A/N: Así que, hace un año, en un día como hoy, subí mi primer fanfic de Crepúsculo. Era "Milk of regret," Una historia de Luna Nueva, oscura y de universo alternativo sobre Bella yendo a un manicomio porque Edward la había dejado y no quería recordarlo (no les recomiendo leerlo porque no es muy bueno y es algo asqueroso.) Después de subirlo recuerdo haber ido al archivo y ver todas esas historias con muchos reviews, y me sentí celosa. Seguía diciéndome a mí misma "Dios, nunca podría tener todos esos reviews. Quiero decir, cinco, seis, siete, reviews por capitulo, es algo loco." Después de una semana, mi historia obtuvo nueve reviews. Después de eso el número solo siguió subiendo. Quiero agradecerles a todos quienes me han apoyado este primer año, y espero estar aquí para celebrar un año más en FF :)

Decidí hacer algo que no había hecho en un tiempo. Este es un one-shot serio con humor en él. Quería hacer algo que aspiraba hacer cual entré por primera vez en fanfiction.

Summary: ONE-SHOT Edward trabaja en un café abierto toda la noche. Bella no quiere ir a casa, así que decidí acampar ahí por la noche. Son los únicos ahí, así que Edward decide entablar una conversación. Algunas veces es más fácil hablar con un extraño...B/E Oscuro. Summary pobre.

Disclaimer: Crepúsculo no me pertenece.

Rosalie's Café

El café estaba vacío, excepto por el mesero de cabello broncíneo que estaba limpiando una taza detrás del mostrador. El café de Rosalie era el único café en el pueblo abierto las 24 horas. El dueño, Emmett quería comenzar una cadena de cafés donde los estudiantes de universidad y secundaria pudieran ir cuando necesitaran un lugar calmado para estudiar. Y como los estudiantes de Universidad solían dejar las cosas para último minuto, decidió que sería más beneficiario tenerlo abierto las 24 horas del día en lugar de, de seis a diez, como los otros en el campus.

No quería ir a casa, por eso estaba pretendiendo estudiar. Originalmente no quería venir aquí, porque siempre hay una multitud de gente, y un mesero que tiene a deslizar drogas recreativas en las bebidas de los clientes. Ha habido más de una ocasión en la que he salido del café pensando que soy un unicornio.

Pasé mis dedos por mi cabello, unos pocos se quedaron atrapados en el cabestrillo que estaba alrededor de mi brazo. Hice una mueca cuando jalé el cabello que se había quedado pegado y calló en mi libro de texto. En realidad no lo había leído y no tenía idea de si tenía alguna relevancia con el tema del que se suponía estaba leyendo, pero no había estado haciendo nada los pasados veinte minutos y tenía miedo de que si no me ponía a hacer algo pronto, el mesero me echara de ahí.

Apoyé la mejilla en la mano de mi brazo bueno y golpeé mi pluma contra la mesa sin seguir algún ritmo. Estaba tratando de mantenerme despierta o por lo menos verme ocupada. Había perdido el interés en el tema hacia horas, ahora solo estaba ahí por comodidad. Estaba lloviendo afuera, cosa que no era rara en Washington. Nunca había sido una gran fan de la lluvia, no por razones sentimentales, solo no me gustaba mojarme.

Una taza de café aterrizó frente a mi libro. Levanté la mirada para ver la parte de atrás de la cabeza del mesero de cabello broncíneo. "No ordené esto," Dije, temerosa de que fuera a cobrármelo. No llevaba dinero y mi cuenta bancaria estaba vacía.

"Lo sé." Se giró. Mechones de su cabello colgaban frente a sus ojos verde esmeralda. Sus pómulos eran afilados y su barbilla fuerte. Podría pasar fácilmente por modelo, o si no, Dios Griego. "Te veías cansada, así que pensé que un poco de cafeína te mantendría despierta". Me sonrió, cosa que hizo que mi corazón saltara hasta mi garganta. Apenas estaba consciente de que estaba actuando como si estuviera en la primaria.

"Gracias." Incliné la cabeza, para esconder mi rubor, mientras agarraba el café. Estaba muy caliente. Nunca había sido una gran fan del café. Era más de chocolate caliente, pero era un regalo, de cualquier manera, y no quería ser grosera. Le soplé ligeramente antes de llevármelo a los labios y darle un sorbo.

Era como si mis papilas gustativas tuvieran un orgasmo. Se me lleno de agua la boca, mi cuerpo se tensó, incluso deje salir un pequeño gemido. Cerré los ojos y me incliné hacia atrás, temerosa de tomar otro sorbo en caso de que me hiciera tener un orgasmo de verdad. Miré al mesero. Me regaló una sonrisa torcida; aparentemente esta reacción era común entre sus clientes.

"¿Pusiste LSD en el café verdad?" Acusé, aun sonriendo. Aunque lo hubiera hecho, aun seguiría tomándomelo.

Rió. "No, es una receta secreta que saqué esta noche." Arrastró la silla frente a mí y se sentó.

"¿Estás trabajando en una nueva receta hoy?" Pregunté antes de darle otro sorbo al café. Mi cuerpo experimentó lo mismo que cuando tomé el primero. No podía verlo a la casa después de eso.

"Estoy pensado en hacerlo…" Asintió y sus labios se fruncieron. "¿Tienes frio?" Hizo un gesto hacia la chaqueta que estaba usando. "Puedo subirle a la calefacción si quieres."

"No." Sacudí mi cabeza. "Estoy bien." Mis dedos se envolvieron alrededor de los puños. "Sólo me gusta la seguridad que una chaqueta te da, ¿sabes? Además, es incómodo caminar por ahí con un brazo roto al aire." Levanté mi brazo roto en el aire.

Asintió, sin presionarme. "¿Te gustaría comer algo?" Preguntó, su pie comenzó a golpear el suelo. "¿Una galleta? ¿Una barra de arroz inflado? ¿Pastel? Los hice yo mismo."

"¿Te gusta cocinar?" Pregunté. Nunca había conocido a alguien a quien le gustara cocinar, especialmente un chico.

Sonrió. "Amo cocinar. La única razón por la cual trabajo aquí es porque estoy juntando dinero para ir a la escuela culinaria."

"Me encantaría una barrita de arroz inflado." Dije devolviéndole la sonrisa.

"Okey." Asintió, mientras dejaba la silla y caminaba hacia detrás del mostrador.

Me mordí el labio mientras devolvía la vista a mi libro. No tenía ninguna duda de que estaba ruborizándome. Tomé la taza de café y le di otro sorbo.

"¿Cómo te llamas?" Preguntó el mesero desde la barra.

"Isabella," Dije dejando el café en la mesa y mirándolo. Estaba entretenido con algo, probablemente el arroz inflado.

"Isabella," meditó. "Te queda. ¿Prefieres que te llamen Bella?" Preguntó dejando un muy pegajoso pedazo de arroz inflado sobre la bandeja. Estaba cubierto, por lo que parecían crispies de arcoíris.

Asentí cuando estuve segura de que me estaba viendo. "Isabella es demasiado formal. Me hace sentirme como si fuera alguna modelo italiana."

"Puedo verte como modelo italiana."Tomó un plato blanco con la delicia de la barra.

Miré mi libro. Alice tenía razón, no había punto en ponerme rubor, todo lo que alguien tenía que hacer, era hacerme un cumplido, y ya tenía mi rubor casero.

Dejó el plato en la mesa. Lo miré. No podía decidir exactamente que eran las cosas de arcoíris enterradas entre el arroz inflado normal, y los malvaviscos derretidos. No eran crispies de arcoíris, eso era seguro.

"¿Qué es eso?" Apunté a la barra con mi dedo. Subí la mirada para verlo.

Él sonrió. "inflado con crispies de chocolate"

Fruncí el ceño. "No parece chocolate" acerqué el plato a mi cara para poder ver mejor los puntos de colores. Incluso de cerca no parecía chocolate. "¿Son M&M?" pregunté mirándolo otra vez tratando de encontrar una pizca del color café normal en los chocolates.

"Algo así." Asintió el camarero. "Pruébalo y dime qué tal."

Tomé un pequeño bocado, haciendo un esfuerzo por meter a mi boca algo de esos colores. Mis ojos se cerraron y mi cara se retorció anticipando el disgusto, pero fui gratamente sorprendida al encontrar que era quizás lo más delicioso y placentero que había probado jamás.

"Es delicioso, no, no delicioso, es excitante" tomé otro bocado, ansiosa por experimentar esa sensación otra vez.

El camarero rió. "¿Excitante?" preguntó. "La mayoría de la gente sólo dice delicioso."

Me ruboricé. "pensé que sería un adjetivo apropiado."

"¿Excitante?" repitió. Era obvio que intentaba suprimir su risa. "Nunca antes nadie había dicho que mi comida era excitante. Es algo interesante en lo que pensar."

Mi cara se puso aun más caliente, por lo que me escondí detrás de mi yeso. "Bueno" dudé. "Nunca antes me había excitado alguien que cocinara, por lo que supongo que esta es una nueva experiencia para ambos." Estaba muy avergonzada. ¿No podía haber encontrado un mejor adjetivo?

"Me alegra haberte dado algo de comer que te excitara." Dijo riendo.

Dejé caer el yeso y di otro bocado al pastel y un largo trago de café. Estaba buscando una excusa para no decir algo. Me había ridiculizado a mí misma y seguramente había hecho que él asumiera que me había excitado con su comida.

"Soy Edward." Se presentó sin que preguntara.

"¡Oh!, ¡Como el Edward de "Family Matters"!" grité. "Me encanta eso." Dejé de hablar cuando noté cuan patética debí sonar.

"Exactamente como el de "Family Matters" rió Edward.

Dejé caer mi cabeza avergonzada. Intenté pensar en alguna conversación segura, una donde no fuera a parecer tonta. "¿dónde están todos?" pregunté mientras miraba alrededor notando que no había ningún cliente en la cafetería.

Se encogió de hombros y sentó frente a mí. "Emmett despidió al camarero que agregaba LSD a las bebidas de la gente, entonces toda la gente que venía acá con la esperanza de tener ácido gratis, o como sea que le digan ahora, se va a los clubes de Port Ángeles."

"¿Por qué deslizaba ácido en las bebidas?" pregunté. "¿Por qué lo contrató el dueño?"

"No sé porqué metía ácido en las bebidas de la gente." Edward se encogió de hombros. "Él estaba en libertad condicional, entonces Emmett lo contrató porque era más barato de pagar. No está seguro de qué le enfurece más, el hecho que uno de sus camareros estuviera drogando a sus clientes o que el negocio se viniera abajo después de despedirlo."

"¿Cómo sabes todo esto?"

"Emmett es mi hermano, bueno hermano adoptivo. Él se quejó con Carlisle, nuestro padre adoptivo, sobre cuán mal le estaba yendo desde que despidió a aquel camarero, entonces Carlisle hizo que me contratara." Sonó algo resentido al final.

"Pero creí que querías ir a la escuela Culinaria…"

"Quiero. Es la única razón por la que acepté trabajar con Emmett." Dijo Edward. "me dio el turno de la noche para que no nos encontráramos." Rió sombríamente para sí mismo.

"¿No se llevan bien?" pregunté frunciendo el ceño.

"No." Negó. "Nos llevamos bien, sólo que tenemos aquel amor fraternal que nos impide trabajar juntos."

Alcé una ceja.

"Adivino que no tienes hermanos." Se rió.

"No." Negué. "Mis padres se separaron cuando era pequeña. Vivo con mi padre, quien aun está solo y ya no es tan joven. No creo que vaya a tener más hijos."

"¿Qué pasa con tu madre?" preguntó Edward. Se acomodó en su silla y cruzó los brazos sobre el pecho.

"Ella vive en Florida con su esposo, Phil. Ahora la veo de vez en cuando." Me encogí de hombros. "En realidad no hay mucho que decir sobre ella."

Edward asintió. "Mi madre siempre quiso vivir en Florida. Ella decía que Chicago era demasiado frio. Nosotros estábamos pensando en mudarnos a Florida, pero se enfermó."

"¿Qué sucedió?" pregunté.

Suspiró y comenzó a jugar con mi encendedor. "Es complicado. Un montón de cosas estaban mal en ella, su cuerpo no resistió… murió cuando tenía siete años."

"¿Y tu papá?" pregunté. Me incliné hacia adelante. Me sorprendía que me estuviera diciendo esto, era tan personal y me lo contaba como si le estuviera diciendo a alguien que su color favorito era el azul.

La cara de Edward se endureció. "Se suicidó cuando mi madre murió. Ellos eran muy Romeo y Julieta en su relación…"

Mordí mi labio inferior. No sabía qué decir. El aire estaba lleno con la tensión. No era incómodo, sólo pesado. Pensé en un montón de cosas que podría decir para romper el silencio, pero todo sonaba estúpido e inmaduro.

"¿Qué le pasó a tu brazo?" preguntó Edward. "Si no te importa que pregunte." Añadió rápidamente.

Miré el cabestrillo y luego nuevamente a él. Casi atravesé mi labio al morderlo. Mi corazón subió hasta mi garganta y me sentí enferma. Quise mentir, pero él me había dicho algo tan personal acerca de él que sentí que también debía contarle algo personal sobre mí. Pero también había un punto que podía ser demasiado personal de admitir y que él no necesitaba saber.

Bajé el cierre de mi chaqueta y saqué los brazos. Evité ver la cara de Edward. Pude escucharlo jadear. Lo que me hizo querer meter los brazos dentro de la chaqueta otra vez, tomar mis cosas y correr lejos de la cafetería. Pero no lo hice.

"Mi novio, bueno, mi ex-novio, decidió empujarme por las escaleras." Miré mis brazos. Había contusiones a lo largo del brazo izquierdo. El derecho estaba cubierto por el cabestrillo blanco lleno de "Mejórate pronto" de mi familia y amigos.

"Mi papá se entró hoy en la mañana de lo que sucedió, por eso me estoy escondiendo acá. No quiero tener que explicarle lo que pasó." Reí nerviosamente y luego miré a Edward

Él estaba mirándome. Su rostro era duro. Sus pupilas se habían estrechado. Se veía furioso. No esperaba una reacción como esta de él. Era intimidante. Quería retractarme y marcharme. No quería estar más en este lugar. Me avergonzaba el haberle contado eso.

"¿Un hombre te hizo esto?" preguntó. "¿Tu novio te hizo esto?"

Me pasé los dedos por el cabello. "Esto sólo se ve mal… y suena mal… Si hubieras estado allí, podrías entender. De cierto modo lo saqué de sus casillas." Se me estaba haciendo difícil respirar y mis ojos se estaban humedeciendo. Me puse tensa y no pude mirarlo. "Si hubieses estado allí lo entenderías."

"¿Te empujó por las escaleras?"

Me limpié unas lágrimas que se habían escapado y solté una risa nerviosa. "Ni siquiera sé si me empujó. Antes ya me había caído por las escaleras, así que tal vez sólo imaginé que me empujó." Estaba mintiendo entre dientes. Todavía tenía los moretones en mi espalda donde me empujó.

"Lo siento", me disculpé cuando más lágrimas cayeron de mis ojos. "No quería llorar. Sólo estoy cansada." Le sonreí antes de esconder la cara entre mis manos. Odiaba llorar en frente de la gente, me hacía sentir incómoda.

"Um... ¿Tu padre adoptivo cómo es?" pregunté. Esperaba que mi pregunta pudiera llevar la conversación en otra dirección. Pero no funcionó.

"¿Hace cuánto estás saliendo con él?" Preguntó Edward.

"Unos meses." Mordí mi labio. "Nos conocimos en un partido de beisbol. Yo estaba con alguien más. Él se obsesionó conmigo y me engañaba para que saliéramos. Era muy ingenioso. Me dijo que nos reuniéramos en un salón de baile y entonces me invitó a salir." Rodé los ojos. "Lo peor es que sabía que era rudo, pero jamás pensé que sería así conmigo, ¿sabes?"

Edward asintió. No era sólo un gesto porque le había preguntado algo, parecía que de verdad me estuviera escuchando y pudiera entender de verdad lo que le acababa de decir. Nadie me había escuchado así antes.

"¿Cuál es su nombre?" preguntó.

"James" dije. "Es el jugador estrella en mi escuela."

"¿James Cameo?" Preguntó Edward sorprendido.

Asentí. "¿Has escuchado de él?" pregunté

Asintió. "Sí, pero pensé que estaba saliendo con Victoria"

"Ahora lo hace…"hice una mueca. "Comenzaron a salir una semana después de conocernos. No lo sabía hasta hace unas semanas. Tuve el coraje de preguntarle el día en que me tiró por la escalera." Arañé el cabestrillo, mi brazo me dolió.

"¿Por qué saldrías con un idiota como él?" preguntó Edward. "Es un imbécil"

Me encogí de hombros. Edward no se equivocaba. Él era un imbécil. Sólo, no sabía qué decirle. No tenía una razón para salir con él. Sólo lo hice. Sabía lo que él estaba pensando. Sabía que él tenía una reputación, y aún así salí con él.

"No mereces a alguien como él." La voz de Edward era suave. "Tú, de toda la gente, no mereces a alguien así."

"¿Cómo lo sabes?" pregunté. "No soy especial. Soy común."

"No creo que seas común." Edward negó. "Eres hermosa y James es un idiota por no notarlo."

Me sonrojé y mordí mi labio. No le creía, pero aun así era lindo escucharlo. "Gracias." Dije. "Gracias por escuchar, gracias por mentirme para hacerme sentir mejor, gracias por el café, gracias por el postre, gracias por hacerme compañía, gracias de verdad."

"No tienes que agradecerme." Edward sacudió la cabeza. "Y no estaba mintiendo para hacerte sentir mejor. De verdad eres hermosa. Desearía que te dieras cuenta."

Sonreí."Gracias" le agradecí otra vez. "Odio tener que cortar el momento, pero debo llegar a casa. No quiero preocupar demasiado a mi padre." Me sequé las lágrimas otra vez y comencé a guardar mis libros y lápices dentro del bolso.

"Probablemente también debería comenzar a prepararme para marcharme, mi turno casi termina y debería ir a casa y dormir algo antes de ir a clases." Dijo Edward y me dio el encendedor. Lo arrojé al interior del bolso.

Lo miré. "¿A qué escuela vas?" pregunté

"La que está junto a la carretera" dijo Edward. Hay una sola carretera en Forks.

"¿De verdad?" pregunté. "Voy a esa también" Sonreí. "Quizás te vea por ahí." Agarré la correa de mi bolso y me la pasé por el hombro.

"Tal vez." Asintió. "Ten cuidado en el camino a casa. Y buena suerte con tu padre"

Suspiré. "Estoy un poco preocupada por verlo otra vez, pero no quiero darle un ataque al corazón, así que mejor regreso más temprano que tarde."

Nos pusimos de pie al mismo tiempo. Era mucho más alto que yo. Nos miramos por un minuto. Abrió sus brazos a la vez que me refugiaba en ellos. Nos abrazamos. Tomé un profundo respiro mientras inhalaba su olor. Olía tan bien.

"Gracias por hablar conmigo" dije otra vez.

"No hay problema." Dijo Edward mientras nos alejábamos. Me ajusté la correa en el hombro y me di vuelta. Había parado de llover y el sol estaba entrando por la ventana.

"¿Cuándo trabajas nuevamente?" pregunté cuando lo miré otra vez.

"Mañana".

"¿Misma hora y mismo lugar?"

"Estaré aquí" sonrió.

"Bien" le sonreí de vuelta.

Salí de la cafetería. Un musculoso y alto hombre con cabello rizado y oscuro murmuró un "Hola" cuando nos topamos. Dije "Hola" de vuelta mientras sacaba las llaves del auto. Aun esta sonriendo para mí misma. Realmente me gustaba Edward.

"Te veo mañana" dije a la silueta de Edward mientras entraba al auto.

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Emmett entró a la cafetería sosteniendo el cartel que me hizo leer "Lo sentimos, está cerrado", tuve que mirar la mesa para ocultar mi risa.

"¿Qué demonios es esto?" golpeó el cartel contra la mesa.

"Un cartel" dije. "Si quieres te lo pudo leer" no lo pude aguantar más. Comencé a reír.

Emmett no se rió. "No es divertido, Edward. Si no quieres el trabajo aquí, puedes buscar otro. Necesito a alguien que de verdad trabaje, que no haga carteles idiotas. Ya tuvimos que despedir a Mike por agregar drogas a las bebidas de los clientes. No quiero despedirte porque no haces tu trabajo."

"Ella vino esta noche" dije cuando lo miré. "Isabella, ella vino a la cafetería esta noche"

Emmett frunció el ceño. "¿La chica de tu clase de psicología?" preguntó.

Asentí. "Hablamos," sonreí. "Mañana vendrá de nuevo"

Emmett rodó los ojos. "Voy a dejarlo pasar esta vez, sólo porque has estado obsesionado con esta chica por meses, pero mañana debes abrir la cafetería. ¿Me oíste?"

"Sí, te oí" murmuré mientras rodaba los ojos. Pero aunque Emmett estuviera molesto conmigo, aun sonreía. Isabella Swan, la chica que me había flecheado hacía meses, me habló. Y lo que era mejor, ella vendría mañana a verme otra vez.

"Te veo mañana" dije a la silueta de Bella mientras entraba en su auto.

"¿Qué dijiste?" preguntó Emmett

Lo miré. "Nada." Mentí mientras sacudía mi cabeza.

FIN.

A/N: ¿Les gustó? ¿Les gustó? Yo lo amé. Esto es todo lo que amo escribir. Tiene momentos graciosos, es triste, es tierno, es lindo, es totalmente mi one-shot preferido. Lo siento si hay faltas de ortografía o algo, tenía que hacerlo ahora, o sino no podría alcanzar hasta la medianoche (porque tengo que irme justo después de esto). Gracias por leer y con suerte todo fluya solo y no haya hoyos en la trama.

Gracias por leerme, esperemos que tenga otro exitoso año en FF. :)

T/N: Yo sé que ya está traducido, pero tengo que decir algo importante. Le pedí a Daddy's permiso para traducir esto como...un segundo después de que lo subió a FF, y ella me lo dió. Tengo un correo para probarlo, incluso hablamos de que era nuestro one-shot preferido. Me encantó. Es genial. Cómo todo lo que Daddy's escribió. Lo siento por la autora que ya había traducido esto, tal vez a Daddy's se le olvidó. Pero de verdad, de verdad, tenía que hacer esto. Me siento con derecho de hacerlo, ya que yo tuve el permiso primero, lo siento de todo corazón si a alguien le molesta. Siento estar hablando un poco duro, pero de verdad me siento mal en estos momentos.. Hay una nota después de este capi, que pondré como segundo capítulo, que es solo una nota, y todos deben leerla. Daddy's siempre será mi ejemplo, y la extrañaremos mucho por aquí. Fue una persona/escritora maravillosa, y me siento fatal por lo que ha pasado. Subiré otro one-shot de ella hoy o mañana, no estoy segura se llama "Toke it up" y me dió permiso para hacerlo. Seguiré con "Boy meets girl" también. Gracias por todo Stephanie "Daddy's Little Cannibal." Eres una leyenda en FF, y totalmente un ejemplo a seguir para mi. (escritora/persona.) No pude evitar las lágrimas desde el momento en el que me enteré, pero enfin, todo pasa por una razón, y sabes que aquí eres reconocida y amaba, incluso por las personas que no pudieron conocerte como persona, y tu forma de ser. Estoy agradecida por ser una de las que pudo hablar contigo, aunque sea poco, por medio de mensajes, y FF. Dejen un review, en memoria de Daddy's, y lean la nota.

-Descanza en paz Stephanie.