Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen.
-Bla bla – Diálogo.
-Bla bla – Pensamientos.
~oO:: Falta de Expresión ::Oo~
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Epílogo [XX]
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Tres años más tarde...
Caminó lentamente hacia la rubia evitando provocar ruido, mas sabía que ella estaba despierta, pese a tener los párpados cerrados.
Cuando la ojiazul notó su presencia, entreabrió los ojos y frunció el entrecejo, pero no hizo, ni dijo absolutamente nada, por el momento.
Se agachó frente a ella que estaba sentada en el sofá de la sala y sonrió malicioso.
Ino abrió ampliamente sus ojos azules y le dedicó una mirada de "si lo haces, te mato", no obstante la ignoró.
Posó una mano sobre el abultado vientre de la rubia, mientras apoyaba su frente en el abdomen.
-Hyuuga… ni se te ocurra… - amenazó entre dientes al momento que enarcaba una ceja.
-¿Por qué no? – Preguntó inocentemente haciendo contacto con los ojos de Ino.
Ella suspiró exageradamente.
-Porque si lo haces… por favor mi amorcito – sonó lo más dulce posible para que él se retractara por lo que estaba a punto de hacer.
-Será sólo un momento.
-¡Ah! Claro, cómo tú no vas a sentir las fuertes patadas – le dijo realizando un fingido puchero.
-Sólo un minuto ¿Si?
Asintió en silencio resignada.
Simplemente no podía decirle que no a él.
El ojiperla sonrió triunfante e inmediatamente activó su byakugan. Volvió a apoyar su frente en la barriga amplia de ella.
Sonrió al ver al bebé que despertaba de una siesta, probablemente. El bebé comenzó a acomodarse en el vientre materno, siempre sucedía eso cuando lo observaba a través de su Kekkei Genkai.
Recorrió su mano, por un costado del abdomen de Ino, por dónde el bebé tenía sus pequeñitos pies, comenzando a patear suavemente.
Volvió a sonreír, mientras viajaba con su mano por el vientre de Ino y el bebé seguía su recorrido, dándole cada vez patadas más fuertes.
Ino observó a Neji y le fue imposible no esbozar una sonrisa genuina. Es que aún le daba trabajo comprender el fuerte vínculo que existía entre su bebé y el Hyuuga. Era un lazo indestructible. ¡Y eso que aún no había nacido!
Pronto en su rostro se dibujó una mueca de dolor cuando sintió una patada a un costado más fuerte que las anteriores, de hecho mucho más.
-¡Nada más Hyuuga! ¡Me duele! –. Reprochó palpando su vientre.
Neji suspiró y asintió, después de todo no podía continuar, pues si a ella le dolía… Él jamás le haría daño.
Desactivó su byakugan y depositó un suave beso en la panza de la rubia.
-Te quiero… - le susurró al bebé antes de levantarse.
A la Yamanaka se le llenaron los ojos con lágrimas. Lloró.
-Ino… ¿Qué pasa?... – Pidió con preocupación cuando los sollozos se hicieron más altos.
-Es… es que… esto es tan tierno… me da pena… - continuó llorando, llevando ambas manos a su rostro.
Él se sentó a su lado y la abrazó. Sabía como se sentía ella, ya que en más de una ocasión Ino sollozaba palpando su vientre, recordando la criatura que había perdido hace unos tres años atrás.
Al le pasaba algo similar debido a que aún cargaba con ese peso sobre sus hombros, aún después de años el dolor y la culpabilidad permanecían frescas.
Le dio un beso en su frente.
-Eres muy linda. ¿Lo sabías?
Ella negó con la cabeza mientras secaba con el dorso de las manos sus ojos.
Neji suspiró y rodó los ojos. ¿Cuántas veces al día le repetía lo hermosa que era?... Alrededor de unas veinte veces como mínimo y aún así ella decía que no sabía…
Besó su mejilla y le acarició los largos cabellos dorados con suma delicadeza.
-Bueno… eres la mujer más hermosa que existe – le dijo, acercando los labios de ella a los suyos. –Eres preciosa… - un breve contacto.
-¿Incluso después de estar en la grasa?
-Aún así.
Ella se separó de él y se levantó al instante, aunque con cierta dificultad.
Colocó ambas manos sobre sus caderas, en pose autoritaria, comenzando a golpear su pie fuertemente al piso.
-¿O sea, que estoy gorda? –. Preguntó en tono duro al momento que apretaba sus puños.
-Ino… sabes que no quise decir eso – se defendió parándose y acercándose a ella.
La rubia retrocedió unos cuantos pasos al ver que él avanzaba hacia ella.
-¡No te acerques! –. Lo amenazó tratando de contener las lágrimas… una vez más -¡Si no quieres estar con una bola de grasa ambulante, vete con otra!
-Yo no quise decir eso, para mi eres hermosa, siempre lo has sido, y no estás gorda… es normal que subas de peso durante el embarazo… - grave error, ella se enfureció más.
-¡Ahhh! ¡Idiota! –. Le gritó llorando dramáticamente. –¡Ya no me quieres por estar obesa…!
-¡No!
Ella amplió desmesuradamente sus ojos azules.
- ¿No… N-No me amas?...
Neji, al darse cuenta de su error, habló de inmediato antes de que ella creyera cosas que nada que ver.
-No quise decir eso, quise decir que no estás obesa. En absoluto… - se justificó tomando la mano de ella.
-No… ya me quedó claro… puedes irte con otra si quieres, no te haré ningún escándalo… vete con una mujer delgada y linda… - susurró volteándose y dirigiéndose a su habitación.
Respiró profundamente y la siguió. Ino desde los comienzos de su embarazo estaba muy sensible, sobre todo si se trataba de temas de "peso", pues cuando hablaba de algo así, o ella se acordaba de algo que llevara la palabra "grasa", comenzaba con sus escándalos de "no me quieres" "vete con otra" y demás.
De cierta manera ya se había acostumbrado a sus cambios de humor al límite, ya sabía como lidiar con ellos… bueno, casi.
Ingresó a la habitación, enfocando sus ojos perlas en ella que estaba recostada, abrazando fuertemente una almohada, llorando como una magdalena.
-Ino… - la llamó recostándose a su lado y abrazándola por la espalda. – Sabes que yo jamás te dejaría, que para mi eres lo más hermoso que existe y la única mujer que voy a amar en toda mi vida. ¿Lo sabes cierto?
-Al… al parecer no… - replicó entrecortado, aún sollozando.
-Perdóname Ino… ¿Sí?... soy un tonto a veces – comenzó a decir las palabras con las cuales ella siempre quedaba conforme.
-Y un estúpido… – murmuró ella.
-Sí, un estúpido.
-Y un engreído.
-Sí, también un engreído.
-Y un arrogante.
-Sí, también… - suspiró ya cansado de lo mismo.
-Y también u-
No pudo terminar porque él la interrumpió antes de que continuara con sus descargos emotivos.
-Sí, soy todo lo que digas – dijo con resignación.
Ella soltó una risita inocente y se volteó para quedar frente a él.
-Te amo – expresó de forma silenciosa.
Él sonrió y besó sus labios.
-Yo también…
Fue el turno de ella de sonreír, enseguida lo abrazó.
-Hyuuga…
-¿Sí…?
-Quiero sexo.
Arqueó una ceja y la miró intensamente.
–De verdad, no me mires así… tengo ganas...
-Ino…
-¿Por favor? Di que sí, anda… ¡por favor! No seas malo conmigo.
-No es que sea malo, es sólo que no quiero hacerle daño al bebé – su voz demostraba honestidad y cierto temor, pues no quería que nada malo le pasara a su hijo por su culpa...
Una vez había sido suficiente, dos veces una tortura.
-No va a pasar nada, lo dijo el médico. – Su mano comenzó a bajar por el pecho del Hyuuga seductoramente.
-Pero Ino…
-¿Por favor? – Se detuvo rogando con ojos lagrimosos.
No le quedó otra más que aceptar, pues si no lo hacía otro escándalo dramático se armaría, y cuando sucedía por problemas de sexo, no sabía cómo controlarla.
Sobre todo porque el líbido de la rubia había aumentado como nunca antes por las hormonas revueltas en su sistema.
-Está bien… - resignado la besó.
Aunque sentía cierto temor de dañar al bebé, siempre ella lograba despertar su instinto, por tanto, siempre cedía a sus peticiones sexuales, pero controlándose de no herirla ni a ella ni al bebé. Siempre con sumo cuidado.
-¡Gracias Hyuuga! ¡Te amo, te amo, te amo! – Le dijo mientras se subía sobre él y comenzaba a sacar su ropa.
~oOo~
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12 semanas más tarde…
Sabía que debería estar guardando reposo, mas odiaba tener que quedarse en casa sin hacer absolutamente nada por su avanzado estado gestacional.
Como terca que era, obvió las palabras de Neji de que se quedara en casa tranquila y salió.
Recorrió la aldea a paso lento, pues la hinchazón en sus pies siempre aumentaba cuando caminaba más de lo adecuado.
Se antojó un helado.
Pasó a comprar un helado gigante, con muchos sabores y se sentó en una banca del parque, cerca por dónde deambulaba.
Disfrutó su helado como nunca antes y sonrió al sentir patear a su bebé.
-¿Tenías hambre, eh? –. Susurró esbozando una genuina sonrisa en sus labios.
Observó a los niños que jugaban cerca de ella, preguntándose cómo sería su bebé luego de que naciera… Ya se lo imaginaba parecido a él, pero de alguna manera quería que el pequeño adquiriera alguno de sus rasgos. Aunque era consciente de que la sangre del Hyuuga era predominante, por tanto, ya estaba casi resignada, mas aún tenía esperanzas.
Suspiró largo y tendido.
-Ino… - dijo una voz masculina.
Miró en dirección a él y le sonrió alegremente.
-¡Shika! – se hizo a un lado para que él se sentara junto a ella.
El moreno asintió en silencio y obedeció.
-¿Cómo has estado? –. Le preguntó observando su gran vientre.
-Bien… aunque ya estoy algo ansiosa por saber cómo será – respondió con ojos soñadores. –Lo bueno es que ya falta sólo un mes para verlo…
Él sonrió de medio lado.
-Espero que no sea tan problemático como tú… - murmuró desviando su mirada a las nubes.
-¡Idiota! -. Le golpeó el brazo.
-Ouch… - se rió, volteando a verla.
-¿Y tú cómo has estado Shika? –. Expresó tomándole la mano. El aludido reaccionó al gesto, entrelazando sus dedos con los de ella.
-Tsk… bien…
Ella enarcó una ceja.
-¿Seguro?
-Sí, hasta el momento todo bien.
Ino asintió en silencio y se acercó más a él para poder descansar su cabeza en el fuerte pecho del Nara.
-¿Quieres helado?
Él miró los distintos sabores y negó.
-No gracias, no tengo hambre.
-Está bien, tú te lo pierdes…
Permanecieron largos minutos en silencio, disfrutando únicamente del sonido de sus respiraciones.
Bueno, Ino también de su helado que no demoró mucho en devorarse.
Pese a que los sentimientos de ambos aún estaban ahí latentes, habían acordado quedar sólo cómo grandes amigos.
Su relación mejoró muchísimo, incluso era mejor que antes de que "pasara algo" entre ellos. Todo lo que vivieron, ocultando sus sentimientos y demás, lo reforzaron, afinando aquellos lazos sólo en un vínculo fraternal.
Shikamaru aún la amaba, e Ino era sabía de aquello, aún después del correr de los años y sabía que siempre sería así. Los sentimientos por ella jamás morirían, daba su vida por ello.
Con el Hyuuga no habían tenido problemas, pues él no puso obstáculos para que ambos permanecieran con su relación, pues era algo que él nunca podría derrocar.
-Ya está anocheciendo… ¿Quieres que te vaya a dejar a casa? –. Le propuso al notar que ya casi todas las personas que estaban en el parque comenzaban a irse.
-Está bien.
Él se levantó y la ayudó a ponerse de pie.
Caminaron en silencio, hasta llegar a la puerta de entrada de la casa, en dónde vivía la rubia y el ojiperla.
Se iba a despedir de ella, pero justo ocurrió lo impensable.
-¿S-Shika…?
-HN
-Shika… - dijo ella, casi perdiendo el aliento cuando una fuerte contracción se hizo presente en su abdomen inferior, obligándola a sostenerse del brazo de él. –Me duele…
-¿Q-Qué…?
-El bebé… se supone que falta… ¡AH MALDITA SEA! ¡EL BEBÉ!
-¿Q-Qué?
-Oh mierda… - susurró ella, cuando sus ropas comenzaron a humedecerse rápidamente. -¡Shika, rompí la fuente! – Gritó entre emocionada y temerosa.
Rompí la fuente, la fuente, la fuente, la fuente, la fuente…
-¿Q-Qué? ¿Qué hago? –. Preguntó con la mente en blanco mientras pasaba su mano por la cintura de la rubia para ayudarla. No tenía idea de qué diablos hacer, pues jamás había estado en una situación similar.
-¡Oh Kami, oh Kami, oh Kami! – Una y otra vez repetía la rubia al notar que el líquido salía sin parar. -¡OH, MALDICIÓN! – Gritó fuertemente, encorvándose por el dolor.
-Ino… - la rodeó con ambos brazos.
-¡Ayyy! ¡Maldición Shikamaru haz algo! –. Gritó a todo pulmón, no aguantando las contracciones. -¡Al hospital!
Con Ino gritándole en su oído, no le quedó más opción que tomarla en brazos y partir lo más rápido posible rumbo al hospital.
~oOo~
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¡Condenar! Su hijo se había adelantado cuatro semanas…
Sakura le había dicho que era normal, pues el periodo gestacional era relativo en cada puérpera y para ella justamente fue antes de lo esperado. También le informó que el bebé estaba en perfecto estado, desarrollado completamente y con el peso necesario, por lo que no habría problema en que naciera ese mismo día... Eso de igual manera la tranquilizó, y mucho.
Cerró sus ojos.
Shikamaru sostuvo su mano mientras ella con fuerza agarraba la suya, al momento que intentaba pujar.
-¡Ahh! ¡Quítenmelo! –. Chilló colorada por la fuerza realizada. -¡Sáquenmelo! – Abrió sus ojos y soltó un dramatizado suspiro.
-Respira, respira, respira… - le decía una y otra vez para tratar de calmarla. Bueno, para tratar de calmarse él también.
-¡NO ME DIGAS COMO RESPIRAR!
Shikamaru suspiró y rodó sus ojos.
-¡Cerda no seas exagerada! – Le reprochó su amiga que asistía al ginecoobstetra. -Además tú quisiste sin anestesia, no te quejes.
-¡Cállate frenteee!... ¡Ah mierda! – Gritó estridentemente cuando sintió que de poco bajaba la cabeza del bebé a través de su útero.
Quizás debió considerar la utilización de la epidural...
El Nara no mirando ni por si acaso lo que realizaba el médico, miró a Ino que y entrecerraba sus ojos por el dolor. Secó con su mano el sudor que desprendía de la frente de ella.
-Ino ya falta poco… - dijo la pelirrosada emocionada mientras observaba el parto.
-¿En serio?... – ella asintió en silencio, y sonriendo. –Shika… ¿Ya viene Neji? – Volteó su mirada al genio que parecía mirar a cualquier otro lado. Y de cierta manera lo entendía, Shikamaru era un cobarde, probablemente en ese momento más que nunca.
-Ya viene Ino… tranquila – respondió volviendo su mirada a ella.
-¡AHHHHHH! – Ella apretó fuertemente su mano. -¡SAQUENMELO!
-¡Cerda se ve la cabeza! – Anunció emocionada Sakura, con ojos brillantes.
-¿De verdad…? –. Exclamó conteniendo el aliento.
-¡Sí!
-Shika ve y dime cómo es.
Shikamaru la miró con cara de espanto.
¿De verdad quería que mirara?... O sea… ver la sangre, el bebé y todo el contenido de su interior, no era algo que quería hacer, definitivamente no.
Al ver el rostro de temor de su amigo, frunció el ceño y le gritó histérica. -¡Maldición Shikamaru! ¡Ve de una buena vez y dime cómo es!
Tragó saliva, y con toda la fortaleza que tenía, más la mirada asesina de Ino de que si no lo hacía acabaría con él, se asomó hacía las piernas flexionadas de ella.
Respiró profundamente y casi le vino un paro cardiaco cuando divisó la corona del bebé que aún no salía en su totalidad.
-Oh… problemático… - Pronto, todo le comenzó a dar vueltas demasiado rápido. Sintió su visión borrosa y no fue consciente de nada más.
-¿Shika…?
En ese momento el Hyuuga lo alcanzó a agarrar de los brazos para que no cayera al suelo.
-¡Neji! –. Dijo la rubia sonriendo. –Gracias a Kami que llegaste…
Él la miró sonriéndole de medio lado mientras acomodaba al Nara en un sillón de la habitación. Rápidamente fue donde Ino y le besó la mejilla.
-¿Estás bien? –. Preguntó sosteniendo su mano.
-Si… - en ese momento, otra contracción más fuerte que las anteriores, le contrajo el útero de tal manera que el dolor se prolongó por todas sus extremidades inferiores. -¡Ahhhhh!
-¿Ino, estás bien? –. Pidió con preocupación al ver que ella comenzaba a llorar.
-¡¿Qué si estoy bien?! ¡¿Cómo se supone voy a estar bien si casi me estoy desarmando por tratar de parir a tu hijo?! ¡ES TU CULPAAA!
Sakura miró a Neji y le sonrió.
-Es normal que las mujeres griten ese tipo de cosas. Es por el dolor – justificó a su amiga para que el prodigio no se tomara las palabras muy a pecho.
Él asintió, pues sabía que hablaba sin consciencia. Esto del embarazo, hormonas y demás, ya lo habían acostumbrado a episodios como esos, aunque nunca con tantos gritos. Era lo lógico, pues estaba casi destrozándose el cuerpo para que su hijo naciera.
-Ups… ahí viene… - alertó la médico. – Ino puja más fuerte ahora – le ordenó posando ambas manos en su vientre.
-¡Ah mierda! ¡No puedo! – Lloró al no tener más energías para pujar. –Me duele mucho… - sollozó.
-Vamos Ino, tú puedes… - alentó su marido, apretando su mano.
Ella lo miró directamente a los ojos y asintió en silencio. Después de todo ya faltaba poco… el único problema, era que ya casi no tenía energías para continuar, sin mencionar que los calambres aumentaban más el dolor insoportable de su útero contraído.
Mordió su labio inferior, tenía que ser ahora o nunca… Inhaló profundamente, aguantó la respiración y con fuerzas que no sabía que tenía, pujó mientras cerraba sus ojos.
En ese momento un llanto se escuchó en la habitación.
-Es un saludable niño – dijo el médico colocando el bebé sobre el vientre de la rubia, mientras ligaba y pinzaba el cordón umbilical del pequeño que no paraba de llorar.
Neji amplió los ojos al ver al que el médico asistía a su hijo. Su corazón latió con fuerza y juró que casi se quedó sin respiración por unos segundos.
-¡Qué lindooo! – Dijo sonriendo la pelirrosa secando el rostro del recién nacido.
-¿Papá? – El médico miró a Neji mientras le extendía unas tijeras. Dudó un momento antes de aceptarlas, pero de igual manera lo hizo.
Temeroso cortó el cordón gelatinoso del recién nacido que lloraba a todo pulmón.
-Bien hecho – sólo asintió, y se dedicó a observar al bebé que era envuelto por Sakura en una manta de color azul.
-Quiero verlo – Ino susurró recuperando la respiración al momento que su corazón latía a mil por hora. –Oh Kami, es tan hermoso… - lloró cuando Sakura dejó ver el rostro del pequeño.
-Neji – la médico le ofreció el bebé que aún lloraba al Hyuuga que tímidamente aceptó, acurrucando con miedo en sus brazos a su hijo.
No tenía palabras para describir el maravilloso momento en que sintió la calidez de su diminuto cuerpo en sus brazos.
-Tranquilo… - susurró suavemente besando el rostro del niño. Sonrió al notar que el bebé dejó de llorar a causa de sus palabras.
Acercó a su hijo a Ino para que lo viera. Ella lloró más por la emoción de ver por fin al pequeño que durante meses se formó y creció en su vientre.
-Oh… es idéntico a ti… - logró articular luego de observar cada rasgo del pequeño detenidamente, sobre todo cuando el neonato abrió sus pequeños ojos. Era una verdadera copia del Hyuuga. Ojos perlados, tez blanca y cabellos oscuros, que pese a ser escasos, se podía ver la coloración de ellos.
Estaba en lo cierto, los genes del Hyuuga eran más predominantes que los suyos...
Besó la frente de su bebé cuando el prodigio lo recostó cuidadosamente sobre su pecho.
-Es tan hermoso.
-Sí… hiciste un gran trabajo, Ino – le dijo él mientras besaba sus labios.
Ella sonrió y acarició las manitas gorditas del pequeño que estaban empuñadas.
-¿Cómo está Shika? –. Preguntó preocupada mirando a un lado en dónde estaba el moreno que aún no se recuperaba, mientras estaba siendo atendido por una enfermera que le tomaba la presión y frecuencia cardiaca.
Neji volvió su mirada al Nara. –Pronto estará bien – contestó dirigiendo su mirada una vez más a la rubia.
-Te amo Hyuuga, a ti y a mi pequeño…
-Yo también Ino – le sonrió.
-Ya es tiempo de ir a pesar, medir y tomar signos vitales del bebé – interrumpió la pelirrosada médico.
La rubia asintió.
Neji cargó al pequeño en sus brazos y se lo pasó a la ojijade.
-Kami es tan lindo… - murmuró llevándose al bebé que dormía tranquilamente.
En ese momento el manipulador de sombras recobró la consciencia, lo primero que vio fueron unos hermosos ojos cafés que lo observaban con preocupación.
-¿Estás bien? –. Le preguntó la enfermera al momento que le sacaba el mango del esfingomanómetro. -¿Te sientes mejor?
-Si…
Ella le sonrió amablemente, sin dejar de mirarlo a los ojos.
Sintió su corazón acelerado por aquella sonrisa. Correspondió con una igual, y se incorporó lentamente gracias a la asistencia de ella.
-Gracias.
La enfermera asintió, y lo ayudó a levantarse lentamente para evitar mareos.
-¿Mejor? – Pidió la joven soltándolo con cuidado, una vez que él estaba de pie.
-Mucho mejor, gracias nuevamente.
Ella le sonrió una vez más.
-No hay de qué… - miró sus ojos y fue evidente el coqueteo. Espera… ¿Coqueteo?...
Sacudió su cabeza.
-¿Shika estás bien?
Escuchó a Ino, la miró y caminó en dirección a la rubia, no sin antes volver a sonreírle a la bella enfermera y dedicarle un adiós silencioso.
-Sí problemática… ¿Dónde está el bebé?
-Lo tiene la frente… oh, deberías verlo, es tan hermoso…
-Debe serlo – le contestó mirándola a los ojos.
Neji, volteó su mirada hacia él.
-Gracias Nara, por ayudar a Ino.
-Tsk… no hay problema.
Ino miró al Hyuuga y luego al moreno. Sonrió.
Siempre le era grato ver la relación entre ellos, no estrecha, pero si lo suficientemente aceptable como para conllevarse sin problemas.
Le gustaba, después de todo ellos eran los dos hombres que más amaba, bueno ahora tres, contando a su hijo…
-¡Oh Kami! – Sintió un leve tirón en su útero, además de un ligero calambre. Se apoyó en sus codos y se inclinó para observar al médico que aún trabajaba en ella, posiblemente retirando la placenta.
-Lo siento Yamanaka – san, ya pronto terminaré.
Asintió en silencio y se dejó caer sobre el colchón.
Caray, estaba agotadísima…
-¿Estás bien Ino? –. Ambos hombres preguntaron al unísono.
Los miró y dibujó una bella sonrisa en sus labios.
-Sí, sólo tengo sueño… - susurró antes de caer en los brazos de Morfeo inesperadamente. –Los amo…
Neji y Shikamaru intercambiaron miradas, mas no dijeron absolutamente nada, pues ambos eran conscientes de cuánto amaba Ino a cada uno de ellos.
El moreno suspiró y besó la frente de la rubia, antes de irse de aquel lugar. Te amo…
El ojiperla sólo miró cada acción de él, no le causaba celos, ni envidia, ni inseguridad, ni nada de eso, pues ya había aceptado que el amor de ellos era inagotable, más aún luego de lo que hizo él por ella… Y tenía que reconocerlo, gracias al moreno, bueno y también a la médico de cabello rosa, Ino lo había elegido a él.
Eso era más que suficiente como para sentirse completo, feliz y agradecido de por vida.
-Gracias Nara.
El manipulador de sombras lo miró de soslayo, sabiendo el porqué de sus palabras de agradecimiento.
-No hay de que…
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Fin Epílogo...
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¡Hola! Es una pena que haya terminado, de verdad… sobre todo, porque disfruté mucho escribiendo este fic. Fue muy entretenido ^^
Y claro está que, si no hubiera sido por ustedes, queridos lectores, jamás se me habrían ocurrido tantas cosas. (Sí, son mi foco de inspiración, además de la música)
Les confesaré algo, por lo general, no soy partidaria de los finales felices, de hecho mi intención inicial (antes de terminar el fic) era matar a Ino, mas no lo hice porque sería muy cruel de mi parte, además ya le he matado en fic's anteriores xD. Así que si el epílogo no está al nivel que querían, ruego me disculpen... a veces quisiera escribir mejor, mas lo romántico, tierno y dulce lo tengo atrofiado.
Eternamente agradecida de quienes leyeron mi historia. ¡MUCHAS GRACIAS A TODOS!! y gracias especiales a:
Claressa, akane0arwen5, AisakaTaiga, kellyndrin, Mareska-Chan, Eiko Hiwatari, nico haruka, RoLl, Edison, axter. Por los review's, gracias una vez más. (ya las aburrí, no?)
Ahora, les había dicho que haría un fic con el no elegido, en este caso Shikamaru. Aún no tengo el título (Eso es lo más difícil xD) pero apenas se me ocurra uno, lo publicaré... trataré de pensar en uno esta noche.
Nos vemos, y gracias nuevamente. ¡Besos y adiós!