En Grimmauld Place No. 2 había mas movimiento de lo acostumbrado.

¿Por qué?

La respuesta es simple, era el cumpleaños numero 2 de la pequeña Lilian Luna Potter, hija del gran Harry Potter y su esposa Ginny Weasley, y la fiesta aunque se supone que es privada va a contar con muchos invitados.

¡Toc Toc!

-Yo abro Ginny- por el pasillo principal caminaba un joven alto, tez clara, cabello color azabache y revuelto, con unos lindos ojos esmeraldas y por supuesto una cicatriz en el lado derecho de su frente que fue la que comenzó su gran fama, vestía un traje negro con camisa blanca, chaleco gris y corbata naranja -James por favor termina de vestirte.-

-Si papá- subió corriendo las escaleras un niño de 5 años un poco parecido a su padre aunque también con muchas diferencias, ya que el tenia una mirada picara, el cabello entre rojizo y castaño claro y revuelto, los ojos color miel y esa sonrisa de ángel que su abuela Molly jamás resistía, vestía un pantalón verde olivo oscuro, camisa negra arremangada hasta los codos y también desfajada, con una corbata color plata que llevaba medio floja.

Por fin pudo llegar a la puerta, la abrió y afuera estaban sus 2 grandes amigos y cuñados Hermione y Ron Weasley junto con sus 2 hijos, Rose de 4 años y Hugo de 2 -¡Oye como te tardas!-

-Perdón Ron es que James…- suelta un suspiro mientras carga a su sobrina

-Tío Hadi ¿pedo ir con Jame?- claro después de darle un gran beso y abrazo a su padrino

-Claro que si preciosa, ya sabes que tu mandas aquí- dedicándole una tierna sonrisa a su ahijada y colocándola en el piso.

La nena enseguida corrió escaleras arriba.

-¡Harry! La consientes demasiado- lo miro molesta Hermione

Vamos Herm no me regañes y mejor salúdame-la miraba con una gran sonrisa. Hacia mucho tiempo que no los veía, bueno, a Hermione mas que nada ya que ella trabajaba demasiado en el ministerio mientras que Ron era auror y como Harry desde hace 2 años era jefe de aurores pues lo había convertido en su mano derecha así que se veían todo el día.

Ella lo saludo y enseguida los 2 amigos comenzaron a platicar de Quidditch mientras Hermione y Hugo se fueron a la cocina a ayudar a la ya neurótica Ginny.

De ahí en adelante los invitados comenzaron a llegar unos tras otros (diría quienes pero lo resumiré así) Todos los Weasley, algunos de la antigua Orden del Fenix, algunos del ED y claro Teddy Lupin y su abuela Andrómeda.

-Harry ¿Ya llegaron todos los invitados?- Ginny se acerco por atrás a su esposo. Aunque había tenido 3 hijos ninguno había dejado estragos en su linda figura que mostraba su lindo vestido un poco ajustado pero tampoco atrevido color verde, su cabellera rojo intenso combinaba a la perfección y esos lindos ojos castaños hipnotizaban a su marido.

-No amor, falta la profesora McGonagall y Kingsley- volteando a abrazar por la cintura a la mujer que tanto amaba.

-Esta bien, no deben tardar- sus brazos ya están en el cuello de el, lo mirara a los ojos, le sonríe y se para un poco de puntitas para depositar en sus labios un tierno beso -Por favor vigila a James, voy a terminar el pastel-

-Si, no te preocupes- se agacho un poco y le dio un beso mas profundo -¿Te he dicho hoy que te amo?-

-No, creo que no- le sonrió ella

-Te amo-y le dio otro beso un poco mas apasionado.

Ella contesto pero ya tenia que irse a hacer sus labores y para gran dolor de los 2 tuvieron que separarse.

-¡Oye Harry! Si siguen así volveré a ser padrino- sonreía Ron maliciosamente

-¡Cállate Ron!-

-Por cierto ¿Dónde esta mi ahijado?- y comenzó a buscarlo con la mirada -De hecho tampoco he visto a mi hija, ni a Teddy, Freddy o Louis-

-Es cierto, oye George ¿Y tu hijo?- volteando a ver al otro Weasley

-No se, deje a todos los chicos en la habitación de James, les traje unas cuantas cosas de la tienda- sonrió orgulloso

-¡¡¡¿Qué hiciste que?!!!- gritaron al unisonó Ron, Bill y Harry.

Esos cinco chicos eran los nuevos Merodeadores, o por lo menos así los habían bautizado todos los que conocieron a los antiguos y como negarlo si los cinco eran unos diablillos muy ingeniosos e inteligentes.

-Tranquilos, no pasa nada, confíen en Teddy- George estaba de lo mas tranquilo.

Ron, Bill y Harry se miraron aterrorizados pero enseguida Harry tuvo una gran idea -¡Kreacher!

Enseguida se escucho un fuerte "crac" y a lado de Harry apareció un elfo vestido solo con un trapo blanquísimo y un guardapelo colgado del cuello, aunque ya era bastante mayor seguía sirviendo fielmente a la familia Potter.

-¿Llamo? Amo Harry- asciendo una pronunciada reverencia, tanto que sin duda su nariz toco el piso.

-Si Kreacher, por favor podrías ir a ver a James y decirle que su padrino lo busca, así como yo busco a mi ahijado y los demás padres a sus hijos- dirigiéndole una sonrisa cariñosa a ese elfo que alguna vez odio tanto como ahora lo quería.

-Claro que si amo- repitió la reverencia y hubo otro fuerte "crac"

James estaba recostado en su cama, en el antiguo cuarto de Sirius Black –Esto va estar genial- mientras se revolvía su ya desordenado cabello.

-jejeje a tía Dinny le va a da un infato- sonrió la pequeña Rose que se encontraba a lado de James, que era su primo favorito.

-Si, espero que mi padrino no se enoje demasiado- sonriendo desde la silla del escritorio se encontraba Teddy Lupin, tenia el mismo porte serio y calmado de su padre pero la sonrisa y el cabello decían que también era hijo de Tonks.

-¿Ya lo vamos a hacer?- desesperado el pequeño Freddy que era el vivo retrato de su padre y por ende de su tío fallecido.

-¿Y si nos castigan? - sentado al pie de la cama se encontraba Louis con 7 años, era el mas parecido a su padre de sus hermanos aunque era el mas pequeño y podría decirse que el mas reciente Merodeador.

-Vamos Lou, no seas cobarde- James se sentó.

Antes de que Louis pudiera decir algo se escucho un acostumbrado y fuerte "crac" – Amo Sirius su padrino lo solicita, así como el amo Harry solicita a su ahijado y los demás padres a sus hijos – haciendo su acostumbrada y pronunciada reverencia.

-Hola Kreacher – saludaron al unisonó los chicos, todos querían muchísimo al elfo así como el a ellos pero su favorito era James, al que nadie sabia porque solo lo llamaba por su segundo nombre.

Kreacher casi llora cuando todos se levantaron a saludarlo con palmadas en la espalda y tendiéndole la mano, la pequeña Rose se lanzo a darle un beso y un abrazo – Kache te estañe – pero la gota que derramo el vaso fue cuando James levanto a Kreacher, lo sentó en la cama y le invito una rana de chocolate.

-Oh joven Sirius…usted es tan bueno…y ustedes…también pequeños – entre sollozos.

James y todos se sonrieron y se lanzaron a darle un abrazo grupal al viejo Kreacher, que lloro muchísimo mas con esto.

Después de esa melosa escena todos se separaron y comenzaron a prepararse psicológicamente.

James dibujo una linda pero picara sonrisa en su rostro mientras revolvía aun mas su cabello, Rose se acomodaba su linda cabellera pelirroja ondulada en una coleta y le sonreía a James, Teddy sonreía pero en su mirada se veía como pensaba en los pros y contras siempre tan serio como su padre, Freddy por su parte daba pequeños brincos en su lugar y se sacudía todo parecía que calentaba para una competencia y el pequeño Louis reía nerviosa y ansiosamente.

Todos estaban listos, el primero en salir por supuesto fue James que llevaba de la mano a Rose y todos los siguieron pero de pronto al pie de las escaleras se detuvo – Falta Al – y dio la vuelta y se dirigió a la habitación de su hermano, que justamente era la de Regulus Black.

Entro sin avisar, ahí recostado en la cama se encontraba su hermano menor leyendo.

El era idéntico a Harry hasta en los ojos y aunque no era un merodeador declarado jamás faltaba a ninguna de las bromas de hecho en algunas ayudaba en su planeación, vestía un traje naranja oscuro con una camisa morada y una corbata negra bien colocada.

-¡Hey Al! Ya vamos a hacer lo que te dije – se sentó a la orilla de la cama.

-Mamá nos va a castigar – Al ni siquiera despego la vista de el libro.

-¡Vamos! Va a ser divertido – le sonrió ampliamente, con esa sonrisa picara y tierna que convencía a todo mundo.

-Esta bien – Al bajo el libro, lo dejo en la cama y se levanto sonriendo.

Así los dos hermanos regresaron a la escalera donde los esperaban los demás con cara de desesperación.

Los seis niños bajaron lentamente, verificando el terreno. Al llegar abajo todos se dirigieron a la cocina donde se encontraban Ginny, Hermione, Fleur, Angelina y las abuelas Molly y Andrómeda platicando y ayudándole a Ginny a darle los últimos toques al pastel, ya que se había empeñado en hacerlo sin magia. En un corral un poco alejado del paso de todas se encontraban la pequeña Lilly y Hugo, jugando.

Nadie los había visto en todo el día ya que como iban llegando se dirigían a la habitación de James, así que tenían el pretexto perfecto para entrar a la cocina y así lo hicieron.

El primero en entrar fue James con ese paso enérgico, seguro de sí pero elegante, seguido por todos los demás que caminaban sin llamar demasiado la atención aunque algunos se les notaba lo acelerados que estaban.

Comenzaron a saludar a todas, Molly era la única que estaba sentada en la mesa así que ella se había convertido en el blanco.

James saludaba y les daba su encantadora sonrisa a todas pero al hacerse su acostumbrado movimiento de el pelo todos se acercaron sonrientes y tiernos a su abuela Molly – Hola hijos ¿Cómo están? – dándoles a cada uno un largo y tierno abrazo, cuando fue el turno de James como siempre, no podía evitar su encanto, le dedico esa sonrisa que encantaba a su abuela – Hola abuela ¿sabias que te ves hermosa hoy? – sosteniéndole la mano y haciendo una pequeña reverencia.

-Hay James que cosas dices – su abuela le sonrió y enseguida que el se levanto lo abrazo tapándolo del ojo de su madre, así que aprovecho y saco un pequeño aparato presiono un botón y lo coloco a lado del pastel.

-Hay ese niño tuyo me recuerda tanto a mi primo Sirius – suspiro Andrómeda cargada de añoranza y tristeza.

Ginny solo volteo y le puso la mano en el hombro mientras le sonreía.

-Mamá nos vamos a llevar a Lilly y Hugo a jugar – James levantaba a su hermanita y Freddy a Hugo.

-Esta bien pero con cuidado y SIN travesuras – Ginny remarco el "sin" para ver si lo entendían.

-Si mamá, no te preocupes – Al desde la puerta dando paso a que todos salieran.

Salieron tranquilamente y con una sonrisa de angelitos que luego cuando ya no estaban sus madres se volvió en una picara, se alejaban cuando escucharon a Ginny - ¡Kreacher! – y el fuerte "crac" después. Todos voltearon a ver a James con cara de susto, les quedaba poco tiempo, él ya estaba poniendo en los brazos de Al a la pequeña Lilly – Jami – así le decía a su hermano mayor - ¡sigan! – antes de salir corriendo hacia la cocina, Teddy no quiso dejarlo solo y corrió tras el.

En el salón todos estaban platicando cuando entraron los niños y comenzaron a saludar…

-Kreacher por favor podrías llevarle su saco a James y decirle que se lo ponga – Ginny le entregaba el saco verde oliva oscuro al elfo que comenzaba a hacer su reverencia – Por…

James y Teddy entraron en ese momento, corrieron hasta llegar a lado del viejo elfo mientras Ginny se fijaba en el aparato que estaba a lado de el pastel - ¿Qué es esto? – y al inspeccionarlo vio…

3…2…1…¡PUM!

James tomo al elfo entre sus brazos, se dio la vuelta y lo cubrió con su cuerpo. Después del "PUM" James se levanto y le dio un leve empujón a Teddy que enseguida se levanto y los dos salieron corriendo…

Cuando Harry vio entrar a los niños enseguida noto que faltaba James y Teddy pero antes de que pudiera preguntar por ellos…

¡Toc Toc!

Se dirigió a la puerta y la abrió, era la profesora McGonagall y Kingsley. La profesora le estaba entregando su abrigo cuando…

¡PUM!

Todos los que se encontraban en el salón se levantaron y se dirigieron a pasillo principal para ver que había sido eso.

-¿Qué fue eso? – Harry enseguida volteo al pasillo donde todo derecho se encontraba la puerta de la cocina y de pronto vio salir de ahí a su hijo con Kreacher en brazos y a su ahijado…

Ginny no podía ver un liquido espeso la cubría totalmente, con la mano se limpio los ojos como pudo y cuando al fin pudo ver casi le da un infarto. Todo y todas estaban cubiertas por un liquida espeso color rosa - ¿Qué es esto? – nadie quería responder porque con llevaba probarlo, hasta que Angelina se armo de valor y se chupo un dedo – Es…pudin…de fresa

¡¿Ginny?!

Ella sabia quien la llamaba, era Hermione y su madre que le hablaban desde atrás de ella.

Volteo y las miro, estas a su vez miraban hacia la mesa, la mirada de Ginny siguió la suyas y enseguida se puso casi del color de su cabello, el pastel estaba totalmente destruido, ya no aguanto y grito con todo el enojo que tenia dentro - ¡¡¡James Sirius Potteeeeeeeeeerrr!!!