Título – I Found Your Diary
Autor – Fiver
Disclaimer – Beyblade pertenece a Takao Aoki y la historia "I Found Your Diary" a Fiver, quien amablemente me permitió traducirla.
I Found Your Diary
Capítulo 1
Ocurrió en la mañana, cuando todos estaban recorriendo el camino de su casa a su primera clase del día. El pasillo estaba abarrotado y todos habían sido forzados a una completa parada. Mientras él esperaba junto con el resto a algún profesor que intentase desahogar la congestión, se le ocurrió mirar hacia abajo. Y fue entonces cuando lo vio.
Sólo un cuaderno. Posiblemente tirado por algún alumno desafortunado, y que ahora yacía en medio del suelo para que mil pares de pies lo pisotearan. Deparado a este final, probablemente ya había sido olvidado. Era una pena.
Sin saber realmente por qué, él se agachó y lo recogió, sacudiendo el polvo acumulado de la brillante y forrada cubierta negra. Un lindo cuaderno, con un lomo propio como oposición al espiral. Razonablemente grueso, no tan pesado. Uno de esos libros que satisface sostener en las manos.
Se preguntó por un momento quien debió de haberlo tirado. El pensamiento fue casi inmediatamente ignorado. Qué pregunta tan estúpida. Pudo haberle pertenecido a cualquiera de sus mil quinientos compañeros estudiantes.
Se dio cuenta que el tráfico estaba, finalmente, comenzando a moverse. Haciendo una nota de entregarlo a Objetos Perdidos después, metió el libro en la mochila y valientemente peleó su camino a través de la masa de adolescentes aburridos quienes arrastraban los pies y colgaban sus cabezas y trataban de llegar a sus clases tan lentamente como les fuera humanamente posible. Cómo esperaba que jamás creciera tanto como para llegar a odiar a tal grado la escuela.
Estaba arreglándoselas para hacer un progreso notable a través de la multitud. Tal vez podría llegar a física antes del recreo.
Finalmente, lo logró. Ni siquiera estuvo tarde. Qué suerte. O quizá no. Si hubiera sido retenido un rato más por la casi impenetrable masa de humanos y semihumanos, entonces hubieran sido algunos minutos menos que hubiera tenido que pasar en el tedio de esa clase. No le desagradaba la escuela tanto como muchos de los otros pupilos, pero física estaba lejos de ser la materia más inspiradora.
Se sentó en la parte de atrás y mentalmente se preparó para unos aturdidores cincuenta minutos de escuchar a (bien, siendo vagamente conciente de oír) al señor Malden, alias Merry Malden. Siendo innecesario decir que el sobrenombre había sido aplicado solamente con el fin de la ironía.
Estaba tan ocupado quejándose acerca de la injusticia de la vida que casi se le pasa responder a su nombre en la lista.
-¡Tala Ivanov!- el maestro llamó por lo que debía de ser la segunda o tercera vez.
-Aquí- contestó, arreglándoselas para evitar cualquier comentario acerca de cómo detestaba su nombre siendo insultado, al ser dicho en un tono tan monótono y soporífero. Normalmente cuando alguien escuchaba su nombre por primera vez, pedía que se le repitiera, era tan inusual. Pero si, hubiera sido presentado a cualquier a por Merry Malden, se hubieran colgado antes de siquiera haber llegado al apellido.
Poco después, la lección comenzó. Casi tan pronto como lo hizo, los párpados del salón empezaron a caer como por una señal. Imperturbable, el hombre continuaba fastidiando. Tala se preguntó si él de casualidad se daría cuenta que nadie lo estaba escuchando. Miró a su derredor, la mitad de la clase estaba dormida, esos lo suficientemente suertudos para estar sentados en la ventana tenían el mejor punto y el resto estaban o haciendo tarea de otra materia, pasando notas entre ellos o sólo dibujando. Y por supuesto, estaba él, jugando con sus pulgares y observando a un área particularmente remarcable en el piso donde la esquina de una cubierta gris de linóleo había sido separada para revelar el vacío concreto bajo éste. Interesante falla era aquella.
Tal vez debería tratar de contar las grietas en el techo.
O, de nuevo, podría tratar de permanecer cuerdo.
Comenzó a esculcar en su mochila con el fin de hallar algo para divertirse. Pedazos de tachuelas, un paquete de goma de mascar, papeles rotos… lo que fuera. Cualquier cosa era mejor que esta tortura. Muerte por monotonía.
Su mano encontró el cuaderno rescatado. Lo sacó y lo soltó en su escritorio. ¿Quienquiera que fue lo suficientemente descuidado como para perderlo, seguramente no le negaría una página para mantener su pobre cerebro vivo?
Abrió el cuaderno en una página cualquiera.
Y ésta estaba llena.
Parpadeó y miró más cerca, escrutando a través de las hojas de papel de color entre crema y blanco. Página tras página de caligrafía pequeña y limpia, escrita de todas las maneras posibles, desde simple lápiz hasta pluma de gel azul brilloso.
Fue a la primera página. Era amarilla con flores moradas trepando por todo el borde y las palabras "Este Diario Pertenece A" estampadas en el centro, con una línea punteada debajo.
La línea estaba en blanco.
Pero había escritos en el libro. Así que pertenecía a alguien.
Un diario. Correcto, eso significaba que cualquier cosa dentro de éste era una gran invasión a la privacidad de una pobre alma y además representaba un crimen por el que debía de ser colgado.
…
Pero lo había encontrado en el suelo. ¿Se había caído, accidentalmente, de una mochila que iba a reventar? ¿O había sido dejado, ya no siendo querido? ¿Alguien lo reclamaría en Objetos Perdidos? ¿O simplemente sería tragado entre la asfixiante masa de viejos shorts de gimnasia, figuras de plástico, donas para el cabello y calcetines raros?
Leer sólo un poco no heriría a nadie. Él no diría nada acerca de ello. Nadie lo sabría jamás. Lo entregaría después, y no habría daños.
Sus dedos ágilmente voltearon la siguiente página. La primera entrada estaba fechada unos meses atrás. Toda la animosidad hacia física olvidada, comenzó a leer.
9 de Abril
Nunca he intentado mantener un diario antes. Siempre pensé que era una práctica estúpida y sentimental que la gente usaba para que en el futuro cuando olvidaran la miseria de su juventud pudieran leer generalmente diarios ficticios y mirar el pasado con nostalgia enfermiza. Nunca tuve tiempo para tales cosas. Pero ahora estoy considerando en que tal vez, si escribo la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, entonces quizá mis pensamientos, sueños y recuerdos de hecho valdrán algo en el futuro distante cuando haya vivido como un ermitaño y esté gobernando sobre una creciente colonia de gatos. Tal es la expectativa que tengo para mi vida.
Ah, sí, mi vida. Una cosa tan vacía. Qué maravillosas historias para dormir les contaré a mis hijos y nietos (o gatos, lo que sea).
De nuevo, la razón real por la que estoy escribiendo esto podría ser sólo que mi maestra de Orientación ha insistido en que lo haga. Ella dice que la vida es más fácil de entender si está toda escrita y argumentada. Personalmente creo que la vida pierde su valor si tiene que ser documentada y archivada en el fondo de un cajón polvoso y que probablemente jamás volverá a ser recordada. Qué triste. Pero, a pesar de mi opinión, aún tengo que escribir esto. "No menos de dos páginas por día," me dijo. Ella insiste en que no lo leerá, sólo mirará para asegurarse que haya escrito lo suficiente cada día. Oh, sí, y sí alguien dejó los Planes-del-día-D abiertos en el escritorio de Hitler, él no los hubiera leído.
Tal vez debería presentarme. O tal vez no. ¿A alguien realmente le importa quien soy? Soy quien quieres que sea, cualquier definición que pienses me queda. Si piensas que soy un don nadie patético, sin valor, entonces a tus ojos seré siempre un don nadie patético, sin valor no importa lo que diga o haga para cambiar tu forma de pensar sobre mí. Así que, ¿por qué debería molestarme en decirte quien creo que soy? ¿Por qué te preocuparía?
No escribiré mi nombre ni ningún detalle personal. Quiero que te formes una opinión propia de quien soy con base en lo que escriba. Si supieras mi nombre y lo reconocieras, entonces tu opinión sería prejuiciosa debido a la manera en que me vez fuera en el mundo, en la escuela o en el hogar, no importa. Ése no soy yo. Sólo soy yo aquí.
Me pregunto a quien le estaré hablando. ¿Este diario? ¿Algún desconocido-hasta-ahora amigo imaginario? Después de todo, no es como si planeara permitirle a alguien leer esto. Ciertamente, no. A menos que lo deje tras mi muerte y entonces diez millones de años en el futuro, cuando la raza humana se haya conducido a su extinción, alguna forma de vida mayor de otros planetas bajen y lo encuentren y piensen en esto como un útil recurso para descubrir lo que significaba vivir como un adolescente terrícola temeroso con las hormonas alborotadas, del siglo veintiuno. Pero aparte de eso, cualquiera que lea esto mientras yo viva se encontrará con su corazón extraído y las extremidades arrancadas y siendo alimento a una jauría de lobos rabiosos antes de que puedan decir "No sabía lo que era, lo juro".
Aquí, Tala se revolvió incómodo. Pero esta persona no podría matarlo en maneras crueles si ellos no sabían que él lo había estado leyendo. Y, realmente, ¿cómo podrían saberlo? Si se molestaban en reclamarlo en Objetos Perdidos, ellos no sabrían quien lo había entregado. Y aun si lo descubrían y decidían interrogarlo si él lo había estado leyendo o no… Él lo podía negar. Demonios, bajo tortura lo negaría. No había pruebas.
Sintiéndose de alguna manera consolado, continuó leyendo.
Hay algunas cosas que debería mencionar acerca de mi carácter, de esta manera, tú (quienquiera que "tú" seas) te formes una opinión propia de mí.
Primeramente, para los demás soy el tipo de persona que pudo haber estado en tu clase desde primero de primaria pero que jamás has notado su existencia hasta que es la graduación y estás mirando el anuario y ves una fotografía de ellos con "Altas probabilidades de Morir Solos" debajo. No estoy completamente seguro de la razón de esto. Parece que tengo un tipo de barrera anti-gente a mi alrededor que repele a todos los seres humanos en un radio de cinco millas. Nunca he hecho amigos en la escuela. O, de hecho, en ningún lugar. Ésa es la segunda cosa que deberías saber. Soy "el lobo solitario". Quizá la principal razón de ello es mi antes citada, misteriosa barrera pero realmente no puedo negar que no me he esforzado en interactuar con otra gente. Eso es algo que jamás me ha parecido necesario. ¿Para qué necesito amigos? ¿Para rodearme como moscas zumbando alrededor de una coladera abierta? Eso es lo que "la gente popular" busca. ¿De verdad creen que las moscas se preocupan por la coladera abierta? No, ellas sólo quieren ver qué es lo que le pueden sacar. La situación de aquellos en un status social alto es de alguna manera similar. Piénsalo. Todos nosotros sabemos que esa gente es perfectamente desagradable. Así que, ¿por qué deberían tener tantos amigos? La respuesta es: No los tienen. Ellos no tienen amigos. Sólo moscas en su forma humana.
Pienso que les expresé abiertamente este punto de vista de alguna manera. Sin necesidad de decirlo, muchos de ellos estaban fuertemente insultados. Otro factor que contribuye a mi vida como exiliado. ¿Y adivinen qué? No me podría importar menos.
Aquí están, dos páginas llenas, creo que es suficiente balbuceo ridículo por un día. Te ofrezco una despedida. Bah.
Cerró el libro lentamente.
…
Qué primera entrada.
¿Quién era la persona escribiendo esto? Le molestaba que se hubieran negado a escribir su nombre, o cualquier cosa, realmente, que le permitiera trabajar su identidad.
Pero… él no debía trabajar su identidad. Se suponía que él decidiría quien pensaba que era. Los dos parecían ser demasiado diferentes.
Sonrió. Bien, esto prometía ser divertido. Después de todo, Tala Ivanov siempre había gustado de los retos.
Fin del capítulo uno. ¿Qué les pareció? Espero que la traducción haya sido decente. Hice mi mayor esfuerzo por hacerla literal, y así no alterar nada de la historia original.
Por favor dejen sus reviews para saber su opinión de la historia y de la traducción.
Gracias por leer.