Summary: La relación entre Brainy y Super Chica se ha convertido en el entretenimiento por excelencia de los legionarios. Una amistad que amenaza convertirse en romance enfrentando más enredos que una telenovela.
Disclaimer: Cómo si hiciera falta que lo dijera… "Legión de Superhéroes" no es de mi propiedad; es de DC Comics y creo que de la Warner. Lo único que es de mi pertenencia y de lo cual me enorgullezco es mi locura, la cual me permite descargar mis frustraciones y mi estrés creando fics y no viendo taranovelas.
¿Recuerdan el capítulo de Liga de la Justicia en el que Flecha, Linterna y Súper Chica son secuestrados por la Legión para que les echen una mano? Pues usé ese capítulo como base o inspiración (aunque ese Brainiac 5 no era tan lindo como éste) y mezclé el concepto Brainy/Súper Chica con la actual serie de Legión de Superhéroes.
Genial, ¿no?
Además de que la información que leí en Wikipedia sobre LoSH me dio unas excelentes ideas... Igual que el hecho de tener una tres teles, dos hermanos y una mamá y ser mala para los volados. Si tuvieran que elegir entre ver a su hermano jugar PlayStation, ver Discovery Kids con su hermanita o criticar la telenovela de su mamá, ¿qué elegirían?
Yo elegí la última -_-
Originalmente iba a esperar hasta terminar con "3ra temporada", pero considerando la escasa afluencia de lectores en esta sección , pero si espero mucho el cuerpo va a cabar de enfriarse.
¡Saludos a KAORU OTTORY!
Romance a la Hora del Almuerzo.
Capítulo Uno.
Romance a la Hora del Almuerzo.
La puerta se descorrió automáticamente, dándole paso libre a Saturngirl. La joven superheroína entró en el área de comedor y se dirigió a la barra. Tomó una bandeja y aguardó su turno.
Una vez que obtuvo algo que sorprendentemente parecía ser comestible, se alejó de la barra y miró a su alrededor, tratando de decidir en donde se sentaría a almorzar…
-¡Hey, Satgirl! ¡Por aquí! –llamó Relámpago, agitando su brazo para que la rubia lo viera.
La chica sonrió y fue a reunirse con su amigo.
-Siéntate aquí –indicó el chico, señalando el asiento a su lado-. Desde aquí se tiene una vista estupenda.
-¿Vista de qué? –inquirió Satgirl.
-De la novela –respondió el pelirrojo sonriendo con malicia.
La chica lo miró intrigada. En ese momento llegó Chico Camaleón derrapando por el suelo; le faltaba el aliento y tenía la cara perlada en sudor.
-¿Llego a tiempo? –preguntó-. ¿Todavía no empieza?
-Aún no.
Con un suspiro de alivio, el metamorfo se dejó caer en la silla frente a Relámpago; torció la cabeza en dirección a la puerta y empezó a tamborilear con los dedos en la mesa.
-¿Por qué tardan tanto? -refunfuñó.
-Tranquilo; llegarán en cualquier momento -aseguró Relámpago sin dejar de sonreír.
Satgirl se sentó en donde el pelirrojo eléctrico le indicara antes y observó a sus compañeros con perplejidad.
-¿Qué está pasando? –preguntó con suspicacia.
-Ya te lo dije –repuso el electro héroe con naturalidad-. Vamos a ver la novela.
¿O es comedia?
Antes de que la rubia pudiera seguir preguntando, Chico Camaleón gesticuló imperiosamente.
-¡Silencio! ¡Ya empieza!
La expresión de Relámpago mudó a una de completa atención, las conversaciones en derredor bajaron de volumen; incluso algunos legionarios callaron por completo. Se respiraba un ambiente de antelación e impaciencia. Intrigada por este extraño comportamiento de sus compañeros, la chica psíquica echó un vistazo para averiguar que lo generaba.
-¡Satgirl! ¡Trata de ser más discreta! ¿Quieres? –cuchicheó el pelirrojo bajándole la cabeza.
-¡Sh!
Chico Camaleón les dirigió una mirada de reproche y regresó su atención hacia lo que sucedía a sus espaldas. Resignada, Satgirl procedió a imitarlo con disimulo.
Súper Chica y Brainiac 5 acababan de entrar en el comedor. Ambos se dirigieron a la barra y a los pocos minutos se encontraban sentados en una mesa libre a dos metros en diagonal de donde los tres ya citados legionarios se hallaban.
Kara hundió su cuchara en un líquido color rosa fluorescente de aspecto gomoso. La levantó y dejó caer la sustancia, la cual rebotó sobre si misma y salpicó la mesa.
-Me preguntó que rayos será esta cosa -murmuró contemplando la asquerosa solución con desconfianza.
-Podría analizarla -comentó Brainy revolviendo el amarillo y moteado contenido de su plato con recelo-. Pero creo que sería contraproducente.
-Algunas cosas es mejor no saberlas -repuso Súper Chica-. Particularmente aquellas relacionadas al lugar donde comes.
El coluano observó el seudo alimento con los ojos entrecerrados y dijo:
-Concuerdo contigo.
Kara suspiró y apartó la sustancia rosa de su bandeja.
-No irás a comerte eso, ¿verdad? –preguntó señalando la cosa moteada en el plato del joven, que en ese momento trataba de huir reptando hacia el borde de la mesa.
-No -negó Brainy haciéndolo.
-¿Qué tal esto? -inquirió Kara señalando un filete con su tenedor-. ¿Crees que sea comestible?
El coluano picó la carne con el cuchillo y se oyó un chillido.
-Definitivamente -contestó encogiéndose de hombros-. Pero quién sabe que tipo de organismo lo incluya en su alimentación.
La carne quejumbrosa también fue hecha a un lado sin miramientos.
La chica resopló.
-¿Quién rayos hace el menú en este sitio?
-La variedad de platillos responde a la diversidad racial y cultural de los integrantes de la Legión -dijo Brainiac-. Aunque debo admitir que me agradaría que se respetara esa diversidad con algo menos… vivo.
-Es que tú tienes un excelente tino para elegir comida "extra fresca" -resopló la chica.
Al menos el chocolate es universal -se animó Kara y hundió la cucharilla en su budín de chocolate-. Y no tiene pulso… ni palpita.
-No podemos alimentarnos exclusivamente a base de postres -repuso Brainy, examinando una ensalada de aspecto rocoso-. Necesitamos nutrientes para un adecuado desarrollo metabólico.
-Si como algo de esto mi metabolismo va a armar una revolución –espetó la heroína-. Tiemblo de solo pensar en la cena…
En una mesa cercana, una superheroína bullía de indignación.
-¿Su novela consiste en espiar a Brainy y a Kara? -espetó Saturn Girl, incrédula.
Súper Chica miró a su alrededor.
-¿Qué sucede? -inquirió el coluano, sin dejar de examinar la comida.
-Escuché a alguien decir nuestros nombres…
Relámpago le metió una cucharada de macarrones en la boca a la chica psíquica.
-¡Silencio! -gruñó en un susurro-. ¿Tienes idea de lo que esa kriptoniana agresiva nos haría si se enterara?
Pero la atención de la kriptoniana agresiva ya había sido redirigida hacia su compañero de mesa. El coluano revolvía sin cesar el contenido de su plato, examinándolo con el seño fruncido y murmurando para sí.
-Oye, Brainy… -dijo Súper Chica, removiendo el puré de guisantes que había en su plato-. ¿Tienes planes para esta noche?
Todos los comensales levantaron la cabeza con interés, aguardando la respuesta del descendiente de uno de los más grandes enemigos del Hombre de Acero. Pero éste estaba muy ocupado con su ensalada.
-¡Brainy! ¡¿Me estás escuchando?! -espetó la rubia dando tremendo golpe en la mesa, rompiéndola, causando que la comida desechada y el delicioso chocolate se esparcieran por todo el comedor, y haciendo temblar el suelo.
Todos en el comedor pegaron un brinco y muchos de ellos acabaron cubiertos de comida.
-Desearía que Brainy le prestara más atención -susurró Chico Camaleón sacudiéndose la sustancia gomosa y rosada.
-¡Silencio! -instó Relámpago.
Brainiac 5 masculló una disculpa y Súper Chica lo miró ceñuda.
-Lo siento –volvió a disculparse el chico-. No volverá a pasar.
¿Qué me estabas diciendo?
Kara bufó molesta, se recargó en su silla, se cruzó de brazos y lo miró con el ceño fruncido.
-Te estaba preguntando si tienes planes para esta noche.
-¿Planes? -repitió Brainy-. Pensaba desfragmentar el disco duro de Computo y descargar algunas actualizaciones.
-No puedo creer que sea tan denso -murmuró Relámpago golpeándose el rostro con la palma de la mano.
-¿Por qué no pedimos comida china? -sugirió Kara-. Podríamos comerla en tu laboratorio, mientras desfragmentas a Computo… o lo dejas para otro día y cenamos en mi habitación.
Sus dedos se habían ido deslizando por el brazo de Brainy y ahora trazaban círculos en su hombro.
Una sensación de calor invadió al coluano y se tradujo en la aparición de unas curiosas manchas en sus mejillas.
-¡Sí! -contestó con gran ímpetu. Tanto que varios, a pesar de ser concientes de lo vital que era disimular su interés, no pudieron dejar de voltear a verlo.
Es decir -se apresuró a corregir-, puedo darle mantenimiento a Computo otro día. Cualquier otro día.
-Entonces quedamos de acuerdo -asintió Kara sonriendo de oreja-. Hoy cenaremos juntos.
-¿Qué no lo hacen siempre?
Súper Chica elevó la mirada al cielo, preguntándole al dios de los kriptonianos qué había hecho para merecer trato tan injusto; mientras tanto, su primo y su clon permanecían de pie, bandeja en mano, observándolos. Kell parecía encontrar la situación divertida: más tarde, Kara se encargaría de preguntarle ¿por qué?
-Parece que alguien tuvo un acceso de mal humor -comentó Superman X, sonriendo ante la vista de la mesa destrozada.
-Debes controlar tu temperamento, Kara -dijo Superman meneando suavemente la cabeza.
¿Y qué decían sobre cenar juntos?
-Oh, nada… -intervino Kell-. Sólo hacían planes para ordenar comida de fuera y cenar en la habitación de Kara.
Ante la mirada asesina de la rubia, el Hombre del Mañana se encogió de hombros.
-Súper oído, ya sabes…
Las pupilas de la chica ya estaban calentándose cuando Clark habló.
-Suena bien… ¡Cuenten con nosotros!
A Súper Chica, el alma se le cayó a los pies.
-¿Cómo?
-Que nosotros también vamos -repitió Superman-. Yo también necesito un descanso de esta comida.
-¡Oh, sí! -asintió Kell-. Es asquerosa.
-¿O hay algún problema con que los acompañemos? -inquirió el Hombre de Acero arqueando la ceja.
-Ninguno -contestó Brainy rápidamente.
Si la mesa no hubiera estado rota, le habrían dado una buena patada en la espinilla, y con buena, me refiero a una férula por seis meses.
En vez de eso, la rubia le sonrió a su primo.
-Ningún problema. Los espero a los tres a las ocho.
Ustedes invitan.
Se puso de pie.
-Bien… yo ya terminé de comer, así que me voy.
Le dirigió una elocuente mirada al coluano.
-Yo también terminé -se apresuró a decir el chico.
-¿En serio? -inquirió Kell entrecerrando los ojos.
-Ya no hay nada en su plato -espetó Kara.
-Eso es porque está tirado en el piso.
-Ya había acabado con la comida, ¿cierto Brainy?
-Sí.
-Si no hay nada más que decir -dijo Kara con una mirada que claramente significaba "ni te atrevas a abrir la boca" dirigida a su segundo primo-, entonces nos retiramos.
La chica se dirigió a la puerta con paso airado. Brainy suspiró y la siguió.
-¿De qué te ríes? -le preguntó Superman a su clon.
-Nada importante -repuso éste-. Un chiste que recordé.
-Seguro que sí -murmuró Relámpago por lo bajo.
Saturngirl se limitó a apretar los labios con severidad…