!Hola! Bueno esto es un fic Luna Neville, es el primero que hago con esta pareja y no sé qué tal habrá quedado. Espero que os guste y que me d´jéis un pequeñito review que los que escribís sabéis que significa mucho^^

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen a mí sino a J. la histria está basada en sus personajes y los lugares de sus libros.


Te quiero, te quiero desde hace mucho tiempo, no sé si tu te darás cuenta, pero cada vez que te veo, se me pone el vello de punta, las manos me tiemblan, me sonrojo y me vuelvo más torpe aún de lo que soy. Sé de sobra que no soy un chico guapo, que no soy listo y que no soy valiente, pero de veras siento algo fuerte por ti.

Soy Neville Longbottom, tengo 17 años y llevo ya casi un año enamorado de Luna Lovegood. Ella, esa chica distraída, con aspecto de tarada, de una larga melena tubia y unos impresionantes ojos azules siempre con aire distraído. La mayor parte de la gente solo se fija en su collar de corchos de cerveza de mantequilla y en sus pendientes de rabanitos y no se fija en la hermosa curva de su espalda, en el resplandor de su pálida piel al sol, en la forma da sus labios cuando sonríe, en esa floritura que hace con la mano cuando espanta nargles... De veras, estoy enamorado.

"Hola Luna" La saludé. Hoy había quedado con ella en el callejón Diagon. Hacía apenas unos meses Harry había derrotado a Voldemort y ahora todos estábamos disfrutando de nuestro verano agridulce.

"Ah hola Neville, ¿te ocurre algo?" Ella vestía hoy una holgada camisa azul cielo claro, como si fuera muggle, y unos pantalones blancos que se ajustaban sus delgadas piernas.

"Tranquila Luna, estoy algo pensativo últimamente." Sabía que no podía mentirla. Ella se fijaba mucho en los detalles, aunque callaba el doble de lo que decía.

La tarde se me pasó muy rápida, como siempre que estaba con ella, pero sentía un retortijón en el estómago, y me sentí aliviado y aún más nervioso cuando llegó el momento.

Estábamos en la heladería de Florean Fortescue, en una mesa apartada del bullicio de resto del callejón.

"Luna, tengo que decirte...algo" Respiré hondo y el corazón pareció decidir latir al compás de la música de los 40 magistrales, y aún se aceleró más cuando ella sonrió.

"Llevo todo el día esperando que te decidieras a decirme lo que sea que quieras decirme."

"Luna... hace casi un año que nos conocemos y yo..." Tragué saliva ruidosamente "Luna... no sé como decirlo..."

Ella sonrió una vez más, con esa sonrisa que lucía siempre, solo que esta vez dedicada para mí.

"Neville, relájate. Te va a dar un infarto." Ella se levantó y se sentó a mi lado, mirándome fijamente con sus ojos azules, esta vez sin aire soñador.

"Ya...perdona. Intentaré relajarme." No me salían las palabras. Una semana entera planeando esto, un año soñando con ello y ahora, que llegaba el momento... ¡no me salían las palabras! Estaba frustrado. Una vez más. Me sonrojé al pensar involuntariamente qué diría mi abuela de mí. Por supuesto no pensaba contárselo. Pero ya era un acto reflejo.

Noté que ella buscaba mi mirada, al contrario que yo, no estaba nerviosa. Nunca la había visto nerviosa y ahora tampoco. Sus ojos me iluminaban con una luz que no era capaz de identificar, per que me ponía aún más nervioso y que me hacía volver a temblar.

Luna tomó mi rostro entre sus delicadas manos. No sabía que estaba haciendo, estaba totalmente aturdido.

Solo recuperé la lucidez una décima de segundo antes, y supe que iba a ocurrir. Ella me besó.

Sus labios eran suaves y tenían un extraño sabor. Bueno, a decir verdad, no tenía otros labios con los que compararlos, pero eran maravillosos.

Nos separamos y ambos sonreímos.

"¿Era eso lo que querías decirme?" Preguntó ella.

"Más o menos" Me sonrojé y la tomé de la mano, ahora sin nervios.

No podía creerlo, Luna Lovegood me había besado. Y me quería.