Se ríe. Y no te importa si es de ti o contigo con tal de escuchar su risa. Por que ha estado practicando sus técnicas de maquillaje contigo –si Jacob estuviera aquí, se la pasaría de lo lindo- la última media hora y no parece cansarse. Y a ti no te molesta en lo mas mínimo que ella con sus once años bien cumplidos Quill, ya casi te alcanzo te use de muñeca.

Y cuando la ves así, concentrada con la brocha de sombra en una mano y un espejo en la otra, descubriendo combinaciones de colores en tus párpados, sabes que podrías pasar toda tu vida ahí sentado, esperando que ella termine.

Y cuando su madre les llama para que vayan a cenar y ella grita un "¡Quince minutos, mamá!", te das cuenta que no importa que sean quince minutos o quince años, tú la esperarás.

Por eso, cuando te pasa el espejo y te ves con pestañas postizas y los ojos morados, solo puedes reír como hizo ella hace unos instantes.


Idea que vino sola y me vi tentada a ponerla en papel (o en word, lo que sea).. es pequeño y sin sentido, solo un momento.