¡Hola hola!
Aquí yo de regreso con un nuevo capítulo…
¿Están listos para leerlo?
Pónganse cómodos porque… ¡El capítulo está buenísimo! ;)
¡Pero esperen!
Que debó agradecerles a todos por regresar a leer "Viviendo del Pasado", me ha encantado encontrarme nuevamente con sus comentarios y compartir ideas…
Y aquí la mención especial para sus hermosos reviews que me inspiraron para este nuevo capítulo: Tiny Lizard, astridgmzz, Enchandra29, Katha4792, anksuke, Miyandy, Luna18nereida, Saory, Nora-Maria, Sakura kunoichi no power y Hermi-Black .. n.n

¡Muchisimas gracias!

Ok ok, no los entretengo mas… que disfruten su lectura… =D

CAPITULO 20: CONFESIONES

…. SAKURA ….

Giré nuevamente en la bolsa de dormir, no podía conciliar el sueño, pensaba en Sasuke, en su reacción atónita al revelarle que esperaba el heredero Hyuga: se había levantado sin decirme nada, sin mirarme… tan sólo perdido en sus pensamientos salió por el hueco de la cascada por el que habíamos entrado. De eso seguramente habían pasado un par de horas y él no había regresado.

Coloqué mis manos sobre mi vientre, aun recordaba el cálido tacto de las manos de Sasuke sobre él. Lo que hubiera dado por darle esa noticia al papá de mi hijo, aun ese era un tema que me inquietaba, quería contarle a Neji que esperaba un hijo suyo pero… ¿Hasta cuándo tendría la oportunidad de compartírselo? Quería ver su reacción, quería que la noticia despertara una gran felicidad en mi esposo, quería ver su sonrisa, que me envolviera en sus brazos agradeciéndome por hacerle el hombre más feliz sobre la tierra. Claro, si en realidad él no había cambiado de idea en cuanto a comenzar a formar una familia.

Y justo en ese momento lo extrañé profundamente, mucho más de lo que lo había extrañado los demás días. Extrañé que me estrechara en sus brazos para dormir, extrañé que me besara antes de salir a sus entrenamientos, que me sorprendiera envolviéndome en su cuerpo, que me mirara, me hiciera sonrojar. Me abracé a mi misma con fuerza, tratando de imaginar que eran los fuertes brazos del hombre al que amaba, del hombre del que se me había alejado.

….. NEJI ….

¡Maldición! – Maldije nuevamente, en realidad no había parado de maldecir en cada momento, en cada pista que resultaba errónea. Quería encontrarla, necesitaba encontrarla… y estaba desesperado. Llevaba días enteros sin descansar, mi byakugan me tenía agotado y debía optar por desactivarlo para ahorrar un poco de energía.

No había tenido aún noticias de Naruto, tenía la esperanza de que al separarnos pudiéramos tener mayor alcance y la encontráramos rápidamente, pero los días iban pasando y no había ni rastro de ella.

-¡Bastardo! –exclamé con coraje refiriéndome al hombre que me había arrebatado todo.

Me detuve en uno de los árboles y lo golpeé, lleno de frustración, de impotencia. Después de esto me dejé caer en el piso, no podía mas, mis fuerzas se habían agotado, necesitaba descansar.

-¿Dónde estás Sakura?

…. SAKURA ….

Sentí que había dormido por horas cuando por fin el constante ruido de la cascada logró despertarme. Me sentí extrañada reconociendo el lugar y tratando de recordar lo sucedido la noche anterior, instintivamente me senté cuando apareció la imagen de Sasuke en mis pensamientos.

-Sasuke… -le llamé al tiempo que me sentaba, trate de revisar el lugar con la mirada pero aún no había ni rastro de él. Instintivamente llevé mi mano a la herida en mi pierna, tratando de recordar el suave tacto de Sasuke sobre ella, en realidad Sasuke parecía ser sincero esta vez. Decidí sanar mi herida de una vez, al parecer ahora tendría el bastante tiempo para ayudar un poco la sanación con mi jutsu médico. Dejé emanar mi chackra sobre la herida, se sentía caliente y un fuerte hormigueo recorrió la zona.

-Al fin despiertas…-escuché aquella voz tan esperada. Alejé mi mano, al parecer con ello sería suficiente. Levanté el rostro y divisé a Sasuke entrando por el hueco de la cascada, llevaba consigo una gran cantidad de frutas silvestres. Llegó hasta mi lado y me ofreció una. – Toma, debes estar hambrienta.

En aquel momento, me di cuenta que no había prestado atención a la increíble hambre que tenía, después de todo, con tanto ajetreo no había podido alimentarme desde ya bastante tiempo.

-Gracias…- la tomé y llevé rápidamente a mi boca, curiosamente me había parecido deliciosa, aunque mi alimentación en los últimos días en casa se había concentrado en galletas saladas que me calmaban el antojo.

Lo miré sin despegar mi vista un sólo segundo de él, quería saber qué había hecho en toda la noche, qué había pensado, qué pasaba en estos momentos por su cabeza. Parecía cansado, demasiado, se le habían marcado suavemente las ojeras y parecía haber envejecido un par de años. Traté de llamar su atención.

-Sasuke… sobre lo de ayer… - traté de hablarle pero no pude terminar la oración.

-Quédate conmigo un par de días – dijo rápidamente. Mas que una petición parecía una orden, si… al estilo Uchiha.

-¿Qué?

-Un par de días, después de eso no volverás a saber de mi… -Sasuke no me miró para nada, parecía entretenido apagando los pequeños restos de la gran fogata que había realizado la noche anterior.

-¿Y crees que aceptaré así nada mas? – Pregunté incrédula. – Sasuke, no puedo quedarme aquí tranquila sabiendo que Neji está preocupado buscándome…

-hmp.. – hizo una mueca de desprecio.

-¿Y qué se supone harás conmigo en ese tiempo?

-Recobrar aquello que me fue robado…

…. SASUKE …..

Definitivamente era una molestia. Sólo le pedía un par de días, era lo mínimo que podía concederme después de revelarme su embarazo y con ello romper todas mis esperanzas de recuperarla; Una cosa era que estuviera casada con ese imbécil, y otra que esperara un hijo de él, después de todo la imagen de ese niño con nosotros sería una sombra, una prueba que me estaría recordando mi estúpido error, y el hecho de que mi pelirrosa había sido de otro hombre, otro que me había robado su inocencia, que la había amado en mi lugar, y que por desgracia… me había arrebatado su cariño.

Sacudí la cabeza tratando de evitar pensar nuevamente en eso, ya había agotado ese tema la noche anterior, pasando toda la noche a orilla del lago aclarando mis pensamientos. Sabía que quería a Sakura a mi lado, pero era ya imposible, por lo que mi única opción era mantenerla a mi lado por unos días, no como una rehén, sino que me gustaría tratarla como hubiera querido que fuera nuestra vida juntos, saciarme de ella para llenar un poco el vacio que se me había formado todos estos años de soledad y que al cumplir mi venganza había crecido considerablemente en lugar de saciarlo.

Centré mi atención nuevamente en ella, tomaba un par de frambuesas y las comía rápidamente, me sentí culpable por no haberle traído algo de comer antes. Aquella imagen de ella me hizo recordar la época en la que salíamos de misiones, nuestra buena etapa. Decidí recordar un poco los viejos tiempos y molestarla, aunque ella no lo sabía disfrutaba mucho haciéndola enojar.

-Con qué razón ayer casi me partes la columna, comes como un oso… - Me quejé con sorna mientras reía para mis adentros. Sakura paró un momento de masticar y tragó, me miró con ojos acusadores y me sacó la lengua para después seguir con su tarea. No pude reprimir una sonrisa ante su actitud tan infantil, verla hacer esas muecas me recordaba cuando éramos niños y conformábamos el Equipo 7.

-Si fueras más fuerte no te quejarías de algo tan insignificante…- contraatacó de repente mientras se llevaba otra frambuesa a la boca. Le devolví la mirada matadora, era lista, sabía darme en lo que más me dolía, y que me atacara simplemente me gustó, definitivamente había cambiado en estos años, se había hecho más fuerte.

-Ni el mismísimo Kame podría siquiera… - No me dejó terminar, había lanzado una frambuesa a mi cabeza, mientras ella se hacía la inocente mirando hace otro lado.

Me agaché para tomar algo y lanzárselo, cogí una varita pequeña y me dispuse a lanzársela pero comenzó a moverse tratando de huir, se puso de pie y se apoyo en la pared, seguramente no recordaba su herida. Esperaba que callera, pero en vez de eso se pudo mover con mayor facilidad, al parecer ella misma se había sanado.

Tiré la varita al piso y me acerqué rápidamente a ella sin darle tiempo de reaccionar, la tomé entre mis brazos y corrí hacía la cascada.

-Grave error Sakurita, atacaste a un Uchiha y pagarás por ello… - Dije en falsa voz amenazadora, se me había ocurrido una buena idea para hacer que pagara, y por qué no, para pasar un poco de diversión.

-Sasuke, estás loco… -Se quejó asustada, le había tomado por sorpresa. Se removió en mis brazos tratando de bajarse pero la sostuve con fuerza. -¡Bajame!

-No lo haré…-le afirmé con suficiencia. Me acerqué aun mas a la cascada, a escasos centímetros; podía sentir la fuerza con la que el agua caía, mientras la brisa nos empapaba por completo. Instintivamente Sakura se abrazó fuertemente a mi cuello dispuesta a no soltarme aunque yo le amenazara con tirarla. Reí ligeramente, había caído en mi trampa. -¿No me soltarás? –Mi pelirrosa negó fuertemente con la cabeza. – Bien…

Después de eso atravesé velozmente la cascada de un salto y caímos en picada hacía el lago. No eran más de dos metros de altura, por lo que nos zambullimos instantáneamente en el lago. Traté de utilizar mi cuerpo para proteger el de ella, sabía que en el estado que ella estaba podía ser algo peligroso, pero… tan sólo se había llevado el asombro y la empapada.

Dentro del agua Sakura se soltó y trató de empujarme, dejé que lo hiciera. Subió instintivamente a la superficie del agua y la seguí.

-¡Sasuke eres un tonto! – Se quejó mientras me tiraba agua.

-Debes aprender a no meterte con un Uchiha… - le respondí divertido contestándole el ataque del agua de la misma manera.

Así comenzamos el juego, entre guerras de agua, zambullidas… fue perfecto. No pude evitar acercarme a ella y rodearla en mis brazos dentro del agua. ¿Cómo podría separarme de ella ahora que la tenía sólo para mí?

Sakura no se alejó pero tampoco me respondió el abrazo, tan sólo dejó que disfrutará de ese momento. Me separé un poco para estudiar su reacción: sus mejillas estaban completamente coloradas, le sonreí ligeramente y besé su frente. Sabía que debía controlarme o pasaría aquella barrera en la que ella comenzaría a sentirse incomoda y me alejara, por lo que opté por separarme y lanzarle nuevamente agua, rompiendo así la bella atmosfera que se había creado. Reanudamos el juego pero terminamos por darnos por vencidos rápidamente y nadamos a la orilla, nos dejamos caer boca arriba en la hierba que crecía alrededor tratando de recobrar el aliento, uno al lado de otro.

-¿Lección aprendida? – le pregunté tomando un poco de aire y regularizando mi respiración.

-Siento decepcionarte…- Giró su rostro y me miró con una gran y hermosa sonrisa, sus ojos brillaban como jamás los había visto, podría jurar que esa era la imagen más encantadora que había obtenido de ella. Y sabía el por qué, porque precisamente era a causa mía esa felicidad que desprendía. La miré estudiando cada una de sus facciones, grabando en mi mente hasta el último detalle de ella. Perdí la cuenta del tiempo que tardé haciéndolo por lo que decidí volver un poco al Sasuke habitual y clavé mi mirada en el cielo. –Sasuke… - Me llamó, al tiempo que tomaba mi mano entre la suya, su tacto era cálido y suave.

-hpm…

-¿Qué harás ahora?

-hpm… - Esa era buena pregunta. No me giré a mirarla, seguí con mi mirada completamente clavada en el cielo infinito. A decir verdad, no estaba muy seguro de lo haría después de que la dejara ir.

-Me refiero a cuando ya nos separemos… ¿Tienes planes de hacer algo? – Preguntó nuevamente, pero al no recibir respuesta de mi parte comenzó a agregar – Haz culminado tu venganza, hemos terminado con los Akatzuki… ¿Qué sigue? ¿Has pensado en regresar a Konoha?

- ¿Para qué me maten? –respondí con sorna.

-No no, quizás puedas llegar a un acuerdo con Tsunade, arreglar las cosas… pienso, que sería estupendo tenerte nuevamente con nosotros. –Sakura parecía entusiasmada, pero debía decirle la verdad, no podía regresar a Konoha, por mi orgullo y más que nada… por ella. Lo mejor era desaparecer de su vista.

-No tengo planeado regresar, Sakura… - Le aseguré, miré de reojo que luchaba por no decir nada más, abría y cerraba la boca al tiempo que hacía gestos de desaprobación negando sus ideas. Se dio por vencida y decidió, al igual que yo, clavar su mirada en algún punto inexistente del cielo.

….. CHIKAKO …..

Seguramente Naruto no volvería a hablarme jamás. Le había alejada lo mayormente posible de la escena. Al despertar al día siguiente, tan sólo me había mirado fríamente y había comenzado a correr prosiguiendo su búsqueda. Lo más seguro era que recordará todo lo del día anterior y hubiera atado cabos, si… ahora para él era una traidora. Decidí seguirlo, mejor estar cerca de él por si volvía a haber un encuentro. Estaba comenzando a oscurecer cuando de repente lo perdí de vista.

Traté de encontrarlo con la mirada, pero rápidamente sentí su presencia a mi espalda, seguido el filo de su kunai en mi garganta, quieto… de forma amenazante.

-¿Qué tienes que ver con el Teme? – me preguntó decidido a mi oído.

-Demasiado Naruto… - Me sinceré completamente, sentí su kunai apretándose más a mi garganta y su cuerpo creando mayor presión en el mío. – Si me sueltas te contaré todo lo que necesites saber…

-¿Cómo sé si puedo confiar en ti y que no escaparás? – dudó.

-Porque si hubiera querido, ya me hubiera alejado de ti Naruto…

Pareció complacido con mi respuesta, por lo que me soltó.

-Cuéntamelo todo…

Naruto comenzó a dar vueltas alrededor de mi escuchando todo lo que le decía. Le conté de cómo lo conocí, de nuestros entrenamientos, de la misión para recuperar a Sakura, mi pelea con el hombre Hyuga, e incluso… de mi miedo a perderlo si él se enfrentaba a mi maestro. Naruto no me había interrumpido un sólo momento, se había dedicado a escuchar. Cuando terminé se mantuvo en su sitio mirando hacía un punto inexistente de la nada.

-¿De qué lado estás ahora? – me preguntó con voz seca y sin mirarme. No respondí, después de todo, no sabía la respuesta, le debía lealtad a mi maestro pero Naruto… me preocupaba, quería ayudarle, evitar de una vez por todas que se esforzara tanto en encontrarlos y que dejara de correr peligro, pero… no podía.

Al fin se volteó a mirarme, con esos penetrantes ojos azules que me enloquecían; me miraba con determinación pero con aquel brillo de pureza y ternura en ellos. Se acercó a mí y me tomó del brazo, creando una fuerte conexión en nuestras miradas, sentí mis piernas perder un poco el equilibrio. –Chikako… ¿Vendrás conmigo o seguirás siendo su cómplice?

-Yo… no puedo decidirlo Naruto, entiéndeme, debo serle leal… yo…

La expresión de Naruto se tornó a una decepción y me soltó lentamente, se dio la vuelta y comenzó a caminar.

-Entonces… mejor será que te alejes, ahora eres mi enemiga.

Y nuevamente me sentí tan vulnerable ante él ¿Qué tenía este chico que siempre me hacía sentir tan indefensa? Él tenía razón, lo sabía desde el principio, y yo no debí de haberlo perdido de vista, fuimos enemigos desde el principio y nada lo cambiaría mientras mi lealtad estuviera con mi maestro. Pero… el hecho de perder a Naruto, aunque relativamente no sabía nada de él, me dejaba un enorme vacío; un vacío que había experimentado antes y que inexplicablemente la presencia de él había llenado. Tenía que decidir entre seguir con mi maestro y mi enorme soledad, o estar con Naruto, quien le daba a mi vida un poco de calor.

Sin darle tiempo a mi mente de decidir corrí hasta Naruto y le abracé por la espalda, le rodeé con tanta fuerza, deseaba transmitirle la enorme necesidad que sentía de que él se quedara a mi lado.

… NARUTO …

Sentir su contacto me dejó perplejo. Chikako me abrazaba con tanta urgencia… ¿Por qué significaba tanto aquella situación para nosotros?

Desde el momento en que sospeché que ella tenía algo que ver con Sasuke había sentido un nudo en el estomago y esa extraña sensación se había desbordado en el momento en que ella me había asegurado que no podía dejarlo. Supongo que de alguna manera esperaba que ella eligiera venir conmigo y dejara su alianza con Sasuke pero al recibir su negativa… la decepción me había consumido. Por algún extraño motivo quería estar con ella…

-No me alejes de tu lado, Naruto… - Escuché su voz, junto a su cálido aliento chocando en mi espalda, sentí mi piel erizarse por completo. –Entiéndeme… -continuó en tono de súplica – Le debo demasiado a Sasuke – traté de separarme, si esa era su decisión no podía confiar en ella. Me sostuvo con más fuerza – Pero quiero estar contigo Naruto, de alguna manera siento que… te necesito… - Su voz terminó rompiéndose, distinguí que mi espalda comenzaba a mojarse debido a sus lagrimas. Coloqué mis manos suavemente sobre su agarré para aflojarlo un poco, ella cedió, pero no me alejé, simplemente giré para encontrarme frente a ella. Limpié con mi pulgar las lágrimas que resbalaban rápidamente por sus mejillas, no soportaba verla llorar, me sentía angustiado, desesperado, confundido.

-Sinceramente…- comencé a decirle – no sé qué hacer… - la abracé recargando su cabeza contra mi pecho. – Sé que debo alejarte de mí pero… no quiero.

Chikako rompió a llorar nuevamente, pero esta vez no la detuve… deje que se desahogara, después de todo… según lo que me había contado, le haría bien hacerlo. La sostuve contra mi pecho tratando de transmitirle tranquilidad y seguridad; definitivamente ella me importaba, y quizás más de lo que me hubiera gustado.

….. SAKURA …..

Hacía dos días desde que Sasuke me había pedido que me quedara con él un tiempo y sinceramente, comenzaba a acostumbrarme a su presencia, a su reciente cambio de actitud y a sus muestras tan repentinas de cariño. Habíamos descubierto que en realidad, nuestra vida juntos no habría sido tan mala, en realidad, congeniábamos muy bien. Estos días habíamos hecho de todo, retarnos, recordar viejos tiempos, descubrirnos el uno al otro, todo parecía realmente una fantasía, pero hoy… Sasuke había comenzado a actuar un poco más distante, parecía que algo le preocupaba.

Comenzaba a oscurecer cuando decidí salir de la cueva para ir a buscarlo, hacía un par de horas que él había salido algo pensativo. Lo encontré dentro del lado, en la orilla, quieto, con la vista perdida en algún punto inexistente de la nada. Me acerqué a él…

-Pareces preocupado… - llamé su atención, al tiempo que me sentaba en la orilla dejando que mis pies entraran en el agua. - ¿Has estado aquí todo este tiempo?

-Sólo… necesitaba pensar… - me dijo soltando un leve suspiro. Se acercó y me tomó de la cintura, atrayéndome más a él y sumergiéndome en el agua. Comenzó a jugar con mi cabello totalmente perdido…

-Sasuke… - le llamé, no me gustaba verlo tan decaído. Dibujó una leve sonrisa de lado y me miró a los ojos.

-Sakura, eres una molestia… - Se quejó. Colocó su frente sobre la mía y continuó…- mi eterna molestia. – situó su mano en mi mejilla y comenzó a acariciarla.

Verlo en aquel estado me desarmó por completo. Sabía que él estaba consciente de que se acercaba el momento en que debía dejarme ir como lo prometió, pero… verlo así, no lo soportaba. Sentí el aliento de Sasuke chocando contra mi rostro y la magnética atracción que su cuerpo comenzó a crear sobre el mío, y de repente… fui yo quien eliminó la corta distancia que nos separaba. Rocé delicadamente sus labios, un simple roce que ninguno de los dos pudo detener.

Sasuke me atrajo más a su cuerpo, me besaba lentamente, con dulzura… provocándome mil y una sensaciones diferentes con aquel delicado tacto; podría jurar que en cualquier momento terminaría derretida. Coloqué mis manos en su pecho, desnudo y cálido al tacto, le recorrí hasta llegar a su cuello y lo rodee, acortando aun más la distancia entre nosotros. El beso se intensificó, al igual que el contacto entre nosotros. Abrí levemente la boca dándole paso a Sasuke de explorar nuestras cavidades. Sentí su mano colándose bajo mi blusa que el agua fácilmente despegaba de mi cuerpo, me acarició la espalda, cada milímetro de ella, mientras con su boca bajaba besando mi cuello por completo; comenzando con mi mentón, terminando en mis hombros que sobresalían de la superficie del agua. No sé si lo que nos encendió tanto fue el roce del agua, los días que habíamos pasado juntos, la noche, el clima… o simplemente el hecho de que los dos queríamos saciar aquella sed que teníamos del otro.

Esta vez, disfrutaba de cada rose, cada sensación que Sasuke me regalaba sin pensar en nada mas, algo me decía que nuestro momento juntos terminaría pronto y no sabía si volvería a saber de él próximamente, por lo que decidí saciarme por completo, ya pensaría después en todo lo demás… aunque quizás me arrepintiera.

Sentí la mano de Sasuke rodeando mi cintura, llegó a mi estomago y comenzó a bajar por mi vientre, lo acarició poniendo especial empeño en hacerlo delicadamente, volvió a colocar su mano en mi cintura e intensificó mas el beso para después terminarlo. Tardé en abrir los ojos y darme cuenta en que el momento había terminado.

-Tengo hambre… - me sonrió de lado con una media sonrisa que no alcanzó a iluminar sus ojos, sin más caminó a la orilla y salió del agua. Me ofreció la mano para ayudarme a hacer lo mismo. Le seguí, regresamos dentro de la cueva y me situé junto a la fogata que Sasuke se empeñaba en avivar para tomar un poco de calor y mis ropas se secaran un poco.

La cena me calló de peso, así que sin más decidí sentarme apoyada en la pared, le hice una seña a Sasuke para que hiciera lo mismo a mi lado, él no tardó en obedecer, una vez lo tuve junto a mi apoyé mi cabeza en su hombro. Era realmente agradable sentirlo, tenerlo cerca.

-Pareces cansada… - exclamó mientras me rodeaba con su brazo atrayéndome más a él. Me acomodé en sus brazos y dejé que mi temperatura corporal se fundiera con la de él.

-Lo estoy… - Me sinceré en un susurro mientras cerraba los ojos – supongo que es obra del embarazo.

Sentí el cuerpo de Sasuke tensándose, maldije haber sacado el tema a la conversación. Un largo silencio se hizo presente entre nosotros y el sueño comenzó a apoderarse de mi cuerpo, me dejé llevar, teniendo la esperanza de que al despertar él estuviera aún a mi lado, ahí… abrazándome.

-Sakura… ¿Eres feliz con Neji? –Alcancé a distinguir la pregunta. Afirmé con una ligera afirmación de la cabeza e instintivamente dibujé una sonrisa al pensar en mi marido.

-Me alegro - Lo escuché distante, el sueño me estaba venciendo por completo. – Sakura… - llamó nuevamente, traté de ponerle atención con las últimas fuerzas y razón que me quedaban… - Te amo… - Fue lo último que escuché, en un susurro, con aire lejano, como si me encontrara ya a metros de distancia. Después de ello, me rendí por completo en los brazos de Morfeo, después de todo, aquellas palabras me habían hecho inmensamente feliz.

¡Fin del capítulo!

¿Qué tal? ¿Qué pasará ahora?
Pues… ya lo verán en la siguiente actualización… n.n
¿Quieren que les dé un adelanto? Jejeje.. sólo una pequeña idea de lo que pasará…
¿O es que nadie quiere que haya al fin un encuentro Neji VS Sasuke?
Yo siiiI! Jaajaj no se pierdan el próximo capítulo! =D

Nos leemos después…
Att. Tonks Luna