Disclaimer: Inuyasha no es de mi propiedad. Todo pertenece a Rumiko Takahashi.
Frío
Por Istharneko
La última vez que te vi, tus ojos se habían cerrado; ya no me iluminabas con esa miraba que me endulzaba el alma. El frío volvía a mí, el verano se había marchado para dejar paso a un invierno helado y pleno de nieves. Mi frío corazón, que años atrás no había sentido un solo sentimiento, se hizo trizas.
No volvería a encontrar algo así en mi vida; a alguien como tú. ¿Pero qué iba a hacer yo, acaso tenía una cura para la mortalidad humana? Sí, poseía a Tenseiga, pero ésta no podía revivir a un ser vivo más dos veces.
Finalmente, sólo habías sido una simple humana: de niña a mujer, de mujer a madre, de madre a anciana. Ahora sólo podía admirar tu largo cabello, que había adquirido un tono plateado con el paso de los años. Realmente me pareciste bella pese a estar tu piel arrugada y llena de manchas producidas por la edad.
Muerta.
Tantos años amándote para ahora perderte. Estabas muerta. Cuándo realmente fui consciente de aquello, me eché las manos a la cabeza... ¿Por qué? Después de lo feliz que logré ser junto a ti, después de todo lo que me diste debía dejarte marchar en paz.
Me negaba.
No habías querido decirme nada de lo que estaba a punto de sucederte. ¿Pero, por qué no pude oler tu muerte?, ¿Por qué, Rin?, ¿por qué no me lo dijiste? ¿Fue para verme feliz, realmente podría haber hecho algo para impedir tu muerte?
Siento pena de mí mismo.
Por no haber envejecido contigo, por ser cómo soy: Un youkai inmortal. Por no haberte entregado a otro humano para no sentir tanto dolor y soledad en este momento.
Lo siento tanto, Rin...
Owari