Disclaimer: Naruto ni sus personajes me pertenecen, son una obra de Masashi Kishimoto...


.:: Yunmoon ::.

.-::_:: Sakura Kissu ::_::-.

Introducción


Ridiculo y estúpido, así se sentía en ese momento. Parado en medio de Ginza, parado junto al restaurante Monlik y a un lado de la cafetería The Sun sus ojos vagaban por todas las personas que pasaban por ahí. Apretó los labios cuando un auto parecido al de su tan querido hermano se estacionaba en la cafetería, de ahí bajo una flamante pelinegra de ojos marrones, le miro coqueta y luego entro a la cafetería, malditas mujeres estúpidas arrastradas, fue lo único que llego a su mente en ese momento, estaba enojado y se desquitaría con cualquiera que le mirara si quiera.

-No lose Sasuke, Itachi tan bien es bueno... pero a ti hay algo que te faltaba-.

Lo que le pedía era tan absurdo ¡pero que mierda le podía faltar? Sasuke Uchiha era perfecto, era todo un genio, a su corta edad había ganado más de 23 premios en ciencias, matemáticas, biología, debates, deletreo y más. Sabía hacer todo, desde cocinar un estúpido pastel hasta hacerse cargo de una de las empresas más importantes en Japón. Era guapo, no es que fuese vanidoso, pero tener a cientos de mujeres tras de él le había subido el ego hasta los cielos, es que las mujeres eran tan simples y predecibles.

-No quiero ser injusto contigo y tu hermano-.

¡Y ahora no quería ser injusto por Kami-sama! Siempre había sido un injusto con él, exigiéndole más, porque su hermano ya había echo todo lo que el había echo, si Sasuke sacaba 100 a su padre le daba igual, porque Itachi ya había tenido esa calificación, si Sasuke ganaba un concurso de deletreo en la universidad su padre lo tomaba por desapercibido, Itachi tenía una repisa llena de ellos y de más. Simplemente su papá exigía tanto que llegaba a un punto de desesperación, Itachi era perfecto, ¿¡A caso pretendía que el fuera la perfección de la perfección!?

-Así que te diré que te falta, te falta ser más... amable-.

¿¡Y para que mierda quería la amabilidad!? Si nadie había sido amable con él, mucho menos el quien se hacía llamar su padre, la única mujer amable con el estaba en casa horneando galletas de naranja, su madre, todas las otras mujeres eran unas fáciles, él podía decir que si quería hoy, la pelinegra de ojos marrones, estaría en su cama gritando por más y él la complacería, solo para complacerse a si mismo.

-Tu no eres el único en este mundo Sasuke, eso tu hermano lo entiende y eso te falta a ti-.

Claro que lo sabía, sabía que no era el único en el mundo, no era imbécil como para creerse único, que se creyera mejor que todos era diferente, eso era todo, y claro que era mejor que todos, los hombres eran demasiado inútiles y las mujeres demasiado regaladas, en un día podía acostarse con la mujer más pulcra y recatada que se le cruzara, era así de simple, la gente le había dado las razones suficientes como para creerse mejor que todos.

-Así que he decidido lo que harás para que te crea lo suficientemente perfecto para este puesto, la presidencia de Uchiha Group-.

¿Más perfecto? Como lo había dicho, sin duda su padre quería que fuera la perfección de la perfección.

-Tendras que ayudar a alguien. Y cuando digo a alguien me refiero a alguien que no conozcas, ayúdalo a arreglar sus problemas y cuando vea a ese alguien sin ningún problema encima entonces... te daré la presidencia de Uchiha Group... tienes mi palabra de Uchiha-.

Pero eso era tan tentador, su padre le había dado su palabra, la palabra de un Uchiha, y cuando hacía eso su padre si que lo cumplía. Todavía recordaba cuando su padre le había dicho que a su mayoría de edad -a los 20- le regalaría un auto ultimo modelo, y lo había cumplido, sus autos siempre eran los mejores. Su padre jamás rompía su palabra. Ahora tendría que encontrar a un imbécil con problemas y lo ayudaría... sería... ¿como le había dicho su padre? Así, sería amble.

-Pero te advierto que no quiero trampas, no puedes contratar a alguien que finja... lo sabré y enseguida ya no serás un candidato para ocupar la presidencia... la trampa es lo peor para los Uchiha... ¿quedo claro?-.

Bien, tenía todo claro, solo había una cosa que lo tenía intrigado ¿Donde cojones encontraría a alguien con problemas? Tampoco se metería con alguien que tuviera problemas hasta por la lengua. Lo decidió, el primer imbécil que pasara frente a él, que se viera con problemas sería al que ayudaría, así que se concentro en la calle y le vio.

Sus ropas oscuras con combinaciones de colores chillones, negro con morado, rosa y rojo. Sus ojos estaban delineados con negro, sus labios estaban cubiertos por brillo labial, su cara ligeramente maquillada, casi al natural, una parte de su cara estaba cubierta con su cabello, su cabello estaba alzado en un moño algo desarreglado rosados mechones caían, sus zapatillas Vans chocaban en el suelo, su cara agachada parecía mostrar bajo autoestima y al descubrir lo siguiente se dio cuenta que había encontrado a un autentico emo: entre sus pulseras se alcanzaban a ver marcas, y parecían ser echas intencionalmente.

Sonrió por sus adentros, sin duda había encontrado a la persona indicada, de cabello rosa y ojos verdes y con un autoestima hasta los suelos. A Sasuke Uchiha le daba igual como fuera la gente, ese emo -como le denomino- sería el afortunado al que ayudaría, sin pensárselo dos veces saco su celular y le tomo una foto, más bien fueron tres, una de sus ropas, otra de su rostro y una ultima de las heridas de sus muñecas, las fotos fueron mandadas a su padre y luego de unos minutos le llego un mensaje.

-"Que el juego comience Sasuke... confió en que harás un buen trabajo"-.

Que el juego comience, Sasuke Uchiha nunca pierde, y demostraría sus cartas bajo la manga y Uchiha Group estaría en su poder en menos de lo que dice "Emo".