YoruNoAme ¡Hola! Siento mucho el retraso. Híjole, no me gustan las excusas, pero bueno, el trabajo y el no poder escribir en casa me retrasaron. Espero que sientas que valió la pena haberte hecho esperar. Tienes toda la razón, Tiki es el gran rival de Allen, teniéndol a él para escoger... yo... me quedaría con el Noah *mar de baba* xD Pero bueno, te dejaré descubrir qué es lo que decidirá Lenalee. Gracias por hacerme saber que la historia es de tu agrado!!!!

hina-chan ¡Qué tal! Seee!! Kanlulu sería? xD lol Bueno, una pareja poco usual que tenía ganas de ver cómo se veía. Es muy lindo de tu parte hacerme saber que te late la historia y el rumbo al que se dirige. ¡Mil gracias!

SeIs MiNuToS ReStAnTeS Eres muy amable en dejarme tus comentarios, así que no te preocupes por nada. Jejeje, Kanda... ahhh, bueno, después de todo podría decirse que cayó ante la lujuria :P Y lo de los celos, pues es inevitable, porque ninguno d elos dos quiere admitir sus sentimientos, por eso sólo saben pelear. Realmente, como dices, Road es capaz de urdir cualquier clase de plan con tal de quedarse con Allen. Mmhh, aquí verás una participación de los gemelos, pero como la historia se centra más en Allen y Lenalee... no te diré más, sólo espero cumplir con tus expectativas. Te agradezco mucho que te tomes el tiempo para comentar la historia a pesar de que tienes muchas cosas qué hacer. ¡Gracias!

Artemis K. Wolf ¡Hola! Calma, calma, respira profundo. Es cierto que entre Kanda y Lulubell sería algo raro... pero no es del todo imposible, recuerda que Lulubell es la Noah de la lujuria... eso significa que... mmhh, no sé si decirte, ¿qué tal si eres menor de edad y te pervierto? xD neee, bueno, la neta es que sí estuvo muy fumado, pero estaría chido, ¿no? xD Muchísimas gracias por apoyarme!!!

Allena Jejeje, parece ser que no te late nada la idea de Kanda con Lulubell... pero es que si no hubiera sido así... ¿con quién se hubiera quedado? Ni modo de dejarlo solito :P Y tienes razón, Allen y Lenalee se pelearon por sus purititos celos, nomás por que ninguno de los dos admite que se gustan. Ahh!! Qué chido que pronto veremos más acción entre ellos en el manga, lo malo es que justo en ese punto Hoshino-sensei haya decidido que interrumpiría su publicación -_- Mil gracias por tus comentarios!!!

emoTion-9 ¡Cómo estás! Vaya, parece que a ti no te desagradó tanto la idea de Kanda y Lulubell xD Ahhh, discusiones como esa la verdad hubieran dado mucha tela para cortar, encerrados los Noah con los exorcistas, nada bueno hubiera resultado, pero no quise exagerar explotando de más el recurso, para no hacerlo repetitivo. Te agradezco por darme ánimos para continuarlo, eres muy amable. ¡Gracias!

rukiachan25 ¡Hola amiga! Claro que los dos están que se mueren de celos, pero ninguno de los dos lo quiere reconocer, ese par... típico de ellos, la que sí es Lenalee la que casi siempre admite sus sentimientos, pero lo que no ha querido reconcer es ese sentimiento especial sólo siente por Allen y por nadie más, después de todo a eso no está acostumbrada. Bueno, antes de que le hagas algo al lindo de Allen, recuerda que Road es la perversa, para su edad... nadie creería que Allen es el que busca algo con ella xD Muchísimas gracias por tu apoyo!!!!!!

carla ¡Qué tal! ¡Qué linda eres conmigo! En eso tienes razón, Lenalee tiene motivos para odiar a Tiki y no son poca cosa, esa parte me costó trabajo tratarla, buscar una manera de que Tiki se le acercara sin que lo rechazara, por eso fue que se me ocurrió recurrir a la doble personalidad del Noah. En cuanto a Road y Allen... lo sabrás en este capítulo. ¡Gracias!

sol angel dpl Konbawa!!! Gracias por seguirme apoyando. A mí también me encanta Eez, es tan tierno!!! Lo adoro, es además como el lado sensible de Tiki. De los amigos de Tiki... pues...mmhh, se me fue el avión xD Ahhhh y qué chido que te agarré en curva con lo de Kanda y Lulubell, eso era justamente lo que quería, que pensaras en un escenario de una batalla a muerte :D Gomenasai por dejarte en suspenso, pero aquí está la continuación para sacarte esa espinita. Muchas gracias por la invitación, ya me pasé por tu fic y te dejé un review. Muchísimas gracias por tu apoyo!!!!

Bueno, una disculpa por la tardanza, no diré mucho, pero el trabajo y la casa no ayudan mucho para escribir tanto como quisiera. Les agradezco muchísimo por ser tan lindas conmigo y dejarme sus comentarios. Espero que disfruten el final de esta historia.

Cuarta parte. El final de una era.

-¡Oye! ¿Allen te sientes bien? ¿No te metió en uno de sus extraños mundos? A quien tienes que buscar es a Lenalee -dijo Lavi apenas recuperando el aliento, pero el joven maldito ya había salido, no alcanzó a escucharlo.

En efecto, Allen había hecho una cita con Road el día anterior, de la misma manera en que Lenalee hizo una con Tyki. La joven no hallaba la manera de decirle a Timothy que no podía ir con ella, al final lo distrajo diciéndole que había algo detrás de él y cuando volteó aprovechó para irse volando usando sus botas oscuras. Los dos exorcistas pasaron todo el día con los Noah, no fue sino hasta la noche que regresaron, a la hora de la cena. Nadie dijo una sola palabra, la atmósfera del comedor se sentía pesada. Extrañamente, Kanda ostentaba una enorme sonrisa. Allen fue el primero en terminar, igual que se sentó sin pronunciar palabra, se levantó y se fue a su habitación. Lenalee ni siquiera terminó de comer y se fue, casi inmediatamente después que Allen.

Esa situación se repitió por varios días. Lavi y Komui no paraban de decirle a Allen que ya era hora de que se disculpara con Lenalee, pero el joven parecía como ausente cada que los escuchaba. La quinta noche posterior a la discusión que los jóvenes sostuvieron, se encontraron sin querer frente a frente, antes de entrar a sus respectivas habitaciones.

-Lenalee -alcanzó a susurrar el joven maldito, alzó tímidamente el brazo, como para impedir que la chica entrara en su habitación.

-¿Allen-kun? -su mirada parecía anhelante, unió ambas manos.

-Nada -una inusitada voz grave fue la que salió de la boca de Allen, se dio la vuelta inmediatamente y entró en su cuarto.

-Allen -musitó la joven inclinando un poco la cabeza, sintiendo como si le estuvieran quitando una parte de sí al no poder hablar con él como antes lo hacía.

A la mañana siguiente el joven de cabello blanco ni siquiera se presentó a desayunar, parecía que había salido desde temprano. Lenalee miró fijamente el sitio que comúnmente ocupaba. Esta vez ni Thimothy la siguió al salir, la chica se había levantado sin siquiera probar su plato.

En tanto, en el comedor donde la familia Noah se reunía a desayunar, Road Camelot mostraba a todos su más amplia sonrisa.

-¿Está bueno? ¿Te gusta? -preguntó con los ojos llenos de brillo.

-Sí -dijo Allen con la boca llena- está buenísimo.

-¿Lo dices en serio? ¡Qué bien! Yo misma lo cociné para ti -una enorme sonrisa de triunfo apareció en el rostro de la Noah.

-¿Tú lo cocinaste para mí? -Allen dejó de comer de repente- Nadie antes había cocinado para mí, excepto Jerry -declaró titubeante.

-Yo puedo cocinar para ti cada día de tu vida, si tú quieres -Road le tomó la mano encima de la mesa.

-¡Arigato! -Allen la abrazó muy fuerte, mientras lo hacía continuó comiendo y diciendo palabras de gratitud, obviamente con la boca llena.

-Sí, sí, todo muy lindo, pero ¿no podrías ser más educado, Walker? No se debe hablar mientras se mastica la comida -dijo Tyki haciendo una mueca.

El Conde del Milenio, el padre de Road y los demás Noah no veían muy convencidos la escena, pero habían cedido ante la insistencia de la chica a compartir la mesa con el que parecía su nuevo juguete. Aunque para ser sinceros, más que ceder habían sucumbido ante el poder de la mayor de los Noah, pues cuando se rehusaron, ella no dudó un instante en hacer uso de sus habilidades. Sólo Tyki le había dicho que le daba igual, extrañamente Lulubell dijo lo mismo con un tono de indiferencia que más bien parecía disimular algo y que a todos extrañó, pero como sabían que ella también tenía su carácter, nadie dijo nada.

Inmediatamente después del desayuno Tyki se levantó y se retiró, parecía llevar prisa. Claro que tenía un motivo, Lenalee lo estaba esperando en la casa donde estaban sus amigos, como se había hecho costumbre en esos días. La joven exorcista pronto se habituó a la apariencia desaliñada y un tanto despreocupada del Tyki blanco; pero no sólo eso, parecía que dejaba aflorar su sensibilidad y simpatía hacia sus semejantes, cualidades de las que su otra personalidad carecía por completo. La chica disfrutaba mucho con él y sus amigos, reía a carcajada suelta de cualquier cosa; jugaba con ellos a las cartas y a los dados. Incluso con el pequeño Eez la convivencia era muy agradable, él la llamaba nee-sama, la buscaba y le hacía obsequios simples, pero llenos de amor.

Esa tarde, Tyki le sugirió a Lenalee un paseo por el arca. Pero, Allen tuvo la misma idea, después de comer algo delicioso preparado por Road, le pidió que salieran a caminar para ayudar a al digestión. El encuentro era inevitable, Allen se como quedó petrificado al ver a Lenalee de la mano con Tyki y sonriéndole. Por su parte, la chica de las botas oscuras hizo rechinar sus dientes y su rostro se deformó al mirar la confianza con la que Road iba colgada del brazo de Allen, riéndose con él.

-¡Suéltalo! ¡Suelta a Allen! Tú, maldita -Lenalee parecía que iba a lanzarse conta la Noah, pero Tyki no soltó su mano.

-Mejor nos vamos -dijo Tyki, estaba por emprender la huida igual que la ocasión pasada, pero esta vez Allen extendió su clown belt y lo detuvo de la muñeca.

-Esta vez no te voy a dejar escapar, Tyki Mikk -Allen lo miraba con expresión dura.

-Allen -musitó Road, jalándolo un poco del brazo, para que soltara a Tyki, esperaba que lo hiciera para llevárselo.

-¿Qué quieres? -una doble voz grave fue lo que salió de la garganta del joven maldito- ¡Argh! -gritó y se tomó la cabeza con ambas manos- ¿Has sido tú verdad? ¡El que no me ha dejado hablar con Lenalee! -la voz de Allen parecía luchar por imponerse.

-El trato que hicimos era que yo podía salir de vez en cuando y actuar por mi cuenta, ¿lo recuerdas? ¿De qué te quejas entonces? -de nuevo la voz grave retumbó, al tiempo que la apariencia de Walker cambiaba por completo, una piel de color gris y unos estigmas se hicieron evidentes.

-¡Allen-kun! -dijo Lenalee.

-Ahí tienes al catorceavo de nosotros -dijo Tyki.

-Esta vez no, no voy a permitir que llegue más lejos -la piel de Allen regresó a su color habitual; sudaba en exceso, sostenía su cabeza con la mano derecha, parecía como si le doliera muchísimo, apartó con dificultad a Road y usando su garra hizo un lado a Tyki, quien apenas si alcanzó a esquivarlo.

-¡No te voy a dejar! -gritó la voz grave y nuevamente la transformación de Allen cobraba vida.

-¿Bromeas? -Allen respiraba con dificultad- ¿Se te olvida que tengo el corazón? No dudaré en permitir que te consuma por completo -la inocencia del joven empezó a brillar más que nunca.

-¡Está bien, está bien! Tú ganas -la voz grave se escuchó titubeante, pero inmediatamente después desapareció y Allen respiró aliviado.

-¿Qué fue eso, Allen? -preguntó Lenalee trémula, llevándose una mano a la boca, ella no lo había visto luchar contra su Noah interno, tenía los ojos desmesuradamente abiertos.

-Las memorias del Noah habitan dentro de mí, parece que fueron una especie de "regalo" que Mana me dejó -ahora ostentaba su típica sonrisa.

-Allen, ¡vámonos! -gritó Road, jalando de la manga de su abrigo.

Por toda respuesta, el joven volteó, gentilmente apartó la mano de Road y le sonrió, le acarició la mejilla y le dio un beso en la frente. La Noah se quedó estupefacta, dejó caer los hombros, miró fijamente a los ojos al chico y, finalmente, sonrió; no hizo ningún intento por volver a retener a Allen cuando éste le dio la espalda.

Lenalee veía furiosa la escena, estaba por darse la vuelta e irse con Tyki, pero Allen le sostuvo la mano con sumo tacto, lentamente apoyó la rodilla izquierda en el suelo y agachó la cabeza.

-Lenalee, yo sé que sólo soy un pobre payaso maldito, que además guarda dentro de sí las memorias del Noah pero... eso no impide que sienta esto por ti... ¡Te amo! Onegai, acepta estos sentimientos -levantó el rostro para poder observar a Lenalee.

-¡Lo dijo! -Tyki inclinó un poco el cuerpo hacia atrás y se quedó con la boca abierta por un tiempo, esperando escuchar la respuesta de la joven.

-Ya lo sabía, pero, quise pensar que podría ganarme algo de su cariño -Road dijo esto de manera imperceptible, más bien para sí misma, luego se dio la vuelta y se fue caminando pesadamente.

-Allen... yo, no sé qué reponderte -Lenalee titubeó.

-Di que sí, que me aceptas -Allen se puso de pie y la abrazó.

-Sí, acepto tus sentimientos Allen -la joven se abrazó fuerte a la espalda del chico y empezó a sollozar.

Tyki sonrió, metió las manos en los bolsillos, cambió su apariencia por la del Tyki refinado y echó a andar como si nada hubiera pasado.

-¿Qué pasa? ¿No estás contenta? -contrariado de ver llorar ala joven.

-Es al contrario, estoy muy contenta, por un momento pensé que siempre estarías lejos de mí -gritó la chica.

-Eso no pasará -Allen sostuvo la barbilla de Lenalee con la mano y lentamente acercó sus labios, disfrutó su aliento cálido, cerró los ojos y sintió cómo la humedad de la boca de la joven lo indundaba, metió delicadamente su lengua, despacio, para jugar con la de ella y explorar su interior, disfrutó estrechar el cuerpo femenino contra sí-. Pero... hay algo que tengo qué hacer urgentemente -la apartó de sí con un poco de dificultad, con la mirada decidida.

-¿Eh? ¿Qué cosa? -Lenalee arqueó una ceja.

-¡Tocar el piano! ¡Ya no soporto ni un minuto más encerrado en esta arca maldita junto con los Noah, me voy a volver loco! -gritó mientras se jalaba el cabello y corría a toda velocidad hacia la habitación del catorceavo. Lenalee se queda estática por unos momentos, pero después lo sigue con una sonrisa en los labios.

Pronto, la melodía inundó el arca; tanto los Noah, como los exorcistas, sus protegidos y los humanos rescatados por Allen la escucharon nítidamente.

-¿Qué le pasa a Allen? -gritó Lavi- ¿Es que piensa abrir el arca? ¿Qué sucederá si todavía están afuera los akuma?

-Quizá se volvió loco por el encierro y por estar alejado de mi Lenalee -chilló Komui.

Todos se reunieron cerca de la puertas que estaba por abrirse. Kanda tenía lista su espada, para atacar con su mugen a cualquier akuma que quisiera entrar. Después de unos minutos que a todos les parecieron eternos, vieron que ningún akuma hacía su aparición. Tímidamente, Chaoji se asomó por el umbral.

-¿Qué hay Chaoji? ¿Logras ver algo? -Krory fue el primero en hablar.

-Nada, todo parece estar bien, no hay ningún akuma a la vista -sonrió y volteó a ver a todos.

En ese momento los Noah salieron corriendo a toda velocidad, pasando por encima de Chaoji, quien quedó aplastado en el suelo, sin poderse mover.

-¿No te parece grandioso, Miranda? -Marie parecía que iba a seguir hablando, pero se interrumpió a sí mismo al darse cuenta de que la joven exorcista ya no estaba a su lado.

-¡Nos llevaremos a esta onee-san! -gritó Jasero.

-¡Seguro nos divertiremos con su habilidad para detener el tiempo! -le secundó Devitto.

-¡Mocosos engreídos! No se los permitiré -Krory se lanzó de inmediato tras ellos.

-No crean que pueden hacer lo que les venga en gana -Marie lanzó sus hilos, pero no logró pescarlos, así que también salió corriendo tras ellos.

Miranda quedó atónita ante la actitud de los gemelos, miraba a sus amigos exorcistas pero no atinaba qué hacer.

Al mismo tiempo, Lulubell, quien iba corriendo junto con la estampida de Noah hacia la salida, se detuvo justo frente a Kanda, tomó su rostro con ambas manos y le dio un beso prolongado.

-Te espero afuera -dijo y después salió corriendo.

Por toda respuesta, Kanda hizo su típico chasquido con la boca, ladeó la cabeza como si no le importara, pero no pudo evitar que una gran sonrisa se dibujara en su rostro. Todos se quedaron helados al contemplar la escena, y al ver la actitud de Kanda, una gotita al estilo anime apareció en su frente y todos cayeron al suelo.

-¿Qué fue eso Yuu? -Lavi fue el primero en reponerse y de inmediato le atacó con múltiples preguntas- ¿Es por ella que ya no tienes el carácter tan agrio? ¿Cuándo empezó todo? ¿Por qué te lo callaste?

-¡Baka usagi! En lugar de preocuparte por mí, ¿no crees que hay alguien a quien deberías consolar? -le señala a Road, la única Noah que permanece en cuclillas a la sombra de un árbol, sin salir corriendo del arca junto con su familia.

Lavi voltea en dirección a Road, su pícara mirada se torna un tanto triste al comprender lo que le acongoja, decide hacerle caso a Kanda y se dirige hacia ella.

-No tienes que sentirte triste por Allen, al contrario, si realmente lo quieres, deberías alegrarte por él -le pone una mano en el hombro.

La chica alza la vista hacia Lavi, pero la luz del sol que entra por la puerta abierta del arca es tan brillante que la ciega, cierra los ojos involuntariamente y sin querer, un par de lágrimas ruedan por sus mejillas.

-Tienes razón, pero... pero -no puede continuar, rompe en llanto y se abraza fuertemente a las piernas de Lavi.

El joven exorcista la hace que se ponga de pie, seca sus lágrimas y le sonríe. El rostro de Road se ilumina súbitamente, al contemplar la sincera muestra de afecto que le brinda Lavi.

En tanto, Allen finalmente sale junto con Lenalee de la habitación del catorceavo. Ambos van tomados de la mano.

Timothy había estado esperando a Lenalee, para declarséle, pero al verla salir con Allen comprendió de un golpe que había perdido.

-Se ven bien juntos, ¿verdad? -Lou Fa se para justo al lado de Timothy mirando fijamente a la pareja y acomodándose los lentes.

-¿Cómo puedes decir eso? ¿No eras tú la que estaba enamorada de Allen? -dice Timothy casi al borde del llanto.

-Justamente por eso puedo decirlo. Allen Walker se ve feliz a su lado y Lenalee Lee luce más bonita que nunca. Sólo si realmente quieres a una persona puedes ser capaz de comprender sus verdaderas emociones, así es como pude darme cuenta.

-¿Sólo si realmente quieres a una persona? -repitió susurrando- Quizá... yo -titubeó.

-No tienes por qué tratar de responderte a ti mismo en este momento. Sólo míralos con los ojos de tu alma, deja de lado el coraje que tengas, la impotencia o cualquier otro sentimiento que nuble tu mente. Obsérvalos cuidadosamente, si eres capaz de ver su felicidad, con eso bastará -Lou Fa ha estado mirando a la pareja desde que salieron esbozando una sonrisa, misma que no se ha borrado de su rostro.

Timothy cierra sus ojos al mismo tiempo que inhala profundamente, luego mientras saca el aire lentamente los va abriendo. Frente a sí tiene el rostro de Lenalee, el fulgor en sus ojos, la sonrisa en su boca, no le pasan desapercibidos.

-Tienes razón -sonríe- puedo verlo.

-Es un sentimiento muy bello, ¿verdad?

-Sí, me alegro por ellos -dijo sin darse cuenta, quiso detenerse, pero Lou Fa ya lo había escuchado-. Por cierto, ¿qué hacemos aquí parados? ¡Ya podemos salir! ¿No quieres dar una vuelta para ver cómo quedó la Tierra? -Timothy se agarra la nuca con la mano derecha, ríe nerviosamente.

-¡Claro! -Lou Fa le dirige una tierna sonrisa, el chico la observa detenidamente y a su vez le sonríe, sin perder tiempo, la toma de la mano y sale corriendo del arca con ella.

Lenalee y Allen miran salir del arca a Lou Fa y a Timothy, se ríen al ver que el chico muy pronto agarra confianza y la abraza por la cintura. Detrás de ellos salen los demás exorcistas y los humanos a quienes protegían. En el exterior, la tierra luce seca, como después de un incendio; uno que otro árbol queda en pie, pero muy destrozados; unas cuantas hierbas crecen dispersas. No hay ni rastros de edificaciones humanas, ni de animales en cuatro patas, sólo uno que otro insecto es visible.

-Esto -balbucea Bookman.

-No hay registros de nada parecido, ¿eh? -dice Lavi.

Un fétido hedor traído por la brisa penetra por la nariz de todos provocándoles náuseas. En ese momento se escucha una carcajada muy conocida.

-Puede que esta vez me hallan ganado, que echaran por tierra mis planes, pero no se olviden que soy un viajero del tiempo. Te agradezco la oportunidad que me has brindado al dejarme vivir, Allen Walker. No nos volveremos a encontrar, sin embargo, aún no he alcanzado mi objetivo, quizá hagan falta un par de milenios...-sin terminar la frase volvió a reír a carcajadas, entró en el arca precipitadamente, cerró la puerta y desapareció en ella.

Ni Allen ni nadie tuvo tiempo para evitarlo, en un parpadeo el arca ya no estaba.

-¿Qué quiso decir con eso? -Jerry alzó los hombros.

-Seguramente que no aparecerá más en nuestra época, pero que dentro de unos milenios volverá a atacar -respondió Komui con el semblante adusto.

-Ese hombre... después de todo fue él quien creó el arca, la cual fue usada por Noé para escapar de la destrucción. Nosotros sólo la usamos por un tiempo limitado y además con la única finalidad de transportarnos de un lugar a otro; pero él seguramente la puede usar para comunicar distintas épocas -Bookman suspiró.

-Eso significa que lo único que podemos hacer es tratar de recolectar la inocencia que todavía queda en el mundo, guardarla dentro del cubo y dejar toda la información que pudimos recopilar escrita en él, para que a las futuras generaciones pueda servirle -Komui se acomodó los lentes.

Allen sintió cómo la mano de Lenalee empezaba a temblar.

-¿Qué sucede?

-Nada -la joven ocultó su mirada con su flequillo- es sólo que no sé si sea demasiado egoísta de mi parte sentirme aliviada por no volver a ver al Conde.

Allen la abrazó.

-Entiendo lo que quieres decir, nosotros ya no nos enfrentaremos a él, por lo que podría decirse que estaremos tranquilos, pero los que vengan después de nosotros tendrán una dura tarea que afrontar -la estrechó con más fuerza al sentirla trémula.

-Tengo miedo, desde hace mucho tiempo que el único hogar que poseía era la Orden. Cuando la verdadera guerra comenzó todo fue tan rápido, que no tuve ocasión para sentarme a pensar que había sido destruida. Como todos seguían de alguna manera conmigo sentía que mi hogar se había mudado solamente. Sin embargo, ahora que hemos salido del arca y que parece que cada quien tomará su propio rumbo -al llegar a ese punto su voz se quebró, había estado hablando muy lentamente y con voz muy suave.

-Yo había estado vagando errante, hasta que conocí a Mana, quien se convirtió en mi única familia, mi hogar. Cuando murió me sentí perdido otra vez. Pero entonces conocí a mi maestro, depués llegué a la Orden y te encontré ahí. Lenalee, quédate conmigo para siempre, seamos el hogar uno del otro -Allen tomó la barbilla de Lenalee para mirarla a los ojos, parecía buscar algo en ellos.

-Sí Allen -musitó tímidamente la chica- quiero ser tu hogar.

Los dos jóvenes se aferraron el uno al otro, como si tuvieran miedo de que algo misterioso o desconocido fuera a separarlos de repente. Komui y el resto los había estado escuchando, un poco apenados voltearon en otra dirección, pero sonrieron al sentir el deseo de los dos jóvenes por ser felices en pareja. La vida que les estaba esperando sería muy dura, pues todo cuanto conocían estaba destruido, tendrían que iniciar desde cero. Pero estar juntos les daba fuerza.

FIN

¡Gracias por haber seguido el fic hasta el final!