Mi pequeña Nessie.
Disclaimer. Los personajes pertenecen a S. Meyer. Creo que la diferencia es considerable.
Jacob/Renesmee.
Jacob's POV.
Trescientos sesenta y cinco días, ocho mil setecientos sesenta horas, quinientos veinticuatro mil seiscientos segundos, pero, ¿Quién contaba cada segundo? No era necesario llevar la cuenta, que pérdida de tiempo, ciertamente.
-¡Totalmente ridículo!-ella me miraba enojada, con esos ojos, aquellos ojos color chocolate, sus cejas casi se tocaron. Era muy adorable cuando estaba irritada, mi audible risa cubrió toda la habitación. Sentí como una par de dedos níveos, suaves y cálidos rozaron mi mejilla. Mi corazón se aceleró junto con el suyo, pude escuchar los palpitos, ambos rápidos y del mismo modo lentos, completamente sincronizados.
Me mordí la zona inferior de la boca, éramos nosotros, los labios de Nessie acariciaban con afecto los míos, dejándose llevar por el instinto y el romance. Alejó su diminuta mano de mis pómulos, sacándome de sus pensamientos. Ella era tan pequeña y frágil aún, aunque creciera de una manera bestial, incluso después de un año de su nacimiento seguía siendo una niña, pequeña e indefensa.
Negué con la cabeza, deseaba cumplir todo aquello que ella anhelaba, pero aún así era muy joven, apenas se encontraba atrapada en los seis años, o eso suponía yo.
-No-dije al fin. Ella seguía observándome con deseo ¿Acaso no lo entendía? Era obvio que no, pues curvó sus labios hacia abajo, permitiendo que el inferior sobresaliera, formando un pequeño puchero. Vaya, ¡Era muy parecida a Bella! No solo físicamente, claro, por su diminuta cabeza pasaban pensamientos que dejaban a la imaginación corta. Gruñí, odiaba que me tentara de ese modo, pequeña diablilla. Solté un suspiro, estaba claro que me volvía loco-Nessie…
Ella bufó, se acerco un poco más, tomó mi mano y me penetró con la mirada; El mundo desapareció de pronto, mi universo giraba a su alrededor.
-Por favor-dijo con un tono suave, suplicante y a la vez seductor ¡¿Cómo lo lograba?! Era tan solo una niña… Una hermosa niña, la más hermosa diría yo. Sus pequeñas pupilas se plantaron en mis labios, con una sonrisa, acerqué mi rostro a su cuello, paseando el puente de mi nariz por su delicada piel y besando el espacio entre su cabeza y su hombro. Su corazón latía violentamente, mientra inconciente como se encontraba, acarició mis mejillas.
Paré de jugar en su cuello cuando coloqué mi rostro frente al suyo, la miré a los labios y me acerqué lentamente, ella aún acariciaba mi rostro con sus dedos, pude ver como en su mente se desenlazaba un apasionado beso. Reí por lo bajo y besé su mejilla sonrojada.
-Te odio-me reí más fuerte, al tiempo que me separaba de ella. Dejé que observara mi sonrisa burlona con desprecio. Había salido victorioso-No me parece gracioso.
-Te amo.
Ambos nos sorprendimos, yo por que no me había dado cuenta de nada hasta que mi boca se cerró, dejando la frase en espera. Ella estaba atónita, era la primera vez que se lo decía, por lo menos la primera audible. Su mirada era ansiosa y emocionada.
-Yo te amo más, Jacob-ella me sorprendía más cada día que pasaba, sentía aquellas emociones, tan profundas, estaba llena de pasión.
Enterré mis labios en su oloroso cabello, fresas, tal y como Edward había descrito el olor de Bella en una ocasión. Ese momento fue mágico, no hizo falta el cliché del primer beso para confesar el deseo, la pasión y el amor que había entre nosotros. Éramos mi pequeña Nessie y yo.