Todo lo que reconozcan, NO es mio
Recuperando recuerdos.
...
El sol calentaba mi cabeza y arrancaba destellos de los cristales de mi Volvo, la suave brisa jugaba con las pocas hojas que volaban por el suelo.
Baje la última caja de mi carro y suspire quitándome el poco sudor que cubría mi frente. Subí la pesada caja hasta, la que fue mi casa hace ya mucho años. La deje en la sala, exhausto de tanto trabajar y subí las escaleras que se dirigían hacia mi habitación.
Mire mi cuarto, que se veía increíblemente vacío sin mis discos cubriendo la pared ni mi ropa regada por el suelo.
La recorrí lentamente con la mirada, dejándome embargar por los recuerdos que esta casa, y este cuarto en particular, me traían. Las memorias vinieron como rápidas escenas bailando por mi cabeza.
Una carcajada atronadora, herramientas de carro, acordes de guitarra, el olor a ropa nueva y por ultimo y no menos importante, si no todo lo contrario: Unos ojos chocolate y unos finos labios rosas que ahora deseaba más que nunca.
Me recosté en mi cama y deje que los recuerdos siguieran deleitándome, dejándolos avanzar ahora que estaba más cerca de recuperarlos.
En mi cabeza se reprodujo, como si de una película vieja se tratara, una escena en particular.
Una chica menuda de cabello castaño corriendo hacia mí, besándome, susurrándome al oído: Te amo Edward.
Solté un gemido quejumbroso ante la punzada de anhelo que atormento a mi pecho. Deseaba más que nada volver a escuchar esas palabras. Me arrepentía terriblemente de haberme marchado de Forks. De no haberse llevado a Bella con el.
Sabía que ella hubiera aceptado, si le hubiera preguntado.
Pero no lo hice.
No quise apartarla de su familia, ni de sus amigos.
Nuestra relación continuo a larga distancia. Solo duramos un año más y todo se vino abajo. Era lógico que la relación terminara yéndose al retrete, prácticamente de todo ese año solo nos vimos un par de semanas.
Un par de semanas… más bien catorce días, regados en todo el año.
Y es que mi horario era muy complicado, la facultad de medicina no daba horarios más accesibles solo por que tu novia viviera completamente del otro lado del país.
Pero ahora había regresado; y estaba mas que dispuesto a intentar recuperarla, haría todo lo posible por volver a escuchar las palabras te amo salir de su boca y por volver a besar sus preciosos labios.
En los últimos cinco años, no había tenido casi ningún tipo de contacto con mis amigos de Forks. Ni con Bella, habíamos terminado en buenos términos. Pero fue imposible mantener una amistad.
Decidí darme una ducha y visitar a Alice, todavía no estaba preparado para ir a casa de Bella y Emmett.
Emmett Swam era el hermano mayor de Bella .Según entendía, Rosalie, la eterna novia de Emmett se había mudado con ellos.
Yo no estaba listo para ver a Bella aun.
Quería actualizarme sobre la vida de todos antes y luego comenzar el plan: recuperemos a Bella.
Saque un poco de mis cosas y mi ropa. Me duche y exactamente a las 7:36 pm encendí mi auto para dirigirme a casa de Alice.
Alice era mi mejor amiga (Después de Bella) nuestro contacto igual se fue esfumando, ahora solo nos hablábamos cada cumpleaños. Hace como año y medio, ella y su novio Jasper, el hermano gemelo de Rosalie me visitaron, desde esa ocasión no los he visto. Yo la quería mucho, me consoló casi todas las noches después de que terminara con Bella.
Ella me iba a ayudar a recuperarla. No le había dicho nada de mi regreso por que quería que fuera sorpresa.
Me detuve frente a su casa y sonreí felizmente. Todo seguía igual, tal y cual lo recordaba. Descendí de mi carro y casi corrí hasta la puerta. Toque el timbre tratando de no excederme, se escucharon pasos dentro y una voz cantarina:
- ¡Voy! Jazz apúrate. –
Una menuda chica de cabello negro alborotado abrió la puerta rápidamente, tenia puesto un short de mezclilla y una blusa tipo tejana de color rosa.
- En verdad pensaba que los duendes no existían. – Le dije sonriendo enormemente ante su cara de shock.
- Vete a la mierda. – Susurro la chica siguiendo los diálogos, era una broma privada.- ¿Edward? – Musito todavía sorprendida, la entendía. Tenia mas de un año que no nos veíamos.- ¡Edward! – Chillo y salto hacia mi, la atrape al vuelo y la abrase contento de tener a mi amiga. Jasper bajo las escaleras rápidamente abrochando su blanca camisa, nos miro un segundo extrañado pero al reconocerme su sonrisa se hizo evidente.
- ¿Edward? ¿Qué tal hermano? – Pregunto llegando hasta nosotros, Alice brincaba ahora a mi lado, Jasper me dio unas palmadas en la espalda y me invito a pasar.
Nos sentamos en la elegante sala de Alice y enseguida ella me rodeo con sus pequeños brazos.
- No puedo creer que estés aquí ¿A que se debe el honor? – Pregunto mi amiga riendo suavemente.
- Al fin termine de estudiar y conseguí un trabajo en el hospital de Forks. – Le informe sintiéndome muy feliz por tenerlos cerca.
- Eso es genial.- Exclamo Jasper- ¿Vas a vivir en tu antigua casa? –
- Si –
- ¿Solo? – Pregunto Alice sutilmente.
- Si me estas preguntando si estoy soltero, te informo que si. – Le informe riéndome.- Pero para ti no estoy disponible, Adoro a Jasper. – Los tres soltamos fuertes carcajadas.
El sonido de un teléfono resonó por la sala procedente de algún cuarto un poco lejos.
- Ve tú.-
- Claro, cariño. –
Jasper salio de la habitación trotando ligeramente y Alice giro su cara hacia mi tan rápido, que pensé estar viendo una versión miniatura del Exorcista.
- Bien Edward, yo se que te ofrecieron mucho mejores puestos que trabajar en un pequeño hospital en un pueblo escondido. – Me dijo mirándome fijamente, me reí nerviosamente. Alice lo sabia todo.- A si que ya me vas diciendo que pasa. –
- Los extraño.- Le dije era totalmente cierto, solo oculte una parte, eso no era ningún delito.
Los ojos de Alice se suavizaron.
- Nosotros igual te extrañamos. – Me dijo con una pequeña sonrisa.- Pero eres maldito manipulador, esa no es toda la razón. –
Mierda, mi amiga era como una bruja.
Solté un suspiro y me dispuse a contarle mis planes y mis sentimientos hacia Bella. Sabía que no la haría cambiar de opinión. El tratar de ganarle a Alice Era como luchar contra un huracán con tan solo unas sogas amarradas a tu techo.
Su expresión era sorprendida y un poco sombría y esto se intensificaba mas conforme mi relato iba llegando a su fin.
- La quiero de vuelta Alice, la amo, la extraño y la necesito. – Termine mirándola intensamente, ella bajo la mirada y tomo aire antes de decir con voz baja.
- Oh Edward, hay algo que deberías saber… - Iba a preguntarle sobre que, pero una estruendosa voz nos interrumpió.
- Ese cara de culo de bebe, Sr. Petulante lo va a pagar caro. – La voz de Emmett se escucho desde afuera.- No se que le ves, es un imbecil. –
- Emmett se hace notar demasiado. – Comento Jasper entrando de nuevo a la sala y sentándose en el mismo lugar.
- Cállate Emmett.- Mi corazón estuvo apunto de salirse de mi pecho al reconocer la voz que ni la hostilidad lograba opacar lo hermosa que era.- Si lo haces sentir incomodo voy a patearte el trasero. - Le espeto a su hermano.
La puerta se abrió dejando entrar a los hermanos Swam y a Rosalie Hale.
- ¡Jasper! Necesito tu ayuda. – Exclamo el chico entrando a la sala. Su rostro se contrajo en extrañeza al verme.- ¿Edward? – Pregunto en el momento que Rosalie y Bella entraron detrás de el.
Se quedaron estáticos en la puerta al reconocerme. Yo solo pude mirar a Bella, más hermosa que nunca. Su cabello era mucho mas largo, su figura ahora era de toda una mujer y había crecido un par de centímetros. Ella era simplemente perfecta.
- Hola. – Dije sonriendo levemente, desvíe mi mirada de Bella, no quería delatarme tan pronto. Mire a Rosalie que me veía un poco molesta, Emmett estaba todavía en shock pero podía ver una sonrisa empezar a surgir en su aniñado rostro.
- Esto es… una gran sorpresa. - Se río levemente mi hermosa Bella, dirigí mi mirada hacia ella y mi corazón se aloco al hacer contacto con su calida mirada. – Nos hubieras avisado que venias, pudimos haber hecho una fiesta de bienvenida. En realidad, no se como Alice dejo pasar esta oportunidad. –
Me reí en total éxtasis por tenerla de frente de nuevo. Los hermanos Swam y la novia de este tomaron asiento en el sillón restante. Dirigí mi mirada a Alice y fruncí el ceño al notar su nerviosismo.
- No sabíamos que Edward venia. Nos ha venido a sorprender. – Anuncio Jasper amablemente.
- Y vaya que es oportuno. – Se burlo Emmett mirando a Bella.
No me gusto su comentario. Hizo que la cara de Bella pasara de una sonrisa cómoda a una cara completamente hostil.
- Eres un idiota. – Musito la chica. Quise preguntar de que hablaban pero el timbre de la puerta sonó.
- Mierda. –
- Se arruino la fiesta. – Los comentarios de Jasper y Emmet, me extrañaron.
¿Quién había llegado?
- Cállense. – Espeto Bella parándose rápidamente, parecía que su equilibrio haba mejorado con el pasar de los años. Rosalie y Alice soltaron unas risitas.- Pórtense bien. – Casi rogó mi amor.
Apenas la chica se perdió de vista, Emmett se volteo hacia mí.
- Edward, nos caíste del cielo. – Me dijo, Rosalie chasco la lengua. Alice me miro un poco alarmada pero un atisbo de excitación recorrió sus ojos.
-No creo que sea muy justo. - Dijo la rubia.- Y menos ya tan avanzados los planes. –
- ¿Qué cosa? – Le pregunte a mis amigos totalmente perdido.
- ¿No le han contado? –
- ¡No! ¡No nos dio tiempo! – Exclamo Alice. Iba a volver a preguntar de que hablaban, cuando Bella regreso a la sala.
Sentí un nudo en el estomago al verla entrar tomada de la mano de un chico, todos pusieron caras de fastidio y Bella los fulmino con los ojos, para luego sonreírle encantadoramente al estupido rubio.
Por favor, que no me diga que es su novio. Me daría de cabezazos por imbecil con el volante de mi carro si Bella tiene novio.
- Mike, el es Edward Cullen, es… un amigo de la secundaria.- Me presento Bella. Amigo… trate de fingir una sonrisa. – Edward, el es Mike Newton, mi prometido. –
En realidad no se que cara puse en ese momento. Prometido…
Bella iba a casarse. MI bella iba a casarse.
Y no era conmigo.