Atención: Crepusculo No me pertenece
Capitulo V
"Solo tienes, Dos semanas, nada más"
Cuando la vida te ofrece una birria, di:"Sí, claro que me gusta. ¿Qué más tienes?"
-Henry Rollins
-¿Y mi beso Francés?- pregunto Alice.
-Alice, no te lo pueden dar ahora, estas ebrias- decía entre risas Rosalie.
-Mmm, ¡No es justo!- Farfullo Alice, como una niña pequeña haciendo un berrinche.
-Lo sé, Ali, lo sé, pero después de todo, tenemos dos semanas para resolver ese problema- le dije, aunque sabía que no me escuchaba bien, estaba demasiado ebria.
-Esperen un minuto, ¿Vinieron a Francia, para darse besuqueos con franceses?- pregunto el chico grandote, enarcando una ceja.
-Eso a ti no te incumbe Pie Grande, pero Para tu información, no, venimos por una importante investigación- dijo Rosalie seriamente.
-¿Enserio?- pregunte incrédulamente.
-Si, Bells, Venimos a verificar, si los besos franceses, dados, por franceses, son mejores que los demás tipos de besos, venimos para encontrar la raíz de los besos franceses- dijo Rosalie igualmente seria, reí, al parecer el alcohol hacia acto de presencia.
-Rose, estas ebria, Se te subió el alcohol a la cabeza – dije entre risas, ella me miro frívolamente, pero después de quince segundos volvió a reír como loca.
-¿Entonces, por que vinieron?- dijo el rubio.
-Aunque, mi amiga ya les dijo, que no les incumbía, solo vinimos por unas Mini-Vacaciones, los últimos meses se pusieron pesados- dije
- ¿Alguna otra pregunta, investigador?- añadí sarcásticamente.
-¡Oh! ¡Oh! ¡Yo!- dijo "Pie Grande" (aun no me acordaba de sus nombres), reí, al parecer no reconoció mi sarcasmo.
-¿Qué?-
-¿Es verdad, que eres… ya sabes… Una bibliotecaria?- pregunto un poco confundido.
-Pues técnicamente, si, pero la Librería es mia, pero no hago solo eso, a veces mando artículos de literatura a varias revistas – dije, aunque se me hacia un poco extraño ¿Quién le dijo, cuál era mi trabajo?, pero no era necesario preguntar, si nos siguieron a otro continente, era seguro que nos investigaron o algo parecido. La verdad no me molestaba, ellos nunca me harían cambiar de opinión, yo no quería ser cantante o algo parecido, me agradaba mi vida tal como era, no iba a cambiar todo eso por la fama, no después de lo ocurrido hace cinco años.
Aunque me enoje un poco ¿De verdad creían, que era de esas oxigenadas que solo saben chillar?-uggg.
-Ya Llegamos- dijo de repente, tomándome por sorpresa, ni me había dado cuenta que me había perdido en mis pensamientos, según Alice y Rose, eso me suele pasar muy a menudo.
Suspire, ahora seguía la parte más difícil; Despertar a Alice.
-Vamos, Alice, Hora de irnos- la zarande de los hombros, ella refunfuño.
-Mmm, no- dijo molesta, mientras se acurrucaba más al regazo del rubio.
-Lo siento- me disculpe con el chico.
-Rose, ayúdame a cargar a Aly-dije mientras volvía a sacudir a Alice.
-Rose…- me voltee hacia ello, pero cual mi sorpresa al ver que ella también estaba dormida.
-Rose…- tarare su nombre, rogando por que se despertara.
Si había algo más difícil que despertar a Alice, es despertar a Rosalie.
-¡Oh, Vamos chicas!- farfulle.
-Si quieres te podemos ayudar-dijo el de cabellos cobre, con una sonrisita.
Estaba en un dilema, dejar que me ayuden o dejar que no me ayuden, era obvio que necesitaba ayuda, pero no quería recibir específicamente su ayuda, que los haya perdonado por sus idioteces (como perseguirme hasta Europa) no significara que fueran totalmente de mi agrado; la verdad, solo los perdone porque me parecen primerizos, a fin de cuentas yo no soy tan dura.
Pero antes siquiera de soltar algún ruido, las puertas del carro estaban abiertas.
El chico "Pie grande", cargo con mucha facilidad a mi rubia amiga sobre su hombro, en cambio, el chico rubio (creo que se llama Gasparin) cargo a Alice, del mismo modo que lo hizo el grandote.
-¿Vas a salir?- dijo el de cabellos cobre, alzando una mano hacia mí, sin pensar, la tome gustosamente.
Cuando tome su mano, algo ocurrió, demasiado lento, fue como un entrara a un campo magnético, era una fuerza impredecible, una descarga eléctrica, me sorprendí con su toque, es difícil de explicar, se sentía como la emoción de unir por fin todo un rompecabezas, es como si estuvieras normal, bien, pero esta esa descarga, el placer, el toque de su mano con la mia, no se sentía simplemente bien, se sentía lo correcto.
Me asuste.
No debería estar sintiendo eso, es imposible, estúpido, no podía estar sintiendo eso, es irreconocible y al mismo tiempo, familiar, quite mi mano rápido, tan rápido como lo hizo el.
-Gracias-murmure. El solo asintió con la cabeza.
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Estaba en el ascensor, dirigiéndome a mi habitación, me sentia un poco sofocada, y eso que el elevador era bastante amplio, ¡Oh! Por cierto ¿Mencione, que detrás mio, había un gorila, y un rubio cargando a mis amigas? ¿Oh, también mencione que un Dios griego esta a mi lado, muy apretado?
Creo que lo olvide.
Silencio incomodo.
Grite "Aleluya" para mis adentros, cuando sonó la campanilla, de haber llegado a nuestro piso.
Al igual que en el camino hacia el elevador, el recorrido fue incomodo.
-Es esta habitación- suspire de alivio.
-¡Oh Mi dios!- dijo con voz chillona el grandulón.
-¿Qué?-
-¡Que Con-qui-den-cía!- ¿Qué conquidencia?, que diablos es eso…
-¡Que sorpresa!- dijo ahora el rubio, con la misma voz chillona.
-¿Qué?- pregunte, (de nuevo) incrédulamente
-¡Somos vecinos!- chillo el grandulón, su rostro parecía completamente actuado.
Y como lo venia venir, mi furia llego.
No solo se conformaban con seguirnos, si no con estar en el mismo hotel, y para el colmo, aun lado de nuestra habitación ¡Ni se molestaron en disimular!.
No dije ni una sola palabra. Estaba furiosa, Deslice la tarjeta para poder abrir la puerta, (tal vez con demasiada fuerza) y abrí la puerta de golpe.
-Ahí- dije mordazmente, señale los sillones de la salita de nuestra habitación.
No les dirigí la mirada, a ninguno de ellos, ni al de cabellos cobrizos, pero sabía que ellos estaban al tanto de mi furia, ¿Quién no se enojaría?.
Rápidamente dejaron a las chicas en los sillones color turquesa de la habitación, estaban tensos. Agradecí eso.
-Ahora- dije calmadamente, con intención de asustarlos un poco.
Nadie. Repito. Nadie, Se mete con Isabella Marie Swan.
-¡Fuera! ¡Malditos Enfermos! ¡Les juro que llamare a la policía! ¡Tengo Contactos!- empecé a gritar como si estuviera loca, pero tenía que descargar toda mi furia ¿No?.
-¡Pe-pero, No-no, Hi-ci-mos Nada!- tartamudeo el grandulón.
Rápidamente, saque de mi bolso, mi Gas Pimienta portable (Cortesía de Jefe Swan) y lo puse muy cerca de su cara, obviamente no se lo iba a rociar (No era una psicópata) peros como dije, solo quería asustarlos inocentemente (Bueno, no "Inocentemente" en toda la extensión de la palabra)
-Si hay algo, que no soporto más que Acosadores, son las mentiras- dije con voz ronca y macabra (especial para susto, Me la enseño Alice). -Estas seguro de que no hiciste nada- proseguí, ahora poniendo el rociador, en sus ojos, estos estaban llenos de miedo, sonreí, si Alice me estuviera viendo estuviera orgullosa.
-Creo que mejor nos vamos- dijo rápidamente, me carcajee para mis adentros, era divertido verlos asustados, y aun mas al chico grande, a fin de cuentas no era tan rudo, aparentaba serlo, en realidad parecía tener alma de niño.
Acto seguido se fueron corriendo.
-¡Eso Fue .- oí una voz detrás de mí.
Alice
-¿No estabas dormida?- pregunte incrédulamente
-Hasta crees, Nosotras no nos caemos rendidas hasta las once copas-Dijo Rosalie, acomodándose.
-Bella, nos decepcionas, después de tantos años como amigas y a un no sabes hasta cuantas copas estamos realmente borrachas- Alice hizo un Falso gesto triste.
-Hum, Perdón por no ser su mayor Fan- bromee sarcásticamente.
-Lo entendemos, te daremos un autógrafo después de consuelo- Rosalie me siguió el juego, sonreí.
-Gracias, Me encantaría- Volví a bromear.
-Descuida Bella, no importa, al fin de cuentas no pudiste vernos de cualquier modo, ya que prácticamente violabas al chico de ojos verdes con la mirada- Dijo Alice, con las cejas alzadas y una sonrisa maligna.
-¡Que! ¡Están Locas!- grite, no puedo creerlo ¿Fui demasiado obvia?
-Entonces no lo niegas- Rosalie siguió.
-Yo, yo…-no sabía que decir, a si que como si fuera obvio, para no cargar toda la culpa, la compartiría.
-¡Y ustedes que, No me van a venir con eso de que no les gustaron, fingieron estar dormidas solo para que las cargaran!- grite.
Ellas se encogieron de hombros, sonriendo.
-No lo negamos-
Mi plan no funciono.
-Pero ¿Por qué hacen eso? No se supone que los odiábamos, ¿Recuerdan quiénes son?, son caza-talentos, debemos odiarlo, recuerden lo de hace cinco años- me encogí a ese recuerdo, era muy doloroso.
-Pero, Bella, sabemos que ellos no nos van a conseguir, no es como si fuéramos a ceder, solo queremos hacerlos entrar en razón, después de que se rindan, así de simple, trato de hacer al enemigo, un amigo- Alice me miro con ojos suplicantes.
-No, tratas de ser "Algo más que su amiga" sin sentir culpa- bromee.
-¡Oh vamos! Son buenos chicos, solo hay que darles el camino correcto… ignora eso, soné como una madre… Lo que quiero decir, es que hay que darles una oportunidad, no queremos conocer a los Representantes Whitlock, Y Cullen, queremos conocer a los chicos Jasper, Edward y Emmett.- Rei amargamente.
Jasper, Edward, Emmett.
Edward, Emmett, Jasper.
Emmett, Jasper, Edward.
Suspire, al menos me acordaba de los nombres.
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-¡Pero Alice! ¡Ayer fuimos de compras!- solloce.
Eran las Ocho de la mañana, Alice me había despertado a las siete, para ir de comparas, es increíble como esta duende no tenía ni una pisca de cansancio, Hasta Rose se quejo un poco, Teníamos sueño, Resaca, Mal sabor de boca, y por si fuera poco, tres acosadores a menos de tres metros de nuestras habitaciones.
-Bella, Bella, Bella, tenemos mucho tiempo para dormir, eso lo puedes hacer cuando estés vieja. Pero solo tenemos Dos semanas en Paris, y Eres Joven ¡Te recuperaras! Ahora deja de chillar, y saca tu trasero del sillón, que vamos de compras- dijo fuertemente.
Había llorado, sollozado, hice todos los pucheros que pude hacer, puse carita de perrito huérfano, me había tirado al piso gritando que no quería ir.
Nada funciono.
Alice, era la persona menos convencible que pudieras encontrar, y ahora tenía que salir. Planeaba salir rápidamente, no quería encontrármelos, rece para que se hubieran rendido, y tomaron un vuelo hacia E.U.
Mis rezos ni fueron escuchados, apenas abrí la puerta, y ahí estaban ellos, los tres.
Pero, ahora n vestían esos trajes de trabajo – con el cual Edward (me aprendí su nombre) se viera muy sexy en el- Si no, vestía un pantalón de mezclilla, una camiseta sencilla de American Eagle y unos converse, y sorprendentemente me gustaba mas así, pareciera mas real, mas él, y no un sucio caza-talentos, solo el mismo, solo siendo él.
Suspiro.
-Queríamos pedirles disculpas, fue completamente inaceptable de nosotros seguirlas- dijo Edward viéndonos, había sinceridad en sus ojos.
-No teníamos ningún derecho, pero no podíamos hacer mas, eran sus voces, eran ustedes, lo que había buscado, es como si nos hubieran hechizado- dijo ahora el rubio, al igual que Edward también decía la verdad.
Espere a que el siguiente hablara, Emmett.
Pero no lo hizo.
-¿No te vas a disculpar?-le pregunto Alice ceñuda, mirando a Emmett, quien se comía con la mirada a Rosalie.
-¡Oh si lo olvide!- reí, era verdad, parecía un niño.
-Lo sentimos mucho de verdad, si quieren me inclino hacia ustedes, les beso los pies ¡Soy su esclavo! Pero perdónennos, somos unos incompetentes, las mujeres siempre ganan-reí con ganas, al igual que Rosalie y Alice. Jasper y Edward miraban interrogante a Emmett.
-¡¿Qué?!, con el paso del tiempo me di cuenta de que si quieres ser perdonado, hay que darle la razón a ellas e imponerse a su poder para ser perdonados- dijo.
-Concuerdo con eso- dije entre risas, Alice y Rose, asintieron.
-Miren, chicos, no estamos interesadas –eso sonó extraño- no queremos fama, ni dinero, ni ropa, nada que nos ofrezcan, es así- si fuera otra persona, no tardaría en decir si, pero no, somos diferentes, y aunque me daba un poquito de lastima hacia ellos, no podíamos decirles que sí.
-¡Solo, solo una oportunidad, dos semanas, y si no, no las volveremos a buscar, solo eso!- rogo, casi de rodillas el rubio; Jasper.
-Está bien, pero solo dos semanas, nada más, y después no dejaran en paz con ese tema- suspiro Alice.
¡¿Acaso estaba loca?!, ¡¿Cómo hacia eso?,! ¡Bien sabía que no podíamos decirles que si, no podía hacernos eso, no podía hacerles eso, no importara si fueran quinientos años!
Alice me debía muchas explicaciones.
Lo siento chicas, no tengo explicaciones para demorar tanto, pero es que es la escuela, trabajo familia, les juro que ahora tengo una terribles ojeras ¡les prometo que cuando salga de vacaciones actualizare! Acepto cualquier insulto, no es nada que mis amigas no me hayan dicho por no poder actualizar!
Pero, espero que les gustara, puse algo muy leve del pasado de Bella, y las chicas, pero la historia se va ir desarrollando poco a poco.
En fin, eh aquí un adelanto!
En el capitulo siguiente…
-¿Por qué lo hiciste?, sabes que no podemos-
-¡No lo se! Es el, su mirada, su tristeza, solo así…
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-¿Quieren compañía?
Esto era mas de lo que esperaba….