Aclaración: Naruto ni ninguno de sus personajes me pertenece, este fic es por puro entretenimiento
Dedicación especial: a mi muzo, a ti niño lindo, gracias x apoyarme en todo, te quiero a morir n.n, aunque seas un maldito bipolar, aun así te quiero un montón :3 y sabes que te extraño un buen, ya te quero ver….. solo tú sabes lo que hay dentro de mí, por esto y muxo mas te quiero a morir.
Y antes que nada una disculpa, tenia medio abandonado este fic, pero las que me conocen, saben que he tenido muchos problemas, tanto familiares como de salud, así que espero que disfruten este cap tanto como yo lo disfrute al escribirlo.
Pair's: Sasusaku, Narusaku
Кõûŝăï Şŧŕīvë
Cap III
·׃۪۫۠Reincarnation·׃۪۫۠
Un hermoso moreno se despertó sudando y respirando con dificultad.
―Demonios― dijo mientras se tocaba la frente con la mano y se desplomaba de nuevo en la cama, giro su rostro y vio por la ventana, estaba lloviendo, soltó un suspiro, había recordado todo lo que había hecho hace 500 años, su Sakura se había interpuesto para que ninguno de los dos se matara.
No lo podía creer, había perdido su alma para poder estar con ella por toda la eternidad, pero ella decidió salvarlos, se sentía impotente.
Tanto el usurutankochi como él habían hecho hasta lo imposible por salvarla, los poderes de ambos solo consiguieron hacer una recuperación de su cuerpo, pero su alma no lograron reintegrarla.
El moreno aventó con hastió la sabana que lo cubría, se levanto de la cama y se dirigió a ese lugar que únicamente podía estar él, en el fondo de su habitación había un árbol seco que tenía un hueco donde se encontraba su tesoro, el cuerpo de Sakura, a sus pies había un pequeño rio, recordándole cuando la tuvo por primera vez entre sus brazos.
Se acercó a ella y le acaricio con ternura su mejilla, era hermosa, nunca dejaría de admirarla, la amaba en demasía, acaricio su cabello y se enredo entre sus dedos sus hebras rosadas, escucho el sonido de la puerta, ya era hora, le dio un beso en los labios y toco por última vez con delicadeza su mejilla.
Se dio un baño y se cambio, salió de su cuarto para dirigirse al salón principal donde daría inicio de sus labores como demonio, ya que era el segundo al mando.
Cuando ingreso al salón dos mujeres corrieron y se sujetaron fuertemente de sus brazos, las miro con hastió, pero no le quedaba nada más que hacer, ya que tanto la rubia como la pelirroja eran sus amantes, así que sin tomarlas en cuenta siguió su camino sintiendo la mirada de envidia de sus compañeros, ya que las mujeres que se encontraban a su lado eran las mujeres más hermosas de ese lugar, se soltó de ellas y comenzó a caminar.
―Sasuke-sama― el aludido se dio la vuelta para ver quien le hablaba, un chico de cabello blanco y gran abrigo.
―¿Qué quieres Suigetzu?―
―Bueno Sasuke-sama lo que pasa es que hemos encontrado una presencia muy similar a la de "ella"―
El Uchiha no pudo evitar sonreír, su Sakura había reencarnado, por fin después de tantos años por fin estarían juntos y esta vez se aseguraría que fuera para siempre, con esto decidió ir a hacer sus pendientes para poder salir en busca de su Sakura.
―¡Sasuke!― gritó la pelirroja viendo con odio a Suigetzu, maldita niña pelo de chicle, a pesar de estar tantos años muerta él aún seguía amándola.
―No te pongas así Zorra, ya sabes que mi Sasu es así―
―¡Cállate rubia cerda! No es tu Sasu sino mi Sasuke-kun ¿Qué no ves lo que está pasando o qué?―
―Por supuesto que lo veo, pero va a resultar ser una falsa alarma como todas las demás, él se enojara y luego volverá a usar nuestros cuerpos para soltar toda la frustración que trae encima y todo será como antes―
La pelirroja se quedo seria analizando lo que su compañera le había dicho ¡claro, tenía razón! Eso ya había pasado varias veces y en todas solo eran una falsa alarma y ocurría todo lo que la rubia había dicho, no tenía por qué preocuparse, todo sucedería como antes y estaría en los brazos de su querido Sasu-chan, aunque la rubia cerda también era su amante, era una verdadera delicia estar entre sus brazos, aunque gimiera el nombre de otra, cerro su puño con frustración y volteo a ver a la rubia.
―No te pongas así Karin― soltando un suspiro― esa es la única forma en que lo podemos tener―
―Si ya lo sé, ¿pero qué tú no tienes celos o qué? Como es posible que prefiera a esa maldita niña chiclosa que por cierto ya está muerta y mientras disfruta con nosotras cierra los ojos y gime el nombre de esa desgraciada―
Una fuerte sonrisa hizo que se sintiera mas enojada de lo que ya se encontraba, volteo a ver al peliblanco y al encontrarlo con esa sonrisa irónica lo miro con todo el odio que sentía hacia su persona.
―¿De qué te ríes?― inquirió la rubia.
―De nada Ino, solo que ustedes dos me dan lastima―
― ¿Por qué demonios te damos lastima?—acotó la rubia.
―Porque no importa lo que hagan ustedes no van a obtener el corazón de Sasuke, él ya lo regalo y su dueña esta por volver a reclamarlo y si yo fuera ustedes buscaría un lugar al cual irme porque dudo mucho que Sasuke las quiera tener cerca de él, porque no le interesan por otra cosa que no sea lo que está entre sus piernas―
―¡Ya lárgate!― gritó Karin, de verdad que ese chico la sacaba de sus casillas, sentía un odio por él que casi lo podía compara con lo que sentía por esa maldita mocosa, es que saber que el chico que amas está enamorado de otra y piensa siempre en ellas es demasiado.
―Bueno, bueno, me voy, pero aun así lo que dije no es mentira y ustedes lo saben, pero allá ustedes si creen las tonterías que piensan― soltando una carcajada y largándose del lugar.
―¡Imbécil!― gritó la rubia mientras le lanzaba un jarrón a la puerta que el chico había cerrado.
―Cálmate cerda, si sigues con el ceño fruncido te van a salir más arrugas de las que ya tienes―
―Tienes razón― volteo a ver a la pelirroja y se forzaba para brindarle una sonrisa― ¡ah, ya sé que te paso! Con razón estas así y yo que creía que era por una enfermedad―
―¿Qué dijiste rubia baka?―
―Lo que escuchaste pelifiera―
Y siguieron insultándose y teniendo una de sus tantas peleas sin sentido.
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Un hermoso rubio estaba comiendo ramen feliz, ese día en especial estaba más que rico, bueno, la verdad es que siempre estaba muy bien pero ese día era diferente, no sabía porque, pero era algo diferente a otros días, estaba por ordenar otro pote cuando le dieron un "pequeño" zape.
―¿Qué?― volteándose a ver a su agresor― ¿Por qué ero-senin? ¿Qué hice hoy? Dattebayo―
―Si sigues comiendo de esa manera te vas a matar, mocoso idiota ponte a trabajar―
―¿Trabajar? Que yo sepa no me han dado ninguna misión, los dampari no han hecho ningún movimiento y estamos en grandes momentos de paz, por lo tanto no tengo nada que hacer―
―Si lo vez de esa manera, pero au no puedo creer que siendo un mocoso tan idiota seas un arcángel―
―pues ya lo vez, sino fuera por ti no lo fuera, es más, ni siquiera estuviera vivo, el teme me hubiera matado― termino con hilo de voz y reflejando su tristeza en sus ojos azules.
El peliblanco miro con tristeza a su discípulo, a pesar del tiempo, él seguía pensando en el bastardo ese que le desgració su vida por completo, el rubio lo tenía todo para ser feliz, una familia que lo amaba por sobre todas las cosas, un futuro prospero y lo más importante, tenia al amor de su vida, aun recordaba como hablaba de ella la primera vez que lo conoció, esa emoción innata, el inmenso cariño que denotaban sus palabras y como sus ojos azules brillaban cada vez que mencionaba su nombre.
Pero aun así, el destino tenía algo diferente para él, de su familia no quedaba nada, de su inmenso amor solo el recuerdo y de aquel que consideraba casi su hermano un resentimiento y una tristeza que era muy difícil de olvidar, pero aun así con su alma en pedazos estaba en busca de la felicidad de los demás.
―De verdad que eres único Naruto― mencionó el peliblanco con una sonrisa.
―¿Y eso por qué Dattebayo?― dijo el rubio extrañado.
―No por nada― mientras negaba con la cabeza y comenzaba a reír― pero de verdad que eres un idiota―
―¿Cómo que un idiota? Yo solo hago lo que tú dices ero-senin―
―Que no me digas así mocoso idiota, no soy un pervertido, tan solo una persona con intereses diferentes a los demás y mucha curiosidad―
―Dile como quieras, pero el resultado es el mismo, sigues siendo un pervertido―
―Vete de aquí ahora mismo antes de que te mate rubio son cerebro― grito Jiraya.
El rubio comenzó a reír con más fuerza e hizo lo que le ordenaban, después de todo por el momento no tenía ninguna obligación que cumplir.
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Una linda morena de cabello largo miraba con gran admiración en sus ojos color perlados los distintos animales que había en el zoológico.
Era muy extraño que su padre decidiera salir de paseo, pero aún así estaba dispuesta a disfrutar el más mínimo instante.
Con tan solo 16 años tenía una gran belleza o por lo menos ero era lo que siempre le decían las personas que se encontraban a su alrededor, pero ella no lo creía, era demasiado tímida así que si le decían esas cosas se sonrojaba más que de costumbre y bajaba su vista ya que se sentía un poco mejor les devolvía el cumplido con una sonrisa.
Miro a su alrededor y dio una sonrisa sincera, era muy hermoso el lugar en donde se encontraba, si por ella fuera, se quedaría ahí por siempre, ya que le encantaba cuidar a los animales.
―¡Hina!― gritó su hermana.
La chica miro hacia el lugar en donde escucho la voz, sonrió y camino, cuando sintió que algo la observaba, voltio instintivamente a un árbol pero parecía que no había nada, aún así sentía que algo la vigilaba muy de cerca, camino muy despacio, aun con la intriga y la sensación de que algo la estaba observando.
―Hina ¿Qué tienes?―
―N-nada Hanabi ¿Por qué lo dices?―
―Lo que pasa es que estas muy pálida, bueno, más que de costumbre― menciono su hermana.
―N-no es na-nada Hanabi― mientras le brindaba una sonrisa nerviosa― por cierto ¿no ves nada en aquel árbol?―
―¿En cuál?―
―En ese― apuntando el árbol.
―Mmmm… yo no veo nada― mientras se esforzaba por ver― no hay nada―
La peliazul fijo su vista de nuevo en el árbol, tenía razón su hermana ¡claro! Como iba a pensar que había algo en ese árbol si media por lo menos cinco metros, así que era prácticamente imposible lo que creía.
―Tienes razón, lo más seguro es que sean mis nervios, hay que seguir viendo los animales―
Así las dos hermanas siguieron su camino.
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El pelinegro estaba viendo el atardecer y esperando noticias de su espía, se encontraba desesperado, durante 500 años estaba buscando la reencarnación de su Sakura, aunque en algunas ocasiones la creía encontrar, nunca podía sustraer su esencia, así que esperaba que en esta ocasión si fuera cierto.
Cerró los ojos y suspiro con fuerza, otra vez iba a tener a su Sakura entre sus brazos, sentir su calor, su olor, ver sus hermosos ojos que le brindaban tanta paz y sobre todo, de nuevo poder disfrutar el paraíso que solo conseguía cuando estaba con ella.
Por ella había sido capaz de vender su alma, por ella era capaz de hacer todo lo que ella quisiera, era capaz de poner su vida en sus manos, ya que su vida era la pelirosa.
Pero de algo se había dado cuenta, su amor lo había llevado al sacrificio, había dejado todo por ella, pero aun no comprendía por Sakura había evitado que ambos se mataran ¿lo había hecho por él o por Naruto? Con esto último cerro el puño y abrió sus ojos mostrando el odio que sentía por el rubio, era inconcebible que ella mara a ese usurutankochi, él era mil veces mejor que él.
No importaba lo que pasara, ella estaría de nuevo entre sus brazos y la haría suya por toda la eternidad.
―Sasuke-sama― dijo alguien detrás de él.
―¿Qué pasa?― dijo sin voltear.
―Acaba de llegar―
―Hazlo pasar― ordeno enseguida, y se dio la vuelta en cuanto sintió la presencia de su espía― ¿Gaara qué descubriste?―
―Como llegaron los informes, su nombre es Hinata Hyuuga, tienes 16 años, si la ves no se parece en nada a Sakura-sama, sin embargo el aura que emana de ella es idéntica a la de Sakura-sama, tal y como lo ordenaste la he observado todo el día y fue capaz de sentirme, cosa que si fuera un humano corriente no sería capaz de realizar, además cuando me presenció me pareció ver que sus ojos perlados tenían un destello jade como los de tu amor―
El moreno comenzó a analizar todo la información ¡por fin! Por fin había reencarnado, después de tanto tiempo iba a poder tener a su Sakura.
―Mira esto― dijo el pelirrojo dándole una foto― te dije que no se parecía físicamente a Sakura-sama, son como el agua y el aceite, pero personalmente prefiero a Sakura―
El azabache miro con irritación a su acompañante por su ultima mención ¿Qué acaso tenía que matar a sus propios subordinados para evitar que se acercaran a la pelirosa? Parecía que no importaba la época que fuera, siempre había alguien interesado en su Sakura, pero qué podía hacer él, el pelirrojo era alguien muy importante, además de que era un subordinado de los más eficaces.
Miro fijo la fotografía, tenía razón, no se parecían en nada, él siempre pensó que su Sakura reencarnaría en alguien muy similar a su yo original, pero no era cierta su teoría, se había equivocado.
―Te puedes retirar Gaara, ya no te necesito―
―Como usted ordene Sasuke-sama― dando una reverencia y saliendo de la habitación.
El moreno se dirigió a su habitación y se acerco al cuerpo de la pelirosa.
―Por fin te voy a ver amor mío― mientras acariciaba tiernamente su mejilla― no sabes cuánto te extraño, después de tanto tiempo por fin vamos a volver a estar juntos y esta vez será para siempre― al tiempo que se acercaba y le daba un beso en sus labios.
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La peliazul ya se encontraba en su casa, pero por alguna razón no se sentía tranquila, había algo que le decía que no todo estaba bien, sentía una gran angustia en su pecho.
Miro su cuarto buscando un indicio que le mostrara que algo no andaba bien.
Vio su cama estilo medieval, a su lado los buros seguían igual que cuando se había marchado, se dirigió a su balcón, esperando que la vista del jardín fuera capaz de tranquilizar su mente.
Observo su jardín lleno de flores, el agradable olor llego a su nariz e inhalo profundamente intentando calmar sus agitados nervios, miro las estrellas y le pareció ver algo familiar.
Su cabeza le comenzó a doler y varias imágenes se le presentaron, como si estuviera viendo una película en primera persona, miró una aldea incendiada, un rubio hermoso que la miraba con una ternura que nunca había visto en su vida diciéndole 'Sakura-chan', después sentía un miedo inmenso y veía como corría a través de un bosque, sin encontrar una salida o un lugar donde esconderse, se paro en un claro y voltea y en ese momento sintió una respiración en su espalda, con gran temor volteo poco a poco para ver a un chico alto blanco y con ojos de color ónix que le parecía que era capaz de ver a través de su alma, musitó un 'Sasuke-kun' al tiempo que el chico se abalanzaba sobre ella y la comenzaba a besar fieramente y apropiarse de su cuerpo.
―¡PARA!― gritó la chica sujetando con sus manos su cabeza y comenzando a llorar, como si fuera una orden, todas las imágenes que estaban en su cabeza cesaron, dejándola con una inmensa tristeza, había presenciado una violación y lo peor es que sentía ese dolor como suyo.
Corrió desesperada y se acostó en su cama, tapándose con las sabanas para así sentirse más segura.
Temblaba y sollozaba ligeramente, en verdad que nunca le había pasado eso, en su sueño, se llamaba Sakura, conoció a dos chicos sumamente hermosos, uno que emanaba una alegría y calidez sorprendente, el otro que con una sola mirada era capaz de doblegar tu alma, pero esa mirada que reflejaba tantas cosas y a la vez nada, pero aun así los dos la habían mirado con un gran amor que nunca había visto, corrección, no la miraban a ella, miraban a 'Sakura', aun así se preguntaba el cómo sería esa chica, ya que tenía que ser muy hermosa para poder tener la atención de esos dos, pero…..el de los ojos negros la violaba a pesar de todo ¿Por qué? No encontraba la lógica, poco a poco se fue quedando dormida.
…
…
…
Sintió que el frio viento jugaba con su cabello, abrió los ojos y miró como estaba recorriendo su vasto jardín, quería hablar o gritar pero no podía, sentía como si estuviera otra vez en ese extraño sueño, seguía caminando hasta detenerse en el pequeño estanque que se encontraba en su jardín, no pudo evitar sorprenderse al ver su reflejo, su cabello azul ahora era de un rosa pálido, su cara era más blanca que de costumbre, sus ojos eran dos vivas esmeraldas que iluminaban su rostro, su cuerpo era más menudo, lo único que reconoció fue la pijama que llevaba puesta.
Miro al frente y reconoció al chico que había visto con anterioridad, aunque ahora lo podía apreciar mejor, de verdad que era hermoso, estaba vestido todo de negro, cosa que hacia resaltar mejor su cuerpo y su rostro pálido que contrastaba a la perfección con su cabello y sus ojos ónix que denotaban una inmensa sorpresa y una alegría autentica.
―Sasuke― dijo con una voz terriblemente fría.
No había tiempo, ya era hora que su Sakura despertara y él como idiota buscando el lugar, debería de haber visto el informe completo de Gaara, pero ya no había tiempo, le llego el dulce olor de cerezo que se perdió rápidamente.
Aun con esa rapidez, su corazón comenzó a latir muy rápidamente y su sangre a hervir por deseos de tenerla entre sus brazos, de nuevo llego ese olor embriagador y se dirigió al lugar de donde provenía, era el jardín de una casa, la miro viendo su reflejo al agua, al percatarse de su presencia elevo su rostro y por fin después de tantos años fue capaz de ver esos orbes esmeraldas que le robaban el aliento y al escuchar su voz sintió un escalofrió por el tono tan frio que dijo su nombre.
―¿Sa-sakura?―
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Kyyyyyyya x fin después de tanto tiempo lo termine, es q l verdad q no tenia inspi y ps pr q hago cosas q ni siquiera a mi me gustan, a lo mejor no queda muy explicativo lo de l reencarnación d saku n hina, pr eso lo explicare en los sig cap.
S merece un review o no??? Ojala q si y asi actualizo mas pronto, cuídense muxo y arigato x leerme.
Ja nee
«¨ Şăŝûśàķū 4 Ëvεř¨» nunca lo olviden n.n