descalza hacia la cocina de nuevo y se sirvió una cerveza. Acababa de dar por terminado un caso complicado y el fin de semana se presentaba tranquilo por una vez.
No obstante, la costumbre hizo que fuera hacia el recibidor con la intención de recoger su maletín de abogada. Cual fue su sorpresa cuando sus ojos marrones quedaron clavados en un sobre azul que se había colado por la rendija de la puerta y yacía olvidado en el suelo. Se agachó para recogerlo y abrió aun más los ojos al ver que estaba dirigido a ella. Le dio la vuelta y observó un apellido que se le hacia familiar: Weasley.
Así era como se llamaba su compañero de piso y mejor amigo, Ron Weasley. ¡Que coincidencia! Regresó al comedor con el sobre en la mano, olvidándose por completo del maletín que contenía los informes de sus nuevos casos en el bufete. Se sentó en el sofá de delante de la chimenea y de la televisión de plasma. Era un apartamento muy confortable y moderno, perfecto para dos buenos amigos que lo compartían casi todo.
Abrió el sobre y se quedó con la boca abierta. Su cerebro dejó de funcionar momentáneamente y ella solo atinó a dar un largo trago a la lata de cerveza que aun sostenía con su mano izquierda.
¡Mi querida Hermione!
Que placer y que emoción es saber al fin de ti.
Ya estaba a punto de tirar la toalla con mi pobre hijo Ronald.
Pero ha sido una suerte que te haya encontrado. En el fondo es un buen chico, pero tu eso ya debes saberlo. Cuando Ginny nos dijo que hacia más de dos años que vivíais juntos…no lo nos creímos. Pero Ron siempre ha sido tan reservado con respecto a su vida privada. Pobre Lavender la impresión que se llevó.
Estoy deseando conocerte, querida.
Supongo que la boda de Ginny será la ocasión perfecta y tal vez podamos hablar de la vuestra para el año que viene. Ohh, no sabes que dichosa me haces. Al fin veré a todos mis hijos casados y felices.
Te envío la invitación para la boda, aunque tu ya eres de la familia.
No se te ocurra faltar.
Con afecto,
Molly Weasley.
Hermione se quedó mirando la carta de esa mujer que parecía ser la madre de Ron.
¿Qué demonios significaba eso?
¿Desde cuando era ella la novia de Ron?
¿Y eso de que se iban a casar?
La puerta de la calle se abrió de nuevo y en pocos segundos un chico alto, pelirrojo y de ojos azules, estuvo parado frente a ella en el comedor. El traje de rayas diplomáticas gris y negro lo llevaba bastante arrugado y dejó caer pesadamente su maletín en el suelo. Pero cuando levantó la vista no se esperaba la mirada penetrante de Hermione fija en él.
- ¿Qué significa esto, Ronald? –dijo ella mostrándole la carta.