¡Hoooola!

Disclaimer: Todo lo que tenga relación con el mundo de Final Fantasy VII y sus personajes no son propiedad mía sino que pertenecen a SquareEnix. Aquí lo que hago es escribir por gusto, solamente.

Datos: ¡Un nuevo capítulo! ¡Yei! Espero que les agrade. ¡Aah! Antes que se me olvide, desearía agradecer a cada profundamente a Vv-saya-vV y a fandita-eromena; creo que se los debo porque me mandaron señales de que esta historia todavía es apreciada y llamativa. Con cariño (:

¡Disfruten!


Feel
Capítulo 15: Tiempo Transcurrido

El frío recorría cada célula de su cuerpo, pero al chico no le importaba en lo más mínimo. Estaba con sus manos juntas, entrelazadas, esperando sentado en un banco a que ella apareciera. No le importaba que estuviera atrasada una media hora, ni que poco a poco el vapor que salía de su boca fuera cada vez más y más neblinoso; con su presencia bastaba. Ese mensaje no podía ser falso, las palabras que provenían de su celular demostraban que ella estaba preocupada de que llegara tarde, o por lo menos eso aparentaba.

"Discúlpame, llegaré en unos minutos más".

El sonido de la alarma hizo que Zack se despertara de un sobresalto, asustado por la violencia con que volvía a la realidad. Mientras inútilmente intentaba apagar el despertador que estaba en la mesa de noche, veía como todavía la luna rondaba por su habitación. Miró hacia a la ventana y no había amanecido siquiera. Estaban en penumbra, y decido al sueño, el moreno quedó mirando cómo las estrellas jugaban alegres en la lejanía…

- Apágala, Zack… - La voz de Cloud nuevamente hizo que el chico volviera de su mundo y de sus pensamientos. Tal como si tuviera un potente electroshock, el chico abrió sus ojos y estiró su brazo para poder poner en silencio esa alarma y reajustarla de paso. Cuando vio la hora quiso morir, literalmente.

Eran las 4.14 de la mañana, un día normal de clases se venía y éste era el cuarto día con insomnio que tenía el deportista y estudiante de segundo.

No puedo creerlo, cuando justo logro dormir. Hace días que el sueño no llegaba con naturalidad al moreno, y eso lo tenía bastante harto. No sabía si era el clima que no lo hacía conciliar el sueño, o tal vez ese extraño sueño que se repetía eternamente todas las noches; pero no podía continuar una vez se despertaba sobresaltado. Y, cuando logra cerrar sus ojos luego de un largo momento intentando conciliar el sueño, el despertador suena a todo volumen.

Al chico no le queda otra cosa que sentarse en su cama, mirando pensante sus sábanas y escuchar la respiración profunda de su rubio amigo en la cama de al lado, separada por la mesita de noche que les correspondía como habitación. Cloud estaba dándole la espalda, durmiendo hacia la pared. Estaba bastante relajado, y estaba tapado con una simple sábana mientras Morfeo todavía lo tenía preso. Zack deseaba tanto estar como él, en esos instantes de su vida donde era una mole al dormir y nadie lo podía perturbar. Maldijo por lo bajo y volvió a ver la hora. Ya eran las 4.30 de la mañana y todavía no podía dormir.

Se echó para atrás, sin comprender nada. Se cacheteó varias veces, suavemente, en sus mejillas para intentar entender. No puede ser que esté en camino de cumplir una semana de este insomnio. ¿Qué me pasa…? ¿Será… ese sueño? Negó a sí mismo, intentando convencerse que la idea es ridícula. Eso siempre sucede en películas, en series y jamás en la vida real. Nunca con alguien tan común como él… ah, por favor, si ese sueño no debe ser nada más que alguna tonta broma que le hace su subconsciente nuevamente… Sí, debe ser eso.

Espero que sea eso.

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Algo llamaba la atención con respecto a Aerith. Muchos la veían al pasar, y algún que otro estudiante la apuntaba sigilosamente mientras ella recorría los pasillos del Instituto. Había algo que hacía que fuera una pequeña luz que hacía que hasta las personas la miraran, incluso los de tercero (que normalmente son los que más ignoran a los novatos).

Eso recaía solamente en una cosa: y era la cinta de color rosado que adornaba el cabello de la chica. Era bastante llamativo (un rosado fuerte) que prendía de su pelo y que hacía que se viera mucho más arreglado de lo que ya era su larga trenza. A cada paso que ella daba, se movía divertido el accesorio, como si estuviera contento de estar con ella. Y no había día que ella no se lo colocara, tanto así que al cabo de unas semanas pasó a ser su distintivo, tanto entre sus compañeros de clase como los estudiantes mayores.

Pero eso no era lo único que tomaba atención, repentinamente los rumores comenzaron a aumentar peligrosamente porque se empezó a filtrar información que el capitán de Handball, Zack Fair, estaba saliendo con uno de los miembros del taller de Jardinería, Aerith. Las cosas empezaron a surgir a la superficie cuando los veían cada vez más y más juntos, él la iba a buscar de la clase donde estaban y se iban juntos a comer por ejemplo; o ella lo esperaba con un almuerzo cogido del casino cuando él estaba castigado con Cid (nuevamente) o porque tenía que entrenar. Verlos de la mano provocaba que varias chicas detestaran a Aerith por estar con un bello chico como Zack, mientras que los hombres se deprimían que otra chica linda haya caído bajo el hechizo del oriundo de Gongaga.

Las cosas entre los dos tórtolos, al empezar una serie relación, hizo que ambos cambiaran levemente con su actitud. Aunque fuera obvio que eso sucedería con respecto a sus amigos – pasaban más tiempo los dos solos que con Cloud, Tifa y Yuffie – algo había sucedido que la castaña estuviera pendiente del actuar de Zack y lo mirara más seguido, como si lo estuviera analizando constantemente; mientras Zack andaba muy pensativo, como si librase una importante batalla dentro de él.

Las juntas en el jardín secreto que la muchacha cuidaba con esmero eran también mucho más seguidas, porque era el único lugar concreto donde ambos podían reunirse y hablar, disfrutar sin ser vistos o espiados por curiosos. Los dos se quedaban muchas veces hasta tarde, hablando y mirando el cielo estrellado.

- Que felicidad – Aerith aplaudió contenta mirando cómo las flores más dañadas comenzaban a recuperarse luego de que ella las haya encontrado abandonadas y tiradas a su suerte en aquel jardín. A la lejanía Zack se contentaba mirando cómo ella las cuidaba. De la nada, ella se dio vuelta y sobresaltó al chico, que dio un pequeño respingo.

- ¿Qué pasa? – Ella negó con la cabeza, cerrando sus ojos.

- Nada, sólo me acordé de cuando te conocí por primera vez –

- ¿Ah, sí? ¿Y por qué ese recuerdo ahora? – Él se acercó y se inclinó a su lado, sin comprender.

- Bueno… me asustaste un poco. Fue bastante acosador, ¿sabes? –

- Debes estar bromeando, ¿me veías como un pervertido? Eres muy romántica cuando quieres, Aerith –

- ¡No, no es eso! – Ella sacudió sus manos negando a velocidad las palabras de su novio, de su amado – No te tenía miedo, nunca pensé eso de ti –

- Entonces, ¿por qué lo acosador? – Él se inclinó hacia un lado su cabellera negra, que estaba un poco más larga. Sus ojos brillaron en la oscuridad.

- Porque no te conocía, era extraño. Pero no tenía miedo… tus ojos no me decían que lo tuviera - Ella se sonrojo suavemente, y Zack la abrazó rápidamente; poniendo uno de sus brazos en sus hombros. Un beso en una de las mejillas de la castaña hizo que ambos compartieran la infinidad de estrellas.

o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.O.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.

Las semanas transcurrían velozmente. Tifa se daba cuenta de eso ahora. Mientras miraba el cielo oscuro y gris que estaba en ese día de otoño, soltó un leve suspiro. Estaba cansada de trabajar, de agotar energías estudiando para las pruebas semestrales que vendrían en Diciembre.

- Uff, no puedo creerlo, ya son las 5.30 – dijo mientras miraba el reloj de pared y estiraba su espalda. Su pelo negro azabache iba al compás con ella. Aerith también miró el reloj y lo miró con un poco de desagrado, soltó su lápiz y miró la cantidad de libros que habían sacado ambas para poder estudiar.

- Con ésta van… ¿cuántas tardes hemos pasado estudiando en la biblioteca últimamente? ¿Una semana, quizá? –

- Aah, no lo sé, pero esto me acabará matando. Por qué deben existir tantos deberes, parecemos esclavos… Y estamos en Noviembre solamente, no quiero pensar Abril y Mayo… - Ambas nuevamente suspiraron, pero Tifa aplaudió para darse ánimos y continuar con la redacción para literatura.

- Oye Tifa… -

- ¿Sí? –

- Perdona, pero… ¿qué sucede con Cloud? – La chica, que tan tranquila estaba desde su asiento, comenzó a abrir sus ojos frenéticamente, como si se hubiera descubierto su mayor secreto.

- ¿Qué? ¿Qué crees que está pasando con Cloud? – Estaba levantando su voz, mientras se ponía roja como un tomate. Los demás estaban viendo quién era el que interrumpía su estudio, tal vez contentos de que aquellos pasara. La castaña silenció a Tifa con un "Shh", para que no siguiera enunciándose de esa manera; lo que hizo que cogiera rápidamente todas sus cosas y salieran del lugar. Cuando lograron sentarse en una banca, lo más lejos posible de todo rastro de humanidad estudiantil, Aerith siguió:

- Te lo pregunto porque he visto cómo lo miras, pareciera que no lo quieres como amigo –

- Pero… es así, Aerith. No sé por qué me preguntas eso – Aunque normalmente Tifa era una mujer bastante segura y confiada con respecto a los demás, pero cuando ella se veía involucrada en el asunto, esa rara fachada se desvanecía rápidamente. Y eso Aerith lo logró apreciar a medida de que iba conociendo cada vez más a su compañera de cuarto y amiga. Insistir no queda nada de mal.

- Pero, Tifa… ¿no te parece que podrían ser linda pareja? ¡Se verían adorables juntos! –

- Creo que eso no sería posible. Somos mejores amigos, no arriesgaré una vida de amistad a cambio de que podamos ser novios. Sobre todo, con lo que nos costó serlo – Eso hizo que ahora Aerith fuera la sorprendida, abriendo sus ojos verdes de par en par. El viento corría un poco más fuerte mientras ellas estaban sentadas ahí, por lo que el cabello se les revoloteó a ambas.

- ¿Ah, sí? ¿Cómo es eso? – La castaña muy curiosa, empezó a inclinarse hacia Tifa, como si fuera una fiera a pasos de devorar su presa. La luchadora miró hacia todos lados antes de que decidiera que lo mejor fuese contarle un secreto.

- Amiga, debes saber que nadie en este instituto sabe. Los únicos somos Cloud y yo misma. Prométeme que nunca se lo dirás alguien – La mirada profunda, de dos esmeraldas verdes de la chica, respondió por sí misma esa promesa.

- Muy bien, te cuento – La morena tomó aliento antes de continuar.


Comentarios:

¡Hooola! Espero que estén muy bien. Aquí estoy yo, disfrutando al máximo mi libertad en las vacaciones de verano. Nunca había creído que disfrutaría tanto unas vacaciones como éstas. ¿Y qué he hecho de productivo? Nada más y nada menos que terminar proyectos, comenzar otros y empezar a armas algo por mi cuenta. En otras palabras, me he dedicado a terminar de afinar los últimos detalles para este fic, comenzar algunos nuevos (como un próximo Cloti que se viene :B), empezar a traducir para enviar a inglés algunas cosas y empezar a escribir algo propio -aunque el proyecto tiene para aaaaaaaños xd-. ¡Deséame suerte!

¿Les gustó el capítulo? Sé que está medio raro, pero siempre después de un gran momento, viene un periodo donde debe haber un tiempo, un desarrollo de los personajes. No todo puede pasar de corrido, no coincide con lo que se siente de vida y todas esas cosas. Por eso; además que finalmente averiguamos más cosas sobre Cloud y Tifa. ¡Esos tórtolos! Veremos próximamente qué cosas se nos vienen.

Un review me hace feliz (:

Kmy42