Capítulo 3:

Nadie más.


.

Los eventos que sucedieron hace algunos días todavía me causan confusión. No puedo decir aún cómo fue que llegué a la conclusión de que estaba enamorada de Sasuke. Creo que fue gracias a Sai, quién me ayudó cuando estaba teniendo problemas emocionales antes de la boda de Naruto.

La gente que conocía mis sentimientos por el rubio —la cual era muy escasa— podía pensar que estaba eligiendo a Sasuke porque mi amor actual estaba contrayendo matrimonio con una de mis mejores amigas, que no me decidí a confesar mis sentimientos hacia él porque no quería destruir las vidas de dos personas muy importantes para mí.

Sí, estuve enamorada de Naruto, pero eso fue antes de empezar a sentir de nuevo estas cosas extrañas que Sasuke me provoca.

Pensándolo bien, puede que el moreno sea el único y gran amor de mi vida, pues, sea como sea, termino siempre a su lado.

El día que me confesó que era gay sentí un gran dolor en el pecho. Al principio creí que era porque estaba deprimida por el anuncio de boda de mis amigos, pero ahora que lo reconsidero, fue por razones más profundas, eso se debió a este sentimiento que en aquél momento comenzó a aflorar dentro de mí.

—¿Nada que decir? —me preguntó.

Quería preguntarle sus razones para hacer semejante confesión; también quería reírme ante lo absurda que me sentía, quería llorar porque sentía que se me estaba escapando de las manos, quería hacer muchas cosas, las cuales no realicé.

—¿Te gusta Naruto? —pronuncié— No se te ocurra acercártele con intenciones sucias. Él es de Hinata.

Así fue como intenté esconder las cosas desagradables que me sucedieron en ese momento.

Después le pedí que se quedara a mi lado porque creí que si se iba, jamás regresaría a mi. No quería perderlo.

Entonces, como si lo hubiera predicho, él se fue a una misión que no le iba a tomar más de una semana realizar, pero se tardó más de lo debido.

Y mientras yo arreglaba los detalles de la boda de Naruto, también pensaba en él. Estaba preocupada, tal vez le había pasado algo grave, tal vez estaba teniendo tiempos difíciles o tal vez estaba consiguiendo un nuevo novio en aquél lugar.

No sé cuál opción me aterraba más.

Cuando regresó, descargué toda mi frustración en él. Cuando me pidió que buscara a una mujer dispuesta a ser la madre de sus hijos, se me congeló el corazón. Cuando me dijo que quería a una mujer como yo, sentí una revolución en todo mi ser. Reí por nerviosismo, por estupidez; me di cuenta que si no detenía mis sentimientos probablemente caería muerta en una zanja, justo como en el pasado.

La boda de Naruto estaba muy cerca, yo estaba nerviosa, confundida, hecha un verdadero desastre.

Entonces, como si de un salvador se tratase, llegó Sai aconsejándome sobre cosas que ni el mismo entendía.

—¿Qué te pasa fea? —me preguntó.

—Nada, estoy cansada.

—¿De qué? —cuestionó.

—¡De estos putos sentimientos, ya no sé qué hacer! —grité.

—¿Qué es lo que te preocupa exactamente?

—Verás —dije—, tengo un amigo que es gay. Curiosamente ese amigo esta empezando a apoderarse de mis pensamientos día y noche. No sé que hacer para frenar esto, es tan frustrante.

Él sonrió sinceramente.

—Casualmente una persona me consultó hace poco sobre dudas de su orientación sexual. Y, conforme a lo que él me dijo, creo que no es gay, creo que esta muy confundido por los sentimientos que alberga su corazón.

—¿De quién hablas?

—No puedo decirte —puso cara seria—. ¿Pero sabes? Creo que Sasuke está enamorado de ti.

Sonrió más sinceramente.

Justo cuando dijo que Sasuke estaba enamorado de mí, recordé cómo me sentía cuando era una chiquilla y lo venía venir. Esa sensación de flotar cuando sonreía, esas ganas de darle un bes cuando ponía cara seria.

Entonces confirmé mis sospechas. Sasuke Uchiha es el amor de mi vida.

Cuando Naruto y Hinata se casaron, me puse realmente feliz, pues sabía que ambos se amaban de una manera poco usual; el de ellos era un amor fenomenal, algo trascendental.

Justo como lo que yo quería compartir con Sasuke.

Agarré todo mi valor y con él en las manos le dije al Uchiha que había encontrado a do candidatas para ser su mujer ideal.

—La primera es la honorable Karin y la segunda soy yo. Tú elijes —le dije.

—¿Aceptarías vivir con un homosexual? —me preguntó.

—¿Aceptarías vivir con una histérica?

Como respuesta me dio un tierno beso que reforzó el amor que le tenía. Continuamos besándonos por un rato más, hasta que llego Sai y se burló de nosotros. Me acompañó a mi casa y nos quedamos platicando en el sofá.

—No soy gay —me confesó.

—Ya lo sabía —reí.

—Pensé que todas esas cosas extrañas que me hacías sentir eran síntomas de homosexualidad.

—Yo también te amo Sasuke —sonreí.

Lo que pasó después, voy a dejarlo a su imaginación, pues no me pondré a presumirles cómo fue que día a día el increíble Sasuke Uchiha se encargó de demostrarme su amor en la cama, en la cocina, en el baño y en muchos otros lugares.

.

Fin