EPÍLOGO

-APRIL-

Había pasado una semana y Annette seguía sin despertarse. Liz y yo íbamos todos los días después de clase al hospital y nos quedábamos allí hasta que se hacía tarde y teníamos que volver a casa. Kevin venía de vez en cuando a estar con ella, a hablarle. Estaba convencido de que ella le escuchaba y luchaba por volver a despertarse, pero los médicos decían que no había cambios. Era exasperante no saber cuándo íbamos a poder volver a hablar con ella, a volver a escucharla reír, pero era lo único que teníamos: esperar. En todo ese tiempo, no habíamos vuelto a ver ni a Joe ni a Nick, ya que evitábamos poner la televisión o mirar internet cuando estábamos en casa. Incluso habíamos quitado todos los pósters de nuestra habitación y borrado las fotos de nuestro ordenador.

Liz sólo me había dicho que Joe salió del ascensor, diciéndole que quizá no deberían verse más. Creo que no se volvió a comportar como antes. Nick no volvió a llamarme, ni yo a él. Cortamos el contacto completamente. Y por una parte era mejor. Aún así, no podíamos evitar levantar la mirada con el corazón a mil cada vez que Kev entraba por la puerta de la habitación, esperando que viniera acompañado de alguno de sus hermanos. Pero siempre iba solo.

Un día, Kevin dejó de venir. Pero, no fue sólo un día, sino casi cuatro seguidos. Era muy raro que no se pasara por el hospital, pero incluso las enfermeras nos aseguraron que no había vuelto.

-¿Crees que algo va mal? –le pregunté inquieta a Liz.

-Espero que no –murmuró.

Nuestro primer impulso fue llamar a alguno de los tres, para preguntarles qué pasaba, pero luego nos dimos cuenta de que habíamos borrado sus teléfonos el mismo día en que… bueno, ese día. Ni siquiera teníamos el de Kevin. Decidimos que era hora de mirar internet.

Los Jonas no estaban en América, se habían ido a Europa. Con sus respectivas novias.

-NICK-

Surgió de repente, casi sin planearlo. Aún quedaba una semana, supuestamente, pero al parecer las cosas se habían adelantado y nos querían en Europa lo antes posible. Joe y yo aceptamos rápidamente, deseando salir de allí, pero a Kevin le costó muchísimo más. Se negaba a dejar a Anne e irse, tenía la esperanza de que se despertara si seguía yendo a verla todos los días… pero no era así, y sospechaba que no se recuperaría nunca. A pesar de todo, me callé.

Ese día me llamó Faith, como todos los días hasta entonces.

-Nicholas, nos vamos a Europa mañana –exclamó en cuanto descolgué –¿no estás emocionado?

-Oh, sí, mucho –contesté, con voz inexpresiva.

Sí, Faith había hablado en plural. Ella y Kate vendrían con nosotros a Europa, a la gira, para seguir con la farsa de que estábamos juntos. Ya veía los titulares: "Los Jonas Brothers viajan con sus novias". Después de la gira empezaríamos el rodaje de la película, esa que Disney esperaba batiera récords de taquilla.

Tras colgar el teléfono, después de tener que escuchar pacientemente todo lo que Faith pensaba llevarse a Europa, subí a mi habitación, deseando acabar la maleta y que llegara el día de irnos. Sin embargo, me encontré a Joe tumbado en mi cama, durmiendo, como había hecho últimamente. Me supo mal hacerlo, pero tuve que zarandearlo un poco para despertarlo. Él se recompuso enseguida.

-¿Qué pasa? –preguntó, mirándome con los ojos entrecerrados.

-Joe, tenemos que hablar –le dije, sentándome a su lado. Él se incorporó, dispuesto a escucharme. Tomé aire –¿Por qué no duermes en tu habitación, que sería lo más normal? Llevas desde… bueno, desde ese día ocupando mi cama.

Él bajó la cabeza, triste de repente.

-No puedo dormir en mi habitación –contestó –me recuerda a mi galle… a Liz.

-¿Ha estado allí? –pregunté, extrañado. Él asintió.

-Se quedó a dormir –contestó quedamente. Decidí no hurgar más en la herida.

-Está bien, lo siento Joe. No quería despertarte –recogí mis cosas, cerré la maleta y salí de allí, apagando la luz.

Había sido duro, nos había costado trabajo, pero de alguna manera conseguíamos sonreír cuando estábamos rodeados de fans, de fotógrafos, de gente. Pero cuando estábamos solos o con nuestra familia, era como si nos aisláramos, nos asaltaban nuestros pensamientos y nos hundíamos.

Sólo esperaba que ir a Europa, estar lejos de ellas, nos permitiera olvidar todo, olvidar a esas chicas con las que habíamos tenido una relación un poco más personal.

-FIN-


Eso ha sido todo... por ahora. ¡Jamás imaginé que esa pequeña historia que empecé a escribir en clase, mientras me aburría mortalmente, fuera a llegar a tener 39 capítulos! Chicas, no os podéis ni imaginar cómo lloré mientras acababa el último capítulo (y eso que estaba en un sitio público) U_U'

No sabéis lo mucho que os agradezco a todas que os hayais estado pasando, comentando y dándome ánimos para seguir escribiendo. De verdad, muchísimas gracias.

Ahora esto tendría que ser una despedida... pero me niego a que sea así. Volveré pronto, con nueva temporada. Seguiré esta historia, porque aún me quedan muchas cosas que contar sobre April, Liz, Annette, Nick, Joe y Kevin... (quizá demasiadas). Supongo que, si queréis recibir la alerta de nueva historia o algo así, ya sabéis lo que tenéis que hacer (Add Author to Story Alert).

¿Os he dicho ya que gracias? Sí, creo que sí... unas tropecientas mil veces.

nunca hay suficientes gracias... GRACIAS GRACIAS GRACIAS. :)

Hasta pronto!

-Vicky.

EDITO: os dejo aquí el link de la segunda temporada, por si acaso no lo encontráis:

fanfiction . net/s/5530355/1/Behind_Enemy_Lines

(sin espacios)

:) espero que os guste!