N/A:Los personajes de esta historia pertenecen a Stephenie Meyer y son utilizados en esta historia sin fines de lucro.

No es una alucionacion...volvi!


15. Rompiendo promesas, creando otras tantas.


BELLA POV

Es lo que mas deseo Bella, que seas mi esposa.

Se acerco a mi y me beso, fue un beso sellando una promesa…hecha a base de amor, sus labios se movían a un compás lento, en una danza con los míos, se alejo despacio mientras nuestras frentes permanecían unidas, abrí los ojos encontrándome los suyos brillando y rebosantes de amor.

—Te juro que no te arrepentirás—sonrió provocando aturdirme.

—Lo se…eres mas de lo que podría desear y por una extraña razón me amas mas de lo que yo podría siquiera imaginar—suspire mientras un pacifico silencio nos envolvía.

—Ahora recuéstate mientras traigo tu comida—asentí mientras me separaba de el y subía a la cama.

Salió de la habitación mientras yo acomodaba las almohadas cuando mi vista se clavo en un rincón donde ya hacia tirada y mojada mi ropa, me sonroje solo imaginando a Edward desnudándome, aunque también provoco excitarme, me levante y camine hasta ahí me agache para levantar la ropa algo húmeda, iba a preguntarle a Edward si tenia secadora cuando me percate que mis pantalones estaban hechos trizas pero deje eso en segundo plano cuando me fije en mi blusa blanca y en mi ropa interior, trague en seco solo de pensar que Edward me había visto prácticamente desnuda, estaba tan absorta mirando mi ropa que no escuche a Edward entrar a la habitación que me miraba con los ojos abiertos.

—Debió ser muy difícil verdad—rehuí a su mirada.

—No tienes idea de cuan difícil fue no tomarte, y de verdad lo siento mucho—dejo la bandeja en la cama y se acerco lentamente a mi.

—No te disculpes —levante la mirada—eso quiere decir que te parezco atractiva en ese sentido.

—Bella sabes perfectamente que a pesar de ser un monstruo también soy un hombre, y eres la única mujer que despierta esa clase de sentimientos en mi—acaricio una de mis mejillas.

—Edward hazme el amor—vi la sorpresa en sus ojos, me puse de puntitas y rose sus labios pero el se alejo de mi.

—sabes que tu y yo no tendremos intimidad hasta que nos casemos, además si estando sana soy un peligro ahora que estas débil aun mas, así que mejor come y descansa un poco.

Asentí a regañadientes y entre de nuevo a la cama, sonreí al ver los emparedados que Edward me había preparado, los comí sin mucho apetito pero no podía dejar nada ya que mi enfermero era muy exigente. Le pregunte a Edward si tenia secadora y me dijo que si, sonreí por que podría secar mi ropa, además le dije que tenia que ir por mis cosas al hotel y Edward respondió que el iría por ellas que yo tenia que descansar.

Me desperté desorientada, pero después del aturdimiento recordé donde estaba, junto a mi almohada había una nota de Edward diciéndome que fue al hotel por mis pertenencias y por algo para cenar, me levante y entre al baño, enjuague mi boca y me percate que Edward había comprando un cepillo para mi, así que aproveche para lavarme los dientes, aunque también me apetecía bañarme abrí el grifo de la regadera y me quite la camisa, al entrar el agua aun estaba helada así que solté un chillido.

El agua abrazo mi cuerpo mientras por mi mente se recreaba imágenes de Edward, acariciando avariciosamente mi cuerpo, tocándome de una forma nada decorosa que estaba provocando que la sangre subiera a mis mejillas, y se sintiera mas la humedad entre mis piernas y no a causa de el baño que tomaba si no de mi excitación, y la cordura regreso a mi por un momento, lavándome perfectamente para que no quedaran rastros de aquel olor que tendría mi cuerpo y no quería que Edward lo percibiera… no aun.

Al terminar de bañarme me enrede una toalla al cuerpo, tomaría otra camisa de Edward mientras traía mi ropa limpia, al salir me tope con el quien me sonrió de lado causando estragos en mi ritmo cardiaco, se acerco a mi y me beso la frente, pero yo no quería solo un inocente beso me puse de puntas sujetando bien la toalla y lo bese, mientras yo delineaba su labio inferior escuche un gruñido de su parte y sus manos aprisionaron mis caderas alzándome e instintivamente enrolle mis piernas en su cintura. La temperatura comenzó a subir y me sentía mareada por falta de aire y creo que el lo entendió por que sus labios abandonaron los míos pero no se alejaron de mi piel, comenzó a besar mi cuello mientras me sentía cada vez mas excitada, sentía la humedad entre mis piernas mientras un gemido se escapaba de mis labios cosa que hizo que Edward se pusiera rígido y me separar de su cuerpo, lo mire ceñuda mientras el cerraba los ojos y se apretaba el puente de la nariz pero esta vez no iba a dejar que las cosas se detuvieran ahí, quería y deseaba que Edward me hiciera suya así que sin pensarlo deje caer la toalla.

Abrió los ojos y descubrí como su mirada se paseaba por todo mi cuerpo, apretó los nudillos mientras el color de sus ojos cambiaban a un color mas obscuro y sin ni siquiera esperarlo me tomo en sus brazos y estrelló sus labios en los míos en un beso demandante y lo siguiente que supe es que estaba tendida en la cama, enrede mis dedos en sus cabellos halándolos, sus labios se separaron de los míos y succiono el lóbulo de mi oreja mientras me susurraba:

—Eres las criatura mas peligrosa que he conocido—sentí que mis mejillas se encendían.

Dicho eso, sus labios descendieron a mi cuello donde me dio varios besos húmedos causando que me respiración se hiciera errática, pero me esta desesperando que no hiciera otra cosa, deseaba que sus manos frías extinguieran el ardor que sufrían mis pechos y mi monte de Venus que moría por sentir su toque, sus labios llegaron a mi clavícula y no pude resistirlo mas.

—Edward necesito que me toques—mi voz sonó desesperada—por favor

Escuché como un gemido escapa de sus labios, mientras atrapaba los míos en un beso hambriento…este vampiro parecía quererme matar de una combustión espontánea.

—Por favor—volví a suplicar—necesito que me toques—sus ojos se posaron en los míos mientras emanaba su aliento que me volvía loca.

—Bella…se que esto romperá nuestro pacto espero y tu cumplas tu parte, pero tienes que decirme cuando te lastime…de acuerdo—me miro intensamente mientras yo solo asentí.

Una de sus manos acaricio mis costado y tocando mi carne blanda provocándome un delicioso escalofrió y sin quiera esperarlo presiono delicadamente uno de mis pechos y sus labios que habían estado en mi clavícula comenzaron a descender hasta que su lengua se enredo en uno de mis pezones, mientras una de sus manos trabajaba en mi otro seno, mi espalda se arqueo y empuje mi pecho más en su boca, escuche como un gemido escapaba de sus labios mientras yo sentía como sus frías manos calmaban el calor que mi cuerpo necesitaba. Comenzaba sentir un nudo en el estomago a causa de la lengua y manos de Edward.

Enrede mis manos en su cabello y lo hale sintiendo la suavidad de este. Sentí como su miembro se endurecía mientras un jadeo salía de mis labios.

—Tu olor es aun más exquisito cuando estas excitada.

Sus labios abandonaron mis senos pero mas no mi cuerpo saboreo mi vientre y beso mi ombligo causando que una risa saliera de mi boca, pero cuando beso el hueso de mi cadera la respiración se quedo atorada en mi garganta, escuchaba mi corazón golpeando furiosamente contra mi pecho anticipándose a lo inevitable. Edward tomo mis caderas con firmeza y levanto su rostro y pude ver en sus ojos el deseo, el mismo que yo estaba experimentando en este momento, una de sus manos trazo garabatos en mi pubis hasta llegar a ese punto tan sensible, que estaba esperando ansioso por su toque, sonrío de lado y pellizco mi clítoris haciendo que en calor envolvente atravesara cada una de mis terminaciones nerviosas.

Siguió masajeando ese punto un momento mas, mientras sentía como un nudo se formaba en mi vientre, abandono ese punto para abrir mis pliegues que estaban demasiados húmedos y calientes, introdujo uno de sus dedos mientras un gemido se escapaba de mi garganta. El éxtasis que estaba experimentando me estaba llevando a la locura total, pero fui sacada de ese transe cuando los dedos de Edward abandonaron mi cuerpo, iba a protestar cuando escuche como los botones de su camisa salían volando a todas direcciones lo observe y me regalo una sonrisa ladina mientras su camisa cayo en algún rincón de la habitación dejándome apreciar ese bien marcado torso; la misma suerte tuvieron sus pantalones dejándolo solo en boxer. Pude apreciar la tensión de su pene y sin ni siquiera cavilarlo pase la lengua por mis labios relamiéndolos por la anticipación, y de golpe sus labios estaban sobre los míos, besándome con demasiada ternura que me daban ganas de llorar.

—Estas segura—de nuevo la incertidumbre estaba ahí.

—Nunca he estado mas segura en toda mi vida….deseo estar contigo, quiero ser tuya y que tu seas mío de la misma manera—acaricie una de sus mejillas mientras el cerraba los ojos ante mi toque.

—Si te lastimo…si algo va mal tienes que decírmelo Bella, esto no es cualquier cosa, sabes que no puedo leer tu mente y es mas difícil para mi. No podría soportar saber que te he dañado.

—Nunca me lastimarías—lo mire tratando de reflejar todo el amor y confianza que tenia en el—No tengas miedo—le susurre— Somos como una sola persona…

La realidad de aquellas palabras me abrumaron de pronto, este momento era perfecto, autentico…casi mágico, el era la especie de príncipe que siempre había esperado e iba ser suya.

Beso mi mandíbula y su aliento embriagador me llevo de nuevo al éxtasis, se posiciono entre mis piernas y coloco su miembro en mi entrada y de pronto hasta la última de mis terminaciones nerviosas cobro vida propia.

—Para siempre—me respondió antes de comenzar a entrar lentamente en mí.

EDWARD POV

La punta de mi miembro se ubico en su tibia entrada, la mire antes de nada quería cerciorarme que no había cambiado de idea, la observe y vi como asentía mientras mordía su labio. Me adentre lentamente sintiendo como sus paredes se abrían lentamente apretándome de una forma perturbadora.

En mi cabeza había miles de pensamientos, pero trataba de ignorarlos, no quería dañarla...aunque ambicionaba fundirme en ella lo más pronto posible. Apreté los dientes, cuando sentí aquella barrera de su inocencia, y sin pensarlo dos veces me adentré por completo en ella.

De pronto aquel monstruo que había evitado revelar salio a luz, gruñí al momento que sentía la ponzoña acumularse en mi boca, tome una de sus piernas y arremetí de una forma nada delicada en su cuerpo, un gemido salio de sus labios, sentí sus brazos enredarse en mi espalda y sus uñas clavarse en mi espalda y una voz resonó en mi cabeza—como si pudieras dañarme— y con ese pensamiento y con una de mis manos quite de mi espalda sus manos y las puse sobre su cabeza.

Su aroma se intensificaba aun mas, se volvía mas delicioso con cada embestida que daba, abrí los ojos y mire la parte expuesta de su cuello como la vena de su yugular palpitaba locamente, tentándome…mientras sus latidos eran música para mis oídos y de nuevo aquella voz resonó en mi cabeza al momento que sus paredes me aprisionaban aun mas—tómala…satisface tu paladar— sacudí aquellas ideas y bese su mentón, sus mejillas; solté sus manos y cayeron inertes sus costados mientras gemía con fuerza, al verla tan indefensa…me causaba placer.

Bese de nuevos sus labios, tratando de morderlos, y de nuevo mis labios hicieron el recorrido de hace unos momentos…pero no pude resistirme mas cuando bese esa vena en su yugular….tenia que probarla… pase mi lengua por mis dientes anticipando lo inevitable cuando su orgasmo llego de pronto apretándome…aturdiéndome, volviéndome loco, un momento de cordura me llego y me abalance a una almohada y la mordí mientras estallaba dentro de ella….llenándola de mi.

Pasaron varios minutos mientras recuperaba la fuerza de voluntad y salía de ella, la observe y pude darme cuenta que Bella apenas podía mantener los ojos abiertos. Me tumbe a su lado y automáticamente ella busco refugio en mis brazos, la atraje hacia a mi. Acaricie sus mejillas sonrojadas y quite algunos mechones de cabello húmedo que se adherían a su frente y pómulos.

Sus dientes empezaron a castañear y tuve que poner una cobija de por medio, para causarle un resfriado, cuando pude observar su cuerpo…y me horrorice de lo que noté: sus labios estaban hinchados…casi morados, tenía mis dedos marcados en sus brazos, piernas y cadera…incluso en su espalda…no recuerdo haberlos hecho, sus senos también estaban marcados por mi, sus pezones estaban de un color rojo, y tenia varias manchas moradas en su cuello. Y agregando las plumas de la almohada que acababa de morder…gruñí por la frustración de haberla dañado, tome la otra almohada y la mordí de coraje…varias plumas cayeron en su cuerpo y en su cabellos…eran tan blancas como su piel que parecían borrar esas marcas…así que tome varias para cubrir el daño que provoque.

Me recosté a su lado, auto flagelándome, por ser alguien tan ruin y dañarla de esa forma. Acaricie su espalda con delicadeza…esperando vanamente poder borrar aquellas huellas que había dejado en su piel. La mañana comenzó a llegar y los primeros rayos de sol comenzaron a bañar la habitación así como su cuerpo, cerré los ojos para no verla.

Escuche como su respiración acompasada se volvía regular, se removió suavemente, seguramente no podía hacer mas esfuerzo por mi causa…si ella salía corriendo, bueno no literalmente lo aceptaría.

¿Quien diablos querría estar con un monstruo como yo?

Me estaba volviendo loco, ¿por que no decía nada?, o simplemente se quejaba… odiaba no poder saber lo que pensaba, pero mis cavilaciones pasaron a segundo grado cuando escuche una risita de su parte seguido del sonido de su estomago.

— ¿Qué te parece tan divertido? —murmure sin una sola pizca de humor, cuando su estomago gruño de nuevo acompañado del sonido de su risa.

— Perece que no se puede escapar mucho rato del hecho de ser humano— escuche alegría en voz…definitivamente Bella estaba muy mal,

¿Cómo alguien podía sentirse feliz en su condición?

Mis dedos seguían trazando las marcas de mis dedos en su piel, mientras un silencio nos envolvía de nuevo…su corazón comenzó a palpitar mas rápido, seguramente ya se dio cuenta de la clase de monstruo que soy….

—Edward— su voz era temblorosa…seguramente tenia miedo— ¿Qué te pasa? ¿Qué te sucede?


Lo se me merezco mas que una tortura de los Vulturín, por tenerlas tan abandonadas, pero son tan lindas que me entienden….además de que la inspiración andaba lejos y tenia muchos problemas con mi PC y mi vida personal…prometo no tardar en actualizar tanto, ya estoy escribiendo la continuación de este capitulo para actualizar lo antes posibles, peo ustedes también ayúdenme con sus comentarios por favor!

Alma (: