Crepúsculo no me pertenece, los personajes son de Stephenie Meyer, yo solo juego con ellos.
Aviso: la historia contiene lenguaje y escenas fuertes, abstenerse personas sensibles. Yo he avisado, el resto es cosa vuestra.
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Capítulo 1: El alcohol no soluciona nada
La fiesta de Tyler iba a ser genial, o eso pensaba yo. Lauren y yo llevábamos saliendo cuatro meses y hoy por fin pensaba acostarme con ella, la verdad es que ella me presionó mucho con que lo hiciéramos, pero teníamos 17 años y yo no tenía tanta prisa como ella, no veía mi virginidad como una carga sino como una dulce espera para encontrar a la persona correcta, y esa parecía ser ella, o eso creí, maldita puta.
Llegué emocionado a casa de mi amigo buscando a mi hermosa novia. Unos chicos me dijeron que la habían visto arriba, subí a buscarla. Entré a la habitación de Tyler por si él la había visto, entonces fue cuando la vi a ella chupándosela a ese que decía ser mi amigo. Se volvieron hacia mí que los miraba dolido y asqueado.
-Joder, Edward, no sé cómo has estado todo este tiempo sin tirártela.-se le trababa la lengua y se notaba que estaba bebido, su lenguaje dejaba mucho que desear.-Lo hace de coña.
Ella me miró divertida y orgullosa por el comentario de Tyler. Mis padres me habían educado como un caballero, eso me impedía ir allí y golpear a Tyler, pero el comentario grosero no pude ahorrármelo.
-Sí, supongo que tiene una vocación. Supongo que solo tenía miedo de que me cobrara después de acostarme con ella, aunque después de lo que he visto, no creo que pida mucho dinero.-le siseé.-Lauren ya no te tienes que preocupar en ir a la universidad, el trabajo que te gusta no necesita estudios.-le gruñí y pude ver como una lágrima se escapaba de su ojo, ¡maldita hipócrita!
Salí de la habitación después de dar un fuerte portazo, bajé las escaleras y pude ver a muchos chicos del instituto bebiendo y bailando. Me acerqué a una de las mesas y cogí una botella, no sabía ni lo que era, a decir verdad no tenía costumbre de beber, a veces alguna cerveza con mi amigo Jasper, pero nada más.
Me fui al aparcamiento donde había dejado el coche, me recosté contra mi Volvo y comencé a beber. La botella estaba casi vacía cuando miré el reloj ¡mierda! Las cuatro de la mañana, Carlisle iba a matarme. Solté la botella en el suelo y me subí al coche para irme a casa.
Puse la radio y por primera vez la música no logró calmarme, aunque la verdad es que la canción no ayudaba:
Duermo en un acorde mágico
y despierto al oírlo tocar,
soy la esencia de la humanidad.
Represento la promiscuidad,
de las almas que enferman de paz
me presento, soy la libertad,
de tu cuerpo y no cobro con fé.
Y ahora dime cuánto vale tu alma,
y ahora pide dinero o placer,
sueñas con curar el cáncer,
el sida fue cosa de Yahvé.
Quiero estar junto a ti
y alimentar tu boca,
Hay veces que el dolor duerme
en una canción
Sé que moriré de amor decadente,
lúgubres besos
Quémate en mí.
Príncipe de la dulce pena soy
y mi sangre alimenta tu ser,
la lujuria de mis alas roza tus pechos
y araña tu piel,
bebe, embriaga tus vicios,
decide, orgasmos o amor,
la única iglesia que ilumina es la que arde,
el nazareno duerme su cruz.
Quiero estar junto a tí y alimentar tu boca,
Hay veces que el dolor duerme en una canción
Sé que moriré de amor decadente, lúgubres besos
Quémate en mí.
Oh señor rey de la tristeza,
ángel del dulce dolor,
bebe la hiel de mi boca,
blasfema, ven y hazme el amor.
Estaba tan enfadado y demasiado bebido, sabía que no debía conducir, pero la ira no me dejaba pensar, cuando quise darme cuenta las luces del otro coche ya estaban demasiado cerca y no tuve tiempo a reaccionar.
El impacto en mi Volvo fue solo en el asiento del copiloto gracias a que di un volantazo antes de chocar, el asiento me aplastó la pierna y algunos cristales que se dispararon causaron cortes en mi piel, pero podría haber sido mucho peor.
Salí del coche cojeando y entonces vi el otro automóvil,estaba bocabajo, el parachoques estaba destrozado y la puerta del conductor abollada hacia dentro. Me acerqué para ver el estado del conductor, la sangre salía por la ventanilla y se me escapó un gemido. Me hinqué de rodillas junto a la puerta del conductor y entonces, la vi, la chica más hermosa que mis ojos hayan contemplado, los numerosos cortes y magulladuras no eran capaces de esconder su belleza. El cabello, color castaño caía en suaves ondas, sus labios tiernos y carnosos sobresalían en su rostro, su delicada piel de porcelana la hacía parecer una muñeca. Estaba inconsciente y había mucha sangre sobre su cuerpo, gracias a Dios llevaba el cinturón y eso habría amortiguado el golpe. Aproveché que la ventanilla estaba rota, sin importarme cortarme más con los cristales me introduje en el coche para sacarla. Desabroché el cinturón y después de asegurarme de que ninguna parte de su cuerpo estaba atascada la arrastré fuera del coche.
Fue entonces, cuando pude ver su cuerpo entero, que me di cuenta de la gravedad del accidente, de lo espantoso de mis actos.
La cargué, ignorando el dolor de mi pierna, lejos de su coche por si había una explosión. No me había dado cuenta de que estaba llorando hasta que al pasar la mano por mi rostro lo noté empapado.
Me senté en el asfalto con su cuerpo en mi regazo. Saqué mi teléfono móvil del bolsillo y marqué, me respondieron casi al primer tono.
-Edward, ¿dónde demonios estás?¿crees que estas son horas de estar por ahí? Más te vale que tengas una buena excusa.-me gritó.
-Papá-sollocé.
-¿Qué ocurre hijo?-se ablandó al escucharme llorar.
-Necesito tu ayuda.-supliqué.
-¿Qué ha pasado?¿Dónde estás?-me urgió.
-Papá estoy en la carretera que va desde el pueblo a casa, por favor ven rápido. Ven papá y trae ayuda.-gemí como un niño inocente que no sabía qué hacer.
-Estaré allí en unos minutos.-me aseguró antes de colgar.
Dejé caer el teléfono al suelo y solo pude llorar sobre el cuerpo de aquella hermosa chica, a cada momento revisaba si su corazón latía y si seguía respirando.
-Por favor, no muráis.-le supliqué.
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Hola, bueno, he comenzado un nuevo fic porque se me pasó la idea por la cabeza y no he podido detenerme, era irresistible.
Para los que estén interesados la canción es Diabulus in música de Mago de Oz.
Espero que os haya gustado el comienzo de la historia, os aseguro que pasarán muchas cosas interesantes. Creo que todos ya sabéis quién es la chica del coche, pero quedan muchas cosas por saber de ella y aún le queda mucho por llorar a Edward.
Nos leemos, dejadme un review por favor ^^