Disclaimer: Que conste que publico esto cada vez sólo porque respeto a J.K Rowling, quien creó inicialmente el mundo en el que se desarrolla mi historia. No sé a quién le pertenecen los derechos, y la verdad no me importa; mi historia no debería molestar a nadie porque no gano nada con ella más que pasar el rato, y hasta donde sé, su contenido no es, ni será ofensivo para nadie.
Capítulo 6: Expecto Patronum
-Es mi culpa. – dijo Lily una vez afuera del comedor. – Si sólo yo…
James negó con la cabeza y le puso una mano en el hombro con aire tranquilizador.
-Hicimos lo que pudimos. No era posible evitarlo. – le dijo con seriedad.
Lily sintió como sus ojos volvían a llenarse de lágrimas y se giró bruscamente. Detestaba que la vieran llorar. No le gustaba parecer una persona débil y por eso siempre que sentía que no podía contener las lágrimas se escondía. Aparte de Daphne, la única persona que la había visto llorar era, para su desgracia, James Potter.
Él, entendiendo cómo se sentía la joven, prefirió alejarse unos pasos y esperar hasta que Lily se calmara un poco.
-Llegó la respuesta de mi padre. – anunció después de un momento, con la intención de despejar los pensamientos de Lily.
Ella se limpió los ojos rápidamente y dio la cara a James con interés.
-Aún no sabe mucho. Ha estado ocupado últimamente y no ha tenido tiempo de investigar. Me preguntó como conseguiste la runa. – le contó James. Con una sonrisa comprensiva agregó: - no espero que me lo confíes. En todo caso me parece que el tema le interesa. Esto es lo que sabemos hasta el momento: la palabra que representa tu runa es "unión". Parece que pertenece a la escritura de una cultura mágica muy antigua que habitó esta zona. Aparentemente, su estructura se basa en 5 pilares fundamentales, algo así como una 'llave' a sus conocimientos. Esos pilares son: "unión", un círculo con dos rayas; "equilibrio", cuatro rayas horizontales paralelas, unidas entre sí en diferentes lugares por líneas pequeñas y diagonales; "poder", dos líneas en zigzag que se unen en un vértice, sobre un triángulo; "protección", un círculo pequeño dentro de un cuadrado grande; y "caos", una espiral.
-¿Dio alguna idea de cómo traducir el libro? – preguntó Lily con algo de esperanzas.
-Su escritura es muy difícil de interpretar, porque es muy rica en símbolos y significados, pero hay diferentes corrientes rúnicas que se derivan de ella, de forma que los símbolos actuales podrían parecerse a los que los originaron. En pocas palabras: tenemos que buscar en todos los diccionarios de runas e ir deduciendo de dónde se derivaron para entenderlo…
-¡Lily! –gritó Sirius desde lejos. - ¡Lily! Por fin te encuentro. – le dijo una vez hubo llegado a donde sus amigos, jadeando.
Luego de analizar la situación, Sirius levantó una ceja en interrogación.
-¿Acaban de esconder sus varitas para que no supiera que estaban a punto de hechizarse? ¿O el mundo finalmente dejó de girar y ustedes decidieron llevarse bien? – preguntó divertido.
Lily iba a decirle que no había ningún motivo racional para que ellos no pudieran tener una conversación civilizada, pero un bufido de James a su lado la detuvo.
-¿Por qué te parece extraño que me lleve bien con Lily? Hasta ahora no he conocido a la primera mujer que realmente se resista a mis encantos. Lo que ocurre con ella es que no le gusta que nos vean llevándonos bien, porque es demasiado orgullosa para reconocer que todo este tiempo estuvo haciendo mal al rechazarme. – dijo con tono petulante.
Ahora fue el turno de Lily de bufar con desprecio.
-¿Tus encantos, Potter? A menos que para ti ser un arrogante sinvergüenza sea un encanto, no sé a qué te refieres.
James iba a replicar, pero Sirius los interrumpió.
-Ahora no hay tiempo para esto. Necesito hablar contigo, Lily.
Lily y James lo miraron con atención. Al ver que James no planeaba dejarlos solos, Sirius decidió hablar frente a él.
-Se que leíste lo del asesinato de los Bones, Lily. Me preocupa todo lo que está ocurriendo. Personas como mi familia, obsesionadas por la sangre limpia, podrían tomarla contra ti, y no me perdonaría si permitiera que algo te pasara. No quiero que camines sola por los pasillos…
-Gracias, Sirius, pero creo que sé cuidarme sola. – lo cortó Lily algo ofendida con la idea de que él la creyera tan débil.
-No, no lo sabes. – afirmó Sirius. – Muchos de ellos conocen magia negra con la que tú ni siquiera soñarías en tus peores pesadillas. – Lily y James se miraron. - Y ese no es el punto, Lily. Si los dementores se les están uniendo, eso quiere decir están organizándose. Por favor prométeme que tendrás cuidado. Que no los provocarás. Y no pongas esa cara que sé que eres muy impulsiva, si no, mira cómo maldices a James por tonterías. Por favor, Lily. No quiero pensar que tú, o tu familia podrían ser lastimados por gente como mi familia.
Lily asintió y se alejó de James y Sirius sin decir nada, perdida en sus pensamientos.
Con la mención de su familia, Lily por fin entendió el riesgo que estaba corriendo. Su situación no era tan diferente de la de los Bones. Edgar, al ser Premio Anual en vez de un 'Sangre Limpia', había ofendido a algunos Slytherin. Al principio habían sido sólo insultos, pero después, Edgar se había hecho con unos cuantos contactos importantes en el Ministerio, y cuando su futuro se había hecho más prometedor, ocurrió el ataque. Era evidente que los seguidores de Voldemort no querían ni siquiera darle la oportunidad a los Sangre Sucia de llegar lejos en el mundo mágico.
Lily era reconocida por ser buena estudiante, y, con su temperamento y sus constantes enfrentamientos con los amigos de Snape, no se extrañaría de estar en la mira de ellos. De cualquier forma esto eran solo líos entre escolares, y ella dudaba que fueran a llegar muy lejos.
Aún así, Lily pensó que necesitaba hacer algo, al menos para sentir que podía defenderse. Entonces recordó lo que había sentido en su sueño cuando había aparecido el dementor. Ese frío, esa desesperanza. Recordó cómo le había dado el beso de la muerte a la Sra. Bones y tomó una decisión.
-Voy a aprender a hacer un patronus de verdad. – dijo para sí.
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Más tarde ese mismo día, Lily le contó a Mary y a Daphne sobre sus planes. Ambas se sorprendieron un poco, pero después se decidieron unírsele.
-No puedes hacerlo sola. - le dijo Daphne.
-Yo también vengo de una familia de muggles. No estaría de más poder defenderme un poco. A estas alturas supongo que puedo enfrentarme a un mago adulto y no salir tan mal parada, pero si han estado usando dementores… - razonó Mary.
-Además será divertido. ¿Cuándo vamos a empezar? – preguntó Daphne animada.
Lily las miró algo extrañada por sus deseos de estudiar extra. De las 3, Lily era la única buena estudiante. Mary, a pesar de ser hija de muggles, como ella, no sentía la necesidad de demostrar que podía ser tan buena como cualquier persona de sangre pura; y Daphne, a pesar de ser también muy inteligente, simplemente aplicaba la ley del menor esfuerzo: mientras lograra ganar las materias y dedicar el resto de su energía a las cosas que le interesaban, no movería un dedo de más.
-No lo sé. – respondió pensativa. – Primero tenemos que leer suficiente sobre el tema. –sus amigas suspiraron con resignación. –Y tengo que advertirles que no será fácil, chicas. Es magia avanzada. Algunos magos nunca llegan a dominarla. Además tenemos los TIMOS encima y no podemos descuidarnos en eso tampoco…
-Amiga, ¿estamos juntas en esto, o no? – preguntó Mary exasperada, mientras Daphne asentía demostrando su apoyo.
-Gracias, chicas. – respondió Lily. Se quedaron en silencio un momento, hasta que Lily decidió preguntar: - ¿Les molesta si invito a Remus a participar en esto? Supongo que le interesará.
Daphne hizo mala cara, pero no se opuso. A Mary el chico le caía bien, así que tampoco se negó.
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Durante los siguientes días, James buscó insistentemente un momento para hablar con Lily en privado sobre sus sueños, pero ella estaba evitándolo exitosamente hasta el momento.
Al principio esto molestó al chico, pero luego decidió que si Lily había sido capaz de lidiar sola con eso hasta el momento, no tenía por qué ser diferente ahora que él se había enterado. El la respetaba, sabiendo que era una bruja muy capaz, y decidió que se enteraría de más cosas si se ganaba su confianza comportándose de forma civilizada con ella, que si intentaba acorralarla e interrogarla.
Por otro lado, Dumbledore no había dado muestras de querer dirigirse a ninguno de los alumnos de quito en privado, así que James sospechaba que no había recibido la carta. Lo preocupaba pensar que el correo podría haber sido interceptado, pero al menos tenía la tranquilidad de que, al ser un mensaje anónimo, quien quiera que lo leyera no podría saber quién lo envió.
Aún así, decidió mantener un ojo sobre Lily a partir de ese momento, por si de alguna manera alguien se enteraba de que ella sabía más de lo que debía, que la chica estuviera adecuadamente protegida.
Tomar la decisión no fue la parte difícil; con Lily evitándolo era imposible estar cerca de ella. Así que después de pensarlo mucho, decidió hablarle a Sirius sobre su plan, sin darle ninguna explicación.
Afortunadamente, Sirius inmediatamente pensó que la inquietud de James por la seguridad de la pelirroja se debía a lo que sentía por ella, y a las advertencias que él mismo había estado haciendo, así que, sin pensarlo un momento se apuntó para hacer parte de la operación "Cuidar a Lily".
Sabiendo cómo James deseaba estar cerca de la chica, Sirius le prometió que encontraría la forma de hacer que los Merodeadores y Lily pasaran más tiempo juntos, y no pasó mucho tiempo antes de que encontrara la manera de lograr esto.
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El comienzo del nuevo año pasó sin mayores incidentes, y dos días antes del fin de las vacaciones, las chicas se encontraban en la biblioteca sentadas junto a los Merodeadores, sorprendentemente en silencio y concentrados.
Al final habían acabado por ir los cuatro Merodeadores, ya que Remus había aceptado gustoso la propuesta de Lily; Sirius últimamente se había puesto pesado con aquello de la protección de su nueva amiga, así que ella había terminado por contarle lo que se proponía con la intensión de demostrarle que sí estaba consciente del peligro que corría. Sirius se había entusiasmado mucho con la idea y le había prometido acompañarla en su próxima sesión de estudio, aún cuando ella nunca le había pedido que fuera.
James había aparecido junto a Sirius a la siguiente ocasión, al principio para molestar a Lily, pero finalmente se interesó por el encantamiento y se propuso hacerlo. Para sorpresa de la pelirroja, él mismo había decidido hacer una especie de tregua, donde no se metía con ella durante las sesiones de estudio a menos que ella se metiera con él antes.
Peter, por su lado, había llegado de su casa convertido en una persona nueva. El éxito de su transformación en animago le había dado una seguridad en sí mismo que nunca antes había sentido, y, cuando había escuchado a sus amigos hablar de la siguiente sesión de práctica que se proponían, había preguntado tímidamente si podía acompañarlos. Todos habían aceptado con gusto, y habían aparecido con él sin avisarle a las chicas, quienes le habían dado una calurosa bienvenida.
Así se formó ese inusual grupo, que, una o dos veces a la semana le pedía prestada a McGonagall un aula vacía, para practicar lo que habían leído, naturalmente sin mucho éxito al principio. La profesora no les había creído cuando le dijeron que era para estudiar para los TIMOS, pero consciente de la presencia de los dos prefectos, había decidido concederles lo que pedían, haciéndolos a ellos responsables si algo malo ocurría.
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Entre las clases y las prácticas del patronus, a Lily le quedaba poco tiempo para volver a su búsqueda de las runas. Cada fin de semana se quedaba hasta tarde acompañada generalmente de Remus en la biblioteca, buscando runas que se asemejaran a las que veía en el libro.
No era una labor tan difícil, el problema consistía en que a veces dos lenguajes rúnicos coincidían en un símbolo parecido con significados opuestos. Lily y Remus intentaron hacer una especie de diccionario con las posibles "traducciones para cada símbolo", pero era una tarea tediosa y por algún motivo Lily encontraba poco confiable el resultado.
Una noche, después de tomar una ducha para despejarse, Lily bajó a la sala común, donde se encontraba ya poca gente debido a la hora. Ese día le tocaba hacer la ronda nocturna de los prefectos, pero no empezaba hasta dentro de un cuarto de hora, así que pensaba hacer tiempo con sus amigas mientras llegaba el momento.
-¿Qué haces? - le preguntó a Daphne, que estaba inclinada sobre un gran libro y muy concentrada, mientras acariciaba distraídamente un gato gris que dormitaba sobre su regazo. No era típico de ella estudiar si Lily no estaba ahí para presionarla.
-Leo. - respondió Daphne vagamente sin despegar la mirada del libro.
-Si no me lo dices no me doy cuenta. - ironizó Lily alejando el libro de su amiga para mirarlo. Daphne había estado comportándose de forma extraña desde el almuerzo, evitando a sus amigas y pasando las clases con la mirada perdida, seguramente fantaseando con algo. - ¿Pociones? - preguntó incrédula esquivando los manotazos de su amiga, quien intentaba desesperadamente recuperar el libro.
Daphne asintió.
-¿Por qué no me pediste ayuda? Sabes que son mi fuerte.
Daphne mantuvo la mirada clavada en sus manos mientras las frotaba nerviosamente.
-No quería hacer un escándalo de esto. - susurró.
Lily iba a preguntarle de qué estaba hablando cuando el título que encabezaba la página del libro que Daphne había estado mirando llamó su atención. "Filtros de amor" decía.
-¿Daphne tu…? - Empezó Lily, pero no acabó la pregunta. Daphne generalmente era muy reservada con sus cosas, y Lily le daba su espacio, sabiendo que cuando ella lo necesitara hablaría. Aún así, nunca, hasta ese momento, se había preguntado si a su amiga le gustaba alguien y sintió un poco de remordimiento al pensar que Daphne lo estaba pasando mal al no ser correspondida. Al menos podrían acompañarla en su malestar, si Mary y ella se hubieran enterado. - ¿Quién te gusta? - preguntó por fin.
-No te preocupes, no tiene importancia. Ya voy a terminar con esto. - le aseguró Daphne incómoda.
-¿Terminar con qué? ¿Con que no te corresponda? ¿Con un filtro de amor? - le preguntó Lily en tono acusador. - ¿No crees que hay alguna otra manera de que te corresponda aparte de esa? Tu eres una chica muy linda y divertida, si él no te quiere por lo que eres, no creo que…
Daphne soltó una carcajada en la que no se detectaba nada de humor, mientras negaba con la cabeza.
-¡No es eso! Y si no quería hablarte de esto es porque me imagino el escándalo que harás. De cualquier forma es mejor aclarar las cosas o nunca escucharé el final de esto. No buscaba un filtro de amor, buscaba el antídoto.
Lily enarcó una ceja, incitando a su amiga a continuar.
-¿Recuerdas la clase con Sl… Sl… de pciones, esta mañana? - preguntó Daphne. Lily asintió. - ¿Recuerdas que… el profesor me ordenó que probara la poción de memoria que hicieron los Merodeadores? - Lily asintió nuevamente, sospechando por donde iba la historia. - ¿recuerdas que tuvo el efecto contrario y Sl… el profesor dijo que le habían puesto demasiado ajenjo y nos quitó varios puntos porque yo no podía concentrarme? - Lily asintió por tercera vez sintiendo cómo se llenaba de ira. - Bien… creo que el problema no era el ajenjo: me dieron un maldito filtro de amor. Uno de esos que hace que te enamores de la primera persona que veas.
-¡Malditos Potter y Black! - gritó Lily furiosa. - ¡Te aseguro que en cuanto los vea haré que se arrepientan de haberse metido contigo! ¡Me aseguraré de que no queden en condiciones de hacer una poción nunca más! ¡Sirius va a…
-La pareja de Potter hoy no era Black. - Le recordó Daphne a Lily. - Era Lupin.
Lily paró en seco sus amenazas, sorprendida. Sabía que Remus hacia parte de los Merodeadores, y que a veces estaba metido en sus bromas, pero nunca cuando eran de las que tenían por víctima a alguien cercano. Aunque pensándolo bien, la relación que él tenía con Daphne la hacía una posible víctima.
Como si hubieran sido convocados en ese momento, los cuatro Merodeadores entraron a la sala común con aire alegre. Al ver la mirada de Lily, Sirius tragó saliva y preguntó con inseguridad:
-¿Pa… pasa algo?
-No tenemos nada en contra de ti ni de Pettigrew, entonces les recomiendo que suban a sus dormitorios y nos dejen aclarar las cosas a nuestra manera. - respondió amenazadoramente Lily.
Remus y James se miraron y empezaron a reír incontrolablemente.
-No era nada personal, Daph. - decía James entre risas. - No pensamos que fueras a enfadarte tanto porque agregáramos algo de amor a tu vida. Además, ¿qué tiene de malo querer a alguien? Pensamos que en el peor de los casos te le declararías y hasta podrías volverte novia suya, ¿qué podría ser tan terrible de tener novio?
-¡Todo! - exclamó Daphne furiosa.
Lily la miró sorprendida. Estaba de acuerdo en que lo que habían hecho los chicos estaba mal, pero que Daphne dijera que estaba mal tener novio sí le parecía extraño. Al ver la mirada de su amiga, Daphne, entre avergonzada y furiosa, aclaró:
-¡Tiene todo de malo si la persona de la que te enamoras es Slughorn!
Los Merodeadores rieron aún con más ganas si era posible, haciendo que Daphne subiera corriendo a su habitación con los ojos llenos de lágrimas. El gato que había estado sobre ella todo el tiempo cayó dando un bufido como protesta.
Lily también se puso de pié pensando en seguir a su amiga para consolarla, pero después pensó que antes podría vengarse de los Merodeadores por haberle hecho eso.
-De todas las personas Daphne es la más tranquila que conozco. Ella jamás se mete con nadie, incluso le ayuda a todo el que lo necesita. ¿Cómo pudieron jugarle una broma tan pesada a ella? - preguntó intentando sonar calmada. - ¿Por qué no se meten con alguien que al menos valla a defenderse?
Al ver que Lily iba a hacerles algo a sus amigos, y pensando que por una vez no había ninguna razón para que él también fuera víctima de su ira, Sirius decidió seguir su consejo y subir al dormitorio, arrastrando a Peter consigo.
Remus miró al suelo algo avergonzado, sin saber qué decir, deseando poder escapar como sus dos amigos. James, en cambio, parecía disfrutar de la furia de Lily.
-¿Alguien que pueda defenderse? ¿Estás hablando de alguien como tú? - preguntó con petulancia, ganándose, e ignorando, una mirada de advertencia de Remus, que quería decirle que dejara de provocar más a Lily. Todos sabían lo protectora que podía llegar a ser con sus amigas. - Vamos, lánzame un maleficio, esta vez sí estoy preparado. Antes me has cogido por sorpresa, pero esta vez estoy dispuesto a luchar contigo, si eso es lo que quieres.
Por una vez, James había sido capaz de responder a las amenazas de Lily como debía y no iba a detenerse. Sentía que con esta pagaría todas las veces anteriores donde se había dejado derrotar, como aquel día en la biblioteca.
Lily levantó su varita dispuesta a darle gusto. Sabía que James era muy bueno con los duelos y conocería el contramaleficio de lo que ella pudiera lanzarle. Miró a su alrededor buscando alguna forma de atacarlo que él no se esperara y encontró su solución a poner sus ojos sobre el gato de Mary, que Daphne había estado cargando minutos antes, cerca de ella. Con un movimiento fluido, que puso en guardia también a Remus, convirtió al pequeño gato en un gran tigre gris, que con un gruñido se lanzó hacia sus dos compañeros.
James y Remus, cogidos por sorpresa, reaccionaron como se los dictó su instinto: corriendo. El animal brincaba ágilmente hacia los dos jóvenes que corrían aterrorizados.
-Te pasaste esta vez, ¡Maldita sea! - le gritó James a Lily mientras saltaba detrás de una mesa, para escapar de la fiera que estaba a punto de atraparlo. - ¿Acaso quieres matarnos?
El tigre esquivó un hechizo que le lanzó Remus y saltó hacia él, dejando a James libre por un momento.
Para cuando Lily comprendió que tal vez la situación se le había salido de las manos, James había corrido a su lado e intentaba, infructuosamente, atar al felino con cuerdas mágicas. El problema estribaba en que, como el gato de Mary había sido hechizado en incontables ocasiones, ya era experto en esquivar los hechizos de los Merodeadores.
Remus tropezó y cayó al suelo, y el tigre cayó sobre él, a punto de morderlo. En un solo instante pasaron varias cosas: Remus gritó alertando a toda la torre, el animal salió despedido contra la pared al ser golpeado por un Expelliarmus de James y Remus fue colgado fuera de su alcance por un hechizo de Lily; el que ya había usado tiempo antes con James.
James y Lily se miraron sonrientes por su victoria, para que un instante después sus caras cambiaran al ver que el animal arremetía contra ellos.
-¿Ni siquiera pensaste que también podría atacarte a ti? - gritó James mientras corría, halando a Lily de la muñeca, hacia la entrada a la sala común. Antes de que Lily encontrara una respuesta que no pusiera en evidencia su descuido, una voz salió desde las escaleras de las chicas.
-¿Qué está pasando aquí?
-¡Mary! - gritaron Lily y James aterrorizados.
Mary era muy sobreprotectora con su gato, que ya había sido blanco de bromas de los chicos y pequeños 'juegos' de Lily.
Desesperados James y Lily lanzaron, a la vez, el hechizo que devolvería al gato a su forma original, obteniendo doble efecto y dejando en el lugar donde había estado el gran tigre a un gatito recién nacido maullando con desamparo.
Antes de que pudieran hacer algo para corregirlo, apareció Mary por las escaleras y sólo fue necesario un instante para que comprendiera la situación.
-¡¿Qué le hicieron esta vez a mi pobre Schatzi?! - gritó. - ¡Ha pasado por colores que ni siquiera sé cómo se llaman, ha tenido 5 patas, se ha convertido en perro y pasó una semana dentro de un tanque de agua pensando que era un pez después de tu pequeño experimento con las agallas, Lily!
James, sin querer meterse en más problemas, tomó a Lily nuevamente por la muñeca y la arrastró fuera de la sala común, dejándole a Remus el problema de lidiar con Mary.
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-Supongo que estamos a mano. - comentó James una vez fuera del alcance de su compañera. Lily lo miró sin comprender, pero en ese momento oyeron pasos y James empezó a correr nuevamente. Entro por un pasadizo que Lily no conocía y terminaron en el aula donde generalmente practicaban sus patronus.
-Quiero decir que nosotros nos pasamos con Daphne y tú te pasaste con nosotros. - explicó James respirando agitadamente mientras cerraba la puerta del salón.
Lily sonrió y asintió.
-Lo de Daph no hubiera sido tan terrible si se hubiera enamorado de cualquier otro.
James soltó una carcajada que fue callada inmediatamente por Lily, que le tapó la boca con la mano. James intentó liberarse, pero Lily no lo soltaba así que finalmente optó por lamerla.
-¡Puah! Ahora tendré que usar una poción desinfectante, o podrías contagiarme alguna enfermedad. - se quejó Lily. James se encogió de hombros y retomó el tema.
-De cualquier forma no puedes negar que lo de Slughorn es gracioso. - dijo riendo esta vez mas discretamente. Lily tuvo que reconocer que estaba de acuerdo. - Y la idea del tigre fue grandiosa. - agregó James. - Con sus defectos, pero pudiste vencernos a Remus y a mí a la vez, y eso no es algo que se logre fácilmente.
Aunque petulante, la voz de James también denotaba reconocimiento. Era cierto que la idea de Lily había sido ingeniosa y James pensó que, si se tratara de un duelo de verdad, Lily sabría defenderse mejor de lo que Sirius creía.
Lily y James siguieron hablando alegremente, llevándose bien por primera vez, hasta que Lily miró su reloj y vio que se le había hecho tarde para la ronda.
-Es hora de que vayas a la sala común, Potter. Mary ya debe haber terminado con Remus y para este momento estará tan cansada que dejara su venganza con nosotros para mañana. - dijo. Después de pensarlo un momento le ofreció: - si quieres te acompaño. Así si nos atrapan inventaremos cualquier excusa para que no te pongan en detención.
James negó con la cabeza, con una sonrisa agradecida.
-No me llamarían Merodeador si no pudiera llegar a mi sala común sin problemas. Tú ya vas tarde a tu ronda. Supongo que aquí nos despedimos, que pases una buena noche, Lily. - le dijo, y salió por la puerta sin esperar a que Lily lo siguiera.
-Buenas noches para ti, James. - respondió Lily cuando James hubo salido.
Ella se dispuso a hacer lo mismo pero, al llegar a la puerta, se detuvo y miró el aula un momento más. Sin pensar lo que iba a hacer, Lily levantó su varita y exclamó:
-¡Expecto Patronum! - una pequeña nube plateada salió de su varita y empezó a crecer y tomar forma. Lily sonrió triunfante por un momento, pero luego su sonrisa desapareció.
-¡Maldita Sea! - exclamó con sentimiento al ver frente a ella una hermosa cierva plateada.
Nota de la Autora
Ya tengo parte del siguiente capítulo escrita, así que espero no tardarme en subirla.
Yo sé que el argumento de la historia no ha avanzado mucho por el momento, pero es que no puedo evitar aprovechar esta etapa que es más tranquila para inventar situaciones que, al menos yo, considero divertidas. Ya me dirán ustedes si al menos les sacaron una pequeña sonrisa.
En el próximo capítulo conoceremos a Charlus Potter. Ojalá les guste.
No olviden que sus REVIEWS son la razón por la que sigo publicando.
