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-¿De qué maldito lado estas Tatsuki?.-

-¿Qué estas…-

-¿Del lado de la felicidad de tu mejor amiga? ¿O del lado de tu mejor amigo?.-

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-¿Estás seguro…. ¿Estás seguro que realmente lo que te molesta no es el hecho de que Kaien está con Kuchiki-san?.-

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-¿¡Cuándo te vas a dar cuenta que por tu forma de actuar todos están siendo lastimados! ¿¡Crees que solo con estar con Inoue la hace a ella feliz! ¡Cualquiera que te mire se da cuenta de la distancia que le das a ella y que no han podido acortar en todo el maldito tiempo que han estado juntos!-

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- Te lo diré claro…. Estoy absolutamente interesado en Kuchiki Rukia.-

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-Renji... ¿Realmente…¿Realmente eres tú?.-

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-Nunca lo has pensado, ¿Cierto? Pero ella es la única entre nosotros que desconoce el pasado. Todos la están juzgando, tirándola como un bicho raro que solo ha venido a destruir la paz que se tenían pero ¿Cómo culparla cuando ni ella misma sabe a lo que se está enfrentando o interponiendo? -

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- Te contare todo...- Tatsuki apenas levantó su mirada, Rukia aguantó la respiración por unos segundos.- Te lo contare todo Kuchiki...-

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-Dime algo, Si yo hubiese pagado más que Kaien….¿Te hubieses ido conmigo?.-

-Suéltame.-

-Ya has escogido a Kaien sobre mí ¿Por qué también escogerías a ese idiota pelirrojo?.-

-Ni si quiera lo conoces.-

-¿Tú si?.-

-Él es un amigo.-

-¿Y yo que soy para ti?.-

-¿Por qué no te contestas esa pregunta solo?.-

-Necesito que tú me lo contestes.-

-Solo suéltame.-

-No me vengas con eso ¿Cuántas veces has estado de esta manera con el hijo de puta? .-

-¿De qué mierda estas…-

-No te hagas la tonta ¿Acaso dejas que el bastardo te toque?.-Y su mirada se detuvo en sus labios cuando era la tercera vez que la observaba por completo.

-¿Ichigo?.- preguntó desconcertada, alejándose lo más que pudiese de él.

Y entonces él acercó su rostro hacia ella. -Rukia...- su mirada divago por unos momentos, parecía otra persona.- Yo quiero ser más que un amigo…. –

De la caja de Notas del Kurosaki:

"Ha vuelto"…


Malas Influencias

Capitulo 17.

"Rie, y el mundo reira contigo...

Llora, y lloraras solo."

Lo primero que se te viene a la mente pueden ser muchas cosas…

¿Excitación? Quizás….

¿Deseo? ciertamente no lo sé.

¿Desesperación? Se acerca...

¿Impotencia? ¿Duda y nerviosismo? ¿Ganas de que el tiempo se detenga en un suspiro?¿En un abrir y cerrar de ojos? Aquello último es lo más cercano a la jodida realidad que se balanceaba frente a mis ojos.

Y la chica meneó sus caderas de la forma en que las putas solo saben hacerlo. Lo incitaba a que jugara, a que la tocara, e incluso sus senos ya estaban expuestos. El de alado se echaba una línea perfectamente hecha a su medida, el de su izquierda prefería echarse otra cosa, ¿Cómo decirlo? Mas humana. Aquel ambiente era lo que acababa de escoger, lo que raramente no le resultaba ni un 5% fuera de lo normal. Se acoplaba a él tan sencillamente como respirar. Y aquello durante milésimas de segundos pareció extrañarlo.

-¿Hace cuanto tiempo que no te veía por aquí, muchacho?.- oyó bramar a sus espaldas por la voz ronca que se confundía con los gemidos de otros.

Kurosaki Ichigo no se molestó en mirar. La música era la pauta a seguir de las danzantes que se dedicaban a hipnotizar a los hombres que las miraran. -No vine a hablar.- contestó cuando sacudía la cabeza y con fingido desinterés divisaba a las criaturas del placer sobre el escenario.

-Parece que después de todo este tiempo tu mal humor no se te ha quitado.-

.-Llevo 4 horas esperando.- La rubia se sentó en sus piernas prácticamente desnuda. Parecía juguetona, ahí, restregándole su culo a la parte más sensible del peli naranja. El chico la aventó con ambas manos sin alguna prueba de amabilidad.-Y no tengo mucho tiempo.- volvió a insistir con su voz de ira creciente. Las putas le ponían los pelos, y otra cosa más, de punta. Aquello era lo último que quería hacer y menos con "esas", perfectas zorras dispuestas a hacer lo que fuese necesario por un buen chute de lo que se pudiese pagar por una follada o una manoseada.

Ichigo casi se ríe ante el término.

Y la verdad es que encontraba un millón de maneras para nómbralas pero su propia mente le decía que no era ni más ni menos de lo que él mismo había sido, también le decía que seguramente ya se la hubiese cogido si fuese el mismo de antes.

No le gustó pensar en ello, si a algunos hombres les excitaba cosas como aquellas para él por alguna extraña razón ajena le repugnaba. No es que las putas le dieran asco, después de todo se agradecía que tuviesen buen culo y piernas para abrirse con un poco de dinero. Solo sentía que se trataba de algo personal, algo que había cambiado en él. Quizás porque antes no tenía en quien pensar para arrepentirse después de cometer el pecado.

Miró el reloj, las manecillas marcaban las 9 de la noche, si tenía suerte podría llegar a casa antes de las 10 y no levantar ninguna sospecha, quizás hasta ahorrarse un manoseo de su padre disfrazado de un juego con la verdadera intención de encontrar algo raro en él.

-La noche aun es joven chaval.- murmuró Aizen cuando lo pillaba viendo la hora.- No recordaba que fueras un agua fiestas.-

–De eso hace más de un año.-

El hombre se echó el pelo para atrás cuando se sentaba en un sillón con otras 5 rameras. -¿Qué quieres?.- le dijo presuntuoso.-Solo déjame decirte que los precios han cambiado.- Y una sonrisa se dibujaba en sus labios al pensar que el chiquillo lucia tímido, como un vil principiante.

-¿Qué intentas decirme con eso?.-

-No sé, solo estoy probando-

-El dinero es lo de menos.- Los ojos vacilantes de él desviaron la mirada penetrante del proveedor. –Y eso creo que siempre lo has sabido muy bien.- Podía ver claramente como Aizen se burlaba de él por lo bajo.

-No lo se... Hubo muchos rumores cuando de repente ya no te rebajabas a nuestro mundo.-

-¿A qué coño te refieres con eso?.-

-Tú sabes, cuando se dijo que te estabas "limpiando" escuche muchas cosas de ti, muchas versiones, opiniones. Pero vete aquí, volviendo al mismo basurero al que le diste la espalda.-

-No sabía que eras resentido.-

-¿Quien te dijo que lo estaba? La gente dice mata un perro y serás mataperros para siempre, solo estaba probando mi teoría.-

-La gente habla mucho y siempre dice lo que otros quieren escuchar.-

-El mero hecho de que empiecen a hablar significa que hay alguna verdad oculta tras todas las mentiras que se le van agregando.-

-No sé que decían de mi y francamente no me interesa.- Kurosaki rascó el lóbulo de su oreja ansioso, por no decir nervioso. Sentía que de alguna manera había perdido la practica en lo que constituía la charla con "este" tipo de personas. El lugar y las tentaciones que venían con ello le resultaba familiar, casi como si la diferencia del tiempo en que lo había dejado de hacer fuese solo una semana, pero eran las personas con las que ridículamente antes se relacionaba con las que ahora se sacaba de quicio. Sabía que era estar dentro del hoyo, pero parecía que había olvidado la perspectiva que se tenía cuando estabas ahí.- Tengo dinero y puedo pagar. No creo que esa mecánica haya cambiado.-

-Y no lo ha hecho.-

-¿Entonces cual es el punto de esto?.-

-Hacerte ver que lo que tanto te niegas.-

-No recordaba que hablaras tanto.- El ojimiel se levantó de un solo movimiento.- Antes solo dabas lo que uno quería y te largabas con tus putas. Te has vuelto molesto.

-Y tú sigues siendo un maldito giripollas , lo que me recuerda ¿Como esta Kaien?.-

- De ese hijo de puta no vengas a hablarme.-

Aizen soltó en ese momento una risita sarcástica.- Y ahí esta lo que yo decía. ¿Que no eran amigos inseparables junto con el otro ¿Cómo se llamaba? Setsuna?.-

- Tu lo has dicho - Ichigo se dio media vuelta.-"Éramos".-

Sosuke observó sus movimientos y supo sus intenciones-¿Te vas?.-bramó con sorna.-Si la fiesta aquí ni si quiera ha comenzado.-

-No me gustan las fiestas.-

-Antes te encantaban.-

-Fue un error venir aquí.-Estaba enojado, solo que no sabía con precisión si consigo mismo o con el giripollas de Aizen.

-afuera no vas a encontrar nada bueno.-

-Quizás, pero por lo menos me ahorro las platicas innecesarias.- Kurosaki comenzó su andanza hacia la salida. Cada segundo que pasaba ahí lo hacía convertirse en el hombre que era antes. Las malas palabras, las malas intenciones, las malas actuaciones. Todo, y después, nada. La cruel realidad es que no había cambiado.

-¿Sabes?.-susurró el otro antes de que el chico alcanzara la puerta.-Hubo quienes juraron que jamás te verían por aquí después de lo que le hiciste a Setsuna.-Kurosaki se detuvo en seco. -¿Quieres saber que dije yo?.-

-No me interesa.-

-Yo aposté que no durarías mucho tiempo... Tan solo mira el ejemplo de Shiba, ha intentado dejarla por más de 4 años. Vuelve y se va, vuelve y se va. Pero al fin de cuentas, siempre vuelve.-

Ichigo le miró de reojo.- Yo no soy ese bastardo.-

-Lo sé.- Aizen se había levantado y caminado hacia él.- Creo yo que tú eres más listo.-

El hombre de cabellera castaña sacó una bolsa transparente rellenas de distintas sustancias y se las entregó. Kurosaki miró su mano y después alzó su mirada hacia su rostro.-¿Y esto que se supone que significa?.-susurró sin mostrar alguna emoción.

-Un regalo ¿No lo ves?.-

El rostro de Ichigo dibujo una sonrisa. - Un regalo va de la mano con la palabra gratis ¿Que me crees?.-El chico se lo devolvió en un movimiento brusco.- He visto este truco un millón de veces, yo mismo lo aplique a varios buenos para nada. Si Kaien cayó todas las putas veces no es que yo también lo vaya a hacer.-

-Viniste por drogas y es lo que te estoy dando. Te las estoy regalando y tú la rechazas, ¿Qué rayos pasa por tu cabeza?-

La ironía cruzó su mirada y se posó en sus labios-¿Estas bromeando?.- Bramó cuando dejaba salir el tono de exasperación que le invadía.- Estuve en esto lo suficiente para saber una cosa Aizen: aquí no hay amigos, aquí no hay cosas "gratis" ni "regalos" . Tan pronto como el hijo de puta del proveedor convierta adicto al consumidor los precios se harán mas altos, las veces "gratis" se convertirán en deudas que tarde o temprano serán pagadas con su puta vida. Resumido a una cosa: Las amistades se acaban cuando la línea de cocaína lo hace. No me vengas con tus jueguitos-

-Entonces también deberías de saber que no existe el "solo una vez y lo dejo" que por lo que veo, es lo que pensabas hacer.-El chico abrió la boca, pero nada bueno quiso salir de ella. Ichigo le miró de arriba hacia abajo, le miró con odio, le miró con recelo.-No tienes que decir nada.- Aizen metió su mano a sus bolsillos.- Yo tan solo te diré una cosa más: No seas orgulloso.

9:25 pm.

Y depositó en sus manos aquello que saco.- Cocaína.- le dijo.- Nueva mercancía, pura y de nueva calidad. Os pido que la pruebes-

Después de eso la vocecilla y la luz aparecieron tenuemente en su cabeza. De alguna manera u otra estaba esperando que alguien o algo fuese y lo apagase.

Nadie lo hizo.


Los tres se intercambiaron miradas, la chica movía el pie y el de lentes se dedicaba a escribir un reporte con la mano que no cubría ser el sostén de su propia cabeza. Ella rechinó con los dientes, en ese instante Ishida supo que no vendría nada bueno. Era de mañana y un ligero dolor de cabeza se apoderaba de él. Aquello le pareció señal de mala fortuna. Prefirió ignorarlo.

-¿Razones? ¿Quieres que te de buenas razones?.-

-Sé lo que vas a decir Kuchiki.-

-¡Bien! ¿ Entonces si lo sabes porque no intentas entenderme un poquito?.-

-Está bien, ¿Pero porque no hablamos con un poco mas de tranquilidad?.-

-¿Estás loco? ¿Qué carajos quieres que te diga? ¡Oh si! Un café estaría bien.-

-Y con unas galletas.-

-Eres el colmo.-

-Y tú una desesperada. Ellos están, ¿Cómo se dice? Llegando elegantemente tarde.-

-La "junta" se supone que era a las 9:30 ¿Dos horas lo consideras elegante?.-

El chico de lentes se echó atrás en su silla. –Entonces intentas decirme qué prefieres estar en clases.-

-Es verdad….- dejó salir el pelirrojo, pausando con nerviosismo cuando sentía la mirada de la de melena corta sobre él.- ¿Cómo es posible que los maestros te dejen hacer esta clase de cosas cuando deberíamos estar en clases? Incluso la misma subasta, en mi otras escuelas jamás…-

-Eso es lo de menos.- soltó Ishida de repente, su vista inevitablemente la había posado sobre los ojos de Abarai, lucia intimidante, nada con lo que alguien quisiese meterse.- El punto aquí es que seguiremos esperando.-

-No.- bramó Kuchiki cuando se paraba.- El punto aquí es que yo me largo. Ya tienes el dinero que el bastardo dio por mí, estás loco si piensas que…..-

-Que no haré todo lo que ese guapo, carismático y muy divertido joven me pida.-

Rukia miró bruscamente hacia la puerta. ¡Bingo! Cantaron en el fondo. El bastardo viviría lo suficiente. Y Kaien Shiba se sonrió así mismo cuando se acercaba hacia ellos. El de melena roja echo los ojos para atrás cuando susurraba seguramente un maleficio. –No empecemos con el drama de nuevo..- Continuo diciendo Kaien cuando se encaminaba con Ishida y decidía que era mejor no prestarle atención al pelirrojo.- Esto es sencillo, ni si quiera sé porque estamos aquí reunidos cuando desde ayer me dieron ese pedazo de papel que afirmaba lo sucedido. Supéralo chiquilla.-

-¿Chiquilla?.- exclamó el pelirrojo enojado.-¿Como te atreves llamarle a ella chiquilla?-

-Dejemos de perder el tiempo. La vida sigue y el destino dice que ella va a ser mía desde hoy.-

-Desde nunca.-afirmó Rukia.

-Desde siempre.-

-No.-

-Si.-

-Si ella dice no es no.-soltó Renji.

Y Kaien volvió a mirarlo con impaciencia. El pelirrojo no hacía desde ayer nada más que objetar y oponerse a cualquier cosa que se incluyera en la oración a la chica y aquello para él no era más que una clara evidencia de que había un nuevo jugador en el campo de batalla que constituía a Rukia como premio. Un jugador del que no sabía sospechar si preocuparse o no. La chica parecía mantener una relación con él, pero "amigos" era el termino más cercano que le veía. Lo raro del asunto, más que todo lo sucedido, es que el primer jugador dominante estaba ausente. Y sus ojos se posaron al asiento donde suponía debía estar esa persona.

-Debemos esperar un poco mas.- externó Ishida.- Kurosaki aun no ha...-

-Al carajo con el cabeza de zanahoria.- bramó bruscamente Shiba.- Tengo cosas que hacer y supongo que ustedes también. Así que ¿Por qué no decir lo inevitable? Digo, no he pagado nada y tampoco creo que este.- comentó cuando señalaba a Renji con cinismo.- ya lo haya hecho, así que solo brinquémonos esta larga e incómoda platica. Un jiji jaja, mucho gusto y hasta nunca y yo me llevo a la chica bonita conmigo.- El chico dejó caer ambas manos sobre el escritorio decisivo a la vez en que Ishida simplemente bostezaba. -¿Qué dices cuatro ojos?.-

Y hubo un minuto de silencio. Rukia y Renji tenían exactamente la misma expresión sobre sus rostros y ambos miraban al chico de lentes.

-La cosa es así.- se escuchó resonar por la habitación. Ishida se recargó un poco más a la silla de su propio escritorio.- No veo posibilidad, Shiba-san, que Kuchiki-san vaya a aceptar esto, pagues lo que hayas pagado.-

-¡Justicia!.-

-Pero...- Continuó Ishida, haciendo énfasis en la palabra antes de que Kuchiki continuara con lo suyo.- También sé muy bien que no sería justo que habiendo pagado semejante cantidad no obtengas nada. ¿Así que por qué no hacemos esto?.- Ishida volteo a ver a la chica.- Una tarde Kuchiki-san...Solo dale una... Esta podría ser, a partir de las 4. Llamémosle "cita" al asunto.-

-¿Cita?.- se quejó ella de nuevo. El término le incomodaba.

-Perfecto.-

-¡Me niego!.- aulló el muchacho pelirrojo cuando se paraba de su silla.

-No creo que tengas una negociación mejor que esta.-murmuró Ishida manteniendo la calma en su voz y haciendo caso omiso a la reacciones de los otros dos. Shiba lucia en lo que cabía satisfecho.

-Trato hecho muchacho.- afirmó el de mayor edad cuando estrechaba el brazo con el de lentes.

Y Kuchiki sintió que el mundo se le venía, sintió que su opinión o lo que ella quisiese no valía, que todo se podría solucionar y firmar con un simple contacto entre manos, con un simple papel, con una simple firma. Pero lo más curioso es que aquella sensación últimamente se acoplaba a su vida diaria con tal naturalidad que incluso en la situación mas insignificante la venia venir. Se dejó caer sobre la silla, lo normal en ella seria que no se rindiera, que se opusiera a cualquier cosa que ellos le dijesen pero se preguntaba a ella misma si al fin de cuentas su esfuerzo valdría la pena. Entonces tuvo que figurar que no había de otra y esa era su única respuesta.

-Bien.- dijo Kaien cuando se dirigía a la puerta.- Aquí ya no hay nada que hablar, así que Kuchiki.- Ella le volteo a ver de reojo.- Nos vemos a las 5, después te diré donde.- Y un escalofrió recorrió el cuerpo de ella. La mirada de Kaien desnudaba, de eso nunca había tenido duda.

Ishida miró durante unos segundos el asiento de Kurosaki y después hacia su reloj. Las manecillas marcaban las 11:50 de la mañana, en ese momento se preguntó que hubiese hecho el idiota si hubiese estado presente, que hubiese dicho, si hubiese peleado o se hubiese quedado simplemente callado.


Y había algo en su interior que aun no estaba claro. Miraba sin mirar, sentía sin emoción, quería sin desear. El mundo a su alrededor le daba vueltas. Cuando se dio cuenta ya estaba perdido, lo sabía, lo odiaba, y de alguna forma enfermiza, le gustaba.

Su celular volvió a sonar de nuevo. Entonces vio en su pantalla la foto de Inoue, la foto en que ella llevaba puesto un traje de baño. Lucía linda, lo captaba, su novia era hermosa, lo entendía, su novia lo amaba... Lástima que él a ella no.

Contestó sin vacilar, algo que inevitablemente le resultó raro ya que ni si quiera se molestó cuando pudo escuchar su voz, tan diminuta y tierna como siempre, tan terriblemente cariñosa. Y hasta se sorprendió cuando en medio de las miles de cosas que ella le decía, y que por alguna extraña razón en ese instante no lograba figurar, estaba sonriendo.

La mayoría de la plática se basó en preguntas, la primera había sido la razón de su ausencia, la segunda en donde estaba y la tercera si iría a la escuela. El chico solo contestó la última, después le dijo que llegaría en unos minutos, que luego le explicaría, que no se preocupara, e increíblemente, al final de todo, le dijo que la quería. Después de eso colgó.

El ojimiel se rió. Probablemente Inoue estaría como una loca con la boca abierta. Hace meses que no se lo decía, y de hecho, ni si quiera recordaba cuando había sido la primera vez que lo había hecho y francamente ni la razón.

Ni si quiera sabía porque le habia mentido.

Levantó su mirada y se encontró con la puerta cerrada del baño. La mitad de su vida se basaba en mentiras y la prueba más reciente de ello era que en realidad si estaba en la escuela, solo que durante las últimas horas se la había pasado en otros rincones y recientemente en el puto sanitario.

Sonaba insultante, pero esa aquella era la jodida verdad.

Y entonces Kurosaki tiró una bolsita vacía a la taza antes de bajarle y de salir del compartimiento. Cuando abrió la puerta tuvo la suerte de encontrarse con la soledad. No había alumnos y eso le favorecía. Después se miró en el en el espejo y pudo notar un pequeño, casi imperceptible, cambio en él. No era mucho y ni era físico.

Se echó agua y se observó así mismo en su reflejo dibujar una bella sonrisa en su rostro. Sentía que no había nada en ese día que le pusiese de malas. Ni el giripollas de Kaien, ni la inútil de su novia, ni las zorras de su escuela. Hasta incluso pensaba que llegaría a ignorar con quien se la pasaría Rukia el resto del día.

Y de eso ni una mierda.

Cuando tuvo las intenciones de marcharse su adorable calma fue despojada en el momento en que la puerta de la entrada del baño de hombres se abría bruscamente. Ichigo observó a Ishida entrar y el de lentes hizo lo mismo con él.

Ninguno de los 2 pareció alarmarse con la presencia del otro.

-Hey...- Murmuró Uryu cuando le veía.- No te he visto durante todo el día.-

-Acabo de llegar.- contestó él, cerrando los ojos y volviéndolos a abrir para centrarse en su actuación. La verdad es que no era muy difícil, habían sido muchas veces en que había estado drogado en frente de su padre. Ishida le miró interrogante.-Dolor de cabeza.- le dijo adivinando la pregunta que rondaba por su mente.

-No sé si lo recuerdas...-

-¿Qué cosa?.-

-Pero teníamos una junta respecto a la subasta de ayer.-

-Ahh...-

Después de eso nadie musitó una palabra. Ishida quería decir algo, tenía la necesidad. Quizás la reacción de Kurosaki no había sido la adecuada o por lo menos la que él esperaba.-Eran a las 9:30, Kuchiki, Shiba y el chico pelirrojo estuvieron presentes.-

-Y eso quiere decir que yo fui el único que falto…. ¿Y los demás que se subastaron?.-

-Con ellos no hubo confusiones ni problemas.-

-¿Y...- guardó silencio por un momento, sintió ganas de reír y decidió que era mejor volver su vista hacia el lavamanos. La imagen de Ishida le daba vueltas.- En que han quedado?.-

-Una cita...- contestó con simpleza el chico de lentes, seguro de que aquello le arrebataría una mirada de enojo o alguna reacción negativa a su amigo.- Kuchiki-san lo aceptó al igual que Shiba...

–Ya veo.-

-Sera hoy.-

-Interesante.-

Y...

Nada. No paso nada.

Ni un arrebato de furia y ni una áspera expresión. Ichigo solo se estaba mirando al espejo con la total pinta de que aquello le valía una jodida mierda.

Cosa que en ese momento sucedía.

Uryu le miro extrañado, en medio de su serenidad había algo que no le cuadraba. -¿Te sientes bien?.- le preguntó cuando lo observaba abrir la llave y echarse agua de nuevo.

Kurosaki cerró la llave, no pudo evitarlo, dejó salir una pequeña risita.-¿Me veo enfermo o qué?.-

-No, nada de eso… Es solo que…-

-¿Solo que qué? ¿Qué no estoy diciendo nada de ese hijo de puta?.-

-Solo que te ves...-

-Estoy bien.- contestó cuando se componía de nuevo y se volteaba a verlo. Caminó hacia él después de secarse la cara.-De hecho, estoy mejor que nunca... Nos vemos entre clases Ishida.- masculló cuando pasaba a su lado y le daba unas leves palmaditas en la espalda.

-No olvides hablar con el pelirrojo ese.- Le dijo el otro antes de verlo salir por la puerta. No iba a negar que el aura que emanaba Kurosaki le provocaba una pequeña emoción distinta en el estomago, y en el aire, algo extraño, pero su mente no logró descifrar que era lo que pasaba.

Ichigo caminó solo unos cuantos metros fuera del baño cuando ya no lo pudo soportar. Se montó debajo de las escaleras y se dejó caer al piso, después de eso se echó a reír. La vida en ese instante literalmente le daba vueltas. Pero no se molestó en preocuparse, en 15 minutos o 20 estaría de nuevo normal.

Volvería al infierno.


-Kaien...-

Renji le miró casi insólito.-¿Qué acabas de decir?.-

Y Rukia definitivamente volvía a la realidad. El golpe fue duro, pero pudo soportarlo.- ¿He dicho algo?.-

-Acabas de pronunciar el nombre de ese conserje.-

Kuchiki supo que el muchacho estaba indignado cuando miro a su amigo, ella por su parte sentía una ola de sentimientos inadecuados al momento evadirla por completo. Su rostro se puso casi rojo y repentinamente decidió evadir todo contacto de ojos con el muchacho.- ¿Ahh... si?-

-Hasta se podría decir que lucias nostálgica...- Renji le miró de arriba hacia abajo y en su cabeza un solo pensamiento cruzó. Acababa de sentir algo muy similar a lo que llamaban "celos".- Rukia... No me digas que tú estás...-

-¿Pensando en la cita?.- terminó de decir la chica nerviosa. El pelirrojo lo negó en su interior, lo que él quiso decir no fue figurado, solo un poco acertado. Lo suyo había sido más extremo. - No es que estuviese pensando alegremente en ese bastardo, solo me estaba preguntando a donde carajos va a llevarme.-

-Es un maldito enfermo si queréis saber mi opinión Pero de algo puedes estar segura, si te lleva a un lugar de mierda para ti no volverá a ver el amanecer de nuevo.-

Renji siguió con su demostración de protección pero después de lo ultimo dicho ella volvió a perderse. Miró desde la ventana del quinto piso hacia el patio trasero y encontró al chico peleándose con un par de alumnos que al parecer acababan de ensuciar lo que el muchacho acababa de limpiar. No supo porque y ni en qué momento una leve sonrisa apareció en su rostro.

Francamente aquello no era buena señal.


Flash Back

Kuchiki suspiró, y levemente levantó su mirada cuando se encaminaba nerviosa ante la puerta. Los ojos de la otra chica no estaban posados sobre ella, pero seguía parada en el mismo lugar que antes.

-Te lo contare…- susurró Tatsuki de repente. Rukia dio un pequeño brinco cuando se giraba para mirarla de cerca y desentendida.-Te contare todo…-Un leve escalofrió le invadió a Kuchiki en el instante en que la otra le miraba.-Así que quédate y no hables hasta que termine.-

Y para ella, Kuchiki Rukia, su corazón se detuvo y sus pensamientos se tornaron a uno solo: Por fin conocería la condenada verdad que tanto le negaban.

Porque cada vez que le preguntaba a Kaien cual había sido su relación con Kurosaki él evadía el tema con enojo, a veces con nerviosismo y otras simplemente se mostraba indiferente. Porque cada vez que miraba y se ponía a analizar la relación de Orihime e Ichigo muchos puntos le resultaban ilógicos, podía admitir que las primeras veces que los había visto juntos había pensando que hacían bonita pareja, el chico parecía tratarla con cariño y la muchacha siempre le miraba con amor. Pero también podía admitir que de repente se daba cuenta del fingido amor que Ichigo siempre le brindaba a Inoue, no como si no la quisiese, si no como si nunca la hubiese visto como su novia. Porque de repente encontraba al chico siendo apático con ella con la excusa de que era lo mejor para Orihime sabiendo de antemano que le había dado a entender a Tatsuki que gustaba de ella y que ella lo había escuchado. Porque de repente la apartaba, la ignoraba, y en el otro segundo se peleaba con Shiba y le reclamaba sus relaciones con él. Porque de repente después de la obra volvía a su fachada de indiferencia y lo siguiente que pasaba era que la intentaba ganarla en la subasta. Porque de repente las últimas palabras cruzadas con él y lo ultimo dicho había sido bastante insinuante y perturbador.

La verdad es que, la chica estaba más confundida que nunca. Ya no podía seguir contando con los dedos de sus manos las veces en que había maldecido el haberse mudado ahí y haberlo conocido. Y con exactitud, haber desarrollado "esos sentimientos" hacia él.

- "Yo quiero ser más que un amigo…. "- Creyó volver a escuchar, pero antes de que volviese a perderse en el mar en que el que inevitablemente se encontraba sumergida la voz de Arizawa la sacó a la superficie.

-Debes de saber...- continuó Tatsuki.- Debes de saber que esto es...una historia muy complicada.-

-Esta bien.- masculló Kuchiki, dándose la vuelta para quedar frente a frente.- Tengo mucho tiempo...-

Arizawa cerró los ojos, era consciente de lo que estaba a punto de hacer, era consciente de que esto podría costar un gramo enorme de la confianza de Inoue hacia ella, era consciente de que lo que hacía, era lo correcto. Ishida la mayoría de veces tenía razón y el mero hecho de que ella se encontrase ahí era la prueba de ello.

La verdad es que , todo estaba de la mierda.

-Tenía 7 años cuando conocí a Ichigo...-comenzó a decir sin vacilar. Lo mejor sería comenzar con lo principal...

FIN DEL FLASH BACK


Kurosaki sintió un leve escalofrió subir por su columna. Cerró los ojos y su grata sorpresa fue encontrarse con la nada. Ya no había nada. Ni imágenes pavorosas del pasado o sin sentido, ni un pensamiento rodando en la cabeza y ningún comentario de cualquiera de sus amigos. Solo la nada. Hubiese deseado sentirse bien con la nueva emoción rondando por su cuerpo pero desde que tenía memoria odiaba la vaga sensación que la cocaína dejaba ya pasado su efecto.

Deseo otra raya, le apeteció tanto como un buen vaso de agua fría en pleno desierto lo hubiese hecho, pero sabía que por ayer en la noche y hoy ya había tenido suficiente. No es que fuese a volver a ella, esto era algo, llamémosle "rotundo". Lo necesario como para estar tranquilo por unos días, semanas, meses, años….

Él estaba limpio y eso era todo lo que contaba.

Después de eso sintió un aliento de la respuesta a todo casi llegarle y rozarle el cerebro casi en el momento en que los pasos que resonaban en el pasillo lo sacara de sus casillas. Ni si quiera necesitó echarle la vista por completo cuando ya predecía que era Kaien Shiba. El chico terminó por darse media vuelta en el camino contrario de donde estaba Shiba pero su evidente intención de evadirlo no fue desapercibida por el otro.

-Tranquilo, no te hare nada.-

Pero el ataque no le pilló desprevenido. Continúo su andanza en la misma velocidad sin vacilar ni por un momento.

Claro estaba, que aquello no se terminaba ahí.

-¿Ya te enteraste?.- La voz de Kaien resonó de nuevo casi con eco en el pasillo.- Voy a salir con Rukia.-

Ishida se lo había dicho e incluso en ese momento había adivinado que esto eventualmente sucedería, conocía a Kaien bastante bien.- ¿Y se supone que yo debería de estar celoso?.- Y él se detuvo en seco.

-No se...- continuó Kaien cuando se recargaba en la pared y encendía un cigarrillo.- No voy a ser yo el que va a ir a no sé dónde a hacer no sé qué con un hombre.-

-Puede que Rukia vaya a salir contigo.- el chico giró levemente su cuerpo para mirarlo.- Pero no significa que ella lo quiera así.-

-¿Y se supone que si tú la hubieses comprado ella si lo hubiese querido?.-

-Los hechos hablan por si solos...-

-¿Los hechos?.- soltó con mofo.- ¿Y se puede saber en qué clase de "hechos" te basas? Porque a mí solamente me dicen que ella ya no quiere saber nada de tí.-

-De eso que vas a saber tú… Solo eres un conserje que acaba de llegar hace un mes.-

-De eso no estoy muy seguro... -Ichigo le miro con reproche.- Tú sabes, nos hemos vuelto... muy "unidos".-

-No veo pruebas.- soltó cuando intentaba calmar las punzadas que comenzaba a sentir dentro de sí, la horrible sensación de una Rukia perdida en el abismo en el que Kaien la arrastraría.

-¿Entonces porque no me cuentas como fue tu manera de besarla?.- Afonía. Kurosaki no pudo evitar soltar su cara de sorpresa.- La mía fue...Increíble.-

Y la mente de Ichigo se invadió de ciertas imágenes. La primera de Shiba sobre ella hace unos días en el festival, la segunda fue el rostro y la mirada nerviosa de Rukia cuando él le había preguntado ayer si dejaba que el bastardo la tocase. Honestamente. Kurosaki no podía mantenerse tranquilo con el hijo de puta ahí. El chico le tomó por el cuello y lo empujó hacia la pared. Era débil ante él y sus tentaciones.

Y aquello lo hacía sentirse como un hijo de puta.

-¡Si te atreves a tocarla...-

-¿Qué?.- expresó con sorna. Kaien casi se echaba a reír cuando descubría lo fácil que era mentirle al chico.

-¡En ese mismo instante dejas de respirar!.-

-Suena a alguien que esta locamente enamorado.-

-Nadie merece a alguien como tú.-

-No me vengas con eso, no niego que soy un imbécil pero pareciera ser que siempre tienes ese puto ego rodeado a tu alrededor que no te deja ver que entre tú y yo no hay muchas diferencias ¿Cuántas veces no te lo he dicho?.-

-Yo no soy un puto drogadicto.-

-Y Yo no soy un puto violador.- Un punto bajo. El agarre de Ichigo se hizo escaso.-¿Acaso tú estuviste ahí cuando Rukia lo necesitaba?.- Shiba sonrió.- ¿Tú la protegiste?.- Afonía.- ... Yo fui quien se encargó de cuidarla cuando por tú culpa todos se pusieron en su contra, cuando por ti las pequeñas zorras de la escuela descubrieron que era divertido molestarla. Yo estuve ahí para ella, yo la protegí.-

-¡Yo también lo hice! ¿Tú que vas a saber de nosotros?.-

-¿"Nosotros"?¿Y qué son precisamente ustedes idiota? ¿Amantes? lo dudo, ¿amigos? No lo creo. Si fueses o te acercaras a cualquiera de esas 2 opciones entonces tú y yo ni si quiera estuviéramos teniendo esta pequeña charla.-

-¿Qué demonios quieres Kaien? ¿Por qué de una buena vez no me lo dices? Apareces después un año y lo único que haces hasta la fecha es joder. ¿Buscas venganza?¿Quieres dinero? ¿Quieres chantajearme y utilizas a Rukia?.-

- No todo alrededor gira en torno a ti cabeza de zanahoria.- Shiba le dio otra calada al cigarro y dejó salir el humo directo al rostro del chico.- ¿Nunca has pensado en la posibilidad de que solo soy un hijo de puta que consiguió trabajo de conserje en tu puta escuela? Que miró a Kuchiki y cuando lo hizo le gustó lo que vio... Sé que lo sabes idiota, ella no es ¿Como decirlo? Una chica con la que uno se topa frecuentemente al diario. Ella es especial.-

-¿Qué podrías saber tú de ella?.-

-El tiempo en que tú la has conocido y el tiempo en que yo lo he hecho no es de mucha diferencia. Tú no eres bueno para ella. Imaginemos su vida sin ti. Hubiese tenido amigas, hubiese tenido pretendientes, hubiese tenido una vida normal y feliz. Ó imaginemos una vida si tú hubieses dejado a la llorona que tienes de novia y hubieses sido lo suficiente hombre para enfrentar lo que te sucedía con ella. La oportunidad se te presentó Kurosaki y tú no hiciste nada más que darle la espalda. Sería mejor si te quitas del camino y dejas que los demás arreglen el desastre que has hecho.-

-¿Y se supone que tú vas a hacer eso?.-

-Dime tú si yo la he lastimado. Dime tú si yo la he hecho llorar.-

Silencio.

Afonía.

Contempló aquel insecto mugriento y se sintió llenó de odio. Ichigo quiso abrir su boca, quiso abrirla y decirle sus verdades. Pero todo parecía apuntar a que no podía hacerlo, a que se había quedado inmóvil, sin una maldita palabra ni pizca de ingenio y a que Shiba era quien se las decía.

Kaien se acercó él con un claro destello de victoria en sus ojos. - No pienso tocarla….- Ichigo le miró seriamente.- Claro está, al menos que ella así lo quiera o las circunstancias de esta noche hagan que suceda.- Shiba paso a su lado.- Debes de recordar Kurosaki, que tú y yo compartíamos los mismos gustos hacia las mujeres, y eso, no ha cambiado hasta la fecha, si sabes a lo que me refiero.-

Y después de eso se marchó.

Kurosaki siempre había escuchado que la verdad dolía, pero era de las primeras veces que sentía que aquella oración cobraba vida de esa manera. Se tragó la impotencia, se tragó las ganas de golpearlo, se tragó, como siempre, sus sentimientos. Todo por una giripollas razón.

Él estaba en lo correcto.


Flash Back

Y al cabo de una hora, al final de cuentas, Tatsuki le había dado vueltas al mismo rollo. Le había explicado que Inoue, Ichigo y ella eran amigos desde la infancia, que se habían llevado bien hasta que la actitud del Kurosaki había cambiado drásticamente después de la muerte de su mamá. Que en la secundaria se había vuelto un chico "muy problemático" y que había acabado mal con ellas poco antes de la muerte del hermano de Inoue. Que Inoue siempre había estado enamorado de él y que hubo un día en que la chica había intentado hacer algo muy malo, cosa que tampoco le explico con exactitud, y que Kurosaki la había ayudado a salir adelante. Que ellos dos se habían hecho novios al principio de la preparatoria y que la razón del porque el idiota odiaba a Kaien era porque le echaba la culpa de muchos de sus errores.

Le contó todo eso y un poco mas, pero nunca entró en detalles, todo por encima, parecía asustada y como si no se quisiera precipitar.

Y aunque Rukia, al fin de cuentas solo se había enterado de unas cuantas cosas más, agradeció lo cometido. Se desilusionó un poco pero no se quejó. Después de que Tatsuki se marchara con la llamada de su maestro de Kendo, Kuchiki solo se preguntó una cosa...

¿Cómo es que ella se había envuelto en una situación tan problemática como aquella? ¿Había sido coincidencia o su simple destino?.

Rukia no se pudo contestar. Y aquello en algún sentido le agobiaba. Después decidió que era mejor irse antes de que oscureciera más y su hermano se preocupase.

Y entonces recordó que su vida en Tokio aunque fuese relativamente sencilla había sido muchísimo más tranquila.

Deseo volver a ese lugar.

FIN DEL FLASH BACK


Y ahora Kuchiki se marchaba, y le había dejado sus suspiros grabados en su cabeza para que se divirtiera. Renji maldijo en voz baja y se frustró cuando hace dos horas había observado como ella entraba a sus clases y como era el sentir las miradas penetrantes sobre ellos dos. Rukia le había explicado que eran muy habladores en la escuela y que la gente solía agarrar como plato principal todo lo relacionado con ella y con quien se metía, pero Renji le había dicho que no se preocupase, que aquello cambiaría cuando él entrase a su escuela e incluso se había guardado para si el comentario de que seguramente estaba exagerando.

La desilusión fue en el momento en que la acompañó a su salón y verificó lo dicho por la morena. La gente metía sus narices en lo que no le importaba.

Ahora acababa de salir de la oficina del director, su supuesta presencia en la escuela solo se debía a ver cómo iban sus papeles de transferencia y a la junta que el chico de lentes había hecho. Claro estaba que la razón más evidente era que todo aquello solo era una excusa para estar con Rukia. Normalmente los papeleos durarían semanas pero gracias a las influencias de Kuchiki Byakuya todo se volvía más fácil. Claro estaba que, aquel empujoncito por parte del mayor no le iba a salir gratis.

Renji Abarai suspiró agobiado y después sintió un largo escalofrió recorrer su columna cuando una mano salía de la nada y lo empujaba hasta los adentros de un salón de clases. Cuando abrió los ojos en el suelo miró a un chico peli naranja cerrar la puerta tras de sí y voltear a verlo con la mas horrenda cara que había presenciado en su vida.

-¿Quién demonios eres tú?.-soltó él con su mejor tono de defensa.

-Eso es lo que a mí me gustaría saberlo.- áspero Ichigo cuando le miraba pararse y limpiar su cuerpo. El salón de clases era viejo y sucio, los dos perfectos factores para todo aquel que buscase un poco de intimidad.- No me digas que no puedes ni reconocer al bastardo que compraste en la subasta de ayer.-

.- ¿¡Tú...-

-¡Si!, soy yo cara de mono.- Ichigo se cruzó de brazos.- Soy el mismo al que confundiste por la enana grandísimo idiota.-

-¿¡Enana! ¡Su nombre es Kuchiki Rukia y mi maldito nombre es...-

-¡Lo que sea! Solo quiero saber una puta cosa.-Kurosaki se acercó a él bruscamente.- Mira, no tiene sentido decirme que conoces a Rukia porque es más que evidente y no vengo precisamente a reclamarte por lo sucedido.- Renji le miró confuso.- Estoy aquí por asuntos menos superficiales que eso.-

-No me digas que eres gay y que realmente quieres la ci...-

-¡Te recuerdo que yo soy el que tiene novia!.- dejó salir el chico sin pensarlo, después se maldijo mentalmente por lo dicho. ¡Como si estuviese orgulloso o feliz de tenerla!.

-¡Cabron! ¡Y aún así intentaste comprar a Ru...-

-No nos metamos en cosas estúpidas como esas. Escucha cara de mono...-

-¡Deja de decirme cara de mono cabeza de estropajo! Mi nombre es Renji Abarai, ¿Entiendes? RENJI ABARAI.-

-si, si, lo que digas… El punto aquí es que la enana va a salir con un total hijo de puta.-

-¡No me lo digas!.- soltó Renji irónicamente, y entonces Kurosaki supo que ya conocía a Kaien, predijo que seguramente había sido durante la reunión y como eran muy evidentes las intenciones del pelirrojo hacia la Kuchiki no tuvo problemas en adivinar que por eso comenzaba a tenerle recelo a Shiba.

-¿Sabes a donde la llevara?.-

-Solo sé que quedaron de verse a las 5 afuera de un centro comercial pero ¿Qué demonios tiene Rukia que ver contigo?.-

-Ella no es la que me interesa, lo que pasa aquí es que cualquiera que conociera a Kaien Shiba de la manera en que yo lo hago se preocuparía por la integridad de las demás personas cuando están con él.-

-¿Entonces...-

-Entonces estoy aquí para proponerte algo...-


Una mirada puesta sobre la chica, después de eso, unas millones.

Los hombres se sonrojaban y volvían a la realidad cuando eran alcanzados por los puños de sus novias. Uno que otro le susurraba cosas incoherentes para ella. La chica fingía que toda esa atención no era para ella en el momento en que 2 salían de la nada y le acosaban no solo con los ojos.

Entonces Kuchiki Rukia supo que había sido mala idea el arreglarse. El colmo era que solamente se había puesto un poco de maquillaje y había arreglado un poco su cabello. La culpa lo tenía el uniforme de la escuela que no lograba resaltar las curvas que siempre habían estado ahí y nadie se había molestado en observar.

Pero la verdad ¿A quién carajos le importaba?.

-¿No quieres intercambiar correos?.-le dijo uno de ellos.

Kuchiki lo volvió a negar con la cabeza. Los tipos eran altos.

-¿Y entonces cual es el objetivo de estar aquí tan solita?.- cuestionó el otro cuando se acercaba más.

-No te incumbe.-

-¿Tu novio te ha dejado plantada?.-

-No te interesa.-

-¿No quisieras venir con nosotros?.-

-Ni muerta lo haría. .-

Tentador, insinuador, encantadoramente... una mierda.

El chico levantó una mirada cuando divisaba eso a la distancia. Movía el pie con desesperación y aun cierto ritmo. El pelirrojo no se apuraba y lo único que hacía era estar maldiciendo por lo bajo .

-Dámelo.- le susurró aun de cuclillas al otro, estirando la mano en espera de los binoculares.

Renji no le dio ni una pizca de atención.

-¡Oye...-

-...-

-¡HEY...-

-...-

-¡Es mi turno carajo!.- exclamó Ichigo mientras le golpeaba e iniciaba una pelea por el artefacto que le permitía ver a primera fila las acciones que los volvería a ambos, aunque se negaran, locos de celos. Rió con satisfacción cuando logró quitárselo y mirar a la Kuchiki.

La verdad es que, no le gustó nada de lo que vio.

Una mirada imperceptible, fugaz y analítica. Cada gesto, cada movimiento, cada palabra que parecía pronunciar por el movimiento de sus labios, todo le molestaba y provocaba un incómodo dolor de estómago distinto a todo aquel que había sentido antes. Uno más fuerte y profundo que asomaba los aires de impaciencia que se apoderaban de él sin que lo quisiese.

-¿Qué te pasa?.- cuestionó su cómplice cuando miraba la expresión del chaval que lucía muy difícil de apreciar.

Kurosaki tragó saliva cuando se encontraba así mismo pensando en lo encantadora que se veía Rukia, así como se ahogó en la envidia cuando se daba cuenta del detalle que más le dolía...

La chica se había puesto bonita para Kaien Shiba.

-¡Se acabó tu turno! Además esto no tiene sentido, si a ti lo que te molesta es el otro giripollas ¿Entonces por qué te molestaste tanto en ver si él no ha llega...-

-¡Mierda!.- soltó Kurosaki casi en un grito.

Kuchiki ni si quiera retrocedió cuando el muchacho estaba a 5 centímetros de su rostro y el otro se ponía por detrás de ella. A decir verdad ni si quiera mostraba algún pavor en sus ojos. Ichigo no iba a negar que la chiquilla tuviera agallas, como tampoco que eso era parte de lo que siempre le había gustado de ella y que la mayoría de veces detestara, ya que , así como las tenía, no se dejaba así misma pedir ayuda.

-Si no vienes con nosotras preciosa, vamos a hacerte cosas muy malas enfrente de todos...- le susurró el de frente, levantando su mano para tocarle el rostro. Kuchiki lo retó con la mirada.

Un respiro furioso y una mirada de coraje contenido.

Kurosaki dio exactamente cuatro pasos furiosos y veloces en dirección a ellos antes de paralizarse bruscamente en la interrupción de otro.

La mano del chico fue detenido antes de que tocara el rostro de Rukia por alguien mucho más grande que ambos chicos. Rukia levantó la mirada y encontró a la persona menos indicada.

-¿Se puede saber que carajos están haciendo ?.- dejó salir Shiba con los ojos hechos un demonio. Los muchachos le miraron con recelo, ocultando en la superficie el acelerado corazón que comenzaba a palpitar dentro de ellos. -¿No me lo van a decir?...- Kaien dibujó una sonrisa en su rostro.- ¿ Ó es que la puta boca ya no les sirve de tanto mamársela el uno al otro?.-

Rukia le miró en ese momento con más atención y pudo percibir el miedo en los otros dos.

-¿Dices que eres su novio?.-

-Kaien Shiba.- fue lo único que pronunció. Y para ellos, les fue suficiente.

Kuchiki no notó la mirada de pavor en ese instante de los chicos, ni tampoco el leve temblor en sus cuerpo, lo único que pudo divisar fue como la mano de Kaien, tras arrojar bruscamente contra el otro al muchacho que anteriormente tenía sujeto, la tomaba a ella y le abrazaba desde la espalda.

-Ni se les ocurra volver a tocarla. Ella es mía.-

Y los otros chicos se echaron a correr.

Kuchiki sintió su corazón acelerado justo en ese instante, cuando sentía la respiración del muchacho sobre su rostro y rozaba casi sus labios.

Kurosaki Ichigo se ocultó tras un muro y dejó salir un pequeño arranque de ira contra la pared.

El chico le tocaba su cabello, el chico le tomaba de la mano, el chico le sonreía muy a su manera. Ahí estaba de nuevo. Y entonces todo fue muy claro para él. Parecía que su lugar en Rukia había sido remplazado.

Me huele a celos….- dice el otro hombre lejos del que está observando. Los binoculares le permitían una vista de primera fila.

-No….-corrigió la chica que estaba con él.- Huele a sangre.-

Él la miró de reojo.

-¿Sangre de quién?.-

-Eso no lo sé con certeza…. Puede ser tuya o puede ser de él.

-Te lo dije...- . Su compañera pareció balbucearle algunas cosas. Él no entendió ni la mitad de ellas.- Lo único que tenemos que hacer a partir de aquí es esperar.-

-¿Qué cosa?.- Soltó Tatsuki cuando en distancia veía al pelirrojo unirse con el Kurosaki y a la "feliz pareja" marchándose.

-A que todo se desenvuelva como es debido...-

La chica echó los ojos hacía atrás.- Ishida...- expresó caminando sigilosamente junto a él a distancia de los otros dos chicos que perseguían en lo oculto a Kuchiki.- A veces pienso que mucha de las cosas que dices no tiene sentido.-

-Y vete aquí junto a mi lado siguiéndoles.-


Kaien Shiba se hastió cuando miraba a una Kuchiki supuestamente indignada y cogida de hombros caminando a dos pasos sobre él. El chico dejó salir un chasquido para luego echarle una vista al panorama que tenía frente a sus ojos.

Kuchiki llevaba puesto una falda a la cintura que se veía bastante encantadora con la blusa acuerpada que tenia encima. La verdad es que sus caderas se movían de maravilla cuando caminaba así como su pelo peinado en una trenza mal hecha que danzaba con el aire. El chico se sonrió así mismo en uno de los momentos en que Kuchiki volteaba a verlo reclamándole los últimos sucesos y descubría que se había puesto algo de maquillaje.

Rukia lucía bonita. Pero la verdad era que él prefería a la chica despeinada y al natural con el uniforme.

-Oye tonta.- bramó cuando la tomaba del brazo y la giraba hacia él.- Estas caminando cuando ni si quiera sabes a donde vamos.-

-¿A dónde carajos...-

Shiba puso su mano sobre sus labios mientras sonreía.- Lo siento, pero, si vas a ser mi cita vamos a ir a el lugar que yo quiera y a donde yo quiera. Al menos claro, que quieras que el precio de la subasta se prolongue por dos días.-

-¡Acepte venir aquí porque no tenía otra opción!.- Kuchiki le quitó su mano en un golpe.-Que eso te quede bien claro.-

-Entonces dime...- Shiba la tomó de las caderas y la atrajo hacia él.- Si era algo terriblemente insoportable de hacer...- tomó su rostro.-¿Cual es la razón del esmerarte tanto en arreglarte para mí?.- Y ese fue la gota que derramó el vaso. Kuchiki Rukia sintió su sangre calentarse y subirse hasta su cabeza. Shiba solo la acababa de soltar y había comenzado a caminar de nuevo hacia otra dirección.

-¡Yo…-

-No me interesa…-

-¿Se puede saber a dónde vamos?.- preguntó cuándo alcanzaba el ritmo del conserje. El chico la volteo a ver medio divertido cuando sacaba dos boletos de su bolsillo.- ¿Qué es eso?.-

-¿Qué no lo ves?

-Si lo hiciera no preguntaría.-

-boletos.-

-¿Boletos?.-

-Ya que lleguemos ahí tu lo sabrás preciosa.-


-No puedo entenderlo.-

-Yo tampoco…-

-Es que…- Ishida se acomodó los lentes.- Juraba que la llevaría al cine.-

-¿Y qué tiene de especial eso?.-

-¿No lo entiendes Tatsuki? El cine tiene los factores perfectos para lo que un chico como Shiba busca. Es oscuro y todo el tiempo mantienes a la persona a tu lado.-

-Por la manera en que lo dices parece como si tú ya lo hubieses aplicado.-

-Eso es esencial, cualquiera lo deduce. Pero… - Uryu observó la colorida entrada y la enorme fila para entrar al lugar.- Este tipo de lugares pueden significar muchas cosas…-

-¿Sabes que es lo que yo no entiendo Ishida?.- Arizawa se detuvo cabreada.- ¡Que yo haya aceptado a hacer esto!.-


Las dulces melodías que desataban los diferentes juegos combinados. Las risas y los gritos. El dulce aroma y el pobre encargado de limpiar los vómitos de la gente. Las manzanas acarameladas, los algodones de azúcar y todas las golosinas que quisiese comer.

Kuchiki tuvo que parpadear y pellizcarse varias veces para poder darse cuenta de que no estaba dormida y estaba teniendo un buen sueño de lo que podría ser el paraíso. Incluso ahogó un grito cuando a la lejanía vio una botarga de chappy el conejo bailando con unos niños.

La chica se contuvo e imitó su mejor cara de serenidad.

Y aquello marcó el principio de todo.

.- ¿Parque de diversiones, Eh?.-repitió en un tono que no disfrutó en usar.

-¿Qué tiene de malo?.-

-¡Nada!.- se apresuró a decir antes de que el chico se diera cuenta del nerviosismos impregnado en su mirada.

-Rukia...No me digas que le tienes miedo a los juegos.-

-Nada de eso.-

-¿Entonces?.-

-Ya te dije que no tiene nada de malo, solo que hace mucho tiempo que no voy a un parque de estos.-

-Estas mintiendo.-

- ¿Ah si? ¿Y cómo tú sabrías cuando yo miento?.-

-Porque cada vez que lo haces tiendes a tomar tú cabello y encogerte de hombros justo de la manera en que lo estás haciendo.-

-Mentira.- soltó la chica cuando se paraba derecha y dejaba ir el mechón de pelo que había tomado con su mano derecha.

-Rukia...- volvió a intentar el muchacho en la segunda idea que le cruzaba por la mente.- No será que...-La chica dejó de mirarlo y prosiguió con lo suyo, él la seguía a su lado.-¿No será que esta es tu primera vez en un parque de diversiones?.-

Y Kuchiki se detuvo bruscamente.

Justo en el blanco.

Entonces Kurosaki Ichigo sintió un hueco en el estómago cuando, ignorando las posibles pláticas entre los dos muchachos, se dedicaba a observar el lugar donde estaban y lo que ella llevaba puesto junto con cierto conejo sobre su cabellera, el mismo que ella había usado en el campamento la vez en que él la había intentado de besarla.

Sintió su corazón diferente.

¿Usar el mismo prendedor representaba que estar con Shiba en ese momento era algo importante?.¿Mera coincidencia?.

-¡Tonterías!.- Exclamó Rukia. No pudo evitarlo. Hubo un terrible hormigueo en su estómago, algo muy parecido a la ansiedad y la emoción. – No creas Kaien que este lugar repleto de boberías para niños va a funcionar en alguien como Kuchiki Ru…-

Para ser honesta, en el instante en que la botarga del conejo comenzó a acercarse, todo aquello se fue a la basura. La siguiente escena fue compuesta de Shiba corriendo detrás de la misma chica que estaba como loca encima del conejo.

Vale. ¿Qué tan malo era que a su edad jamás hubiese ido a un parque de esos?.-


-Vaya Idiota.-

-Vaya imbécil.-

-¿A quién carajos se le ocurriría traer a alguien aquí como una maldita cita?.-

Kurosaki miró a su alrededor después de haber escuchado decir a Renji aquello y fue el colmo cuando descubrió a más de 5 felices parejas ocupadas haciendo lo suyo.- Como sea…- susurró enojado cuando se descubría a si mismo con una sonrisa en el instante en que divisaba la escena de ella y el conejo.- Iré al baño.-

-¿Y si ellos se mueven y tú aun no regresas?.-

-Mírala… solo están con ese estúpido conejo.-.

-Sería mejor que te aguantaras.-

.- ¿Y qué carajos importa si ellos se van? Solo estan…-

-Tú eres aquí el único que ha querido perseguirla.-

-Y es sarcasmo que tú me hayas apoyado tan fielmente en la idea.-

-Eso… Eso es diferente ¿Qué relación tienes tú con ella?.-

Kurosaki se detuvo en seco, el otro chico tuvo la sensación de que el chico se encogió de hombros, aun cuando realmente no lo hizo.

-Ya te dije que el que me interesa es Shiba, ella…..- las palabras rozaron su boca- Olvídalo.- pero no existieron las fuerzas de sacarlas.


¿Cómo había llegado hasta ahí?.

Ella se había negado, había protestado y hasta se había aferrado al conejo para que él no la llevara. Pero todo parecía apuntar a que su fuerza y sus ganas no significaban nada para el otro muchacho.

Y ahí estaba, al borde de lo que sería su corta y patética vida, no había hecho nada relevante y tenía una vaga sensación de haberlo hecho todo mal.

Francamente. ¿Cómo carajos había terminado aceptado meterse en aquella estúpida casa de terror?.

-Deja de exagerar ¿Quieres?. No es como si las cosas que suceden aquí fuesen de verdad. –Kuchiki se hizo pequeña cuando se dio cuenta de que estaba a unos centímetros y unos cuantos segundos de que ellos fueran la siguiente pareja en entrar.-De todas formas estoy aquí.-

-Como si eso ayudara.-

Shiba la miró de reojo.

-Por favor pasen.- les indicó el muchacho de la entrada.

Kuchiki en ese instante se paralizó.

-Es su turno…- repitió el chaval cuando pasaban 2 minutos y ellos no hacían nada.

Kaien sonrió con pequeñez.-No te preocupes.- Le dijo a Rukia cuando la tomaba de su mano. La chica se sobresaltó por el movimiento. Después de eso no se atrevió a mirarlo a la cara. Shiba interpretó aquello como algo positivo y sostuvo su mano con firmeza.- Vamos.-

Ambos chicos comenzaron a caminar.

Rukia pensó que aquello estaba bien mientras estuvieran ahí adentro. Si se mostraba orgullosa creía que algo parecido a lo ocurrido la vez anterior sucedería. Aunque…

Kuchiki cerró los ojos cuando entraba a una nueva habitación y segundos después sintió la cercanía del muchacho con ella.

Esta vez, la proximidad con Kaien no le molestaba tanto.


-¿No debería estar Kurosaki ahí dentro con ellos?.-

El muchacho de lentes buscó a su alrededor pero de nuevo volvió a encontrar solo al pelirrojo afuera del juego al que acababan de entrar Kaien y Rukia.

-Tal vez desistió…- murmuró la chica desinteresada mientras mordía una rebanada de pizza que acababa de comprar.

Ishida entrecerró los ojos y divagó su mente en otro punto. Ciertamente no lo creía.


El chico miró molesto a la pantalla de su celular.

"Kurosaki-kun"…

Orihime Inoue / enviado a las 19:45 hrs.

Vaciló unos momentos en contestarle. Después creyó que no le convenía.

"¿Qué sucede?"

"Estaba pensando en si hoy pudiéramos…"

"Lo siento. Ando en algo importante."

"Kurosaki-kun… Perdóname."

"¿De qué hablas?.

"La última vez que hablamos…."

"Olvídalo. No tiene importancia"

"Pero…"

"Solo olvídalo"

Ichigo metió su celular de nuevo a su bolsillo y se lavó las manos. Cuando miraba su reflejo en el espejo del baño él mismo podía notar su mal humor impregnado en su cara, en sus ojos, en todos lados. Sintió una vibración y con eso supo que le acababa de llegar otro mensaje. Abrió su celular enojado, a punto de comenzar a escribir la respuesta para Inoue que le acababa de rozar por la mente. Pero en el instante en que miró la pantalla se dio cuenta de que se trataba de otro persona.

Miró en la pantalla, y sintió un leve escalofrió por su cuerpo. Dudo en hacerlo, pero al fin de cuentas lo hizo. El chico presionó en "Leer".

Sosuke Aizen

"Habrá noche de coctel, ¿Quieres que te mande la dirección? Y si no recuerdas lo que significa te lo diré en 2 palabras: Un chute y una buena vagina en donde meter la polla."

Sintió algo muy extraño en el pecho y en el corazón. Por unos segundos se sintió vivo e incrustado en alguna escena del pasado, donde esos mensajes eran habituales y cotidianos. Pero a diferencia de ahora, sentía que el pánico lo invadía casi al momento.

Cerró su celular y salió deprisa del baño. Quería y tenía todas las intenciones de ignorar aquello. Lo mejor sería concentrarse en Rukia.


-¿Vez? Te he dicho que no sería tan malo.-

Kuchiki no sabía si echarse a reír o echarse a llorar por lo último que acababa de escuchar. La chica estaba pálida y tenía los nervios y la presión altamente elevada. La idea de que un horrible hombre deforme con una motosierra le persiguiera no le había causado la gracia que a Shiba le había hecho. Tuvo que sentarse en una banca para lidiar con sus recientes emociones.

-Si claro…-

-¿A cuál quieres montarte ahora?.-

-Lo dices en un tono como si fueses alguien amable.-

-¿Y no lo soy?.-

-Solo… Solo quiero sentarme aquí y ya ¿Ok? Sin nada de monstruos, sin nada de truenos, ni alturas, ni cosas extremos. Solo sentarme aquí y pasar el rato hasta que pueda largarme a mi casa.-

-¡Ah si claro! Como tú no has sido la que ha pagado por todo esto.

-Yo no quería nada de esto en primer lugar.-

-Te recuerdo que lo que tú quieras no valía en un principio, eres mi premio ¿O ya lo olvidaste?.-

-No soy un premio y ni si quiera yo sabía que estaría en esa estúpida subasta, ¡Demonios! Voy a golpear a Ishida.-

-¿No sabes decir gracias o qué?.-

-¿Y porque carajos debería dártela?.-

- Esto es el colmo.- Shiba volteo hacia su izquierda y se dio cuenta de un detalle. Iba a echarse a reír pero si lo hacía todo se iba a ir a la basura.

-El como es que…- siguió Kuchiki.

-¿Sabes? Me gusta molestarte porque te vez sexy mientras me gritas.- Kaien tomó su mano y sonrió a su manera cuando la atraía hacia si.

La chica se salió de sus casillas. Y un rubor de gran magnitud se extendió sobre su rostro.

-Grandísimo hijo de puta.- susurró para sí Ichigo. La imagen que observaba a lo lejos le causaba un dolor que últimamente percibía con más frecuencia en su estomago.

Lo que hacía era imposible. Y ahora ya no podía dejar de verlos ni pensar en ello. Aun cuando se había jurado a si mismo ignorarlo esos detalles.

Shiba comenzó a reír cuando de reojo, por milésimas de segundos, divisaba a su izquierda a lejanía a Kurosaki y su semblante de celos. Lo suyo era mera actuación pésima y parecía que había funcionado a la perfección. Soltó a la chica y Rukia se mostró confundida por todo.- Era broma.- le dijo este mientras se seguía riendo.- Y parece que te las creído.-

-¡Eres un idiota por el amor de Dios!.-

Y aquello fue como una daga punzante que acuchilló su corazón.

-Grandísimo hijo de puta.-vuelve a repetir Ichigo. Y mira como le sonreí, de alguna manera con más cariño que a él le hubiese mostrado. La manera en que se comportaba con él. La manera en que se vestía para él. ¿Qué significaban todas esas señales?.

Ichigo gruñó por tercera vez cuando se dio la media vuelta y decidió lo inevitable. – Me largo.-

Renji le miró sorprendido.- Pero si…-

-Me importa una mierda lo que le suceda a esos 2..- y les miró de nuevo.- Solo son un par de estúpidos divirtiéndose.-Abarai le observó con detalle, Kurosaki lucia de alguna manera dolido.

."-Tú sabes, nos hemos vuelto... muy unidos.-"

-Que se jodan….-terminó susurrando para si.

Le dolía ver Shiba feliz con ella. Le dolía que ella compártase risas con él. Le dolía su relación.

Mandó todo a la mierda. Después de eso se marchó. Lo primero que pensó fue en algún lugar en donde entretenerse. Lo segundo fueron en sus emociones, y lo tercero lo olvidó. Cuando menos se dio cuenta ya se había alejado lo suficiente de ellos.


La verdad era que, pese a todo, no admitiría que estaba equivocada. Eso sencillamente no iba de la mano con su personalidad ni su apellido. Pero tampoco iba decir que el haberse subido a todas esas atracciones le había resultado fascinante y le habían hecho nacer emociones que no había sentido antes.

Debía de admitir que haber estado escuchando la risa de Kaien todo este tiempo a su lado, se estuviese riendo de ella o no, había sido agradable.

-Necesito descansar.-.

-¿Quieres comer algo?.-

-Son casi las 9…-

-No me digas que tu hermano te ha dado un toque de queda.-

-No suelo comer a esta hora.-

- Unas sencillas bolas de arroz estaría bien entonces.-

-¿Bolas de arroz?.-

-¿Qué no me habías dicho que eran tu comida favorita?.-La chica se detuvo en seco. – Estuve investigando, descubrí que había un lugar bueno y no muy caro y después me di cuenta de que había un parque de diversiones cerca. Dos pájaros de un tiro.- Cuando Kaien se dio cuenta de que la chica estaba a metros detrás de él se detuvo.- ¿Rukia?.-

Kuchiki le miró por unos segundos, Kaien percibió en ella algo diferente. Y para suerte de ella, él no pudo notar el leve sonrojo que tenía ella impregnado en sus mejillas.

-¿Qué se supone que significa esa tonta cara tuya?.-

Rukia bajó su rostro y caminó por delante de él. – No te quejes si me gasto todo lo que hay en tus bolsillos. –

Después de eso Shiba sonrió. En lo que iba del día iba perfecto, y lo que venía después de la cena seguramente sería mucho mejor. De repente, sintió una pequeña vibración en su celular. Sin dudarlo abrió el mensaje que le acababa de llegar y después miró de nuevo la hora en su reloj. Levantó la mirada y se encontró con la silueta de Rukia a metros de distancia.

-Rukia… Espera…- le dijo cuando la alcanzaba.- Hay un pequeño inconveniente con esto.- La chica le miro de reojo interrogativa.- Tendré que pasarme a la casa de un amigo antes, ¿Esta bien? No vive muy lejos.-

-Como sea.-

-Solo que… Va a tener una fiesta en su casa, así que no te asustes si ves muchas bebidas y un montón de… -

-Tú eres el borracho aquí, es de esperarse que fuera tu amigo. –

-Solo tomemos un taxi y ya, ¿Si?.-


-Definitivamente resultó ser una desilusión.-

-¿Qué esperabas? Drama y más drama, gritos, ¿lágrimas?. Esto no es una novela Ishida. El idiota se largó y ellos se fugaron a no se donde.-

-Pero Abarai-san les siguió la pista. ¿Por qué Kurosaki…-

-¿Qué carajos voy a saber yo? Estoy cansada y creo que ha sido de mis peores días, si tanto quieres saber a dónde van ¿por qué no vas y se lo preguntas por ti mismo? Yo ya me largo. Hasta mañana.-

-Adiós…- susurró Ishida cuando miraba a lo lejos a la Kuchiki treparse al taxi y a Renji mirándoles extrañado. El chico acomodó sus lentes y suspiró cansado.

No había sucedido nada de lo que esperaba. Parecía que otro plan suyo improvisado había fracasado. Las cuentas seguían siendo las mismas y la realidad y los hechos no paraban de gritar lo idiota que era Kurosaki la mayoría de veces.

¿El resultado? Una mierda.


Pues no, no era simple y el estaba más que confundido.

Kurosaki caminaba por una calle extensa cuando se detuvo sin pensarlo a observar lo que le rodeaba. No supo cuanto tiempo había pasado desde entonces pero de lo que sí estaba seguro es que las respuestas a sus preguntas no estaban ahí afuera, flotando en alguna parte del aire y tenía la vaga sensación y la imaginación de una realidad en donde él se encontraba, por alguna extraña razón, en los pasillos de su escuela. Cuando vio hacia las jardineras se vio así mismo en el año pasado junto con Inoue ahí, platicando con el resto de su grupo, pudo incluso notar como de él de vez en cuando fingía ciertas sonrisas y el resto en sí de algunas emociones. Cuando devolvió su vista a los desérticos pasillos casi juraba haber escuchado sus propios pasos mezclarse en una perfecta sinfonía con los de su novia, cuando escuchaba su propia risa resonando en el umbral con las de sus amigos. Y cuando miró hacia la entrada de la escuela se observó así mismo al principio de este año entrar y saludar a su brusca manera a todo aquel que lo saludara.

Chico prodigio, casi perfecto, apuesto, dentadura completa, buena familia y una condenada personalidad atrayente tanto como para hombres como para mujeres. Sonrío. Estaba seguro que podía conseguir cualquier cosa que quisiese y podía poner de ejemplo la virginidad de alguna chiquilla en menos de 2 días, y aquello era francamente una exageración de tiempo. Vale, no iba a negar que hasta hace un año su vida se había vuelto en lo que cabía normal, monótona. E incluso podía admitir que era feliz. La gente le quería, la mayoría de mujeres estaba detrás de él, tenía buenos amigos y una novia muy hermosa. Pura felicidad, semejante a lo que cualquier joven de 17 años pudiese pedir.

Pero todo aquello parecía solo pertenecer a una cruel mascara.

La verdadera mierda era que siempre le había valido quien estuviese interesado en él, tenía constantemente problemas de conducta respecto a su pasado con sus amigos y hasta la fecha seguí sin enamorarse de su novia. La verdadera mierda es que él aún no superaba sus problemas personales y se sentía comprometido con Inoue por lo que le había hecho sufrir.

La verdad es que él, juntando los recientes acontecimientos desde que Rukia había llegado a su vida, estaba harto.

Y la otra verdad evidente era que, estaba enamorado de ella.

Después de eso decidió que era mejor entrar al café que estaba a 15 pasos de su destino.

Cuando entró la campanilla resonó con potencia. El lugar parecía descuidado y no lucía mucha gente a excepción de una pareja ocupada en sus asuntos en una esquina y un hombre gordo que reclamaba un aspecto extranjero devorando un buen plato de comida. La camarera con ropa altamente descubierta se acercó a él pasado los 5 minutos exactos.

-¿Qué vas pedir?.- Le había soltado en un tono coqueto. Ichigo pensó que quizás de esa manera tendía a enganchar a cualquier chaval y llevárselo a entretenerse con él. Ni si quiera le volteo a ver con el rabillo del ojo.

-Agua.-

-Lo siento mi amor, pero tienes que pedir algo más que eso.-

-Entonces no voy a querer nada.-

La chica le miró en un semblante de reproche.-Si no llevas dinero, bueno, lo podemos arreglar.-

-No me interesa.-

-Son pasada de las 10 amor, ¿Quién va a venir a este café a pedir solo agua cuando todo el mundo sabe a lo que se dedica? De hecho, juraría haberte visto antes… Luces… Muy familiar para mi.-

Kurosaki miró hacia la ventana y divisó a dos muchachos dirigiéndose a la entrada. Sabía que inconscientemente, cuando menos se había dado cuenta, sus pies le habían dirigido solos a ese lugar. Sabía que el lugar era famoso porque los yonquis solían reunirse en él la mayoría de las noches y también sabía que la razón era porque era de los únicos establecimientos ubicados en la parte más miserable de lo que correspondía el pueblo de Karakura donde podían irse a drogar y trillar una que otra cosa.

-No lo creo. - El chico observó a los otros 2 que entraban demasiados aclamadores de atención con desinterés.- Es la primera vez que vengo aquí y ahora gracias a ti tengo todas las razones del mundo para no volver a hacerlo.-

Claro estaba, que acababa de soltar una mentira.

La muchacha de melena pintada soltó un respingo cuando le decía un maleficio casi en voz alta y se daba la media vuelta para atender a los otros. Kurosaki pensó que ellos terminarían enredándose con ella y después soltó una risita mordaz cuando se ponía a analizar la situación por la que acababa de pasar. Sinceramente se preguntaba porque carajos había venido hasta aquí.

-No te estoy bromeando idiota.- Escuchó soltar por los muchachos cuando caminaban a lado de su lugar y se sentaban en las mesas de sus espaldas. – Deberíamos de ir.-

Kurosaki tuvo el ademan de largarse de una buena vez del lugar cuando se acomodaba para levantarse.

-Si quieres saber mi opinión, no me interesa.-

-Habrá un montón de chicas de seguro.-

-La última vez que fuimos también me dijiste lo mismo y terminamos en la cama con la misma zorra. No quiero compartir las cosas contigo por siempre, quiero dos viejas conmigo, no solo una maldita concha.-

El chico de melena naranja ojimiel les miró de reojo mientras se colocaba el gorro de su suéter.

-Pero Shiba dijo que llevaría a su novia.-

E Ichigo se congeló en el primer paso.

-¿Qué? No me vengas con giripolleses, ese cabron nunca tendrá una novia de verdad, Solo quiere a alguien a quien poder metérsela sin que te cobre intereses de cualquier manera.-

-A mi me ha dicho que era muy bonita y de buena familia.-

-Entonces debe de ser la típica puta niñata rica que quiere experimentar el peligro porque su papi no le ha comprado un carro nuevo.-

Y aquello fue su invitación final para entrar a la plática.

-¡Yo solo quiero…

Los chicos enmudecieron cuando de mala manera Kurosaki se posaba a su lado y les miraba fijamente.

-¿Se te perdió algo giripollas?.-

Ichigo levantó su rostro y el perfil que les dio no les causó ninguna sensación buena. –¿Qué habéis dicho?.-

Vacilaron por un momento, después el que tenía el pelo rubio abrió la boca.- ¿Qué si no se te ha…-

-¿Qué habéis dicho del idiota ese?.-

Ambos se miraron confusos y después le observaron.

-De Kaien Shiba.- Soltó Kurosaki exasperado.

-¿Le conoces?.-

-Estoy preguntando que han dicho de él.- repitió Ichigo. Después volvió a observar el rostro dudoso de ambos. Con eso pudo adivinar que eran principiantes. – Kaien Shiba, han mencionado algo de él.-

-¿Qué llevara a su vieja?.-

Ichigo sintió un hueco profundo en el estomago.- ¿Su Novia?.-

-¿Qué carajos tiene esto que ver contigo?.-

-Dijeron algo de una fiesta.- soltó Ichigo de repente.

-Lo acostumbrado, si sabes a lo que nos referimos.- dijo uno.

-Es a lo que le nombraron como "Noche de….-

-Noche de coctel.- terminó por decir Kurosaki.

Y entonces un escalofrió le recorrió su espalada cuando en su mente vinculó todo.

"Habrá noche de coctel, ¿Quieres que te mande la dirección? Y si no recuerdas lo que significa te lo diré en 2 palabras: Un chute y una buena vagina en donde meter la polla."

"-No pienso tocarla….- Ichigo le miró seriamente.- Claro está, al menos que ella así lo quiera o las circunstancias de esta noche hagan que suceda.—"

Tuvo que respirar 3 veces para volver a la realidad.

Sus sentidos se encendieron y las típicas ganas de matarle surgieron con intensidad. Bajó su rostro y la capucha le ocultaron, por suerte para los muchachos, sus ojos de demonio. -¿El hijo de puta sigue viviendo donde mismo?.-soltó con una voz ronca y contenida.

Los otros 2 asintieron sin comprender mucho lo que le estaba sucediendo.

Ichigo se dio la media vuelta con brusquedad y se echó a correr.

Después de eso sintieron que le había visto antes en alguna parte. Lo bueno para el Kurosaki es que no supieron reconocerle.

Si de algo él estaba seguro es que el hijo de puta no viviría para contarlo.


-¿Es aquí?.- preguntó Kuchiki cuando cerraba la puerta del taxi y miraba como este se marchaba. Para ser sincera, el lugar no era la cosa más bonita en la que hubiese estado, pero no mostró ningún signo de desagrado en sus facciones.

Shiba sonrió cuando fingía timbrar en la casa y con la otra mano abría la puerta sin que ella lo notase. Se escuchaban ruidos dentro de ella y al final de cuentas un tipo sin pelo y que tenía un aspecto de mala gente terminó por abrir por completo la puerta. Ikkaku le sonrió de reojo cuando Kuchiki y Kaien pasaron a su lado y solo les susurró una bienvenida típica de alguien quien fuese el dueño de la casa. Claro estaba que Shiba le había explicado las cosas antes.

El desorden en la casa era gigantesco y el número de personas que había no era muy elevado, nada más que hombres de mala cara con un par de cervezas en sus manos. Shiba les había prohibido tomar cualquier cosa antes de su llegada y cabía mencionar que aun era temprano como para que los demás llegasen junto con las mujeres y la fiesta comenzara.

-Es arriba.- le indicó Kaien cuando dejaba que Kuchiki subiera primero y con una mirada le indicaba al pelón que le siguiera.

-¿Para qué hemos venido aquí?.-

-Sé que no es una casa muy bonita, solo duraremos un par de minutos aquí, vine a arreglarle unas cosas del sonido. Así que Rukia…- le explicó cuando abría la puerta de una habitación.- ¿Por qué no esperas aquí mientras yo lo hago? .-

-Preferiría ir contigo.-

-Oh vamos.- se quejó Ikkaku cuando le tomaba de los hombros y la adentraba.- Deja que el idiota trabaje mientras te tomas algo.-

-No tardare mucho.- explicó Kaien cuando caminaba hacia un mueble lleno de bebidas y vasos.- ¿Qué quieres?.-

Kuchiki le miró un poco confundida.- Si tienes algún refresco…-

Shiba le dio la espalda mientras asentía y tomaba un envase. El chico sin pelo comenzó a hacerle una plática rara a Rukia y en ese instante él aprovechó para darle un toque "especial" a la bebida. Kaien se dio media vuelta y le entregó el vaso a sus manos. -No tardare, ¿Vale? Después te dejo en tu casa antes de que tu hermano te mate.-

-Muy gracioso idiota.-

Kaien le sonrió por última vez antes de que saliera junto con Ikkaku y le cerraba la puerta. –Vigílala.- le susurró a su amigo.- No quiero que nadie entre en el cuarto ni quiero que ella salga.-

-¿Qué se supone que vas a hacer ahora?.-

-Esperar y mientras lo hago, entretenerme.-

Shiba se sonrió así mismo. El muy hijo de puta no sentía ni una pisca de culpabilidad por sus intenciones.


Miró el reloj apresurado y devolvió su vista a la ventana. No dejaba de mover su pie izquierdo y ver como avanzaba el taxi entre el trafico. Dentro de si había una disputa que no sabía con exactitud quien terminaría ganando.

Pero en medio del acto decidió que ya era tiempo. Necesitaba llegar a la vieja estación de Karakura cuanto antes.

Kurosaki sacó su celular y buscó entre sus contactos a uno solo. Al cabo de unos segundos comenzó a escuchar los detestables pitidos del otro lado de la línea mientras miraba de reojo al conductor del taxi. -¿Bueno?.- dijo cuando aquella persona le contestaba. -Kyoraku…- susurró, después tragó saliva ampliamente.- Necesito que me pases cierta información….-


La foto de él sobre su tocador. La foto de él en su celuar. La foto de él junto con ella a un lado de su cama. La foto de un Kurosaki que lucía sereno , con una pequeña sonrisa en su rostro, diminuta.

Inoue sabía que esa sonrisa no era del todo sincera.

Era de noche y no había tenido nada mas que una fria conversación en unos cuantos mensajes con Kurosaki. Y aquello era solo otra señal de lo que sabía que unos días se convertiría en inevitable ¿ O es que ya era un caso perdido?.

Quería evitarlo. No solo era un deseo.

Orihime buscó el mismo numero que le solia mandar las fotos comprometedoras.

Lo acababa de decidir. Era un hecho.

¿Qué clase de rumor pudiese perjudicarle a Rukia lo suficiente como para que Kurosaki ya no se interese por ella?.


Un acercamiento terriblemente cautivador. Una oportunidad que había estado esperando desde hace mucho. Shiba abrió la puerta y encontró a Kuchiki recostada débilmente en el sillón.

-Kaien….- le llamó con confusión. -Me siento rara...Yo…-

El chico sonrió vacilante.

-Tranquila.- le dijo cuando la dejaba sentada en el sofá.- Ya pasara…Solo cierra los ojos.- Y él aprovechó esos minutos de silencio para hacer una buena línea y echársela en frente de ella.

Sustancia hermosa. Polvo que le hacía ver las estrellas, sentirlas al infinito y suplicar por montarse en una de ellas. Polvo placentero que lograba que su parte más intima se encendiera al roce de una inhalada. Kaien volvió a cerrar los ojos cuando se acercaba a ella y quedaba a milímetros de su rostro.

-No me gusta cómo me siento….- intentó Rukia de nuevo.- Yo….-

-Shhhh.- suspiró él en su oreja, suavemente, al punto en que su lengua rozara con ella.

-Kaien…- soltó Kuchiki abochornada por la sensación cuando el chico des aflojaba la postura de su cuerpo y dejaba que se balanceara más hacia con ella. Sus respiraciones estaban sincronizadas y jugaban entre ellas a lucir cada una más tentadora que la otra, lentas, agitadas, insinuantes y deseadoras de más. No podía ser capaz de que algún pensamiento racional se cruzara por su mente.

-Tranquila….- volvió a decirle, tocando su rostro con su mano.- Sé lo que estas experimentando…Te sientes vulnerable, débil.- el chico la miraba deliberadamente a los ojos, ella estaba sonrojada. - Sientes….-deslizando su mano hasta llegar al cuello.- Como el cuerpo te quema.- sus ojos brillaban llenos de lujuria, los de ella lucían confundidos. – Como exige ser atendido.- posó su otra mano por detrás de su cabeza acercándolo a él lo suficiente como para que sus labios se estuviesen rozando. Mordisqueaba el labio inferior de la de menor edad. La chica de pelo corto se estremeció. Él lo pudo sentir tan rápido como en su entrepierna sentía la falta de atención. Rukia intentó alejarse pero él fue más fuerte y ese intento fue lo que logró que los labios de él se encontraran profundamente con los suyos. Ella ahogó un quejido en sus labios, cuando sentía algo que nunca antes había sentido. No sabía besar, no tenía experiencia alguna, pero aquello no pareció un obstáculo para el muchacho experto en la materia que mientras casi le arrancaba un gemido de sus labios tomaba su mano con la mano que antes estaba en el cuello de ella y hacia que esta callera en sus piernas. La chica no pareció darse cuenta de eso, cuando rendida por la excitación que la invadía abría la boca al primer intento en que el muchacho bruscamente introducía su lengua. La mano fue ascendiendo dirigida por la de él, lentamente, hasta llegar a su….

Rukia se detuvo en un solo movimiento, asustada. Kaien pudo notar todo eso.

-¿Nunca lo has hecho, verdad?.- soltó Shiba en un leve gruñido acalorado. La chica lo negó levemente con la cabeza, cuando escondía su rostro avergonzada en el pecho de él. Kaien le estaba quitando su primera vez en todo y ella no podía hacer nada para impedirle porque ni si quiera sentía la necesidad ni el sentimiento de querer detenerlo. Era casi como si estuviese entre dormida y despierta.


Y él se bajó del taxi casi corriendo cuando le aventaba el dinero al conductor y se echaba a correr por la enorme calle de subida que al final daba lugar a la jodida casa de Kaien. Cuando Kurosaki llegó al punto de meta descubrió y pensó que la casa del hijo de puta no había cambiado mucho. Había demasiadas personas afuera y el ruido de la música adentro era fastidioso. Kurosaki se encaminó entre todas ellas abriendo paso con experiencia y echándoles malas caras a todos aquellos que lucían con intenciones de reprocharle. Cuando logró entrar identificó a varios de sus ex compañeros. Algunos se besaban y se cogían mientras que otros se dedicaban a la jeringa, al polvo o a la bebida.

En el piso de arriba Ikkaku se marchó de la puerta que supuestamente tenía que cuidar cuando una de las putas que él conocía desde hace mucho se le acercaba y le acariciaba fervientemente la entrepierna cuando esta le había comenzado a besar. Ciertamente Kaien no era el único que quería algo de sexo duro esa noche.

El chico peli naranja había comenzó su búsqueda en la sala y después en la cocina.


Shiba bajó su cremallera. Hartó de solo pensarlo, de solo sentir su miembro palpitando y gritando por atención.

-Yo te enseñó.-Dijo al unisonó en que seguía con sus ojos cerrados. Tenía la creencia que si los abría el encanto de la fantasía y la droga perdía un porcentaje de la sensación y realidad. Y dirigió su propia mano, en su mente junto con la de Rukia, a su entrepierna acariciándola instantáneamente. Su respiración se quemó cuando sintió su roce, el roce en su fantasía de una mano inexperta que era dirigida por una que poseía maestría en el asunto.

Los labios del chico volvieron a encontrarse con los de ella. Que estaban temblando por las pequeñas descargas de placer que estaba sintiendo por todo su cuerpo. Su lengua exploraba cada centímetro de su boca, jugando con la de ella, que juagaba de una manera tímida y terriblemente encantadora. Su mano sobre el miembro del chico se movía con inquietud, apretando suavemente mientras se acostumbraba a la sensación de aquel endurecido bulto en sus manos cubierto por la tela de su pantalón de cuero negro. El chico la dejaba ser, era excitante ver como ella lo intentaba hacer a su manera.

Y eso definitivamente no lo iba a soportar más.

Bajó un poco la cremallera de su pantalón junto con sus bóxers, solo lo suficiente como para que su erección se liberara por completo.

Rukia soltó un leve gemido y él aprovechó ese instante para tomar su mano por completo y marcarle un ritmo diferente, con movimientos extraños para ella.

Kaien saco gemido entrecortado cuando una la fría brisa le llegaba. Y su mano volvió a dirigirse a la palpitante erección. .

Rukia suspiró cuando uno de sus pechos era tomado por la otra mano de él y el beso se volvía más profundo de lo que era, más desesperado, pasional. Se separó de ella cuando ya no pudo contenerse más. Observó a la chica abrir los ojos con lentitud y dirigirse hacia su pene. Le miraba con morbo, y aquello le resultaba sublime.

Estaba excitada, y eso era muy cierto, pero no podía negar por las fuertes pulsaciones en su corazón que estaba asustada. Parecía que no le importaba nada y no le tomaba realmente atención a lo que estaba sucediendo, o por lo menos lo suficiente como para reaccionar.

-¿Quieres que te enseñe?.- soltó en un tono de jactancia. Y Rukia supo que le estaba retando.

En aquel instante Shiba le agradeció a las drogas. Y tomó la cabeza de ella para hacerla descender. Ella sabía perfectamente lo que aquello significaría, pero en ese instante, solo cerró los ojos, abrió la boca con timidez y cuando sus labios tentaron la punta Kaien no pudo evitar pensar que aquello no estaba mal.

Su propia mano envolvió su miembro, tocando las partes que él sabía que lo hacían volverse loco. Ascendiendo y descendiendo la mano a la velocidad en que en su mente la boca de Rukia lo hacía.


Kurosaki miró una melena negra muy parecida a la de Kaien por debajo de las escaleras. El chico estaba ocupado con una de sus "amigas" pero aquello no pareció importarle ni en lo más mínimo.

-Hisagi.- exclamó cuando le tomaba del hombro y lo volteaba bruscamente. El chico le volteo a ver cabreado pero sus facciones desaparecieron cuando se había dado cuenta de quien había osado interrumpirle.

-¿Ichigo?.- murmuró incrédulo observándole de arriba hacia abajo.- ¡Cuánto tiempo sin verte chaval! Te ves…-

-Hisagi.- repitió Kurosaki serio al chico del tatuaje y gran parecido a Shiba.- Necesito saber en donde esta Kaien.-

-¿Kaien? Acabo de llegar pero creo que le he visto subir con Ikkaku.-

Kurosaki le dijo gracias con la cabeza cuando se echaba a andar en las escaleras. Por unos momentos, sintió un bajón de emociones. Cada rincón de la casa le atraía recuerdos que vehemente prefería ignorar. Sobre todo las escaleras y el...

Cuando llegó al segundo piso se dio cuenta de que todas las puertas estaban cerradas. Sin pensarlo abrió la segunda, la que, si no mal recordaba, correspondía a la habitación del hijo de puta. Tensó su puño y se preparó mentalmente para todo lo que fuese necesario hacer o aquello que vería.

Y la verdad es que lo encontró no le dio ni la más mínima gracia.


Estaba embriagado por el placer, apenas podía mantenerse con los ojos abiertos, y la única razón por la cual no los cerraba era porque la imagen de Rukia engullendo su virilidad le resultaba sencillamente excitante. Tragó saliva pesadamente, a la vez en que tomaba por el cabello a la chica y comenzaba a marcarle el ritmo que su cuerpo le exigía.

La mano de Kaien comenzó a aumentar la velocidad, soltando gemidos bajos y delgados. Con los ojos siempre cerrados. Dejó caerse lentamente de rodillas recargándose en la pared del baño de su casa.

La chica levantó la mirada para verle a los ojos mientras se tragaba todo lo que podía, pasando la lengua por la punta. Y la imagen de ella junto con hilo de saliva recorriéndole la boca lo volvía loco.

-¡Rukia!.- soltó en un gritó ronco, logrando que el ritmo de su mano fuese frenético. Lo sentía cercano, sabía que iba a venirse en cualquier momento. El único problema es que realmente no quería que aquello terminara.

La tomó fuertemente de su pelo, y aun siendo casi imposible hizo que el ritmo se acelerara. La habitación se estaba haciendo nublosa, ¿O era su vista?. Kaien pensó que aquel era el mejor sexo oral que había recibido de alguien. Así que tomó el rostro de Rukia e hizo que lo besara de nuevo. El amargo sabor de su semen se mezclo con sus labios.

Era terriblemente placentero.

El chico cerró los ojos por completo, dejando salir un fuerte gemido y deteniendo todos sus movimientos por completo. Sintió el liquido salir de su cuerpo. Shiba por fin abrió los ojos, con la respiración agitada, volviendo a la realidad del mundo en que estaba presente. Al principio vio un poco borroso, pero conforme su vista se fue aclarando la dirigió hacia la ventana, donde pudo ver con claridad al montón de gente que ya había llegado y unas cuantas líneas de cocaína a medias que se había echado. Soltó su masculinidad, guardándola de nuevo dentro de sus pantalones y subiendo el cierre de este. Suspiró con pesadez cuando las gotas de sudor le resbalaban por la frente e incluso se golpeó con ambas manos su rostro cuando peinaba un poco su despeinado cabello. Se levantó con lentitud, mirando el suelo solo para ver lo que tenía que limpiar. Y entonces se sonrió así mismo. Era cierto que era una mierda pensar que esas cosas solo pasaban en sus fantasías sexuales con Rukia.

Pero ahora era muy consciente de que en unos cuantos instantes eso estaba a punto de cambiar.

Shiba abrió la puerta cuando una vez acomodado toda su vestimenta en orden, como si su masturbación en el baño nunca hubiese pasado, se dirigía por fin al fruto y cumplimiento de sus fantasías.

Cuando miró hacia su izquierda se dio cuenta de algo que no le gustó. Shiba le díó un gran puñetazo a la pared y se ahogó un grito.

La puerta del cuarto estaba abierta y no había ninguna señal de vida del idiota de Ikkaku.


Unos cuantos gritos, unos cuantos maleficios y algo de agresividad.

Los chicos que estaban en las escaleras y las personas que se encontraban en la entrada observaron curiosos a la pareja marchándose de la casa.

-¿Ese no era…- intentó decir una chica cuando de lejos ya, miraba la sombra de Kurosaki jalando a la enana a algunas cuadras de distancia.

-¿Kurosaki- san?.- terminó de decir otra cuando se sacaba el cigarro de su boca. Se recambió los labios cuando divisaba desaparecer por las calles descuidadas la melena anaranjada. Recordaba que unas cuantas veces se había fajado con él y solo una había tenido la oportunidad de tener casi sexo con él si no hubiese sido, como bien lo recordaba, por la intromisión del estúpido de Kaien Shiba.


Otro largo suspiro.

Byakuya volvió a mirar por encima el contrato que tenia frente a sus ojos y despues al cliente. Ninguno de los 2 le inspiraba confianza. Y por la mirada que le daba intentaba transmitirle un mensaje muy concreto.

Pero el punto aqui no era ese y ni si quiera le interesaba.

Al Kuchiki le punsaba la cabeza, se sentia medio mareado y tenia el estomago vació. Dejó los documentos en su escritorio cuando se recargaba noblemente en la silla y le miraba con un toque más sereno que lo acostumbrado a proposito.

Entonces el hombre supo que lo iban a rechazar.

-Me parece interesante lo que me plantea.- masculló Byakuya cuando entrecerraba los ojos.

-¿Pero?.- contestó el otro. La verdad es que no le intimidaba.

-Pero las condiciones de nuestras empresas son muy limitadas. Y para ser franco, a mi empresa no le conviene y creo que los resultados se verian reflejados claramente en las ventas y en la capital que me esta exigiendo para hacerlo.-

-Podemos llegar a un acuerdo. Debe recordar que arriesgarse muchas veces puede hacerlo convertise en el ganador.-

-Mi empresa no a llegado hasta aqui basandose en suposiciones para avanzar.-

-Retiro lo dicho. Si acepta le aseguro lo inevitable.-

-Los pasos y las desiciones que hemos tomado no las hemos dado con pasos falsos.- Byakuya se paró en un solo movimiento.- Lamento el haberlo hecho esperar hasta esta hora, pero le tendre que pedir que se retire. - cuando caminaba unos cuantos pasos para llegar a su lado y el de la puerta. El muchacho de seguridad le abrio a su señor cuando daba una leve inclinacion de respeto.- Mi trabajo y su trabajo aqui ha terminado. Que pase ...-

Y el otro hombre soltó una pequeña risa burlona. Kuchiki le miró con un disgusto reflejado en sus ojos.

-Habia escuchado que usted era muy dificil y dejeme decirle que mis expectativas hacia usted no han bajado.-

-Me alegra que la gente reconosca la verdad y dejeme decirle que las mias por las suyas han decaido.-

-Luce como si su respuesta fuese a ser la misma.-

-Mi respuesta no cambia sin importar las circustancias. Busque a alguien que le interese escucharlo.- Kuchiki dio 2 pasos fuera del despacho.

- Su hermana me parece una persona muy encantadora Kuchiki.- soltó el hombree en voz alta cuando miraba de reojo como sus palabras surgian efecto y provocaban la inmovilidad del otro. - Si me permite darle mi opinion.-

-¿Cual es su razón?.- El hombre le miró con curiosidad por su respuesta.

-¿Razón? Decirle la verdad supongo...- el castaño se levantó de su silla y caminó hacia él.

-A mi me parece que figura mas a una advertencia.-

-Mis intenciones son buenas, pero creo no poder decir lo mismo de las personas que rodean a su pequeña hermana.-

Byakuya dudó por un momento, despues no pudo evitar el mirarle con una actuación de poco interes.

-¿A que se refiere con eso?.-

Y Sosuke Aizen sonrió.

-Temo que no soy alguien con mucho saber al respecto.- El castaño oscuro se le adelantó unos cuantos pasos.- Pero...¿Porqué no lo mira con sus propios ojos ó lo escucha en la boca de ella misma? Que pase buenas noches, y si no mal recuerdo, tiene mi numero apuntado en el directorio azul que le vi a su mayordomo el otro día. Solo por si le interesa.

Despues de esó desapareció.

Byakuya miró su reloj de oro de bolsillo y recordó la voz de su Rukia diciendole que saldria con unos amigos.

No le agradó la idea. Pero la duda se plantó en su pecho.


- Si hablaras más despacio...-

-¿Qué tan dificil es entender lo que te estoy diciendo?.-

El amigo del chico que estaba por el otro lado de la linea le miró interesado en la conversación. Su amigo estaba cabreado y lo podia notar no solo en el tono de su voz, si no por la forma de fumarse su cigarrillo. Lo que no entendía con mucha razón era el porque. - Solo cogete a una aqui y ya.- le dijo cuando intentaba tocarle el hombro.

Descubrió que habia sido mala idea cuando Shiba lo habia empujado bruscamente.

-En primera es tu puta culpa que se largara.- Kaien volvió a pegarse en la oreja el telefono.- ¿Sigues ahi?.-

-Si...- contestó en voz baja Orihime.

-Te estaba diciendo que el puto de tu novio se acaba de llevar a Rukia gritandole a medio mundo que era suya.-


No era muy seguro reconocer en que instante la lluvia habia comenzado a caer. Ni tampoco su razón de ser en ese instante. Ni el arrebato de autocontrol que se olía venirse con potencia.

Cero posibilidades de que le escuchase. Cero posibilidades de que volviesen a ser como antes.

¿Cero posibilidades de no sentirse suplantado por otro?.

Kurosaki caminaba lo más rápido que Rukia y él mismo se permitiese. Quería alejarse de todo que le recordarse que alguna vez había vivido durante un tiempo en la casa del hijo de puta y que había hecho cosas de las cuales nunca se había sentido orgulloso . Sentía un asco aproximarse cuando visualizaba la imagen de ella en el mismo cuarto donde él tantas veces se habia droga y habia tenido más que solo una simple manoseada con la primera puta que se le acercara. Ella nunca deberia de estar donde mismo. Ella tenía que mantenerse pura. No quería ver la imagen de ella en el mismo abismo que él.

-¡Oye!... ¡Ichigo! ... ¡Detente de una buena vez! ¡Ichigo!.- Rukia se quejaba en voz alta mientras se dedicaba a zafarse del agarre del Kurosaki e intentaba detener su paso acelerado.- ¡Detente idiota!.-

Había uno que otro vagabundo en la calle que les miraba con morbo o curiosidad. Kurosaki pretendía en esos instantes estar sordo en cada quejido que ella soltaba que provocaba un arranque de fuerza por parte de él y una caminada más rapida. Tenía la vista fija en las calles, pendiente del peligro que pudiera haber en ellas pero lo cierto era que en su mente una sola oración y un solo sentimiento rondaban por ahí y se estrechaba a su actual estado de ánimo y condición.

"Hijo de puta" escuchaba decir su propia voz mientras sentía su sangre hervir de la furia.

-¡Me duele idiota! ¡ Te digo que me sueltes!.-

Y aquello fue lo último que escuchó decir por ella .

Volteo a verla cabreado cuando se detenía con brusquedad a grandes distancias de la casa y la empujaba a la pared de un callejón bastante sucio y descuidado. Kuchiki rebotó con fuerza al mismo instante que pasado el dolor le miraba con furia fijamente a sus ojos.Y él se posó en frente de ella.

-Quítate de mi camino.- soltó Rukia cuando decidida daba un paso para irse de ahí.

-¿A dónde crees que vas?.-contestó en el instante en que con un empujon la devolvia.

-¿A ti que te interesa?.-

-No vayas a decirme que planeabas regresar.-

-¿Si asi fuera cual seria el problema de ello?.-

El chico soltó una risita mordaz– ¿Aún no lo entiendes, verdad?.-

-¿Estas bromeando?.-

-¿Te parece que estoy bromeando?.-

-Solo quítate de mi camino.-

-No lo hare hasta que pienses en lo que acabas de hacer.-

-¡No pienso volver a repetirlo! ¡Quitate o te quito yo!.-

-¿Tanta es tú urgencia de regresar con él ?.-

-Esto no tiene sentido.- Rukia volvio a intentarlo. Y para su sorpresa logró pasar a su lado sin que él la detuviese. Kurosaki dejó que diera exactamente 3 pasos. Despues le tomó por el brazo y la regresó de un solo movimiento. La chica sacó un leve crujido de dolor. No habia ni una pisca de amabilidad en sus movimientos. Estaba diferente, incluso el aire que se sentía a su alrededor. Incluso sus ojos tenían un destello de locura aterrador.

-¿En donde ha quedado tu maldito orgullo Rukia?.-

-¿Es una amenaza?

-¡Es una maldita pregunta!.-

-Estaba en una cita por si no sabías.-

-Ah, ya entiendo ¿ Entonces eres del tipo que cogen en la primera?.-

Kuchiki le volteo a ver cabreada.- ¿Que has...-

-¿Ó que mentira vas a reprocharme en la cara? Estabas en su cuarto Rukia.-

-¡Tú que demonios vas a saber!.-

-¡Sé más de lo que tú podras entender en todo este maldito tiempo! .-

-¿Quién carajos te crees viniendo y comportándote de esta manera? ¿Cual es tú maldito problema?.-

-¿Y Dónde ha quedado tu puta cabeza?

-¡Como si me importara lo que dices! .-

-¿No te gusta que te digan la verdad? ¿No lo soportas?.-

-¿¡Por qué te molestas tanto por algo como esto!.-

-¿Por que te esmeras tanto en evadir todo lo que digo?.-

-No te entiendo.-

-Yo soy el que no te entiende a ti.-

-¿Quien ha sido el que se ha pasado medio año ignorandome?.-

-No estamos hablando de eso.-

-¿Entonces cual es el punto de todo esto? ¿Porque hablarle a alguien que "no vale la pena" si no mal recuerdo como me habias dicho?.-

Kurosaki volvió a reir.- ¿Esta es tu manera de evitar las cosas?.-

-Tú eres el que todo el tiempo lo hace.-

-¿Es que acaso no tienes idea de lo que hubiese sucedido si yo no te hubiese sacado de ahí?.-

-¡No! ¡No lo entiendo!.-

- ¿Ni tampoco sabias dónde estaba tu maldita cabeza cuando aceptaste ir a la casa de ese hijo de puta?.-

- ¿Porque mis asuntos tendria que ver con los tuyos?.-

-¡Por que me importas!.-

-¡Lo que siempre me haces me demuestra lo contrario!.-

-¿No fui yo quien corrio a buscarte, Rukia? ¿No fui yo quien te defendió?.-

-¿Cuantas veces han sido las que has hecho algo bueno por mi y cuantas en donde yo era la unica perjudicada? ¡La primera comparada con la segunda no se compara ni en lo más minimo!.-

-¡Tú eres la unica aqui que no entiende nada!.-

-¿¡Y porque no me ayudas a comprenderlo mejor idiota! Yo no soy el que dice algo y a los 5 minutos se retracta solo porque no puede decirle nada a su novia!.-

-¡Inoue no tiene nada que ver en esto!.-

-¿Ah no? ¿Y ella sabe que estas aqui reclamandome ó esto se suma a todas las mentiras que forman tu vida?.-

-¡Solo escucha lo que debo de decirte!.-

-¿Esta es tu forma de evitar las cosas?.- repitió ella en tono de burla.-Ya no me interesa cualquier cosas que vengas a decirme o reclamarme.-

-No sabes nada de él y aun asi siempre te muestras tan terca en defenderle.-

-¿Qué tiene de malo Kaien? Si tú tienes problemas con él no tiene que ver nada conmigo.-

-Es una mierda de persona.-

-¿Y tú eres encantador?.-

-¿Quieres saber que fue lo que hize?.-

-¡Ni si quiera me interesa!.-

- ¡Te salvé de haberte revolcado con ese maldito hijo de puta!¡ Eso fue lo que hize!.-

Y aquello piso fondo.

Las gotas de lluvia se sintieron mas pesadas.

Kurosaki lo supo tan pronto como miraba la rabia crecer a una velocidad sorprendente en los ojos de ella. Lo había dicho mal. Lo habia hecho todo mal desde un principio.

-¿De eso se trata todo esto no?.- Soltó con un hilo de voz que le hizo estremecerse.- Soy una chiquilla que cede a la primera con cualquiera ¿Soy una maldita zorra? ¿Es eso no?

Kurosaki sintió algo dentro de sí. Algo frió y sofocante.

-Eso no fue lo que...-

- ¿Y a ti que mierda te importa lo que haga yo Ichigo? ¿¡Cuántas veces no me lo has dicho tú mismo?.-

-Ruk...

- ¡Lo que haga yo con él y lo que "nosotros" hagamos no es nada de tu puta incumbencia! .-

"¿Entonces porque no me cuentas como fue tu manera de besarla?"

La risa de Kaien se estancó en su mente.

- ¡No soy una muñeca a la cual manejar como se le quiera dar la puta gana! No tienes ni el mínimo derecho de hacer las cosas que haces y ¡Que digo! ¡Ni si quiera el de dirigirme la palabra! ¡Estoy harta de tu estúpido comportamiento! .-

Afonía.

Y en los ojos de Kurosaki se posó un semblante puramente frio.

- ¡Puedo hacer lo que quiera en el momento que quiera y con la persona que quiera! ¡Y bien si terminaría sucediendo a ti te debería de venir valiendo una mierda!

-Escucha...-

- ¡No Ichigo! Escucha tú, ¡Si decido que voy a estar con Kaien no pienso voltearte a ver ni darte la mínima señal de vida de ello! ¿No puedes entender eso?.-

" La mía fue...Increíble"

Y entonces todo se desmoronó.

Unos segundos de silencio en donde él bajó su rostro y escondió sus sentimientos bajo el flequillo de pelo.

Ella le miró. Y ella tuvo todas las intenciones de largarse. Kuchiki pasó a su lado.

Unos segundos de no entender nada. Unos segundos de tener la sensación perdida.

Kurosaki le tomó por el brazo cuando la sintió a su lado y nuevamente la atrajo hacia la pared con agresividad. Kuchiki dejó a flote las lagrimas que tanto se habia estado esmerando en ocultar.

-¡Ichigo!.- le reclamó en una voz chillona ante el dolor recientemente sentido.-¡Solo dejame ir maldita sea!.-

-¡No pienso hacerlo!.-

El rostro de Inoue, el rostro de Ishida, el rostro de Tatsuki, el rostro de Shiba, el rostro de Setsuna...

La mente de Kurosaki estaba hecha un revoltijo.

-¡SUELTAME!.-

- ¡Maldita sea contigo Rukia!.- contestó él cuando en sus ojos un deliberado sentimiento de negligencia se hacían presentes. -¡Siempre lo escoges a él! ¿Cual es la maldita diferencia entre él y yo? ¡No lo puedo entender!.-

-¡Él no es un maldito giripollas como tú! .- Y se esmeraba en no mostrarse vulnerable. Se esmeraba en que las lagrimas no salieran con tanta fluidez. Era inevitable.- ¡A él si paresco importarle!.-

-¿¡Y que demonios te hace pensar que tú no me importas!.-

-¿¡Por que no te contestas eso tú solo!.-

- ¿¡No puedes entender que no quiero que nadie te toque más que yo!-

Egoismo.

-¡Quiero ser la única persona a la que mires!.-

Celos.

-¡Maldita sea Rukia! ¿ ¡Qué no entiendes que te quiero solo para mí! .-

Silencio.

La nada.

Lo suyo fue dicho sin pensarlo, pero, había sido directo de su egoísta corazón.

Sus defensas se vinieron abajo con las sumisas declaraciones. Kuchiki se quedó abatida entre la mente que le gritaba que aquello se trataba de una broma y la realidad que le hacía demostrarle lo contrario.

-...¿Sabes?...- Kurosaki le miró fijamente a los ojos.- Duele como la mierda...- bramó en un susurro desesperado , con la respiración levemente agitada por revelar lo que su corazon tantas veces le negó. -No pienso volver a dejarte ir... -Y entonces una gota de lluvia resbaló sugestivamente desde sus mejillas hasta la comisura de sus labios. -No quiero que nadie…- y levantó su temblorosa mano hacia su mejilla.

Ella abrió la boca con la intención de decirle algo. Su mente estaba en blanco.

¿Por qué creerle? ¿Como sentirse segura ante sus palabras?.

¿Por qué volver a confiar en él?...

¿Por qué...

Y entonces sucedió.

Sin verlo venir Kurosaki le sorprendio besandole.

Un segundo dedicado a la negatividad de la idea, un segundo para razonar lo sucedido. Un segundo para ver el panorama estancarse en una misma imagen.

Tendria que tratarse de algo más... ¿Verdad?.

...

¿Verdad?.

Al cabo del instante sintió los labios de Kurosaki alejarse de los de ella. Mientras que una de sus dedos le acariciaba el mentón, la miraba directamente a los ojos y después a sus labios. No habia existido movimiento alguno. Solo un roce. Lo suficiente como para hacerle olvidar la razón de la pelea, la razó de estar ahí y la mera razón de porque lo habia hecho. Solo un simple, delicado, dulce y encantador suficiente para dejarla más que confundida y acallarla.

Sentía su calida respiración sobre su rostro, sus ojos puestos sobre sus labios, incluso sus sentimientos a flote.

Solo un simple roce.

El acto le había cogido desprevenida.

-Ichi…- intentó decir ella con un esfuerzo sobrehumano que apenas logró sacar a la superficie y que tentara la realidad.

Pero él hizo que la distancia entre sus labios volviera a ser inexistente.

La verdad es que podía deshacerse de aquello con un solo empujón, pero lo cierto era que no lo quería. No sintió alguna señal de hipocresía, maldad o puro egoísmo en aquel acto. Era todo lo contrario.

Juntando sus carnosos labios contra los de ellas, tiernos, calidos, deliberadamente atrayentes. por su parte Kuchiki no sabía lo que estaba sucediendo. Sus mirada exigia una explicación mientras comenzaban a perderse en los ojos entrecerrados del chico, que la miraban con un sentimiento que nunca antes había conocido a tanta profundidad y que la incitaba a continuar de aquella manera.

Kurosaki pensó que nunca antes se había sentido tan bien en su vida. Sentía su presencia tan cercana y tan maravillosa que hubiese deseado que el momento durara para siempre. Solo había Rukia para él. La misma con la que había tenido y sentido muchas cosas durante un tiempo tan corto.

Una aceptación de sentimientos mutuos.

Cuando ella se había dado cuenta su inmovilidad había concluido y le había dado lugar a un cerrar de ojos , un danzar emparejado al movimiento de labios de él y un rubor impregnado en sus mejillas. La respiracion de Rukia junto con su corazon aceleraron y dieron paso a una embestida de emociones que hasta el momento no habia vivido con semejante maginitud. Habia un escozor y un escalofrio recorriendole el cuerpo. El calor en el que estaba sumergida le parecio tan sofocante como irreal. Al punto de interrogarse si realmente era normal sentire asi.

Ichigo se sintió dichoso al ser correspondido.

Labios contra labios. Suaves, dulces, con un sabor exquisito y miles de mariposas revoloteando en sus estómagos. ¿Por qué seguir escondiendo lo que tanto tiempo se negaron mutuamente? ¿Por qué continuar con el reproche del juego de niños y fingir la poca falta del el uno por el otro? ¿Por qué seguir dándole la oportunidad al bastardo de Kaien o a cualquiera que se la quitase?.

¡No más! No más mentiras, ¡no más engaños!

Recordar la veces en que le hizo sufrir, recordar las veces en que se quedo callado por su estupido orgullo o por el bien de los demas, recordar las veces en que habia tenido sueños con ella y se habia sentido culpable, recordar las veces en que con descuido su mano sin querer habia rozado con la de ella y le habia puesto nervioso, las veces en que le habia gritado todo lo contrario a lo que realmente queria expresarle. Recordar todas las veces en que sus celos le habian convertido en un demonio.

Todo se consumió en ese instante.

Un atrevimiento. Un verdadero deseo de demostrarle en un acto su confunsion al darse cuenta, hace ya bastante tiempo, lo mucho que lo había enamorado.

Sus labios no se comparaban ni en lo más minimo con cualquier otros que hubiese provado. Su suavidad y las sensaciones que le provocaban eran una dicha.

¿Había Kaien...

¿Había Kaien realmente tenido el mismo privilegio tambien?...

Y el poco autocontrol que le qedaba desvaneció.

¡Jamas!

Kurosaki mordió su labio inferior con suavidad, cuando Rukia sin querer abria la boca un poco de más sumisa entre el panico y el pudor por lo que estaba viviendo y sentia la lengua de él introducirse y su cuerpo bruscamente empujado y acorralado contra la pared. Sintió una de las manos de Kurosaki dirigirse sola hacia su corto cabello y la otra posarse delicadamente en su hombro y como con rapidez aplicaba un poco de fuerza en la mano de su cabeza y profundizaba el beso como él lo deseaba.

Lo pudo sentir en sus actos, en respiración, en su beso...

Estaba desesperado.

Kuchiki dejó salir un gemido entrecortado que se ahogó dulcemente en la boca de él. Sus movimientos eran como basura a su comparacion , que se movian con maestria y le enseñaba poco a poco como mover y estrechar su lengua contra la suya para lograr cada vez más embestidas de dulces escalofrios apoderarse. No sabía con claridad lo que debía hacer, se dejaba llevar sin complicaciones en el acto.

Sus cuerpos estaban estrechamente juntos y su ropa mojada. Las gotas que escurrían por sus rostros no eran impedimento y el frio del lugar ni si quiera les rozó los sentidos. No queria que aquella emoción tan emenente acabase y por ella hubiese dudado toda la vida asi si no fuese porque sus respiraciones se agotaron y él se detenía abruptamente. Ella estaba locamente confundida y aturdida.

Kurosaki se separó de ella dejando un pequeño hilo de saliva unidos entre sus labios.

Rukia estaba avergonzada, lo podía notar con claridad por el tono rojizo que habia adoptado su rostro.

Sus rosados labios, la ternura de ojos, su pelo mojado y su agitada respiración. Nunca antes habia visto la imagen de una chica de es manera como lo hacia en ese instante. Pensaba que lo que tenía en frente de él no era nada menos que una diosa.

Quería más, lo quería más profundo. Quería dejarla sin aliento. Lo quería todo de ella

-Solo mía.- bramó con una voz ronca cuando con sus dedos volvia a abrir la boca de Rukia para continuar con lo suyo. Kuchiki le tomó por el cuello de su camisa cuando el acto en si se convertía en algo más que ternura.

Ellos estaban viviendo en la calidez. Cumpliendo el sueño que tantas habian soñado y que ahora en la realidad ni si quiera les rozaba con lo imaginado. Le besaba con desesperación, le besaba con amargura, le besaba con todo lo que tenía.

Pero sobre todo, le besaba con amor.

Para Rukia, su primer beso.

Para Kurosaki, su primer amor y el pleno sentimiento de lo que verdaderamente significaba besar a alguien. Era la primera vez que sentía que estaba en lo correcto. Era la primera vez que sentía un pleno sentimiento de felicidad y devoción.

Era la primera vez que entendía, por completo, lo que significaba estar enamorado.


De la caja de notas del Kurosaki:

¿Por qué la felicidad...

es tan dificil de alcanzar?

Aún ahora, no lo entiendo.


Malas influencias

Capitulo 17.


Primero! El capitulo es un especial de 50 paginas (sentía qe debía de ser lago y no aburrido por el tiempo qe he tardado en subirlo… creo q logre el primer objetivo pero del segundo no estoy tan convencida XD) y adivinen qe? PODRAN ENCONTRAR UN NUEVO FANT ART DEL CAP DE 2 PAGINAS :D yeeeeei! Hecho por mi hermosa hermana! :3 ahhh como AMO qe me apoye, sin ella yo no c qe haría muchas veces :C en serio qe la adoro T.T.

Y ahora...

OMG…. OMG…. OMG NO PUEDO CREERLO! POR FIN! POR FIN POR FIN Y POR FIN! NO C CUANTOS CARAJOS MESES DURE EN ESTO PERO AHHHH TODO FUE UN MALDITO CASTIGO DX

Pretextos puedo encontrar 1023981391831908! Y la prueba de ello es que comenzó a escribir el capitulo EN VACACIONES POR DIOS O.o créanme qe tuvo como 5 comienzos de los cuales no me termino de convencer ninguno y termino siendo como lo he puesto XD bueno, el punto es qe me fui fuera de mi país un mes y no tuve acceso a mi lap y tenia muy poco internet y por "x" y "y" pasaron las vacaciones y comenzaron las clases con una presentación en GDL qe me stuvo atrapada en qe los ensayos, qe el traje, qe ya se enojaron las compañeras y bla bla bla y después se vino la calma, cero inspiraciones y surgieron los malditos exámenes o.O (me fue …..demasiado mal XD) terminando los exmanes comenze a tener traumas hacia hacer videos (y asi surgió mi canal en youtube ) y me traume y me dedique a las convenciones de mi estado y hoy por fin hoy, faltando un dia para por fin mañana terminar con exámenes POR FIN DIOS POR FIN PUDE TERMINAR EL MALDITO CAPITULO ahh pero eso si, no he estudiado ni madres XD.

Ahhh qe puedo decir? O.o me ire a contestar reviews muy muuuy feliz! POR FAVOR COMENTEN ESTE CAPITULO DX necesito saber qe es lo qe opinan porque ES LA PRIMERA VEZ QE DESCRIBO BESOS Y COSAS ASI O/O soy una novata en el asunto y tengo miedo D: quiero saber qe es lo qe espera qe suceda y qe opinan con lo sucedido, qiero saber qe es lo qe hace falta y qe es lo qe se necesita en la historia!

Segundo! Se que no tengo perdón T.T y para ser sincera tengo mucho miedo de haber perdido lectores e interés pero será el precio a pagar por mis errores! Asi qe lo acepto DX.

Tercera! Ya me hize la idea de qe esto va a durar 2 años XD. Sufri de depresión por ello y asi surgió el prologo de otra historia qe acabo de subir de DGM llamada "nada persona".

Y mas que nada…. GRACIAS! MIL MIL MIL GRACIAS :3 me sacan pura sonrisa y risas cuando me pongo a leer los comentarios, en serio qe nunca terminare de sentirme agradecida por los lectores qe me han tocado porque en serio qe yo aprecio todo lo qe me escriben, estoy enamorada de ustedes porque no solo me ponen un simple "ahhh qe lindo :3 espero el siguiente!" si no qe me escriben un buen diciéndome todo lo qe opinan y sienten y créanme qe siento muy muy muy bonito c: saben? Siempre me he preguntado si alguien lee esto ultimo qe escribo o.O hahahah pero aunque me este tirando a loca me desahogo XD hahahahaha

Peticiones háganme las qe quieran! Yo estoy para servirles n.n! Mis adorados lectores c:!

ahora si esta joven se marcha a un ensayo yeeeeei!

LOS AMA. LOS ADORA...

Miyuki Kurosaki :3