HISTORIA EN RETROCESO


Por que ustedes lo pidieron^^ Jejejeje Lamento el retraso, han pasado muchas cosas que no vienen al cuento -_-U

En fin, aqui esta ya el tercer capitulo de HeR, para compensar el retraso es un poco más largo que los anteriores. Las escenas del embarazo de Wolf quedan divididas, entre este chap y el que sigue (este es despues de la boda, viene siendo algo así como del 4 o 5 mes en delante), el otro es más que nada los preparativos para el casamiento ^^

Las advertencias son las mismas de siempre, Los personajes no me pertenecen, y este capitulo esta dedicado a::: A todas las personas que me dejaron review, en verdad que no podría seguir escribiendo si no fuera por ustedes.

Ahora si, sin más demora:

LA DULCE ESPERA


Por un momento se asusto al sentir la piel de su vientre tensarse, pero se relajo al darse cuenta de que se trataba de pataditas, como si le estuviera saludando su bebe.

—¡¡Yuuri, Yuuri!!— Llamó a su esposo

—¿Qué pasa Wolfram? — Se acerco corriendo — ¿Te sientes bien? ¿Qué te duele? Te dije que no debías salir a los jardines.

—No es nada de eso, henachoko escandaloso — se quejo un poco — Mira siente.

La cara del pelinegro se ilumino al sentir los suaves movimientos bajo su palma. En la piel del apenas ligeramente redondeado vientre del rubio, se podía distinguir un leve movimiento. El movimiento de su hijo.

—¡¡Se mueve Wolf!! En verdad se mueve— Parecía un niño pequeño con juguete nuevo.

Movió su mano, dándose cuenta de que los golpecitos la seguían. Tenía apenas unos días que había comenzado a moverse, y ahora sentía más que nunca la realidad de ese hecho. Finalmente Wolfram era su esposo y una nueva vida venía a completar su felicidad.

—¿Puedes dejarlo ahora Yuuri? — Preguntó con voz de dolor. Resultaba incomodo y un poco doloroso estar sintiendo los golpes desde dentro.

—Lo siento — Se disculpo para darle un dulce beso en los labios.


Arrojo la prenda con un bufido de molestia. ¿Es que acaso había engordado tanto? Hacía solo unos días aun le queda bien toda su ropa ¿Por qué ahora no encontraba nada que usar? Estaba por quemar todo su guardarropa en un ataque de ira, cuando la por la puerta entró su esposo.

—¡¡¡TÚ!!! —Gritó casi tirandose sobre el— Es TÚ culpa que ninguno de mis pantalones me quede ya.

—¿Wolfram? — Se extraño al ver que ahora se arrinconaba sollozando fuertemente — No se supone que ya no deberías estar tan…¿hormonal?

—Cállate maldito henachoko; que este así es tu culpa — Le señalo acusadoramente— Además yo no estoy hormonal.

Desde que se habían enterado del embarazo del mazoku le habían advertido al pelinegro sobre no contrariar a su pareja, ¿el resultado?

Un Bielefeld (ahora de Shibuya) completamente mimado, una boda el más puro estilo de los nobles y un Yuuri exhausto.

Lo único que no le habían cumplido al rubio (y eso por ordenes estrictas de Gisella) era el asunto del viaje de luna de miel.

—Ya, ya Wolf — Se acerco el Mao con tono conciliador — ¿A que viene tanto drama? — al ver la cara del otro se corrigió inmediatamente — etto… digo ¿Qué te aflige?

Ahora si, como todo buen uke caprichoso, el rubio se acurruco contra su pareja quien inmediatamente comenzó a acariciar el abultado vientre a través del camisón.

— Yuuuri — casi gimió para obtener la atención de su pareja —¿Estoy gordo?

Afortunadamente para el aludido, cuando viajo a la tierra para darles la noticia a sus padres, su papá le dio una EXTENSA charla sobre lo que NUNCA, bajo ninguna circunstancia, debes decir a una persona embarazada (humano o mazoku).

—Para nada, Wolf, amor mío— Y estaba que se daba de topes contra las paredes… si bien es cierto que amaba más que nunca a su pareja y que no le apenaba ( siempre que no hubiera nadie más, claro esta) demostrarlo, esto ya era una cursilería que casi le superaba.

—Mientes — Le miro con sus grandes ojos verdes llenos de lágrimas — Lo dices solo para quedar bien con migo.

Vaya que Wolfram podía ser necio, el futuro padre estaba por sacarse más frases melosas del alma, cuando la puerta se abrió con un sonoro trancazo.

—¡¡Wolfie-chan!! Ven a ver lo que te trajo mamá— Cheri-sama entró cual Juan por su casa seguida de Dorcas, quien cargaba una montaña de paquetes — Oh chicos, lamento interrumpirlos, por esto no puede esperar más.

Y sin más, sacó al Mao y al sirviente de la habitación, quedándose solo con el rubio que veía con asombro como su madre sacaba más y más prendas de las cajas.


—Y esta va a ser la habitación del bebe —

—¿¡¿Pero como ?!? ¡Es que todavía no nace y ya tiene habitación propia?— Se sorprendió la mujer castaña — Shou-chan durmió con nosotros hasta el año y medio y Yuu-chan hasta los tres.

—Con razón es un Henachoko — Murmuró su acompañante.

—Otou-san, Jennifer-san, ya esta la comida— Anunció una jovencita castaña.

—Greta-chan — Se acerco rápidamente Miko — Te he dicho que me llames Oba-chan, oba-chan. Oh si, soy la abuela más joven y hermosa de la tierra, y en Shin Makoku solo Cheri-sama puede rivalizar con migo.

—Wolfram, que bien se te ve ese —Se acerco al gestante— ¿Es uno de los que trajo oba-chan?

— Eh… si —El rubio estaba vistiendo un adorable overol de maternidad terrestre de color celeste con una cigüeña bordada en la parte del pecho.

Los tres salieron del cuarto que se estaba preparando para el futuro príncipe, y que de momento se encontraba lleno de cajas, la gran mayoría envueltas para regalo.

—Por cierto ¿Ya tienen el nombre? — Preguntó Miko cuando iban entrando al comedor— Por que yo tengo algunas sugerencias.

—¡¡Yo también!!— Prácticamente saltó sobre ellos una muy emocionada rubia— Podríamos revisar las listas después de la comida ¿No cree? Miko-san.

—Por supuesto Cecile-san , suena magnifico—

El resto de los presentes solo suspiro, si bien aquellas dos tenían alguna especie de amistad, lo cierto es que tenían un carácter demasiado parecido para poder llevarse bien.


Afortunadamente para ellos, Miko-san había vuelto a Japón, por lo que las discusiones entre ella y la rubia por el nombre del futuro nieto habían terminado. Y es que si bien ambos amaban a sus madres, no creían poder soportarlas discutiendo sobre cual era mejor nombre si Folk era mejor nombre que Hoshiyo. Sobre todo porque ambos nombres les sonaban horribles a ellos.

Pero en una cosa tenían razón, necesitaban un nombre para el bebe. O más bien dos, no sabían si era un niño o una niña.

—¿Que te parece Alienor? — Parecía inútil, tenían ya dos días discutiendo sobre nombre y simplemente no podían ponerse de acuerdo.

— No, me gusta más Raisa — Y Wolfram seguía empeñado en lo mismo.

Lamentablemente para el, Yuuri no cedió ante sus dulces pucheros, ni ante sus amenazas (todas falsas de cualquier forma) de abandonarle y criar solo a su hijo.

—Pero a mi no me gusta Raisa— suspiro— Por Shinou Wolf, ¿Es que no puedes proponer otro nombre?

—Alessandro—

—Estábamos discutiendo un nombre para niña —se molesto un poco— no me cambies el tema—

El rubio volteo la cara a su esposo con una expresión tal de desamparo que aquel tuvo que ceder y comenzó a pensar en nombres para un niño. Pero antes de que pudiera sugerir ninguno, otro pelinegro y una jovencita castaña entraron al salón.

— A mi me gusta Schatzie para una niña papá — Anunció alegremente Greta al darse cuenta que seguían discutiendo — ¿Qué opinas Gwendal?

— Etienne si es un niño — dijo y sin más rodeos salió sin darse cuenta del brillo en los ojos de los futuros padres.


— Yuuuuuriiiiiii — gimió el rubio en mitad de la noche — Yuuuuriii.

— Mmmm ¿Qué pasa a hora Wolfram? — Levanto la cabeza entreabriendo los ojos que se cerraban de puro sueño

— Tengo hambre — Se sentó en la cama para seguir sacudiendo al rey — Quiero curry casero y helado —

—¿¿Ehh?? Pero Wolf, son las tantas de la madrugadas, además hace mucho frío para que quieras helado — Rogó por convencerlo con esos argumentos.

— Pero yo quiero — se recostó contra el, poniendo la cara más desvalida que pudo—

Tu hijo quiere curry y helado.

— Wolfram — Se quejo tratando de voltear la vista, inútilmente, porque el rubio lo cogió por la mejillas para verlo fijamente a los ojos — Bien, bien ya voy.

De manera que tuvo que levantarse de su cómoda posición en la cama, para viajar a la tierra, despertar a su madre (con todo lo que eso implicaba), pedirle que le preparara el curry, ir al 24 horas a comprar el helado y esperar que fuera el que su pareja quería; volver a casa por la comida y regresar a Shin Makoku.

— Wolfram — le sacudió suavemente — Wolfram.

— Mmm — el mazoku solo se volteo en la cama y continuo durmiendo tranquilamente.

— Traje tu curry, cómelo antes de que se enfríe — le sacudió un poco más, pero fue inútil, el rubio estaba completamente dormido.


El pelinegro vio extrañado al rubio, era ya la tercera vez que se levantaba en la hora y media que tenían en la reunión. Ninguno de los presentes despegaba la mirada del mazoku que ahora salía tranquilamente por la puerta para regresar un par de minutos después.

— Mocoso — Le llamó el peliplata — No deberías ni siquiera estar aquí, de modo que quédate quieto

— Wolfram, si vas a estar entrar y saliendo, será mejor que te retires de la sala — Le ordenó su aniue.

— No me voy — se sentó con toda la dignidad que su no nato hijo le permitía — Soy el esposo del Mao y tengo todo el derecho de permanecer en el consejo.

— Si no te sientes bien, sería mejor que te retiraras Wolf — le sonrió de forma tierna el antes mencionado — Además son solo asuntos sin mucha importancia.

— He dicho que me quedo — Se molestó ante la falta de apoyo de su pareja — Así que no me voy — se cruzó de brazos y no volvió a abrir la boca.

Pero apenas había pasado otra media hora, cuando comenzó a ponerse nervioso, necesitaba salir… y necesitaba salir ya. Pero si se levantaba estaba seguro que Günther ahora si lo echaba.

— Tomemos un descanso — Pidió el castaño — Necesito salir un momento, Wolfram ¿Puedes acompañarme?

Sin decir nada, Bielefeld se levantó y acompaño al mayor hasta la salida de la habitación, donde se separo de el para correr a todo lo que su condición le permitía hasta los lavabos más próximos.

Conrad solo dejo salir una leve risa. Seguro que su sobrino había tomado la vejiga de su papi por un balón aquella mañana.


Espero que les haya gustado ^^, ahora saben quien eligio el nombre, cualquier queja dirijanse a Gwendal (si alguien va me avisa para acompañarlo a ver a este bombom).

Ettto...me hubiera gustado ponerlo un poco más largo...en realidad mi idea al principio era seguirlo hatsa donde empieza el chap anterior...pero mi misa se negó a cooperar (en realidad casi tuve que atarla a una silla para sacar esto) XD

Espero no haber decepcionado a nadie.... y nos leemos en el siguiente capitulo