¡Hola! Aquí les traigo el capi veinte, el cual espero que sea de su agrado.

Los personajes de Naruto no me pertenecen, ya saben… son de Masashi Kishimoto…

Aclaraciones: AU.

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INEVITABLE ATRACCIÓN

By Tsukisaku

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INEVITABLE ATRACCIÓN

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Sasuke tomó una gran bocanada de aire para no perder la calma y cerró los ojos por unos instantes. Sabía que Sakura estaba de malhumor por lo que había pasado, pero él también lo estaba, porque hasta donde sabía, el engañado era él y no ella.

—Dijiste que no escuchaba, ¿no? —dijo volviendo a abrir los ojos—. Pues soy todo oídos.

Sakura permaneció en silencio y se obligó a respirar, ya que su corazón latía con intensidad, como siempre que Sasuke estaba cerca. Y ahora que estaban encerrados en el baño, pues no podía evitar sentirse atraída y con muchas ganas de olvidar todo, y lanzarse a besar al Uchiha. Se mordió el labio para tratar de alejar esos pensamientos y habló:

—Bien, pero no aquí —le dijo—. ¿Podemos ir a otro sitio?

—Vamos.

Él, al igual que ella, sentía la atracción y esas ganas de besarla. Pero concordaba también, en que ese no era el mejor lugar para hablar. Abrió la puerta y la dejó salir primero, para después salir él. Se encaminaron a la salida y cuando estaban cerca del pequeño comedor, Sakura le avisó a Tenten que se iría con Sasuke. Ninguno dijo nada, solo se pusieron de pie y los siguieron; pensaban que era mejor que los vieran a todos juntos, que a ellos solos. Sobre todo después del circo que se montó minutos antes.

En cuanto estuvieron en el lobby, la mayoría de las miradas se posaron sobre ellos. Rápidamente un sonrojo cubrió las mejillas de Sakura, así que optó por bajar la vista, en tanto Sasuke seguía con la mirada al frente. Karin caminaba a un costado del Uchiha y Tenten de su amiga, junto con Naruto.

Todos se morían de la curiosidad por saber lo que realmente había pasado, unos apostaban a que Sakura y Sasuke si tenían una relación, y que debido a eso, lo cambiarían de cine. Otros aseguraban que después de todo el show, le darían su renuncia a la joven Haruno.

Una vez que estuvieron en el estacionamiento, se despidieron y todos tomaron un camino diferente. Karin tomó un taxi para irse a su departamento, no sin antes decirle a Sasuke que no cometiera más locuras y que lo esperaba. Naruto le hizo la misma advertencia a su amigo y se regresó al cine. Tenten le pidió a Sakura que tuviese mucho cuidado y le deseó suerte.

El Uchiha menor puso el auto en marcha y manejó en silencio hasta su casa, la cual ya estaba tan ordenada como antes, gracias a que Karin la había mandado limpiar un día antes. Sakura estaba más que nerviosa, además de que tenía el estomago revuelto y se le dificultaba en momentos, la respiración. Estaba completamente segura, de que si las cosas no se arreglaban, su relación se vería finalizada para siempre.

Un rato más tarde, el azabache aparcó su auto frente a la casa y se bajó al mismo tiempo que Sakura. Abrió la puerta y encendió la luz, la joven Haruno se adentró y le dio un rápido vistazo a la estancia. Le parecía que algo no estaba bien.

—¿Y la mesa de cristal? —preguntó—, ¿Y las lámparas?

—Se rompieron.

Cerró la puerta y se quitó el saco que llevaba, para después dejarlo sobre uno de los sofás. No traía corbata, así que no era necesario quitarse nada más.

—¿Cómo?

—Un accidente.

Sakura no preguntó más y se sentó en el mismo sillón que Sasuke. Hasta ese momento se dio cuenta de que él traía una mano vendada, pero decidió dejar las preguntas para más tarde.

—Bien —comenzó luego de soltar un gran suspiro—. Esa tarde cuando me pediste que te jurara, que entre… Suigetsu y yo no había pasado nada… no lo pude hacer porque…

—Me engañaste —gruñó el Uchiha, interrumpiendo a Sakura.

—¡No!, y no me interrumpas —le dijo frunciendo el ceño—. No lo hice porque, no sabía si decirte que Suigetsu me había besado, cuando me confesó que yo le interesaba —el cuerpo de Sasuke se tensó por completo y Sakura se apresuró a continuar—. Pero quiero que sepas, que yo lo rechacé al instante, y que le dejé muy en claro que tenía novio y que… lo amaba demasiado —terminó, con la vista fija en sus manos.

El azabache no dijo nada y se quedó con la vista fija en Sakura.

—Y antes de que lograra poner mis ideas en claro, tú comenzaste a gritar y a decir muchas cosas, que en lugar de ayudarme a reaccionar, solo me asustaron y me dejaron sin habla —continuó explicando—. No podía entender, como las cosas habían dado un giro de esa manera, y antes de que reaccionara, tú ya no estabas ahí.

Pequeñas lágrimas comenzaron a brotar de sus orbes, al recordar lo mucho que había sufrido ese día.

—No quisiste contestar mis llamadas… y todo fue… horrible —dijo al tiempo en que se ponía de pie.

—Hmph. ¿Y porqué estaba abrazándote esta tarde?

—Por si no lo notaste, no estaba sola con él; Karin y Tenten estaban con nosotros. Solo que cuando ellas fueron al baño, yo te vi tan alegre con esa… mujer. Y sentí que ya te había perdido para siempre, y que si habías logrado cambiarme tan rápido, quizá era porque en realidad no me amabas. Entonces comencé a llorar y él solo me brindó su amistad.

Se limpió las lágrimas con ambas manos y trató de respirar, para no derrumbarse a llorar. Mientras que Sasuke analizaba cada palabra que acababa de escuchar, y pensó que -quizá- había exagerado un poco su reacción, es cierto que no había dejado hablar a Sakura y también que, sacó sus propias conclusiones sin antes pensar con detenimiento las cosas. Pero es que la sola idea de que una mujer lo traicionara, lo ponía fuera de sí.

Se puso de pie y se acercó a Sakura, hasta abrazarla por detrás.

—Perdón —murmuró enterrando su cabeza en el cuello de la chica.

—No, perdóname tú a mí —respondió, posando sus manos sobre las del azabache—. Creo que la sola idea de perderte me aterra y me deja sin palabras.

—Supongo que… nos pasa lo mismo.

Sakura se giró y clavó sus ojos sobre los de Sasuke. Su corazón latía rápidamente y aún tenía esa sensación de mariposas en el estomago.

—Soy incapaz de engañarte, porque te amo demasiado como para querer perderte —aseguró al tiempo en que deslizaba sus manos por los fuertes brazos del chico.

—También te amo —le dijo—. Y sabes que eres mi primera y última relación de verdad, por eso es que no sé como reaccionar a ciertas cosas. Sólo sé que a cualquiera que se quiera acercar a ti, lo quiero matar.

La joven Haruno esbozó una pequeña sonrisa, en tanto un ligero rubor aparecía en sus mejillas. El Uchiha limpió con su mano derecha, los restos de lágrimas del rostro de Sakura y lentamente eliminó la distancia que los separaba, para probar esos labios que tanto había extrañado.

Se dedicaron a saborear con lentitud los labios del otro, y a dejarse embriagar por ese sabor que hacía unos días que no probaban. De nuevo se sentían completos y en relativa felicidad. Las manos de Sakura se aferraron al cuello de la camisa de Sasuke, mientras que las de éste, apretaron más la pequeña cintura de la chica, para pegarla a su cuerpo.

Se separaron ligeramente por dos segundos para recuperar el aire perdido, y se volvieron a besar, pero esta vez con más frenesí. La dueña de la melena rosada mordió el labio del azabache y buscó un especio para introducir su cálida lengua, para poder saborear mejor hasta el más mínimo rincón de esa deliciosa cavidad. Sasuke succionó su lengua y sus labios hasta que la falta de aire, los obligó a separarse nuevamente.

Ambos podían sentir el calor y el deseo que emanaba de sus cuerpos; deseaban eliminar la estorbosa ropa que los separaba, y así, poder fundirse en uno solo. Pero antes de que el Uchiha lograra hacer cualquier tipo de movimiento, Sakura se alejó un poco de él y le sonrió levemente.

—¿Sabes?, aún no me siento del todo bien, creo que sigo un poco mareada —le dijo ruborizándose con fuerza—. Quizá es porque casi no he comido, ni dormido mucho, ¿te molestaría llevarme a mi casa?

—Hmph. ¿Segura que solo es eso? —preguntó al ver que, efectivamente, Sakura lucía un tanto más pálida de lo normal.

—Si.

Sasuke la tomó de la mano y la guió a la salida, no sin antes tomar su saco y apagar la luz.

Mientras conducía a la casa de su novia, pensó que ahora que ya estaba todo aclarado con ella, podía hacer oficial su relación; aunque aún le faltaba arreglar algo muy importante con su hermano. Sabía que Itachi le daría un sermón sobre lo sucedido, solo esperaba que no se retractara sobre su lugar en el corporativo, o se desataría toda una guerra.

—o—o—o—

El miércoles por la mañana, Sakura se encaminó al cine como de costumbre, gracias a que el día anterior no había arreglado el asunto de su coche, ahora debía gastar nuevamente en un taxi. Cosa que no le importaba demasiado, ya que su tarde la había empleado de una mejor manera, como arreglar las cosas con Sasuke.

En cuanto llegó al cine; se metió directo en la gerencia, saludó a Shikamaru y se cambió de ropa. Para después registrar su entrada, imprimir sus horarios, tomar su radio y encaminarse a proyección. Estaba de bastante buen humor, tanto que en cuanto comenzó a encender los racks de sonido de las salas, le subió un poco al volumen para poder cantar una de las canciones que sonaban de música ambiental.

Treinta minutos después ya había terminado de alistar todas las películas, así que decidió bajar a la dulcería a saludar a Sai. En cuanto llegó al lobby, el característico aroma a palomitas recién hechas, inundó cada uno de sus sentidos. Pasó su lengua por sus labios y se imaginó a sí misma, robando algunas para probarlas.

Empujó la portezuela y se adentró a la dulcería, pasando por su antigua área de trabajo. Caminó hasta la palomera y se quedó observando como brotaban las palomitas, en tanto sus compañeros continuaban con su apertura.

—Hola.

Saludó a una chica que estaba colocando los expendedores de popotes y los servilleteros en la barra, pero la aludida únicamente la miró de reojo con desprecio y regresó la vista a lo que estaba haciendo, sin si quiera contestar. Sakura arqueó una ceja y regresó su vista a las palomitas, no entendía porque aquella chica, que siempre la saludaba, ahora la había mirado de esa manera.

—Hola fea, ¿Qué haces aquí? —dijo Sai, que recién llegaba de una de las bodegas, con muchos vasos en mano.

—Bajé a saludarte… y a robar un puño de palomitas —confesó sonriente—. ¿Cómo estás?

—Bien, ¿Cómo estás tú? —respondió después de dejar los vasos en su lugar.

—Perfectamente.

—¿Segura? —Sakura asintió. Y dos segundos después borró su sonrisa al ver que otra de las chicas la miraba feo—. Eh, Sai… ¿Qué les pasa a esas dos?, ¿es mi imaginación ó me miran con desprecio?

El chico no necesitó girarse para saber a lo que se refería.

—Pues… —murmuró, para después tomar del brazo a Sakura y guiarla a la bodega que se hallaba detrás de la dulcería—. Con lo que pasó ayer, no eres de su agrado.

—¿Cómo supieron?

—Sakura. Esas cosas se saben; y ahora la mayoría de las chicas te odian, porque te enrollaste con el Uchiha —explicó—. Creo que solo es envidia.

—Oh.

¿Cómo no se le ocurrió pensar, que el chisme ya había sido esparcido?

—Sobre todo después de tú desmayo. Los rumores dicen que estás embarazada…

—¡¿Qué yo qué?!

—No grites Sakura —la reprendió al tiempo en que le tapaba la boca con una de sus manos—. Ya sabes como es la gente de chismosa.

—No puedo creerlo —murmuró—. ¿Ahora resulta que uno no puede desmayarse, sin que la gente piense que se debe a un embarazo?... Es inaudito.

—En un tiempo ya se les habrá olvidado.

—Si, y mientras tanto, seré la burla de todo el mundo —bufó—. Y para que te quede claro a ti también, no estoy embarazada, solo tenía agotamiento.

Soltó un suspiro y salió de la dulcería, para regresar a su área, puesto que ya casi era hora de que la primera función comenzara a proyectarse… pero sobre todo, porque no deseaba seguir viendo a aquellas chicas.

Un rato más tarde, las funciones iniciaron, así que mientras revisaba su horario para verificar el orden de arranque de las salas, su compañero de turno arribó a hacerle compañía.

—Hola, ¿Cómo va todo? —le dijo el pelirrojo al tiempo en que se situaba a un costado de ella, en el proyector número uno.

—Hola Gaara, bien, todo bien.

—Hmph.

El pelirrojo se giró y se encaminó al pequeño escritorio, para tomar una hoja de horarios. Sakura corroboró que la película estuviese proyectándose de manera correcta y se caminó a la sala cuatro, para dar inicio a la película de esa sala. Una vez que estuvo lista, se acercó a Gaara, dispuesta a contarle lo que sucedía, ya que lo consideraba un gran amigo y no quería que pensara mal de ella.

Para su sorpresa, el pelirrojo le dijo que ya lo sospechaba, porque ella era muy obvia y que no la juzgaba. Más bien le dejó en claro, que podía contar con él para todo lo que se le ofreciera y que le deseaba lo mejor. Las palabras del chico hicieron sentir muy bien a la joven Haruno, ya que a pesar de ser un tipo frío, le acababa de brindar su apoyo incondicional.

—o—o—o—

A las ocho de la mañana en punto, Sasuke ya se encontraba en la oficina de su hermano, el cual permanecía sentado observándolo en silencio total. La tensión se podía palpar en el aire, Itachi parecía bastante sereno, pero al ser un Uchiha sabía como esconder muy bien sus emociones, al igual que Sasuke.

Mientras los segundos pasaban, el Uchiha menor pensaba en sus posibles contraataques, ya que no dejaría que su hermano lo botara de la empresa solo por un estúpido error, como él decía. Sabía y era conciente de lo mal que estuvo la escena que armó en el lobby del cine, pero en el fondo también pensaba, que si tuviese la oportunidad de regresar el tiempo, lo volvería a hacer.

—No tengo toda la mañana —le dijo fríamente luego de un par de minutos más—. Di, lo que tengas que decir.

—Hmph. Tan impaciente como siempre —contestó Itachi—. Precisamente por eso cometes errores graves, como el de ayer.

—Hmph.

—¿Realmente era necesario, que "encabezaras" toda esa escena dentro del cine? —preguntó fríamente. Pero no recibió respuesta alguna, por lo tanto volvió a hablar—. Desde el día de la inauguración te advertí que acataras las normas, y justo lo hice porque vi como la mirabas a ella.

—Mi vida personal y privada, no te importa —contestó Sasuke entrecerrando los ojos.

—Importa en la medida en la que afecte a la empresa —le dijo—. Y creo que tú pelea en el lobby del cine, afectó demasiado nuestra imagen. ¿o caso crees lo contrario?

—Admito que no fue lo mejor —masculló de mala gana. Sobre todo porque eso significaba que estaba admitiendo haber cometido un error, y eso hería su orgullo, además de su ego—. Pero el bastardo se lo merecía, y no pensé, solo actué.

Itachi lo observó en silencio y una diminuta sonrisa surcó sus labios, acto que no pasó desapercibido por Sasuke, quien pensó que su hermano se estaba burlando de él.

—¿Qué es lo gracioso? —cuestionó frunciendo el ceño.

—El gran Uchiha Sasuke… ha admitido que se equivocó —contestó con un ligero toque de sorna—. No creí que viviría para ver eso.

—Hmph.

Itachi tomó una gran bocanada de aire, y volvió a su postura de completa seriedad.

—Estás enamorado y también es otra cosa que no creí llegar a ver —le dijo—. Estoy… orgulloso.

Sasuke desvió la mirada y trató de no sonrojarse; le parecía vergonzoso escuchar a su hermano decir eso, así que se aclaró la garganta y fingió que no pasaba nada. Se miraron fijamente por un par de minutos más, hasta que Itachi decidió romper el silencio.

—Sé que lo que pasó estuvo mal y espero que en verdad, no se vuelva a repetir —inició fríamente—. Pero en esta ocasión, lo dejaré pasar… eso no cambiará tu reincorporación a la vicepresidencia.

—¿Hmph?, ¿Y qué pasa con Fugaku?

—El presidente de la compañía soy yo —contestó—; por lo tanto, tendrá que aceptar mis decisiones, ya sea que le gusten ó no.

Sasuke esbozó una ligera sonrisa a manera de agradecimiento, ya que decir textualmente la palabra "gracias", le parecía humillarse demasiado por un día.

—De nada hermanito.

El aludido borró la sonrisa y fulminó a su interlocutor con la mirada, ya que odiaba con todo su ser que le dijese así.

—¿Y cuándo conoceré oficialmente a mi cuñada?

—Pronto.

—o—o—o—

En cuanto su turno terminó, Sakura se reunió con sus amigas para charlar larga y amenamente. Ahora si que tenían muchas cosas de las cuales hablar, y aprovecharían que Ino iniciaba su turno en el cine, hasta las seis de la tarde, ya que Tenten al igual que Sakura, acababa de salir.

Se reunieron en una de las cafeterías cercanas y pidieron un capuchino con mucha crema batida y se sentaron en la mesa más apartada, que les brindaría la tranquilidad que necesitaban.

Durante más de una hora, conversaron de lo que había pasado entre Sakura y Sasuke, y las teorías de lo que posiblemente sucedería. Además, Ino les contó que ya era novia de Sai y, lo feliz y enamorada que estaba. Mientras que Tenten les informó, que ahora que había visto lo bien que se dio la relación de Sakura y el Uchiha, estaba totalmente decidida a conquistar a Neji, porque le gustaba muchísimo.

Y después de brindar las tres por ello, Sakura recibió una llamada de Sasuke, diciéndole que pasaría por ella para salir a dar una vuelta. La chica aceptó de inmediato, así que en cuanto cortó la comunicación, las tres se levantaron y se encaminaron de regreso al cine. En cuanto llegaron al lobby, se toparon con Naruto y Neji, los cuales estaban revisando que las cosas estuviesen funcionando bien, ya que al ser miércoles, había más gente de lo normal.

La joven Yamanaka se despidió de sus amigas y se encaminó a cambiarse de ropa, en tanto Sakura y Tenten se quedaban conversando con sus gerentes, o al menos con uno de ellos, ya que Neji parecía solo escuchar.

—¡Me alegra mucho que las cosas se arreglaran, Sakura-Chan! —le dijo el rubio.

—Gracias Naruto.

—¡Juro que el teme estaba peor que un zombie, dattebayo! —exclamó entre risas. Pero antes de que disfrutara su comentario, recibió un golpe en la cabeza que le acababa de propinar el Uchiha, que recién llegaba.

—¿Decías? —gruñó.

—¡Eh teme! —se quejó llevando su mano a su nuca—. Solo dije la verdad.

—Hmph.

Todo el mundo, a pesar de estar "concentrado" en sus respectivos deberes, fijó la vista de manera disimulada en el centro del lobby, estaban esperando ver lo que sucedería, ahora que Sasuke había llegado a donde estaba Sakura.

—Hola —saludó la joven Haruno esbozando una gran sonrisa.

—Hola —murmuró el azabache, al tiempo en que colocaba una de sus manos en la mejilla derecha de su novia, logrando que ella se sonrojara de sobremanera.

—Sasuke… ¿Qué…? —no logró terminar su pregunta, debido a que los labios del Uchiha se encontraban devorando los suyos de manera exigente e intensa.

Al instante correspondió el beso, mientras sentía como el calor se expandía por todo su cuerpo. El hecho de estar en el lobby del cine, pasó a segundo plano, ni si quiera le importó que la mayoría de las miradas estuviesen sobre ellos, solo le interesaba lo que Sasuke le estaba haciendo sentir.

—Consigue un cuarto teme, mis puros y castos ojos no pueden seguir viendo esto dattebayo —se quejó el rubio a modo de burla. Ya que en el fondo estaba muy feliz por su amigo.

—Hmph —se separó con una sonrisa en los labios y miró a su amigo—. Tú eres todo, menos puro y casto.

—Muy gracioso.

Sasuke tomó de la mano a Sakura y la jaló ligeramente, para salir de ahí.

—¿No tendremos problemas? —preguntó la chica.

—¿A qué te refieres?

—A lo del… beso —murmuró sonrojándose.

—Eres mi novia y no tengo problema en hacérselo saber al mundo —contestó mientras se detenía en la entrada de la plaza, se giró y la abrazó por la cintura—. Además, no estamos infringiendo ninguna regla, ya que ahora soy el vicepresidente de cinemas Sharingan.

—¡Eso es genial Sasuke! —le dijo mientras colocaba sus manos en los brazos del chico—. Me alegro mucho por ti.

Sus corazones latían con rapidez, y de nuevo la sensación de eliminar la distancia y unir sus labios, los golpeó con fuerza. La atracción era tan inevitable, que a estar alturas de su vida, ya habían aceptado que no podían y no querían luchar contra ella. Y gracias a eso, ahora su amor crecía y los compenetraba a cada momento, a tal grado, que ahora que se habían distanciado por un mal entendido, lograron comprender lo mal que la pasarían si esa situación se llegaba a suscitar de nuevo.

Las estrellas comenzaban a salir en el oscuro cielo, la marquesina del cine ya brillaba con las luces neon, haciendo resaltar los nombres de las películas que actualmente se proyectaban. Una fría ventisca movió sus cabellos, estaba a punto de comenzar a nevar, y eso parecía no importarles.

Sasuke recargó su frente sobre la de Sakura, y acercó sus labios a los de ella. Por primera vez en muchos años, se sentía feliz, no solo porque oficialmente era el vicepresidente, si no porque además, había encontrado a la mujer de su vida. Estaba completamente seguro, que a partir de ese momento, ya nada podía salirle mal… todo mejoraría y con creces.

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* Fin*

Cuando te das cuenta que quieres pasar el resto de tú vida con una persona, quieres que el resto de tú vida empiece lo antes posible.

(Billy Cristal)

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¡Hola!

Terminó.

Espero que este capitulo haya sido de su agrado, a sí como el resto de la historia. Les agradezco muchísimo el apoyo que le dieron a este fic, el cual representa una de las más importantes etapas de mi vida.

Y bueno, les tengo una noticia. A petición de la pequeña Tania, esta historia tendrá una secuela, que de una vez les aviso, será completamente diferente ya que tendrá un poco más de comedia, o al menos, eso espero. Se llama: El fruto de la atracción, y espero que cuando lo suba, le den una leída ^^

Millones de gracias por todos y cada uno de sus comentarios, sin ellos, esta escritora no hubiese terminado el fic. Por eso mismo les pido que me regalen un último review, para saber si el capi fue de su agrado.

Cuídense mucho y nos estamos leyendo ^^

¡Sayo!

Tsukisaku

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