Nota: ¡Último capítulo! *sniff* En fin, para los que se preguntaban, si hay secuela, pero les hablaré de aquello de último. En fin, espero que les guste este capítulo. Es un poco raro, pero bueno. xD
Capítulo 15.
Un mes después
BPOV
Forks era prácticamente invisible para el mundo exterior. Sólo una pequeña ciudad en el lluvioso Washington. La mayoría de las personas no han escuchado de nuestra ciudad. Pero todo eso cambió el día en que los convictos escapados tomaron la secundaria. La situación de los rehenes hizo noticias en todo el mundo. Los reporteros trataron de programar entrevistas con nosotros, algunos de los estudiantes aceptaron la oferta mientras la mayoría de nosotros la rechazaron.
Desde que yo era uno de los que permanecieron en el edificio en toda la situación, era el objetivo de los medios de comunicación con frecuencia. Querían escuchar mi lado de la historia. Yo me rehusé. Hasta los locales querían que les diera mi historia heroica. Eso es cierto, soy considerada como una héroe ahora. No sé cómo me metieron en esa categoría pero sospecho que los Cullens adornaron la historia para hacer parecer que en realidad ayudé. Pero sólo fueron ellos. Ellos son los héroes verdaderos.
No he hecho nada heroico. Si algo hice, fue que hice que nos adentráramos en más y más problemas.
El colegio volvió a empezar un poco después de dos semanas del incidente. Aunque no he regresado. No todavía. Me he aislado dentro de mi casa durante todo el mes. Angela Weber venía todos los días luego del colegio para entregarme mis asignaciones. Trató de hacerme hablar con ella algunas veces pero simplemente le decía que estoy demasiado cansada.
No he visto a los Cullens desde el día en que salimos del colegio. Edward vino a mi casa para verme y no lo he visto desde esa vez. Aunque es mi culpa. Le dije que no estaba de ánimos para compañía y que sólo quería estar sola. Trató de llamarme unas pocas veces después pero yo no quería hablar. Hasta Alice trató de contactar conmigo. Me rehusé a verla, también.
Me adentraba más y más en la depresión con cada día que pasaba. Pero lo escondía. Si Charlie u otra persona descubrían lo torturada que me sentía por dentro, insistirían que debería ver un psicólogo. Pero no quería empezar con medicamentos. No quiero hablar más sobre lo que pasó. Sólo quiero que desaparezca. Quiero que las memorias se desvanezcan. Quiero que paren las pesadillas. he decidido hacer frente a esto por mí misma hasta dejar de acobardarme. Esto pasará eventualmente, ¿verdad?
No debería sentirme de esta forma. Sobreviví una situación mortal. Debería estar jubilosa. Debería de querer aprovechar el día. ¿Por qué me siento tan melancólica y pesimista? ¿Qué pasó con la nueva y mejorada Bella?
Al menos Charlie y yo somos mucho más cercanos. No somos exactamente mejores amigos y no nos sentamos juntos a discutir sobre nuestros sentimientos, pero hemos hecho bastante progreso. No ha sido tan emocional desde el día en que todos nos escapamos. Pero ahora me dice que me quiere cada noche antes de dormir y cuando estamos al teléfono. Entiende que no quiero regresar al colegio pero ha pasado un mes y tengo que regresar pronto.
"¡Bella!" Charlie gritó desde escaleras abajo.
Me rodé sobre mi costado y fulminé con la mirada la puerta. "¿Sí?" grité de vuelta.
"¡Tienes compañía!"
Gemí y golpeé mi cabeza contra las almohadas. ¿Por qué las personas no pueden simplemente dejarme sola? "¡Diles que estoy durmiendo!"
No hubo respuesta.
La perilla de mi puerta se volteó y la puerta fue empujada lentamente. Una cabeza apareció a través de la abertura. Y no era Charlie.
"Hola tú," Angela sonrió y se adentró a mi habitación. "Quería preguntarte algo."
Suspiré y me senté sobre la cama. Angela se sentó a mi lado. "Podrías haber simplemente llamado."
Juntó sus manos en su regazo y suspiró suavemente mientras sus ojos escaneaban mi habitación. "No, no podía." Volteó su cabeza para mirarme. "Nunca contestas mis llamadas. Nadie ha escuchado nada de ti en un mes. Todo estamos preocupados por ti."
Rodé mis ojos y me incliné contra la cabecera. "Aprecio la preocupación pero estoy bien."
Me miró como si estuviera equivocada. "Bella, no estás bien."
Volteé mi cabeza lejos de ella, frustrada. "¿Qué querías preguntarme?"
"Bueno," empezó lentamente. "Queríamos preguntarse si querrías ir de compras con nosotras este fin de semana a Port Ángeles."
"¿Nosotras?" Pregunté con una ceja alzada.
"Jessica, Lauren y yo de verdad queremos que vengas con nosotras." Pausó y miró alrededor de mi cuarto una vez más. "Deberías salir de aquí, ¿sabes? Sólo sal con nosotras. No tienes que esconderte más. Nadie te molestará. Lo prometo."
Murmuré algo incoherente. Ugh. De verdad no quiero salir de la casa. Pero me miró como si fuera una persona en ruina con inestabilidad emocional. Su tono era calmado y gentil y sonó como un adulto hablando con un niño asustado.
Froté mis manos sobre mi rostro. "Mmm. No lo sé."
"¿Por favor?" Hizo una cara de perro triste hacia mí.
"¿Cuándo van a ir?"
Sonrió e instantáneamente supe que iba a rendirme. "El sábado. Probablemente a media mañana y estaremos allí todo el día. Podríamos ver una película después de terminar las compras."
Me quedé quieta por unos momentos. "Está bien."
Sonrió ampliamente y me empujó en un abrazo. "¡Gracias, Bella!"
Y en eso escuché pasos entrar en mi habitación. Me volteé para ver a Jessica entrar.
"¡Hola Bella!" Vio mi apariencia cuidadosamente y se sentó cautelosamente en la cama. "¿Cómo te sientes?"
Posé una falsa sonrisa en mi rostro. "Estoy bien."
Me dio una sonrisa comprensiva. Claramente no me creía. "Me alegro de que hayas decidido venir con nosotras este fin de semana."
"Así que, ¿va a venir?" Una voz preguntó del pasillo y Lauren se deslizó dentro de mi cuarto.
Jesús, ¿cuántas de ellas están escondidas allí?
Lauren se sentó en la silla al lado de mi escritorio. Jessica le sonrió. "Sip. ¡No puedo esperar para el sábado!"
Desde que estamos en el asunto de los días de la semana... "Así que, ¿qué día es hoy?" pregunté, genuinamente curiosa. No mantengo el seguimiento de esas cosas.
Todas me miraron incrédulamente. "Um...jueves." Jessica respondió.
Mis ojos casi se salieron de mi cabeza. ¿¡Sólo tengo dos días para tener que salir de mi santuario!? No sé si puedo hacerlo.
Ángela notó mi expresión y posó su cabeza al tope de la mía. "Estarás bien, Bella. Siempre estaré aquí si quieres hablar con alguien. Sé que yo era una de las primeras personas de salir del edifico por lo que no experimenté la peor parte de lo que pasó, pero igual puedes hablar conmigo. Sobre lo que sea." Pausó y miró hacia la puerta levemente abierta. "O, puedes hablar con Edward."
La miré con una expresión neutra. "¿Edward?"
"Sí." Asintió con la cabeza. "Edward Cullen."
Fruncí las cejas. "¿Por qué hablas de él?"
Sonrió y se mordió el labio. "Estaba justo afuera de tu casa cuando vinimos."
Me cerní derecha. "¿¡Qué!? ¿Por qué?"
"Bella." Me alcanzó para volver a sentarme. "Pregunta por ti todo el tiempo. En realidad él estaba a un segundo de tocar tu puerca cuando nosotras llegamos. Le convencí de que nos dejara entrar y hablar contigo primero." Pausó de nuevo. "Pero creo que está un poco impaciente."
"¿Por qué dices eso?"
Volvió a mirar hacia la puerta. "Porque está justo ahí."
¿Justo dónde? Me incliné y miré hacia la puerta. Y ahí estaba. Perfección pura.
Se inclinó contra el marco de la puerta y sonrió débilmente. "¿Te importa si entro?"
Extrañé tanto esa voz. Esa suave, aterciopelada voz.
Le miré sorprendida antes de encogerme de hombros. "Supongo. Parece como si estuviéramos teniendo un pequeña reunión. Una persona más no dañará."
Miró a las chicas con una expresión tímida en su rostro mientras se acercaba hacia la cama.
Ángela fue la primera en hablar. "Uhh..." Bueno, fue la primera en hacer un sonido. Se levantó y miró hacia Jessica. "Qué te parece si les damos a estos dos un poco de privacidad."
Jessica me miró, después a Edward y de nuevo a mí. "Seguro. Tenemos que hacer esa...umm...cosa de todos modos." Se levantó junto con Ángela y me sonrió. "Te hablaremos pronto, Bella," Me dio una mirada intencionada y después señaló con su cabeza hacia Edward, haciendo bastante claro que quería hablar sobre eso después.
Lauren rodó los ojos y se levantó con las otras chicas. "Hasta luego, Bella."
Angela se despidió con la mano y yo se lo devolví. Las chicas salieron de mi cuarto y Edward se sentó en el borde de la cama. Sus ojos se posaron en los míos.
Una cabeza se adentró en el cuarto. "¡Que estés bien!" Jessica me sonrió brillantemente. "Recuerda, ¡no hay amor sin protección!
Mi boca se abrió y la miré. "¡Jessica!"
Rió y salió del cuarto. Me volteé hacia Edward y él lucía avergonzado y al mismo tiempo divertido.
"Lamento eso." Murmuré.
Él lo obvió. "¿Cómo has estado?"
Ugh. Deseo que las personas dejen de preguntarme eso. "Bien. Genial. Fantástica."
Exhaló sonoramente y se acercó a mí. "Puedes decirme la verdad, Bella."
Miré hacia sus ojos dorados y no vi otra cosa que preocupación. Suspiré y aparté la mirada. "No hablemos de esto."
Pasó sus dedos por su cabello suspiró. "Lo dejaré."
Suspiré en alivio.
"Por ahora." Añadió.
Refunfuñé, subí mis rodillas hacia mi pecho y abracé mis piernas. "Así que, ¿qué haces aquí?"
"Quería verte." Sus ojos encontraron los míos. "Ha pasado un mes."
"Lo sé." Dije en un tono suave. "Que ha pasado un mes, me refiero."
Los dos estuvimos en silencio por unos pocos minutos antes de que él finalmente dijera algo.
"Te extrañé." Susurró.
Mi corazón revoloteó un poco y me mordí mi labio inferior. "Yo también."
Miró hacia mis ojos y tragó. "Por favor no hagas eso de nuevo."
Arrugué mi frente. "¿Hacer qué?"
"Irte e ignorarme por un mes."
"Pero...no me fui."
Se acercó y tocó el costado de mi cabeza. "Sí, lo hiciste." Pasó sus dedos por mi cabello. "Te escondiste aquí." Acarició la parte de atrás de mi cabeza. "Ya puedes salir, Bella."
Suspiré. "Ni siquiera sé lo que eso significa."
Su mano se deslizó hacia mi cuello y subió mi cabeza. "Te estás escondiendo de la realidad."
Gemí y aparté su mano. "No, no lo hago."
"Bella..."
Suspiré sonoramente y alcé mis manos hacia arriba en el aire. "Está bien, está bien. Tienes razón. ¡No quiero salir nunca más de esta casa! Deseo poder enroscarme en una bola y dormir para siempre. Deseo que todo y todo el mundo simplemente se fueran. Quiero estar sola."
Se deslizó fuera de la cama y se arrodillo sobre sus rodillas al frente del colchón. Tomó mis manos en las suyas y me miró. "Te voy a ayudar a salir de esto. Por favor no te cierres a la gente y sufras sola. Necesitas abrirte y sacarlo todo."
Mis ojos se llenaron de lágrimas y aparté la mirada. "No puedo."
"No dejaré que nada te pase." Susurró suavemente. "Déjame ayudarte."
Me mofé. "¿Quieres ayudarme, Edward? ¡No puedes!" Apunté a mi frente. "¡No ves lo que yo veo cuando cierro los ojos!" Las lágrimas se deslizaban por mis mejillas. "Cada noche...cada vez que cierro los ojos...puedo verlo pasando de nuevo una y otra vez. El chico que fue disparado y arrastrado fuera de la clase de biología. ¡El convicto que cometió suicidio justo enfrente de mí! La forma en que me agarraron...y me trataron. Puedo ver a mi padre con una pistola apuntada a su cabeza...y en mis sueños...pesadillas...él....él...no termina de la forma en que realmente lo hizo." Limpié las lágrimas pero continuaron saliendo de mis ojos. "Puedo escuchar a las personas gritando. Algunas veces me despierto a medianoche y juro que alguien está aquí. Alguien no...humano. Como un fantasma persiguiéndome. Algunas veces siento como si estuviera siendo observada...y...es...ugh...estoy...loca."
Se levantó abruptamente y caminó hacia la mesa. Envolvió sus brazos a mi alrededor y me sostuvo contra su pecho. "Tú," volteó mi rostro hacia él. "No estás loca."
Traté de alejarme pero me sostuvo más fuerte. "Deja de mentirme." Esnifé. "Soy una persona terrible."
Colocó sus dos manos en mis rostro y me forzó a mirarlo. "¿Por qué dices eso?"
"Debí de haber hecho...algo."
"Bella. No había nada que pudiste haber hecho para mejorarlo. Nada de lo que pasó fue tu culpa."
Bajé mi cabeza. Él no tenía idea de lo que hablaba pero obviamente no me dejará en paz hasta hacerle creer que estoy bien. Por lo que mentiré. Diré lo que sea que tengo que decir para hacer creer a las personas que estoy viva y entusiasta. Es hora de colocarme la máscara.
"Está bien." Dije lentamente. "Te creo. Y dejaré de esconderme en mi cuarto. Tengo suerte de estar viva y debería de dejar de desperdiciar la vida de esta forma."
Me miró como si estuviera decidiendo si soy honesta o no.
Me aparté de él e incliné mi cabeza contra la cabecera. "Estaré bien, Edward. Ya probablemente escuchaste pero voy a ir a Port Ángeles con las chicas el fin de semana. Esto puede mejorar."
Sabía que él todavía dudaba si estaba siendo honesta. No lo soy. Pero él no necesita saber eso. Nadie necesita saber lo que está ocurriendo dentro de mí.
Finalmente se relajó. "¿Port Ángeles, huh?"
"Sip." Le di una pequeña sonrisa. "Será un nuevo comienzo para mí."
Y lo será. Me pregunto por cuánto tiempo puedo engañarlos a todos haciéndoles creer que estoy bien...
Fin.
xD Lo sé, un final un poco extraño. Con respecto a la secuela, la autora nada más ha hecho cuatro capítulos y no lo continúa desde hace tiempo. Por lo que no me gustaría traducir aquello y dejarles con la duda, ya que no sé si la chica lo va a continuar pronto. Tal vez en un futuro la traduzca, cuando se decida a continuarla. Podrán chequear mi perfil de vez en cuando para ver si la traduje. Aunque no creo que sea muy pronto. La secuela va de que Bella sigue sufriendo y Edward y su familia quieren ayudarla antes de que pierda el control.
En fin, muuuuuchas gracias a todas las que siguieron mi primera traducción :D Gracias a las que me apoyaron, estoy alegre de haber terminado mi primera historia, aunque no sea mía xD de nuevo, gracias a todas las que dejaron reviews, favoritos, alertas, lo que sea. ¡Nos vemos en mis otras historias! ^^
- Mariale